Raúl López Romo, Centro Memorial para las Víctimas del Terrorismo
El fenómeno del terrorismo tiene múltiples facetas: una propuesta didáctica las aborda a lo largo de la educación secundaria, en las asignaturas de Historia, Ética, Psicología o Filosofía.
El temido salto a secundaria en primero de la ESO y la cantidad de asignaturas de tercero, hacen que estos cursos sean especialmente temidos. ¿Está justificado?
Enseñar a adolescentes requiere aptitudes y actitudes muy distintas de las de otras etapas de la vida. Los adolescentes parecen desmotivados, pero es fundamental confiar en ellos y respetarlos.
Se han producido cambios sociales y científicos que obligan al profesorado a plantearse nuevas formas de enseñar. De una función de instrucción se ha ido pasando a una función de educación y agente social.
Para una sociedad tolerante con la sexualidad diversa es preciso redoblar los esfuerzos en educación. Un estudio de campo muestra que muchos profesores no están preparados para esta tarea.
Las sucesivas leyes de educación (ocho en 40 años) y las transferencias de competencias educativas a las comunidades autónomas han dado como resultado una generación de jóvenes llenos de carencias educativas, especialmente en secundaria. Muchos de ellos ni siquiera han oído hablar de la Transición.
Los estudios clásicos en secundaria y bachillerato prácticamente han desaparecido. A pesar de que la cultura clásica está en un momento álgido, la rama de Humanidades no tiene demasiado protagonismo ni socialmente, ni en los planes de estudios. ¿Desaparecerán para siempre las asignaturas de Griego y Latín?
La enseñanza a distancia no debe ser una dificultad para el aprendizaje en competencias ni para la evaluación continua, a pesar de que el alumno no asista a clase de manera presencial. Lo importante es no abandonar una educación encaminada a un aprendizaje profundo y duradero.
La mayoría de las comunidades autónomas ha llegado a acuerdos con Google o Microsoft para usar sus plataformas educativas. ¿A qué tipo de información tienen acceso? ¿Existen alternativas?
En plena crisis del coronavirus, los alumnos se encierran en casa a hacer deberes a destajo para suplir las horas de clase. ¿Son realmente eficaces? ¿Saben los docentes cómo gestionarlos para que su finalidad sea la que se pretende?
A medida que los alumnos van pasando de curso van perdiendo la motivación en los estudios. Los factores sociales, escolares y personales parecen ser la causa. Secundaria es la etapa en la que los jóvenes van perdiendo el interés. El papel de la familia es fundamental para frenar este proceso.
Pasar de educación primaria a educación secundaria es uno de los momentos más complicados de la etapa educativa obligatoria: provoca ansiedad y enormes cambios emocionales. Pero parece que Canarias ha encontrado la solución. El reto ahora es que el resto de España copie un modelo que está funcionando con éxito.
El acosado y el acosador en el entorno escolar no nacen, se hacen. La ausencia de modelos emocionales efectivos lleva a muchos menores a no entender el dolor ajeno. Por otro lado, la falta de autoestima facilita convertirse en víctima.
La mayoría de institutos españoles, especialmente los públicos, llevan a cabo un horario distinto al que promulga la Reforma Horaria como horario saludable. Los estudios muestran que es necesario modificarlos en Secundaria.
Profesores y familia son clave para que los estudiantes tengan un ajuste escolar idóneo y mejoren su rendimiento. Pero alumnos y alumnas funcionan de manera diferente y es necesario tenerlo en cuenta.
Los programas educativos sobrecargados no facilitan una educación lenta que estimule la curiosidad, la pregunta y la investigación guiada por el docente. Así se podría diseñar un currículum motivador.
Panorámica de un barrio en las afueras de Barcelona.
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Doctora en Educación. Pedagoga. Profesora del Departamento de Estudios Educativos (unidad de Didáctica y Organización Escolar) de la Facultad de Educación-Centro de Formación del Profesorado, Universidad Complutense de Madrid