Hace 20 millones una mutación genética afectó aleatoriamente a un simio, provocando que le creciera un muñón en lugar de una cola, o quizá ninguna. Aquel individuo sobrevivió, y también su descendencia.
Somos generadores y conductores de electricidad. Sin embargo, en el cuerpo humano no existe un “0 voltios” , incluso cuando la persona está completamente relajada.
Profesor Titular de Universidad del Departamento de Ingeniería Eléctrica, Electrónica y Comunicación. Área de especialización: Ingeniería Biomédica, Universidad Pública de Navarra