tag:theconversation.com,2011:/us/topics/fertilidad-57762/articlesfertilidad – The Conversation2023-08-21T08:24:29Ztag:theconversation.com,2011:article/2118862023-08-21T08:24:29Z2023-08-21T08:24:29ZEspaña es la capital europea de la donación de óvulos: así es ser donante<p>En España se llevan a cabo más de la mitad de los <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/35795850/">tratamientos de donación de óvulos en Europa</a>, lo que la convierte en el mayor proveedor de óvulos de donantes de todo el continente. Es más, cada año miles de pacientes internacionales viajan a este país para acceder a un tratamiento privado de fertilidad. </p>
<p>La popularidad se debe a que en España cualquier mujer u hombre, independientemente de su estado civil, orientación sexual o edad, puede acceder a estos tratamientos. Eso contrasta con la situación en muchos países de origen de los pacientes, donde existen <a href="https://link.springer.com/chapter/10.1007/978-3-319-44667-7_14">restricciones y prohibiciones</a>, en particular en relación con la donación de óvulos. Además, España suele tener listas de espera bastante cortas.</p>
<p>Otro elemento a favor es que en los últimos años <a href="https://anthrosource.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/maq.12767">han proliferado</a> los bancos de óvulos en España, <a href="https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/17450101.2023.2220976">enviando óvulos de donantes a todo el mundo</a> como parte de una industria multimillonaria. </p>
<p>Cerca de 15 000 mujeres se someten a ciclos de extracción de óvulos cada año en este país. En muchos casos la motivación es <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/24626802/">económica</a>, ya que las donantes reciben alrededor de 1 100 euros por un ciclo exitoso. Y eso supone una de las mayores compensaciones económicas de toda Europa. </p>
<p>Aunque hay investigaciones que señalan que algunas mujeres afirman donar sus óvulos también por <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/24626802/">razones altruistas</a>, se sabe muy poco sobre la experiencia de la donación. En su mayor parte, son invisibles. </p>
<p>Para tratar de hacerme una mejor idea de cómo es realmente el proceso entrevisté a donantes de óvulos y a médicos, además de observar a distintas mujeres en clínicas de fertilidad.</p>
<h2>La realidad de la donación de óvulos</h2>
<p>Las páginas web de las clínicas de fertilidad suelen describir la donación de óvulos como un <a href="https://link.springer.com/article/10.1057/s41292-020-00218-0">procedimiento rápido y sencillo</a>. Pero las mujeres que quieren ser donantes de óvulos tienen que prepararse bastante antes de que se produzca la donación.</p>
<p>En primer lugar, se someten a un cribado que incluye cuestionarios psicológicos y de salud, así como pruebas ginecológicas y genéticas. A continuación, las donantes potenciales reciben inyecciones hormonales durante unos diez días. </p>
<p>Después se procede a la extracción de óvulos, que consiste en una intervención quirúrgica bajo anestesia general para extraer los óvulos a través de un ecógrafo vaginal conectado a una aguja. Es un proceso largo, incómodo y a veces doloroso. Y conlleva riesgos médicos como el <a href="https://www.rcog.org.uk/for-the-public/browse-all-patient-information-leaflets/ovarian-hyperstimulation-syndrome-patient-information-leaflet/">síndrome de hiperestimulación ovárica</a>, que se produce cuando los ovarios aumentan de tamaño y puede provocar varios problemas graves, como coágulos de sangre o hemorragias. </p>
<p>Las donantes también pueden sufrir intolerancia a la medicación o efectos secundarios, además de estar en riesgo de infección durante la intervención quirúrgica. Para colmo, y debido a la limitada cantidad de estudios <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/28473127/">realizados en este ámbito</a>, los riesgos a largo plazo de ser donante de óvulos siguen siendo en gran medida desconocidos. </p>
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<img alt="Un banco de nitrógeno líquido que contiene muestras de óvulos." src="https://images.theconversation.com/files/541471/original/file-20230807-27-kgcqd9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/541471/original/file-20230807-27-kgcqd9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/541471/original/file-20230807-27-kgcqd9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/541471/original/file-20230807-27-kgcqd9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/541471/original/file-20230807-27-kgcqd9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/541471/original/file-20230807-27-kgcqd9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/541471/original/file-20230807-27-kgcqd9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Las donantes de óvulos no suelen saber cuántas veces, dónde y cuándo acabarán utilizándose sus óvulos.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/image-photo/liquid-nitrogen-bank-containing-sperm-eggs-2341721623">HealthyCapture Studio / Shutterstock</a></span>
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<p>También descubrí que la realidad de la donación de óvulos puede implicar horarios muy apretados para compaginar el trabajo, los estudios y la vida personal. Para evitar perder ingresos, la mayoría de las mujeres con las que hablé no solían interrumpir ninguna de sus actividades habituales durante el ciclo. En lugar de eso, intentaban que todo encajara en sus ajetreadas vidas, lo que a veces suponía riesgos para su salud. </p>
<p>Esto era especialmente evidente cuando se trataba de la extracción de óvulos. La programación de la intervención depende del ritmo de los medicamentos hormonales en el organismo, por lo que no puede decidirse según la conveniencia de las donantes. Cuando los óvulos están listos para ser extraídos, lo están, y esto puede variar de una paciente a otra. Cuando las donantes están listas, tienen que administrarse la inyección final, que es la que las hace ovular antes de que se les programe la intervención a la mañana siguiente.</p>
<p>El resultado es que, aunque las clínicas aconsejan descansar entre 24 y 48 horas tras la extracción, muchas donantes de óvulos trabajan al día siguiente, o incluso el mismo día, en sus turnos de tarde.</p>
<h2>Pagos y compensaciones</h2>
<p>La compensación por un ciclo suele pagarse en metálico al final del proceso. Y sólo se asegura tras la cirugía de extracción si hay óvulos extraíbles –las donantes cobran la misma cantidad independientemente del número de óvulos–.</p>
<p>Si el proceso tiene que interrumpirse antes de la extracción por motivos ajenos a la donante, como que la medicación no produzca los efectos esperados en la producción de óvulos, la mayoría de las clínicas no ofrecen compensación. </p>
<p>Si las donantes se someten a la cirugía de extracción pero no hay óvulos extraíbles, el asunto suele discutirse entre médicos, con diferencias significativas entre clínicas. Si hay indicios de que la donante puede no haberse administrado la última inyección de hormonas o de que lo hizo en el momento equivocado, la clínica no suele pagarle nada. </p>
<p>Si la clínica cree que la donante ha seguido las normas pero que ha ovulado antes de lo previsto, las normas varían de una clínica a otra: algunas pueden darle el importe íntegro, otras sólo un pago parcial y otras nada en absoluto.</p>
<p>También se puede exigir a las donantes que reembolsen todos los gastos de los tratamientos si deciden abandonar el proceso a mitad de camino por <a href="https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/25729861.2020.1781371">razones no médicas</a>, algo que la mayoría no puede permitirse.</p>
<p>En caso de efectos secundarios o complicaciones tras la extracción, las donantes suelen ser derivadas a urgencias de los hospitales públicos, ya que el contrato de donación no incluye seguro médico privado.</p>
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<img alt="Inseminación artificial, fecundación in vitro FIV de óvulo humano." src="https://images.theconversation.com/files/541472/original/file-20230807-21-ue4ret.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/541472/original/file-20230807-21-ue4ret.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=363&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/541472/original/file-20230807-21-ue4ret.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=363&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/541472/original/file-20230807-21-ue4ret.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=363&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/541472/original/file-20230807-21-ue4ret.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=456&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/541472/original/file-20230807-21-ue4ret.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=456&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/541472/original/file-20230807-21-ue4ret.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=456&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">La donación de óvulos se utiliza en la FIV.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/image-illustration/ovum-artificial-insemination-202104430">Naeblys / Shutterstock</a></span>
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<h2>Mujeres mal informadas</h2>
<p>Los pocos estudios sobre la experiencia de las donantes de óvulos que existen en España muestran problemas y lagunas en cuanto a la información que se proporciona a las donantes y las condiciones en <a href="https://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/01622439231164666">las que se realiza la donación de óvulos</a>. </p>
<p>La mayoría de las mujeres con las que hablé no sabían cuántos óvulos se extraían, el número de mujeres que podrían ser tratadas con ellos, o si se utilizarían en la clínica, se congelarían para guardarlos en un banco o se enviarían al extranjero. </p>
<p>Por lo tanto, está claro que, a medida que aumenta la demanda de donación de óvulos, es necesario tomar medidas urgentes para garantizar que las mujeres del sector mundial de la donación de óvulos estén debidamente informadas, atendidas y aseguradas en caso de complicaciones y efectos secundarios.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/211886/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Anna Molas recibe fondos de la Independent Social Research Foundation (ISRF).</span></em></p>Como parte de su investigación, la autora entrevistó a donantes de óvulos y médicos y también observó a mujeres en clínicas de fertilidad para hacerse una mejor idea de cómo era realmente el proceso.Anna Molas, Research Fellow in Anthropology, Universitat Autònoma de BarcelonaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2032652023-04-24T16:36:09Z2023-04-24T16:36:09ZEl inflamasoma, un factor clave y poco conocido de la infertilidad humana<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/522575/original/file-20230424-18-yu0js8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C7076%2C3623&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-illustration/fertility-reproduction-concept-microscopic-sperm-spermatozoa-2108713973">Lightspring / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Ahora que la covid-19 empieza a estar bajo control, la <a href="https://theconversation.com/es/topics/infertilidad-62761">infertilidad</a> aparece en el horizonte como una nueva pandemia que puede ser todavía más peligrosa para el futuro de la humanidad. Según la Organización Mundial de la Salud, <a href="https://www.who.int/es/news/item/04-04-2023-1-in-6-people-globally-affected-by-infertility">una de cada seis personas adultas</a> padece esterilidad en el mundo.</p>
<p>Se habla mucho de los problemas demográficos y económicos que supondrá la baja natalidad en los países occidentales en un futuro cercano, y de cómo el estilo de vida actual desincentiva la reproducción. Sin embargo, la población apenas está informada sobre las causas de los problemas de fertilidad que truncan los planes de muchas personas que sí deciden tener descendencia pero no pueden. </p>
<p>Además, casi ningún sistema de salud público del mundo financia las soluciones disponibles actualmente para prevenir, diagnosticar y tratar la infertilidad, por lo que las personas afectadas tienen que afrontar unos gastos elevadísimos.</p>
<h2>¿Por qué se produce?</h2>
<p>La <a href="https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/infertility">infertilidad</a> se define como una enfermedad del sistema reproductivo, femenino o masculino. Se diagnostica ante la imposibilidad de conseguir un embarazo después de mantener relaciones sexuales habituales como mínimo doce meses sin usar métodos anticonceptivos. </p>
<p>Sus causas son múltiples, y entre ellas se cuentan <a href="https://www.nichd.nih.gov/health/topics/infertility/conditioninfo/causes/age">la edad</a> (la fertilidad femenina disminuye gradualmente a partir de los 30 años); <a href="https://espanol.nichd.nih.gov/salud/temas/infertility/informacion/estilo-vida">factores ambientales</a> como el estrés, la contaminación, el consumo sustancias tóxicas o la depresión; o las <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5193130/">infecciones de transmisión sexual</a>, desencadenadas por diversos virus, bacterias y hongos. </p>
<p>Tampoco hay que olvidar los factores genéticos y las patologías derivadas de ellos. El envejecimiento de los ovarios, el <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33525681/">daño testicular asociado a varicocele</a> (dilatación de las venas del escroto), la <a href="https://theconversation.com/una-posible-explicacion-al-origen-de-la-endometriosis-139334">endometriosis</a>, el síndrome del ovario poliquístico o el aborto espontáneo de repetición son solo algunos ejemplos de estos trastornos que dificultan la reproducción. Y todos tienen un punto en común: la inflamación desempeña un papel muy importante.</p>
<h2>Y aquí llega el inflamasoma</h2>
<p>La inflamación es una respuesta inmunitaria normal de una parte de nuestro cuerpo a una herida, lesión o infección. Este proceso suele acabar al poco de producirse el daño, ya que en caso de mantenerse durante un tiempo prolongado puede ocasionarnos los inconvenientes ya conocidos de las enfermedades inflamatorias crónicas. </p>
<p>Hoy se sabe que mantener el <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3107847/">equilibrio</a> entre los mediadores que promueven y evitan la inflamación es fundamental para mantener una fertilidad efectiva.</p>
<p>Teniendo en cuenta las bases moleculares de todos los procesos inflamatorios que pueden afectar a nuestra capacidad de reproducirnos, la contribución del inflamasoma es la que más inadvertida ha pasado durante años. Hablamos de un complejo formado por el ensamblaje de muchas proteínas que se encuentra en el <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Citosol">citosol</a>, el líquido interno de nuestras células.</p>
<p>El inflamasoma forma parte de nuestro sistema inmunológico innato, y su función es activarse cuando reconoce señales de daño o infección e iniciar procesos inflamatorios como respuesta. Clasificado en distintos tipos según cuál sea la proteína “sensora” que identifica dichas señales, el <a href="https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0026-17422017000100042#:%7E:text=El%20inflamosoma%20NLRP3%20se%20encuentran,a%20la%20cinasa%20kB19.">NLRP3</a> es el más conocido y estudiado.</p>
<p>Puesto que los inflamasomas juegan un papel fundamental en la iniciación de las respuestas inflamatorias, cualquier alteración en su funcionamiento puede llevar al desarrollo de enfermedades. Y son precisamente esos desequilibrios en la actividad del NLRP3 los que se han asociado a la aparición de dolencias inflamatorias, como las anteriormente citadas, que afectan a nuestra fertilidad. </p>
<p>La activación excesiva de este inflamasoma produce <a href="https://theconversation.com/como-se-suicidan-las-celulas-cancerosas-nuevos-hallazgos-podrian-mejorar-los-tratamientos-199206">piroptosis</a>, un tipo de muerte celular programada en respuesta a patógenos intracelulares que genera una gran cantidad de factores proinflamatorios. </p>
<h2>Cuando el NLRP3 “sobreactúa”</h2>
<p>Diversos estudios han puesto de manifiesto que la “sobreactuación” del inflamasoma NLRP3 juega un papel importante en varios procesos relacionados con la reproducción, como los siguientes: </p>
<ul>
<li><p>El aumento de la expresión de NLRP3 con la edad favorece <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7775749/">el envejecimiento ovárico</a> en las mujeres.</p></li>
<li><p>Su hiperactivación como consecuencia de la desregulación de las hormonas sexuales potencia el desarrollo de la <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/36542122/">endometriosis</a>.</p></li>
<li><p>El síndrome de <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7862815/">ovario poliquístico</a> también sobreactiva el NLRP3, lo que acelera la fibrosis ovárica y afecta a la maduración de los folículos ováricos.</p></li>
<li><p>Se ha detectado un incremento significativo en la expresión de NLRP3 en el tejido endometrial de mujeres con <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7862815/">aborto espontáneo de repetición y en el plasma de embarazadas con diabetes gestacional</a>.</p></li>
<li><p>Y, por último, la activación anormal de este inflamasoma se vincula a casos de parto prematuro <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33525681/">daño testicular asociado al varicocele</a>, <a href="https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fendo.2020.00008/full">preclampsia</a> –caracterizada por la aparición de hipertensión y signos de daño hepático o renal después de la 20ª semana de embarazo– y disminución de la <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC9150048/">motilidad y producción de los espermatozoides</a>.</p></li>
</ul>
<p>En resumen, el inflamasoma desempeña un papel fundamental en el origen de muchos trastornos inflamatorios asociados con un aumento de la infertilidad, tanto en hombres como en mujeres. Entender cómo actúan estos elementos del sistema inmunológico será esencial para buscar nuevas dianas terapéuticas y tratamientos.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/203265/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Sylwia Dominika Tyrkalska recibe fondos del programa Juan de la Cierva Incorporación de Ministerio de Ciencia e Innovación (IJC2019-039619-I). </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Sergio Candel Camacho recibe fondos del Subprograma "Saavedra Fajardo" para la atracción de talento investigador a universidades y centros de investigación de la Región de Murcia (21118/SF/19), procedentes de la Fundación Séneca-Agencia de Ciencia y Tecnología de la Región de Murcia.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Victoriano Mulero Méndez recibe fondos de Ministerio de Ciencia e Innovación/Agencia Estatal de Investigación, Fundación Séneca/Agencia Ciencia y Tecnología de la Región de Murcia, CIBERER/ISCIII, Consejería de Sanidad de la Región de Murcia, y Comisión Europea/H2020. </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Antonios Georgantzoglou y Carmen Álvarez Santacruz no reciben salarios, ni ejercen labores de consultoría, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del puesto académico citado.</span></em></p>Los mecanismos de defensa que promueven la inflamación afectan la fertilidad humana. Y en este proceso desempeña un papel fundamental el inflamasoma, un complejo proteínico que hasta ahora había pasado inadvertido.Sylwia Dominika Tyrkalska, Investigadora Postdoctoral, Universidad de MurciaAntonios Georgantzoglou, Especialista en Análisis de Imagen, University of CopenhagenCarmen Álvarez Santacruz, Médico Especialista en Otorrinolaringología y Cirujana de Cabeza y Cuello, Investigadora predoctoral, Universidad de MurciaSergio Candel Camacho, Investigador Saavedra Fajardo, Universidad de MurciaVictoriano Mulero Méndez, Catedrático de Biología Celular, Universidad de MurciaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1930392022-11-17T17:48:50Z2022-11-17T17:48:50ZNo solo deben cuidarse las madres: así afecta la (mala) salud de los hombres a su futura descendencia<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/495721/original/file-20221116-14-ydl6w3.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C571%2C4652%2C2360&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/stop-smoking-hand-baby-touching-father-437590453">Shutterstock / wk1003mike</a></span></figcaption></figure><p>Es bien conocido que la edad y salud de la madre influyen en su fertilidad y en la salud de la descendencia. Debido a la relevancia del primer factor, se suele aludir al concepto del <em>reloj biológico</em>, que ejerce cierta presión sobre algunas mujeres.
Así, empujadas a tomar una decisión respecto a la maternidad en función de los años que van cumpliendo, dejan de tener en cuenta sus propias aspiraciones y <a href="https://theconversation.com/maternidad-en-espana-menos-hijos-de-los-deseados-y-a-edades-tardias-175695">los factores psicosociales, económicos y laborales que pueden influir en ella</a>. </p>
<p>Pero como veremos a continuación, la edad, los hábitos y las experiencias del padre también pueden condicionar la salud de sus hijos.</p>
<h2>Más allá de la fertilidad</h2>
<p>En primer lugar hay que hablar de la fertilidad masculina, <a href="https://www.rbmojournal.com/article/S1472-6483(22)00229-2/fulltext">que se resiente después de cumplir los 40 años</a> y por la presencia de <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/epdf/10.1111/and.14259">enfermedades cardiovasculares y metabólicas</a>. Pero es que además se ha encontrado que la edad avanzada del padre <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0015028222019793?via%3Dihub">aumenta la incidencia de enfermedades mentales en los hijos</a>. </p>
<p>En el caso concreto de la aparición de trastornos psiquiátricos, el estudio de los mecanismos subyacentes se vuelve sumamente complejo: al posible factor biológico de la edad debemos añadir el efecto del choque generacional en el estilo de crianza y el riesgo de que un hijo de padre <em>añoso</em> pierda a su progenitor cuando todavía es muy joven.</p>
<p>Por otro lado, los <a href="https://jmg.bmj.com/content/51/9/563.long">estudios epidemiológicos</a> centrados en épocas de hambruna o guerras han demostrado que la incidencia de enfermedades cardiovasculares y metabólicas y la susceptibilidad al estrés aumentan en los descendientes de los afectados. </p>
<h2>Herencia envenenada</h2>
<p>No se puede obviar que esos eventos puedan tener consecuencias más allá de lo puramente biológico, pero tampoco debe descartarse que las experiencias traumáticas, los hábitos insanos, la edad avanzada del padre y sus enfermedades dejen una impronta heredable por sus hijos. Esto estaría en la línea de las ideas postuladas por el naturalista francés <a href="https://www.rtve.es/noticias/20110506/jean-baptiste-lamarck-primera-teoria-evolucion/430657.shtml">Jean-Baptiste Lamarck</a>, hoy reivindicado.</p>
<p>Para estudiar si el impacto de la edad y la salud del padre puede ser heredado a través de algún tipo de mecanismo biológico se ha recurrido a la experimentación con animales. Estas investigaciones han confirmado el efecto de <a href="https://elifesciences.org/articles/61736">la dieta</a> y <a href="https://www.nature.com/articles/tp201782">la actividad física</a> en la descendencia. Además, hábitos insanos como el consumo de drogas también afectan negativamente en este sentido. </p>
<p>Así, varios estudios han demostrado que el alcohol influye en el peso de las crías y en que <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0741832920302263?via%3Dihub">estas desarrollen síntomas asociados a la ansiedad</a>; además, la exposición a nicotina o cannabis del padre podría provocar <a href="https://www.nature.com/articles/s41598-020-72783-0#Sec9">alteraciones en genes relacionados con el autismo</a>.</p>
<p>Asimismo, los hijos de ratones macho sometidos a estrés también podrían desarrollar <a href="https://www.nature.com/articles/nn.3695">alteraciones metabólicas</a> y <a href="https://www.jneurosci.org/content/33/21/9003">mayor susceptibilidad al estrés</a>.</p>
<h2>Así se producen los cambios epigenéticos</h2>
<p>¿Y cómo puede transmitir el padre el efecto de estos factores?
De acuerdo con esas investigaciones, las consecuencias nocivas se transfieren a través del esperma. Concretamente, la <em>información</em> viajaría en forma de <a href="https://www.cancer.gov/espanol/publicaciones/diccionarios/diccionario-cancer/def/microarn">microARN</a>, un tipo de ARN más pequeño. Este es capaz de inducir <a href="https://theconversation.com/el-tabaco-el-alcohol-y-otras-drogas-cambian-nuestro-epigenoma-184278">mecanismos epigenéticos</a>. </p>
<p>Brevemente, los mecanismos epigenéticos afectan a la expresión de nuestros genes pero no cambian nuestro código genético. Es decir, sin modificar el ADN, nuestro padre (e incluso nuestro abuelo) nos podría transmitir una información esencial que afectaría a nuestra salud y a la de nuestros futuros descendientes. </p>
<p><a href="https://www.mdpi.com/2075-4655/6/2/12">Los estudios</a> han relacionado factores como la dieta, el estrés y la exposición a compuestos tóxicos con alteraciones de los niveles de microARN en el esperma. Buen ejemplo de ello son el alcohol y la nicotina: ambos modifican las cantidades de hasta siete tipos diferentes de microARN. </p>
<p>Probablemente, próximos estudios nos ayuden a entender mejor el papel concreto de estas moléculas y los mecanismos que ponen en marcha. </p>
<h2>Cuidados de los futuros padres y madres</h2>
<p>En suma, es indudable que la edad y la salud de madres y padres influye en todos los ámbitos de la maternidad y la paternidad. Las últimas investigaciones nos hablan de mecanismos epigenéticos por los que se podrían transmitir y heredar el impacto de la edad, los hábitos, las enfermedades y las experiencias traumáticas. </p>
<p>En el caso de las mujeres que desean quedarse embarazadas, una buena planificación contribuye a un embarazo sano y a la buena salud del bebé. Esta planificación debe incluir <a href="https://www.cdc.gov/preconception/spanish/planning.html">unos cuidados que comienzan antes de la gestación</a>: seguir una alimentación saludable, evitar el tabaco y el alcohol y tomar suplementos de ácido fólico. </p>
<p>Pero a la vista de lo expuesto en este artículo, también se debería insistir en el estilo de vida sano de los hombres que desean ser padres. Asimismo, las medidas públicas para hacer frente a la caída de la natalidad deben proteger a las personas que quieran tener hijos. Esto no solo impactará en su propio bienestar, sino también en el de los ciudadanos del futuro.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/193039/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Guadalupe Rivero Calera recibe fondos de Gobierno Vasco/Eusko Jaurlaritza, Ministerio de Ciencia e Innovación, Instituto de Salud Carlos III, Fundación Vital y Fundació La Marató TV3.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Oihane Martínez-Peula recibe fondos para su beca predoctoral de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU). También recibe fondos del Gobierno Vasco/Eusko Jaurlaritza y Ministerio de Ciencia e Innovación. </span></em></p>La edad avanzada, los malos hábitos y las experiencias traumáticas de los padres pueden comprometer la salud de sus hijos, como apuntan diversos estudios.Guadalupe Rivero Calera, Profesora agregada de Farmacología. Facultad de Medicina y Enfermería. Grupo de Investigación: Neuropsicofarmacología, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko UnibertsitateaOihane Martínez-Peula, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko UnibertsitateaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1702982021-10-21T21:16:59Z2021-10-21T21:16:59ZAsí está afectando la covid-19 a la fertilidad<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/427785/original/file-20211021-20-1jyepj1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C5760%2C3828&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/search/fertilidad+covid+hombre+mujer">Shutterstock / New Africa</a></span></figcaption></figure><p>Las grandes crisis mundiales siempre han afectado al número de habitantes del planeta. En las guerras, debido a las muertes directas y al descenso de natalidad durante la posguerra. En las pandemias, además de la mortalidad, se añaden dos factores: el posible efecto directo de la enfermedad sobre la fertilidad (efecto fisiológico) y el efecto indirecto sobre las decisiones de las parejas a la hora de concebir (efecto psicológico). </p>
<p>En pandemias anteriores ha sido difícil estudiar estos dos factores. El caso más estudiado ha sido el de la pandemia causada por la gripe de 1918. Cuesta analizar los datos porque la expansión de la enfermedad coincidió con la Primera Guerra Mundial, pero aún así se pudieron extraer ciertas conclusiones. </p>
<p>En <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/30059982/">EEUU se produjo un descenso de nacimientos</a> en los tres meses siguientes al pico de mortalidad. Se debía al aumento de abortos relacionados con la enfermedad (también se observó para la gripe A/H1N1 de 2009). Después, pasados 5-7 meses tras el pico de mortalidad, se produjo un aumento del número de nacimientos relacionados con una reversión a la normalidad. </p>
<p>Sin embargo, el número de nacimientos descendió de nuevo poco después (a los 8-10 meses tras el pico de mortalidad) debido a los efectos psicológicos –retraso de la decisión– y fisiológicos –afectó a la fertilidad masculina–. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/427730/original/file-20211021-21-kq88af.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/427730/original/file-20211021-21-kq88af.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/427730/original/file-20211021-21-kq88af.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=428&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/427730/original/file-20211021-21-kq88af.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=428&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/427730/original/file-20211021-21-kq88af.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=428&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/427730/original/file-20211021-21-kq88af.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=537&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/427730/original/file-20211021-21-kq88af.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=537&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/427730/original/file-20211021-21-kq88af.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=537&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Figura 1- Muertes y nacimientos en EEUU entre 1915 y 1925 (calculado respecto a la media).
Basada en Ronald Lee, UC Berkeley, May 10, 2021, Expert Meeting, modificada por Matilde Cañelles.</span>
</figcaption>
</figure>
<p>Los datos en <a href="https://www.iza.org/publications/dp/10834/disease-and-fertility-evidence-from-the-1918-influenza-pandemic-in-sweden">Suecia apuntaron a un aumento de la natalidad</a> una vez superada la pandemia. Pero este aumento duró poco tiempo y los autores del estudio concluyeron un descenso total al considerar las tres causas descritas. </p>
<p>Además, se apunta que el descenso fue menor en natalidad en mujeres casadas y de nivel económico alto, lo que evidencia claramente un cuarto factor a tener en cuenta.</p>
<h2>¿Afecta SARS-Cov-2 directamente a los órganos reproductores?</h2>
<p>Hay estudios en los que parece no <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7378513/pdf/main.pdf">afectar directamente a la fertilidad masculina</a>, a diferencia de otros virus recientes, como el Zika. Tampoco, aunque los estudios son más limitados, a la <a href="https://ivi.es/blog/la-infeccion-por-covid-19-reduce-la-reserva-ovarica-de-la-mujer/">reserva ovárica de la mujer</a>. </p>
<p>Sin embargo, la puerta de entrada del virus a las células, el receptor ACE2, se expresa ampliamente en ovarios, útero y vagina. En el endometrio, por ejemplo, la <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0015028220305975">expresión de proteínas involucradas en la infección por SARS-CoV-2</a> –como el receptor TMPRSS4, la proteína furina, el receptor Basigina (BSG)– es muy alta, mientras que la expresión del receptor clave TMPRSS2 es moderada y la de ACE2 es baja. Pero aún no está claro si hay un efecto directo del virus en la implantación del embrión. </p>
<p>Con respecto al ciclo menstrual, se sabe que los virus de la hepatitis B y C o el del HIV afectan al sistema reproductor femenino y causan trastornos en el ciclo menstrual. En un <a href="https://www.rbmojournal.com/article/S1472-6483(20)30525-3/fulltext/">estudio con mujeres ingresadas por covid</a> cerca del 30 % (de 177 mujeres) presentaron cambios en el ciclo menstrual y variación del volumen del mismo. </p>
<p>Las concentraciones medias de hormonas sexuales y de la hormona antimulleriana (AMH, hormona que permite conocer el índice de fertilidad en la mujer y la capacidad fértil de los hombres) no fueron diferentes de las de los controles de la misma edad. Sin embargo, <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8378059/">otra investigación reciente</a> cuestiona los resultados en mujeres ingresadas. El estudio contiene un sesgo importante, ya que solo un 5.8 % de las mujeres con covid-19 necesitan ingresar. </p>
<p>Es necesario, pues, <a href="https://bmjopen.bmj.com/content/bmjopen/11/2/e045524.full.pdf">estudiar el impacto de covid-19 sobre la fertilidad femenina</a> mediante protocolos específicos para obtener evidencias científicas sólidas.</p>
<h2>¿Y a la decisión de ser padres?</h2>
<p>Según una reciente <a href="https://obgyn.onlinelibrary.wiley.com/doi/epdf/10.1002/ijgo.13366">investigación realizada en Shangai</a>, la covid-19 ha afectado las decisiones de las parejas respecto a concebir. <a href="https://www.pnas.org/content/118/36/e2105709118">Otro estudio realizado en países de ingresos altos</a> evidenciaba una heterogeneidad (ver Figura 2) en los niveles de natalidad entre países del sur de Europa donde se ha producido un descenso más acusado –por ejemplo, Italia (−9,1 %), España (−8,4 %), y Portugal (−6,6 %))– y los países del norte. </p>
<p>En estos últimos, además de una incidencia de la pandemia menor, el descenso en la natalidad no ha sido tan notable. Los autores atribuyen esta diferencia a las políticas de protección social sobre empleo y natalidad que, en general, son más elevadas en los países del norte de Europa.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/427734/original/file-20211021-27-1k4i3to.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/427734/original/file-20211021-27-1k4i3to.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/427734/original/file-20211021-27-1k4i3to.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/427734/original/file-20211021-27-1k4i3to.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/427734/original/file-20211021-27-1k4i3to.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/427734/original/file-20211021-27-1k4i3to.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=565&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/427734/original/file-20211021-27-1k4i3to.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=565&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/427734/original/file-20211021-27-1k4i3to.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=565&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Figura 2. Tasa de natalidad en relación con el promedio de 2016-2019 para países seleccionados. Adaptada de Aassve y col. (2021) por Mercedes Jiménez.</span>
<span class="attribution"><span class="source">https://www.pnas.org/content/118/36/e2105709118</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Por otra parte, mirando más al sur, según un <a href="https://www.unfpa.org/es/node/41267">informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas</a>, en los países en desarrollo la pandemia ha interrumpido y dificultado el acceso a servicios de planificación familiar aumentando los embarazos no deseados y, por lo tanto, la natalidad. </p>
<p>Se tata de otra desigualdad debida a la pandemia a tener en cuenta y que incide en la necesidad de abordar los cambios demográficos de manera multidisciplinar.</p>
<h2>Impacto psicológico de la covid-19 sobre la infertilidad</h2>
<p>La pandemia ha afectado también a los tratamientos de fertilidad muy significativamente. Asociaciones internacionales como <em>American Society for Human Reproductive Medicine</em> (ASRM) y la <em>European Society for Human Reproduction and Embriology</em> (ESHRE) aconsejaron al inicio de la pandemia frenar los tratamientos de reproducción asistida, consejo seguido por la mayoría de los países. Pero las mujeres en tratamiento <a href="https://doi.org/10.1007/s10815-020-02023-x">han sufrido angustia fisiológica</a> al tener que posponer el tratamiento. </p>
<p>Es más, en un estudio realizado en Italia sobre el efecto de la <a href="https://doi.org/10.1016/j.jogoh.2021.102079">interrupción de tratamiento de fertilidad</a> se observaron cambios en hábitos alimenticios y ganancia de peso relacionados con sentimientos de ansiedad y angustia. </p>
<p>Además de las evidencias directas e indirectas que sugieren que covid-19 podría afectar a los órganos reproductores, el impacto en la fertilidad es mucho más complejo y pone en evidencia la necesidad de estudios multidisciplinares y, sobre todo, de aplicar una perspectiva de género teniendo en cuenta las diferencias entre hombres y mujeres en la investigación en salud. </p>
<p>Los distintos síntomas y los efectos en las mujeres, tanto por la covid-19 como por otras enfermedades, influyen sobre la fertilidad. Pasar de largo constituye una importante barrera para abordar cualquier cuestión en toda su complejidad.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/170298/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Las grandes crisis siempre han afectado a la población. En las guerras por las muertes directas y al descenso de natalidad posterior. En las pandemias, además de la mortalidad, se añaden el posible efecto directo de la enfermedad sobre la fertilidad y el efecto indirecto sobre las decisiones de las parejas a la hora de concebir.María Mercedes Jiménez Sarmiento, Científica del CSIC. Bioquímica de Sistemas de la división bacteriana. Comunicadora científica, Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas (CIB - CSIC)Matilde Cañelles López, Investigadora Científica. Ciencia, Tecnología y Sociedad, Instituto de Filosofía (IFS-CSIC)Nuria Eugenia Campillo, Científico Titular. Medicinal Chemistry, Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas (CIB - CSIC)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1619212021-06-04T16:52:21Z2021-06-04T16:52:21ZLa importancia del reloj biológico y su efecto genético<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/404468/original/file-20210604-27-vkmcyg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C4992%2C3315&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/hourglass-front-womans-bare-belly-768990868">Shutterstock / plprod</a></span></figcaption></figure><p>El retraso de la edad para ser madre se ha convertido en España, y en general en el mundo occidental, en una tendencia imparable y que parece no tener freno. </p>
<p>En los 90, la edad media en la que las mujeres tenían su primer hijo era <a href="https://www.eustat.eus/elementos/la-fecundidad-de-las-mujeres-nacidas-entre-1951-y-1970-queda-por-debajo-del-reemplazo-generacional/not0014653_c.html">26,8 años</a>. Actualmente esa cifra se ha incrementado en cinco años. </p>
<h2>¿Por qué hoy la maternidad es más tardía?</h2>
<p>El incremento de la edad media en estos casos se ha producido por diversos factores. Entre ellos, la tardanza en la emancipación de los jóvenes, asociada a la situación de inestabilidad laboral y económica existente. También la incorporación de la mujer al mundo laboral y su deseo de desarrollo profesional. A esto hay que sumarle una gran falta de apoyo a la maternidad:<a href="https://www.actuall.com/familia/espana-es-el-unico-pais-de-la-union-europea-sin-ayudas-por-hijo-a-cargo/"> España es el país de la Unión Europea con menos ayudas a la familia</a>.</p>
<p>El problema aparece cuando, tras conseguir una estabilidad económica, laboral y emocional, aflora el sentimiento de maternidad con más fuerza, sin caer en que el tiempo transcurrido ha corrido en contra. </p>
<h2>El tiempo influye en la posibilidad de embarazo</h2>
<p>En este sentido, a partir de los 35 años la reserva ovárica comienza a estar comprometida y <a href="https://www.agenciasinc.es/Noticias/Por-que-la-fertilidad-de-las-mujeres-decae-a-los-35-anos">la calidad ovocitaria empieza a disminuir a pasos agigantados</a>. Pero los medios de comunicación se hacen eco constantemente de casos de mujeres mayores de 40 años que se quedan embarazadas sin ninguna dificultad. Al menos, aparentemente.</p>
<p>Esta creencia está muy extendida en la sociedad. De hecho, <a href="https://www.registrosef.com/public/docs/sef2018_IAFIVm.pdf">el 33% de las mujeres mayores de 43 años cree que puede llegar a tener un hijo de forma natural</a>. La realidad, sin embargo, es que de cada 100 mujeres que quiere ser madre a esta edad, sólo una lo consigue. </p>
<p>Tras meses de espera infructuosa, la decisión consiste en consultar a un médico especialista en reproducción. Es en ese momento cuando surge la conciencia del problema, hasta entonces ignorado. “A mí nadie me había informado de esto, si lo hubiera sabido antes…”, suele ser la reacción al recibir la noticia. </p>
<p>En las consultas de reproducción se pueden escuchar frases o comentarios similares continuamente. De ahí la importancia de que la mujer sea consciente de que la edad está íntimamente ligada a la edad biológica del óvulo. </p>
<p><a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/24355045/">Como se puede apreciar en el siguiente gráfico</a>, es imprescindible ser conscientes de que, a partir de los 38 años, más del 50% de los embriones están alterados. También que a partir de los 40 esas alteraciones genéticas alcanzan más del 70%.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/404008/original/file-20210602-21-1ec4bks.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/404008/original/file-20210602-21-1ec4bks.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/404008/original/file-20210602-21-1ec4bks.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=398&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/404008/original/file-20210602-21-1ec4bks.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=398&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/404008/original/file-20210602-21-1ec4bks.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=398&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/404008/original/file-20210602-21-1ec4bks.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=500&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/404008/original/file-20210602-21-1ec4bks.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=500&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/404008/original/file-20210602-21-1ec4bks.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=500&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Porcentaje de embriones alterados en función de la edad.</span>
</figcaption>
</figure>
<p>En estas situaciones y con la información sobre la mesa, las pacientes deben conocer cuales son sus posibilidades reales. En especial, qué se puede hacer ante este determinante genético que fija esa edad biológica. </p>
<p>Ante contexto similares, y gracias a una herramienta denominada <em>Preimplantation Genetic Screening</em> (diagnóstico genético preimplantacional), que analiza de aneuploidias (alteraciones cromosómicas en embriones), es posible detectar cuál de todos los embriones es cromosómicamente normal. </p>
<p>De esta forma se elimina la variable del paso del tiempo, de la edad, en aquellas pacientes que buscan quedarse embarazadas. Es más, se consigue equiparar su tasa de embarazo a la de una mujer joven. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/404469/original/file-20210604-13-713i4f.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/404469/original/file-20210604-13-713i4f.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/404469/original/file-20210604-13-713i4f.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=579&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/404469/original/file-20210604-13-713i4f.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=579&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/404469/original/file-20210604-13-713i4f.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=579&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/404469/original/file-20210604-13-713i4f.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=728&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/404469/original/file-20210604-13-713i4f.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=728&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/404469/original/file-20210604-13-713i4f.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=728&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption"></span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-illustration/human-sperm-selection-sorting-reproductive-concept-167714144">Shutterstock / Lightspring</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>¿Qué ocurre desde el punto de vista masculino?</h2>
<p>Los espermatozoides, el paso del tiempo y el estilo de vida son factores que también predisponen y afectan a la fertilidad de los varones. </p>
<p>Los hombres tienen una subpoblación de espermatozoides que presentan su ADN fragmentado. De hecho, como es previsible, el daño se acentúa en condiciones patológicas y puede conducir a la esterilidad. De ahí que sea importante ser conscientes del posible problema y <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31692293/">conocer las causas que provocan las roturas en el material genético de la célula sexual masculina</a>. </p>
<p>Como decimos, muchos de estos procesos están condicionados por los hábitos externos, así como el estilo de vida. Entre esos factores destaca el tabaco, cuyo consumo habitual no solo se asocia con un descenso en la motilidad y concentración espermática, sino también con un incremento en el daño del material genético.</p>
<p>Otro de los condicionantes es la hipertermia. Se produce a causa del aumento de la temperatura testicular por encima de los valores habituales. El porqué vuelve a ser el daño en la estructura del material genético.</p>
<p>Por eso, los varones con profesiones como soldadores o cocineros son susceptibles a padecer daños similares. Además, sucede lo mismo con hombres que pasan mucho tiempo sentados, como camioneros, taxistas o conductores en general.</p>
<p>Los hábitos tóxicos, como pueden ser el <a href="https://www.nhs.uk/conditions/infertility/causes/">consumo de drogas</a>, porros incluidos, también forma parte del abanico de factores capaces de potenciar un futuro problema de fertilidad. Además, lejos de lo que pueda parecer, no solo afectarán a hombres de edad más avanzada: los jóvenes con este tipo de hábitos también son más susceptibles de padecer problemas en la calidad de sus células reproductoras. </p>
<p>Hacer llegar a la sociedad el mensaje de que es imprescindible prestar atención a la salud reproductiva es vital. Es cierto que, hoy en día, tenemos a nuestra disposición la tecnología más avanzada. Aun así, existe una importante cuestión que la ciencia, al menos por el momento, no es capaz de conseguir: luchar contra el reloj biológico.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/161921/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Yosu Franco Iriarte no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El ritmo de vida actual hace que la maternidad se retrase y que la edad media de los progenitores, por tanto, aumente. Esto puede hacer que la gestación sea más problemática.Yosu Franco Iriarte, Profesor de medicina, reproducción asistida, área de embriología, Universidad de DeustoLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1398282020-06-04T07:13:31Z2020-06-04T07:13:31ZLos genes de la fertilidad<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/339492/original/file-20200603-130951-1pxn0tz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C4992%2C3323&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/children-our-happiness-359714846"> Ekaterina Shamrai / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>¿Quién no recuerda la retahíla que soltábamos en clase de Ciencias Naturales para definir a los seres vivos? Son aquellos que nacen, crecen, se reproducen y mueren. Breve pero reveladora.</p>
<p>La capacidad para reproducirse es, por tanto, inherente a todo ser vivo. En nuestra especie, la reproducción comienza con la concepción, que es el momento en el que los gametos, un óvulo y un espermatozoide, cada uno con 23 cromosomas, se unen. La fusión de estos dos gametos da lugar al cigoto, una célula con 46 cromosomas que porta información genética de sus progenitores y que, por divisiones sucesivas, generará el embrión. Si el embrión implanta en el útero decimos que hay embarazo y, a partir de este momento, se lleva a cabo la gestación. Un periodo casi mágico a cuyo fin, si todo va bien, nacerá un bebé sano.</p>
<p>Dada la complejidad molecular subyacente a que se produzca un embarazo, y las posibles complicaciones que pueden surgir durante la gestación, podríamos decir que el nacimiento de un bebé sano es poco más que un milagro. De cada 100 óvulos fecundados, unos 70 implantan en el útero, 55 dan lugar a bebés nacidos y sólo <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/B9780123821843000106">48 de ellos (menos de la mitad) llegan a término como bebés sanos</a>. </p>
<h2>Una especie con bajo potencial reproductivo</h2>
<p>Aunque pudiese parecer lo contrario, el potencial reproductivo de nuestra especie es bajo. Según <a href="https://www.sefertilidad.net/docs/biblioteca/recomendaciones/estudioBasico.pdf">la Sociedad Española de Fertilidad</a>, sólo el 30% de las parejas con menos de treinta años consigue un embarazo en un mes, un 60% a los seis meses, el 80% en un año y un 90% en un año y medio. </p>
<p>Por eso los expertos proponen que el estudio de una posible pareja estéril –o sólo infértil– se inicie tras un año de relaciones sexuales sin protección. Conviene aclarar que se considera esterilidad si se ha perdido la capacidad de fecundación. Y hablamos de infertilidad si, aun produciéndose la fecundación, no se consigue que el embarazo llegue a término. De un modo u otro, aproximadamente entre el 15 y el 17 por ciento de las parejas no consiguen tener hijos.</p>
<p>Las <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/B9780123821843000155">causas de la infertilidad</a> suelen ser de origen materno en un 30% de los casos, paterno en el 35%, de ambos en un 20% y el resto de origen desconocido. Entre los factores por los que una mujer podría no ser fértil se encuentran la edad, el ejercicio excesivo, la grasa corporal, la endometriosis, los trastornos hormonales y ovulatorios, o las alteraciones anatómicas del aparato reproductor. </p>
<p>En los hombres es frecuente que se deba al abuso del tabaco, el alcohol, las drogas y los anabolizantes, así como también la desregulación hormonal o las anomalías en su aparato reproductor, por citar algunas posibles causas. La influencia de los contaminantes ambientales también es importante.</p>
<p>Las causas que influyen en la infertilidad pueden ser diagnosticadas hasta en el 90% de los casos, y en un 60% de los mismos existe un tratamiento adecuado. </p>
<h2>Más fértiles con genes neandertales</h2>
<p>Como no podía ser de otro modo, <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3885174/">la genética juega un papel importante en los niveles de fertilidad</a>, aunque muchas de las posibles alteraciones subyacentes aún son desconocidas. De las que se conocen, se ha detectado que pueden ser debidas, tanto en mujeres como en hombres, a anormalidades estructurales en los cromosomas, a mutaciones en genes concretos –cambios en las letras, el texto, del ADN– o a modificaciones <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6463256/">epigenéticas</a> –es decir, cambios en la lectura del ADN–.</p>
<p>El avance en el conocimiento de las bases moleculares y genéticas de los procesos fisiológicos normales, así como de sus alteraciones en las enfermedades, ha ido de la mano del desarrollo de las modernas tecnologías de análisis masivo denominadas <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK202165/">ómicas</a>. En el caso de la reproducción, hablamos de <a href="https://www.elsevier.com/books/reproductomics/horcajadas/978-0-12-812571-7">reproductómica</a>. </p>
<p>Estas técnicas nos han permitido conocer los genes que, de un modo u otro, están implicados en diferentes procesos del embarazo y, con ello, desarrollar herramientas diagnósticas de uso habitual en clínicas de reproducción asistida. Por ejemplo, investigadores españoles han desarrollado los denominados “<a href="https://www.fertstert.org/article/S0015-0282(10)00701-6/fulltext">Endometrial Receptivity Array</a>” y el “<a href="https://academic.oup.com/humrep/article/33/2/220/4791142">ER Map/ER Grade</a>”, en los que el estudio de la expresión de 134 y 40 genes, respectivamente son suficientes para detectar si un endometrio se encuentra en el estado adecuado para recibir al embrión y que éste se implante en el útero. </p>
<p>Desde el punto de vista evolutivo, un estudio reciente apunta a una mayor capacidad reproductiva en las mujeres que presentan una variedad de un <a href="https://academic.oup.com/mbe/advance-article/doi/10.1093/molbev/msaa119/5841671">gen que procede de los neandertales</a>. Se trata del receptor de la progesterona, hormona clave para el proceso de implantación del embrión en el útero. Una de cada tres mujeres europeas expresan esta variedad del gen. Esa alta frecuencia de aparición en la población actual puede ser explicada por el propio efecto que ejerce como promotor de la fertilidad.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/338983/original/file-20200601-95036-9emuhi.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/338983/original/file-20200601-95036-9emuhi.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/338983/original/file-20200601-95036-9emuhi.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=475&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/338983/original/file-20200601-95036-9emuhi.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=475&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/338983/original/file-20200601-95036-9emuhi.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=475&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/338983/original/file-20200601-95036-9emuhi.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=596&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/338983/original/file-20200601-95036-9emuhi.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=596&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/338983/original/file-20200601-95036-9emuhi.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=596&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Red de interacción molecular de los genes de la fertilidad implicados en el comportamiento reproductivo humano.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="http://apps.cytoscape.org/apps/genemania">Imagen generada por FJ Esteban con GeneMANIA</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Por último, el comportamiento reproductivo humano, en relación tanto con la edad de los padres cuando tienen su primer bebé como con el número de hijos nacidos, también presenta una base genética. En este sentido, se han identificado <a href="https://www.nature.com/articles/ng.3698">dieciséis regiones cromosómicas</a> independientes con genes (representados en la anterior figura) que, directa o indirectamente, están implicados en procesos subyacentes a las reproducción humana. Por ejemplo el gen CTEB3L4, relacionado con el desarrollo de la línea germinal masculina, y el GATAD2B, cuya expresión se ha detectado alterada en diferentes procesos ginecológicos que causan dolor pélvico e infertilidad.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/139828/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Francisco José Esteban Ruiz recibe fondos de la Universidad de Jaén (PAIUJA-EI_CTS02_2019) y de la Junta de Andalucía (BIO-302).</span></em></p>El 4 de junio se celebra el Día Mundial de la Fertilidad. Una de cada tres mujeres europeas lleva en su ADN un gen procedente de los neandertales que aumenta su capacidad reproductiva. Un ejemplo de los muchos genes implicados en la fertilidad.Francisco José Esteban Ruiz, Profesor Titular de Biología Celular, Universidad de JaénLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1334702020-04-12T19:55:18Z2020-04-12T19:55:18Z¿Tiene la píldora femenina los días contados?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/327382/original/file-20200412-4017-vbcnnw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=8%2C204%2C5439%2C3038&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/medicine-woman-menopause-pms-menstruation-estrogen-679079170"> Tero Vesalainen / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Cuando en 1966 apareció en escena la píldora anticonceptiva, ocasionó una revolución femenina, tanto social como sexual. Esto supuso una ventaja para muchas mujeres, que empezaron a controlar de forma cómoda y eficaz su fertilidad y redujeron las probabilidades de embarazo. La píldora empoderó a las mujeres. </p>
<p>De hecho, podríamos afirmar que la aparición de la píldora anticonceptiva ha sido uno de los hitos más importantes en la evolución de la humanidad, porque permitió a las mujeres decidir en qué momento querían tener sus hijos, lo que entre otras cosas les facilitó el acceso al mundo del trabajo remunerado.</p>
<h2>¿Qué son las píldoras anticonceptivas?</h2>
<p>Las píldoras anticonceptivas suponen un aporte exógeno de hormonas –progestágenos bien solos o bien acompañados de estrógenos– que controlan los ovarios y el útero y juegan un papel importante en el ciclo menstrual. Cuando se consumen impiden la ovulación y la penetración de los espermatozoides por alteraciones en el cérvix, a la par que modifican la contractilidad uterina. Todos estos efectos disminuyen la posibilidad de fecundación y, por tanto, de embarazo.</p>
<p>La mayoría de las píldoras combinadas se comercializa en envases que contienen 21, 22 ó 24 pastillas con hormonas, o bien 28 píldoras que incluyen píldoras placebo (de otro color) para los días del ciclo. Se toma una píldora por día, aproximadamente a la misma hora. Las mujeres tienen su período cuando dejan de tomar las píldoras que contienen hormonas. Algunas mujeres prefieren el envase de 28 días, es decir, con las de placebo incluidas. Porque así no se les olvida qué día tienen que volver a empezar el ciclo del nuevo envase.</p>
<p>También existe la minipíldora, una píldora con progesterona a ínfimas dosis que se toma todos los días sin ninguna interrupción. Con un inconveniente, y es que puede resultar un poco menos eficaz para la prevención del embarazo que las píldoras combinadas. </p>
<p>Si es la primera vez que una mujer toma las píldoras, deberá comenzar el primer día de la menstruación y utilizar preservativo durante los primeros 7 días como método barrera. Pasada esa semana, la paciente ya estaría protegida frente a un embarazo solo con la píldora. Aunque de igual manera, para evitar enfermedades de transmisión sexual, se deberían continuar usando preservativos.</p>
<h2>Pros y contras de la píldora</h2>
<p>A favor de la píldora debemos decir que se trata de un método anticonceptivo seguro y efectivo con efectos beneficiosos: ciclos menstruales más regulares y con menos sangrado, un síndrome premenstrual más leve, menos dolor durante la menstruación y disminución del riesgo de quistes de ovarios. </p>
<p>Sin embargo no todo es color de rosa. Las píldoras anticonceptivas pueden generar posibles efectos secundarios. Entre los más comunes destacan:</p>
<ul>
<li><p>Sangrado menstrual irregular, náuseas, dolor de cabeza, mareos, dolor en los pechos o cambios en el estado de ánimo (1 de cada 10 usuarias).</p></li>
<li><p>Vómitos, diarrea, retención de líquidos (1 de cada 100).</p></li>
<li><p>Coágulos de sangre (1 de cada 1000, sobre todo en fumadoras mayores de 35 años).</p></li>
</ul>
<p>Aparte de los efectos adversos que figuran en la ficha técnica de la píldora, se ha observado que su consumo podría <a href="https://cancerres.aacrjournals.org/content/74/15/4078.abstract">predisponer al desarrollo de cáncer de mama</a>, sobre todo de tumores dependientes de estrógenos. Por tanto, hay que prestar especial atención si existen antecedentes en la familia.</p>
<h2>¿Tiene la píldora femenina los días contados?</h2>
<p>En los últimos dos años se ha visto una disminución del 4% en el consumo de la píldora anticonceptiva. Podría ser debido a sus efectos secundarios, a su coste, a la toma de consciencia del cuerpo, al feminismo, e incluso a que no se considera una “píldora vegana”.</p>
<p>Más de la mitad de las mujeres en edad fértil tiene miedo a “hormonarse” y a la posible aparición de los efectos secundarios, como aumento de peso, cambios de humor y, sobre todo, efectos circulatorios. De hecho existe un temor fundado al desarrollo de <a href="https://extranet.who.int/rhl/es/topics/fertility-regulation/contraception/combined-oral-contraceptives-and-venous-thrombosis">trombosis</a>, especialmente en fumadoras con sobrepeso y mayores de 35 años. </p>
<p>Por otro lado, en línea con el empoderamiento de la mujer, hace algunos años se anunció la llegada de una píldora masculina. Sin embargo, al tener una probabilidad del 3% de efectos adversos, se canceló su “puesta al mercado”. A raíz de aquello, cada vez más mujeres pusieron de manifiesto la injusticia de ser nosotras las únicas que nos “hormonemos” y corramos el riesgo de presentar efectos adversos. </p>
<p>Una de las posibles soluciones podría venir de recientes avances genéticos que prometen una alternativa eficiente a la píldora masculina sin recurrir a hormonas, simplemente silenciando los <a href="https://msutoday.msu.edu/news/2017/genetic-advance-for-male-birth-control/">genes que permiten que se produzcan los espermatozoides</a>.</p>
<p>Paralelamente, lo que ha aumentado es el uso de otros métodos anticonceptivos femeninos alternativos como el anillo vaginal o el DIU (dispositivo intrauterino). </p>
<p>El anillo se coloca un día y se retira después de 3 semanas. </p>
<p>En cuanto al DIU, una vez implantado puede permanecer años dentro del útero. </p>
<p>Con estos métodos, además de facilitar el uso, se consigue evitar los olvidos. Además de que podría tener menos efectos adversos y reduciría el <a href="https://www.fertstert.org/article/S0015-0282(17)30247-9/pdf">impacto negativo sobre el bienestar de la mujer</a> que hace poco se ha demostrado que tiene el uso de la píldora anticonceptiva.</p>
<p>¿Significa eso que la píldora tiene los días contados? Quizás las razones que hacen que disminuya su uso sean solo una tendencia. O bien puede que, como la píldora no es tan cómoda como ponerse un anillo o un DIU, sus alternativas evitan olvidos. Tampoco hay que descartar que sea el temor a la posible aparición de efectos adversos el que, a la larga, reduzca su uso. El tiempo nos lo dirá.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/133470/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Nadie duda que la aparición de la píldora anticonceptiva fue un hito clave en la evolución de la humanidad. Aunque últimamente ha perdido popularidad, entre otras cosas por sus efectos secundarios.Maria José Zarzuelo Romero, Profesora Máster de Atención Farmacéutica, Universidad de GranadaMaría José Faus Dáder, Miembro de la Cátedra María José Faus Dáder de Atención Farmacéutica de la Universidad de Granada, Universidad de GranadaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1310702020-02-26T20:50:26Z2020-02-26T20:50:26ZLa contaminación silenciosa que nos está robando la fertilidad<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/317315/original/file-20200226-24690-1e7nvhf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=6%2C0%2C4564%2C3047&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/hand-drawing-sperm-on-blackboard-464817722"> Piya Kunkayan / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Cada año la calidad y concentración de los espermatozoides por eyaculado masculino se reduce un 1 %. Lo dice un metaanálisis sobre más de <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1240129/pdf/ehp0108-000961">100 estudios publicados entre 1934-1996</a> que alerta de esta disminución acumulativa en poblaciones de varones de diferentes áreas geográficas del planeta. ¿El motivo? Todo apunta al efecto de la exposición a los “disruptores endocrinos”.</p>
<p>El término <a href="https://ehp.niehs.nih.gov/doi/pdf/10.1289/ehp.93101378">se usó por primera vez en los años 90</a> para referirse a todas aquellas sustancias, artificiales o naturales, contaminantes medioambientales, que interfieren en algún aspecto del equilibrio hormonal. Afectan al desarrollo y la función de distintas células, generando riesgos para la salud reproductiva, la función tiroidea, el desarrollo neuronal, el crecimiento y algunos tipos de cáncer dependientes de hormona, entre otros.</p>
<h2>Estamos rodeados</h2>
<p>A fecha de hoy, los disruptores endocrinos están omnipresentes en nuestro entorno cercano en multitud de productos de uso diario. Eso incluye los plásticos de las botellas y los envases, en los plaguicidas, los cosméticos, los lubricantes industriales, los fungicidas… </p>
<p>Según el último <a href="http://www.who.int/ceh/publications/endocrine/en/index.html">informe de la Organización Mundial de la Salud</a> alrededor de 800 compuestos son conocidos o sospechosos de interferir con la síntesis hormonal, sus receptores o sus mecanismos de acción. Y podrían ser muchos más, porque de los mas de 100 000 productos químicos presentes en el medioambiente, solo han sido estudiados sus potenciales efectos adversos en una ínfima proporción. </p>
<p>El sistema endocrino lleva a cabo su función mediante la elaboración y secreción de una serie de sustancias llamadas hormonas que, al unirse a receptores en las células dianas, provocan una respuesta. Entre ellos, los que afectan a la capacidad reproductiva y el desarrollo sexual como estrógenos, andrógenos o progestágenos.</p>
<p>Los disruptores endocrinos pueden interferir en este entramado de dos maneras. Bien como “agonistas” de hormonas, que las “suplantan” activando sus receptores. O como “antagonistas”, que bloquean el receptor e impiden que la hormona haga su función. </p>
<h2>Menos es más</h2>
<p>Una particularidad de los disruptores es que, a veces, “menos es más”. O lo que es lo mismo, su acción puede ser mayor en niveles de exposición bajos que en niveles de exposición altos. Lo que ha venido a llamarse “efecto a baja dosis”. </p>
<p>Si tenemos en cuenta que, además, lo habitual es que humanos y animales se expongan a <a href="https://academic.oup.com/toxsci/article/161/1/76/4210010">múltiples compuestos a la vez</a> (“efecto cóctel”), y que su capacidad acumulativa es enorme, el impacto en salud publica y animal es altamente preocupante. Tanto, que la caída de la capacidad reproductiva de poblaciones animales y humanas podría estar al mismo nivel que la amenaza del cambio climático sobre el futuro del planeta. </p>
<p>Y no solo eso. El sistema hormonal también participa activamente en la regulación metabólica de grasas, hidratos de carbono y proteínas. Por tanto, el desequilibrio hormonal causado por exposiciones prenatales a algunos disruptores <a href="https://link.springer.com/article/10.1007%2Fs13679-017-0240-4">induce alteraciones metabólicas que se traducen en obesidad</a>, otro de los males de nuestra época. Si a ello añadimos que la acumulación corpórea de los disruptores es fundamentalmente en tejidos grasos, la espiral de obesidad y acumulación se retroalimenta peligrosamente. </p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/317140/original/file-20200225-24664-toa7l1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/317140/original/file-20200225-24664-toa7l1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=380&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/317140/original/file-20200225-24664-toa7l1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=380&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/317140/original/file-20200225-24664-toa7l1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=380&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/317140/original/file-20200225-24664-toa7l1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=477&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/317140/original/file-20200225-24664-toa7l1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=477&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/317140/original/file-20200225-24664-toa7l1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=477&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Foliculos embrionarios in vitro.</span>
<span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>La fertilidad en jaque</h2>
<p>Una buena parte de los disruptores interfiere con hormonas implicadas en el desarrollo sexual y la formación de gametos en ambos sexos. Son contaminantes reprotóxicos, muy peligrosos cuando la exposición comienza en periodo prenatal, dado que el desarrollo gonadal y la diferenciación de las células germinales se inicia en mamíferos en la vida embrionaria. </p>
<p>Como avanzamos al principio del texto, en los últimos 50 años la concentración y calidad de los espermatozoides se ha reducido a la mitad. Además, se ha detectado un aumento de las malformaciones en genitales y la prevalencia de cáncer testicular. En mi laboratorio hemos detectado que, a nivel molecular, los disruptores desregulan la expresión de <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22240090">más de 2 000 genes testiculares</a> clave en la formación de gametos funcionales.</p>
<p>Eso sí, la mayor parte de estas investigaciones sobre disruptores se han llevado a cabo en el sexo masculino. Porque es más fácil obtener los espermatozoides y por la tremenda complejidad biológica de la diferenciación de los ovocitos durante el desarrollo femenino. Últimamente hemos empezado a ponerle remedio. Desde nuestro laboratorio y desde otros muchos se han puesto en marcha estudios en modelos animales usando métodos de cultivo <em>in vitro</em> de ovario desde etapas embrionarias del desarrollo.</p>
<p>Otro dato preocupante es que el efecto de ciertos disruptores puede <a href="https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0124296">transmitirse transgeneracionalmente</a>. Es decir, que individuos no directamente expuestos pueden manifestar alteraciones trasmitidas <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5287152/">epigenéticamente</a> mediante células germinales parentales que habían estado expuestas a los contaminantes.</p>
<p>Todo ello apunta a que necesitamos estudios más profundos, además de una regulación más estricta de estos reprotóxicos, si no queremos dar al traste con nuestra salud reproductiva.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/131070/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Jesús del Mazo Martínez recibe fondos de la Agencia Estatal de Investigación; Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (BFU2017-87095-R). </span></em></p>Alrededor de 800 compuestos son sospechosos de interferir con la síntesis hormonal, sus receptores o sus mecanismos de acción. Tan grave es la situación que podría poner en jaque la fertilidad.Jesús del Mazo Martínez, Investigador cientifico, Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas (CIB - CSIC)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1072592018-11-21T22:23:12Z2018-11-21T22:23:12ZLa calidad del esperma disminuye pero, ¿nos dirigimos hacia un mundo estéril?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/246488/original/file-20181120-161624-1gdr41.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=3%2C0%2C1018%2C574&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Fotograma de la serie _Handmaid's Tale_ (MGM Television, 2017).</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.mgm.com/#/our-titles/3196/The-Handmaid%E2%80%99s-Tale-(Series)">MGM Studios</a></span></figcaption></figure><p>Gracias al estreno de la serie <em>El cuento de la criada</em>, basada en la novela homónima de Margaret Atwood, y a un reciente estudio que afirma que la calidad de esperma masculino está disminuyendo en todo el mundo, la fertilidad se encuentra en el punto de mira. Son muchos los que quieren averiguar si el futuro distópico creado por Atwood, en el que el mundo se ha vuelto estéril, es realmente posible. ¿Estamos ya a mitad de camino?</p>
<h2>Los resultados del estudio</h2>
<p>El <a href="https://academic.oup.com/humupd/article/23/6/646/4035689">artículo científico</a> que <a href="https://www.abc.net.au/news/2017-07-26/sperm-concentrations-in-western-men-declined-over-40yrs-study/8743020">el pasado verano copó los titulares</a> de <a href="https://edition.cnn.com/2017/07/25/health/sperm-counts-declining-study/index.html">todo el planeta</a> revelaba que la cantidad de espermatozoides en los hombres occidentales están disminuyendo.</p>
<p>El estudio es un metaanálisis que pone en común estudios del mismo tipo y combina sus resultados. Cada análisis está realizado con datos de diferentes hombres evaluados en épocas dispares por investigadores distintos. Por lo tanto, el estudio no es tan esclarecedor como podría serlo si se hubiera estudiado a los mismos sujetos a lo largo del tiempo. Además, muchos de los estudios individuales analizados han demostrado tener sus propios problemas.</p>
<h2>Entonces, ¿está disminuyendo realmente la fertilidad?</h2>
<p>La <a href="https://academic.oup.com/humupd/article/23/6/646/4035689">estimación actual</a> señala que los varones occidentales producen 50 millones de espermatozoides por mililitro eyaculado, es decir, menos que antes. En cualquier caso, solo es necesario un espermatozoide para fertilizar un óvulo, por lo que la cifra de 50 millones es suficiente para indicar que los varones aún no tienen un problema serio.</p>
<p>Hay <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/9777833">datos que indican</a> que, con un número menor de 40 millones, hay una relación directa entre la cantidad de espermatozoides y la probabilidad de que la mujer quede embarazada. La <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/19934213">Organización Mundial de la Salud (OMS)</a> señala que el mínimo para que un hombre sea considerado fértil son 15 millones de espermatozoides por mililitro. Este dato se basa en varones que han concebido un hijo en los últimos 12 meses. Solo el 5% con cantidades inferiores a 15 millones fue capaz de reproducirse.</p>
<p>En el caso de las mujeres, es necesario entender que el período de tiempo en el que son fértiles es de por sí corto, y que está <a href="http://rspb.royalsocietypublishing.org/content/281/1779/20132732">disminuyendo a medida que crece el nivel educativo de las mujeres</a> y la dedicación a sus carreras profesionales.</p>
<p>El momento en que las mujeres tienen un mayor número de óvulos es durante su propia gestación en el vientre de su madre. Alrededor de una sexta parte de los óvulos desaparece al nacer, y en la pubertad el número es de 500.000 o incluso menos. Desde la pubertad hasta los 37 años se produce una disminución constante, desde 500.000 hasta 25.000 óvulos. Después de los 37, el ritmo de disminución aumenta hasta la llegada de la menopausia, cuando solo quedan <a href="https://www.fertstert.org/article/S0015-0282(13)03464-X/pdf">unos 1.000 óvulos</a>. Es importante destacar que esto son solo promedios y que se puede asegurar que una mujer conserve 25.000 óvulos a los 37 años.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/185016/original/file-20170907-8347-12n4ut6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/185016/original/file-20170907-8347-12n4ut6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/185016/original/file-20170907-8347-12n4ut6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/185016/original/file-20170907-8347-12n4ut6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/185016/original/file-20170907-8347-12n4ut6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/185016/original/file-20170907-8347-12n4ut6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/185016/original/file-20170907-8347-12n4ut6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/185016/original/file-20170907-8347-12n4ut6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Las cifras de espermatozoides demuestran que los hombres no tienen problemas de fertilidad, pero la disminución de esos números podría suponer un empeoramiento de la salud.</span>
<span class="attribution"><span class="source">from www.shutterstock.com</span></span>
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</figure>
<p>La calidad es otro asunto. Los problemas cromosómicos (como el síndrome de Down, en el que una persona tiene tres copias del cromosoma 21 en lugar de dos) se ven incrementados con la edad. La fecundación in vitro a menudo es considerada como una vía para sortear la fertilidad, pero el porcentaje de éxito más elevado (41,5%) <a href="https://www.fertstert.org/article/S0015-0282(13)03464-X/pdf">se da en mujeres menores de 35 años</a>, y mide los embarazos, no los nacimientos. A los 40 años, el porcentaje disminuye hasta el 22%, y <a href="https://www.fertstert.org/article/S0015-0282(13)03464-X/pdf">a los 43 años cae hasta el 5%</a>.</p>
<p>En resumen, la situación para las mujeres no es perfecta, pero las cifras no cambian con el tiempo. De hecho, las estimaciones <a href="https://www.fertstert.org/article/S0015-0282(13)03464-X/pdf">no han variado</a> desde 1600 hasta 1950.</p>
<h2>¿Qué está afectando a la fertilidad?</h2>
<p>Un factor clave que determina la fertilidad femenina es la <a href="http://rspb.royalsocietypublishing.org/content/281/1779/20132732">educación</a>. Pero no la educación individual, sino la del conjunto de la sociedad. Si una comunidad es culta, la fertilidad desciende. Cuanto mayor sea el nivel educativo de una mujer, menor será la probabilidad de quedar embarazada durante su juventud.</p>
<p>Pero poder retrasar el momento de la maternidad no lo es todo. El estilo de vida escogido tiene mucha importancia. Sabemos que <a href="https://ehjournal.biomedcentral.com/articles/10.1186/s12940-017-0242-4">el tabaco, el alcohol y la obesidad</a> afectan a la cantidad y calidad de óvulos. Las mujeres, como hemos comentado anteriormente, tienen el mayor número de óvulos cuando se encuentran en el vientre de su madre y, si esta fuma, afectará directamente a los óvulos del feto. <a href="https://www.aihw.gov.au/reports/mothers-babies/australias-mothers-babies-2014-in-brief/contents/table-of-contents">El consumo de tabaco durante el embarazo está disminuyendo lentamente</a> (del 15% en 2009 al 11% en 2014), pero el porcentaje entre poblaciones indígenas, como las de Australia, es aún muy elevado (45%).</p>
<p>Siempre se ha dicho que el tabaco y el alcohol son los factores principales para la disminución del número de espermatozoides, pero las evidencias ponen en duda estos datos. Los estudios apuntan a que los principales motivos de tal descenso son la obesidad y el estrés. Por ejemplo, niveles elevados de ansiedad y estrés <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0015028213001416">han sido relacionados con bajos registros</a> de espermatozoides. También el estrés vital (definido como dos o más sucesos estresantes acontecidos en los últimos 12 meses) produce ese efecto, no así el <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0015028214003811">estrés derivado del trabajo</a>.</p>
<p>Para los hombres, las simples cifras son una medida clara de fertilidad. Es la calidad del esperma producido lo que preocupa. La OMS establece que para que un hombre sea considerado fértil al menos un 4% de su esperma ha de tener buena apariencia. Pero, en realidad, es realmente difícil saber cuáles de los muchos factores implicados pueden estar afectando a la apariencia de los espermatozoides.</p>
<h2>Los problemas a la hora de estudiar la fertilidad</h2>
<p>Podemos debatir acerca de lo que los estudios dicen sobre la fertilidad, pero en Australia hay varios problemas inherentes a la investigación en este campo. Muchos de los datos que tenemos sobre la cantidad de espermatozoides provienen de dos fuentes: hombres que acuden a clínicas de fertilidad y hombres que se someten a exámenes médicos antes de ingresar en el ejército. La primera fuente se ciñe a aquellos que, seguramente, tienen un problema previo. La segunda, por su parte, se limita a un solo grupo de edad.</p>
<p>Los metaanálisis combinan los resultados de muchos estudios y se limitan a recoger aquellos que utilizan las mismas herramientas y mantienen el mismo enfoque para poder ser comparados de manera justa. <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0302283816300690?via%3Dihub">Un extenso metaanálisis indicaba</a> que fumar es perjudicial, pero los sujetos sometidos a estudio eran varones pacientes de una clínica de fertilidad, por lo que seguramente la mayoría de ellos eran estériles, fumasen o no.</p>
<p><a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24893607">Otro gran estudio se realizó con soldados de EEUU y Europa</a> y no encontró relación entre la fertilidad y el consumo de alcohol. Esto pudo deberse a que solo tuvo en cuenta el alcohol ingerido la semana previa a las pruebas médicas, y es probable que muchos soldados no bebieran alcohol los días anteriores al examen.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/185017/original/file-20170907-8347-28p0iu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/185017/original/file-20170907-8347-28p0iu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/185017/original/file-20170907-8347-28p0iu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/185017/original/file-20170907-8347-28p0iu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/185017/original/file-20170907-8347-28p0iu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/185017/original/file-20170907-8347-28p0iu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/185017/original/file-20170907-8347-28p0iu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/185017/original/file-20170907-8347-28p0iu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Estudiar un pequeño subconjunto de la sociedad no es una buena muestra de lo que sucede en dicha sociedad.</span>
<span class="attribution"><span class="source">from www.shutterstock.com</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>¿Nos podríamos extinguir?</h2>
<p>La tasa de natalidad es menor de lo que debería para el reemplazo del total de la población en <a href="https://www.cdc.gov/nchs/data/nvsr/nvsr66/nvsr66_02.pdf">EEUU</a>, <a href="http://www.abs.gov.au/ausstats/abs@.nsf/Previousproducts/3301.0Main%20Features42013">Australia</a>, <a href="https://www.ine.es/prensa/mnp_2017_p.pdf">España</a> y muchos otros países, pero la población global en conjunto sigue creciendo y envejeciendo.</p>
<p>A principios de este siglo las mujeres de entre 30 y 34 años tuvieron más hijos que las del grupo entre 25 y 29 años, y las mujeres de entre 35 y 39 superaron en maternidad a las del grupo de entre 20 y 24 años. </p>
<p>Actualmente, en Australia los embarazos adolescentes (entre 15 y 19 años) <a href="http://www.abs.gov.au/ausstats/abs@.nsf/Previousproducts/3301.0Main%20Features42013">se encuentran igualados a los embarazos tardíos</a> (de 40 a 44).</p>
<p>La calidad de los espermatozoides y los óvulos es más importante que las cifras. Mientras seguimos investigando qué significará calidad para las generaciones venideras, podemos estar seguros de que <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4059337/">la infertilidad tiene relación con el aumento de las tasas de mortalidad</a>. Los varones diagnosticados estériles tienen <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0015028215020877?via%3Dihub">mayor riesgo de sufrir diabetes</a>, cardiopatía isquémica y adicción al alcohol y a las drogas.</p>
<p>No se trata, en última instancia, de números, sino de calidad. No hablamos solo de las probabilidades de tener un hijo, sino de tener un hijo sano. Además, es importante saber que la fertilidad es un termómetro que mide la salud en general. Aunque nada indique que nos vayamos a extinguir pronto (o, al menos, no por cuestiones reproductivas), la calidad del esperma podría ser una señal de problemas de salud más amplios, y debería ser investigada más a fondo.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/107259/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Shaun Roman recibe fondos del CSIRO, del National Health & Medical Research Council y del Australian Research Council.</span></em></p>La emisión de la serie de televisión The Handmaid’s Tale (El cuento de la criada) y la publicación de un estudio sobre el número de espermatozoides masculinos han dejado a algunos preocupados por el futuro de la fertilidad humana.Shaun Roman, Senior Lecturer, University of NewcastleLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1010012018-08-05T21:39:51Z2018-08-05T21:39:51ZQue no cunda el pánico: el cromosoma Y está desapareciendo, pero los hombres no<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/230671/original/file-20180805-41327-1oa1p1v.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C1950%2C1299&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://unsplash.com/photos/vGyzNsXz5J0">Unsplash</a></span></figcaption></figure><p>El cromosoma Y es un símbolo de masculinidad pero, cada vez más, se pone de manifiesto que no es ni tan fuerte ni tan perdurable como se podría pensar. Aunque lleva consigo el interruptor principal, el <a href="https://ghr.nlm.nih.gov/gene/SRY">gen fundamental SRY</a>, que determina si un embrión se desarrollará como macho (XY) o hembra (XX), en realidad contiene muy pocos genes y es el único cromosoma que no es necesario para vivir. Al fin y al cabo, las mujeres se las apañan bien sin él.</p>
<p>Además, el cromosoma Y ha degenerado rápidamente, dejando a las mujeres con dos cromosomas X perfectamente normales y a los hombres con uno X y otro Y marchito. Si se mantiene el índice de degeneración, el cromosoma Y durará solamente <a href="https://link.springer.com/article/10.1007%2Fs10577-011-9252-1">4,6 millones de años</a> más, antes de que acabe desapareciendo por completo. Puede parecer mucho tiempo, pero no tanto si tenemos en cuenta que la vida en la Tierra existe desde hace unos 3.500 millones de años.</p>
<p>Pero el cromosoma Y no ha sido siempre así. Si miramos 166 millones de años atrás, hasta los primeros mamíferos, las cosas eran muy distintas.</p>
<p>El cromosoma “proto-Y” tenía al principio el mismo tamaño que el cromosoma X y contenían los mismos genes. Sin embargo, los cromosomas Y tienen un defecto bastante importante. A diferencia de los demás, que poseen dos copias de cada uno en sus células, los cromosomas Y son los únicos que transportan una sola copia, que se va transmitiendo de padres a hijos.</p>
<p>Esto significa que los genes del cromosoma Y no pueden someterse a recombinación genética, a la “mezcla” de genes que tiene lugar en cada generación y que es la responsable de eliminar mutaciones perjudiciales para los genes. Carentes de los beneficios de esta recombinación, los genes del cromosoma Y se irán degenerando hasta perderse de su genoma.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/201978/original/file-20180115-101502-1tinnv3.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/201978/original/file-20180115-101502-1tinnv3.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=470&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/201978/original/file-20180115-101502-1tinnv3.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=470&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/201978/original/file-20180115-101502-1tinnv3.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=470&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/201978/original/file-20180115-101502-1tinnv3.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=591&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/201978/original/file-20180115-101502-1tinnv3.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=591&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/201978/original/file-20180115-101502-1tinnv3.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=591&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Cromosoma Y, en rojo, junto a un mucho mayor cromosoma X.</span>
<span class="attribution"><span class="source">National Human Genome Research Institute</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>A pesar de todo esto, estudios recientes han demostrado que el cromosoma Y ha desarrollado mecanismos bastante competentes para “echar el freno” y ralentizar la pérdida de genes.</p>
<p>Por ejemplo, un trabajo <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5591018/">publicado en PLoS Genetics</a> secuenció partes del cromosoma Y de 62 hombres y se descubrió una propensión a reordenamientos estructurales a gran escala que permiten la amplificación genética: la adquisición de miles de copias de los genes, lo que facilita el buen funcionamiento del esperma y mitiga la pérdida de genes.</p>
<p>El estudio también ha demostrado que el cromosoma Y ha desarrollado estructuras inusuales conocidas como “palíndromos” (secuencias de ADN que dicen lo mismo tanto hacia delante como hacia atrás, como la palabra “kayak”), que lo protegen de una mayor degradación. Alcanzaron un gran índice de conversiones de los genes dentro de las secuencias palindrómicas en el cromosoma Y. Es decir, es como un “copia y pega” que permite reparar los genes dañados usando una copia de seguridad como patrón.</p>
<p>Si observamos a otras especies (el cromosoma Y está presente en mamíferos y en otras especies), el <a href="https://www.annualreviews.org/doi/abs/10.1146/annurev-genet-112414-055311">conjunto</a> de todos los datos indica que la amplificación de genes del cromosoma Y es algo que se repite en todos los casos. Estos genes amplificados desempeñan papeles muy importantes en la producción de esperma y (al menos en los roedores) en la regulación del sexo de su prole. Los investigadores han afirmado recientemente en <a href="https://academic.oup.com/mbe/article-abstract/34/12/3186/4211124">Molecular Biology and Evolution</a> que este incremento en el número de copias de genes que se da en los ratones es el resultado de la selección natural.</p>
<p>Sobre el asunto de si el cromosoma Y va a desaparecer, la comunidad científica <a href="https://link.springer.com/article/10.1007%2Fs10577-011-9252-1">está dividida</a> entre “los que se van” y “los que se quedan”, igual que el Reino Unido con el Brexit. El segundo grupo afirma que su mecanismo de defensa hace un buen trabajo y consigue <em>rescatar</em> al cromosoma Y. Sin embargo, el otro grupo dice que lo único que el mecanismo de defensa está haciendo es permitir al cromosoma <em>aferrarse a la vida</em> hasta que acabe desapareciendo. El debate sigue abierto.</p>
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<span class="caption">El <em>Ellobius talpinus</em> carece de cromosoma Y.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://en.wikipedia.org/wiki/Northern_mole_vole#/media/File:Ellobius_talpinus.jpg">wikipedia</a></span>
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<p>Una defensora muy destacada del argumento de “los que se van” es <a href="https://theconversation.com/profiles/jenny-graves-91614">Jenny Graves, de la Universidad de La Trobe</a>, en Australia, quien dice que, a largo plazo, los cromosomas Y están condenados a desaparecer, aunque tarden un poco más de lo esperado. En un artículo de 2016, <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5094562/">señaló</a> que las <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Muennink%27s_spiny_rat">ratas espinosas japonesas</a> y los ratones topo habían perdido sus cromosomas Y por completo y confirmó que los procesos de los genes que se habían perdido o creado en el cromosoma Y acarrearían inevitablemente problemas de fertilidad. Todo esto puede conducir a la creación de nuevas especies.</p>
<h2>¿Qué va a pasar con los hombres?</h2>
<p>Como debatíamos en un capítulo del libro <a href="https://www.springer.com/us/book/9783319704968"><em>Inyección intracitoplasmática de espermatozoides</em></a>, incluso si el cromosoma Y de los humanos desaparece, no significa que los hombres vayan a extinguirse. Aunque las especies hayan perdido sus cromosomas Y totalmente, machos y hembras son necesarios para la reproducción.</p>
<p>En estos casos, el interruptor principal, el gen SRY, que determina la masculinidad genética, se ha cambiado a un cromosoma diferente. Es decir, esa especie puede producir machos sin necesidad de un cromosoma Y. Sin embargo, el nuevo gen que determina el sexo, donde está ahora el SRY, empezará a sufrir de nuevo la degeneración debido a la misma falta de recombinación que condenó al anterior cromosoma Y.</p>
<p>Sin embargo, lo interesante en el caso de los humanos es que, mientras que el cromosoma Y se necesita para la reproducción normal de los humanos, muchos de los genes que transporta no son necesarios en los casos de reproducción asistida. Es decir, que dentro de poco seremos capaces de <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26823431">reemplazar las funciones genéticas del cromosoma Y</a>, lo que permitirá concebir a personas infértiles. De todas formas, aunque fuera posible que todo el mundo concibiera de esta forma, es muy poco probable que los humanos fértiles dejen de reproducirse de manera <em>natural</em>.</p>
<p>Aunque se trata de un debate muy interesante y que está a la orden del día en cuanto a investigación genética, no hay por qué preocuparse. No se sabe si el cromosoma Y va a desaparecer. Como hemos visto, aunque lo haga, vamos a seguir necesitando a los hombres para que la reproducción <em>normal</em> pueda continuar.</p>
<p>De hecho, no se contempla la posibilidad de un sistema tipo “granja” en la que unos machos <em>afortunados</em> sean seleccionados para ser padres de la mayoría de nuestros hijos. De cualquier forma, seguro que habrá cosas que nos preocupen mucho más en los siguientes 4,6 millones de años.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/101001/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Darren Griffin tiene actualmente becas de colaboración con JSR Genetics y Topigs Norsvin. Incluidos fondos de BBSRC e Innovate UK. </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Peter Ellis recibe fondos de BBSRC.</span></em></p>Las investigaciones demuestran que el cromosoma Y está siendo capaz de protegerse de la extinción a corto plazo. Pero, ¿qué ocurrirá si en el futuro desaparece? ¿nos reproduciremos todos artificialmente?Darren Griffin, Professor of Genetics, University of KentPeter Ellis, Lecturer in Molecular Biology and Reproduction, University of KentLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.