Iker Gomez Garcia, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea; Alfredo Fernández-Quintela, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea; Jenifer Trepiana Arin, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea, and María Puy Portillo, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
En los últimos años se ha observado que la dieta es un factor importante en la sincronización de los relojes internos. Sin embargo, la compleja relación entre ambos factores todavía no está del todo descrita.
Parecía que el cambio de 2018 podía ser el último, pero las propuestas de eliminar esta medida no han llegado a hacerse realidad. Sigue aplicándose a pesar de no existir evidencias de que sea beneficiosa para la salud.
Dormir lo suficiente es fundamental para gozar de salud. Pero ¿qué ocurre cuando nos ingresan en un hospital y, además de estar ingresados, no podemos descansar bien? Hay evidencias científicas de que podemos tardar bastante más en curarnos o empeorar.
Producir luz que no se necesita supone simplemente desperdiciar energía y, por tanto, dinero. Pero, además, genera problemas ecológicos y afecta negativamente a la salud humana.
La palabra ‘biorritmo’ significa, simplemente, ritmo biológico. Sin embargo, es una palabra que los cronobiólogos evitan por el mal uso que le han dado las pseudociencias.
Muchos días laborables nos quedamos hasta las mil viendo una serie, charlando con amigos o practicando alguna afición. Y acabamos intentando recuperar las horas robadas al sueño durante el fin de semana. Ese desfase horario social no le sale gratis a nuestro organismo.
Los artículos ‘Luz, arquitecta de la vida’, de la investigadora de la Universidad de Murcia Claudia García Cobarro, y ‘Estimada inteligencia artificial, ¿podrías explicarme por qué no me han asignado el trasplante?’, del investigador de la Universidad de Granada Jon Rueda, son los ganadores de la II edición del Premio de Divulgación sobre Medicina y Salud Fundación Lilly-The Conversation 2022.
Cenar después de las 21:00 puede aumentar el riesgo de padecer cáncer, sobre todo de mama, colon y próstata. Los estudios científicos apuntan a que la mejor estrategia es desayunar y cenar temprano, y ayunar toda la noche.
Que el Diccionario de la Lengua Española defina lunático como aquel que “padece locura, no continua, sino por intervalos” refleja la arraigada creencia de que la luna llena puede perturbar el comportamiento humano. ¿Hay algo de cierto?
El desayuno tiene efectos saludables en general, entre otras cosas porque ayuda a prevenir la ganancia de peso a largo plazo, tanto en niños como en adultos. Ahora bien, desayunar no siempre mejora la atención, memoria y rendimiento cognitivo. ¿De qué depende?
Diversos estudios han detectado cierta tendencia hacia una mayor duración de sueño en las noches de otoño e invierno frente a las de verano o primavera. Detrás de estas diferencias podría estar la melatonina, “molécula de la oscuridad”-
A pesar de que hay evidencias de que desde que comenzó la pandemia dormimos más horas, paradójicamente también dormimos peor. Porque se ha reducido la calidad de nuestro sueño y se han desincronizado nuestros ritmos.
Con la pandemia, ponernos el termómetro se ha convertido en un acto tan cotidiano como peinarnos. Pero obviamos que su valor varía en función de la hora y de si se toma en la frente o en el oído.
Una pequeña aplicación desarrollada por el autor muestra la hora del amanecer y anochecer para distintas ciudades con horario de verano permanente y con cambio de hora.
¿Los efectos de un fármaco son idénticos para una misma dosis y forma de administración? No. La cronobiología ha demostrado que el momento del día también importa.
Gracias al aislamiento, este año el cambio horario nos afectará menos que en otras ocasiones. Porque podremos seguir en mayor medida nuestro tiempo interno que el marcado por los horarios sociales.
No solo las preocupaciones nos desvelan. La luz y el ruido son los principales ladrones de sueño… El silencio y la oscuridad deberían ser dos patrimonios a proteger si queremos vivir en una sociedad sana.
En general las personas podemo ser búhos o alondras, trasnochadores o madrugadores. Aunque el cronotipo no es “para toda la vida”. La edad también lo modifica.
Catedrática de Nutrición. Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBERobn), Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Investigadora del grupo Nutrición y Obesidad de la Universidad del País Vasco y del Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CiberObn) y del Instituto de Investigación Sanitaria Bioaraba, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea