Al presidente Biden le ha costado caro el acuerdo con el Congreso, de mayoría republicana, para aumentar el techo de gasto: se ha caído su programa estrella de ayuda a los deudores de créditos estudiantiles.
Keving McCarthy y Joe Biden han llegado este domingo a un acuerdo sobre el techo de deuda estadounidense.
Adam Schultz / The White House / Flickr
En EE.UU., Congreso Gobierno han alcanzado un principio de acuerdo para elevar el techo de deuda. Más que mejorar los ingresos, lo que piden los republicanos es la contención del gasto público.
El 5 de junio vence el plazo para que el Congreso estadounidense apruebe el aumento del techo de deuda del gobierno federal. Sin acuerdo, EE.UU. incurriría en impago y las consecuencias económicas irían más allá de sus fronteras.
Faltan datos, pero asombraría que la quiebra del SVB haya podido deberse a una mala gestión de activos y pasivos cuando, en el ‘a-e-i-o-u’ de la gestión bancaria, es una de las enseñanzas básicas.
Sede central del Banco de España.
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Para los inversores aversos al riesgo invertir en deuda pública ofrece el beneficio de la seguridad. Y con la subida de los tipos de interés vuelven a ser una opción atractiva de inversión.
A finales 2020 Deutsche Bank publicó un informe en el que se preveía la llegada de años de incertidumbre y caos. La guerra en Ucrania, la crisis energética, la inflación y hasta los coletazos de la pandemia contribuyen a esta era del desorden.
Los Gobiernos deben incentivar una innovación menos centrada en la automatización y más en tecnologías compatibles con las personas para generar mejores empleos y, así, una prosperidad económica más compartida.
La crisis de la covid-19 ha aumentado el gasto público. Antes que subir impuestos, mejor optimizar los recursos, evitando el fraude de algunos contribuyentes y el despilfarro en las Administraciones.
Este otoño la economía española se mueve: han subido la luz, la inflación, la deuda, Gobierno y sindicatos han acordado (sin la CEOE) subir el SMI… y llegan los fondos europeos que deberán ayudar a su reforma y modernización.
Sube la deuda pública y habrá que ver cómo la gestionan las entidades acreedoras y los países deudores cuando se supere la emergencia. Quizás ayude revisar eventos similares en otros momentos históricos.
Eficiencia en la gestión de los fondos de recuperación, calma ante los extraordinarios e inevitables niveles de deuda pública y control sobre la inflación: tres puntos clave para la superar la crisis de la covid-19.
El fuerte impacto de la pandemia sobre la economía española ha llevado a la deuda pública al 125% del PIB lejos del compromiso del 60% con la Unión Monetaria, que tardaremos 20 años en cumplir.
En 2022 quedarán apenas 2 000 km de autopistas de peaje en España, el 11% de los 17 228 km de vías de gran capacidad. Aunque pasen a ser gratuitas para sus usuarios, el mantenimiento se costeará a través de los impuestos generales.
Sede del Banco Central Europeo en Frankfurt, Alemania.
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La forma más rápida de liberar recursos públicos es mediante la reestructuración o cancelación de la deuda pública. Imponer la forma habitual de pago en tiempos de crisis no hace más que profundizarla.
Un puesto ambulante en México DF.
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La pandemia está teniendo un fuerte impacto económico y social en América Latina. Se ha incrementado el desempleo y se han cerrado empresas, se han deteriorado las cuentas públicas y han aumentado la pobreza y la desigualdad. La recuperación dependerá de la evolución de la economía mundial.
Negocio de hostelería de Barcelona cerrado.
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Los fondos europeos de recuperación son indispensables para la economía española. Pero quizás las transferencias no sean suficientes y acudir a los créditos aumentaría una deuda pública ya desmesurada.
Los votantes estadounidenses se preguntan si Trump merece tener una segunda oportunidad para arreglar la economía y, en caso contrario, evalúan si la alternativa planteada por Joe Biden es mejor.
Esta es la primera vez que los países del norte aceptan una emisión conjunta de deuda y que, además, los recursos obtenidos se repartan, al menos en parte, mediante transferencias.
El Gobierno ha anunciado la suspensión de las reglas fiscales para los gobiernos locales y autonómicos. Sin objetivos de déficit, ni de deuda pública, ni regla de gasto, solo habrá “valores de referencia”.
Según algunos analistas, las guerras comerciales, la inestabilidad política, las oscilaciones en los precios, una mayor desigualdad, el empeoramiento del estado del bienestar, el cambio climático y la irrupción de nuevas tecnologías, todo sucediendo al mismo tiempo a nivel mundial, abocan al inicio de un nuevo periodo económico: la era del desorden.
Profesor Asociado de Economía Aplicada e Investigador del Instituto Universitario de Análisis Económico y Social (IAES) y de la Cátedra de Responsabilidad Social Corporativa, Universidad de Alcalá
Profesor asociado del Departamento de Historia Económica, Instituciones, Política y Economía Mundial de la Universidad de Barcelona, Universitat de Barcelona