tag:theconversation.com,2011:/us/topics/escritura-65572/articlesescritura – The Conversation2024-01-30T17:02:19Ztag:theconversation.com,2011:article/2215582024-01-30T17:02:19Z2024-01-30T17:02:19ZLa importancia de la expresión escrita en la enseñanza multilingüe<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/571110/original/file-20240124-27-m6rkzh.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=95%2C44%2C3647%2C2761&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/french-learning-new-language-writing-words-716038555">Eiko Tsuchiya/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>La competencia lingüística o comunicativa se ha convertido en uno de los principales focos de atención de políticas y sistemas educativos a nivel internacional, nacional y local. Cada vez más programas educativos buscan desarrollar las capacidades lingüísticas de los estudiantes en diferentes lenguas, fomentando así sus habilidades multilingües.</p>
<p>Sin embargo, muchas veces, se ha adoptado un enfoque principalmente monolingüe que no permite crear conexiones entre las diferentes lenguas del currículum. En este aspecto, es de vital importancia considerar todas <a href="https://www.degruyter.com/document/doi/10.1515/eujal-2017-0007/pdf">las lenguas de escolarización</a> del alumnado: lenguas maternas, de instrucción, extranjeras y/o de herencia. </p>
<h2>La lengua como medio de aprendizaje</h2>
<p>El lenguaje está presente en la gran mayoría de aspectos del proceso de enseñanza-aprendizaje, ya que es la principal herramienta para construir y demostrar conocimiento. Está presente en todas las disciplinas académicas, no solo en las lingüísticas. </p>
<p>Dominar la lengua académica es lo que permitirá a los aprendices desenvolverse en las diferentes disciplinas implicadas en el proceso de aprendizaje. Esto supone comprender y construir textos (orales y escritos) relativos a cada disciplina escolar mediante un apropiado uso de la lengua académica, que difiere de la lengua que usamos en nuestro día a día (por ejemplo, las disertaciones filosóficas, los comentarios literarios, los informes de laboratorio, o las fórmulas matemáticas).</p>
<h2>¿Por qué es importante la expresión escrita?</h2>
<p>La expresión y la comprensión orales suelen desarrollarse en entornos naturales (sobre todo en la lengua materna), pero los procesos de aprendizaje de la escritura académica tienden a ser más académicos, y suelen ser especialmente complejos cuando se hacen en una <a href="https://www.grao.com/contenido/escribir-en-una-segunda-lengua-un-doble-reto-14153">segunda o tercera lengua</a>.</p>
<hr>
<p>
<em>
<strong>
Leer más:
<a href="https://theconversation.com/que-implica-la-nueva-competencia-plurilingue-de-la-lomloe-190463">¿Qué implica la nueva "competencia plurilingüe" de la LOMLOE?</a>
</strong>
</em>
</p>
<hr>
<p>El uso de párrafos, elementos de cohesión y coherencia, términos abstractos, oraciones relativas… están especialmente presentes en la expresión escrita. Además, las diferentes disciplinas escolares requieren que el alumnado desarrolle unas competencias de escritura académica con unas características textuales y discursivas concretas. Por ejemplo, el uso de las formas de pasado en narraciones históricas o construcciones copulativas para realizar definiciones.</p>
<h2>¿Y la escritura en diferentes lenguas?</h2>
<p>Muchos alumnos y alumnas estudian en programas multilingües en los que tienen que desarrollar sus habilidades lingüísticas en más de una lengua. De hecho, programas en los que <a href="https://recyt.fecyt.es/index.php/Redu/article/view/98648">una o varias asignaturas</a> se estudian en inglés son cada vez más comunes. También son comunes los modelos de inmersión lingüística de las comunidades autónomas bilingües (todas las asignaturas en euskera, catalán o gallego, por ejemplo). </p>
<p>Existen varios factores individuales que condicionan el proceso de escritura en diferentes lenguas. Estos factores incluyen el dominio de la lengua, la disciplina, el tema y el tipo de texto. Es decir, no es lo mismo escribir en la lengua materna sobre una receta de cocina o escribir en una segunda lengua sobre la transformación de la energía.</p>
<p>Sin embargo, hay algunos elementos que se comparten entre lenguas. <a href="https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/13670050.2021.2001428">Numerosas investigaciones</a> han descubierto que hay una relación directa entre escribir bien en una lengua y escribir bien en otras, especialmente en algunos aspectos de la lengua escrita, así como la cohesión, el contenido o la organización.</p>
<h2>¿La competencia lingüística es multilingüe?</h2>
<p>Hace poco <a href="https://www.degruyter.com/document/doi/10.1515/eujal-2023-0022/html">hemos hecho una investigación</a> en la que hemos analizado textos en educación secundaria en euskera, castellano e inglés. Los resultados muestran que medidas lingüísticas relacionadas tanto con la calidad como con la cantidad están relacionadas entre lenguas. Por ejemplo, los estudiantes que menos errores cometen en una lengua, también lo hacen en las demás. Además, los que más palabras y frases escriben en una lengua, también lo hacen en las demás.</p>
<p>Es importante mencionar que estas similitudes no se dan exclusivamente en el propio texto, sino también en el proceso de escritura (la creación y organización de ideas, por ejemplo). La escritura en diferentes lenguas, por lo tanto, nos puede dar pistas interesantes sobre la competencia multilingüe del alumnado. ¿Qué son capaces de hacer en una lengua pero no en las otras? ¿Qué retos encuentran al escribir en otras lenguas? ¿Son conscientes de su propia competencia textual multilingüe?</p>
<h2>Tres claves para fomentar la escritura multilingüe</h2>
<p>Para finalizar, nos gustaría subrayar tres claves que pueden facilitar a los y las docentes el desarrollo de la expresión escrita multilingüe del alumnado:</p>
<ol>
<li><p>Fomentar la escritura en todas las lenguas del alumnado, prestando especial atención a su competencia de escritura académica en su lengua materna y las lenguas de instrucción. </p></li>
<li><p>Impulsar su conciencia metalingüística y multilingüe, haciéndoles más conscientes de las similitudes y diferencias que existen entre las lenguas que usan. Enfoques como la enseñanza integrada de lenguas o el <a href="https://ojs.uv.es/index.php/foroele/article/view/15881/14520"><em>translingüismo</em></a> pueden resultar especialmente útiles para esto.</p></li>
<li><p>Prestar atención a los recursos lingüísticos que se necesitan en las diferentes disciplinas escolares. Identificar los retos que supone cada disciplina y trabajarlos específicamente puede ayudar al alumnado a desarrollar sus competencias de comprensión y expresión académica.</p></li>
</ol>
<hr>
<p>
<em>
<strong>
Leer más:
<a href="https://theconversation.com/como-aprender-nuevas-lenguas-aprovechando-las-que-ya-sabemos-186136">Cómo aprender nuevas lenguas aprovechando las que ya sabemos</a>
</strong>
</em>
</p>
<hr>
<p>En conclusión, es importante ofrecer al alumnado contextos académicos en los que puedan desarrollar su expresión escrita, <a href="https://theconversation.com/ensenar-a-escribir-es-mas-que-corregir-redacciones-220379">algo que resulta cada vez más difícil</a>. Sin embargo, esta no es una tarea exclusiva de docentes de lenguas: el profesorado de las disciplinas no lingüísticas tiene que identificar y enseñar la lengua académica (escrita) pertinente a su área.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/221558/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Roberto Arias-Hermoso recibe fondos de Gobierno Vasco (IKERHEZI-IT1664-22; PRE-E_2021_1_0001) y el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (PID2019-111655RA-I00).
</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Eneritz Garro Larrañaga recibe fondos de Gobierno Vasco (IKERHIZE-IT1664-22) y el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (PID 2019-111655RA-I00)</span></em></p>Cada área de conocimiento tiene su lengua académica particular que hay que enseñar. La capacidad de expresarse por escrito suele transferirse de una lengua en estudiantes multilingües.Roberto Arias-Hermoso, Investigador (predoctoral) en educación multilingüe, Mondragon UnibertsitateaAinara Imaz Agirre, Mondragon UnibertsitateaEneritz Garro Larrañaga, Profesora-investigadora, Mondragon UnibertsitateaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2122702023-09-07T18:05:54Z2023-09-07T18:05:54Z¿Puede la inteligencia artificial ayudarnos a escribir de forma creativa?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/545757/original/file-20230831-29-lgxzar.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C8%2C2700%2C1790&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">shutterstock</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/through-holographic-interface-concept-artificial-intelligence-2262428027">CC7/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>La inteligencia artificial ofrece una <a href="https://theconversation.com/explorando-las-posibilidades-y-desafios-de-la-ia-de-textos-chatgpt-196011">variedad de herramientas</a> para la escritura. Conocerlas en profundidad puede resultar beneficioso y ayudarnos a adquirir competencias y usarlas éticamente.</p>
<p>Actualmente, es posible enseñar a trabajar eficazmente con la IA en la generación de ideas al realizar tareas de escritura, como hemos <a href="https://doi.org/10.3916/C77-2023-04">investigado</a>.</p>
<h2>¿Cómo escribe la inteligencia artificial?</h2>
<p>El conocido ChatGPT y otros sistemas de IA han sido entrenados para responder preguntas o seguir específicas <a href="https://theconversation.com/la-inteligencia-artificial-puede-ejecutar-un-texto-pero-no-ser-artesana-de-la-escritura-210385">instrucciones de escritura</a>.</p>
<p>La IA es capaz de escribir en un tono determinado. Puede parafrasear un texto en tono humorístico, familiar, <a href="https://theconversation.com/periodismo-automatizado-la-ia-ya-escribe-noticias-las-verifica-y-ofrece-informacion-personalizada-202803">profesional</a> o ingenioso. También puede escribir a partir de un título o redactar en el estilo de Shakespeare. Es el caso de sistemas de IA como Copy.ai, Rytr, Peppertype, Copysmith, Writesonic, Youchat, ASKtoAI, Dupla, Magic Write…</p>
<h2>Nivel de creatividad</h2>
<p>Hemos analizado diferentes sistemas de IA y su interacción con estudiantes universitarios, aplicando la <a href="https://web.teaediciones.com/PIC-A--PRUEBA-DE-IMAGINACION-CREATIVA---ADULTOS.aspx">Prueba de Imaginación Creativa para Adultos (PIC-A)</a> para determinar el nivel de creatividad de unos y otros por separado, y también cuando el alumnado usa la IA. Los indicadores de la creatividad evaluados fueron:</p>
<ol>
<li><p>Fluidez: aptitud para producir gran número de ideas y asociaciones ante un estímulo.</p></li>
<li><p>Flexibilidad: aptitud para producir respuestas variadas de campos temáticos diversos.</p></li>
<li><p>Originalidad narrativa: aptitud para producir ideas poco frecuentes.</p></li>
</ol>
<h2>¿Qué inteligencia es más creativa: la artificial o la humana?</h2>
<p>La IA supera a la inteligencia humana en fluidez y flexibilidad en dos pruebas (juegos 2 y 3) del PIC-A. Esto puede ser debido a que dispone de una gran cantidad de información, superior a la que una persona puede manejar, y <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=45511">tener datos abundantes es esencial en el proceso creativo</a>. Cuanto mayor sea el conocimiento de los detalles de un problema, mayores serán las probabilidades de encontrar una solución.</p>
<p>Sin embargo, ocurre un aspecto destacable en relación al tercer indicador, que mide la originalidad: mientras la IA presenta mayor creatividad que el alumnado en el juego 2, en el que había que realizar un listado de todas las cosas para las que podría servir un tubo de goma, el alumnado presenta mayor creatividad que la IA en el juego 3, en el que había que indicar qué pasaría si las personas nunca dejasen de crecer.</p>
<p>Esto se explica debido al tipo de instrucción solicitada en cada juego: en el juego 2 se exploran los posibles usos de un objeto real, pero el enunciado del juego 3 parte de una situación inverosímil y persigue evaluar la fantasía e imaginación. <a href="https://doi.org/10.1093/actrade/9780199602919.001.0001">El ser humano es menos rígido que la IA</a>, que no es capaz de distanciarse del enunciado del juego 3. La IA no encuentra respuestas sorprendentes y alejadas de lo evidente, ni es capaz concebir tales posibilidades en ese contexto. Tropieza al realizar este juego.</p>
<h2>¿Mejora la creatividad el uso de ChatGPT?</h2>
<p>Tras realizar una primera vez las tareas del PIC-A, los participantes volvieron a hacer los juegos 2 y 3 con ayuda de la IA. En esta segunda vuelta, la creatividad humana mejora con la ayuda de ChatGPT. Concretamente, asciende la puntuación en fluidez y flexibilidad. Esto significa que ha mejorado tanto el número de ideas propuestas por los estudiantes como la variedad de estas ideas. ChatGPT ayuda al alumnado y mejora los resultados: la colaboración humano-IA funciona.</p>
<p>Por otra parte, mientras que la originalidad en la tarea que presentaba un contexto real también mejora, no ocurre así en la tarea con un contexto improbable. ChatGPT no ha sido capaz de imaginar las repercusiones de una situación fantasiosa. La tarea implica penetrar en la experiencia, profundizar en el tema. El uso de ChatGPT no mejora la originalidad del alumnado en esta tarea.</p>
<h2>Una ayuda, pero no un sustituto</h2>
<p>La IA supone una ayuda en tareas de escritura y creatividad verbal. Destaca el potencial de la colaboración humano–IA en el proceso de escritura.</p>
<p>Sin embargo, la IA no puede reemplazar a la inteligencia y la creatividad humana. ¿Por qué? </p>
<ol>
<li><p><a href="https://ec.europa.eu/commission/presscorner/detail/es/ip_21_1682">La IA es un medio, no un fin</a>.</p></li>
<li><p><a href="https://doi.org/10.4324/9780203508527">El ser humano ha participado en la programación, la elección de modelos y el ajuste de la IA</a>. </p></li>
<li><p><a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=93251">La creatividad no sucede en una mente aislada, sino en la interacción de la persona con un contexto sociocultural</a>.</p></li>
<li><p><a href="https://doi.org/10.7551/mitpress/11585.001.0001">Para ser verdaderamente creativas, las máquinas deberán entrar en el mundo</a>.</p></li>
<li><p><a href="https://www.rtve.es/play/audios/fallo-de-sistema/587-somos-cerebro-flotando-cubeta-05-02-23/6798268/">La IA carece de criterio</a>. El alumnado debe ser capaz de actuar con decisión, criterio y responsabilidad.</p></li>
</ol>
<p>Según esto, se requiere de una <a href="https://intef.es/wp-content/uploads/2022/08/2022_04_AI-and-education_UNESCO_INTEF.pdf">inteligencia de colaboración humano-máquina</a>. Además, para proteger el proceso de aprendizaje y no reducir las capacidades cognitivas del alumnado, es importante que la IA sea una herramienta en manos del profesorado, pero nunca podría reemplazarlo.</p>
<h2>¿Una IA personalizada?</h2>
<p>Finalmente, escribir con ayuda de la IA sugiere un replanteamiento de la escritura y la creatividad en educación. Estamos en una era en la que la reproducción de contenidos ya no tiene sentido. El profesorado debe ir más allá y enseñar a su alumnado a hacer lo que la IA no sabe o no puede, cuando se trabaja con ella. La IA debe servir como punto de partida, pero nunca como resultado final. La información proporcionada por la IA deberá ser revisada mediante el desarrollo del pensamiento crítico. Pero también el modo en el que la IA escribe ha de ser personalizado, contextualizado e integrado en el mundo humano, a través del pensamiento creativo.</p>
<p>Los pasos acelerados de la IA van a permitir en un futuro no lejano que poseamos una IA personalizada, capaz de adoptar nuestro estilo personal de escritura, resultado de la interacción humano–máquina. Seguiremos entonces aprovechando la tecnología para nuestros fines educativos.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/212270/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>María Isabel de Vicente-Yagüe Jara recibe fondos del Ministerio de Ciencia e Innovación (proyecto de I+D+i “Creatividad verbal como dominio: diseño, validación y aplicación de una prueba fundamentada en la comprensión de textos”, PID2020-113731GB-I00, MCIN/AEI/10.13039/501100011033).</span></em></p><p class="fine-print"><em><span><a href="mailto:fcuellar@umh.es">fcuellar@umh.es</a> es miembro de la Unión de Artistas Contemporáneos de España (UNIÓN_AC) y de la Asociación de Artistas Visuales y Asociados de Extremadura (AVAEX) . </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Olivia López Martínez recibe fondos del Ministerio de Ciencia e Innovación (proyecto de I+D+i “Creatividad verbal como dominio: diseño, validación y aplicación de una prueba fundamentada en la comprensión de textos”, PID2020-113731GB-I00, MCIN/AEI/10.13039/501100011033)</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Verónica Navarro Navarro no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La inteligencia artificial ofrece más respuestas a un problema, pero la humana es capaz de imaginar soluciones fantasiosas, no evidentes. Combinarlas permite generar más ideas innovadoras.María Isabel de Vicente-Yagüe Jara, Profesora Titular de Didáctica de la Lengua y la Literatura, Universidad de MurciaFrancisco Cuéllar Santiago, Profesor Ayudante Doctor, Universidad Miguel HernándezOlivia López Martínez, Profesora Titular de Psicología de la Educación, Universidad de MurciaVerónica Navarro Navarro, Profesora Ayudante doctora, Universidad de SalamancaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2103852023-07-25T18:54:56Z2023-07-25T18:54:56ZLa inteligencia artificial puede ejecutar un texto, pero no ser artesana de la escritura<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/539197/original/file-20230725-21-gtq735.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=3%2C3%2C1195%2C676&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://telos.fundaciontelefonica.com/artesania-de-la-escritura/">TELOS</a></span></figcaption></figure><p>El acto de escribir encarna una de las cualidades fundamentales del ser humano. Quien escribe construye un objeto compuesto de palabras. Se asemeja en lo intelectual a lo que la artesanía representa para las labores manuales. </p>
<p>Habida cuenta de los riesgos para la escritura nacidos al amparo de la inteligencia artificial (IA), ¿se podría reivindicar una artesanía de la escritura?</p>
<h2>La escritura algorítmica</h2>
<p>Buena parte de la escritura ya se somete al redil de la automatización. La estandarización forma parte de la rutina de escribir. Al igual que utilizamos estructuras repetitivas y gramaticalizadas en el lenguaje hablado, el escrito se nutre de esquemas formalizadores.</p>
<p>Quizás quienes temen la progresiva homogeneización de la escritura debida a la IA olvidan la tendencia al formateo de los textos. En este sentido, cabe preguntarse si la remisión a formas algorítmicas de escritura no es ya una realidad. O incluso lo ha sido siempre, no solamente en ámbitos puramente funcionales, como boletines oficiales u otros textos administrativos, sino también en otros campos más creativos.</p>
<p>Por ejemplo, en obras literarias y guiones cuyo estilo y tramas siguen esquemas prefijados, fórmulas de éxito. O en textos periodísticos y académicos que se suman a patrones ya trillados. Quien así escribe se acomoda a los cauces mecánicos y, en cierto modo, desvirtúa el acto de escribir. Se deja llevar por la inercia de los clichés. Son escrituras eficientes y grises, cuya sustitución a cargo de la IA pasaría quizás desapercibida. ¿Quién podría distinguir un texto escrito por un ser humano de otro escrito por la IA cuando ambos son por igual formateados?</p>
<h2>“Pensar como el artesano”</h2>
<p>El artesano conoce a la perfección la naturaleza de los materiales con los que trabaja y ha adquirido la destreza necesaria para moldearlos. A partir de ese conocimiento práctico, se sirve de los patrones que ha interiorizado. La artesanía de la escritura es una disposición mental y humanística.</p>
<p><a href="https://www.anagrama-ed.es/libro/argumentos/el-artesano/9788433962874/A_392">Para Richard Sennett</a>, “pensar como el artesano” es uno de los grandes desafíos en la civilización tecnológica. Supone valorar el aprendizaje y el arduo desarrollo de una habilidad. Aprender a hacer, a escribir lentamente es fuente de autoestima. La recompensa del esfuerzo es, sencillamente, el trabajo bien hecho.</p>
<p>Escribir de manera artesanal se vincula a la experimentación, al error y a la irregularidad. No existe la escritura perfecta. Es un saber práctico de difícil aprendizaje. Enfrentarse a la dificultad es lo propio de la artesanía de la palabra, como quien se querella en el desafío de los lipogramas –textos en los que se omite alguna letra del alfabeto–: Georges Perec escribió su novela <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/El_secuestro"><em>El secuestro</em></a> sin emplear en momento alguno la letra e.</p>
<p>O quizás de la confusión nazcan nuevas significaciones, como el verso de Paul Éluard “<em>la terre est bleue comme une orange</em>” (“la tierra es azul como una naranja”), que es el principio de un poema sobre el amor. La imprevisibilidad y el azar pueden guiar los inciertos senderos de la escritura. Nunca se sabe a ciencia cierta qué ni cómo escribiremos. La artesanía de la escritura recupera el valor del aprendizaje lento.</p>
<h2>Sucedáneos de escritura</h2>
<p>Los textos generados por IA podrían considerarse sucedáneos de escritura. <a href="https://www.pepitas.net/libro/la-era-del-sucedaneo">William Morris advertía</a> sobre los peligros de la incipiente era industrial: “El actual sistema basado en el sucedáneo seguirá haciendo de todos ustedes unas máquinas, como llevan siéndolo desde hace mucho tiempo: comen como máquinas, les atienden como máquinas, les hacen trabajar como máquinas y les desechan como máquinas cuando no pueden seguir funcionando”.</p>
<p>El mercado a buen seguro mediará para producir más textos a menor coste. El progreso no será la producción de mejores escritos, sino el beneficio económico de los pocos que sepan capitalizar las nuevas máquinas de escritura. Si el sucedáneo tiene un menor coste, cabría anticipar sin riesgo de ser catastrofistas que los escritores y escribientes serán desechados si prima el afán de lucro. Serán una excepción precaria a la estandarización industrial, como lo es el artesanado.</p>
<p>Ocurre además que vivimos en una era de saturación de textos. ¿Para qué tantos escritos que son en realidad sucedáneos? <a href="https://books.google.es/books/about/El_Arte_de_escribir.html?id=sD8YBAAACAAJ&hl=en&redir_esc=y">Robert Louis Stevenson explicaba</a> que hay una sola regla para la tarea de escribir: “No hay que hacer deprisa nada que se pueda hacer despacio”.</p>
<h2>El privilegio de escribir</h2>
<p>Al igual que tratar con un ser humano cara a cara viene a ser un lujo, la verdadera escritura humana sería un privilegio, un signo de estatus. ¿Se expandirá la civilización <em>low cost</em> de los textos sucedáneos para quienes que no puedan pagar el acceso a textos producidos por seres humanos? ¿Serán quienes puedan cultivarse en el arte de escribir una nueva élite que ahondará aún más las desigualdades sociales? Si puede escribir por nosotros una máquina, ¿para qué molestarse en un costoso aprendizaje? No sería útil a ojos pragmatistas.</p>
<p>La IA podría elaborar lipogramas como los de Georges Perec en una fracción de segundo, pero sólo serían un vano simulacro de usar y tirar. Es más eficiente, rápido e incluso barato, pero no más humano.</p>
<p>La forma de escribir puede encarnar y proyectar identidades. Como la manera de hablar o de escribir a mano de cada cual, o como una pieza artesanal, la escritura distingue a quien desde la belleza se expresa sin artificio. </p>
<p><a href="https://www.catedra.com/libro/letras-hispanicas/ismaelillo-versos-libres-versos-sencillos-jose-marti-9788437603674/">José Martí escribía</a> en <em>Mis versos</em>: “Tajos son éstos de mis propias entrañas –mis guerreros–. Ninguno me ha salido recalentado, artificioso, recompuesto, de la mente; sino como las lágrimas salen de los ojos y la sangre sale a borbotones de la herida”. En el espejo de la escritura reflejamos nuestro espíritu.</p>
<p>Los textos generados por IA podrían considerarse sucedáneos que degradan la cultura y empobrecen los vínculos humanos.</p>
<h2>El vínculo de la escritura</h2>
<p>La escritura no tiene valor sólo por sí misma. El inmenso valor de un texto no recae únicamente en las palabras. También es, a su manera, una forma de vincular a quien lee con quien escribe. Lo crucial es la relación afectiva que se crea entre varias personas. </p>
<p>Escribir es el inicio de una conversación silenciosa; puede ser un acto de pura comunicación, un encuentro de almas separadas en el espacio y en el tiempo, pero reunidas milagrosamente a través de las grafías.</p>
<p>En caso de que la IA pudiera remedar una escritura creativa e incluso lírica, ¿existiría un vínculo afectivo? No hay autor al otro lado, ni siquiera anónimo. Podría ser un engaño por el que se atribuiría a una figura inexistente un formidable texto. Imagino la sospecha que recaería entonces sobre cualquier escrito: ¿procederá de un ser humano o será el resultado de un algoritmo? </p>
<p>Pero una escritura viva es la que hace que quien lee imagine a quien escribió. Y que quien escribe imagine también a su público. Incluso en el caso de la escritura más encerrada, saber que alguien la ha escrito proporciona un hálito de calidez humana. Como imagino las manos del lutier que dieron forma a una guitarra, imagino las manos que esculpieron un bello texto, al artesano de la escritura que ama las palabras, “el dialecto de la vida” como decía Stevenson.</p>
<p>Prefiero soñar que esta forma de escribir perdurará. Y que alguien leerá con admiración versos <a href="https://www.planetadelibros.com/libro-matar-a-platon/89460">como los de Chantal Maillard</a>: </p>
<blockquote>
<p>“Escribir</p>
<p>para decir el grito</p>
<p>para arrancarlo</p>
<p>para convertirlo</p>
<p>para transformarlo</p>
<p>para desmenuzarlo</p>
<p>para eliminarlo </p>
<p>escribir el dolor</p>
<p>para proyectarlo </p>
<p>para actuar sobre él con la palabra”.</p>
</blockquote>
<hr>
<p><em>Una <a href="https://telos.fundaciontelefonica.com/artesania-de-la-escritura/">versión de este artículo</a> fue publicada originalmente en la revista <a href="https://telos.fundaciontelefonica.com/">Telos</a> de Fundación Telefónica.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/210385/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Antonio Fernández Vicente es colaborador de Telos, de Fundación Telefónica. La versión original de este artículo ha sido publicada en esta revista.</span></em></p>Escribir es mucho más que colocar letras y palabras unas detrás de otras.Antonio Fernández Vicente, Profesor de Teoría de la Comunicación, Universidad de Castilla-La ManchaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2037292023-05-02T19:43:54Z2023-05-02T19:43:54ZLas comas no son un adorno<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/522059/original/file-20230420-28-muq880.png?ixlib=rb-1.1.0&rect=2%2C2%2C1914%2C916&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-vector/hand-holding-comma-concept-vector-illustration-1261234003">Shutterstock / ASCHW</a></span></figcaption></figure><p>Recientemente hemos asistido a un <a href="https://theconversation.com/acentuamos-solo-cuando-es-adverbio-o-no-201194">intenso debate</a> en el seno de la Real Academia de la Lengua sobre la conveniencia de usar la tilde diacrítica en la palabra <em>solo</em> a la hora de distinguir entre el adverbio, que equivale a solamente, y el adjetivo.</p>
<p>Más allá de las repercusiones de este tipo de polémicas en los medios de comunicación, el debate nos recuerda la importancia de realizar un correcto uso de las reglas ortográficas para poder comunicarnos de una manera eficaz. </p>
<p>Las normas ortográficas no solamente tienen que ver con tildes o un deletreado correcto de las palabras. Una faceta que muchas veces pasamos por alto, y que es igual de importante a la hora de comunicarse correctamente, son las comas. </p>
<h2>Malentendidos que se pueden evitar</h2>
<p>La coma ha sido en innumerables ocasiones la causante de muchos malentendidos. Imaginemos que hemos invitado a cuatro amigos a cenar y queremos reservar mesa. Mientras apagamos el ordenador y nos preparamos para salir, recibimos el siguiente mensaje de uno de ellos:</p>
<blockquote>
<p>“Andrea, Daniel o Javi y Ana irán a cenar”.</p>
</blockquote>
<p>Inmediatamente comenzamos a rascarnos la cabeza mientras esbozamos cierto gesto de fastidio y dudamos sobre si será Daniel, o Javi y Ana (es decir, si la disyuntiva se plantea entre Daniel a solas, o Javi y Ana juntos); o tal vez Daniel o Javi, y Ana, (es decir, la disyuntiva es únicamente entre Daniel o Javi) quienes cenen con Andrea y con nosotros. </p>
<p>El emplazamiento de una coma detrás de Daniel o bien Javi hubiera ayudado a esclarecer la situación. </p>
<h2>La coma Oxford</h2>
<p>Esta coma que ha recibido varios <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Serial_comma">nombres</a>, en el mundo anglosajón ha protagonizado muchos debates y se conoce como coma <a href="https://www.lavozdegalicia.es/noticia/opinion/2018/05/05/coma-oxford/0003_201805G5P14997.htm"><em>Oxford</em></a>. Normalmente se coloca antes del último elemento de una enumeración y es famosa por protagonizar algunos chistes como éste: </p>
<blockquote>
<p>“Invitamos a los bailarines, JFK y Stalin”.</p>
</blockquote>
<p>En este caso, no se sabe si los bailarines (llamados JFK y Stalin) fueron invitados, o si invitamos a JFK y Stalin conjuntamente con los bailarines. </p>
<p>Aunque en inglés esta coma antes de la conjunción “y” está permitida, en castellano <a href="https://www.rae.es/dpd/coma">es incorrecta</a> (excepto si el resto de los elementos de la lista están separados por punto y coma). La manera de desambiguar una frase como esa sería cambiando el orden de la enumeración: </p>
<blockquote>
<p>“Invitamos a JFK, Stalin y los bailarines”. </p>
</blockquote>
<p>Seguro que tras la lectura de este ejemplo acuden a nuestra cabeza situaciones en las que la presencia o la ausencia de esa insignificante coma dificultó nuestra comunicación con otras personas. </p>
<h2>Explicativo o especificativo</h2>
<p>Fijémonos bien en estas dos frases:</p>
<blockquote>
<p>El escritor, que está muy decepcionado, fuma mucho tabaco.</p>
<p>El escritor que está muy decepcionado fuma mucho tabaco.</p>
</blockquote>
<p>A primera vista pueden parecer muy similares, pero si las inspeccionamos más detenidamente podremos comprobar que tienen significados muy diferentes. En la primera, las comas nos hacen comprender que se trata de un escritor muy fumador que acaba de sufrir algún desengaño. Es decir, la oración subordinada de relativo (<em>que está muy decepcionado</em>) es explicativa, añade información, pero podría omitirse.</p>
<p>Por el contrario, la segunda frase sugiere que entre un conjunto de escritores hay uno desencantado que no para de fumar. Aquí se trata de una oración subordinada especificativa (el “que está muy decepcionado”, y no otro) y si la quitamos, cambia el significado del resto de la frase.</p>
<p>En estos ejemplos vemos como el uso de comas es crucial para evitar la ambigüedad y transmitir un mensaje claro.</p>
<h2>Competencia lectora</h2>
<p>El buen uso de comas puede decirnos algo importante sobre nosotros, lectores: las personas que muestran una mejor competencia lectora son también aquellas que saben colocar la coma correctamente en el lenguaje escrito, y esto <a href="https://www.mdpi.com/2076-3425/12/11/1564">se empieza a observar ya en el inicio de la adolescencia</a>. </p>
<p>Además, se sabe que <a href="https://link.springer.com/article/10.1023/A:1010443001646">el cerebro procesa una coma en lenguaje escrito de manera muy parecida a las pausas que realizamos mientras hablamos</a>, especialmente en el caso de aquellas personas que usan las comas correctamente en el texto escrito. </p>
<p>Este hallazgo no debería admirarnos. Incluso en una lectura silenciosa, nuestra mente proyecta propiedades del lenguaje hablado que ayudan a la comprensión tales como duración, intensidad, tono, pausas, melodía o ritmo; una especie de voz interior que nos acompaña mientras leemos. Así pues, ¡escuchar y leer tienen mucho en común! </p>
<p>Tan importantes son todas esas propiedades, que incluso <a href="https://link.springer.com/chapter/10.1007/978-3-319-20681-3_29">forman parte de algunos lenguajes de signos</a>.</p>
<h2>Deprimidos o racistas</h2>
<p>En este breve artículo pretendemos haberle dejado clara la importancia que tiene manejar convenientemente el uso de las comas para comunicarnos de manera adecuada y eficiente.</p>
<p>El empleo de estos y otros signos puntuación ha protagonizado <a href="https://www.writersdigest.com/write-better-fiction/end-the-debate-why-the-oxford-comma-or-serial-comma-is-so-cool">debates</a>, <a href="https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2017-05-13/coma-juicio-signo-de-puntuacion_1381649/">juicios</a>, <a href="https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2019-07-08/hombre-ejecutado-coma-error-ortografia-irlanda_2099222/">sentencias</a> e incluso <a href="https://www.planetadelibros.com/libro-pillale-el-punto-a-la-coma/343393">salvado a delicuentes del patíbulo</a>. </p>
<p>Y si no, que se lo cuenten a los Rolling Stones, quienes en el año 1966 publicaron una canción sobre una persona deprimida que pretendía pintar todo de negro para expresar su estado de ánimo. La carátula del <em>single</em> llevó el título <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Paint_It_Black#cite_note-FOOTNOTEGreenfield1981172-1"><em>Paint It, Black</em></a> (píntalo, negro) en lugar del original y definitivo <em>Paint It Black</em> (píntalo de negro), por un error de la discográfica.</p>
<p>Como podemos ver, esta errata no es insignificante. Además de hacer que la letra y el título de la canción guarden poca relación entre sí, hace posible una interpretación racista. Así que, para evitar líos, ¡no escatimemos ni una coma, pero no usemos ni una de más!</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/203729/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Míriam Aguilar López recibe fondos del Ministerio de Ciencia e Innovación. </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>José Antonio Hinojosa Poveda recibe fondos del Ministerio de Ciencia e Innovación. </span></em></p>Las comas son vitales a la hora de interpretar el sentido de lo escrito; tan malo es no ponerlas donde son necesarias como poner comas de más.Míriam Aguilar López, Investigadora Postdoctoral Juan de la Cierva en el Departamento de Psicología Experimental, Procesos Cognitivos y Logopedia, Universidad Complutense de MadridJosé Antonio Hinojosa Poveda, Profesor Titular del Departamento de Psicología Experimental, Procesos Cognitivos y Logopedia, Universidad Complutense de MadridLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2029172023-04-03T17:33:52Z2023-04-03T17:33:52ZEl concepto del tiempo de los niños pequeños y su importancia en el aprendizaje<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/518563/original/file-20230330-911-n1uzfa.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=25%2C17%2C5720%2C3213&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/little-pretty-girl-pigtails-on-beige-1995334739">Shutterstock / Alya_Ro</a></span></figcaption></figure><p>El tiempo es un concepto complejo de explicar, y aún más de definir. La definición clásica diferencia entre el tiempo físico, como fenómeno de la ciencia física, y el tiempo humano, que permite ordenar la secuencia de los sucesos, estableciendo un pasado, un presente y un futuro.</p>
<p>La complejidad del tiempo no se da solo en la definición, sino también en su aprendizaje. La disciplina de referencia para el aprendizaje del tiempo humano es la historia. Y aunque todos los seres vivos tenemos experiencias temporales, solo los seres humanos le otorgamos significado al devenir. </p>
<p>Sobre estos significados construimos nuestra forma de entender la existencia, y transmitimos a las nuevas generaciones experiencias y conocimientos del presente que se fundamentan en el pasado.</p>
<h2>Los niños pequeños y el tiempo</h2>
<p><a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=14826">Nuestra investigación</a> revela que los niños y las niñas tienen, desde la primera infancia, <a href="https://doi.org/10.6018/reifop.532171">una percepción clara del tiempo</a>, pero distinta de la de los adultos. </p>
<p>En la mitología griega hay tres divinidades para caracterizar el tiempo: Kronos, el tiempo cronológico, cuantitativo y de la organización lineal; Kairós el tiempo del momento, también sinónimo del tiempo histórico que permite otorgarle significado al inexorable paso del tiempo; y Aión, el tiempo del eterno retorno, incalculable y circular, que representa el paso de la vida a la muerte y de la muerte a la vida.</p>
<h2>En tiempo aiónico de los niños</h2>
<p>En la cultura occidental contemporánea han llegado solo los primeros dos, siendo el tiempo aiónico parte de una versión más contemplativa y meditativa de la vida que difícilmente experimentamos.</p>
<p>Pero es justamente este último el que sienten y perciben los niños más pequeños (0-3 años). Ellos son conscientes de la existencia, pero desde una percepción de inamovilidad propia de otros seres vivos. Los adultos tratamos de sacarles de ella dándoles pautas, ritmos, costumbres y horarios. </p>
<p>A medida que crecen, los niños van asumiendo el tiempo cronológico, marcado por el reloj, la prisa, los momentos organizados. Aunque siempre se resisten y se centran en vivir el momento presente (a partir ya de los 4-5 años). Cuántas veces hemos observado cómo los niños son capaces de olvidarse de la hora, el hambre y el frío cuando están inmersos en algún juego o bañándose en el mar. ¡Y qué envidia nos genera a los adultos esta capacidad del vivir el presente!</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/518564/original/file-20230330-26-y26k0d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/518564/original/file-20230330-26-y26k0d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/518564/original/file-20230330-26-y26k0d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=319&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/518564/original/file-20230330-26-y26k0d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=319&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/518564/original/file-20230330-26-y26k0d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=319&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/518564/original/file-20230330-26-y26k0d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=401&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/518564/original/file-20230330-26-y26k0d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=401&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/518564/original/file-20230330-26-y26k0d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=401&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption"></span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/children-friendship-concept-happy-girl-kids-759279811">Shutterstock / Chinnapong</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>El aprendizaje del tiempo</h2>
<p>La pedagogía clásica considera que el aprendizaje de la historia y la geografía es demasiado complejo para la infancia, y por lo general no existen enseñanzas en la etapa infantil encaminadas a este concepto. </p>
<p>Sin embargo, muchos <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=14826">estudios</a> y nuevos <a href="https://redined.educacion.gob.es/xmlui/bitstream/handle/11162/44536/01520123000056.pdf?sequence=1">planteamientos didácticos</a> demuestran cómo los niños, desde los primeros tres años de vida, no sólo pueden aprender contenidos culturales y sociales propios de la historia y de la geografía, sino que el tiempo y el espacio son categorías esenciales para su desarrollo cognitivo, social y afectivo. </p>
<h2>Un trampolín para ubicarse</h2>
<p>Las materias sociales siempre se han visto asociadas a la memorización de hechos, fechas y conceptos complejos ambientados en lugares y territorios concretos y sujetos a cambios a lo largo del tiempo. El tiempo histórico se acostumbra a presentar en las aulas escolares como una línea progresiva y evolutiva que empieza desde la invención de la escritura, siendo su historiador más antiguo el griego Heródoto, y contemplando incluso las etapas anteriores, conocidas como prehistoria o protohistoria. </p>
<p>Sin embargo, las materias sociales son mucho más que una simplificación generalizada de la complejidad del pasado y son un trampolín de lanzamiento para aprender a orientarse temporalmente y ubicarse espacialmente desde edades tempranas. </p>
<p>Para ello, el foco del aprendizaje de la historia en la primera infancia debería ponerse en los procedimientos: la orientación del tiempo (presente, pasado y futuro), la posición (antes, después, ahora), su ritmo y frecuencia (a menudo, raramente, nunca), y las velocidades del tiempo, que pueden ser objetivas (ha ocurrido muy lentamente), o subjetivas (me ha pasado muy rápidamente).</p>
<h2>La didáctica del tiempo</h2>
<p>Aunque en principio no parezcan estar relacionados, estos aprendizajes básicos afectan al ejercicio de la grafomotricidad y del grafismo: aprendizaje de la lectura, la escritura y el cálculo, por ejemplo desde el control de la lateralidad –de derecha a izquierda– o de la organización de los objetos en un papel –proporción, formas, dimensiones–. </p>
<p>También ayudan a la creación del pensamiento abstracto: la organización secuencial y causal, y la capacidad de relacionar, asociar, comparar las ideas para imaginar y crear de nuevas.</p>
<p>Las actividades didácticas que permiten desarrollar operaciones intelectuales concretas tienen beneficios en la orientación temporal y la ubicación espacial. Además, acostumbran al pensamiento abstracto conforme vayamos introduciendo contenidos históricos y culturales en su aprendizaje. </p>
<h2>Ritmos, duraciones y orientación</h2>
<p>Por ejemplo, hablamos de actividades que permitan comprender los ritmos (¡va muy rápido!), la secuencia (una cosa tras de la otra), la duración (¡ha pasado mucho tiempo!) y la orientación o disposición temporal (antes, durante, después), que favorezca resolver el egocentrismo y sincretismo infantil. </p>
<p>Estos aprendizajes sencillos pueden articularse de forma progresiva, y a partir de la repetición en variadas actividades didácticas, de manera que los más pequeños vayan construyendo una concepción del tiempo cada vez más compleja. De esta forma podremos crear las bases sólidas para los aprendizajes históricos y geográficos de las etapas sucesivas. </p>
<h2>Habilidades temporales dirigidas</h2>
<p>Tanto en el currículo actual de la educación infantil como en el anterior, se indica que los infantes han de trabajar numerosas habilidades temporales para estructurar el pensamiento temporal. Sin embargo, las que acaban dominando en las aulas son en su mayoría propuestas de carácter libre, ya que la pedagogía imperante sugiere que el desarrollo natural solo se puede conseguir desde lo intuitivo. </p>
<p>Nosotros somos partidarios de los laboratorios experimentales, combinados con actividades autodirigidas y basadas en propuestas didácticas flexibles, fundamentadas por la observación constante. Esto les permite un desarrollo temporal más profundo y que les prepara mejor para sus futuros aprendizajes.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/202917/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Los niños más pequeños viven en un presente eterno e inamovible, parecido al de otros seres vivos y distinto al de los adultos. Pero la noción del tiempo influye en la escritura, lectura y el cálculo.Joan Callarisa Mas, Profesor de Didáctica de Ciencias Sociales, Universitat de Vic – Universitat Central de CatalunyaIlaria Bellatti, Profesora Ayudante Doctora, Didáctica de las Ciencias Sociales, Universitat de BarcelonaJudit Sabido-Codina, Profesor Doctor en Didácticas de las Ciencias Sociales, Universitat de Vic – Universitat Central de CatalunyaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2028622023-03-30T17:18:14Z2023-03-30T17:18:14ZCómo la escritura transforma la cultura<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/518264/original/file-20230329-25-jqto6a.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=3%2C5%2C1195%2C674&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://telos.fundaciontelefonica.com/como-la-escritura-transforma-la-cultura/">Telos</a></span></figcaption></figure><p>El ser humano se ha podido manejar sin escribir durante la mayor parte de su historia. Hasta tiempos relativamente recientes, hemos vivido en la que <a href="https://www.fondodeculturaeconomica.com/Ficha/9786071642585/F">Walter Ong denominaba</a> cultura de la oralidad primaria, “una cultura que carece de todo conocimiento de la escritura o de la impresión”.</p>
<p>Si bien algún tipo de protoescritura pudo estar presente desde el paleolítico, la escritura más antigua conocida se inventó en Sumeria hacia el 3 400 a.e.c., como tecnología de almacenamiento de información y, en un principio, con fines principalmente administrativos o contables (registros mercantiles, códigos legislativos, apuntes mnemotécnicos, etc.). </p>
<p>Sin embargo, una vez inventada, la escritura impactó en todos los ámbitos y para siempre, hasta el punto de dinamitar esa cultura de la oralidad primaria en todas las sociedades en las que se fue implantada.</p>
<p>Un ejemplo claro de esto <a href="https://www.press.jhu.edu/books/title/2761/origins-rhetoric-ancient-greece">es el de la Grecia antigua</a>. </p>
<h2>Tras la Edad Oscura</h2>
<p>La creación del alfabeto en Grecia debió ocurrir en el siglo VIII a.e.c. Antes de ese siglo existía en Grecia la civilización micénica, que toma este nombre por tener su centro en la ciudad de Micenas, en el Peloponeso. La cultura micénica se desarrolló entre 1 700 y 1 200 a.e.c. y, tras su caída, los griegos entraron en la denominada Edad Oscura, que concluyó con la aparición de Homero y Hesíodo. </p>
<p>La mayoría de los expertos concuerdan en que entre los pueblos de habla griega que conformaban la cultura micénica existía una escritura silábica, la llamada Lineal B, pero esta <a href="https://www.cambridge.org/es/academic/subjects/classical-studies/ancient-history/documents-mycenaean-greek-three-hundred-selected-tablets-knossos-pylos-and-mycenae-commentary-and-vocabulary?format=PB&isbn=9781107503410">desapareció con la caída de esta civilización</a>. </p>
<p>Por ello, puede proponerse con toda seguridad que en la Edad Oscura la cultura griega era completamente oral, tanto en la producción como en la transmisión de saberes. Durante aproximadamente cinco siglos, los griegos parecieron olvidar el arte de la escritura, aunque hay que admitir que lo recuperaron con resultados francamente espectaculares. La <em>Ilíada</em>, la <em>Odisea</em>, la <em>Teogonía</em> y <em>Los trabajos y los días</em> son obras inmortales que siguen fascinando a los lectores hoy en día y fueron, además, las primeras composiciones literarias objeto de fijación escrita de la civilización griega, hecho que puede situarse entre el 700 y el 650 a.e.c.</p>
<p>Escribir permitió la creación de grandes obras, pero la misma existencia de la palabra escrita conllevaba tantas novedades en la forma de entender el mundo que también despertó notables desconfianzas. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/518272/original/file-20230329-26-q6mt8c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Dibujo de un hombre sentado en un patio y hablando a otros hombres que le rodean." src="https://images.theconversation.com/files/518272/original/file-20230329-26-q6mt8c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/518272/original/file-20230329-26-q6mt8c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=436&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/518272/original/file-20230329-26-q6mt8c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=436&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/518272/original/file-20230329-26-q6mt8c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=436&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/518272/original/file-20230329-26-q6mt8c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=548&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/518272/original/file-20230329-26-q6mt8c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=548&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/518272/original/file-20230329-26-q6mt8c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=548&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption"><em>La Academia de Platón</em> (1904) de Paul Buffet.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:L%E2%80%99%C3%A9cole_de_Platon_(1904)_-_Paul_Buffet.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Platón denuncia y acepta</h2>
<p>En un famoso pasaje del <em>Fedro</em>, Platón denuncia los potenciales efectos negativos que tiene la escritura. Lo hace aludiendo a una leyenda según la cual una deidad regaló al rey de Egipto distintos descubrimientos: el cálculo, la geometría, la astronomía, los juegos de damas y de dados y, por último, la escritura. El rey se muestra agradecido por todos ellos pero, al llegar a la escritura, el dios le advierte de que su utilidad es de doble filo ya que “es olvido lo que producirán en las almas de quienes las aprendan, al descuidar la memoria, ya que, fiándose de lo escrito, llegarán al recuerdo desde fuera, a través de caracteres ajenos a ellas, no desde dentro, desde ellos mismos y por sí mismos”. </p>
<p>Mientras que lo oral refleja la mente de aquel que habla, lo escrito se vuelve independiente del pensamiento al estar fijado en un soporte que existe de forma autónoma. La palabra escrita es claramente inferior a la palabra hablada, pues un texto no dialoga, no defiende sus argumentos y, ante una pregunta, calla.</p>
<p>Sin embargo, la postura de Platón fluctúa entre el rechazo abierto a la escritura y su aceptación resignada. Por una parte, la siente como una amenaza para el viejo método educativo de la dialéctica practicada por su maestro Sócrates. Por otra, sabe que no se puede dar la espalda totalmente a la escritura, la cual representa el progreso. </p>
<p>La escritura estaba ya imponiéndose en tiempos de Platón como un gran logro. El mismo filósofo reconoció en las <em>Leyes</em> la importancia de la escritura en el momento de fijar una ley: una vez escrita ya no se altera y se presta a un cuidadoso estudio para que un juez pueda comprenderla bien. El carácter estable de la palabra escrita ofrece también ventajas prácticas.</p>
<p>De hecho, la escritura siguió funcionando principalmente como una herramienta auxiliar, comprensible además por muy pocos, subordinada al uso de la palabra hablada. </p>
<p>Un texto era principalmente una forma de depositar información de forma fiable y duradera para que luego esta información pudiera ser consultada, verbalizada o recitada por aquellos que lo necesitasen, ya sean mercaderes, legisladores, aedos o sacerdotes. <a href="http://biblioteca.hebraica.org.ar/items/show/8142">No es hasta mucho tiempo después cuando la escritura adquiere un papel central de nuestra cultura</a>.</p>
<h2>La fijación de la palabra impresa</h2>
<p>Muchos estudiosos señalan que la imprenta es la que marca realmente el cambio del modelo de transmisión oral de la cultura a la lectura. Sin embargo, habrían de pasar muchos años desde su invención hasta que la lectura pudo ser realmente algo socialmente generalizado. De hecho, la alfabetización masiva de la población es un hecho reciente.</p>
<p>Sabemos, por ejemplo, que la lectura de textos poéticos en voz alta fue muy común hasta prácticamente el siglo XIX. Y es que, si hablamos de literatura, el gran cambio se produce en el siglo XIX cuando el Romanticismo intensifica el valor de la originalidad, muchas veces incompatible con las fórmulas repetitivas, usadas para ayudar a la memoria, de la cultura oral. La letra impresa fue la protagonista de la transición de la cultura oral a la cultura escrita.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/518270/original/file-20230329-28-ctyxcq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Dibujo de obreros trabajando en la imprenta de un periódico del siglo XIX." src="https://images.theconversation.com/files/518270/original/file-20230329-28-ctyxcq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/518270/original/file-20230329-28-ctyxcq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=574&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/518270/original/file-20230329-28-ctyxcq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=574&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/518270/original/file-20230329-28-ctyxcq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=574&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/518270/original/file-20230329-28-ctyxcq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=721&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/518270/original/file-20230329-28-ctyxcq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=721&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/518270/original/file-20230329-28-ctyxcq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=721&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Máquinas de la imprenta de <em>El Imparcial</em>, en la revista <em>La Ilustración de Madrid</em>. Dibujo de Manuel Nao y grabado de Bernardo Rico, 1870.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Industria_-_M%C3%A1quinas_de_la_imprenta_de_El_Imparcial,_en_La_Ilustraci%C3%B3n_de_Madrid.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Pero no sería justo decir que la imprenta y la escritura hayan expulsado totalmente a la palabra hablada de nuestra cultura. De hecho, el siglo XX trae nuevos avances tecnológicos que permiten la recuperación de la oralidad, si bien mediada por la escritura. A esto se refiere Ong al hablar de la era de la oralidad secundaria.</p>
<p>Frente a la oralidad tradicional (primaria), uno de los cambios fundamentales de la nueva oralidad es que existe una distancia temporal y espacial entre la producción y el consumo de la palabra. </p>
<p>Así, desaparece la presencia física del locutor pero queda la voz y, dependiendo del medio, también la imagen. El oyente, al igual que sucedía con el lector, es sólo un ente abstracto en el momento de grabar. No se habla para un público presente sino para una audiencia potencial, y la palabra oral puede ser reproducible. </p>
<p>Y como también le pasa al lector de letra impresa, <a href="https://www.upress.umn.edu/book-division/books/oral-poetry">el oyente de voz grabada no puede dialogar, intervenir o replicar esa palabra</a>. Las reservas de Platón hacia la escritura también se aplicarían a las grabaciones.</p>
<h2>La escritura en la era digital</h2>
<p>Si la escritura supuso un cambio cultural que se acrecentó con la invención de la imprenta, es inevitable plantearse cómo la era digital ha afectado a su vez a la escritura. </p>
<p>De este punto de partida nace la idea del paréntesis de Gutenberg, <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1111/j.1600-0730.2009.00962.x">formulada primeramente por el profesor Lars Ole Sauerberg</a>. Sauerberg y otros teóricos como Thomas Pettitt desarrollaron el proyecto “<a href="https://www.academia.edu/38284215/The_Gutenberg_Parenthesis_Research_Forum_an_Internet_Archive">The Gutenberg parenthesis – print, book and cognition</a>”. Funcionaba como un foro abierto de discusión que organizaba eventos más o menos formales partiendo de la siguiente pregunta: “¿Es nuestra emergente cultura digital, en parte, un retorno a las prácticas y modos de pensar que eran centrales para las sociedades humanas antes del advenimiento de la imprenta?”.</p>
<p>En líneas generales, la tesis del paréntesis de Gutenberg sostiene que la era de la textualidad sería, esencialmente, una interrupción en la forma de comunicación, creación y transmisión de la cultura. Sauerberg sostiene que la era digital no es simplemente una fase distinta en una progresión lineal de las formas de comunicación, sino más bien una vuelta a las prácticas y los modos de pensar anteriores a la imprenta. </p>
<p>Sauerberg y sus colaboradores distinguen tres épocas con distintas características. La era «pre-Gutenberg» se caracterizaba por su fluidez. La cultura era efímera, difícil de almacenar en un soporte físico, pero fácilmente compartible y flexible, es decir, podía ser cambiada. Es la imprenta la que introduce una idea de fijación, de permanencia, de estabilidad y autoridad. La era «post-Gutenberg» recupera la fluidez de la forma de producir y difundir los productos culturales de la era «pre-Gutenberg». En el medio digital se pierden las ideas de autoridad, individualidad y permanencia de la imprenta. </p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/518449/original/file-20230330-28-ycbo9c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/518449/original/file-20230330-28-ycbo9c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=166&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/518449/original/file-20230330-28-ycbo9c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=166&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/518449/original/file-20230330-28-ycbo9c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=166&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/518449/original/file-20230330-28-ycbo9c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=208&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/518449/original/file-20230330-28-ycbo9c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=208&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/518449/original/file-20230330-28-ycbo9c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=208&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">gutenberg parenthesis.</span>
</figcaption>
</figure>
<p>El cambio fundamental al que apuntan los autores es la concepción de la realidad más ligada a una red de conexiones que a una estructura de pertenencias. En este sentido, la cultura predominantemente oral se transmitía de persona a persona, llegaba a alguien, cambiaba, se difundía. Con el libro impreso pasa a estar contenida en un objeto reproducible, pero no modificable. La tesis del paréntesis de Gutenberg defiende que, al funcionar más como una red de conexiones que como un contenedor, la cultura digital se caracteriza por una forma de escritura más colectiva, cambiante y efímera. </p>
<p>Un buen ejemplo de esto es, precisamente, el propio foro del proyecto del paréntesis de Gutenberg. El sitio web estuvo disponible en el MIT, después en la University of Southern Denmark (hasta 2018 aproximadamente) y actualmente ya no está accesible, lo que de alguna manera apoya sus principales tesis.</p>
<p>Como vemos, la escritura ha sido la protagonista de grandes cambios culturales y ha sabido ir adaptándose a distintas épocas y medios, transformándose con ellos. Desde el punto de vista de la comunicación, la escritura pone en el centro del proceso al lector. Es él, tanto en el papel como en la pantalla, el que lleva la iniciativa en el proceso comunicativo: elige qué leer, qué repetir, qué abandonar. </p>
<p>Esto explica la trascendencia que el lector ha adquirido, por ejemplo, en la teoría literaria contemporánea (teorías de la recepción, pragmáticas), pero también la importancia actual de la publicidad para cualquier producto cultural. La tecnología ha permitido cifrar no únicamente el lenguaje, sino también la voz y la imagen. Estamos ante la era del poder del receptor.</p>
<hr>
<p><em>Una <a href="https://telos.fundaciontelefonica.com/como-la-escritura-transforma-la-cultura/">versión de este artículo</a> fue publicada originalmente en la revista Telos de <a href="https://www.fundaciontelefonica.com/">Fundación Telefónica</a>.</em></p><img src="https://counter.theconversation.com/content/202862/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Este artículo es un resultado de +PoeMAS, “MÁS POEsía para MÁS gente. La poesía en la música popular contemporánea”, proyecto de investigación con financiación del Ministerio de Ciencia e Innovación (PID2021-125022NB-I00), coordinado en la UNED por Clara I. Martínez Cantón y Guillermo Laín Corona, entre enero de 2022 y diciembre de 2024.<a href="https://poemas.uned.es/">https://poemas.uned.es/</a>
</span></em></p>Este artículo, publicado originalmente en la revista Telos de Fundación Telefónica, analiza el desarrollo de la escritura como forma de comunicación hasta llegar a la era digital.Clara Isabel Martínez Cantón, Profesora del Departamento de Literatura española y Teoría de la Literatura. Área de Teoría de la Literatura, UNED - Universidad Nacional de Educación a DistanciaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1985622023-02-12T19:18:32Z2023-02-12T19:18:32Z¿Qué hacen los guionistas de las series de televisión?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/507560/original/file-20230201-20-orwyq9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=17%2C0%2C5739%2C3831&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/artist-screenwriter-desktop-detail-movie-clapper-540260491">Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Si le preguntase ahora mismo si vio anoche una serie de televisión, seguro que usted, y una inmensa mayoría de los lectores, contestarían afirmativamente. De hecho, las series se han convertido en uno de los principales objetos de entretenimiento para los espectadores, en un rentable negocio y en una seña de identidad de las cadenas –no se debe olvidar el célebre slogan “<a href="https://youtu.be/NArmDavzqd8">No es televisión, es HBO</a>”–.</p>
<p>Pero ¿quiénes son y cómo trabajan los responsables de crear estas historias que nos atrapan y nos sumergen en otros mundos? ¿De dónde sacan sus ideas? Nadie mejor que los propios guionistas, creadores y responsables de la ficción nacional, para explicar su trabajo. </p>
<h2>El trabajo del guionista</h2>
<p>Los veinte guionistas que han participado <a href="https://revistas.innovacionumh.es/index.php/mhcj/article/view/326">en las entrevistas utilizadas para esta investigación</a> son los responsables de algunas de las series más vistas en los últimos años, como Ignacio del Moral o Carlos Molinero, guionistas de <em>Cuéntame cómo pasó</em>; Verónica Fernández y Nacho Faerna, de <em>El comisario</em> –entre otras–; Mario Montero, Julián Sastre o Raúl Díaz, de Aída; Natxo López de <em>Entrevías</em> o <em>Vivir sin permiso</em>, o Michel Gaztambide, quien ha firmado para el cine los guiones de <em>La Caja 507</em>, <em>No habrá paz para los malvados</em>, entre otras, y, para televisión, <em>La línea invisible</em>. </p>
<p>El modo en que crean estas historias difiere de la productora para la que estén empleados. Algunas, como Globomedia o Bambú Producciones, cuentan con equipos de guionistas más o menos estables que trabajan en las ficciones. Este es un método más cercano al estadounidense que, sin duda, tiene muy interiorizado que los medios audiovisuales son más una industria que un arte. </p>
<p>En otros casos, los guionistas convencen a los productores de estas empresas para que compren su historia y, a partir ahí, realizar los guiones. Este método, más individual y artesanal, es el que se aplica en el cine, e incluso la dirección a veces corre a cargo de la persona que ha escrito el guion.</p>
<h2>La duración y los personajes</h2>
<p>Según los guionistas, uno de los grandes hándicaps de la ficción audiovisual española es el exceso de duración de los capítulos, ya que de media suelen durar en torno a los 60-70 minutos, especialmente cuando se trata de ficción emitida en horario de máxima audiencia en las cadenas generalistas. </p>
<p>Además, los directivos no acostumbran a arriesgar, por lo que suelen producir series costumbristas en las que se repiten los mismos patrones y temáticas. De hecho, es habitual en este tipo de ficción recurrir a personajes estereotipados y muy planos, especialmente en la comedia. </p>
<p>A pesar de que la llegada de las plataformas parecía vislumbrar un cambio en el paradigma, este no ha sido tan explosivo. Sí que es cierto que hay nuevos productos con temáticas que se alejan de las series familiares, tan de moda hace unos años. Pero la diversidad temática e incluso formal no viene acompañada por personajes más diversos. Son pocas las ficciones que sitúan en un papel protagonista a una mujer, un inmigrante, una persona perteneciente al colectivo LGTBQ+ o una con diversidad funcional. </p>
<p>Así, series como <em>Fácil</em>, <em>Intimidad</em> o <em>La Unidad</em> no dejan de ser meros espejismos. Incluso en, por ejemplo <em>La Unidad</em>, donde una mujer es la comisaria jefe de la brigada, los inmigrantes son los <em>malos</em>. Es cierto que el terrorismo yihadista es el tema central de la ficción, pero no se profundiza en por qué estos terroristas recurren a la violencia o por qué sus mujeres están sometidas.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/507584/original/file-20230201-20-wl0vvf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Unos actores observan la pantalla de un ordenador tras una claqueta." src="https://images.theconversation.com/files/507584/original/file-20230201-20-wl0vvf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/507584/original/file-20230201-20-wl0vvf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/507584/original/file-20230201-20-wl0vvf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/507584/original/file-20230201-20-wl0vvf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/507584/original/file-20230201-20-wl0vvf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/507584/original/file-20230201-20-wl0vvf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/507584/original/file-20230201-20-wl0vvf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Imagen de rodaje de la segunda temporada de <em>La Unidad</em>.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://comunicacion.movistarplus.es/imagen/la-unidad-t2-rodaje/">María Heras / Movistar+</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Por tanto, hay mayor diversidad temática pero se sigue recurriendo al uso de estereotipos para crear personajes, especialmente cuando estos pertenecen a minorías. No todos ven esto como algo negativo, ya que facilita, según han declarado, el reconocimiento rápido de los personajes por parte del espectador. Se buscan ficciones fáciles de consumir que lleguen al mayor público posible. </p>
<p>Algunos guionistas afirmaron que la función de la ficción televisiva no es ser realista ya que “eso sería construir una serie de laboratorio” en la que pesa más ser fiel a la realidad que a la trama, el conflicto, los personajes… </p>
<p>Para otros, la cuestión esencial radica en ser fieles a la historia y el contexto que se refleja en la serie: la función de la ficción audiovisual es entretener y esta debe ser su máxima.</p>
<h2>Documentarse para imaginar</h2>
<p>Para que las historias sean lo más verosímiles posible recurren, en la medida de sus posibilidades y de los apretados tiempos con los que suelen trabajar, a la documentación. Esta es más o menos exhaustiva en función del género de la serie pero también de para quién realicen sus guiones. </p>
<p>Algunas productoras siguen un modelo más americano, en el que hay equipos de documentación y también de guionistas que se reparten el trabajo –unos crean la historia principal, otros desarrollan cada uno de los capítulos y hay, incluso, quienes solo se encargan de escribir los diálogos–.</p>
<p>Aquí prima la realización del trabajo en el menor tiempo posible de tal manera que, mientras los guionistas escriben un episodio, simultáneamente se está grabando el episodio anterior. Todo debe ser rápido porque la rentabilidad prima por encima de la calidad. Así, se suele dedicar “en torno a un mes” para escribir un capítulo de una serie de televisión de una hora de duración. Sin embargo, en el mejor de los casos, el guion de una película tarda en escribirse un año. </p>
<p>Por eso hay menos tiempo para poder profundizar en la creación de los personajes y el desarrollo de las tramas y las historias. Incluso se reduce el tiempo disponible para trabajar en la puesta en escena. Iván Escobar, responsable de muchas ficciones de Globomedia, indica que “es más rápido grabar un capítulo que escribirlo”. Es decir, si al guion no se le dedica mucho tiempo, menos se le dedica a la grabación, lo que confirma que el método de trabajo busca, como si de una fábrica se tratase, la mayor rentabilidad. </p>
<p>En muchas ocasiones sabemos de las ficciones según las opiniones de los directores o de los actores. Gracias a las respuestas de los guionistas hemos podido conocer un poco más de cerca un mundo tan interesante como es el de la creación, en este caso, de guiones para la ficción audiovisual.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/198562/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>María Marcos Ramos no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Las series de televisión ya forman parte de nuestro día a día. Pero ¿cómo se hacen? ¿A qué se dedican quienes las crean desde cero?María Marcos Ramos, Profesora Contratada Doctora Comunicación Audiovisual, Universidad de SalamancaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1978362023-02-08T18:00:11Z2023-02-08T18:00:11ZChatGPT: ética e inteligencia (sin conciencia)<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/504488/original/file-20230113-16-ol2drz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C3696%2C2471&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">artificial intelligence</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://pixabay.com/photos/artificial-intelligence-robot-ai-2167835/">Pixabay / Geralt</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span></figcaption></figure><p>Una participación del 49 % en la compañía OpenAI, propietaria de <a href="https://www.linkedin.com/posts/chatgpt_brittain-ladd-on-linkedin-microsoft-reportedly-activity-7018589473772855296-MW1m?utm_source=share&utm_medium=member_desktop">ChatGPT</a>, ha sido recientemente adquirida por Microsoft por 10 000 millones de dólares. </p>
<p>ChatGPT es una plataforma de inteligencia artificial con un modelo de procesamiento del lenguaje natural (NLP, por sus siglas en inglés) que genera texto coherente y natural en respuesta a una variedad de consultas. Para ello, el modelo ha sido entrenado con un gran corpus de texto. Esto permite su utilización para tareas como la generación de texto, la respuesta a preguntas y el procesamiento del lenguaje natural en general.</p>
<h2>Uso académico: problemas de integridad y originalidad</h2>
<p>El uso de modelos de lenguaje como ChatGPT para trabajos académicos plantea una serie de preocupaciones éticas. Aunque pueden hacer que las tareas de investigación y escritura sean más eficientes, permitiendo a los académicos enfocarse en aspectos de su trabajo más complejos y de mayor valor añadido, surgen dudas sobre la integridad y originalidad del trabajo que se está produciendo.</p>
<p>Una de las principales preocupaciones éticas con el uso de modelos de lenguaje para el trabajo académico es el problema del plagio. Al utilizar un modelo para generar texto, se vuelve mucho más fácil para las personas presentar el trabajo de otros como propio. Simplemente parafraseando de manera automática, es decir, diciendo lo mismo con otras palabras y otro orden sintáctico, el mismo trabajo puede hacerse pasar por otro.</p>
<p>Esto puede llevar a una devaluación del arduo trabajo y dedicación que se requiere para producir trabajos de investigación. Lo que a su vez también puede socavar la credibilidad de la comunidad académica en su conjunto. </p>
<p>La propia detección del plagio es mucho más difícil. Esta dificultad se produce porque el texto generado por el modelo probablemente será diferente de la fuente original. Como mencionaba el investigador <a href="https://scholar.google.es/citations?user=iYhfatEAAAAJ">Daniel González Padilla</a>, los modelos de lenguaje generativo como ChatGPT pueden ser utilizados para generar textos plagiados cuyos contenidos son siempre distintos a los originales y, por tanto, difíciles de detectar. </p>
<h2>Falta de originalidad</h2>
<p>Otra preocupación ética es que el uso de modelos de lenguaje para el trabajo académico podría conducir a una homogeneización de las ideas y los puntos de vista. </p>
<p>Si las personas se basan en estos modelos, es posible que el texto generado sea menos diverso que el producido únicamente mediante esfuerzo humano. Esto podría conducir a un estancamiento de las ideas y una falta de pensamiento crítico. Un tipo de pensamiento especialmente necesario dentro de la comunidad académica.</p>
<h2>Falta de contexto e implicaciones</h2>
<p>Además, los modelos de lenguaje no están diseñados para proporcionar un contexto completo para la información que genera, como el propio <a href="https://openai.com/blog/chatgpt/">ChatGPT</a> reconoce. El modelo genera texto basado en la entrada y sus datos de entrenamiento, pero no tiene la capacidad de entender las implicaciones éticas, culturales o políticas de la información proporcionada. </p>
<p>Esta falta de reflexión podría conducir a la propagación de información falsa, sesgos o incluso discriminación. Todas estas preocupaciones éticas deben ser tenidas en cuenta antes de utilizar estos modelos para el trabajo académico. </p>
<p>También sería conveniente desarrollar directrices y mejores prácticas para garantizar la integridad y originalidad del trabajo que se está produciendo.</p>
<h2>Inteligencia con conciencia</h2>
<p>El filósofo <a href="https://www.youtube.com/watch?v=kYyoaM7Xofk">Juan Arana</a> afirma que la conciencia es y seguirá siendo un misterio inabordable para la ciencia. La conciencia moral nos hace libres para la acción moral y trasciende la experiencia meramente cognitiva. </p>
<p>Si los nuevos y sofisticados avances llegarán a generar conciencia es algo tan incierto como resolver el enigma de por qué los humanos la tenemos, continúa Arana. Así, advierte de la necesidad de detenernos a pensar sobre los avances científicos y sus consecuencias. Para ello, apela precisamente a la conciencia, afirmando que es una facultad irreductible a los sistemas de información técnicos. Los seres humanos tendremos que pensar sobre nosotros mismos y nuestras producciones en nuestro quehacer profesional y personal.</p>
<h2>¿Una ayuda?</h2>
<p>Como quizá todavía no se haya notado, este artículo ha sido escrito con la ayuda de ChatGPT. La finalidad ha sido doble: probar el modelo e invitar al lector a plantearse algunas cuestiones. </p>
<p>Inicialmente, utilizamos ChatGPT lanzándole la pregunta sobre cuáles serían los dilemas éticos que su propia utilización podría acarrear. Enseguida nos dio la idea de los tres problemas presentados. </p>
<p>Luego quisimos profundizar en uno de ellos y nos llevó a uno de los autores citados. Por último, tomamos sus propias respuestas como referencias en algunas partes del artículo. </p>
<p>Podemos decir que la prueba fue un éxito, pero no pudimos dejar de hacernos las siguientes cuestiones que creemos trascienden el mundo académico: ¿debemos acudir al uso de estas aplicaciones para lograr satisfacer una cada vez mayor exigencia de nuestro trabajo? ¿Cuáles serían los límites de este uso en caso de ser aceptado?</p>
<h2>Inteligencia con o sin conciencia</h2>
<p>En palabras del filósofo <a href="https://www.youtube.com/watch?v=lb7yfPOncMQ">François Vallaeys</a>, debemos preguntarnos cuál es la combinación idónea entre inteligencia sin conciencia (como sería ChatGPT) y la inteligencia con conciencia (la nuestra). Sin querer posicionarnos respecto a las cuestiones planteadas, sí es necesaria la reflexión sobre su uso, utilidad y consecuencias.</p>
<p>Según Vallaeys, no podemos ignorar las herramientas que nos ayudan en la simplificación de algunas tareas. Pero su uso se debe completar con la experiencia personal y empática del autor del trabajo. Es esta aportación la que permitirá profundizar en el diálogo y la reflexión crítica. </p>
<p>Se trata de buscar equilibrios y posibles soluciones entre todos. Respuestas que vayan más allá de salidas simplistas. Sólo así salvaremos lo diferente, lo asombroso, lo no trivial y verdadero de la condición humana.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/197836/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>La utilización de ChatGPT presenta una serie de dilemas éticos que exigen cierta reflexión y diferenciar entre inteligencia sin y con conciencia.Javier Morales Mediano, Codirector del DBA in Management and Technology y Profesor del Departamento de Marketing, Universidad Pontificia ComillasDiana Loyola Chávez, Profesora de Filosofía. Ética aplicada y Filosofía práctica, Universidad Pontificia ComillasLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1934792023-02-05T19:20:29Z2023-02-05T19:20:29Z¿Qué es el ‘lettering’?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/507412/original/file-20230131-8998-dimny8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=10%2C995%2C6699%2C3470&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">El arte de dibujar con letras.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/closeup-young-teen-girl-writing-bullet-1671330517">Shutterstock / Fellers Photography</a></span></figcaption></figure><p>Cuando hablamos de <em>lettering</em>, a menudo solemos caer en el error de confundirlo con la caligrafía. Incluso con lo que llamamos tipografía. Su traducción literal al castellano sería algo así como “letrear” o “dibujar letras”, quizá la manera más adecuada de traducirlo sería “diseño personal de letras”. <a href="https://www.staedtler.com/es/es/descubrir/guia-de-hand-lettering/">El <em>lettering</em></a>, por tanto, no es una caligrafía ni tampoco una tipografía; es una forma de crear y dibujar un abecedario personal de manera creativa y con unas normas de trazado que resultan atractivas al lector y al que lo escribe. </p>
<p>Es verdad que estos tres conceptos tienen como denominador común que parten de las letras. Pero los términos especifican funciones diferentes entre sí, por eso es necesario detallarlos para comprender qué recorrido está teniendo el <em>lettering</em> en la actualidad, y el valor didáctico que podemos encontrar en esta práctica.</p>
<h2>Caligrafía, <em>lettering</em> y tipografía</h2>
<p>El término calígrafía viene del griego, en su significado kállos, “belleza”, y gráphos, “escritura”. El término se refiere a la belleza en la ejecución de la escritura. Cuando hacemos caligrafía, sin embargo, lo más importante sigue siendo la escritura, por muy perfectamente ejecutadas que estén las letras. </p>
<p>Por otro lado, el <em>lettering</em> podemos definirlo como “el arte de dibujar letras”, dando más importancia a la belleza que a la propia escritura, en un proceso minucioso y artesanal. Aunque lo artesanal del proceso no esté reñido con que lo hagamos sobre una pantalla de ordenador o tableta. </p>
<p>Precisamente, en una pantalla es donde encontramos el tercero de los conceptos: la tipografía, que es el diseño de las letras impresas. Aunque algunas tipografías pueden emular la caligrafía y el <em>lettering</em>, la tipografía no se ejecuta a mano.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/507407/original/file-20230131-12-c1ulr9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=26%2C13%2C8648%2C5761&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/507407/original/file-20230131-12-c1ulr9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/507407/original/file-20230131-12-c1ulr9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/507407/original/file-20230131-12-c1ulr9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/507407/original/file-20230131-12-c1ulr9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/507407/original/file-20230131-12-c1ulr9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/507407/original/file-20230131-12-c1ulr9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Caligrafía y <em>lettering</em> no son sinónimos.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/high-angle-view-woman-hands-writing-1191395752">Shutterstock / UfaBizPhoto</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>La evolución de la escritura</h2>
<p>La escritura occidental ha evolucionado durante milenios desde el primer alfabeto, creado en Mesopotamia sobre el año 3 500 antes de nuestra era; la primera escritura simplificada de 22 signos que desarrollaron, entre otros, el pueblo fenicio.</p>
<p>A lo largo de la historia ha habido muchos estilos de grafías, influidos por diferentes modas y en los que ha intervenido desde el ángulo del corte del instrumento de escritura hasta el soporte utilizado: desde la escritura capital romana (quadrata) o rústica, hasta la cursiva italiana, pasando por la escritura Humanística o su predecesora, la gótica.</p>
<h2>Antes y ahora</h2>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/507408/original/file-20230131-12-zx698c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/507408/original/file-20230131-12-zx698c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/507408/original/file-20230131-12-zx698c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/507408/original/file-20230131-12-zx698c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/507408/original/file-20230131-12-zx698c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/507408/original/file-20230131-12-zx698c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/507408/original/file-20230131-12-zx698c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/507408/original/file-20230131-12-zx698c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Letra L capitular.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Leonardo_bruni,_oratio_in_funere_iohannis_strozze,_firenze_1450-75_ca._(bml,_pluteo_52.5)_04_iniziale_miniata_L.jpg">Wikimedia Commons / Sailko</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>La rotulación manual de textos, que parece cobrar nuevo ímpetu hoy en día, tiene sus raíces en la Edad Media, por ejemplo, en las letras capitulares con que los monjes ornamentaban los textos medievales.</p>
<p>En aquel entonces, el conocimiento pasaba de mano en mano a través de códices, libros íntegramente manuscritos que recogían los saberes de la época. Hoy en día, internet ha provocado la masificación y diversificación de la información.</p>
<p>Con la llegada de este medio, y de forma más específica de las redes sociales, la información se ha democratizado, y el algoritmo de cada una de ellas nos va ofreciendo contenido según nuestros gustos.</p>
<p>Pinturas murales, efectos con acuarela, procesos de abocetado en personajes manga, o ejercicios de <em>lettering</em> son compartidos no sólo entre eruditos del arte. En lo personal y como docentes, hemos conocido a más de un alumno que ponía en práctica ejercicios plásticos, gracias a haber visto cómo se hacía en Pinterest o plataformas menos especializadas, como Tik Tok. Lo que de forma inevitable lleva su práctica al aula.</p>
<h2>Fascinación por la rotulación</h2>
<p>La fundamental diferencia entre la tipografía y el <em>lettering</em> es que la primera implica el uso repetido de tipos (caracteres) para comunicar un mensaje, y la segunda no.</p>
<p>Diseñadores de prestigio como <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Adrian_Frutiger">Adrián Frutiger</a>, reconocido tipógrafo, procuraron seguir resolviendo la pugna entre lo estético y lo legible en los nuevos medios de comunicación dando importancia al significante: los grafismos.</p>
<p>En esa pugna, la tipografía termina acaparando miradas de fascinación cuando se emplea de forma cotidiana en escaparates o corpóreos comerciales. </p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/506882/original/file-20230127-11179-1q1421.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/506882/original/file-20230127-11179-1q1421.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/506882/original/file-20230127-11179-1q1421.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/506882/original/file-20230127-11179-1q1421.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/506882/original/file-20230127-11179-1q1421.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/506882/original/file-20230127-11179-1q1421.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/506882/original/file-20230127-11179-1q1421.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Exposición Abierto por ilusión.</span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Su profesionalización</h2>
<p>Una muestra de la importancia de este arte de diseñar letras, en este caso, de manera mecánica a través de la tipografía, es la muestra <a href="https://esdir.eu/es/2022/02/05/exposicion-abierto-por-ilusion-en-la-esdir/">“Abierto por ilusión”</a> del año 2022 en Logroño, en la que se ofrecía una historia de la ciudad a través de rótulos comerciales de diferentes épocas. </p>
<p>En el proceso de hacer más accesible la escritura y el diseño, existen también proyectos en los que se pone en valor el diseño de las letras mediante prácticas tradicionales, que por su proceso manual clasificamos ya como <em>lettering</em>.</p>
<p>Por ejemplo, <a href="https://www.typecraftinitiative.org/"><em>Typecraft Initiative</em></a>, que desde 2012 organiza talleres artesanales en los que las letras tienen un papel central como celebración y transmisión del patrimonio cultural propio de dos grupos étnicos indúes.</p>
<p>En el ámbito profesional, el <em>lettering</em> también se utiliza. <a href="https://graffica.info/20-caligrafos-que-deberias-conocer/">Diseñadores, artistas, directores de arte</a> lo usan en diversos trabajos, desde su aplicación en los diseños para empaquetar hasta proyectos murales.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/507410/original/file-20230131-16-rvl57v.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/507410/original/file-20230131-16-rvl57v.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/507410/original/file-20230131-16-rvl57v.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/507410/original/file-20230131-16-rvl57v.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/507410/original/file-20230131-16-rvl57v.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/507410/original/file-20230131-16-rvl57v.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=565&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/507410/original/file-20230131-16-rvl57v.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=565&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/507410/original/file-20230131-16-rvl57v.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=565&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption"></span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.typecraftinitiative.org/barmer-applique-font">The Typecraft Initiative.</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Escribir dibujando</h2>
<p>A través del <em>lettering</em> se puede poner en valor la adecuación de las tipografías y compararlas. Por ejemplo, al elegir una tipografía para una determinada caja de zapatos, ésta tendría que servir para averiguar si el calzado será clásico y elegante, robusto y de uso diario, o deportivo. Porque la tipografía expresa valores diversos si usa serifa, es de paloseco, o si se escribe en cursiva.</p>
<p>No es complicado hacerse con materiales con los que practicar. Para tal fin podemos usar rotulador, acuarela, tintas varias ayudadas de una plumilla, técnicas mixta e incluso tiza.</p>
<p>Aprender caligrafía implica ir poco a poco adaptando la escritura al gusto propio del alumno o aprendiz, desarrollar la escritura manual, al fin y al cabo.</p>
<p>Existen muchos manuales que ponen en práctica esta disciplina. Pero lo realmente interesante es que ayuda a la concentración, a la creatividad y sobre todo, a coger bien los útiles de dibujo, bien sea rotulador, pincel, lápiz o plumilla. Capacidades motoras y cognitivas básicas que, en realidad, podemos poner en práctica durante cualquier etapa de la vida con gusto. Como quien por afición hace un dibujo.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/193479/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Crear títulos elaborados, con diseños propios hechos a mano, es ahora una actividad que se difunde y comparte por redes sociales. Para los estudiantes, tiene muchos beneficios.Mª Soraya Tejada Sánchez, Personal Docente e investigador del Departemento de ciencias de la educación, área de didáctica de la expresión plástica, Universidad de La Rioja, Universidad de La RiojaFrancisco Javier Cillero Sainz, Profesor asociado del Departamento de Ciencias de la Educación. Área de Didáctica de la Expresión Plástica, Universidad de La RiojaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1919002022-11-23T17:45:41Z2022-11-23T17:45:41ZAntes de las redes sociales los romanos se comunicaban con inscripciones en bronce y piedra<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/491939/original/file-20221026-1498-wyxbqh.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C11%2C2560%2C1690&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">La del Panteón de Roma es la inscripción romana con las letras más grandes hallada hasta la fecha y conservada completa. No se hizo durante la construcción sino que fue añadida después por Adriano y reza: “Marco Agripa, hijo de Lucio, cónsul por tercera vez, lo hizo”. </span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Pantheon_(45592022215).jpg">Sonse / Wikimedia Commons</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span></figcaption></figure><p>En el Imperio Romano el elevado grado de alfabetización permitió desarrollar un particular medio de comunicación de masas: las inscripciones. Todos los aspectos de la vida (política, religión, sociedad y economía) se reflejaban en ellas y gran parte de la autoridad alcanzada por Roma en todos los rincones del Imperio se debió a su uso como estrategia de comunicación y propagandística. </p>
<p>Las inscripciones se convirtieron en símbolo del poder y la grandeza de Roma y en parte esencial de su identidad cultural.</p>
<h2>Las inscripciones en bronce: una estrategia de comunicación política</h2>
<p>La escritura como estrategia de comunicación política y difusión de las decisiones tomadas por los gobernantes toma forma en las inscripciones en bronce. Tablas con textos jurídicos y legislativos grabados en este material comenzaron a llenar las paredes de los espacios públicos más prestigiosos de las ciudades. El interés de las autoridades por la mayor difusión de estos epígrafes se refleja en uno de los fragmentos de bronce de la llamada <a href="https://www.museosdeandalucia.es/web/museoarqueologicodesevilla/obras-singulares/-/asset_publisher/GRnu6ntjtLfp/content/lex-irnitana"><em>Lex Irnitana</em></a> (Ley del Municipio Flavio Irnitano) del siglo I, hallada cerca de Sevilla:</p>
<blockquote>
<p>El dunviro (miembro del gobierno local) que en este municipio presida la jurisdicción haga que esta ley, en la primera oportunidad, sea grabada en bronce y fijada en el lugar más concurrido del municipio, de tal manera que pueda ser leída correctamente desde el nivel del suelo. </p>
<p>(<a href="http://ceres.mcu.es/pages/ResultSearch?txtSimpleSearch=Lex%20Irnitana%20(Tabla%20X)&simpleSearch=0&hipertextSearch=1&search=simpleSelection&MuseumsSearch=MASE%7C&MuseumsRolSearch=2&listaMuseos=%5BMuseo%20Arqueol%F3gico%20de%20Sevilla"><em>Lex. Irn. 95</em></a>)</p>
</blockquote>
<p>En Roma, la capital del imperio, muchas de estas tablas de bronce se exhibían en las paredes del Capitolio, lugar de máximo prestigio y templo principal de la ciudad. Podemos imaginar lo impactante que debía ser ver estos bronces brillando al sol en los muros del monumental edificio. Era tal el valor que estas inscripciones adquirieron que el emperador Vespasiano, tras el incendio que tuvo lugar en el Capitolio, ordenó volver a grabar las tres mil tablas de bronce que habían ardido, <a href="http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual/historia/suetonio/10.html">según cuenta</a> <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Suetonio">Suetonio</a> (escritor del siglo I).</p>
<p>Evidentemente, la estrategia de comunicación que parecía resultar fructífera en la propia capital se utilizó también para facilitar la introducción del poder romano en los territorios conquistados. El llamado <a href="http://www.museodezaragoza.es/primeros-datos-sobre-el-bronce-de-novallas/">“Bronce de Novallas”</a>, hallado cerca de Zaragoza y datado en el siglo I a.e.c., es uno de los muchos testimonios de estos textos en bronce que encontramos en Hispania. Estos hallazgos nos muestran cómo las <a href="http://aelaw.unizar.es/files/publication/161102_publications_libro_celtiberico.pdf">poblaciones locales</a>, en este caso los celtíberos, asimilaron esta costumbre romana de grabar en bronce las disposiciones oficiales y exponerlas en público. </p>
<p>Pero, además, el “Bronce de Novallas” <a href="https://ifc.dpz.es/recursos/publicaciones/33/39/36beltranetal.pdf">tiene una característica particular</a>, ya que está escrito en alfabeto latino pero utilizando la lengua celtibérica y algún préstamo del latín. Esto evidencia la penetración de la lengua y escritura latinas en la vida diaria de estas poblaciones. La difusión del latín fue tal que en época imperial desaparecieron la mayoría de las lenguas locales previas a la llegada de los romanos.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/491940/original/file-20221026-21-ihhcw7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/491940/original/file-20221026-21-ihhcw7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/491940/original/file-20221026-21-ihhcw7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=463&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/491940/original/file-20221026-21-ihhcw7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=463&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/491940/original/file-20221026-21-ihhcw7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=463&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/491940/original/file-20221026-21-ihhcw7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=582&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/491940/original/file-20221026-21-ihhcw7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=582&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/491940/original/file-20221026-21-ihhcw7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=582&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Fotografía del Bronce de Novallas hecha en el Museo de Zaragoza.</span>
<span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Conmemoración para superar el olvido: las inscripciones en piedra</h2>
<p>Al tiempo que las plazas públicas de las ciudades llenaban sus muros de inscripciones en bronce, símbolos del poder político y legislativo romano, las familias más prestigiosas financiaron la erección en estos espacios de monumentos para afianzar su poder social y económico: consistían en pedestales de estatuas de mármol o bronce con epígrafes que proclamaban los honores alcanzados por los homenajeados y que les hacían dignos de un espacio de prestigio como era el <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Foro_(arquitectura)">foro</a>. El emperador o miembros de la familia imperial podían ser también destinatarios de dicho honor, otra forma de propaganda política que se extendió por todos los rincones del imperio.</p>
<p>Aquellos que no podían costearse estos monumentos en los espacios públicos recurrieron a los epitafios funerarios para lograr una cierta visibilidad, aunque fuera en espacios subalternos como las <a href="https://historicodigital.com/las-necropolis-romanas.html">necrópolis</a>. Estas se llenaron de inscripciones, unas breves, solo con el nombre del difunto y su edad de defunción, y otras con prolijos <a href="http://cle.us.es/clehispaniae/index.jsf">poemas</a>. Todas estas instaban a los viandantes a pararse a leer al menos el nombre de la persona allí enterrada. </p>
<p>Estos textos grabados sobre la piedra son un reflejo del deseo de dejar constancia pública y duradera de la propia fama, o simplemente de la existencia. La cultura romana no creía en la vida después de la muerte. Por lo tanto la realización de estas inscripciones sobre materiales resistentes que perduraran era una estrategia para superar el olvido.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/491941/original/file-20221026-8248-bi6onq.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/491941/original/file-20221026-8248-bi6onq.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/491941/original/file-20221026-8248-bi6onq.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=429&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/491941/original/file-20221026-8248-bi6onq.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=429&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/491941/original/file-20221026-8248-bi6onq.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=429&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/491941/original/file-20221026-8248-bi6onq.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=539&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/491941/original/file-20221026-8248-bi6onq.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=539&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/491941/original/file-20221026-8248-bi6onq.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=539&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Esta inscripción funeraria está dedicada por el marido de la fallecida y dice, a quien lo lea: ‘Descansa mientras te paras un momento, caminante, y lee la fortuna adversa de este que se lamenta, para que puedas conocer lo que yo, Trebio Basileo, desconsolado, escribí aquí debajo de corazón. (…) Te ruego que, de buen grado, leas entero el epitafio de quien se lo merece: conocerás el nombre de mi grata esposa’. La primera letra de cada línea forma en vertical el nombre de la difunta: Veturia Grata.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://collections.louvre.fr/en/ark:/53355/cl010277591#">Musée du Louvre / Maurice et Pierre Chuzeville</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>El imperio romano: un mundo alfabetizado</h2>
<p>Estos textos iban dirigidos a la colectividad, por lo que es inconcebible que se realizaran sin contar con una comunidad lectora que los recibiera. La pérdida de la gran mayoría de testimonios de la cultura escrita, sobre todo la relativa a la vida cotidiana de las gentes comunes, dificulta establecer porcentajes de alfabetización. </p>
<p>La documentación conservada hace difícil poder dar una cifra estimada. Pero lo que nos ha llegado nos habla de la <a href="https://iphunizar.com/proyectos-de-sus-integrantes/escritura-cotidiana-alfabetizacion-contacto-cultural-y-transformacion-social-en-hispania-citerior-entre-la-conquista-romana-y-el-final-de-la-antiguedad/">escritura como pieza clave y habitual</a> no solo para la administración y la política romana, sino para la mayoría de los ámbitos de la vida cotidiana. La capacidad de leer y escribir, aunque fuera una destreza minoritaria, parece haber alcanzado una gran difusión en aquella época, seguramente no superada hasta la llegada de los tiempos modernos, del siglo XV en adelante.</p>
<p>La capacidad de expansión y perdurabilidad del Imperio romano hubiera sido imposible sin la escritura que, más allá de sostener las actividades militares, económicas y administrativas, empleada sobre soportes monumentales de piedra y metal servía como conmemoración para la posteridad. </p>
<p>Es cierto que al final de la Antigüedad el retórico <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Ausonio">Ausonio</a> desconfiaba de las inscripciones como instrumentos de memoria duraderos: “¿Debemos sorprendernos de que los hombres hayan perecido? Sus monumentos se desmoronan, y la muerte afecta a las piedras y a los nombres inscritos en ellas” (Ausonio, <em>Epitaphia</em>, 32).</p>
<p>Sin embargo los centenares de miles de inscripciones monumentales latinas que conservamos de época romana, una cifra sin parangón en la mayoría de las demás civilizaciones urbanas, certifican que el objetivo quedó en gran parte conseguido.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/191900/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Adela Duclos Bernal recibe fondos del Ministerio de Ciencia e Innovación (Gobierno de España) a través de una beca FPI. </span></em></p>Las inscripciones en bronce y piedra fueron una forma de comunicación habitual en la Antigua Roma. Servían tanto para informar de decisiones políticas como de temas más populares.Adela Duclos Bernal, Contratada Predoctoral Departamento Ciencias de la Antigüedad, Universidad de ZaragozaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1797342022-05-02T16:13:13Z2022-05-02T16:13:13Z¿Cómo nació la escritura china?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/459732/original/file-20220426-14-zgxnwt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C134%2C3907%2C1478&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Parte de un poema que narra la historia de Wang Xizhi (303-361), estudioso de la caligrafía china.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.metmuseum.org/art/collection/search/40081?sortBy=Relevance&amp;ft=Qian+Xuan&amp;offset=0&amp;rpp=40&amp;pos=1">The MET</a></span></figcaption></figure><p>En su origen, la escritura en China constaba de pictogramas e ideogramas. Resulta difícil esbozar exactamente su historia, aunque la escritura revela que los caracteres chinos nacen de la combinación de signos abstractos. </p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/459726/original/file-20220426-22-updcfh.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/459726/original/file-20220426-22-updcfh.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/459726/original/file-20220426-22-updcfh.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=965&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/459726/original/file-20220426-22-updcfh.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=965&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/459726/original/file-20220426-22-updcfh.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=965&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/459726/original/file-20220426-22-updcfh.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1213&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/459726/original/file-20220426-22-updcfh.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1213&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/459726/original/file-20220426-22-updcfh.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1213&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Portada del <em>Shuowen</em>, diccionario dedicado a las descripciones etimológicas de los caracteres chinos.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Shuowen.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>La creación de los <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Sinograma">caracteres de Cangjie</a> proviene de una leyenda de la antigua china. El lingüista y literato de Han del Este, Xu Shen (58-147), explica en su libro <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Shuowen_Jiezi"><em>Shuowen Jiezi</em></a> quién era Cangjie, un “personaje de la antigüedad, originario en la aldea de Wu, en la comarca de Nanyue. Nació con ciertas habilidades y tenía cuatro ojos. Observaba las huellas y características de los pájaros e insectos para crear caracteres. Creó el método de registro de la información que sustituía al tradicional de nudos en las cuerdas.” </p>
<p>El desarrollo y evolución posterior de la escritura está relacionado estrechamente con la aparición de los caracteres chinos. Por lo tanto, los cambios habidos en ellos durante siglos afectan a la forma y al estilo de lo que más tarde podría ya considerarse como arte caligráfico. </p>
<p>Lo que en un principio fue necesidad de comunicación, noticias, órdenes, relaciones de bienes y todo tipo de contabilidad y control, actividades que exigían formación en la materia para funcionarios y élites intelectuales, llegó a convertirse en arte. Ligó así su futuro al de la lengua mucho más allá de la simple comunicación, para transformarse en uno de los elementos vertebradores de la cultura china. </p>
<p>Cada tipo de escritura que se va desarrollando presenta vínculos con sus antecesores: </p>
<ul>
<li><p>Inscripciones sobre huesos de la dinastía Shang (1766-1027 a.e.c.): Jiaguwen 甲骨文 (escritura en hueso oráculo chino)</p></li>
<li><p>Inscripciones sobre bronce de la dinastía Zhou (1027?-256 a.e.c.): Jinwen 金文 (escritura en bronce)</p></li>
<li><p>Trabajos tallados en piedra del Período de la Primavera y el Otoño (772-481 a.e.c.): Dazhuan 大篆 (sello grande)</p></li>
<li><p>Texto unificado de Qin (221-206 a.e.c.): Xiaozhuan 小篆 (sello pequeño) o Zhuanshu 篆书 (escritura de sello).</p></li>
</ul>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/459742/original/file-20220426-22-2eegf0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/459742/original/file-20220426-22-2eegf0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/459742/original/file-20220426-22-2eegf0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=510&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/459742/original/file-20220426-22-2eegf0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=510&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/459742/original/file-20220426-22-2eegf0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=510&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/459742/original/file-20220426-22-2eegf0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=640&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/459742/original/file-20220426-22-2eegf0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=640&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/459742/original/file-20220426-22-2eegf0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=640&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Escrituras de piedra y tambor, que presumiblemente se remontan al Estado Qin del Período de Primavera y Otoño.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Stone_and_Drum_scripts.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>De la dinastía Han a la dinastía Jin</h2>
<p>Tanto en los libros de madera de bambú de la dinastía Han del Este (206 a.e.c. - 9), como en las tallas sobre piedra de la dinastía Han del Oeste (25-220) se puede advertir claramente el desarrollo de la escritura durante unos dos mil años de historia. El uso de pincel y tinta ya tenía relevancia sobre otros soportes o materiales, pero no eran duraderos, cuestión esencial para conservar los textos de los ancestros. </p>
<p>Con la aparición y desarrollo de la industria del papel, progresivamente se abandonan los huesos, el bronce, el bambú, la seda y otros soportes de escritura. El papel, con el pincel y la tinta como sofisticados acompañantes, y del que se obtiene un mejor rendimiento, toma definitivamente el relevo. La escritura se convierte así en una forma de comunicación y de expresión única, con caracteres plenamente conformados, dotados de evolución y personalidad artística propia.</p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/459759/original/file-20220426-16-8krln2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/459759/original/file-20220426-16-8krln2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/459759/original/file-20220426-16-8krln2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=1368&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/459759/original/file-20220426-16-8krln2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=1368&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/459759/original/file-20220426-16-8krln2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=1368&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/459759/original/file-20220426-16-8krln2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1719&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/459759/original/file-20220426-16-8krln2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1719&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/459759/original/file-20220426-16-8krln2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1719&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Caligrafía china proveniente de una carta de Wang Xizhi (303 - 361).</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:XingshuWangxizhi.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Esa transformación fue muy progresiva. Los libros (principalmente rollos) de bambú y seda siguieron conviviendo mucho tiempo después de que el papel comenzara a tener un desarrollo con más calidad y capacidad industrial para ser producido en abundancia (105). </p>
<p>El bambú era un material barato y podía encontrarse en prácticamente toda China. Por su parte, la seda de calidad tenía mayor coste y solo la gente con altos ingresos podía disponer a menudo de ella, pero su almacenamiento era fácil y, con el paso del tiempo, se ha demostrado muy fiable y duradera. Con los Jin (266-420), el papel comenzó a ser el gran protagonista en la transmisión tanto formal como privada de todo tipo de textos.</p>
<p>En el trasfondo, y <a href="https://press.uchicago.edu/ucp/books/book/chicago/W/bo3633050.html">según recoge Tsien Tsuen-hsuin</a>, está la gran tradición china de transmitir a las generaciones posteriores el legado intelectual y emocional de sus ancestros, y el deseo de que éste perviva en el entorno familiar y social. De ahí <a href="https://www.parismuseescollections.paris.fr/es/node/691548#infos-principales">la enorme atención y esfuerzo</a> que las diferentes dinastías han dedicado a la utilización de materiales perdurables que pudieran recoger sus mensajes y hechos.</p>
<p>Durante la dinastía Han, la escritura ya presentaba variedad en los estilos, independientemente de que fuesen inscripciones talladas en piedra, manuscritos sobre seda, escritos sobre madera o libros de papel. La utilización del papel y la tinta, unida a su promoción educativa, mostraba el espíritu pionero y la atmósfera cultural de los Han, yendo más allá de los primitivos símbolos tallados y textos pictográficos. Durante la dinastía Han se sentaron las bases para la expansión de la escritura sobre papel y se empezó a desarrollar también así una consciente subjetividad de espíritu en la forma de escribir.</p>
<p>El desarrollo posterior de algunos estilos ya claramente caligráficos como el <em>lishu</em> (de funcionario), <em>caoshu</em> (cursiva), <em>xingshu</em> (semicursiva) y <em>kaishu</em> (regular), se debe a que resultaban más rápidos para expresar las ideas o emociones del autor. Estos estilos aparecen después de transformaciones complejas en busca de un camino más abierto, generoso y espectacular.</p>
<h2>La importancia de la caligrafía</h2>
<p>La caligrafía simplificada y refinada es la resultante de un largo proceso de transformación, de líneas blancas y negras sobre papel, de un bicolor extremo, que coincide con el más alto espíritu de la filosofía china, “todas las cosas se convienen en uno”, “uno es el todo”, como indica el <em>Tao Te Ching</em> de Lao-Tse.</p>
<p>Los eruditos del momento, y desde entonces, se muestran orgullosos de su buen estilo o de la belleza estética de su caligrafía. Durante el periodo comprendido entre la dinastía Han hasta el periodo de los Tres Reinos(220-280) y Jin del Este(317-420), desde el emperador hasta el más común de los mortales tenían en gran estima la caligrafía.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/459756/original/file-20220426-18-8c522c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/459756/original/file-20220426-18-8c522c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/459756/original/file-20220426-18-8c522c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=199&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/459756/original/file-20220426-18-8c522c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=199&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/459756/original/file-20220426-18-8c522c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=199&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/459756/original/file-20220426-18-8c522c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=250&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/459756/original/file-20220426-18-8c522c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=250&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/459756/original/file-20220426-18-8c522c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=250&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Fragmento de un manuscrito del <em>Sutra de los Tesoros Acumulados</em> (Dabaoji jing), ca. 700.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.metmuseum.org/art/collection/search/51633">The MET</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Zhao Yi(122-196)fue un estudioso del tema que vivió durante la dinastía Han oriental. En su libro <em>Fei Caoshu</em> describió la fascinación de los funcionarios por la caligrafía, sobre todo con el estilo Cao. </p>
<blockquote>
<p>“Los amantes de este estilo se ejercitan intensamente en esta difícil práctica. Olvidan la fatiga. Día y noche practican sin pausa casi sin tiempo para comer. Gastan un pincel en diez días, y cada mes necesitan un nuevo trozo de piedra de tinta. Sus cuellos y mangas resultan trapos entintados. Labios y dientes están a menudo negros. Aunque son parte de la comunidad, no tienen tiempo para charlar y jugar. Dibujan con los dedos en suelos y paredes hasta que los brazos están agotados y las uñas rotas y sangrantes, pero no descansan”.</p>
</blockquote>
<p>El arte de la caligrafía resulta así una estructura más allá de la escritura, un espíritu, una realización elegante que se conforma con el pincel y la tinta y que se expresa con el punto, la línea y el “tempo”. Es una práctica que se entronca en la cultura china y que por su sistema ideográfico le ha aportado un valor visual.</p>
<p>El <a href="https://books.google.com.pe/books?id=7D-721KBW1oC&printsec=frontcover&source=gbs_vpt_read#v=onepage&q&f=false">prestigioso pintor y calígrafo Chen Tingyou</a> define la caligrafía como “la pintura sin objeto de imitación, música sin sonido, baile sin bailarines y arquitectura sin materiales constructivos”.</p>
<h2>¿Es la caligrafía una forma de pintura?</h2>
<p>Si bien pueda parecer lógico a primera vista ligar la caligrafía a la pintura, no es cierto que comparta todos sus paradigmas. Como promulga la definición de Chen Tingyou, la caligrafía comparte con la música un código y un “tempo”, con la danza el gesto y el armónico movimiento, y con la arquitectura, su impulso creador de estructuras conceptuales asimilables a edificios y construcciones con soporte matemático, geométrico y físico.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/459734/original/file-20220426-24-87sypp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/459734/original/file-20220426-24-87sypp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/459734/original/file-20220426-24-87sypp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/459734/original/file-20220426-24-87sypp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/459734/original/file-20220426-24-87sypp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/459734/original/file-20220426-24-87sypp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/459734/original/file-20220426-24-87sypp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/459734/original/file-20220426-24-87sypp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Álbum de pintura y caligrafía para Maoshu, 1666-80.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.metmuseum.org/art/collection/search/65628">The MET</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>A través de la caligrafía, los artistas en China han asimilado las nociones básicas de la línea y la forma. Por tanto, es imposible hablar de cultura artística en China sin comprender su caligrafía y su inspiración y vocación de ser arte. La caligrafía necesita del entendimiento y la significación de la obra para poder captarla en toda su belleza, aunque también se puede disfrutar estéticamente. </p>
<p>Durante mucho tiempo se trató de una actividad elitista y reservada a las clases altas, con conocimientos necesarios e inclusivos para aspirar tanto al desarrollo del espíritu en lo personal como para acceder a los escalones más altos del gobierno y la administración pública durante esas dinastías y posteriores.</p>
<p>El largo camino desde la comunicación a la caligrafía artística de la lengua escrita china no ha terminado. En la actualidad goza de una envidiable reputación y buena salud. A pesar de que las nuevas tecnologías han acercado y facilitado la comunicación hay un cierto retorno a la escritura manual. Tener una buena caligrafía es un símbolo de distinción muy valorado en todas las clases sociales de la China de hoy.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/179734/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Junying Wu Chen no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>En su origen, la escritura en China constaba de pictogramas e ideogramas. Después se transformó en caracteres que, a su vez, fueron evolucionando a lo largo de los siglos.Junying Wu Chen, Docente de lengua china. Grado de Lengua Moderna y Lengua Española. Departamento de Filología Hispánica Clásica y de Estudios Árabes y Orientales. Facultad de Filología. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Universidad de Las Palmas de Gran CanariaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1686752022-02-23T22:50:30Z2022-02-23T22:50:30ZCuando los hombres y las mujeres no escribían igual<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/447854/original/file-20220222-23-1sln0l7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=21%2C930%2C3526%2C2909&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">'Una mujer escribiendo', de Johannes Vermeer.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Johannes_Vermeer_-_A_Lady_Writing_-_Google_Art_Project.jpg">Wikimedia Commons / Google Art Project</a></span></figcaption></figure><p>En el siglo XVI, mucha gente en toda Europa, y también en España, adquirió la habilidad de leer y escribir. Esto se debió a diferentes causas. Los viajes a América o las guerras en Europa crearon la necesidad de comunicarse con quienes estaban lejos, y el desarrollo de la administración supuso un aumento de la burocracia. No solamente muchos hombres aprendieron a escribir, también bastantes mujeres lo hicieron. </p>
<h2>Las mujeres y la escritura</h2>
<p>Durante los siglos XVI y XVII, algunas personas advirtieron de los peligros de enseñar a escribir a las mujeres. Decían que si una mujer sabía escribir, podría ponerse en contacto con otras personas sin que lo supieran sus padres o su marido. Por ello, defendían que solo aprendiesen a leer. </p>
<p>Así opinaban <a href="https://dbe.rah.es/biografias/6996/gaspar-astete">Gaspar Astete</a>, en su <em>Tratado del gobierno de la familia y estado de viudas y doncellas</em> (1597), y Juan de la Cerda en su <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3971552"><em>Vida política de todos los estados de mujeres</em></a> (1599). </p>
<figure class="align-left zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/447847/original/file-20220222-21-qmwyuc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/447847/original/file-20220222-21-qmwyuc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/447847/original/file-20220222-21-qmwyuc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=851&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/447847/original/file-20220222-21-qmwyuc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=851&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/447847/original/file-20220222-21-qmwyuc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=851&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/447847/original/file-20220222-21-qmwyuc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1070&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/447847/original/file-20220222-21-qmwyuc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1070&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/447847/original/file-20220222-21-qmwyuc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1070&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Portada del libro ‘Vida politica de todos los estados de mugeres’ de Juan de la Cerda, 1599.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Juan_de_la_Cerda_(1599)_Vida_pol%C3%ADtica_de_todos_los_estados_de_mujeres.png">Wikimedia Commons</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p><a href="https://revistas.ucm.es/index.php/INGE/article/view/54733">Pedro Sánchez de Acre</a> es autor de una obra titulada <a href="https://www.cervantesvirtual.com/obra/arbol-de-consideracion-y-varia-doctrina-plantado-en-el-campo-fertilissimo-de-los-venerables-mysterios-de-la-semana-sancta-y-son-siete-consideraciones-principales-de-la-passion-del-redemptor/"><em>Árbol de consideración y vana doctrina</em></a> (1584). Cuando detalla las cualidades que debe buscar un hombre en la mujer con la que va a casarse, recomienda elegir “una muger que no sepa escribir, y aun no la devría desechar porque no supiesse leer”. Juan de la Cerda señala que “el escrebir ni es necesario ni lo querría ver en las mujeres; no porque ello de suyo sea malo, sino porque tienen la ocasión en las manos de escrebir billetes y responder a los que hombres livianos les envían”. </p>
<p>Estas ideas en contra de enseñar a escribir a las jóvenes tuvieron influencia en la educación de bastantes niñas, ya que llevaron a muchos padres a plantearse no enseñar a sus hijas a escribir. Sin embargo, otras niñas sí recibieron esta formación, y algunas mujeres aprendieron a escribir durante su vida adulta, al necesitar la escritura para sus tareas. </p>
<p>Naturalmente, la mayoría de las mujeres alfabetizadas en la infancia eran miembros de familias nobles o de alta posición social. Entre las clases bajas, el analfabetismo era lo más frecuente entre las mujeres y entre los hombres. Pero siempre hubo, en cualquier grupo social, más hombres que mujeres que eran capaces de escribir, y esto se dio en España desde el siglo XVI hasta el siglo XX. </p>
<h2>Diferencias entre hombres y mujeres</h2>
<p>Pero incluso entre quienes sabían escribir, no todo el mundo escribía de la misma manera. Quienes habían recibido una formación básica realizaban letras grandes y líneas torcidas, mientras que quienes tenían buena formación y escribían con frecuencia formaban trazos ágiles y rápidos. </p>
<p>Los usos gráficos, es decir, las letras y signos utilizados para la escritura, eran también muy diferentes entre unas personas y otras. Igual que actualmente dominar la ortografía exige años de práctica y enseñanza, también en el pasado los modos de escribir más prestigiosos eran aprendidos con un profesor durante varios años. Quienes no tenían este tipo de aprendizaje utilizaban grafías diferentes, una puntuación más sencilla, un uso de mayúsculas menos desarrollado, etc. </p>
<p>Y al igual que siempre hubo, en cualquier grupo social, más hombres que mujeres que eran capaces de escribir, también se observa una diferencia entre cómo escriben los hombres y cómo escriben las mujeres: los hombres escriben mejor que las mujeres de su mismo grupo social. Vamos a ver varios ejemplos. </p>
<p><a href="https://www.cervantesvirtual.com/portales/fray_luis_de_leon/autor_apunte/">Fray Luis de León</a> (c1527-1591) y <a href="https://www.cervantesvirtual.com/portales/santa_teresa_de_jesus/autora_biografia/">Santa Teresa de Jesús</a> (1515-1582) fueron contemporáneos. Se conocieron y se admiraban. Tenían muchas cosas en común, pero no precisamente sus usos gráficos, como se comprueba en los documentos que escribieron. </p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/447846/original/file-20220222-17-17gr2t6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/447846/original/file-20220222-17-17gr2t6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/447846/original/file-20220222-17-17gr2t6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=826&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/447846/original/file-20220222-17-17gr2t6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=826&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/447846/original/file-20220222-17-17gr2t6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=826&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/447846/original/file-20220222-17-17gr2t6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1038&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/447846/original/file-20220222-17-17gr2t6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1038&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/447846/original/file-20220222-17-17gr2t6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1038&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">‘Santa Teresa de Jesús escribiendo’, por Antonio Palomino.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Antonio_Palomino._Santa_Teresa_de_Jes%C3%BAs_escribiendo.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Fray Luis, que tuvo una excelente formación, presenta una ortografía tradicional, que ya no se correspondía en ese momento a distinciones de sonido, pero que él había aprendido en el curso de su educación. </p>
<p>Por ejemplo, fray Luis escribe “dixo”, “dezir”, “fuerça”, “parece”, “deue”, “sabido”, “passa”, “assi”, “meses”, “an”, “hablo”. ¿Es que pronunciaba de diferente manera ç y z? No. ¿Diferenciaba la pronunciación de ss y de s? Tampoco. Entonces, ¿distinguía el sonido de x y j al hablar? La respuesta es también negativa. ¿Diferenciaría al hablar la b y la v? Probablemente no. Sin embargo, en su modo de escribir mantiene todas las distinciones gráficas. Esto es lo mismo que sucede ahora cuando alguien es capaz de escribir “hirsuto”, “exhaustividad” o “gerundio”, aunque la “h” no suene y “gerundio” podría escribirse también con j. ¿Por qué se sabe hacerlo? Porque se ha aprendido, como le sucedía a fray Luis de León.</p>
<p>En cambio, santa Teresa, en sus documentos autógrafos, escribe “llege” (llegué) y “gie” (guíe); “ablar”, “echo” y “olgado”; “traje” y “deje” (y no “traxe”, “dexe”); “diçe” (y no “dize”). En resumen, usa un sistema de escritura más cercano a su pronunciación y alejado de la ortografía tradicional. Además, da entrada en sus textos escritos a formas que muestran pronunciaciones menos prestigiosas como “anque” (y no “aunque”) o “perfición” (y no “perfección”). </p>
<h2>Siglos después</h2>
<p>Dando un gran salto temporal, encontramos un matrimonio a comienzos del siglo XIX que también presenta esta divergencia. Las cartas interceptadas durante la Guerra de la Independencia de <a href="https://www.cervantesvirtual.com/obras/autor/esteve-i-cervera-josep-1747-1820-66985">Josef Cervera</a>, prefecto de Málaga, y su mujer Librada son profundamente diferentes en trazo, ortografía y expresión. </p>
<p>Centrándonos en la grafía, el marido tiene ya usos casi actuales, como “dignase”, “exonerarme”, “concepto”, “exceso”, incluso el uso de tildes en los futuros (“será”). </p>
<p>En cambio, la grafía de Librada, la mujer, no es tan cercana a la norma ortográfica del momento, pues presenta muchos errores en el uso de b y v (“Sebilla”, “bea”, “aber”) y de h (“ace”, “ablas”, “hir”), al igual que problemas en la escritura de la vibrante múltiple (“Coreos”, “arasado”) y de la g y j (“degarlo”, “manegan”, “siges”).</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/447852/original/file-20220222-19-7nk47r.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/447852/original/file-20220222-19-7nk47r.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/447852/original/file-20220222-19-7nk47r.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=473&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/447852/original/file-20220222-19-7nk47r.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=473&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/447852/original/file-20220222-19-7nk47r.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=473&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/447852/original/file-20220222-19-7nk47r.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=594&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/447852/original/file-20220222-19-7nk47r.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=594&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/447852/original/file-20220222-19-7nk47r.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=594&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">‘Mujer escribiendo una carta’, por Albert Edelfelt, 1887.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="http://www.europeana.eu/es/item/2064116/Museu_ProvidedCHO_Nationalmuseum__Sweden_19713">Nationalmuseum, Suecia</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Esta diferente habilidad en la escritura era algo socialmente conocido y, en parte, aceptado. Damos dos ejemplos. En la <a href="https://www.rae.es/obras-academicas/obras-literarias-e-historicas/ortografia-de-la-lengua-castellana">primera Ortografía de la RAE</a>, de 1741, se afirma que separar al escribir las sílabas de las palabras es “defecto comun en las mugeres, y algo usado en los poco doctos”. </p>
<p>Por otra parte, en una carta de 1787, María Antonia del Pulgar, una noble, le comenta a su suegro “el escrúpalo con que siempre he quedado de que V. pueda entender lo que le escrivo tan sin atadero, pues yo no gasto la menor ortografía, porque, aunque mi amado papá quiso que la aprendiese, se ha ido quedando así, y últimamente me dijo que sentía que hubiese llegado el caso de que yo escriviese sin sentido por no haberme acostumbrado, pero que ya no tenía remedio por haora, y que en una mujer no era tan reparable”. </p>
<p>En resumen, de los siglos XVI al XIX las diferencias en la educación de hombres y mujeres se advertían no solamente en el mayor porcentaje de analfabetismo entre las mujeres, sino también en la escritura de las mujeres y hombres que sabían escribir. Esto puede comprobarse comparando textos de mujeres y de hombres del mismo grupo social. </p>
<p>Las críticas a la escritura de mujeres, en el siglo XVI y XVII, atacan su mala letra, y desde el siglo XVIII se centran en su incorrecta ortografía. Sin embargo, incluso tan tempranamente como en el siglo XVI, se comprueba que hay bastantes diferencias entre la ortografía de los hombres de grupos sociales elevados y la de las mujeres de estos grupos que saben escribir.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/168675/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Belén Almeida Cabrejas recibe fondos de Ministerio de Economía, Industria y Competitividad (Proyecto Corpus de documentos españoles anteriores a 1900 (CODEA+ 2020), FFI2017-82770-P).
</span></em></p>Durante los siglos XVI y XVII, algunas personas advirtieron de los peligros de enseñar a escribir a las mujeres, porque podrían ponerse en contacto con otras personas sin que lo supieran sus padres o su marido.Belén Almeida Cabrejas, Profesora de Lengua Española , Universidad de AlcaláLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1692962021-11-23T20:59:18Z2021-11-23T20:59:18ZCrítica cultural, el recetario de la modernidad<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/426425/original/file-20211014-23-1oiathv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=7%2C1%2C1191%2C776&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Tertulia de escritores en el Café Martinho da Arcada, Lisboa, en 1928. Entre los presentes, Raul Leal, António Botto, Augusto Ferreira Gomes y Fernando Pessoa.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Martinho_Pessoa_Botto_1928.jpg">Wikimedia Commons</a></span></figcaption></figure><p>En la sociedad actual, un número cada vez mayor de personas escribe de manera regular. Solo es necesario echar un vistazo alrededor para darse cuenta de la gran proliferación de autoediciones con las que los autores noveles tratan de alcanzar cierta popularidad y dar salida a sus trabajos de creación. En este sentido, los obstáculos que debemos superar para ser leídos y publicados por los grandes sellos editoriales o por editoriales más pequeñas o independientes son numerosos, y la autopublicación o la escritura en internet a través de múltiples y variados blogs parece ser, en muchas ocasiones, la única vía. </p>
<p>En este contexto, resulta cada vez más imprescindible la figura del crítico que asuma la función de orientar y guiar al lector según sus gustos, intereses y sensibilidad. El aluvión de libros que, con mayor o menor ambición literaria, se ocupan de describir las preocupaciones de nuestro tiempo es tan abrumador que es necesario disponer de una guía que pueda orientar tanto al lector más avezado como al menos habituado en el arte de la lectura. </p>
<p>Esta capacidad para discernir, aptitud a la que <a href="https://www.circulobellasartes.com/biografia/pierre-bourdieu/">Bourdieu</a> aludía en su libro clásico <em><a href="https://es.m.wikipedia.org/wiki/La_distinction._Critique_sociale_du_jugement">La distinción</a></em> (1979) para referirse a los gustos estéticos en relación con los estilos de vida de cada individuo, está en el origen de la crítica literaria, de arte y cinematográfica, que es el objeto de las líneas que siguen y del <a href="https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/14780038.2020.1723308">artículo</a> publicado en <em>Cultural and Social History</em>.</p>
<h2>Orígenes de la crítica</h2>
<p>En el primer tercio del siglo XX, la crítica literaria empezó a institucionalizarse, en parte como resultado de la necesidad de acompañar a un mercado editorial en evidente crecimiento y de un público lector cada vez más alfabetizado que a su vez quería acceder a las literaturas de otras latitudes. Así, aparecieron colecciones de traducciones, nuevos géneros (la novela rosa, la novela policíaca) y nuevos lectores (el público femenino o el infantil) y las revistas y publicaciones periódicas acogieron en su seno una crítica literaria cada vez más especializada. </p>
<p>Este crecimiento se debió también a la nueva escena política, social, económica y cultural que surgió después de la Primera Guerra Mundial, un momento en el que muchos actores, tanto de la esfera pública como privada, fueron conscientes del poder de la cultura y la educación como una herramienta de valor incalculable para promover la paz y fortalecer los lazos que se habían truncado después de la gran Guerra europea. </p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/432836/original/file-20211119-25-hrhc7m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/432836/original/file-20211119-25-hrhc7m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/432836/original/file-20211119-25-hrhc7m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=892&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/432836/original/file-20211119-25-hrhc7m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=892&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/432836/original/file-20211119-25-hrhc7m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=892&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/432836/original/file-20211119-25-hrhc7m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1121&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/432836/original/file-20211119-25-hrhc7m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1121&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/432836/original/file-20211119-25-hrhc7m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1121&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Retrato de la periodista, escritora y traductora Carmen de Burgos y Seguí.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.m.wikimedia.org/wiki/File:Carmen_de_Burgos_y_Segu%C3%AD.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Esta conciencia favoreció la emergente profesionalización de nuevos oficios como el del traductor o el del crítico, pero también redefinió antiguas profesiones intelectuales y posibilitó la creación de asociaciones y sociedades profesionales, a la vez que regulaba los derechos de los escritores, editores, traductores y críticos por lo que respecta a la circulación de su obra. </p>
<p>Esta profesionalización de la crítica literaria no sólo se estableció en el contexto de los Estados-nación, sino que también se gestó en las relaciones que muchos de estos profesionales establecieron más allá de las fronteras nacionales, colaborando con revistas de otros países europeos o del otro lado del Atlántico. De hecho, los intercambios transfronterizos desempeñaron un papel importante en la difusión de la práctica laboral y del surgimiento de una ética de la profesión que ya se había iniciado en 1886 con la <a href="https://www.wipo.int/treaties/es/ip/berne/index.html">Convención de Berna para la protección de las obras literarias y artísticas</a>. </p>
<h2>Especialización e institucionalización</h2>
<p>En muchos países, el periodismo y la crítica literaria fueron vistos como signos de desarrollo y modernidad. La especialización y división del trabajo intelectual, por un lado, y la institucionalización, por el otro, fueron dos aspectos clave de este proceso de modernización. </p>
<p>La especialización se manifestó a través del interés y disposición de las revistas literarias para explorar culturas extranjeras e incluir en sus páginas secciones de crítica literaria, artística o cinematográfica. En el caso de la literatura, la traducción ocupó un lugar muy destacado en algunas de estas publicaciones y se crearon secciones de literatura francesa, alemana, rusa, italiana, o angloamericana que se fueron ampliando para dar cabida a otras literaturas más alejadas. </p>
<figure class="align-left zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/432838/original/file-20211119-25-1d8rkms.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/432838/original/file-20211119-25-1d8rkms.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/432838/original/file-20211119-25-1d8rkms.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=725&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/432838/original/file-20211119-25-1d8rkms.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=725&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/432838/original/file-20211119-25-1d8rkms.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=725&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/432838/original/file-20211119-25-1d8rkms.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=911&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/432838/original/file-20211119-25-1d8rkms.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=911&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/432838/original/file-20211119-25-1d8rkms.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=911&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Cochero leyendo el periódico durante un descanso. Viena, entre 1905 y 1914.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.m.wikimedia.org/wiki/File:Emil_Mayer_036.jpg">Emil Mayer / Wikimedia Commons</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Con el tiempo, surgió una ética profesional por parte de los críticos y el proceso de institucionalización de su oficio propició distintos intentos para organizarse en asociaciones, sociedades u organismos profesionales, a la vez que convocaban premios literarios que prestigiaban la profesión (lo que James F. English ha denominado la “<a href="https://www.hup.harvard.edu/catalog.php?isbn=9780674030435">economía del prestigio</a>”) y legitimaban la autoridad de sus orientaciones. Su capital simbólico y su posición dentro del campo literario, así como su papel de <a href="https://www.academia.edu/45619841/Catalu%C3%B1a_ante_Espa%C3%B1a_Joan_Estelrich_Ernesto_Gim%C3%A9nez_Caballero_y_la_Politizaci%C3%B3n_del_Escritor">profetas o especialistas</a> de su ámbito fueron también factores fundamentales.</p>
<p>Por supuesto, este nuevo modo de organizar <a href="https://www.routledge.com/The-Rise-of-Professional-Society-England-Since-1880/Perkin-Perkin/p/book/9780415301787">la división del trabajo</a>
y <a href="https://www.cairn.info/revue-le-mouvement-social-2006-1-page-3.htm">las profesiones intelectuales</a> tuvo también sus efectos en la capacitación de nuevos lectores y en la captación de consumidores de nuevos productos culturales, que el mercado editorial en desarrollo había puesto a disposición.</p>
<h2>Creación de un nuevo gusto literario</h2>
<p><a href="https://www.cairn.info/revue-mil-neuf-cent-2008-1-page-7.htm">La crítica</a> estableció las bases del gusto literario de un segmento variado de lectores que fueron construyendo también su propio criterio y definiendo algunos parámetros para elegir y juzgar un libro o un nuevo género. </p>
<p>De hecho, la mayoría de críticos literarios del período de entreguerras fueron agentes comprometidos con el poder de la cultura y trataron de promover textos de calidad en sus escritos y ensayos periodísticos. Su objetivo era lograr el reconocimiento nacional e internacional, no solo para ser apreciados por sus iguales, sino también por los lectores más experimentados y por el grueso de nuevos lectores que el cambio de siglo empezó a vislumbrar. </p>
<p>Esto se evidencia en <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5191094">los modelos de crítica literaria</a> que empezaron a circular entre los países europeos, pero también en Estados Unidos y América Latina (un modelo de crítica constructiva, pedagógica y educativa, de corte francés en algunos casos, etc.), así como en los diversos contenidos y formatos que empezaron a diseminarse en relación con la crítica. Estos contenidos y formatos apelaron a un objetivo educativo y de creación de un gusto lector, así como a una evidente voluntad de visibilizar la literatura nacional, pero incluyendo también la literatura extranjera como signo de modernidad. </p>
<p>Si bien la crítica literaria se convirtió en una actividad económica e intelectual, la mayoría de críticos literarios no priorizaron el rédito económico sobre la calidad, a pesar de que tomaron en cuenta las demandas literarias de los lectores y la aparición de productos de masas que contaban con grupos de consumidores específicos, como es el caso de las mujeres en relación con la novela sentimental, por ejemplo. </p>
<h2>Compromiso con la cultura y la educación</h2>
<p>Ninguna de las revistas literarias estudiadas en el artículo de <em>Cultural and Social History</em> encaja por completo en la etiqueta de cultura de masas, en el sentido en el que muchas de estas revistas gozaban de un público más cultivado. Sin embargo, no fueron ajenas a la popularización de la literatura y trataron de reflexionar sobre la literatura más elevada, pero también la comercial con el propósito de atender cuestiones sociales tan relevantes como la educación de las mujeres o la orientación de consumidores menos familiarizados con la lectura. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/432825/original/file-20211119-26-1565nmn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/432825/original/file-20211119-26-1565nmn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/432825/original/file-20211119-26-1565nmn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=461&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/432825/original/file-20211119-26-1565nmn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=461&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/432825/original/file-20211119-26-1565nmn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=461&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/432825/original/file-20211119-26-1565nmn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=579&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/432825/original/file-20211119-26-1565nmn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=579&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/432825/original/file-20211119-26-1565nmn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=579&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Mujeres leyendo en la biblioteca parisina Marguerite-Durand,1935-1936.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Bibliothèque Marguerite-Duran</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>De hecho, el compromiso de las revistas literarias con la educación estaba vinculado a su objetivo de impulsar la modernidad y el progreso y la crítica literaria fue considerada como un proyecto colectivo transnacional que se desarrolló <a href="https://philpapers.org/rec/JABEAR">entre la democratización y la profesionalización</a> de la literatura a uno y otro lado del Atlántico. </p>
<p>En este sentido, la actividad cultural aparentemente menor de algunos países del sur de Europa se interpretó como un signo de subdesarrollo, y las revistas literarias y culturales, microcosmos de la modernidad, se propusieron llenar ese vacío convirtiéndose en espacios para el debate y la reflexión sobre las novedades literarias de las culturas modernas. Importando la producción literaria extranjera y exportando la nacional, las revistas también contribuyeron a vigorizar la vida cultural de sus países de origen y permitieron el avance del mercado editorial y el desarrollo de la lectura. </p>
<hr>
<p><em>Una <a href="https://in3.blogs.uoc.edu/the-transnational-professionalization-of-european-literary-criticism-during-the-interwar-period/">versión de este artículo</a> se publicó en inglés en <a href="https://in3.blogs.uoc.edu/">el blog</a> del IN3 de la Universitat Oberta de Catalunya.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/169296/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Diana Roig Sanz recibe fondos del European Research Council.</span></em></p>Cada vez más personas quieren escribir un libro. Por eso, es imprescindible la figura del crítico literario, una profesión que se comenzó a desarrollar especialmente tras la Primera Guerra Mundial.Diana Roig Sanz, Investigadora profesora ICREA y ERC Starting Grant (Estudios literarios globales, sociología de la traducción, humanidades digitales), UOC - Universitat Oberta de CatalunyaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1564072021-04-15T18:29:04Z2021-04-15T18:29:04ZCómo enseñar a escribir bien a los universitarios<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/395263/original/file-20210415-18-1cflxxc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=8%2C0%2C5597%2C1857&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/young-female-college-student-chemistry-class-1289569315">Shutterstock / ABO PHOTOGRAPHY</a></span></figcaption></figure><p>“Los estudiantes universitarios españoles no saben escribir”. Este es un mantra que todos los docentes hemos escuchado alguna vez. Este problema, lejos de ser baladí, puede tener importantes repercusiones tanto personales como sociales. No saber escribir puede limitar la inserción laboral de los estudiantes y la proyección internacional de España en espacios en los que la escritura académica y disciplinar es una competencia esencial. </p>
<p>Cualquier individuo debe ser capaz de comunicarse con su comunidad profesional componiendo y leyendo textos propios de la misma. ¿Imaginan un juez que no sabe redactar sentencias o un médico que no sabe hacer un informe? Por tanto, para formar buenos profesionales, hemos de enseñar a los estudiantes a escribir en su disciplina.</p>
<p>En la Universidad española, salvo algún caso aislado, no existen procedimientos reglados para introducir a los estudiantes en la escritura académica. <a href="https://uamx.uam.es/courses/course-v1:UAMx+CentroEscritura+01/about">Centros de escritura</a> en alguna universidad, proyectos de innovación docente, <a href="https://ojs.uv.es/index.php/attic/article/view/3888">como el que llevamos a cabo hace algunos años en el grado en Logopedia de la UCLM</a>, y algún grupo de investigación centrado en la escritura académica, poco más. Sin embargo, en los países anglosajones existe una extensa tradición de formación en composición escrita en la Universidad. </p>
<h2>¿Qué es el movimiento WAC?</h2>
<p>El movimiento WAC en Estados Unidos (<a href="https://wac.colostate.edu/resources/wac/intro/"><em>Writting Across the Curriculum</em></a> o <em>Escritura a través del Currículum</em>), que surge unido a la creación de los departamentos universitarios de finales del siglo XIX, es un movimiento pedagógico que ha permeado todo el sistema universitario de habla inglesa. </p>
<p>Este movimiento tiene, entre otras misiones, ofrecer recursos para fomentar la formación en escritura académica. Los recursos que se ofrecen van desde cursos iniciales, tutorías personalizadas para mejorar los textos, apoyo para la introducción de la escritura en el diseño de asignaturas de las diferentes disciplinas, etc. </p>
<p>Para que algo parecido sucediese en España, tendrían que pasar dos cosas. </p>
<p>En primer lugar, debería cambiar el concepto que tenemos acerca del lenguaje escrito y de su enseñanza. </p>
<p>En segundo lugar, las universidades deberían invertir en la creación de centros de escritura académica dedicados a asesorar a los estudiantes para mejorar sus competencias de composición de textos académicos y al profesorado para enseñar a escribir en las diversas disciplinas. </p>
<p>La forma más extendida y popular de comprender la competencia de composición escrita es la de verla como una habilidad para transcribir la lengua oral a un código visible. Si sabe hablar, sabe escribir. Bastaría aderezar estas competencias básicas con el conocimiento de unas cuantas estructuras textuales que los estudiantes suelen estudiar en los libros de texto de primaria y secundaria.</p>
<p>Pero lo cierto es que la escritura en ámbitos profesionales y académicos supone la puesta en marcha de procesos expertos que rara vez aprendemos en el ámbito educativo. Hacer explícitos estos procesos de pensamiento, como la planificación, la revisión y la edición, así como los procedimientos implicados en la composición de los géneros textuales propios de la comunidad disciplinar a la que pertenecemos es esencial para abordar de manera exitosa la enseñanza de la composición escrita. </p>
<p>No basta con leer mucho, como se afirma hasta la saciedad en distintos foros educativos. <a href="https://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/carabela/pdf/46/46_075.pdf">Para aprender a escribir, hay que escribir</a>. </p>
<h2>Procedimientos para aprender</h2>
<p>En mis asignaturas uso distintos procedimientos para abordar la enseñanza de la competencia de escritura en los diferentes cursos. En los primeros prefiero trabajar la composición de textos cortos pero bien escritos. Mi objetivo principal es que se enfrenten al folio en blanco y que escriban a partir de lo que aprenden en clase sin copiar de otras fuentes. Es importante evitar que acudan rápidamente a internet para copiar y pegar lo que encuentren por allí. Para ello, debemos diseñar tareas que no se puedan resolver acudiendo al <a href="https://www.rincondelvago.com/">Rincón del Vago</a>. </p>
<p>Por tanto, en estas tareas les pido que reflexionen sobre un tema concreto (como por ejemplo, qué aporta la Psicología de la Educación a la Logopedia) y les pongo límite de palabras, que en estos ejercicios suele ser de 500 a 700. </p>
<p>También les planteo <a href="https://view.genial.ly/6034db5cdcc8890d906ed32f/horizontal-infographic-timeline-proyecto-redes-sociales">tareas relacionadas con las redes sociales</a>, en las que tienen que poner en marcha procesos de planificación para elaborar contenidos de cuentas profesionales. Aquí aprovecho su conocimiento de las redes para que lo apliquen a la generación de contenido profesional. </p>
<p>En segundo curso, abordo la escritura de textos más complejos, como la escritura de monográficos. Cuando se plantean este tipo de tareas, las instrucciones suelen limitarse a sugerir un tema o dejar que ellos lo elijan y corregir lo que nos entregan (que suele ser, en su mayor parte, un corta y pega de distintos textos encontrados por internet). </p>
<h2>Las 3 fases del proceso</h2>
<p>Para evitar esto, <a href="http://blog.uclm.es/beatrizmartin/ensenanza-de-tecnicas-de-documentacion-y-escritura-academica/">planteo un proceso por fases</a> que se asemeja a los procedimientos que seguiría un escritor experto en el ámbito de la escritura académica:</p>
<ol>
<li><p>En la <strong>fase de documentación</strong> el alumnado tiene que buscar información sobre el tema elegido. Esta búsqueda se debe de realizar en un buscador especializado o en una base de datos científica, eligiendo las palabras clave apropiadas. En esta fase, el estudiante tiene que seleccionar tres artículos científicos que le servirán para desarrollar su texto. </p></li>
<li><p><strong>En la segunda fase, la de elaboración de un borrador</strong>, ofrezco a los estudiantes una estructura argumentativa para guiar su composición. Este borrador es entregado y lo devuelvo con comentarios de revisión para que el estudiante lo mejore (también se puede usar la revisión interpares). </p></li>
<li><p><strong>En la última fase, la de edición</strong>, los estudiantes deben entregar la versión final de su texto. <a href="http://blog.uclm.es/beatrizmartin/influencia-de-la-aculturacion-en-el-desarrollo-de-adolescentes-inmigrantes-en-el-autoconcepto-y-diferencias-interculturales/">Aquí pueden leer</a> el texto final elaborado por una estudiante de 2º curso de Trabajo Social de la UCLM siguiendo este procedimiento. </p></li>
</ol>
<p>En los cursos más avanzados abordo formas textuales más complejas y propias de la comunidad académica, como el artículo de investigación. En mi asignatura de 4º en Logopedia, Psicopedagogía de la Lectura y la Escritura, llevamos ya cuatro cursos realizando una actividad en grupo que culmina con la publicación de una revista que recoge las investigaciones de los estudiantes. <a href="http://blog.uclm.es/beatrizmartin/logopedia-lectura-y-escritura-no3-enero-2019/">Aquí pueden leer</a> el procedimiento que sigo en esta tarea y sus artículos.</p>
<p>En definitiva, es importante que el sistema educativo asuma su papel en la enseñanza del uso avanzado del lenguaje escrito. Aprender a escribir es tan importante como aprender a hablar y nos facilita la proyección en ámbitos profesionales. </p>
<p>Por otra parte, para hacer ciencia es imprescindible saber comunicarla. Ha llegado el momento de dejar de ser autodidactas y afrontar la tarea de enseñar a escribir a las futuras y a los futuros científicos.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/156407/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Beatriz Martín del Campo no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La escritura en ámbitos profesionales y académicos supone la puesta en marcha de procesos expertos que rara vez aprendemos en el ámbito educativo. Documentarse, hacer un borrador y editar debrían ser tres aspectos que los estudiantes dominaran a la perfección.Beatriz Martín del Campo, Profesora Titular de Universidad. Psicología Evolutiva y de la Educación., Universidad de Castilla-La ManchaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1566952021-03-11T18:50:35Z2021-03-11T18:50:35ZEnseñar y aprender a escribir, un reto compartido<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/389122/original/file-20210311-17-i7kw19.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=8%2C17%2C5982%2C3970&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/high-school-college-students-studying-reading-770131126">Shutterstock / Joyseulay</a></span></figcaption></figure><p>Escribir es una actividad compleja y esta premisa se debe tener en cuenta en el proceso de enseñanza y aprendizaje de la escritura. La investigación sobre la didáctica de la composición escrita aporta evidencias sobre las dificultades de los aprendices cuando escriben y de los docentes cuando les acompañan en este reto, que debe ser <a href="http://hdl.handle.net/11162/105202">compartido</a>. </p>
<p>El objetivo, pues, consiste en identificar los obstáculos que aparecen durante el <a href="http://www.lecturayvida.fahce.unlp.edu.ar/numeros/a24n4/24_04_Camps.pdf">proceso de escritura</a> para que el <a href="https://doi.org/10.1002/trtr.1432">docente</a> pueda crear oportunidades de aprendizaje que permitan superarlos. En este sentido, enseñar a escribir debería contribuir al desarrollo cognoscitivo y personal de la persona que está aprendiendo a desarrollar esta <a href="https://octaedro.com/libro/la-palabra-compartida/">competencia</a>.</p>
<p>Asumimos, pues, que la escritura tiene múltiples dimensiones: es <a href="https://www.jowr.org/articles/vol7_3/JoWR_2016_vol7_nr3_Klein_Boscolo.pdf">epistémica</a> porque genera conocimiento, es decir, ayuda a organizar y elaborar nuevos significados; es metacognitiva porque implica autorregulación (mientras escribimos vamos pensando y tomando decisiones sobre lo que escribimos); es instrumental porque permite fijar el conocimiento que tenemos o estamos elaborando (y, dicho sea de paso, leer permite acceder a este conocimiento); y también es social porque vivimos en una cultura escrita y saber escribir es un requisito para participar activamente en nuestra comunidad. </p>
<h2>Es una competencia básica para la vida</h2>
<p>Todas estas características sustanciales a la escritura ratifican que se trata de una competencia básica, que aúna saberes, destrezas y actitudes para superar con éxito las demandas que la diversidad de contextos sociales exige a lo largo de la vida. Consiguientemente, la competencia escrita debe ser atendida, es decir, enseñada no solo en la educación obligatoria, sino a lo largo de la <a href="http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/99115">etapa vital</a> de una persona.</p>
<p>Desde el punto de vista de quien enseña, podríamos imaginarnos una <a href="https://mon.uvic.cat/udivulga/com-plantejar-tasques-per-aprendre-a-escriure/">analogía</a> entre el docente que enseña a escribir y el guía de montaña: en ambos casos, el objetivo es acompañar a quien se está introduciendo en esta práctica (la escritura / el senderismo) para compartir el interés por cultivar dicha práctica, para que el aprendiz no se desanime ante los primeros contratiempos y para que, con la ayuda adecuada, supere, paso a paso, los obstáculos que encontrará a lo largo del recorrido. </p>
<p>¿Verdad que el guía de montaña nunca dejaría solo al practicante en medio del camino? ¿Y que tampoco le animaría a subir a una cima si no viera que está preparado? ¿Y que le felicitaría una vez superado el reto? Pues el docente puede plantearse el acompañamiento siguiendo esta analogía.</p>
<h2>Reflexiones para quien enseña</h2>
<p>Además, quien enseña a escribir podría reflexionar sobre las cuatro siguientes preguntas: </p>
<ol>
<li><p>¿Qué concepción tengo (como docente) sobre la enseñanza y el aprendizaje de la escritura?</p></li>
<li><p>¿Cómo entienden los estudiantes el hecho de escribir y de aprender a escribir?</p></li>
<li><p>¿Por qué los estudiantes querrían aprender a escribir (mejor)?</p></li>
<li><p>¿Sus razones coinciden con mi empeño para enseñarles a escribir? </p></li>
</ol>
<p>La perspectiva docente también tendría que considerar las tres fases del proceso de escritura (planificación, textualización y revisión) planteadas por <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Modelo_cognitivo_de_Flower_y_Hayes">Flower y Hayes</a> hace más de cuatro décadas, y que múltiples <a href="https://www.guilford.com/books/Best-Practices-in-Writing-Instruction/Graham-MacArthur-Hebert/9781462537969">investigaciones</a> sobre la <a href="https://www.peterlang.com/view/title/61916">enseñanza</a> de la composición escrita se han ocupado de desarrollar en los últimos años.</p>
<p>Desde el punto de vista de quien aprende, la segunda y la tercera pregunta les interpelan directamente. En el marco de una asignatura sobre didáctica de la escritura incluida en una formación de profesorado de catalán para personas adultas, preguntamos a algunos aprendices sobre su relación con la escritura y sobre sus dificultades para mejorar esta competencia. </p>
<p>Sus respuestas, que forman parte de un <a href="https://doi.org/10.31009/resercle.2020.i1.03">trabajo</a> más amplio, muestran al menos dos de las características intrínsecas a la escritura: por un lado, la dimensión social (“la escritura es un medio que tengo para comunicarme”) y, por el otro, la epistémica (“es una manera de ordenarme las ideas”). </p>
<p>En cualquier caso, hay que subrayar el valor que los aprendices otorgan a la escritura, que no deja de ser un buen punto de partida para querer aprender a escribir (mejor), que es una de las preguntas que se formulaba anteriormente.</p>
<p>En cuanto a las dificultades para aprender a escribir (mejor), en el estudio mencionado hay respuestas que ilustran claramente la complejidad de este proceso, como, por ejemplo, la siguiente: “Muchas veces traslado directamente lo que pienso al papel y la profesora me dice que el texto no se entiende”. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/389124/original/file-20210311-18-12yocy8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/389124/original/file-20210311-18-12yocy8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/389124/original/file-20210311-18-12yocy8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=375&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/389124/original/file-20210311-18-12yocy8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=375&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/389124/original/file-20210311-18-12yocy8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=375&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/389124/original/file-20210311-18-12yocy8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=471&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/389124/original/file-20210311-18-12yocy8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=471&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/389124/original/file-20210311-18-12yocy8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=471&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption"></span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-vector/continuous-line-drawing-hand-pen-1205321302">Shutterstock / OneLineStock.com</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Convertir las ideas en un texto</h2>
<p>Esta reflexión es nuclear en el proceso de enseñar y aprender a escribir, porque implica tener en cuenta los modelos cognitivos de <a href="https://doi.org/10.1080/02103702.1992.10822332">Scardamalia y Bereiter</a>, según los cuales el docente debe acompañar al aprendiz para superar el modelo de “decir el conocimiento”, o sea, de verter las ideas a chorros en la hoja de papel, para ir adoptando el modelo de “transformar el conocimiento”, es decir, aprender a reformular las ideas para que se ajusten a la situación retórica y se conviertan en un texto escrito entendible para el lector.</p>
<p>En definitiva, enseñar y aprender a escribir es un proceso complejo, que necesariamente implica que ambas partes (quien enseña y quien aprende) participen activamente en este objetivo. </p>
<p>Se trata de un reto compartido en el que, retomando la analogía del guía de montaña, el docente sepa acompañar al aprendiz hasta que este se sienta seguro de subir solo a la cima de una montaña.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/156695/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Mariona Casas Deseuras no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La escritura es una competencia básica para la vida: ayuda a pensar, genera y fija conocimientos y nos permite participar activamente en la comunidad. Enseñar y aprender a escribir es un proceso complejo, que implica que quien enseña y quien aprende participen activamente en este objetivo.Mariona Casas Deseuras, Profesora de Didáctica del Lenguaje. Grupo de Investigación en Educación, Lenguaje y Literatura (GRELL), Universitat de Vic – Universitat Central de CatalunyaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1528512021-01-21T18:38:48Z2021-01-21T18:38:48ZLeer con devoción para escribir con corrección<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/379958/original/file-20210121-19-sdfk65.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=11%2C0%2C3954%2C2967&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/many-different-letters-close-1572538459">Shutterstock / Anna Zinchyn</a></span></figcaption></figure><p>Hagamos historia: algunas luces de esas que iluminaron el siglo XVIII debieron iluminar también a los académicos neoclásicos cuando la <a href="https://www.rae.es/sites/default/files/Ortografia_RAE_1741_reducida.pdf">Ortografía de la Academia de 1741</a> supuso un compendio sistematizado que regulaba, como lo hace hoy, la normativa ortográfica del español, elaborada entre la RAE y las academias correspondientes en Latinoamérica. De ahí su consideración de ortografía panhispánica. </p>
<p>Con dicha compilación se pretendió, y se sigue pretendiendo hoy, fijar las voces y vocablos de la lengua castellana con toda su propiedad, elegancia y pureza. Su lema <a href="http://desequilibros.blogspot.com/2011/03/limpia-fija-y-da-esplendor-por-que-este.html">“Limpia, fija y da esplendor”</a> continúa vigente en la actualidad.</p>
<p>Intelectuales de la talla del <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Benito_Jer%C3%B3nimo_Feij%C3%B3o_y_Montenegro">padre Benito Jerónimo Feijoó</a>, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Tom%C3%A1s_de_Iriarte">Tomás de Iriarte</a>, <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Gaspar_Melchor_de_Jovellanos">Melchor Gaspar de Jovellanos</a>, <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Cadalso">José Cadalso</a> o <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Leandro_Fern%C3%A1ndez_de_Morat%C3%ADn">Leandro Fernández de Moratín</a>, junto a importantes traductores como <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Alberto_Lista">Alberto Lista</a> y <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Marchena_Ruiz_de_Cueto">José Marchena</a>, entre otras figuras de gran relevancia, se vieron muy comprometidos y especialmente vinculados con la academia. </p>
<p>Esta institución, según el artículo primero de sus <a href="https://www.rae.es/sites/default/files/2020-07/Estatutos%20y%20reglamento_2014_Modificado_2020.pdf">estatutos</a>, tiene como misión principal velar por que los cambios que experimente la lengua española, en su constante adaptación a las necesidades de sus hablantes. También que no se quiebre la unidad que mantiene en todo el ámbito hispánico para conservar el genio y el alma propios del idioma –tal como ha ido consolidándose con el correr de los siglos– y establecer y difundir las normas y sus correcciones para contribuir a su esplendor.</p>
<h2>“Pero si mi hijo lee…”</h2>
<p>Es un lugar común escuchar: “Pero si mi hijo lee…”, como si la lectura fuera la panacea para la buena y “correcta” ortografía. Alguno de mis alumnos me ha llegado a espetar: “Pues Juan Ramón Jiménez escribía todo con jota”. Tal cual. Pero ocurre que no somos el poeta onubense.</p>
<p>Resulta difícil hacer que la propia naturaleza haga que unas personas lean y otras no. Incluso a que unas lean y también escriban de forma apasionada y artística y otras no. ¿Estamos entonces ante una disyuntiva fatalista? ¿Será que <a href="http://eprints.rclis.org/17537/1/ComunicaFinal-bloqueIII.pdf.">los hábitos familiares</a> influyen en estos comportamientos? No… O no solo. </p>
<p>Gusta de leer el que ha leído. Pero ¿por qué ha leído? Acaso por predisposición. ¿Y qué podríamos hacer para despertar el placer de leer entre quienes no han leído ni se sienten atraídos por la lectura? Existe un solo camino, aunque no garantiza el éxito: es el camino de la disciplina espiritual, el de la educación de la inteligencia y de los sentimientos.</p>
<p>Si tenemos en cuenta <a href="https://www.editoresmadrid.org/la-fgee-presenta-el-barometro-de-habitos-de-lectura-y-compra-de-libros-en-espana-2019/">los datos de la Federación del Gremio de Editores de España</a> constatamos que el 31,5 % de los españoles no lee y que el porcentaje de lectores en 2019 alcanzó un 68,7% de la población. También es interesante saber <a href="https://www.cervantes.es/sobre_instituto_cervantes/publicaciones_espanol/espanol_lengua_extranjera/saber_leer.htm">qué lee la población que lee</a>. </p>
<h2>Poca lectura y escasa escritura</h2>
<p>No son quimeras quijotescas las que vengo a proponer. Llevados por la utilidad pragmática, nos vemos abocados a la escasa lectura y poca escritura, académica y creativa, a pesar de que leyendo y escribiendo indagamos en los misterios del universo con una lengua que nos permite pensar y actuar fuera de los espacios cerrados de las ideologías políticas.</p>
<p>Por eso, hay que leer. ¿Pero qué? Desde mi punto de vista, animo a leer de todo. Así lo ratifico en la universidad: desde un prospecto farmacéutico a la caja de dentífrico; desde el orden del día de la comunidad de vecinos a los panfletos del metro; desde el anuncio luminoso metropolitano hasta los faldones televisivos. Y, por supuesto, libros en cualquiera de sus formatos. Leer y escribir. Leer y escribir para compartir experiencias, opiniones, ideas, anhelos, miedos e ilusiones…</p>
<p>Porque con las lenguas, ortográficamente correctas, va todo un mundo de ideas, sentimientos, tradiciones, historia… cultura, en una palabra. El español actual, lengua de gran extensión geográfica, que mantiene la unidad sistemática –gracias a la ortografía– en la infinita variación de sus realizaciones, llega al siglo XXI fortalecida en la convivencia fecunda desde las <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Riojano_precastellano">Glosas Riojanas</a>.</p>
<h2>La importancia de la ortografía</h2>
<p>Ahora bien, las palabras actuales adquieren significados y matices variables con lo que dan así origen a las tan frecuentes equivocaciones: el parapeto lo pone el escudo siempre protector de <a href="https://www.scielo.br/scielo.php?pid=S1413-85572012000200008&script=sci_abstract&tlng=es">una ortografía</a> garante de su sentido auténtico. La ortografía, pues, asegura una claridad de pensamiento, es decir, la estructura de una efectiva comunicación.</p>
<p>Hoy es muy frecuente sentirse obligado a responder a preguntas relativas a la ortografía: “¿Cuánto cuentan las faltas?” “¿Esto para qué sirve?” Son inquietud que plantean algunas personas próximas con las que charlamos y <a href="https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?pid=S0718-50062020000200143&script=sci_arttext">estudiantes poco proclives a la lengua</a>, a la literatura, e incluso a la cultura.</p>
<p>Escribir con corrección asegura una claridad de ideas necesaria para cualquier acto comunicativo. Más allá de los avances técnicos que internet nos proporciona para no cometer errores ortográficos, la ortografía facilita la preservación unitaria de una lengua a cuya evolución han contribuido millones de hablantes y que debemos dominar. </p>
<p>Un mensaje sin faltas de ortografía ayuda al receptor a comprender su contenido y a evitar ambigüedades y distorsiones, y de ahí una mala interpretación de las intenciones escritas. La ortografía supone nuestra tarjeta de presentación al otro sea quien sea.</p>
<p>Dice mucho de nosotros, más allá del ámbito académico o profesional; no importa si nuestra área poco o nada tiene que ver con lo que se denomina “letras” frente a números o ciencias. El ser humano es sociable y, como tal, necesita relacionarse en sociedad. Por eso debemos prevenir los deslices ortográficos, reflexionar antes de expresarnos de forma escrita, tomar conciencia de nuestro pensamiento y hacerlo llegar “limpio” a los demás, sin ruido ni confusiones.</p>
<p>Por eso, cuidemos la ortografía. Leamos y escribamos. Leer, siempre leer. Para vivir.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/152851/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>María Pilar Úcar Ventura no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Hay que leer, pero también saber leer. Y leer de todo para habituarnos a entender cualquier texto. Hay que leer para evitar cometer faltas de ortografía. Escribir con corrección asegura una claridad de ideas necesaria para cualquier acto comunicativo.María Pilar Úcar Ventura, Profesora adjunta de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales, Departamento de Traducción e Interpretación y Comunicación Multilingüe, Universidad Pontificia ComillasLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1495102020-12-10T19:00:35Z2020-12-10T19:00:35ZLos 10 falsos mitos sobre la dislexia<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/374207/original/file-20201210-13-13ksz5h.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=14%2C0%2C4977%2C3637&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/girl-dyslexia-school-image-1416657047">Shutterstock / Billion Photos</a></span></figcaption></figure><p>La <a href="https://dyslexiaida.org/">dislexia</a> es un <a href="https://www.uoc.edu/portal/es/news/entrevistes/2017/014-llorenc-andreu.html">trastorno</a> del neurodesarrollo que afecta al aprendizaje de la lectura y fundamentalmente a la velocidad y precisión lectora. <a href="https://plataformadislexia.org/la-dislexia-espana/">Uno de cada catorce niños</a> presenta este trastorno. </p>
<p>Por tanto, es muy frecuente en nuestras aulas. También es unos de los trastornos más conocidos por la sociedad en general. Sin embargo, hay un conjunto de mitos falsos sobre su naturaleza, características e intervención. Seguidamente vamos a repasarlos y a intentar dar un poco de luz sobre su certeza: </p>
<h2>1. De antecedentes familiares disléxicos, hijo disléxico</h2>
<p>Tener <a href="https://nepsin.es/dislexia-antecedentes-familiares/">antecedentes de familiares</a> no determina que el niño/a va a tener dislexia, pero sí que lo predispone. Por tanto, si un niño tiene antecedentes se le debe seguir desde el principio de Educación Infantil para poder detectar e intervenir lo antes posible.</p>
<h2>2. Si un niño es zurdo tiene más probabilidades de tener dislexia</h2>
<p>Antiguamente se pensaba que ser zurdo provocaba dificultades en la lectura y la escritura y durante muchos años se obligó a estos niños a escribir con la derecha. Esto ha generado un <a href="https://www.bbc.com/mundo/noticias-49331311">conjunto de mitos</a> que todavía se mantienen y que no tienen ningún fundamento científico. Ser zurdo no predispone a tener problemas de lectura. </p>
<h2>3. Si el niño confunde las palabras en espejo al leer y escribir es disléxico</h2>
<p><a href="https://delaevidenciaalaula.wordpress.com/2019/09/03/invertir-la-p-y-la-q-senal-de-dislexia/">Leer y escribir en espejo</a> lo hacen muchísimos niños en estadios iniciales del aprendizaje de la lectura pero, posteriormente, estos errores desaparecen. Hay, eso sí, algunos niños con dislexia que arrastran estos errores durante más tiempo, pero no todos lo hacen. Por tanto, este no es un marcador sobre tener dislexia, sino que lo es leer con lentitud y con errores que no son esperables para su edad.</p>
<h2>4. La dislexia no se manifiesta hasta los 7 años</h2>
<p>Hay una cierta tradición de esperar cuando un niño no aprende a leer al mismo ritmo que los compañeros de clase pensado que posteriormente evolucionará. Esta es una práctica totalmente desaconsejable. Lo importante no es el diagnóstico, sino la detección e intervención lo más temprana posible. No debemos esperar a que fracase y sí empezar a trabajar desde el primer signo de alerta.</p>
<h2>5. Un mal hábito de lectura puede provocar la dislexia</h2>
<p>La dislexia no se genera por una falta de hábito lector sino por un conjunto de variables. La raíz del problema es una predisposición genética que genera un déficit fonológico, pero este no es suficiente para explicar la heterogeneidad de las dificultades lectoras. Hay numerosos factores de riesgo a nivel biológico, cognitivo y ambiental. Por lo tanto, debemos <a href="http://www.ejerciciosdislexia.com/2017/01/consejos-fomentar-lectura.html">maximizar los efectos beneficiosos</a> que el ambiente puede aportar, como hacer un trabajo sistemático e intensivo en las escuelas y un hábito de lectura diario en casa.</p>
<h2>6. Es una enfermedad que con el tratamiento adecuado se cura</h2>
<p>La dislexia no es una enfermedad, es un <a href="http://transfer.rdi.uoc.edu/es/grupo/grupo-de-investigacin-en-cognicin-y-lenguaje">trastorno del aprendizaje</a> que no se cura, sino que mejora con una tratamiento adecuado. Muchos estudios han mostrado que <a href="http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:pR_eRefkx8AJ:revistaeducacioninclusiva.es/index.php/REI/article/download/284/265+&cd=1&hl=es&ct=clnk&gl=es&client=firefox-b-d">con una intervención temprana e intensiva</a> entre el 56 % y el 92 % de estos niños logran alcanzar el nivel de lectura promedio. Aunque hay diferentes grados de afectación, cuanto más tarde se haga esa intervención menor será el grado de mejora.</p>
<h2>7. Los niños con dislexia son vagos que no se esfuerzan para aprender a leer</h2>
<p>Este es un mito que se debe desterrar de las aulas. Los niños con dislexia no son vagos, sino que tienen muchas dificultades para leer. No hay ningún niño que no quiera aprender a leer bien. Lo importante es proporcionarle a cada uno las mejores estrategias y actividades para que pueda conseguir su máximo potencial.</p>
<h2>8. Los disléxicos tienen un cociente intelectual bajo</h2>
<p>Justamente un criterio para poder ser diagnosticado con dislexia es tener un cociente intelectual dentro de los parámetros de la normalidad. Por tanto, son <a href="https://noticiasdelaciencia.com/art/2719/la-dislexia-es-independiente-del-coeficiente-intelectual">niños con una inteligencia normal</a>, pero su dificultad reside justamente en una problemática concreta para automatizar la lectura. El gran reto para ellos es que en la escuela primero se aprende a leer y luego se aprende leyendo y si una de las principales herramientas de aprendizaje esta afectada, su rendimiento escolar también lo estará. </p>
<h2>9. Hay algunos métodos milagrosos que curan la dislexia</h2>
<p>Existen múltiples y variados métodos que prometen grandes resultados como la integración auditiva (Tomatis), la terapia visual (optometría), las lentes de colores o la integración sensorial. Los estudios científicos han mostrado que no producen mejoras en el rendimiento lector. La única intervención que se ha visto que es efectiva es la que se centra en el trabajo de las <a href="https://www.researchgate.net/profile/Maria_Soledad_Carrillo/publication/286833170_Exploration_of_phonological_abilities_in_dyslexic_children_Theory_and_practice/links/5afac69aaca272e7302a1939/Exploration-of-phonological-abilities-in-dyslexic-children-Theory-and-practice.pdf">habilidades fonológicas</a> (la conciencia fonológica y del principio alfabético) y <a href="https://www.ladislexia.net/ejercicios-para-mejorar-el-nivel-lector-de-ninos-dislexicos/">la práctica de la lectura</a>.</p>
<h2>10. Las personas con dislexia son más creativas y excelentes en otras áreas</h2>
<p>Lamentablemente no es así. Aunque hay muchos <a href="https://blog.changedyslexia.org/listado-de-famosos-con-dislexia/">listados de famosos con dislexia</a>, su genialidad no es consecuencia de tener este trastorno sino que, al ser muy frecuente, es normal que haya un gran número de personas, también famosas, que la tengan. Sin embargo, el dato esencial y con el que debemos quedarnos es que, aunque esas personas presentaban dislexia, esta no les impidió triunfar en sus respectivos campos. </p>
<p>Esperamos que la clarificación de estos mitos pueda ayudar a una <a href="https://ccuc.csuc.cat/search%7ES23*cat/a?Andreu+Barrachina%2C+Lloren%7Bu00E7%7D">mejor atención de las personas con problemas de lectura</a>, tanto para padres como para docentes.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/149510/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Llorenc Andreu Barrachina recibe fondos del Ministerio de Ciencia e Innovación (EDU2016-75368-P) y del Govern de Catalunya (2017SGR0387).</span></em></p>Ni confundir izquierda y derecha es un síntoma determinante de dislexia, ni los niños disléxicos tienen un cociente intelectual más bajo. Alrededor de este trastorno, que afecta a entre el 5 y el 10 % de la población, existen muchos mitos.Llorenç Andreu, Director del Máster Universitario de Dificultades del Aprendizaje y Trastornos del Lenguaje, UOC - Universitat Oberta de CatalunyaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1451312020-09-02T19:09:29Z2020-09-02T19:09:29ZLa dislexia y la discalculia se pueden detectar mucho antes de los 8 años<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/356122/original/file-20200902-22-wm8ttv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C258%2C4008%2C2404&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/little-boy-standing-near-school-blackboard-1431237290">Shutterstock / Valentina Perfilyeva</a></span></figcaption></figure><p>La reducción del fracaso escolar es uno de los objetivos más importantes del sistema educativo. Un alto porcentaje de este fracaso va ligado a las dificultades de aprendizaje (DEA). Entre ellas encontramos las relacionadas con la lectura, la escritura y el cálculo. </p>
<p>Las niñas y los niños con dislexia y discalculia son aprendices peculiares que necesitan una atención diferente y específica. Pero ¿cuándo ofrecer esta ayuda?</p>
<p>Tradicionalmente se definía la dislexia como esa incapacidad para aprender a leer que producía un retraso de dos años en las competencias lectoras con respecto a niños y niñas de la misma edad, a pesar de tener un nivel de inteligencia normal. </p>
<p>Partiendo de esta definición, y teniendo en cuenta que se empieza a leer aproximadamente a los 6 años, era difícil hablar de dislexia hasta los 8 años. Este criterio diagnóstico, llamado <a href="https://blog.uclm.es/beatrizmartin/el-criterio-de-discrepancia-en-el-diagnostico-de-la-dislexia/">criterio de discrepancia</a>, quizás nos esté haciendo perder un tiempo precioso para la intervención en las dificultades en la lengua escrita.</p>
<p>Actualmente, se sabe de la importancia de una detección temprana de las DEA. <a href="https://link.springer.com/article/10.1007/s00702-003-0014-x">Las características del cerebro de una persona con dislexia o con discalculia son diferentes desde el mismo momento del nacimiento</a>. Intervenir en las prácticas tempranas en las que los niños y niñas usan los números y las letras para hacer cosas puede ser de gran importancia para prevenir estas dificultades.</p>
<h2>Los predictores</h2>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/354953/original/file-20200826-14-zo1j07.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/354953/original/file-20200826-14-zo1j07.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/354953/original/file-20200826-14-zo1j07.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=798&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/354953/original/file-20200826-14-zo1j07.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=798&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/354953/original/file-20200826-14-zo1j07.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=798&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/354953/original/file-20200826-14-zo1j07.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1003&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/354953/original/file-20200826-14-zo1j07.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1003&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/354953/original/file-20200826-14-zo1j07.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1003&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Muestra de escritura inventada de un niño de 3 años.</span>
<span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Junto a estas líneas se ve un dibujo que hizo mi hijo pequeño cuando tenía 3 años. En la parte de arriba podemos ver cómo emplea ya la escritura para expresar sus inquietudes, a pesar de que todavía no ha sido sometido a un aprendizaje formal de la misma.</p>
<p>Un niño o niña con dislexia no realiza este tipo de producciones de manera espontánea, o lo hace con menos frecuencia o menos complejidad. Esto es lo que se llama “escritura inventada” y es uno de los mejores predictores de la futura competencia lectoescritora de un niño o niña. </p>
<p>Otros predictores importantes de la dislexia son la “conciencia fonológica” y la “velocidad de denominación”. La primera se refiere a la capacidad de reflexionar sobre los sonidos del habla y manipularlos a distintos niveles de complejidad (fonemas, sílabas, rimas, etc.), mientras que la “velocidad de denominación” hace referencia a lo rápido que es capaz el niño de decir el nombre de algo que se le muestra en una lámina, ya sea un objeto familiar, una letra, un dígito o un color. </p>
<p>En definitiva, si un niño no juega a escribir letras y números o tiene dificultades para comprender la rima o saber por qué letra empieza una palabra, puede ser que esté presentando dificultades para comprender cómo el alfabeto representa la lengua oral, o lo que llamamos “principio alfabético”. Si no hacemos nada antes de los 8 años, estos niños habrán perdido como mínimo 5 años de construcción significativa del conocimiento sobre el mundo impreso. </p>
<h2>¿Y las matemáticas?</h2>
<p>La discalculia se define como la dificultad en el aprendizaje y recuerdo de hechos aritméticos y la ejecución de cálculos, según <a href="https://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=ql0IErT7MyYC&oi=fnd&pg=PA357&dq=Brian+Butterworth+dislexia+y+discalculia&ots=thZOsr7cuI&sig=gVz_UqXVU6Ii-CTXivLEV-kT5T8#v=onepage&q&f=false">uno de los investigadores más importantes en este terreno</a>, Brian Butterworth. La discalculia se relaciona con la dificultad para manipular y reflexionar sobre conceptos abstractos relacionados con las cantidades. </p>
<p>Los niños y las niñas, desde que son muy pequeños, tienen habilidades para percibir las magnitudes. Son capaces, por ejemplo, de distinguir entre conjuntos de cosas en los que hay distinto número de elementos. Es lo que llamamos “sentido de la cantidad”. <a href="https://www.youtube.com/watch?v=7uh8FkR_4OU">Si a un bebé le ponemos delante de dos pantallas</a>, una que va presentando la misma cantidad de puntos, pero distribuidos de distinta forma y otra que va presentando cantidades cambiantes de puntos, el bebé mira más cantidad de tiempo a la segunda pantalla. Esto nos indica que percibe la cantidad y que este cambio le parece más interesante que el simple cambio en el orden de los puntos. </p>
<p>Esta sensibilidad a la cantidad, que se manifiesta al menos desde los 6 meses, recibe el nombre de “sentido numérico” y ha demostrado estar relacionada con el rendimiento escolar posterior en las matemáticas. Los niños y niñas que tienen mayor preferencia por la cantidad tienen un sentido numérico más fuerte y son, más adelante, mejores en matemáticas. </p>
<p>El sentido numérico permite al niño hacer cosas como distinguir entre conjuntos pequeños y hace posible el aprendizaje de los números como sistema de símbolos que representan las cantidades.</p>
<p>Uno de los índices que nos pueden dar pistas sobre un desarrollo matemático deficitario es el uso de estrategias primitivas para contar objetos a una edad relativamente avanzada. La logopeda Cecilia Yalj, en su trabajo de fin de grado presentado en el grado en Logopedia de la Universidad de Castilla-La Mancha, elaboró un <a href="https://www.youtube.com/watch?v=8ZY4z-G7-vo&t=2s">vídeo</a> explicando la forma en que podemos detectar las dificultades matemáticas basándonos en indicadores de este tipo. </p>
<figure>
<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/8ZY4z-G7-vo?wmode=transparent&start=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
<figcaption><span class="caption">Descripción sobre las causas, síntomas, predictores usados en la evaluación y tipo de intervención sobre la DISCALCULIA, por Cecilia Yalj.</span></figcaption>
</figure>
<h2>Antes de los 8 años</h2>
<p>En definitiva, podemos predecir mucho antes de los 8 años qué niños y niñas van a presentar, con mayor probabilidad, dificultades en competencias tan importantes como la lectura, la escritura y las matemáticas. </p>
<p>No tenemos por qué esperar al fallo: podemos empezar a trabajar de manera temprana interviniendo en habilidades que están a la base de estas competencias complejas.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/145131/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Beatriz Martín del Campo no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>¿Hay que esperar un diagnóstico de dislexia o discalculia para comenzar a intervenir? La respuesta es no. Desde edades muy tempranas se puede predecir si un niño o niña tendrá problemas con la lectura, la escritura y las matemáticas. Por eso, no espere demasiado.Beatriz Martín del Campo, Profesora Titular de Universidad. Psicología Evolutiva y de la Educación., Universidad de Castilla-La ManchaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1319492020-05-25T19:58:15Z2020-05-25T19:58:15Z¿Qué momento es el adecuado para enseñar a leer a un niño?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/335535/original/file-20200517-138624-161ml8u.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=6%2C0%2C4488%2C2999&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/little-boy-reading-book-on-floor-575895877"> Patryk Kosmider / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>La gravísima crisis que estamos padeciendo debido a la COVID-19 ha originado un cambio radical en el modelo docente, obligándonos a trabajar telemáticamente. Lógicamente, aún carecemos de información suficiente, pero este confinamiento tendrá sus consecuencias en los diferentes niveles educativos. </p>
<p>Sin duda, este estrés puede que se vea agudizado por la presión extra que tendrán muchas familias para que sus hijos se enfrenten a esas láminas de lectoescritura con las que suelen aprender.</p>
<p>Somos conscientes de que un niño con cuatro o cinco años, y en condiciones de normalidad, no es capaz de abordar la resolución de raíces cuadradas pero, en cambio, no tenemos ningún problema en asumir que un pequeño de esta edad tiene las habilidades necesarias para poder iniciarse en el aprendizaje de la lectoescritura como medio para acceder a otros aprendizajes. </p>
<p>Probablemente, este pensamiento esté basado en dos ideas muy extendidas: un niño aprende a leer cuando decodifica grafemas. Y, adelantando contenidos de aprendizaje, se mejora el rendimiento académico futuro de nuestras hijas e hijos. </p>
<p>En este contexto, focalizamos el aprendizaje de la lectura en automatizar la conversión grafema-fonema, obviando que es una competencia a desarrollar en la que importa el cómo y para qué, y pensamos que el aprendizaje lector precoz constituirá un elemento predictivo del éxito académico posterior. ¿Tenemos alguna evidencia científica de que esto sea así? Veamos.</p>
<h2>El estudio del cerebro nos da pistas</h2>
<p>En los últimos años, las <a href="https://posterng.netkey.at/esr/viewing/index.php?module=viewing_poster&task=viewsection&pi=111521&ti=362447&si=1146&searchkey">investigaciones</a> basadas en imágenes de resonancia magnética de la actividad cerebral nos está proporcionando <a href="https://www.neurologia.com/articulo/2008359">datos interesantes</a> sobre las principales redes neuronales implicadas en la lectura. Así, sabemos que hay diferentes áreas de la corteza cerebral <a href="https://journals.plos.org/plosbiology/article?id=10.1371/journal.pbio.2004103">implicadas en el proceso lector</a>, y corresponsables en la mecánica de transformar el grafema en fonema. </p>
<p>Estas investigaciones lo que nos señalan es que, en algunos casos, los circuitos sinápticos de estas áreas neurofuncionales todavía no están suficientemente formados para el inicio de la lectura con cinco o seis años. En consecuencia, al niño le costará leer, ya que no se han cumplido unos requisitos previos vinculados a la maduración neurológica. </p>
<p>El neurocientífico Paco Mora lo <a href="https://www.youtube.com/watch?v=d2Fud46xFPQ">describe muy gráficamente</a>: “Si eso no ocurre, se lee muy mal, o cuesta mucho, o hay que acudir a expandir los circuitos en otras áreas que cuestan sangre, que quiere decir castigo, que quiere decir malestar del niño al aprender”. </p>
<h2>¿Cuándo empezar, entonces?</h2>
<p>Si por aprender a leer nos centramos en la capacidad de decodificación, esta dependerá en gran medida de la madurez de esas áreas cerebrales que se encargan del reconocimiento de los grafemas y su emparejamiento con los fonemas y del desarrollo de habilidades como el control del movimiento, coordinación y agilidad visual, adecuada oralidad o capacidad de escucha, entre otras.</p>
<p>Atendiendo a los datos anteriores, y a las diferencias en los ritmos evolutivos, parece ser que todavía hasta los siete u ocho años se estaría produciendo este proceso de maduración. </p>
<p>Por tanto, no deberían existir prisas curriculares por empezar con el aprendizaje de las reglas de conversión hasta el ciclo de Educación Primaria. Sin embargo, si entendemos el aprendizaje de la lectura como parte de una competencia, su aprendizaje necesitará de un contexto real en el que se reflexione sobre sus funciones y donde, sobre todo, se favorezca una actitud positiva hacia ella. Por aquí es por dónde deberíamos comenzar.</p>
<h2>¿Por qué se comienza a leer en infantil?</h2>
<p>La presencia de la lectura y el acercamiento a la literatura ya aparecen en los artículos legislativos y contenidos curriculares y escolares para el segundo ciclo de la Educación Infantil. Esta aproximación, en numerosas ocasiones, se plantea desde las premisas de una iniciación en el bloque de contenidos y desemboca en unos criterios de evaluación que entran frontalmente en conflicto con los objetivos del <a href="https://www.boe.es/eli/es/rd/2006/12/29/1630/con">Real Decreto 1630/2006</a>, que establece las enseñanzas mínimas del segundo ciclo de Educación Infantil.</p>
<p>Un estudio de opinión realizado por la <a href="http://www.waece.org/boletin/ultimo_boletin.php?ver=880&lang=es">Asociación Mundial de Educadores Infantiles AMEI-WAECE</a> ya alerta de la ‘preprimarización’ de este segundo ciclo de la Educación Infantil. Adelantar contenidos de aprendizaje responde a las exigencias curriculares y a las presiones sociales y familiares, y origina que los docentes den prioridad a unas <a href="https://delegaciomadrid.gencat.cat/ca/centre_cultural_llibreria_blanquerna/Activitat-cultural/actes/detalls/Presentacio-del-llibre-Que-hace-una-escuela-como-tu-en-un-siglo-como-este">áreas académicas más ‘valoradas’ socialmente</a> y no prioricen otras más centradas en emociones, habilidades y valores. </p>
<p>Además, el hecho de que se planteen como criterios de evaluación la lectura de letras, sílabas, palabras, oraciones y textos sencillos, comprendiendo lo leído, exige cualitativamente un salto muy difícil de entender, obviando lo que nos describen y señalan las investigaciones.</p>
<p>Por tanto, como hemos señalado anteriormente, forzar el aprendizaje de la lectura como decodificación en un niño cuando todavía determinadas áreas cerebrales no están preparadas, es decir, no hay una suficiente maduración neurobiológica, puede conllevar consecuencias negativas centradas en la autoestima y ausencia de motivación por el aprendizaje. </p>
<p>Finalmente, con esfuerzo, y ayudado con la innata plasticidad cerebral, el niño decodificará el mensaje, pero toda esta experiencia de aprendizaje de la lectura emocionalmente negativa podrá condicionar su aprendizaje y su actitud futura. </p>
<p>El objetivo de iniciar el aprendizaje de la lectura en Educación Infantil ha de centrarse en investigar el funcionamiento de la escritura y valorarla como instrumento de comunicación, información y disfrute. Para ello, el aprendizaje ha de construirse desde el acto social. A este respecto, <a href="https://hablemosdeneurociencia.com">la psicopedagoga Yolanda Cortés señala</a>: “Las letras y los números tienen que estar presentes en las aulas, lo que tenemos que hacer es cuidar el modo”.</p>
<h2>Quitar presión a las familias</h2>
<p>Ahora más que nunca debemos quitar presión a las familias sobre el aprendizaje de la decodificación de las letras y transmitirles que ofreciendo al niño o niña posibilidades de <a href="https://psycnet.apa.org/record/2003-02622-003">participación en la lectura</a>, mostrando las diferentes modalidades de intervención en ella, y siendo ejemplo de imitación, <a href="https://www.routledgehandbooks.com/pdf/doi/10.4324/9780203841495.ch3">también se aprende a leer</a>. </p>
<p>No hay mayor fracaso en el aprendizaje lector que el de un niño o niña de 5 años que rechaza la lectura porque la identifica exclusivamente con unas láminas de lectoescritura.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/131949/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Las familias se sienten presionadas en muchas ocasiones a la hora de enseñar a leer a sus hijos e hijas. Sin embargo, si la maduración neurobiológica no está en el momento justo para ello, las consecuencias pueden ser negativas para la autoestima y la motivación por aprender.Asier Romero Andonegi, Profesor Titular del Departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura de la UPV/EHU, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko UnibertsitateaAinara Romero Andonegui, Profesora adjunta del departamento de Didáctica y Organización Escolar , Universidad del País Vasco / Euskal Herriko UnibertsitateaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1352842020-04-16T19:57:28Z2020-04-16T19:57:28Z20 consejos sencillos para comunicar eficazmente en Internet<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/327797/original/file-20200414-117567-1n0itsl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=5%2C0%2C3876%2C2578&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/designer-drawing-website-development-wireframe-173967290"> Ronstik / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>El confinamiento por el coronavirus ha provocado que internet alcance cifras récord de <a href="https://www.expansion.com/economia-digital/companias/2020/03/17/5e70d4e0e5fdeadf0d8b4589.html">tráfico</a>. Es una situación en la que se escribe y lee más que nunca en la web. Cuando leemos <em>online</em>, queremos acceder rápidamente a la información concreta en la que estamos interesados. Pero lo que encontramos suelen ser textos demasiado extensos o literarios, no adaptados al medio.</p>
<p>En internet, y sobre una pantalla, la atención del lector se dispersa y la eficacia y compresión son más bajas. La velocidad de lectura <a href="https://www.nngroup.com/articles/concise-scannable-and-objective-how-to-write-for-the-web/">disminuye un 25%</a>. Los usuarios, en la práctica, sólo leen alrededor del 20% del texto de cada página. Y de lo que leen, sólo asimilan un <a href="https://www.nngroup.com/articles/how-little-do-users-read/">28%</a>.</p>
<p>El 80% de los usuarios “escanea” la página en busca pistas visuales para encontrar contenidos rápidamente. Cuando el contenido, es decir, el texto que leemos, es de calidad, ese sitio web no solo consigue un buen posicionamiento en los buscadores (<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Posicionamiento_en_buscadores">SEO: <em>Search Engine Optimization</em></a>), sino que obviamente genera confianza, satisfacción, y por ende, la fidelidad del lector.</p>
<h2>Cómo redactar en la red</h2>
<p>Escribir para la web es diferente de la escritura impresa tradicional; tiene sus propias reglas. El objetivo principal es proporcionar a los usuarios una información específica, concisa y legible. Los usuarios esperan que esta información sea fácil de encontrar, acceder y comprender, además de ser precisa, actualizada y creíble. La meta es hacer que el contenido sea efectivo, funcione y sea bueno.</p>
<p>Estos objetivos se alcanzan aplicando tan sólo dos reglas de oro:</p>
<ul>
<li>Haz el texto conciso.</li>
<li>Haz el texto escaneable.</li>
</ul>
<h2>Un texto conciso, claro y directo</h2>
<p>¿Qué significa hacer el texto conciso? En primer lugar, el texto debe ser breve, para que el esfuerzo que el lector deba realizar para comprenderlo sea mínimo. Se podría traducir como hacer los textos “tan largos como sea necesario” pero “tan cortos como sea posible”. Todo esto se puede hacer aplicando 10 buenas prácticas:</p>
<ol>
<li><p><strong>Conecte con el público y capte la atención de la audiencia potencial del sitio web</strong>. Es fundamental conocer a la audiencia. Hay que mantener la atención con una narración que enganche aplicando estos principios básicos (2-4):</p></li>
<li><p><strong>Pirámide invertida</strong>. Este principio proviene de las noticias en prensa: presente la información más importante al principio y estructure la historia ordenada de más a menos.</p></li>
<li><p><strong>Las 6 preguntas básicas</strong>. Toda historia debe contestar a: ¿<strong>QUÉ</strong> sucedió?, ¿<strong>QUIÉN</strong> participó?, ¿<strong>CUÁNDO</strong> sucedió?, ¿<strong>DÓNDE</strong> sucedió?, ¿<strong>POR QUÉ</strong> sucedió? y ¿<strong>CÓMO</strong> sucedió?. Traducido al mundo del negocio es ¿qué producto es?, ¿de qué está hecho?, ¿por qué lo debes comprar?, ¿cómo funciona o para qué sirve?, ¿cuándo y dónde puedo conseguirlo?</p></li>
<li><p><strong>Destaque los hechos. Evite el texto subjetivo</strong>. Muestre resultados, casos de estudio, estadísticas, opiniones de usuarios que sean representativas o reputadas, y demostraciones en vivo. </p>
<p>Ya lo dijo <a href="https://www.academia.edu/9103446/Ret%C3%B3rica_Arist%C3%B3teles_">Aristóteles</a> sobre la retórica y la persuasión: para mantener la credibilidad ante la audiencia (<em>ethos</em>) es importante ofrecer un equilibrio entre sus argumentos lógicos (<em>logos</em>) y emocionales (<em>pathos</em>). Cierta retórica es útil pero siempre debe estar fundamentada en verdades. Los engaños pasan factura y son difíciles de olvidar. La capacidad de persuasión consigue atrapar la atención y atraer nuevos usuarios, pero la fidelidad o permanencia sólo se consigue con contenidos realmente útiles.</p></li>
<li><p><strong>Use oraciones simples</strong> y estructuras gramaticales sencillas, de 15-20 palabras, para presentar las ideas de forma simple, clara y directa.</p></li>
<li><p><strong>Use la palabra más común y/o que tenga menos letras</strong>, cuando tenga varias opciones de palabras sinónimas.</p></li>
<li><p><strong>Elimine la jerga, acrónimos y palabras “oscuras”</strong> siempre que pueda, sobre todo si el público objetivo no es experto en ese campo.</p></li>
<li><p><strong>Use un lenguaje simple, activo y claro</strong>. Por ejemplo: en vez de: “Es importante tomar en consideración X, pues de lo contrario no funcionará…”, es mejor decir: “Para que funcione, considere…”.</p></li>
<li><p><strong>Evite descripciones subjetivas, y elimine el texto de instrucciones</strong>. Nadie las lee. Si son necesarias, deje solo las imprescindibles y básicas. Justo lo contrario de los informes prolijos pero ininteligibles de los políticos.</p></li>
<li><p><strong>Use expresiones temporales absolutas</strong>, con día y hora. La información permanece indefinidamente en la web y puede consultarse en cualquier lugar y momento. <strong>Evite expresiones relativas</strong> como “hace un rato”, “en breves momentos”, “el mes pasado”, etc. Son ambiguas y carentes de sentido sin el contexto temporal exacto.</p></li>
</ol>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/324414/original/file-20200331-65528-8j5jni.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/324414/original/file-20200331-65528-8j5jni.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/324414/original/file-20200331-65528-8j5jni.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=376&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/324414/original/file-20200331-65528-8j5jni.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=376&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/324414/original/file-20200331-65528-8j5jni.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=376&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/324414/original/file-20200331-65528-8j5jni.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=473&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/324414/original/file-20200331-65528-8j5jni.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=473&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/324414/original/file-20200331-65528-8j5jni.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=473&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Cómo hacer un texto Conciso, Claro y Directo.</span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Un texto escaneable</h2>
<p>¿Qué significa hacer el texto escaneable? El texto se debe editar y maquetar para que los usuarios encuentren fácilmente el contenido por el que están interesados. Los usuarios entran en un medio digital con un objetivo o interés específico. Para facilitar el recorrido o la exploración de una página web:</p>
<ol>
<li><p><strong>Divida el texto en párrafos cortos con sólo unas líneas</strong>, no más de 3-5 líneas de 40-70 palabras. Por supuesto, esta recomendación es por término medio: si algún trozo es más largo no pasa nada. En la web una frase es un párrafo excelente.</p></li>
<li><p><strong>Transmita una idea principal en cada uno de los micro-párrafos (o frase)</strong>. Los párrafos hacen resaltar visualmente los bloques de texto. Cada párrafo tiene el aspecto de un objeto diferente, existe una tendencia a suponer que cada nuevo párrafo ofrece un tema distinto.</p></li>
<li><p><strong>Comience cada párrafo con la información más relevante y útil</strong>. Las introducciones lentas funcionan bien sobre papel, pero en la web los usuarios son impacientes, quieren el tema ya, la idea auténtica y concreta.</p></li>
<li><p><strong>Use títulos y subtítulos para dividir el texto en temas</strong>. El texto denso genera rechazo en el usuario. Así se rompe la uniformidad del texto al tiempo que se estructura. Los títulos deben ser una frase que diga al lector lo que encontrará en los párrafos que siguen. Pero no se debe abusar, es mejor no superar una subdivisión de más de 3 niveles. Es decir, puede haber un capítulo 1 y un capítulo 2, y un subcapítulo 1.1, 1.2 o 2.1 y 2.2, pero no superar un subcapítulo 1.1.1.</p></li>
<li><p><strong>Resalte las oraciones o palabras más importantes</strong> para llamar la atención sobre las ideas que son cruciales. En <strong>negrita</strong>, pero nunca en <em>cursiva</em> o <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Subrayado">subrayado</a>. La <em>cursiva</em>, al inclinar el texto, resulta poco legible. Se debe reservar únicamente para títulos de referencias bibliográficas, voces en otros idiomas, nombre extranjeros o citas muy breves. Si la cita tiene más texto es mejor presentarla entre comillas. El <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Subrayado">subrayado</a> está completamente desaconsejado. Visualmente se confunde con un enlace web y, además, hace ilegibles algunas letras (‘j’, ‘g’ e ‘y’).</p></li>
<li><p><strong>Utilice listas con viñetas o numeradas</strong> para enumerar características, propiedades, pasos de un procedimiento o reglas. Las listas crean trozos de contenido que permiten una lectura no lineal. Separan y estructuran ideas y facilitan la búsqueda o el barrido/escaneado. También permiten contar el número de cosas que son relevantes. Como regla general las listas deben ir con topos. Use números sólo cuando el orden tenga importancia.</p></li>
<li><p><strong>Limite el número de elementos de las listas a 7</strong>, mucho mejor si son 5 (como ve, no predicamos con el ejemplo). La memoria a corto plazo (memoria operativa o <a href="https://www.oxfordscholarship.com/view/10.1093/acprof:oso/9780198528012.001.0001/acprof-9780198528012">memoria de trabajo</a>), que es la capacidad para mantener en mente de forma activa una pequeña cantidad de información, está limitada a la cifra de 7±2 elementos.</p></li>
<li><p><strong>Use números en lugar de nombres de números</strong>, así se facilita la lectura en pantalla. Los guarismos de hasta cuatro cifras se leen y comprenden fácilmente.</p></li>
<li><p><strong>No use grandes cifras con demasiados ceros</strong>, generan confusión y son difíciles de interpretar. Es más claro indicar primero el número y luego las palabras miles, millones, miles de millones y billones para reemplazar 3-6-9-12 ceros.</p></li>
<li><p><strong>Use los números romanos sólo para indicar el orden de papas, reyes y números de siglo</strong>. Los números romanos se forman con letras y cuesta primero determinar que es un número y luego calcular la cifra.</p></li>
</ol>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/324415/original/file-20200331-65503-r9mopw.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/324415/original/file-20200331-65503-r9mopw.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/324415/original/file-20200331-65503-r9mopw.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=328&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/324415/original/file-20200331-65503-r9mopw.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=328&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/324415/original/file-20200331-65503-r9mopw.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=328&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/324415/original/file-20200331-65503-r9mopw.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=413&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/324415/original/file-20200331-65503-r9mopw.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=413&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/324415/original/file-20200331-65503-r9mopw.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=413&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Cómo hacer un texto Escaneable.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Elaboración propia</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>En resumen</h2>
<p>El texto para la web debe ser fácil de entender, conciso, escaneable. No debe dejar ninguna incertidumbre en la mente del lector en la primera y más rápida lectura. Por supuesto, estas reglas son una generalización a aplicar sobre todo en textos informativos. En internet también existen contenidos que permiten mayor flexibilidad. Pero conviene tenerlas en cuenta siempre.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/135284/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Aunque dominemos la escritura formal, para transmitir nuestro mensaje en la red de manera eficaz necesitamos entender sus normas particulares. El lector ‘online’ necesita concisión y pistas visuales.Lina García-Cabrera, Profesora en el Departamento de Informática y miembro del Grupo de Sistemas Inteligentes basados en Análisis de Decisión Difuso, Universidad de JaénIldefonso Ruano Ruano, Profesor de Ingeniería Telemática en el Departamento de Ingeniería de Telecomunicación y miembro del Grupo de Robótica, Automática y Visión por Computador, Universidad de JaénJosé Ramón Balsas Almagro, Profesor de Lenguajes y Sistemas Informáticos en el Departamento de Ingeniería Informática de la Universidad de Jaén, Universidad de JaénLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1351382020-04-14T20:00:13Z2020-04-14T20:00:13Z¿Está enseñando a sus hijos a escribir? Pues empiece por una buena lectura<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/327495/original/file-20200413-130362-1ue3q6l.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C6409%2C4266&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/little-girl-father-enjoying-reading-book-456463723"> Ilkercelik / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>En un aula de segundo curso de Educación Primaria (7-8 años), antes del confinamiento, los alumnos estaban esforzándose para escribir una noticia a partir de la lectura de artículos de un periódico digital y otro en papel. Las niñas y los niños, sentados en parejas, discutían acerca de qué título poner y qué contenidos querían plasmar en su propio texto mientras consultaban, de vez en cuando, el ejemplo que el docente les había proporcionado. </p>
<p>Una niña, después de una calurosa discusión con su compañero, le dijo a su maestro: ¿Verdad que he escrito bien “gente”? (en la hoja donde escribían aparecía la palabra “jente”). El docente les preguntó si ambos estaban de acuerdo y, ante la respuesta dubitativa que dieron, les preguntó cómo podían asegurarse de que lo habían escrito correctamente. </p>
<p>El niño, entonces, recordó que en la noticia aparecía la palabra, releyeron parte de la misma y descubrieron cuál era la ortografía correcta, con la consiguiente satisfacción de haberlo logrado por sí mismos.</p>
<p>Este ejemplo, que puede parecer una mera anécdota, nos permite enfocar una idea que quizás resulte escasamente evidente. A escribir se aprende leyendo, y leyendo de forma consciente y reflexiva. </p>
<p>Así lo indica la investigación, tanto para aprender a escribir de manera ortográficamente correcta, como para poder atender y reproducir las características textuales propias de un determinado género, e incluso reproducir las formas que adopta el lenguaje escrito en un determinado ámbito de conocimiento. Vayamos por partes:</p>
<h2>¿Cómo resolvemos un problema ortográfico?</h2>
<p>Para las niñas y niños que se inician en el aprendizaje de la lectura y la escritura, reconocer y escribir su propio nombre se convierte en un hito extraordinario. Escribir todos los sonidos que integran una palabra les supone un reto <a href="http://www.lecturayvida.fahce.unlp.edu.ar/numeros/a12n3/12_03_Ferreiro.pdf">impresionante</a>, puesto que al hablar no separamos los sonidos que componen las palabras, sino que los <a href="http://www.lecturayvida.fahce.unlp.edu.ar/numeros/a19n3/19_03_Signorini.pdf">coarticulamos</a>. </p>
<p>Ser capaz de vincular los fonemas, que son sonidos con límites “borrosos”, con letras concretas les permitirá escribir palabras legibles. Ahora bien, cuando lo consigan, todavía les quedarán por dominar otros desafíos no menos complicados, como la ortografía. De hecho, y como se ha descrito en la anécdota del principio, aquello que nos permite tomar consciencia de las normas ortográficas son los textos escritos. </p>
<p>Si los adultos simplemente leyeran en voz alta a los niños y estos no tuvieran posibilidades de observar cómo se escriben las palabras, y leerlas, no podrían llegar a aprender el código escrito.</p>
<p>Además de la ortografía, leer textos diversos permite a los aprendices descubrir cómo se separan las palabras entre sí, puesto que el habla oral, en realidad, es continua. Es decir, el enunciado oral “¿Cómoestásestamañana?” lo pronunciamos de forma seguida, no separamos las palabras al hablar; <a href="http://www.lecturayvida.fahce.unlp.edu.ar/numeros/a12n3/12_03_Ferreiro.pdf">solo lo hacemos al escribir</a>. De ahí que a los aprendices les cueste encontrar los límites entre los vocablos cuando se inician en la escritura, y sea la lectura de textos y las reflexiones que les suscitan otras personas lo que les permite irlos delimitando.</p>
<h2>Escribir una solicitud de empleo, mejor con un ejemplo</h2>
<p>Leer es crucial para irse ajustando a las normas <a href="http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL005377.pdf">ortográficas y morfosintácticas</a> que gobiernan el escrito, pero también lo es para poder apropiarse de las características que presentan distintas tipologías textuales que encontramos en nuestra cotidianidad. </p>
<p>De forma similar a como se ilustra en el ejemplo que daba inicio a este artículo, escribir adecuadamente un <em>e-mail</em>, una noticia, una descripción o, en el caso de los adultos, una solicitud de empleo o una carta de motivación, depende, en gran medida, de disponer de ejemplos plausibles, de poder leerlos atentamente y de reescribirlos en función de nuestra necesidad. </p>
<p>Inventarse una noticia o escribir una solicitud de trabajo sin poder consultar la estructura, el tipo de lenguaje que resulta más adecuado en estos tipos de texto, e incluso las fórmulas canónicas concretas que se acostumbra a utilizar en los mismos, puede acabar conduciendo a un fracaso estrepitoso. La <a href="https://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=4&ved=2ahUKEwiR_oTWurjoAhUOAGMBHQLfCbQQFjADegQICxAB&url=https%3A%2F%2Fwww.oei.es%2Fhistorico%2Ffomentolectura%2Flenguaje_escrito_alfabetizacion_teberosky.pdf&usg=AOvVaw33qNN5DM5wuhMRH2DP0mlK">reescritura</a>, noción que implica escribir a partir de la lectura y el análisis de textos, resulta clave en numerosas situaciones, no solo de la vida académica o profesional, sino también de la social.</p>
<h2>Escribir en la universidad, siempre a partir de la lectura</h2>
<p>Incluso en el contexto universitario, la reescritura, a partir de la lectura, es esencial para aprender a escribir académicamente o epistémicamente. Cada disciplina tiene su forma particular de <a href="http://www.saber.ula.ve/bitstream/handle/123456789/16457/leer_universidad.pdf;jsessionid=7C42A8F1B0E0D8A564DAF9345EF796D8?sequence=1">estructurar y presentar</a> los conocimientos que va elaborando. </p>
<p>Las maneras concretas de transmitir por escrito el saber científico son propias de cada ámbito: en historia se narran sucesos y se enlazan causas y consecuencias; en física y química se barajan hipótesis que se refutan o se confirman mediante pruebas o estudios con variables específicas… Los estudiantes, además de aprender el vocabulario específico de cada disciplina, deben modular su escritura para ajustarla a los cánones que presentan los documentos escritos en el dominio de conocimiento que corresponda. Es decir, que deben <a href="https://www.aacademica.org/paula.carlino/3">alfabetizarse académicamente</a>, leer textos para comprender, no solo el conocimiento, sino también cómo dicho conocimiento se organiza y se transmite mediante la escritura.</p>
<h2>Que nos lean sí, pero…</h2>
<p>Sin lugar a dudas, que nos lean cuando somos pequeños o incluso mayores es una vía importante para el goce y el placer por la lectura. También porque se ha demostrado que todo lo que se ha leído a los niños hasta los 5 años <a href="https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/02103702.1990.10822255">predice su éxito (o fracaso)</a> en la escolaridad futura. </p>
<p>Ahora bien, que nos lean o <a href="https://theconversation.com/audiolibros-o-humanos-quien-ayuda-a-desarrollar-mejor-la-comprension-lectora-infantil-132629">escuchar audiolibros</a> sin poder observar el texto que nos leen, a pesar de que nos ayude a familiarizarnos con el lenguaje escrito, no nos ofrece pistas de cómo escribir correctamente, ni nos permite reflexionar acerca de cómo está organizado el texto. </p>
<p>En cambio, la lectura, ya sea individual o conjunta con otras personas, pudiendo visualizar y seguir el texto, nos acerca a conocer con detalle cómo se escribe y cómo son las diversas y distintas escrituras que se pueden realizar. Visualizar cómo se escriben los textos, desmenuzándolos a través de la discusión con otros, <a href="https://www.academia.edu/2976114/Dec%C3%A1logo_did%C3%A1ctico_de_la_ense%C3%B1anza_de_la_composici%C3%B3n">reescribiéndolos también junto con otras compañeras y compañeros</a> debería ser el camino a seguir para lograr una plena competencia en la escritura.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/135138/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Nuria Castells Gómez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>A escribir se aprende leyendo, y leyendo de forma consciente y reflexiva. La lectura, ya sea individual o conjunta con otras personas, visualizando y siguiendo el texto, nos acerca a conocer con detalle cómo se escribe y cómo son las diversas y distintas escrituras que se pueden realizar.Nuria Castells Gómez, Profesora del departamento de Cognición, Desarrollo y Psicología de la Educación., Universitat de BarcelonaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1326292020-03-10T20:38:20Z2020-03-10T20:38:20ZAudiolibros o humanos: ¿quién ayuda a desarrollar mejor la comprensión lectora infantil?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/319373/original/file-20200309-118890-cl36c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=7%2C0%2C4985%2C3330&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/serious-little-girl-blue-eyes-wearing-1452681413"> SeventyFour / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>¿Quién no ha observado la fascinación de los más pequeños, pero también de los mayores, ante la narración de una historia? ¿Acaso oír cómo otros nos leen cuentos o novelas tiene un impacto similar a cuando las lee uno mismo? ¿Utilizar un audiolibro permite desarrollar la comprensión lectora de igual forma que cuando nos lee una persona?</p>
<p>Posiblemente, la respuesta a la primera pregunta será afirmativa, porque los estudios apuntan al interés y fascinación que despierta en nosotros el que nos lean. Desde la aparición del lenguaje, nuestra mente está ampliamente preparada para sumergirse en las narraciones orales, incluso más que cuando las historias se representan mediante <a href="https://www.biorxiv.org/content/10.1101/351148v2">imágenes</a>.</p>
<p>Por el contrario, la respuesta a las dos últimas cuestiones puede no resultar tan evidente e incluso puede parecer engañosa. Ahora bien, la investigación proporciona datos considerables que avalan <a href="https://journals.ala.org/index.php/rusq/article/viewFile/3921/4396">el uso de los audiolibros</a> para mejorar las habilidades lingüísticas. </p>
<h2>Las cuatro habilidades lingüísticas</h2>
<p>Ser capaz de explicarse oralmente, saber escribir, comprender un mensaje oral o bien comprender un mensaje escrito constituyen las cuatro habilidades lingüísticas que las personas debemos aprender a desarrollar y a utilizar de forma eficaz. </p>
<p>Puede parecer curioso, pero dichas habilidades, a pesar de ser distintas, comparten un buen número de estrategias entre sí. Por ejemplo, para comprender un discurso oral es importante ser capaz de inferir información que el interlocutor no proporciona, ser capaz de interpretar la información que se recibe y poder realizar anticipaciones de aquello que potencialmente nos dirá nuestro interlocutor. </p>
<p>Estas estrategias también las necesitamos cuando nuestro objetivo es comprender un texto que estamos leyendo, porque debemos inferir, interpretar y predecir o anticipar lo que acontecerá en la historia.</p>
<h2>Escuche con atención</h2>
<p>¿Qué sucede cuando escuchamos un audiolibro? En buena medida debemos activar las estrategias que hemos descrito y que son compartidas tanto por la comprensión oral como por la comprensión escrita. Y, en función de la atención que seamos capaces de otorgar al texto que oímos, podremos aprovechar para aprender vocabulario y recursos lingüísticos diversos que nos pueden ser útiles de cara a futuros documentos que tengamos que escribir o para exponer oralmente nuestras ideas. </p>
<p>En definitiva, escuchar, leer, hablar y escribir son procesos que se retroalimentan, y se puede incidir en uno de ellos mediante la promoción de los demás.</p>
<p>En España la presencia de audiolibros digitales está en auge, como demuestran <a href="https://recyt.fecyt.es/index.php/ThinkEPI/article/view/thinkepi.2018.23">algunos estudios recientes</a>. A pesar de que las publicaciones de audiolibros infantiles y juveniles son todavía relativamente escasas en nuestro contexto, se trata de un recurso que va abriéndose paso y que se puede utilizar tanto en casa como en los centros educativos o en la biblioteca, y con distintas finalidades.</p>
<h2>¿Son útiles para los lectores aprendices?</h2>
<p>Los expertos en este ámbito señalan que para los aprendices que todavía no son lectores eficientes, sino que empiezan a adentrarse en la lectura, los audiolibros son un recurso interesante para adquirir nuevo vocabulario y familiarizarse con el lenguaje <a href="http://dehesa.unex.es/bitstream/handle/10662/4523/1988-8430_20_111.pdf?sequence=1&isAllowed=y">escrito</a>, que es distinto del lenguaje que utilizamos cuando conversamos. </p>
<p>De hecho, escuchar cuentos, historias, narraciones, textos científicos, bien leídos por otras personas, bien mediante el uso del audiolibro, promueve la capacidad de comprensión lectora futura.</p>
<p>En los lectores principiantes, escuchar el contenido de un libro contribuye a que puedan reconocer mejor las palabras escritas en el texto y, de esta forma, aprender nuevo vocabulario. Asimismo, el o la narradora del audiolibro se convierte, potencialmente, en un modelo de “buen lector”. Por ello, si el lector intenta leer al mismo tiempo que el narrador, puede ver incrementada su fluidez lectora.</p>
<h2>Un atractivo para los adolescentes</h2>
<p>Para los adolescentes que se sienten atraídos por las tecnologías y los distintos soportes multimedia, escuchar libros puede resultarles más atractivo que simplemente leerlos, facilitando, de esta forma, su interés por la lectura.</p>
<p>Además, desde el aprendiz de lector hasta el que ya se siente capaz de manejarse con la lectura, los audiolibros narrativos contribuyen al desarrollo de la imaginación y a la implicación de los lectores/oidores en las historias que leen/escuchan. </p>
<p>También son interesantes los audiolibros con contenidos informativos que transmiten conocimiento porque ese tipo de texto es el que acarrea mayores dificultades de comprensión tanto en pequeños como en mayores.</p>
<h2>Para niños con problemas de aprendizaje</h2>
<p>Las ventajas que acabamos de enumerar son igualmente ciertas, como revelan distintas <a href="https://digitalcommons.butler.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1071&context=coe_papers">investigaciones</a>, para niños y niñas con problemas de aprendizaje, con dificultades de lectura (como la dislexia), o con discapacidades visuales. Asimismo, es innegable el potencial de este recurso para el aprendizaje de la lengua, ya sea la propia, o bien una <a href="http://www.readingmatrix.com/files/16-7w4b733r.pdf">segunda lengua</a>.</p>
<h2>No vale cualquiera</h2>
<p>Ahora bien, si nos interesa promover la comprensión lectora, no valdrá cualquier audiolibro, ni tampoco obligar a los lectores a utilizarlos.</p>
<p>En primer lugar, aunque seleccionemos los audiolibros en función de la edad de los lectores, los libros resumidos deben evitarse, puesto que lo relevante es que se pueda escuchar el contenido completo y auténtico del texto, aunque dicho contenido pueda parecernos algo complejo.</p>
<p>En segundo lugar, si permitimos que los niños y niñas seleccionen qué audiolibro quieren leer y les dejamos que descarten aquel que nos les agrada, porque, como a veces nos sucede a los lectores expertos con determinados libros, la voz del narrador o el contenido, no les <a href="https://recyt.fecyt.es/index.php/ThinkEPI/article/view/thinkepi.2019.e13c01">convence</a>, contribuiremos a que se sientan más autónomos y motivados hacia la lectura/escucha del libro.</p>
<h2>¿Pueden sustituir al lector de carne y hueso?</h2>
<p>A pesar de las potenciales ventajas del audiolibro que hemos ido desglosando, a nuestro juicio la respuesta a la pregunta de si pueden los audiolibros sustituir al lector de carne y hueso sigue siendo negativa, al menos por tres motivos relevantes desde el punto de vista educativo:</p>
<ol>
<li><p>El primero tiene que ver con los aspectos afectivos, motivacionales y relacionales. Si bien hemos aludido en apartados anteriores a los beneficios que puede tener el uso del audiolibro para la motivación, en especial en adolescentes, es bien sabido que la puerta a la lectura suele venir de la mano de los padres, mediante la lectura de cuentos, aprovechando el carácter emocionalmente positivo de esas situaciones para promover el gusto por la lectura. Este tipo de situaciones parecen difícilmente sustituibles por medio de un audiolibro y sin mediación de los progenitores.</p></li>
<li><p>El segundo motivo tiene que ver con el tipo de procesos cognitivos que median la comprensión lectora. En este sentido, si bien existen estudios sobre las bondades del uso de audiolibros para promover el desarrollo de la fluidez lectora (sin duda necesaria para la comprensión), hasta la fecha no tenemos conocimiento de la eficacia de los audiolibros para el desarrollo de otras habilidades igualmente relevantes como, por ejemplo, la capacidad para <a href="https://www.oelp.org/wp-content/uploads/2016/03/Metacognition-and-self-regulated-comprehension-pressley.pdf">autorregular</a> la propia lectura. Dicha capacidad difícilmente puede aprenderse sin las ayudas ajustadas que pueden proporcionar los docentes en contextos educativos.</p></li>
<li><p>Finalmente, el tercer motivo tiene que ver con la estrecha relación que se establece entre la competencia en lectura y la competencia en escritura. Si no se tiene la precaución de utilizar el audiolibro conjuntamente con el libro, de manera que el lector pueda ir siguiendo el texto escrito a medida que escucha la narración, pueden acabar apareciendo dificultades en la escritura, vinculadas a la ortografía. </p></li>
</ol>
<p>Debemos, por tanto, concluir que sigue siendo cierta la antigua premisa de que cualquier maestro que pueda ser sustituido por una máquina merece serlo, puesto que, a día de hoy, las tecnologías pueden ayudar al docente o a otros lectores del entorno del niño en muchas cuestiones, pero siguen sin poder sustituirle.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/132629/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Escuchar cuentos, historias o cualquier narración, ya sea leída por otras personas o mediante el uso del audiolibro, promueve la capacidad de comprensión lectora futura. El narrador del audiolibro se convierte en un modelo de “buen lector”. Sí, además, se intenta leer al mismo tiempo que se escucha, se puede ver incrementada la fluidez lectora.Nuria Castells Gómez, Universitat de BarcelonaMarta Minguela Brunat, Profesora Lectora en Psicología de la Educación, Universitat de BarcelonaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1189412019-06-18T19:57:55Z2019-06-18T19:57:55ZCómo y cuándo enseñar a leer y a escribir<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/280069/original/file-20190618-118497-1skdoyg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=10%2C0%2C3484%2C2383&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/image-photo/kid-writing-37406590"> Igor kisselev / shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>El proceso de aprender a leer y a escribir se conoce con el nombre de lectoescritura. Leer implica la comprensión de un texto y escribir supone la producción de un mensaje con un determinado propósito. Se trata, por lo tanto, de acciones con aspectos comunes pero que requieren de algunas habilidades distintas.</p>
<p>La mayoría de niños siente deseo de empezar a leer y a escribir porque esto significa entrar en el mundo de los mayores. No obstante, no siempre los adultos sabemos acompañar este proceso para que sea satisfactorio y se dé adecuadamente.</p>
<h2>¿En qué momento empezar?</h2>
<p>En un contexto social como el nuestro, es habitual que el niño vea <a href="https://www.usfq.edu.ec/publicaciones/para_el_aula/Documents/para_el_aula_15/pea_015_0013.pdf">experiencias de lectura</a> y de escritura en acciones cotidianas y que se relacione de una u otra manera con el código escrito. Observar atentamente las páginas de un libro, imitar el acto de leer o de escribir, escuchar a los adultos que leen en voz alta, hacer deducciones o hipótesis de lo que pasará en un cuento o reflexionar sobre lo que se debe escribir en un mensaje son aspectos que, sin necesidad de dominar el código escrito, ya forman parte de este aprendizaje. </p>
<p>Este tipo de actividades son muy relevantes y suponen, en muchos casos, una gran diferencia entre aquellos que han disfrutado de ellas con la familia y los que no han tenido esta oportunidad. La escuela debería tenerlo en cuenta y ofrecer situaciones que generen un vínculo afectivo con este aprendizaje.</p>
<p>Ahora bien, la adquisición del mecanismo de lectura y de escritura de manera autónoma se produce entre los cuatro y los ocho años y dependerá de la madurez del niño. Para empezar a leer y a escribir es necesario haber desarrollado habilidades como: tener control del movimiento (del cuerpo y de la mano); coordinación y agilidad visual (para discriminar las letras y seguir correctamente la línea); una buena oralidad (articulación de los sonidos, vocabulario rico, estructura correcta del discurso) y atención, concentración y capacidad de escucha.</p>
<p>Así pues, para empezar la lectoescritura es indispensable reconocer que hay necesidades previas que hay que atender, que cada niño tiene ritmos e intereses diferentes y que se debe acompañar el proceso sin presiones que puedan ser contraproducentes.</p>
<h2>Acompañar en el proceso</h2>
<p>En el aprendizaje de la lectoescritura es clave combinar la sistematización con la creatividad y la espontaneidad, partiendo siempre de las vivencias del niño y de su necesidad de explorar, jugar y compartir. </p>
<p>Una característica de los niños es su conexión con las palabras: les gusta jugar con los sonidos, hacer rimas, etc. Estas actividades son importantes en este proceso, ya que les permiten desarrollar la <a href="https://www.youtube.com/watch?v=M_vLX8mxO4I">conciencia fonológica</a>, es decir, la capacidad de reconocer los elementos que forman el lenguaje (palabras, sílabas y fonemas) y reflexionar sobre ellos. Se trata de una capacidad relevante para aprender el código escrito.</p>
<p>Para guiar la adquisición de la lectura y la escritura es pertinente recuperar y renovar las aportaciones de pedagogos de referencia como M. Montessori o C. Freinet. Autores que nos ofrecen materiales, experiencias y una manera de entender el aprendizaje del niño y su naturaleza que, al lado de aportaciones más recientes en el ámbito de la psicología o de la neuroeducación, nos dan la posibilidad de acompañar este proceso teniendo en cuenta la particularidad de cada niño.</p>
<h2>Materiales que ayudan</h2>
<p>En este sentido, es necesario disponer de materiales para que cada niño, de manera autónoma, pueda desarrollar habilidades distintas, y con gradación de dificultad. Nos referimos, por ejemplo, a utilizar letras de lija, pizarras individuales donde trazar letras o alfabetos móviles; <a href="https://vimeo.com/78757947">materiales</a> que, ordenados y utilizados de forma adecuada, sirven para conocer el código (asociar sonido y grafía) de una manera sensorial, ayudando a hacer visible este lenguaje abstracto.</p>
<figure>
<iframe src="https://player.vimeo.com/video/78757947" width="500" height="281" frameborder="0" webkitallowfullscreen="" mozallowfullscreen="" allowfullscreen=""></iframe>
<figcaption><span class="caption">Vídeo que muestra el sistema Montessori de aprendizaje de lectoescritura.</span></figcaption>
</figure>
<p>Siempre que sea posible, es mejor ofrecer materiales autocorrectivos que permitan al niño comprobar aspectos como si ha compuesto correctamente la palabra. Se trata de dar oportunidades de aprendizaje, promover la autonomía y evitar que la mirada evaluadora del adulto pese constantemente sobre el alumno.</p>
<h2>Facilitar la comprensión y la expresión</h2>
<p>En cuanto a la lectura, es necesario empezar a leer palabras conocidas y asociarlas a dibujos o a acciones. Debemos asegurarnos que el lector podrá dar sentido a lo leído desde el inicio del proceso y que tendrá cerca distintos materiales para leer (carteles, palabras con dibujos, etc.), sin olvidar las obras literarias con variedad y riqueza textual para que explore la lectura.</p>
<p>La escritura deberá surgir de las frases vivas del niño, de sus ganas de expresarse. Por este motivo, debe haber espacio para la escritura libre, vinculada al dibujo y a la expresión oral. En la línea de lo que afirmaba <a href="https://revistas.ucm.es/index.php/RCED/article/view/53527/4564456546955">Freinet</a>, el niño puede escribir de lo que quiera y cuando quiera, expresando en una frase o un texto sus deseos o vivencias. </p>
<p>Primero pueden ser escritos por el adulto al lado del niño y más adelante ya podrá hacerlos solo. Para que esto sea posible, es necesario que el niño tenga espacios y materiales para escribir sin prescripción del adulto, para hacer garabatos y tantear su escritura o tener una libreta para hacer sus anotaciones en el espacio exterior, en momentos de juego, etc.</p>
<h2>Escribir con sentido</h2>
<p>En la escuela también hay muchas situaciones de escritura donde es necesario que los niños puedan participar. Elaborando pequeñas noticias, carteles, escribiendo listas de aspectos para recordar, de normas para jugar, de cuentos, de rimas, etc. Se trata de que, con el acompañamiento del adulto, el niño se dé cuenta de la función práctica, comunicativa o creativa del lenguaje escrito.</p>
<p>Cuando se escribe con un objetivo y teniendo en cuenta un destinatario real, en mensajes breves para familiares u otros compañeros, tiene más sentido el proceso de planificar lo que se quiere escribir, textualizarlo y revisarlo. </p>
<p>Esta revisión es una oportunidad para valorar lo que ha querido expresar el niño y, después, ofrecerle materiales claros para que, de forma visual, pueda corregir su escrito.</p>
<h2>Pasar el texto a ordenador</h2>
<p>No es necesario corregirlo siempre todo, no se trata de focalizar en el error, ahora bien, el texto debe ser totalmente correcto si se va a exponer, si lo vamos a mirar frecuentemente, porque la ortografía se adquiere básicamente mediante memoria visual. En este caso, pasar el texto al ordenador puede ser un buen ejercicio.</p>
<p>En resumen, el proceso de lectoescritura se debe acompañar, requiere de un adulto que ejerza de modelo de lectura y de escritura e implica tiempo. Conviene dar voz al niño, escucharle y darle oportunidades de crecimiento con materiales y experiencias variadas. Una vez adquirido el mecanismo, es decir, cuando el niño ya sabe el funcionamiento de la lectura y la escritura, deberá continuar perfeccionando estas habilidades. </p>
<p>Es importante no dejarle solo, continuar compartiendo lecturas en voz alta y favorecer la escritura con finalidades distintas. Iniciar este aprendizaje de manera adecuada es clave para que alrededor de los ocho años no decaiga el interés por leer y escribir y el niño pueda consolidar este aprendizaje.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/118941/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Vanesa Amat Castells no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Acompañar a los niños en el proceso de leer y escribir es fundamental para que en el futuro no pierdan el hábito. El proceso de lectoescritura requiere de un adulto que ejerza de modelo e implica tiempo.Vanesa Amat Castells, Profesora de Didáctica del Lenguaje y Literatura Infantil y miembro del GRELL (Grupo de Investigación en Educación, Lenguaje y Literatura), Universitat de Vic – Universitat Central de CatalunyaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1156222019-05-13T20:15:20Z2019-05-13T20:15:20ZPensamiento Visual: cómo el cerebro comprende y representa lo que vemos<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/271469/original/file-20190429-194620-rgwdo2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=27%2C9%2C6141%2C3835&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">shutterstock</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/ai-artificial-intelligence-concept-1270031917">metamorworks / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>El concepto de Pensamiento Visual (<em>Visual Thinking</em>) es introducido por <a href="https://monoskop.org/images/9/9e/Arnheim_Rudolf_Arte_y_percepcion_visual.pdf">Rudolph Arnheim</a>, que publica en 1969 un libro con este título. Es la obra de un psicólogo interesado en los procesos de la percepción y el razonamiento visual que recurre a ejemplos del arte como expresión desarrollada de estos procesos. </p>
<p>Sin embargo, el Pensamiento Visual es un constructo que explica la representación mental, artística y científica que hacemos del mundo y de la realidad que nos rodea.</p>
<h2>¿Es otro de estos anglicismos de moda?</h2>
<p>El <a href="https://www.unir.net/educacion/revista/noticias/visual-thinking-dibujando-el-aprendizaje/549203599112/"><em>Visual Thinking</em></a> se utiliza como concepto innovador en algunos ámbitos. Se sugiere para aumentar la motivación y productividad en las reuniones de trabajo cuando <a href="https://www.planetadelibros.com/libro-tu-mundo-en-una-servilleta/244015">“las palabras no funcionan”</a>. </p>
<p>En educación, acompaña al diseño en la resolución de problemas (<em>Design Thinking</em>) o sugiere estrategias para mejorar nuestra conexión con la expresión artística (<em>Visual Thinking Strategies</em>).</p>
<p>Sin embargo, su naturaleza cognitiva le permite un desarrollo general. Al razonamiento abstracto que se produce independientemente de las palabras lo llamamos razonamiento visoespacial y con él visualizamos, nos orientamos y representamos el entorno. Este razonamiento forma parte del estudio de la inteligencia desde sus comienzos. </p>
<p>Para <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Jean_Piaget">Jean Piaget</a>, reconocer las formas y sus cambios al moverse en el espacio son las operaciones mentales resultantes de la <a href="https://www.edmorata.es/libros/la-representacion-del-mundo-en-el-nino">interacción con el mundo físico</a>.</p>
<p>El <a href="http://dels.nas.edu/resources/static-assets/materials-based-on-reports/reports-in-brief/learning_to_think_spatially_final3.pdf">National Research Council</a> de Estados Unidos señala que estas habilidades de percepción, visualización y representación gráfica no se enseñan de un modo universal y explícito. En <a href="http://www.publicaciones.uva.es/UVAPublicaciones-13237-Ciencias-sociales-Psicologia-y-Educacion-PENSAMIENTO-VISUAL-Y-EDUCACION.aspx">nuestro trabajo</a>, la mayoría de los participantes muestran más dificultades ante cuestiones simples de razonamiento perceptivo y proporcional que ante ejercicios estandarizados de razonamiento espacial:</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/270257/original/file-20190422-28100-1lt6ve8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/270257/original/file-20190422-28100-1lt6ve8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/270257/original/file-20190422-28100-1lt6ve8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/270257/original/file-20190422-28100-1lt6ve8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/270257/original/file-20190422-28100-1lt6ve8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/270257/original/file-20190422-28100-1lt6ve8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/270257/original/file-20190422-28100-1lt6ve8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption"></span>
<span class="attribution"><span class="source">Fotografía de Pedro Urchegui Bocos.</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Imagine que está de pie a la orilla del mar y ve frente a usted la línea del horizonte que divide el mar y el cielo. Imagine ahora que se agacha, en cuclillas: ¿qué hace esta línea?</p>
<p>Tiene tres opciones: la línea sube, baja o permanece igual.</p>
<p>Este <a href="https://forms.gle/d5SzbptgWK97aAEZA">ejercicio de imaginación perceptiva</a> implica a nuestra percepción y representación visual. Son las capacidades que tiene nuestro cerebro para comprender y representar lo que vemos. Los estudios más recientes plantean la existencia de un procesamiento cognitivo viso-espacial de ruta paralelo a un proceso <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24366125">no espacial asociado al reconocimiento del objeto </a>, lo que indica una manera visual de pensar en estrecha conexión con el pensamiento verbal, pero no supeditada a él. </p>
<p>Interpretamos la realidad razonando en torno a la información visual y la representamos con el dibujo y la escritura.</p>
<h2>¿El Pensamiento Visual es “hacer dibujitos”?</h2>
<p>Cuando recordamos los primeros razonamientos visuales, el dibujo y los juicios de valor suelen ir muy unidos, pero no parece que el dibujo, como la escritura, sea algo exclusivo de artistas o escritores.</p>
<p>Más allá del juicio estético, al representar algo establecemos unas relaciones que responden a nuestra percepción de los cambios en las formas y la luz. Hablamos entonces de cualidades visuales abstractas que, aunque las convertimos en palabras (ancho, ondulado, azul…), son de <a href="https://books.google.es/books?id=1wnsAgAAQBAJ&pg=PR4&lpg=PR4&dq=Ballesteros,+S.+(2014).+Cognitive+Approaches+to+Human+Perception.+New+york:+Psychology+Press&source=bl&ots=Pj5mb4KTbn&sig=ACfU3U1iy4QV6Vvq2O2iTXg4VUm-v8tFeg&hl=es&sa=X&ved=2ahUKEwiwqaz3hu7hAhXkmOAKHc8tA28Q6AEwAHoECAkQAQ#v=onepage&q=Ballesteros%2C%20S.%20(2014).%20Cognitive%20Approaches%20to%20Human%20Perception.%20New%20york%3A%20Psychology%20Press&f=false">naturaleza presemántica</a>.</p>
<p>Al ser anterior a la escritura, el dibujo adquiere su carácter universal frente a los idiomas. El mundo anglosajón utiliza los términos <em>literacy</em> y <em>graphicacy</em> para distinguir claramente los lenguajes verbal y gráfico. </p>
<p>Aprendemos ambos como las principales formas de expresión, pero limitamos la educación gráfica al aprendizaje de la escritura. Esto nos ha alejado tanto de la experiencia perceptiva que hoy consideramos la <a href="https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000146292_spa">alfabetización visual</a> como un componente esencial de la educación.</p>
<h2>Se trata de aprender a ver</h2>
<p>La imagen siempre ha tenido un extraordinario valor a la par del texto. Los métodos de impresión, como la imprenta y la fotografía, han mecanizado la representación gráfica de la escritura y el dibujo. Sin embargo, el desarrollo tecnológico no ha impedido la educación del gesto gráfico humano, desde las primeras publicaciones impresas hasta los medios digitales actuales. </p>
<p>Hoy podemos preguntarnos si el gesto gráfico tiene un interés educativo en la construcción del conocimiento, más allá del logro de aprender a escribir. </p>
<h2>Poca dedicación a la educación visual</h2>
<p>La educación visual está dispersa en un exceso de contenidos con escaso tiempo de dedicación. Los docentes de las áreas científicas saben que la competencia visual y gráfica afecta al pensamiento científico-matemático, pero no se incluye en el planteamiento curricular. </p>
<p>La aplicación de la óptica y la luz, de la proporción, la geometría y las formas de representación la asumen los docentes del “área plástica visual y audiovisual”. Aquí, la competencia gráfica se diluye entre contenidos técnico-artísticos en torno al patrimonio clásico y contemporáneo, las tradicionales manualidades y el moderno lenguaje alfanumérico de la imagen.</p>
<p>Cuesta entender que, con un cerebro eminentemente visual, dejemos poco espacio a aprender a ver, a razonar visualmente y a representar lo que percibimos e imaginamos.
Necesitamos preguntarnos por qué las principales conclusiones psicoeducativas del siglo XX dejaron de lado este razonamiento. </p>
<p>Quizás ha podido influir el interés de los estados modernos por alfabetizar a la población o el poder de representación atribuido a la imagen mecánica frente a la imagen artesanal o, tal vez, la prevalencia de un sistema no visual de representación gráfica que ha acompañado a la revolución industrial. </p>
<p>Al reflexionar sobre ello, tal vez podamos recuperar la importancia que en algún momento dábamos a nuestro razonamiento visoespacial.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/271464/original/file-20190429-194603-16patln.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/271464/original/file-20190429-194603-16patln.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=324&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/271464/original/file-20190429-194603-16patln.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=324&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/271464/original/file-20190429-194603-16patln.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=324&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/271464/original/file-20190429-194603-16patln.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=407&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/271464/original/file-20190429-194603-16patln.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=407&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/271464/original/file-20190429-194603-16patln.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=407&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Composición sobre la fotografía <em>Niño pintando un vaquero en un muro de Essex Street, Dublin</em>. 1953.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Draw%21_(6055599456).jpg">Wikimedia Commons / National Library of Ireland on The Commons.</a></span>
</figcaption>
</figure><img src="https://counter.theconversation.com/content/115622/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Pedro Urchegui Bocos no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Utilizamos las imágenes para interactuar y entender el mundo. El pensamiento visual es un proceso esencial de la educación. Sin embargo, ¿por qué algo tan importante no se estudia en el colegio?Pedro Urchegui Bocos, Profesor Colaborador, Universidad de ValladolidLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1138132019-03-20T21:32:27Z2019-03-20T21:32:27ZPoetas españolas en la penumbra<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/264468/original/file-20190318-28471-lrekl5.png?ixlib=rb-1.1.0&rect=11%2C5%2C1869%2C1689&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Blanca de los Ríos en 1911.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Blanca_de_los_R%C3%ADos.png">Manuel Compañy / Wikimedia Commons</a></span></figcaption></figure><p>Tres grandes grupos literarios marcan el siglo XX: la Generación del 98, la denominada Generación del 27 y, posteriormente, la del 50. Ante ellas nace una pregunta inmediata y hoy ya ineludible: ¿no hay mujeres entre los intelectuales del momento en cada uno de estos grupos, mayoritariamente comandados por hombres? </p>
<p>Y aun más, pensando en el día de la poesía que se celebra el 21 de marzo: ¿<a href="https://tamtampress.es/2016/12/21/m-blesa-m-santiago-las-mujeres-del-98-del-14-y-del-27-representan-el-eslabon-perdido-de-la-continuidad-de-la-historia-femenina-en-espana/">qué mujeres poetas escribieron sus obras en aquellos años</a>? ¿Qué ha sido de sus nombres y de sus obras? De esta forma, queremos proponer aquí algunas sugerencias para recuperar, redescubrir y sobre todo incorporar a nuestra tradición cultural la producción poética de las mujeres adscritas a cada una de estas tres generaciones.</p>
<h2>Generación del 98</h2>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/264470/original/file-20190318-28468-1u9y2c0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/264470/original/file-20190318-28468-1u9y2c0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/264470/original/file-20190318-28468-1u9y2c0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=726&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/264470/original/file-20190318-28468-1u9y2c0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=726&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/264470/original/file-20190318-28468-1u9y2c0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=726&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/264470/original/file-20190318-28468-1u9y2c0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=913&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/264470/original/file-20190318-28468-1u9y2c0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=913&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/264470/original/file-20190318-28468-1u9y2c0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=913&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Carolina Coronado retratada por Federico de Madrazo.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Carolina_Coronado,_por_Federico_de_Madrazo.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Bajo este epígrafe podemos situar los nombres de Unamuno, Baroja, Blasco Ibáñez, Azorín, Valle-Inclán o el más joven de todos, Antonio Machado. Mucho más difícil nos resultaría dar con un solo nombre femenino. Pero los hay. </p>
<p>Algunas autoras están todavía muy vinculadas al Romanticismo y su poesía tiende hacia ese estilo, como el caso de <a href="http://escritores.bne.es/web/authors/carolina-coronado-1820-1911/">Carolina Coronado</a>, <a href="https://doi.org/10.3828/bhs.72.1.134">Sofía Casanova</a> o <a href="http://www.cervantesvirtual.com/portales/rosario_de_acuna/autora_biografia/">Rosario de Acuña</a>. Pero el interés por el mundo que les rodea y las circunstancias históricas en que se insertan sus vidas no les resultan ajenos en absoluto. </p>
<p>Sofía Casanova llegó a ser corresponsal en la Primera Guerra Mundial. En 2017 se reeditó su poemario <em>Fugaces</em>, de 1898. Por su parte, Carolina Coronado escribirá poemas relativos a la nueva situación del país tras el Desastre del 98, con versos tan explícitos como estos: </p>
<blockquote>
<p>«¡Mejor morir!… antes que gente extraña </p>
<p>pregunte por burlar nuestros sonrojos:</p>
<p>“¿En qué lugar de Europa estuvo España?"». </p>
</blockquote>
<p>Esta preocupación por la decadencia española desembocará, como sabemos, en posiciones regeneracionistas con propuestas diversas para sacar al país de esa crisis. Es el caso de <a href="http://dbe.rah.es/biografias/4416/blanca-de-los-rios-nostench">Blanca de los Ríos</a>, candidata al Premio Nobel y que dirigió una revista de explícito título, <em>Raza española</em>, entre 1919 y 1930. Entre sus obras líricas se encuentra el poemario titulado <em>Esperanzas y recuerdos</em>, que reeditó y amplió en 1912. </p>
<p>Aunque no escribió poesía, es imposible dejar fuera en relación con el tema del regeneracionismo y la pedagogía a <a href="http://www.rtve.es/alacarta/videos/mujeres-para-un-siglo/mujeres-para-siglo-maria-maetzu-educacion/713453/">María de Maeztu</a>, que tuvo que exiliarse y murió en Argentina en 1948. <a href="https://losojosdehipatia.com.es/cultura/libros/carmen-baroja-o-el-derecho-a-reivindicarse/">Carmen Baroja</a>, conocida por sus <em>Recuerdos de una mujer de la generación del 98</em>, también escribió versos, algunos de los cuales se han recuperado en el libro <em>Tres Barojas. Poemas</em>, de 1995.</p>
<p>Pero también encontraremos mujeres con posiciones mucho más radicales que las mencionadas, como <a href="http://dbe.rah.es/biografias/49746/belen-de-sarraga-hernandez">Belén de Sárraga</a>, librepensadora, masona, feminista y republicana que pasó gran parte de su vida en América, donde murió también exiliada en 1951. </p>
<figure class="align-left zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/264471/original/file-20190318-28499-14fh5q.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/264471/original/file-20190318-28499-14fh5q.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/264471/original/file-20190318-28499-14fh5q.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=758&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/264471/original/file-20190318-28499-14fh5q.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=758&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/264471/original/file-20190318-28499-14fh5q.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=758&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/264471/original/file-20190318-28499-14fh5q.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=952&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/264471/original/file-20190318-28499-14fh5q.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=952&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/264471/original/file-20190318-28499-14fh5q.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=952&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Consuelo Álvarez Pool,</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Consuelo_%C3%81lvarez_Pool,_Violeta.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>O <a href="http://reginalamo.blogspot.com/">Regina de Lamo</a>, madre de la gran escritora Carlota O’Neill y abuela de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Lidia_Falc%C3%B3n">Lidia Falcón</a>. Anarquista y feminista convencida, su activismo a favor de los derechos de la mujer ha quedado plasmado en numerosos artículos y en algunos poemas. </p>
<p>También muy combativa es <a href="https://www.academia.edu/36771200/Consuelo_%C3%81lvarez_Violeta_Telegrafista_periodista_y_defensora_de_los_derechos_de_la_mujer">Consuelo Álvarez Pool</a>, periodista, telegrafista y primera mujer jefa de prensa, que publicó poemas en los medios a comienzos de siglo.</p>
<p>Imposible no dejar constancia de otros nombres, aunque no llegaran a escribir poesía: <a href="http://www.bne.es/es/Servicios/InformacionBibliografica/AutoresDominioPublico/Semblanzas/Carmen-de-Burgos/index.html">la periodista Carmen de Burgos</a>, la escritora de ideología conservadora <a href="http://datos.bne.es/persona/XX829083.html">Concha Espina</a>, y la dramaturga <a href="https://doi.org/10.3989/arbor.2006.i719.34">María de la O Lejárraga</a>, cuya vida evidencia el paso adelante de mujeres ajenas a las convenciones que las constreñían.</p>
<h2>Generación del 27 o de la República</h2>
<p>De nuevo ocupan los primeros puestos de este grupo literario nombres como los de García Lorca, Cernuda, Alberti, Miguel Hernández y un largo etcétera bien conocido. </p>
<p>La recuperación de las escritoras adscritas a este movimiento es una labor incansable que ha logrado rescatar la obra de <a href="http://datos.bne.es/persona/XX960327.html">María Teresa León</a>, o la hasta hace muy pocos años desconocida <a href="http://datos.bne.es/persona/XX934624.html">Luisa Carnés</a>. </p>
<p>Entre las poetas los nombres se multiplican: <a href="http://datos.bne.es/persona/XX848026.html">Ernestina de Champourcin</a>, con una <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=221781">poesía enmarcada en el diálogo con Dios</a>, la canaria <a href="http://datos.bne.es/persona/XX929358.html">Josefina de la Torre</a>, cuya obra se centra en la nostalgia del pasado perdido, la maternidad no realizada y el amor, o <a href="http://datos.bne.es/persona/XX827378.html">Concha Méndez</a>, modelo de mujer moderna y ajena al estereotipo tradicional femenino, que desarrollará una poesía atravesada por la experiencia del exilio. </p>
<figure>
<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/DXwgReVkrtQ?wmode=transparent&start=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
<figcaption><span class="caption">Documental <em>Las Sinsombrero</em>, cuya emisión dio a conocer el papel de las mujeres de la Generación del 27.</span></figcaption>
</figure>
<p>También se escapa del marco tradicional la obra de <a href="http://datos.bne.es/persona/XX4936301.html">Carmen Conde</a>, una poeta que destaca por su rebeldía e inconformismo, encubiertos por la expresión poética en una España que no reconoció su valía hasta después del fin de la dictadura, <a href="http://www.rae.es/sites/default/files/Discurso_ingreso_Carmen_Conde.pdf">cuando ingresó en la RAE</a>. </p>
<p><a href="http://datos.bne.es/persona/XX847362.html">Rosa Chacel</a>, ensayista y novelista, será otra de las escritoras del 27 que también escribirá poesía. Nuevas autoras cuya obra estará marcada por la dura experiencia del exilio serán <a href="https://cvc.cervantes.es/el_rinconete/anteriores/marzo_07/23032007_01.htm">Nuria Parés</a> y <a href="http://datos.bne.es/persona/XX1138681.html">Concha Zardoya</a>.</p>
<p>Entre las poetas que desarrollaron su obra dentro de la España franquista podemos recordar la poesía intimista de <a href="http://datos.bne.es/persona/XX1720780.html">Susana March</a> o <a href="http://www2.bne.es/AP_publico/irVisualizarFondo.do?idFondo=58&volverBusqueda=irBuscarFondos.do">Clemencia Laborda</a>, en cuyas obras se mantiene la imagen de la mujer tradicional, volcada en lo doméstico y la maternidad. Ejemplos señalados serían <a href="http://datos.bne.es/persona/XX1101624.html">Celia Viñas</a>, <a href="https://www.academiadebuenasletrasdegranada.org/martinvivaldi.pdf">Elena Martín Vivaldi</a> y la Guiomar de Antonio Machado, <a href="http://dbe.rah.es/biografias/4650/pilar-de-valderrama-alday">Pilar de Valderrama</a>:</p>
<blockquote>
<p>"Aquel café de barrio, destartalado y frío,</p>
<p>testigo silencioso de nuestras confidencias,</p>
<p>extremo de rigores, conjunto de inclemencias,</p>
<p>que sólo caldeaban tu corazón y el mío.</p>
</blockquote>
<p>Una de las autoras más destacadas y que evolucionó desde estos presupuestos hacia una poesía más comprometida es <a href="http://diadelasescritoras.bne.es/angela-figuera-aymerich/">Ángela Figuera Aymerich</a>. </p>
<h2>Generación del 50</h2>
<p>La evolución hacia una poesía mucho más preocupada por lo colectivo y lo social nos traerá libros en los que lo urbano cobra un interesante protagonismo, como los de <a href="http://datos.bne.es/persona/XX841977.html">María Beneyto</a> o <a href="http://dbe.rah.es/biografias/5174/josefina-romo-arregui">Josefina Romo Arregui</a>. La transición desde el intimismo del yo hacia la preocupación colectiva y la recuperación de la memoria está representada por <a href="http://datos.bne.es/persona/XX948633.html">Cristina Lacasa</a>. </p>
<p>Pero la renovación del lenguaje será mucho más marcada con <a href="http://datos.bne.es/persona/XX1721025.html">Ana María Moix</a>, el uso de la poesía como vehículo de denuncia de <a href="http://datos.bne.es/persona/XX904763.html">Concha de Marco</a> o <a href="http://datos.bne.es/persona/XX849778.html">Julia Uceda</a>, ganadora del primer Premio Nacional de Poesía otorgado a una mujer en 2003. Otras autoras importantes de este grupo son <a href="http://www.gloriafuertes.org/">Gloria Fuertes</a>, <a href="http://mvatencia.com/">María Victoria Atencia</a>, <a href="http://dbe.rah.es/biografias/11519/maria-elvira-lacaci">María Elvira Lacaci</a> o <a href="http://www.bibliotecavirtualdeandalucia.es/opencms/viva-voz/006-pilar_paz_pasamar.html">Pilar Paz Pasamar</a>.</p>
<blockquote>
<p>"Nací para poeta o para muerto,</p>
<p>escogí lo difícil</p>
<p>—supervivo de todos los naufragios—,</p>
<p>y sigo con mis versos,</p>
<p>vivita y coleando”.</p>
<p><strong>Gloria Fuertes</strong></p>
</blockquote>
<p>Muchos nombres por descubrir, por leer. Grandes poetas que no merecen ese lugar en penumbra en el que siguen situadas.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/113813/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Raquel Arias Careaga no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>A ellos los conocemos. Escritores de las generaciones del 98, del 27, del 50. Pero… ¿había mujeres en esos grupos literarios? ¿Se dedicaban ellas también a la poesía?Raquel Arias Careaga, Profesora de literatura hispanoamericana, Universidad Autónoma de MadridLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.