tag:theconversation.com,2011:/us/topics/fronteras-56056/articlesfronteras – The Conversation2023-08-22T17:29:17Ztag:theconversation.com,2011:article/2101502023-08-22T17:29:17Z2023-08-22T17:29:17ZLa UE podrá sustituir a los Estados miembros en el control de sus fronteras<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/540256/original/file-20230731-17-zdsnn0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C17%2C5472%2C3901&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/eu-flag-fence-barbed-wire-concept-1092195836">Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>En el contexto de una crisis migratoria, en el caso de que un Estado miembro de la Unión Europea pusiera en riesgo el funcionamiento del <a href="https://www.schengenvisainfo.com/es/schengen-paises/">Espacio Schengen</a> por no controlar adecuadamente sus fronteras, ¿podría la UE intervenir directamente en dicho Estado sin que este último lo solicitara y ejercer potestades de control con su propio cuerpo de guardias fronterizos? La respuesta es sí, y es el resultado de un largo proceso de <em>comunitarización</em> del control de las fronteras exteriores de la Unión Europea.</p>
<p>Formar parte del Espacio Schengen significa que sus Estados miembros han decidido suprimir los controles fronterizos entre ellos y relocalizarlos en sus fronteras exteriores con terceros Estados, dando lugar a un área donde rige la libre circulación de personas. </p>
<p>De esta forma, cuando la Guardia Civil vigila la frontera española con Marruecos no solo vigila esa frontera: vigila la frontera alemana con Marruecos, la frontera sueca con Marruecos y así con el resto de los Estados miembros de la Unión. Esto tiene una consecuencia fundamental, y es que los problemas que se produzcan en las fronteras exteriores de un Estado miembro no solo afectan a este último, sino a todos los Estados que forman parte del Espacio Schengen.</p>
<p>Desde su origen, la ausencia de fronteras interiores en el Espacio Schengen ha supuesto una ventaja en relación con la libre circulación. Pero también es el “eslabón débil” de la Unión Europea en el ámbito del control migratorio. </p>
<p>Esta idea caló hondo cuando España se enfrentó a los primeros flujos migratorios masivos irregulares procedentes de África con destino a las Islas Canarias. La denominada “crisis de los cayucos” hizo patente la necesidad de una gestión integrada de las fronteras exteriores de la Unión Europea, <a href="https://frontex.europa.eu/es/">por lo que en el año 2004 se creó la Agencia europea Frontex</a>.</p>
<h2>Operaciones conjuntas Hera y Tritón</h2>
<p>Tradicionalmente, por su estrecho vínculo con el orden público y la seguridad interior, los Estados miembros han sido los responsables de controlar sus respectivas secciones de frontera. Por este motivo, en sus orígenes, la tarea esencial de la Agencia Frontex se limitaba a la coordinación y asistencia a los Estados miembros. </p>
<p>Cuando estos se enfrentaban a retos migratorios concretos y desproporcionados, solicitaban el despliegue de una operación conjunta coordinada por la Agencia en la que otros Estados miembros aportaban voluntariamente sus recursos humanos (guardias fronterizos) y técnicos (patrulleras, helicópteros, etc.) para asistir al Estado miembro “desbordado” por la presión migratoria. </p>
<p>Este fue el caso de la <a href="https://frontex.europa.eu/assets/Key_Documents/Annual_report/2006/microsoft_word_-_frontex-2008-0001-00-00-enes.pdf">Operación Hera</a>, desplegada en las islas Canarias para asistir a España en la citada crisis de los cayucos. O de la <a href="https://frontex.europa.eu/assets/Key_Documents/Annual_report/2014/General_Report_ES.pdf">Operación Tritón</a>, desplegada en el Mediterráneo central para asistir a Italia tras la crisis migratoria derivada de la Primavera Árabe.</p>
<p>Sin embargo, las operaciones conjuntas que se sucedieron durante la primera etapa de Frontex también pusieron de manifiesto algunos problemas. Con una Grecia incapaz de gestionar por sí sola la llegada irregular de nacionales sirios, según la Comisión Europea, <a href="https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/?uri=COM%3A2018%3A0631%3AFIN">los Estados miembros solo cubrieron el 49 % de las necesidades de la Agencia en guardias fronterizos y el 45 % en equipamiento técnico</a>. </p>
<p>Estas cifras fueron una muestra de la quiebra del principio de solidaridad entre Estados miembros. Ante esta situación, la solución de la Unión Europea fue reforzar la Agencia Frontex, <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6347871">tanto cualitativa como cuantitativamente</a>.</p>
<p>En primer lugar, se le dieron a la Agencia potestades para supervisar y evaluar la gestión fronteriza de los Estados miembros. Y no solo eso: si se encontraban deficiencias en dicha supervisión, podía imponer determinadas medidas al Estado miembro evaluado para subsanar la situación. Por ejemplo, aumentar el número de recursos técnicos u operativos en su frontera. </p>
<p>En segundo lugar, a la vista de la sistemática falta de contribuciones nacionales a las operaciones coordinadas por la Agencia, se creó un cuerpo permanente de guardias fronterizos. Dicho cuerpo está compuesto por agentes nacionales y –aquí viene la modificación estelar– por personal estatutario de la Agencia. </p>
<p>Es decir, actualmente tenemos funcionarios propios de la Unión Europea, no de los Estados miembros, que ejercen potestades de control fronterizo. De hecho, para el año 2027 se prevé que de los 10 000 guardias fronterizos que compondrán este cuerpo permanente, <a href="https://frontex.europa.eu/careers/standing-corps/about/">el 30 % sean personal estatutario de la Agencia</a>. </p>
<h2>Intervención directa de la Agencia</h2>
<p>Por último, se prevé una segunda modalidad de operaciones conjuntas. Antes estas últimas solo se desplegaban previa solicitud de un Estado miembro. Ahora, si un Estado miembro desbordado por la afluencia masiva de inmigrantes no solicita el despliegue de una operación conjunta en su territorio de forma voluntaria, el Consejo de la Unión Europea puede ordenar dicho despliegue sin necesidad de que el Estado miembro en cuestión lo autorice.</p>
<p>A la vista de las últimas modificaciones de la Agencia Frontex, en el futuro se podría dar la situación de que la Unión Europea irrumpiera en las fronteras de un Estado miembro desbordado por la presión migratoria con su propio cuerpo armado para ejercer labores de control fronterizo. </p>
<p>Hasta el momento, esta situación es una mera hipótesis, pero lo que parece estar claro es que la Unión Europea ha puesto fin al monopolio de los Estados miembros en el ejercicio de potestades de control fronterizo en sus respectivas fronteras.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/210150/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Teresa Acosta Penco no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Si un Estado europeo pusiera en riesgo el Espacio Schengen por no controlar adecuadamente sus fronteras, la UE podría intervenir directamente y ejercer potestades de control con su propio cuerpo de guardias fronterizos, que alcanzará los diez mil efectivos en 2027.Teresa Acosta Penco, Profesora Ayudante Doctora de Derecho Administrativo, Universidad de CórdobaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2044462023-06-11T20:41:31Z2023-06-11T20:41:31ZGibraltar y el espacio de prosperidad compartida: un concepto difícil de digerir<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/527169/original/file-20230519-21-26u6vj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=37%2C174%2C3497%2C2649&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/barbary-macaque-on-rock-gibraltar-640928584">Comaniciu Dan / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>La Unión Europea-España y el Reino Unido-Gibraltar se encuentran en un largo proceso de negociación de un acuerdo que actualice y defina los temas del <a href="https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/?qid=1580206007232&uri=CELEX%3A12019W/TXT%2802%29">Protocolo Sobre Gibraltar</a> (anexo al Acuerdo de Retirada, 2020) y que ya no es aplicable, a excepción de su artículo 1. </p>
<p>Mediante ese nuevo marco jurídico, Gibraltar aspira a participar en la unión aduanera y, sobre todo, a disfrutar de la fluidez fronteriza que <a href="https://www.schengenvisainfo.com/es/schengen-paises/">confiere el espacio Schengen</a>. Su prosperidad depende, en gran medida, de la operatividad de esa frontera que le une al Campo de Gibraltar.</p>
<p>¿Y España a qué aspira? Simplemente, confía en el desarrollo futuro de <a href="https://www.lamoncloa.gob.es/serviciosdeprensa/notasprensa/exteriores/Paginas/2022/251122-propuestacampogibraltar.aspx">un espacio de prosperidad compartida</a> que se extendería desde Gibraltar a los municipios españoles del Campo de Gibraltar. Un concepto proclamado por el Reino Unido-Gibraltar, muy loable, pero no factible dadas las características socioeconómicas que existen entre ambas partes de la verja.</p>
<h2>Una colonia muy desarrollada y sin desempleo</h2>
<p>Gibraltar ya disfruta de una gran prosperidad. <a href="https://www.gibraltarchamberofcommerce.com/services-2/local-market-statistics/">Sus niveles de desarrollo son de los más elevados del mundo</a> y no tiene desempleo. Al otro lado, en <a href="https://www.ine.es/jaxiT3/Tabla.htm?t=30944&L=0">La Línea de la Concepción, la renta media per cápita</a> (2020) está en torno a los 10 500 euros y el desempleo supera el 30 %. <a href="https://www.europasur.es/campo-de-gibraltar/Transfronterizos-espanoles-trabajadores-Gibraltar-censo-brexit_0_1529847228.html">Unos 7 500 trabajadores españoles</a> cruzan diariamente la frontera para trabajar en Gibraltar. Ni siquiera existen cifras oficiales sobre el número de los llamados trabajadores españoles trasfronterizos.</p>
<p>Sus <a href="https://www.europasur.es/gibraltar/trabajadores-espanoles-indefension-Brexit_0_1741927082.html">condiciones de trabajo</a>, a juzgar por las declaraciones de los representantes de los trabajadores transfronterizos, dejan perpleja a la Europa de los derechos sociales del siglo XXI. <a href="https://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-2022-21311">La protección social la costea, en parte, España</a>. Y las <a href="http://www.foro-lex.com/ap/actualidad/?not=6c4b761a28b734fe93831e3fb400ce87">pensiones de esos trabajadores están en torno a los 500 euros mensuales</a> o menos.</p>
<p>Las carencias se manifiestan, pues, en el Campo de Gibraltar. Hasta el momento, esa comarca solo ha podido compartir con sus vecinos gibraltareños <a href="https://archivo-es.greenpeace.org/espana/Global/espana/report/contaminacion/090619.pdf">el deterioro del medio ambiente en la zona</a>. Apenas existen estudios sobre los efectos de la boyante economía gibraltareña en la economía del Campo de Gibraltar.</p>
<p>En todo caso, los indicadores socioeconómicos (renta per cápita, desempleo) de La Línea y otras poblaciones españolas vecinas no muestran un gran desarrollo económico. No parece que hayan sacado gran provecho del vecino Gibraltar. Apenas consiguen un ir tirando, fruto de unos puestos de trabajo mal pagados.</p>
<h2>Su prosperidad se sustenta en la mano de obra española</h2>
<p>Gibraltar ni ha impulsado ni impulsará la pretendida “prosperidad compartida”, no es su responsabilidad. Y su bienestar se sustenta precisamente en la debilidad y falta de empleo en el territorio español vecino. Sin la mano de obra trasfronteriza, la economía gibraltareña no podría subsistir.</p>
<p>El Campo de Gibraltar debería quebrar su dependencia socioeconómica gibraltareña con una acción coordinada de las autoridades nacionales-locales tendente a atraer inversiones público-privadas a ese territorio. Confiar ese papel a una colonia no es realista, ni siquiera es honesto.</p>
<p>El hipotético futuro acuerdo plantea, además, otro gran reto: la vigilancia de la frontera entre Gibraltar y el espacio Schengen (España). <a href="https://eur-lex.europa.eu/legal-content/EN/ALL/?uri=CELEX:52021PC0411">La Comisión había propuesto ceder ese control a España</a>, pero el Reino Unido-Gibraltar rechazaron la propuesta. Frontex (Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas) aparece como opción a tener en cuenta. Y Gibraltar, tal vez, desearía desempeñar algún papel en el nuevo escenario. Pero, ni Frontex ni Gibraltar son opciones viables para abordar ese cometido. </p>
<p>Frontex carece de la experiencia para gestionar un entorno asolado por actividades peligrosas y delictivas relacionadas con las drogas y el contrabando. A todo ello habrán de añadirse los riesgos provenientes de la presencia, casi permanente, de submarinos nucleares en el puerto de Gibraltar.</p>
<p>Y entregar la responsabilidad de velar por el espacio Schengen a Londres-Gibraltar, una metrópoli-colonia que ni siquiera forma parte de la Unión Europea, <a href="https://www.consilium.europa.eu/es/policies/schengen-area/#:%7E:text=Formar%20parte%20de%20un%20espacio,a%20unos%20criterios%20claramente%20definidos.">incumpliría el ordenamiento del mismo “acervo Schengen”</a>. Incluso podría contribuir a incrementar las ya preocupantes actividades poco congruentes con el buen funcionamiento del mercado único.</p>
<p>España busca desesperadamente una cooperación más estrecha con las autoridades gibraltareñas en aquellos aspectos que el Protocolo menciona y que son precisamente los que más preocupan y dañan la economía española: derechos de los trabajadores españoles en Gibraltar, evasión fiscal, contrabando de tabaco, deterioro medioambiental en la zona y cooperación policial aduanera. </p>
<p>Sin embargo, esa cooperación se torna un tanto esquiva. Incluso, en aquellos acuerdos de carácter internacional adoptados por las partes. En efecto, la no cooperación es la que, en parte, sustenta el bienestar de Gibraltar.</p>
<p>El único apartado del Protocolo elevado a acuerdo de rango internacional, y por tanto de obligado cumplimiento, se refiere a la transparencia fiscal en Gibraltar. El acuerdo fue <a href="https://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-2021-3947">suscrito por España y el Reino Unido</a> y está en vigor desde marzo de 2021. Cabría esperar su pleno cumplimiento por parte de los firmantes.</p>
<h2>Incluida en la lista de jurisdicciones vigiladas de cerca</h2>
<p>No obstante, en junio de 2022 <a href="https://www.fatf-gafi.org/en/publications/High-risk-and-other-monitored-jurisdictions/Increased-monitoring-june-2022.html#Gibraltar">Gibraltar fue incorporado</a>, por deficiencias estratégicas, a la lista de jurisdicciones sometidas a un estricto seguimiento y supervisión por el Grupo de Acción Global que lucha contra el blanqueo de capitales y financiación del terrorismo. </p>
<p>Más recientemente, en diciembre de 2022, <a href="https://agenceurope.eu/en/bulletin/sommaire/13088">la Comisión Europea también incluyó</a> a Gibraltar en la lista de territorios de alto riesgo en el blanqueo de capitales y financiación del terrorismo.</p>
<p>En suma, anclar la colonia británica al mercado único y al espacio Schengen a cambio de nada solo podría empeorar la situación socioeconómica actual. A España le corresponde atender las especificidades y el desarrollo del Campo de Gibraltar y velar fielmente por sus fronteras, parte del espacio Schengen.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/204446/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Antonio Fernández Álvarez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Gibraltar no parece tener interés en que prospere la idea de zona de prosperidad compartida con España que intenta potenciar la UE. Su bienestar se sustenta precisamente en la debilidad y falta de empleo en el territorio español vecino.Antonio Fernández Álvarez, Profesor Honorario de Economía Política de la Unión Europea, Universidad Autónoma de MadridLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1788452022-03-13T18:55:53Z2022-03-13T18:55:53Z¿Por qué la UE recupera ahora la protección temporal con la población ucraniana?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/451076/original/file-20220309-25-bn02kk.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C10%2C3558%2C2358&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Refugiados ucranianos atravesando la frontera de su país con Hungría el 2 de marzo de 2022.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/hungaryberegsurany-0226-ukrainian-families-flee-war-2129592647">Shutterstock / Janossy Gergely</a></span></figcaption></figure><p>Más de dos millones de personas (el miércoles 9 de marzo, 2 155 271, según <a href="https://data2.unhcr.org/es/situations/ukraine">datos</a> de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR) han abandonado Ucrania desde la invasión de su territorio por parte de Rusia el día 24 de febrero y se estima que un total de cuatro millones vayan a hacerlo a medida que avance dicha invasión. </p>
<p>Debido a la situación geográfica del país, la única vía de huida de los desplazados por la guerra es (con excepción de Moldavia) hacia estados miembros de la Unión Europea (UE).</p>
<p>En un acto sin precedentes y en un tiempo récord, la UE adoptó solo una semana después del estallido del conflicto una <a href="https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:32022D0382&from=ES">Decisión de Ejecución del Consejo</a> por la que se inicia la protección temporal de los ucranianos desplazados en el territorio de la UE. </p>
<h2>La primera vez que la UE adopta esta medida</h2>
<p>Es esta la primera vez que la UE decide utilizar el mecanismo de la protección temporal establecido en la <a href="https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:32001L0055&from=ES">Directiva de Protección Temporal</a>, un instrumento adoptado más de veinte años atrás y concebido precisamente tras la experiencia de la guerra en la antigua Yugoslavia para hacer frente a la llegada de refugiados en flujos masivos que imposibiliten el examen individualizado de sus solicitudes de asilo. </p>
<p>Para entender el alcance de esta decisión, que exige la unanimidad de 26 estados miembros de la UE (todos, excepto Dinamarca), es necesario analizarla en su contexto internacional y europeo.</p>
<p>Como todo conflicto armado, la invasión de Ucrania provoca el desplazamiento masivo de personas con distintos estatus jurídicos: nacionales, extranjeros, refugiados de otros países… Sus necesidades inmediatas son las mismas; sin embargo, la respuesta internacional es distinta. </p>
<p>¿Por qué esta consideración diferente frente a necesidades similares? La respuesta a esta pregunta es compleja y exige lanzar una mirada a la realidad de las relaciones internacionales, basada en la división del mundo en Estados soberanos. </p>
<p>El estado como persona de Derecho internacional ejerce su soberanía con respecto a su territorio y a su población. Así pues, el vínculo primero entre una persona y un estado es el de la nacionalidad. La situación de las personas que no tienen una nacionalidad (apátridas) o que teniéndola no pueden disfrutar de ella de manera efectiva (refugiados) constituye una anomalía en el plano internacional, que llama a la cooperación internacional entre estados para subrogarse así en la protección que el estado de origen no puede o no desea ofrecer. Surge así el régimen internacional de protección de refugiados.</p>
<p>El régimen internacional de protección de refugiados, hoy reflejado en la <a href="https://www.refworld.org.es/docid/47160e532.html">Convención de Naciones Unidas sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 y su posterior Protocolo de 1967</a>, es la respuesta del Derecho internacional a la situación de personas cuyos vínculos con su estado de origen están rotos. Dicho régimen tiene sus orígenes en la protección otorgada en el marco de la Sociedad de Naciones en los años 20 y 30 del siglo XX, cuando los distintos estados europeos confluyeron en el compromiso de ofrecer protección a los refugiados que huían de conflictos armados, persecución y genocidio. </p>
<h2>Refugio: Restauración del vínculo entre la persona y el Estado</h2>
<p>En esa primera fase del sistema la protección estaba concebida de manera colectiva para grupos definidos por origen nacional: rusos, armenios, asirios, asirio-caldeos, sirios, kurdos, turcos y, posteriormente, alemanes. </p>
<p>Después, el sistema surgido en el seno de Naciones Unidas busca dar respuesta a los millones de refugiados europeos tras la II Guerra Mundial. Entonces, adopta una definición de refugiado centrada en el concepto de persecución, y no en el origen nacional, que pueda ser de aplicación en todo momento y circunstancia y que define al refugiado como toda persona que debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas, no pueda acogerse a la protección del país de su nacionalidad o, en el caso de los apátridas, del país de su residencia habitual.</p>
<p>Así pues, la protección que la comunidad internacional otorga a las personas que se ven obligadas a huir de sus países tiene por objetivo restaurar ese vínculo entre la persona y el estado, ofreciendo al refugiado un estado que le ofrezca de manera subrogada la protección que su estado de origen le niega. </p>
<h2>La acogida es solo temporal</h2>
<p>La Decisión del Consejo del 4 de marzo refleja ese objetivo en la medida en que su ámbito de aplicación limita la obligación de conceder la protección temporal a quienes no tienen otro lugar al que poder ir, es decir, a los desplazados de nacionalidad ucraniana y a los refugiados que hubieran recibido asilo en Ucrania, en ambos casos siempre que residieran en Ucrania con anterioridad a la invasión, así como a los miembros de sus familias.</p>
<p>Con respecto a otras categorías de personas, la directiva también exige la protección de los extranjeros que tuvieran su residencia permanente en Ucrania, pero solo cuando “no puedan regresar a su país o región de origen en condiciones seguras y duraderas”, y deja a los estados miembros la decisión de aplicar la protección temporal a estas personas o de ofrecerles un estatus similar al margen del Derecho de la UE, regulado por su legislación interna. </p>
<p>En el caso de los extranjeros que residieran en Ucrania en el momento de la invasión, pero no hubieran alcanzado todavía el estatus de residente permanente (como es el caso de los miles de extranjeros de origen africano estudiantes universitarios en Ucrania), la directiva deja a los estados miembros la elección de concederles o no la protección temporal. </p>
<p>La protección temporal garantiza el acceso al empleo, a la educación y formación profesional, a un alojamiento adecuado, a la asistencia médica, la ayuda social y alimentos y a la reagrupación de las familias dispersas en distintos estados miembros que hubieran sido separadas por las circunstancias de la huida. </p>
<p>La duración de la protección temporal será inicialmente de un año, prorrogable automáticamente por períodos de seis meses durante un plazo máximo de un año. Si tras estos dos años iniciales la situación no ha cesado, el Consejo de la UE podrá adoptar una nueva decisión para prorrogar la protección temporal durante un año como máximo.</p>
<p>Con la decisión del 4 de marzo, Europa recupera el papel que siempre tuvo en el establecimiento y desarrollo del régimen internacional para la protección de refugiados, el cual constituye un reflejo de la figura histórica del <a href="https://blog.oup.com/2015/04/asylum-liberal-democratic-state/">asilo</a>, protegido por el artículo 18 de la Carta de Derechos Fundamentales de la UE y considerado un principio general del Derecho de la Unión derivado de las tradiciones constitucionales comunes a sus estados miembro (<a href="https://curia.europa.eu/juris/document/document.jsf?text=&docid=67816&pageIndex=0&doclang=ES&mode=lst&dir=&occ=first&part=1&cid=17527">ver conclusiones del Abogado General, párrafo 21, en el asunto Elgafaji ante el Tribunal de la UE</a>).</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/178845/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>María Teresa Gil Bazo ha recibido fondos de la UE y de Naciones Unidas. En 2015 fue nombrada Experta Externa de la Agencia Europea de Asilo (EASO), con un mandato de cinco años. </span></em></p>La UE adoptó la decisión de dar protección temporal a los ucranianos unos días después de empezar el conflicto. Era la primera vez que se adoptaba esta medida, que se concibió tras la guerra en la antigua Yugoslavia. Pero no lo olvidemos: en principio, la protección es solo por un año.María Teresa Gil Bazo, Profesora Titular de Derecho Internacional y Relaciones Internacionales, Universidad de NavarraLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1787382022-03-08T20:21:56Z2022-03-08T20:21:56ZLa respuesta europea a los refugiados ucranianos, ¿una excepción?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/450752/original/file-20220308-23-1bpv6yk.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C1198%2C673&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Policías eslovacos ayudan a las personas que huyen del conflicto en Ucrania a su llegada al paso fronterizo de Vysné Nemecke.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://media.unhcr.org/asset-management/2CZ9LO69IE3D?WS=SearchResults">UNHCR/Zoran Stevanovic</a></span></figcaption></figure><p>Europa asiste ahora a lo que muy probablemente sea el mayor éxodo de refugiados desde el final de la II Guerra Mundial: <a href="https://data2.unhcr.org/en/situations/ukraine">más de dos millones de personas en apenas doce días</a>. </p>
<p>De momento, en lo que respecta a la acogida de los ucranianos que huyen de los horrores provocados por la invasión rusa, la respuesta europea está a la altura del desafío. Nada que reprochar, sino todo lo contrario. Pero esta primera reacción, que esperemos que se sostenga en el tiempo, no nos debe hacer olvidar otras experiencias no tan positivas.</p>
<p>La impresionante ola de solidaridad que se registra ante la llegada de ucranianos a distintos países de la Unión Europea y, en particular, a Polonia, pero también, entre otros, a Rumanía, Eslovaquia y Hungría, contrasta vivamente con la actitud de rechazo que anteriormente se pudo observar en circunstancias sustancialmente no muy distintas. Los países que ahora se muestran más hospitalarios son prácticamente los mismos que no hace tanto se opusieron con más ahínco a acoger refugiados y a consensuar un sistema de reparto solidario en la Unión Europea.</p>
<p>Recordemos el cierre de fronteras que diversos países de Europa Central decretaron ante <a href="https://www.acnur.org/noticias/historia/2015/12/5af94adf1a/2353-2015-12-30-16-24-16.html">la crisis que generó en 2015 la llegada de cientos de miles de refugiados</a> que cruzaron el Mediterráneo huyendo de guerras, persecuciones y múltiples penalidades, en su mayoría sirios, iraquíes y afganos. O cuando <a href="https://www.europapress.es/eseuropa/noticia-ue-acnur-senala-crisis-frontera-polaca-bielorrusiano-justifica-muros-alambradas-20211110161652.html">en otoño de 2021</a> unos pocos miles de refugiados procedentes también de Oriente Próximo intentaron ingresar en Polonia desde Bielorrusia.</p>
<h2>¿Dos tipos de refugiados?</h2>
<p>Ante la disimilitud del trato dispensado cabría deducir que existen dos categorías de refugiados: los “nuestros”, es decir, los “auténticos refugiados”, y los “otros”, los procedentes de países en vías de desarrollo, que no serían merecedores de nuestra solidaria acogida. El distinto entorno cultural, religioso e histórico del que provienen unos y otros o, si prefiere, la percepción de una mayor o menor cercanía, parece ser la clave emocional sobre la que se asienta esta discriminatoria distinción.</p>
<p>Pero con independencia de la valoración que nos merezca este trato asimétrico, que por desgracia no es privativo de los mencionados países, podemos extraer una lección más bien alentadora. En contra de lo que con gran desparpajo se solía argüir en anteriores crisis de refugiados, la positiva actitud actual desmonta la habitual coartada de los países más prósperos: “No podemos acoger a todo el mundo, pues no tenemos las condiciones materiales para hacerlo”.</p>
<p>En realidad, como es obvio en el caso de tales países, cuyas capacidades nunca se han visto realmente sobrepasadas, el punto decisivo no estaba en una presunta carencia de recursos. Más allá de los medios con que se cuente, siempre limitados, abrir o cerrar fronteras es, más bien, una cuestión de disposición. Cuando hay buena disposición, cuando hay voluntad política por parte de gobernantes y ciudadanos, se abren fronteras, se arbitran procedimientos extraordinarios y se acogen refugiados.</p>
<h2>Parcialidad solidaria</h2>
<p>Esa parcialidad, ese trato asimétrico que damos a unos y a otros, nos habla también, sin duda, de la limitada capacidad moral de los humanos para extender nuestra responsabilidad ante quienes no son nuestros conciudadanos, esto es, a círculos más amplios que sobrepasen las fronteras estatales. </p>
<p>A veces, como en esta ocasión, vamos algo más allá, pero nos resulta complicado en general adoptar <a href="https://repositorio.uam.es/handle/10486/678547">una mirada realmente cosmopolita</a> que reconozca la igual dignidad moral de todas las personas, de todos aquellos <a href="http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2007-81102019000200014">extraños que llaman a nuestras puertas</a>. </p>
<p>Nuestra sensibilidad moral se basa –es difícil negarlo– en la percepción de proximidad, y esta no nos la proporciona solo la geografía, sino la disponibilidad de información, de imágenes, de compatriotas que están allí, etc. La guerra de Ucrania la tenemos ahora mismo en el salón de casa, mientras que otros conflictos pasan desapercibidos o, simplemente, no los queremos ver.</p>
<p>Si la reacción ante quienes llaman a nuestras puertas se pone ante un espejo, los europeos no quedamos tan favorecidos. Como decía <a href="http://www.elnaviero.com/spip/spip.php?article2665">Hans Magnus Enzensberger</a> a principios de la década de 1990, cuando se registró una importante afluencia de refugiados procedentes de la ex Yugoslavia, “querer diferenciar entre buenos y malos según el lema ‘Yo soy quien decide quién es un <em>auténtico</em> peticionario de asilo y quién no’, se contradice con el concepto central de asilo”.</p>
<h2>Ampliar el derecho de asilo</h2>
<p>Si nos atenemos a lo dispuesto en el artículo 33 de la <a href="https://www.acnur.org/5b0766944.pdf">Convención sobre el Estatuto de los Refugiados</a>, ningún Estado estaría autorizado a devolver o expulsar a persona alguna que huya de países “donde su vida o su libertad peligre por causa de su raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social o de sus opiniones políticas”. A nadie se le oculta, sin embargo, que las vidas de las personas pueden estar en peligro no solo por persecuciones de carácter religioso, político o étnico, que son los casos explícitamente amparados por dicha convención.</p>
<p>Dignos de igual protección son también, como sostiene <a href="https://www.tecnos.es/ficha.php?id=6893198&pageid=4">Jürgen Habermas</a>, aquellos “que quieren escapar de una existencia miserable en su propia patria” y deambulan a la búsqueda de un lugar donde recalar. Si esto es así, entonces resultan poco defendibles las manifestaciones cada vez más exasperantes de chovinismo del bienestar, tras cuya barrera se atrincheran muchas veces posiciones nacionalpopulistas radicalmente insolidarias.</p>
<p>No cabe disociar sin más el asilo político y la migración que huye de la pobreza o <a href="https://www.madrimasd.org/blogs/migraciones/2019/09/23/132832">de un entorno natural adverso</a> y menos aún esgrimir dicha diferencia como coartada para eludir las obligaciones morales, y también jurídicas, contraídas por los países más prósperos –y entre ellos se sitúan, sin duda, los europeos– con los refugiados procedentes de las regiones empobrecidas del planeta. </p>
<p>Por eso el debate sobre el refugio resulta bastante capcioso. Dado el grado de imbricación entre ambas formas de movilidad humana, los migrantes económicos y climáticos no pueden ser excluidos sin más de los beneficios del derecho de asilo.</p>
<hr>
<p>Juan Carlos Velasco es autor de <em><a href="https://www.fondodeculturaeconomica.com/Ficha/9786071643384/F">El azar de las fronteras</a></em> (México: FCE, 2016).</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/178738/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Juan Carlos Velasco no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado y de sus funciones como Investigador Principal del Proyecto "Fronteras, democracia y justicia global" (PGC2018-093656-B-I00) del Plan Estatal.</span></em></p>La afluencia de refugiados ucranianos está movilizando la solidaridad de las sociedades europeas como pocas otras causas en los últimos años. Esta respuesta debería consolidarse en el futuro ante otras situaciones no tan diferentes.Juan Carlos Velasco, Profesor de Investigación. Grupo "Filosofía Social y Política" (FISOPOL). Jefe del Departamento de Filosofía Teórica y Práctica, Instituto de Filosofía (IFS-CSIC)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1628642021-06-29T21:39:36Z2021-06-29T21:39:36Z¿Podemos confiar en los guardianes de la frontera?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/408710/original/file-20210628-13-efn5p9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C8%2C6000%2C3979&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">La valla entre España y Marruecos en Ceuta el 17 de mayo de 2021.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/ceuta-spain-may-17-2021-massive-1975170869">Shutterstock / Cristian Borrego Sala</a></span></figcaption></figure><p>La reciente tensión fronteriza en Ceuta y la celebración del Día Mundial del Refugiado el pasado 20 de junio piden una reflexión sobre la garantía de los derechos de los migrantes y el fortalecimiento de los mecanismos de cooperación para una gestión migratoria más justa y ordenada. En esta ocasión, el Parlamento Europeo emitió un comunicado criticando los acuerdos sobre el retorno y devolución de migrantes irregulares, destacando la importancia de garantizar las obligaciones de derechos humanos hacia los migrantes y los refugiados.</p>
<p>Hace unas semanas la ciudad autónoma de Ceuta vivía un momento de presión migratoria resultado de la tensión político-diplomática entre España y Marruecos.
Mucho se habló en la prensa, debates y tertulias, así como en los medios académicos de la que llamaron ‘crisis migratoria en Ceuta’, ante la llegada repentina de cerca de ocho mil migrantes a esta pequeña ciudad de 18,5 Km² en el Norte de África. </p>
<p>Algunos lo han calificado de ‘invasión’, ‘asalto’, ‘ataque’, incluso términos que no se pueden emplear en este artículo; por un lado porque no son correctos y, sobre todo, porque son falsos. Lo erróneo de su utilización reside en que no se trataría en ningún caso de ‘invasión’ o ‘ataque’ debido a que no se ha observado un asalto violento y con pretensiones de ocupación de la zona fronteriza, orquestado de manera sistemática y planificada. Se ha tratado claramente de un intento conseguido por parte de un grupo importante de personas que han cruzado la frontera para solicitar residencia o protección internacional en territorio español. Nada más lejos de los términos utilizados por parte de un sector de la prensa y determinados grupos políticos. Además, el recurso repetido a estos calificativos, así como al concepto de ‘crisis migratoria’ contribuye a escalar la tensión pretendida por el régimen marroquí.</p>
<p>No obstante, es preciso indicar que de este grupo de personas que cruzaron la frontera, con la connivencia de Marruecos, fueron devueltas la gran mayoría al abrigo del acuerdo bilateral entre España y Marruecos, quedando esencialmente los menores no acompañados (en torno a mil). </p>
<p>Habiendo aclarado estos términos pasamos a analizar los orígenes y el impacto de los hechos acaecidos y las consecuencias que deben tener estas circunstancias para la elaboración de una política europea no sólo de asilo y refugio, sino también de gestión de las migraciones. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/408709/original/file-20210628-21-48rdrj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C8%2C6000%2C3970&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/408709/original/file-20210628-21-48rdrj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C8%2C6000%2C3970&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/408709/original/file-20210628-21-48rdrj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/408709/original/file-20210628-21-48rdrj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/408709/original/file-20210628-21-48rdrj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/408709/original/file-20210628-21-48rdrj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/408709/original/file-20210628-21-48rdrj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/408709/original/file-20210628-21-48rdrj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Tanquetas militares españolas desplegadas en Ceuta a finales de mayo de 2021.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/ceuta-spain-may-18-2021-military-1975745309">Shutterstock / Cristian Borrego Sala</a></span>
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<h2>Externalización de fronteras</h2>
<p>La pretensión de la utilización de las migraciones como arma de política exterior se deriva de lo que se ha venido a denominar externalización de la frontera y que viene a ser el fenómeno por el cual la Unión Europea (UE) otorga a sus países vecinos un papel vital en asegurar la frontera externa y gestionar los flujos migratorios, a través de una estrategia de ‘gobernanza a distancia’. Vemos cómo las fronteras de la Unión adquieren elasticidad, extendiéndose mucho más allá del territorio europeo a través de prácticas de cooperación con países terceros. </p>
<p>La cooperación con los países de origen y de tránsito está en el centro de la gestión migratoria en el Mediterráneo. De modo particular, los países de primera línea, y por tanto la Unión al completo, dependen en gran medida de los acuerdos bilaterales, que han convertido a países como Marruecos, Turquía o Libia en los guardianes de las fronteras europeas. Sin embargo, esta colaboración se ha traducido en la creación de ‘Estados-tapón’ en la orilla sur del Mediterráneo y plantea varias cuestiones respecto a su legalidad e incluso operatividad.</p>
<h2>Connivencia con regímenes autoritarios</h2>
<p>En primer lugar, se refuerza la connivencia de la UE con regímenes autoritarios o de dudosa calidad democrática, conocidos por su menosprecio por los derechos humanos de sus ciudadanos o de los extranjeros que residen o transitan por sus territorios. </p>
<p>Estos estados se benefician de la dependencia europea en cuestión migratoria y usan estos flujos como moneda de cambio para lograr ayudas europeas, acuerdos comerciales ventajosos o apoyo a sus intereses en política exterior.</p>
<h2>Anulación de la protección internacional</h2>
<p>En segundo lugar, al convertir estos países en los policías de la frontera sur, a través del desarrollo de una vigilancia prefronteriza, se evita la aplicación de la protección europea proporcionada por la frontera, ya que los países que ejercen el control no están cubiertos por la legislación europea. </p>
<p>Además, al desplazar la frontera fuera de la UE, en un proceso preventivo, el migrante de inmediato se califica como ‘irregular’, aun antes de cruzar la frontera. Esto ignora las idiosincrasias del proceso migratorio y el hecho de que entre estos migrantes se pueden encontrar solicitantes de asilo, refugiados, poniendo en duda la aplicación del principio de la protección internacional. </p>
<p>En suma, esta externalización de la frontera europea, cuestiona la garantía de los principios europeos y del derecho internacional.</p>
<p>La profundización del pacto europeo de migración y asilo debe contemplar un énfasis mayor en un marco de protección con estándares europeos que eleve el modelo de gestión migratoria vigente hasta hoy.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/162864/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Susana de Sousa Ferreira no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La externalización de la frontera cuestiona la garantía de los derechos humanos y la protección de los migrantes, además de la seguridad de la UE.Susana de Sousa Ferreira, Profesora de Relaciones Internacionales, Universidad NebrijaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1576472021-03-24T19:56:50Z2021-03-24T19:56:50Z¿Qué es una frontera?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/390924/original/file-20210322-19-ifdw2e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=6%2C0%2C4486%2C2991&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">La playa del Parque Estatal Border Field en San Diego, California, con el muro fronterizo internacional que separa Estados Unidos de Tijuana, México.
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/border-field-state-park-beach-san-505587934">Shutterstock / Sherry V Smith</a></span></figcaption></figure><p>No existe un modelo canónico de frontera válido para todo tiempo y lugar. <a href="https://docplayer.fr/29663-Qu-est-ce-qu-une-frontiere.html">Las fronteras no tienen «una esencia»</a>, ni cabe definirlas unívocamente. En no pocos casos, las fronteras apenas son perceptibles, o incluso llegan a ser invisibles, mientras que en otros resulta imposible no toparse con ellas. Aparecen fortificadas con muros y altas vallas, manifestando una materialidad que va más allá de las meras líneas que los cartógrafos trazan en los mapas. </p>
<p>En nuestro mundo globalizado, las fronteras presentan un rostro ambivalente. La apuesta por la eliminación de barreras al libre comercio, que ha dominado la política internacional las tres últimas décadas, haciendo de nuestro planeta un lugar cada vez más conectado e interdependiente, no se ha extendido a los movimientos migratorios. </p>
<p>En este punto, las fronteras operan como mecanismos de selección –cuando no de discriminación– y disciplinamiento de la mano de obra extranjera en el <a href="https://ojs.ehu.eus/index.php/papelesCEIC/article/download/12980/12443">marco de la actual división global del trabajo</a>. Desde la perspectiva del mercado laboral, las fronteras mantienen –o intensifican– sus funciones de control y gestión del tránsito. El resultado es una realidad paradójica que podemos calificar como <em>globalización fronterizada</em>: la pulsión hacia una mayor integración global que, lejos de derrumbar las fronteras, las reconstruye y fortalece.</p>
<h2>Dislocación espacial</h2>
<p>Este importante rol de la frontera en relación con los flujos de movilidad humana se hace patente en dos tendencias que caracterizan a las fronteras en nuestro tiempo. En primer lugar, su <em>dislocación espacial</em>. La ubicuidad de las fronteras es una nota característica de nuestro mundo: la frontera se sitúa donde quiera que se realice un control migratorio selectivo. La tradicional noción estática de frontera, concebida como mero límite territorial de los Estados reconocidos internacionalmente ha quedado superada. La frontera ha mutado espacialmente y <a href="https://www.cidob.org/articulos/revista_cidob_d_afers_internacionals/122/el_despliegue_fronterizo_en_el_contexto_de_la_union_europea_bajo_el_actual_ethos_securitario">el territorio delimitado por la frontera cartográfica se ha desplazado tanto hacia el interior como hacia el exterior</a>.</p>
<p>La <em>internalización</em> de las fronteras se hace perceptible en la multiplicación de las acciones encaminadas a detectar, retener y expulsar a las personas extranjeras en situación irregular. Por lo que respecta a su <a href="https://www.springer.com/gp/book/9783319175591"><em>externalización</em></a>, ésta se ha normalizado en las últimas décadas: numerosos países del Primer Mundo han subcontratado el control migratorio a terceros países, desplazando <em>de facto</em> sus fronteras más allá de su ámbito de soberanía. Ha perdido así vigencia el tradicional marco conceptual que identifica las fronteras con los límites territoriales de los Estados reconocidos internacionalmente.</p>
<h2>Asimetría funcional</h2>
<p>En segundo lugar, se registra también una mayor <em>diferenciación funcional</em> de las fronteras a la hora de filtrar y controlar la movilidad humana. Frente a la tradicional distinción binaria entre «nacionales» y «extranjeros», asistimos al creciente desarrollo de múltiples regímenes jurídicos especiales relativos a la autorización del tránsito y la residencia que estratifican el tejido social a partir de la producción de jerarquías en el interior del colectivo migrante.</p>
<p>Esta diferencia de efectos en función de quién las cruce configura, entonces, a las fronteras como dispositivos asimétricos. En la práctica, la libertad de movimiento de cada cual depende de una manera decisiva del país que haya expedido el pasaporte que lleve encima. De este modo, las fronteras operan como <a href="http://revintsociologia.revistas.csic.es/index.php/revintsociologia/article/view/1055">mecanismos de reproducción de las desigualdades globales</a> y limitan, en definitiva, las oportunidades vitales de los individuos.</p>
<h2>Implicaciones políticas</h2>
<p>Pero las funciones de clasificación, control y gestión de la movilidad –inconcebibles sin el desarrollo tecnológico y burocrático que ha acompañado a la institucionalización de las modernas fronteras– encuentran también un sentido estrictamente político. </p>
<p>Diferenciando a las personas por razón de su lugar de nacimiento, las fronteras delimitan <em>quién pertenece</em> a la comunidad política y <em>quién no</em>. De ahí que el reforzamiento de las fronteras adquiera un significado de vital importancia en los discursos nacional-populistas. Discursos que se nutren del temor a que la identidad del país quede desleída, pese a la evidencia de que las identidades colectivas son un constructo dinámico en continua reelaboración y objeto de permanente mestizaje. Este temor se ha convertido en un resorte propagandístico que hace de las fronteras un poderoso objeto de explotación simbólica como escudo protector de la identidad nacional.</p>
<p>Ante las obvias dificultades para lograr un efectivo blindaje de las fronteras, con frecuencia se practica un juego selectivo de apertura/cierre, que no oculta la opción fundamental por modelos inicuos de exclusión y contención. De ahí que el balance de los cierres de fronteras no resulte especialmente positivo, tanto por el daño que se inflige a los derechos humanos de quienes migran, como por su <a href="http://www.madrimasd.org/blogs/migraciones/2019/09/17/132793">desmesurado costo económico</a>. A pesar de ello, las restrictivas leyes de migración vigentes en muchos de los principales países receptores forman parte del <em>mainstream</em> posideológico que insiste cansinamente en que así es como se hacen las cosas y que, por tanto, no hay alternativas válidas.</p>
<h2>Apertura controlada</h2>
<p><a href="https://www.sigloxxieditores.com/libro/inmigrantes-y-ciudadanos_17875/">La historia y la perspectiva comparada</a> indican, sin embargo, que sí <a href="https://rowman.com/ISBN/9781786606280/Against-Borders-Why-the-World-Needs-Free-Movement-of-People">existen alternativas más compatibles con la libertad de movimientos</a>. Cabría establecer un régimen migratorio que canalice y regule los desplazamientos transfronterizos de forma segura y respetuosa con los derechos humanos. </p>
<p>Más que una barrera, <a href="https://www.cairn.info/le-retour-des-frontieres--9782271091741-page-7.htm">una frontera civilizada</a> ha de ser una frontera abierta, aunque controlada. Esta apertura controlada, aún sin ser la solución de todos los problemas que aquejan a nuestro mundo, al menos serviría para desafiar la indulgente satisfacción de las sociedades occidentales y <a href="https://theconversation.com/migraciones-y-fronteras-en-clave-de-justicia-151013">mitigar las injusticias que sufren cientos de millones de personas</a>.</p>
<p>Resulta poco realista pensar en un mundo sin fronteras, pero es preciso pensarlas de otro modo. Como señala <a href="https://www.gedisa.com/ficha.aspx?idcol=1019&cod=891032&titulo=Elogio-de-las-fronteras&aut=Debray,%20R%C3%A9gis#.YFjJ3uaCGfU">Régis Debray</a>, «toda frontera, como toda medicina, es remedio y veneno. Y, por lo tanto, cuestión de dosificación».</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/157647/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Juan Carlos Velasco no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado y de sus funciones como Investigador Principal del Proyecto "Fronteras, democracia y justicia global" (PGC2018-093656-B-I00) del Plan Estatal I+d+i.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Francisco Fernández-Jardón no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Hay fronteras que son muros infranqueables, mientras que otras resultan invisibles. Las hay móviles, subcontratadas, internas y externalizadas. El concepto clásico ha mutado. Resulta poco realista pensar en un mundo sin fronteras, pero es preciso pensarlas de otro modo.Juan Carlos Velasco, Profesor de Investigación. Grupo "Filosofía Social y Política" (FISOPOL), Instituto de Filosofía (IFS-CSIC)Francisco Fernández-Jardón, Investigador contratado predoctoral FPU, Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CCHS - CSIC)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1234622019-09-12T20:09:18Z2019-09-12T20:09:18Z‘Migración’ se convierte en ‘protejamos nuestro estilo de vida europeo’<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/292170/original/file-20190912-190061-3rngwd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=4%2C0%2C1612%2C911&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Ursula von der Leyen presenta su visión como presidenta de la Comisión ante el Parlamento Europeo. </span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.flickr.com/photos/european_parliament/48298975382">European Parliament</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span></figcaption></figure><p>Muchos esperábamos con expectación el anuncio de la presidenta electa de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, sobre su propuesta de división de carteras para la <a href="https://ec.europa.eu/commission/interim/commissioners-designate_es">nueva Comisión Europea</a>. </p>
<p>Lo que a algunos no nos ha hecho mucha gracia es darnos cuenta de que ya no habrá un comisionado dedicado a la migración, como anteriormente. La responsabilidad de asilo y migración estará bajo el mandato del “<a href="https://ec.europa.eu/commission/sites/beta-political/files/mission-letter-margaritis-schinas-2019_en.pdf">Vicepresidente para la protección de nuestro estilo de vida europeo</a>”. La persona propuesta como responsable de esta cartera es el griego <a href="https://ec.europa.eu/commission/sites/beta-political/files/margaritis-schinas-cv.pdf">Margaritis Schinas</a>, del grupo de centro-derecha (EPP).</p>
<p>En una segunda lectura, en el nuevo reparto de carteras, la Comisaría de Interior también recibe dentro de su misión varias atribuciones en cuestiones de migración y refugio. Esta <a href="https://ec.europa.eu/commission/sites/beta-political/files/mission-letter-ylva-johansson_en.pdf">comisaría</a> la ocupará la sueca <a href="https://ec.europa.eu/commission/sites/beta-political/files/ylva-johansson-cv.pdf">Ylva Johanson</a>, del grupo social-demócrata (S&D). </p>
<h2>¿Qué primera valoración podemos hacer de estos cambios?</h2>
<p>Para un buen número de personas, detrás del cambio de lenguaje se intuyen algunas contradicciones o incluso discursos que postergan los asuntos migratorios a un segundo lugar. </p>
<p>Cuando los periodistas preguntaron a la nueva presidenta por este cambio, Ursula Von der Leyen comentó que “nuestro estilo de vida europeo” significaba preservar “<a href="https://www.afp.com/es/noticias/17/la-presion-aumenta-sobre-la-futura-lider-de-la-ue-por-una-controvertida-cartera-doc-1k823h2">los valores y la belleza de la dignidad de cada ser humano</a>”, reforzando que todas las personas tienen los mismos derechos.</p>
<p>Es muy pronto para hacer una lectura crítica y fundamentada de las nuevas carteras y las personas que las lideran, pero zambulléndose en la lectura de la misión encomendada a ambas carteras se pueden plantear algunas valoraciones.</p>
<ol>
<li><p>La elección del título “proteger nuestro estilo de vida europeo” parece al menos cuestionable. Parecería que nuestro estilo de vida está en peligro y que por lo tanto debemos protegerlo. A mi modo de ver, este marco no es el más adecuado para cimentar políticas de migración y asilo. De hecho, Von der Leyen, <a href="https://www.afp.com/es/noticias/17/juncker-critica-la-idea-de-vincular-migracion-y-estilo-de-vida-europeo-doc-1k80mx4">ante las críticas recibidas</a>, está estudiando cambiar el nombre de la cartera, aunque todavía no ha adelantado la nueva denominación.</p></li>
<li><p>En una lectura más a fondo, el sentido que se propone es el de poner en el centro los valores de la UE y nuestro estilo de vida europeo, como la solidaridad, la paz, la dignidad y la igualdad para todas las personas. </p></li>
<li><p>Además de plantear la necesidad de una migración legal bien administrada, se pone el foco en la integración y en garantizar que nuestras comunidades estén cohesionadas y unidas. Creo que este eje es crucial para el futuro de Europa. Es desde este punto desde el cual puede tener un punto a favor este cambio de lenguaje, poniendo el foco en la integración y la cohesión social.</p></li>
<li><p>Se habla de un “Nuevo Pacto sobre Migraciones y Refugio”, en el que se incluyan una reforma de las leyes de asilo, la creación de vías segura y legales de acceso a Europa, el espacio Schengen, las fronteras exteriores y la colaboración con terceros países.</p></li>
<li><p>Aunque se cita el establecimiento de corredores humanitarios, se sigue vinculando fuertemente la inmigración y las vías seguras y legales de entrada a Europa con el mercado laboral. “Quiero que pongas el foco en crear vías de migración legal para ayudarnos a atraer personas con las habilidades y talentos que nuestra economía y mercado laboral necesitan.” (<a href="https://ec.europa.eu/commission/sites/beta-political/files/mission-letter-margaritis-schinas-2019_en.pdf">Mission Letter. Vice-President-designate for Protecting our European Way of Life</a>).</p></li>
<li><p>La seguridad y el control de fronteras es uno de los grandes ejes de esta mirada hacia la migración. “Debe centrarse en la implementación de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (<a href="https://frontex.europa.eu/language/es/">Frontex</a>) reforzada, que debe desempeñar un papel central para garantizar que tengamos fuertes fronteras exteriores. Deberíamos aspirar a que 10 000 guardias fronterizos de Frontex puedan actuar en las fronteras exteriores de la UE para 2024”. (<a href="https://ec.europa.eu/commission/sites/beta-political/files/mission-letter-ylva-johansson_en.pdf">Mission Letter. Commissioner-designate for Home Affairs</a>)</p></li>
</ol>
<h2>Conclusiones</h2>
<p>Dicho esto, muchas personas esperamos que el “Nuevo Pacto sobre Migraciones y Refugio” ponga su centro en los valores que siempre han cimentado la UE, como la solidaridad, la paz, la dignidad y la igualdad, y sobre todo en la integración y la cohesión social. Estos dos ejes son vitales para el futuro de Europa, aquella con la que soñamos muchos europeos.</p>
<p>Confío también que incluya un sistema de rescate y seguridad en el Mediterráneo que ponga en el centro a las personas y que tenga una mirada integral, donde se comparta la responsabilidad de la protección de los solicitantes de asilo y refugiados en Europa. Me alegra que haya un encargo para crear nuevas vías a la migración legal y confío firmemente que estas incluyan vías legales para las personas que buscan protección, junto a las vías legales para la migración laboral.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/123462/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Alberto Ares Mateos no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El nuevo nombre del antiguamente conocido como comisionado de migración de la Comisión Europea no ha dejado indiferente a nadie. Pero, ¿qué implica esa cartera?Alberto Ares Mateos, Director del Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones (IUEM) , Universidad Pontificia ComillasLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1168502019-05-15T20:13:32Z2019-05-15T20:13:32ZQuo vadis Europa? 69 años después<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/274351/original/file-20190514-60529-1nsb2gb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C5982%2C3988&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/eu-flag-on-grunged-cracked-background-1335496643">Stefan Dinse / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Europa “nunca se hizo de una vez, ni como una obra de conjunto”, tal como reza en su <a href="https://europa.eu/european-union/about-eu/symbols/europe-day/schuman-declaration_es">Declaración de principios</a> del 9 de Mayo de 1950. La Europa de Schuman nació pues desde la idea de cooperación socioeconómica, como un proceso político multietápico, en el que la velocidad se decide a través de las condiciones de los protagonistas.</p>
<p>Los objetivos que dieron forma a la UE como entidad supranacional de cooperación pueden presentarse en sus casi siete décadas de bagaje en tres grandes etapas: </p>
<ul>
<li><p>La fase de <strong>construcción identitaria</strong>, iniciada en la posguerra hasta la caída del muro de Berlín, final de la guerra fría en Alemania. </p></li>
<li><p>La de <strong>integración institucional</strong> que arranca desde el <a href="https://www.europarl.europa.eu/about-parliament/es/in-the-past/the-parliament-and-the-treaties/maastricht-treaty">Tratado de Maastricht</a>, deteniéndose tras el <a href="https://www.europarl.europa.eu/about-parliament/es/in-the-past/the-parliament-and-the-treaties/draft-treaty-establishing-a-constitution-for-europe">Tratado constitucional iniciado en 2003</a>. </p></li>
<li><p>Por último, la fase actual, marcada por <strong>crisis</strong> en todos sus pilares.</p></li>
</ul>
<p>En esta evolución, fue siempre la sociedad europea la que ha empujado el acelerador o el freno. La necesidad de mejora, junto a un sentimiento de cooperación, hizo viable el supraestado que garantizaba el progreso económico de sus miembros con una sociedad cooperante desde el mercado que evitara los “roces del pasado”. </p>
<h2>Recuperar el estado</h2>
<p>El gran escollo era superar el pasado recuperando al estado. La división que Alemania imponía al continente era el escollo que salvar, una vez fueron incorporados los sureños y establecidas las principales reglas del juego. Desde la democracia y los derechos humanos, el pueblo rompió con “el ladrillo en la pared” y el sueño de dos generaciones fue real, dando paso a la integración como ciudadanos europeos.</p>
<p>Después, los ciudadanos quisieron más Europa, pero los nuevos objetivos no quedaban claros para el estado. </p>
<p>Primero cayeron las fronteras con la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Libertad_de_circulaci%C3%B3n_en_la_Uni%C3%B3n_Europea">libre circulación</a> de mercancías, capitales y personas; después las políticas monetarias se unificaron con <a href="https://www.ecb.europa.eu/euro/changeover/html/index.es.html">el euro</a>. Pero la competitividad extrema por ser mejor económicamente que el otro y las grandes adhesiones en bloque resquebrajaron relaciones entre los impulsores y el resto. Ya se hablaba sin tapujos de las dos velocidades en el Parlamento y en el Consejo, incluso de una tercera, al abrir en la última gran adhesión del 2004 las puertas al este europeo. </p>
<p>Refundar la Unión, de nuevo para el ciudadano, con una Constitución, acabaría con el sueño europeo integrador. Los estados querían disfrutar de su nuevo prestigio, reclamar su posición, desbordando una crisis económica y política sin precedentes que se forjó tan dentro como fuera del supraestado. El ciudadano fue olvidado al tiempo que ellos se olvidaban de Europa, el formato ya no servía, la burocracia y los fines tampoco ayudaban y el voto caía uniéndose a batallas por la deuda, en las que el capital se antepuso a las personas.</p>
<h2>Un proyecto en horas bajas</h2>
<p>El desenlace, casi en lo que va de siglo, es desalentador. </p>
<p>Ahora no existe una lucha por formar parte de esto; incluso uno de los motores, Reino Unido, <a href="https://ec.europa.eu/commission/brexit-negotiations_en">lleva años queriendo dejar el proyecto</a>, pero se presenta el primero a unas nuevas elecciones para un <a href="https://europa.eu/european-union/about-eu/institutions-bodies/european-parliament_es">macroparlamento</a> que poco a poco ha ido incorporando populistas, escépticos y radicales con el estado, nacionalismos que sienten con miedo el aliento de una “sociedad pobre”, procedente de guerras y corruptelas, desde oriente y sur (África), que quieren arrebatarles su calidad de vida. Un ciudadano europeo que prefiere ser flamenco, bávaro, corso, lombardo, catalán o escocés, que ha perdido el sentido de la cooperación, del fin integrador de un proyecto social desarrollado por sus estados miembros.</p>
<p>Los políticos en Europa deben recuperar el sueño antes de descomponerlo entre resquicios judiciales en Waterloo, fronteras y vallas a la pobreza no consideradas “comunitarias”, representantes políticos que se someten a los dictámenes de gobernantes estatales, paraísos fiscales amparados en su ordenamiento para el capital, y sobre todo el fin social de cooperación bajo el que se concibió la Unión como medida de evasión de los conflictos armados de otro tiempo.</p>
<h2>Errores y aciertos</h2>
<p>Para ello, comencemos por hacer una reflexión sobre errores y aciertos, sobre el trabajo del Parlamento Europeo, y su verdadera acción política desde la representación del pueblo europeo. </p>
<p>No nos sorprendamos de la escasa participación de un estado miembro si desde su reciente adhesión <a href="https://www.europarl.europa.eu/news/es/press-room/elections-press-kit/1/datos-y-cifras-sobre-las-elecciones-al-parlamento-europeo">nunca superó el 30% (República Checa) o incluso el 20% (Eslovaquia)</a>. </p>
<p>No enfaticemos que los que quieren dejar el barco sean los primeros en votar el jueves 23, con una debacle anunciada en su actual gobierno; no presuman de europeos por una mayor participación los españoles cuando unen municipales y autonómicas a un proceso en el que la opinión pública no conoce propuestas, ni candidatos, ni número de escaños… </p>
<p>Europa tiene un grave problema social que solventar, con la oportunidad de mostrar al mundo el camino del desarrollo necesario, que no sólo ha de ser sostenible. Un sueño por terminar de visionarios del crecimiento comunitario.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/116850/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Víctor Raúl López Ruiz no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El desenlace en lo que va de siglo es desalentador. Ahora no existe una lucha por formar parte de esto; incluso uno de los motores, Reino Unido, lleva años queriendo dejar el proyecto, pero se presenta a las elecciones europeas.Víctor Raúl López Ruiz, Profesor Titular de Universidad, Universidad de Castilla-La ManchaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1166972019-05-13T20:13:59Z2019-05-13T20:13:59ZLa izquierda política ante el desafío de la inmigración<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/273309/original/file-20190508-183093-1ac58ag.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=12%2C0%2C3989%2C2999&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/concertina-fence-installed-on-wall-day-1374742556"> Jair Ferreira Belafacce / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Las migraciones internacionales constituyen uno de los fenómenos globales que con mayor intensidad polarizan las sociedades contemporáneas y, en esa misma medida, representan un serio desafío para la izquierda. No sólo para su teoría, sino especialmente para su praxis. A diferencia de lo que sucede en la derecha, que, con sus propuestas de mano dura y restricciones genéricas, parece tenerlo bastante claro, desde ese otro lado del espectro ideológico no hay un planteamiento reconocible acerca de cómo afrontar el reto con seriedad. Y lo cierto es que sus votantes también demandan algún tipo de respuesta que resulte consistente con sus característicos valores de igualdad, solidaridad y justicia social.</p>
<p>Recientemente, la politóloga norteamericana Sheri Berman <a href="https://elpais.com/elpais/2019/01/16/opinion/1547663608_340518.html">aseveraba</a> que las reacciones de la izquierda, en materia migratoria, “en lugar de tener en cuenta las inquietudes de los votantes, las desprecian”. Berman reivindicaba a continuación la posición de Tony Blair sobre el tema: “Debemos abordar los motivos legítimos de queja y darles respuesta”. Probablemente no les falte razón, pero si es así, entonces lo primero sería identificar cuáles son esos motivos y dilucidar si poseen una base real.</p>
<p>La agenda política y mediática hegemónica insiste en presentar a los inmigrantes como invasores que socavan nuestra identidad y erosionan nuestro bienestar, obviando tanto <a href="https://theconversation.com/cuantos-inmigrantes-necesitamos-para-pagar-las-pensiones-113983">los innegables beneficios que su presencia comporta</a> para la regeneración de nuestras envejecidas sociedades como el enorme sufrimiento humano que genera la <a href="https://theconversation.com/que-ocurre-con-los-inmigrantes-irregulares-cuando-llegan-a-espana-115959">criminalización preventiva de la que son objeto de manera indiscriminada</a>. </p>
<p>Se pone el foco en lo conflictivo, en lo problemático, que en ocasiones también aflora, pero se deja en la penumbra las enormes oportunidades que se abren con su llegada. La expulsión y/o un hermético cierre de fronteras se presentan como las soluciones terminantes a estos males. Este discurso populista también tienta a algunos sectores de la izquierda. Pero, ¿son estas propuestas compatibles con los valores de la izquierda?</p>
<h2>Diagnosticar antes de juzgar</h2>
<p>Antes de responder a esa cuestión, sería bueno disponer de un diagnóstico competente del fenómeno. </p>
<p>De entrada, no se puede aceptar sin más que la verdad sea todo lo que circula. La izquierda no puede dar por buenas y menos aún hacer suyas las percepciones sociales que supuran prejuicios y xenofobia. Contrastar fuentes es el único modo de desmontar mitos y bulos que prescinden de cualquier diferencia entre lo verdadero y lo falso. Ese es precisamente el primer objetivo del <a href="https://www.un.org/es/conf/migration/global-compact-for-safe-orderly-regular-migration.shtml">Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular</a>, firmado por 164 países el pasado diciembre en Marrakech: “Recopilar y utilizar datos exactos y desglosados para formular políticas con base empírica”.</p>
<p><a href="https://cadenaser.com/programa/2018/06/22/hora_14_fin_de_semana/1529675792_830521.html">Con los datos en la mano</a>, no resulta creíble afirmar que la migración representa un peligro o una carga inasumible. En su conjunto, los inmigrantes devuelven al país receptor más de lo que reciben. </p>
<p>El gasto que generan es compensado por los impuestos directos e indirectos que pagan y por su contribución al aumento del PIB. Favorecen la actividad económica y elevan la base de la recaudación. Las razones para el rechazo no se basan, pues, en la racionalidad económica, sino en cálculos electorales.</p>
<p>Sin quitar un ápice a lo recién dicho, también es verdad que, al haberse agudizado la brecha de desigualdad con la última crisis económica, se ha acentuado la competición entre los más necesitados por unos servicios sociales cada vez más escasos. En este contexto, los inmigrantes son vistos no sólo como intrusos, sino como adversarios en la competición social, que quitan a los nacionales los precarios puestos de trabajo disponibles. </p>
<h2>Ni intrusos ni adversarios</h2>
<p>Desde posiciones nacionalpopulistas, compartidas cada vez más por otras formaciones políticas, se proclama que, en consecuencia, las fronteras no pueden mantener su habitual porosidad, sino que deben ser cerradas a cal y canto, o incluso ser bloqueadas herméticamente mediante muros y alambradas. </p>
<p>Ni el rechazo del inmigrante y, menos aún, su discriminación pueden ser consideradas como propuestas de izquierda. La apuesta fundamental de la izquierda ha de ser, como siempre, lograr <a href="http://www.madrimasd.org/blogs/migraciones/2006/02/09/13198">una sociedad integrada</a>, con menos desigualdades internas, en la que toda la población tenga sus necesidades básicas cubiertas. La integración social, que no hay que olvidar que es condición necesaria para una convivencia pacífica, supone, entre otras cosas, un proceso de equiparación de derechos e igualdad de trato. </p>
<p>No puede promoverse la competencia entre los inmigrantes y la población autóctona por unos recursos sociales limitados. Para impedirlo resulta perentorio reforzar los servicios públicos más básicos, como son, entre otros, la sanidad y la educación, de modo que no pierdan calidad para todos. Ello conlleva, obviamente, un incremento de los medios disponibles y de la correspondiente dotación económica recabada a través de impuestos. Si se opta por aceptar inmigrantes, y buenas razones hay para ello, entonces la sociedad anfitriona no puede desentenderse de su suerte y poner su inserción social en manos del mercado laboral o de los lazos familiares. </p>
<h2>Fronteras no herméticas, sino porosas</h2>
<p>El cierre de fronteras tampoco puede ser la propuesta de la izquierda. Los muros son inútiles, menos para quienes se lucran con su construcción y mantenimiento. Si las economías de los países desarrollados precisan de un número cada vez mayor de mano de obra extranjera, como es el caso para que resulten sostenibles, un mínimo de pragmatismo exige que la migración no sea obstaculizada, sino más bien encauzada. </p>
<p>Esto coincide con otro de los objetivos del mencionado Pacto Mundial: “Aumentar la disponibilidad y flexibilidad de las vías de migración regular”. Es más, si los Estados no abren canales seguros y previsibles que permitan a la gente poder migrar, deberían ser consecuentes y no reprochar a nadie que haya llegado de manera ilegal cuando nunca se le dio oportunidad de hacerlo regularmente.</p>
<p>El fomento de una identidad nacional cerrada y autocomplaciente tampoco es compatible con los valores de izquierda. Y menos aún lo es imponer tradiciones, conductas y prácticas culturales como obligatorias. Eso no significa que haya que ignorar o desdeñar las preocupaciones sobre la pervivencia de la forma de vida característica del país, sino que es preciso descifrar cuáles son las preocupaciones legítimas y no caer en un discurso populista y mixtificador. </p>
<p>No es de recibo pensar que la identidad colectiva es única y compartida por todos los autóctonos en igual medida. La identidad colectiva suele ser más bien plural en sus manifestaciones y mutante a lo largo de la historia. Es preciso distinguir entre lo sustantivo y lo accidental. </p>
<p>Los inmigrantes, como cualquier ciudadano, tienen todo el derecho a mantener la propia forma de vida cultural (por ejemplo, en lo relativo a sus costumbres gastronómicas, de vestimentas o de festividades), pero también tienen la obligación de respetar las leyes y aceptar el marco institucional de convivencia definido por los principios constitucionales y los derechos humanos que definen las sociedades democráticas. Esto requiere establecer una distinción lo más nítida posible entre dos niveles de integración, a saber: entre los elementos que configuran la cultura política de una sociedad y las diversas formas de vida que pueden abrazar libremente los individuos.</p>
<p>La izquierda, que parece haber perdido el paso, haría muy bien en ocuparse con rigor del desafío de la inmigración, pero no en copiarle el discurso a las corrientes nacionalpopulistas emergentes. No ha de reproducir su diagnóstico y, menos aún, sus recetas. Las puede y las debe sacar de su propio ideario.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/116697/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Juan Carlos Velasco recibe fondos del Plan Estatal I+D+i para el proyecto de investigación "Fronteras, democracia y justicia global", del que es Investigador Principal.</span></em></p>No resulta creíble afirmar que la migración representa un peligro o una carga inasumible. En su conjunto, los inmigrantes devuelven al país receptor más de lo que reciben.Juan Carlos Velasco, Investigador Científico, Instituto de Filosofía (IFS-CSIC)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1119242019-03-03T22:01:58Z2019-03-03T22:01:58ZLa frontera entre España y Portugal: un tesoro lingüístico amenazado<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/259842/original/file-20190219-43258-1s6z6jy.JPG?ixlib=rb-1.1.0&rect=7%2C0%2C5152%2C3430&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Edificio abandonado de la aduana española en el municipio pacense de La Codosera</span> <span class="attribution"><span class="source">Fotografía proyecto FRONTESPO</span>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span></figcaption></figure><p>Los territorios fronterizos son espacios heterogéneos. Por propia definición, son lugares en donde las personas pasan de un país a otro y, con ellas, sus lenguas, culturas, objetos personales o de comercio. Esta circulación de personas, ideas y materiales va imprimiendo una identidad propia a las comunidades de frontera. El límite político entre España y Portugal no es, desde luego, una excepción, sino una franja que atesora un impresionante patrimonio cultural y lingüístico.</p>
<h2>Un rico mosaico lingüístico</h2>
<p>Los límites políticos y los límites lingüísticos siguen su propio camino, y no siempre se solapan. La frontera hispano-portuguesa proporciona varios ejemplos.</p>
<p>Las variedades asturleonesas se hablan en Portugal, bajo el nombre de <a href="https://mwl.wikipedia.org/wiki/Lh%C3%A9ngua_mirandesa">mirandés</a>, e incluso tienen el <a href="https://www.ileon.com/cultura/094087/el-idioma-asturleones-cumple-veinte-anos-de-oficialidad-con-el-mirandes-en-portugal">reconocimiento oficial que se niega al otro lado de la frontera</a>.</p>
<p>En España existen varias localidades en las que todavía se hablan dialectos del idioma vecino. Entre ellas, las extremeñas Cedillo, Herrera de Alcántara y Olivenza, o la salmantina La Alamedilla. Las explicaciones para su origen son diversas. Algunos de estos pueblos son nuevas fundaciones, a cargo de emigrantes del otro lado de la Raya. Sin embargo, en ocasiones el pueblo ya estaba allí, y lo que cambió fue el trazado de la frontera, por acuerdo entre los estados o, incluso, por <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Cuesti%C3%B3n_de_Olivenza">conquista militar</a>.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/259809/original/file-20190219-43288-alip9b.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/259809/original/file-20190219-43288-alip9b.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/259809/original/file-20190219-43288-alip9b.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/259809/original/file-20190219-43288-alip9b.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/259809/original/file-20190219-43288-alip9b.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/259809/original/file-20190219-43288-alip9b.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/259809/original/file-20190219-43288-alip9b.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/259809/original/file-20190219-43288-alip9b.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Uno de los puentes internacionales más cortos del mundo. Sobre el arroyo Abrilongo (El Marco / Várzea Grande). Fotografía del equipo de FRONTESPO.</span>
<span class="attribution"><span class="source">from www.frontespo.org</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Por otro lado, el territorio de frontera es periférico en relación a los centros de poder de España y Portugal. Está lejos de los núcleos políticos, económicos y comerciales, donde se habla una lengua considerada como prestigiosa. Por tanto, las innovaciones lingüísticas tardan en llegar, y eso favorece que allí se conserven características gramaticales y léxicas más arcaicas que en el resto del país. </p>
<p>Para desgracia de quienes sueñan con erigir muros, nuestra frontera ha sido muy permeable a lo largo de la historia. Jornaleros y pastores la han atravesado en busca de trabajo. Los bailes y romerías de la zona han contado con público de ambos lados. Por supuesto, las noches de muchos habitantes se han dedicado al contrabando. Y desde la práctica abolición de los controles fronterizos, los pobladores compran en uno u otro país según los precios de cada producto. </p>
<p>Este contacto cotidiano tiene un claro reflejo lingüístico. La lengua va incorporando palabras del vecino y en el día a día se acomoda la manera de hablar para que este nos entienda mejor cuando compra en nuestro comercio o charla de cualquier asunto en el bar.</p>
<h2>Mucho más que lengua</h2>
<p>Por supuesto, el interés de este territorio no se detiene en su riqueza lingüística. Existen numerosos aspectos antropológicos, culturales e históricos de relieve, derivados directamente de su condición fronteriza. Es conocida la cuestión del contrabando, pero no debe olvidarse su condición de <a href="http://www.todoslosnombres.org/content/noticias/barrancos-portugal-recupera-la-memoria-los-campos-refugiados-coutadinha-la">lugar de refugio</a> para perseguidos por los estados español o portugués. </p>
<p>Por citar dos ejemplos más, son muy interesantes los testimonios sobre la abundante emigración, legal o clandestina, o sobre la vida décadas atrás.</p>
<h2>Un mundo en transformación</h2>
<p>El territorio fronterizo vive momentos de profundo cambio. Como tantas comunidades rurales, <a href="https://elpais.com/sociedad/2018/11/20/actualidad/1542740767_848060.html">se despuebla a pasos agigantados</a>. Las cabeceras de comarca están a pocos minutos en coche, por lo que la gente ya no estudia, trabaja o compra en los pueblos. La escuela y los medios de comunicación transmiten nuevos modelos lingüísticos que, poco a poco, suplantan las palabras y expresiones de siempre. Desaparece el modo de vida tradicional y, con él, las palabras ligadas a la agricultura, la ganadería, la artesanía, etc.</p>
<p>Se hace urgente, por tanto, documentar lo que puede quedar de los estratos más antiguos. No menos importante es estudiar cómo cambian la lengua, las actitudes y los juicios sobre la vida en la frontera de los hablantes más jóvenes.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/259841/original/file-20190219-43264-gykn9i.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/259841/original/file-20190219-43264-gykn9i.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/259841/original/file-20190219-43264-gykn9i.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=417&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/259841/original/file-20190219-43264-gykn9i.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=417&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/259841/original/file-20190219-43264-gykn9i.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=417&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/259841/original/file-20190219-43264-gykn9i.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=523&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/259841/original/file-20190219-43264-gykn9i.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=523&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/259841/original/file-20190219-43264-gykn9i.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=523&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Cocina tradicional de Herrera de Alcántara. Años 60 del s. XX.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Fotografía de MC Vilhena, cedida al grupo LEPOLL de la Univ. de Extremadura, miembro de FRONTESPO</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>¿Cómo documentar el patrimonio?</h2>
<p>En el año 2015 nace el proyecto <em><a href="http://www.frontespo.org">Frontera hispano-portuguesa: documentación lingüística y bibliográfica</a></em> (FRONTESPO), dirigido por la Universidad de Alcalá. Se realizaron entrevistas en 64 localidades españolas y portuguesas. En cada pueblo se conversaba con un mínimo de tres personas, distribuidas por franja de edad (menores de 50 años, entre 50 y 75, y mayores de 75). De ese modo, pueden observarse las posibles diferencias que hayan ido apareciendo en las últimas décadas. </p>
<p>Se dialogaba alrededor de tres ejes temáticos. El primero, los nombres usados por los informantes para plantas, animales, utensilios de la vida cotidiana, etc. El segundo, sus percepciones lingüísticas: ¿es igual la lengua de los jóvenes y de los mayores? ¿en qué pueblos hablan distinto? ¿se entienden bien con la gente del otro lado de la Raya?… En tercer lugar, se conversaba sobre la vida en la Raya: historias del contrabando, ocasiones de convivencia entre españoles y portugueses, etc.</p>
<p>El resultado ha sido un corpus de más de 200 horas de grabaciones, casi todas en vídeo, que se están editando actualmente.</p>
<h2>Difusión</h2>
<p>De poco valdría este proyecto si las entrevistas se quedasen en un armario para uso interno o si hubiese que desplazarse a una hemeroteca para oír DVDs. Por eso, el <a href="http://www.frontespo.org/es/corpus">corpus</a> se publica en línea y en acceso abierto.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/259914/original/file-20190220-148542-1uitpao.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/259914/original/file-20190220-148542-1uitpao.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/259914/original/file-20190220-148542-1uitpao.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=525&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/259914/original/file-20190220-148542-1uitpao.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=525&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/259914/original/file-20190220-148542-1uitpao.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=525&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/259914/original/file-20190220-148542-1uitpao.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=659&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/259914/original/file-20190220-148542-1uitpao.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=659&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/259914/original/file-20190220-148542-1uitpao.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=659&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Captura de pantalla de una de las grabaciones del corpus oral.</span>
<span class="attribution"><span class="source">www.frontespo.org</span></span>
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<p>Las entrevistas han sido <a href="http://www.frontespo.org/es/blog/tematicas-del-corpus-oral-de-la-frontera-hispano-portuguesa-frontespo-cor">segmentadas temáticamente</a>, para facilitar su consulta. Las grabaciones de audio y de vídeo, así como las transcripciones que se están haciendo, pueden descargarse, difundirse y reutilizarse libremente, bajo una licencia CC BY-SA 4.0.</p>
<p>Esperamos, de este modo, contribuir a un mejor conocimiento del patrimonio cultural y lingüístico de la frontera, así como a su puesta en valor.</p>
<figure>
<iframe src="https://player.vimeo.com/video/286520117" width="500" height="281" frameborder="0" webkitallowfullscreen="" mozallowfullscreen="" allowfullscreen=""></iframe>
<figcaption><span class="caption">Informantes de La Codosera (Badajoz) conversan sobre la vida de antes.</span></figcaption>
</figure><img src="https://counter.theconversation.com/content/111924/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>El salario de Xosé Afonso Álvarez Pérez está financiado por un contrato Ramón y Cajal del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. El proyecto Frontera hispano-portuguesa: documentación lingüística y bibliográfica ha recibido financiación del gobierno de España entre 2015 y 2017.</span></em></p>Un proyecto de la Universidad de Alcalá publica testimonios de la vida, la cultura y la lengua del territorio fronterizo hispano-portugués.Xosé Afonso Álvarez Pérez, Profesor de Lingüística, Universidad de AlcaláLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1118942019-02-18T21:38:24Z2019-02-18T21:38:24ZLa Europa sin fronteras, en peligro<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/259518/original/file-20190218-56232-ab6d3v.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=15%2C7%2C5152%2C3430&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Localidad de Schengen, en Luxemburgo, donde se firmó el Acuerdo de Schengen por el que varios países de Europa suprimieron los controles en sus fronteras y trasladaron esos controles a las fronteras exteriores.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/schengen-village-luxembourg-where-agreement-signing-1010974759"> Oleksii Liebiediev / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p><a href="http://unlibroaldia.blogspot.com/2009/06/stefan-zweig-el-mundo-de-ayer.html"><em>El mundo de ayer</em></a> (1942) es una obra importante en la carrera del escritor austríaco de origen judío Stefan Zweig. Este libro es muchas cosas, pero es, sobre todo, un alegato contra las fronteras. No es que el autor no afirme su patriotismo, lo hace, pero el suyo es el patriotismo de un estado que, en el momento de escribir la obra, entre 1939 y 1941, ya no existe. </p>
<p>El <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Imperio_austroh%C3%BAngaro">Imperio Austro-Húngaro</a>, en cuya capital nació Zweig, fue pluriconfesional, plurilingüístico y plurinacional. Un país de límites difusos que le había permitido sentirse ciudadano del mundo. La desaparición de este imperio de más de quinientos años es una catástrofe para Zweig, por la forma en que se produjo, después de una guerra devastadora, y por lo que vino más tarde: la anexión de Austria al Reich alemán. </p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/259521/original/file-20190218-56240-qe11bj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/259521/original/file-20190218-56240-qe11bj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/259521/original/file-20190218-56240-qe11bj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=652&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/259521/original/file-20190218-56240-qe11bj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=652&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/259521/original/file-20190218-56240-qe11bj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=652&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/259521/original/file-20190218-56240-qe11bj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=819&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/259521/original/file-20190218-56240-qe11bj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=819&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/259521/original/file-20190218-56240-qe11bj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=819&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Stefan Zweig, escritor austríaco (1881–1942) fotografiado en 1931 por Trude Fleischmann.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Stefan_Zweig_(1881%E2%80%931942)_1931_%C2%A9_Trude_Fleischmann.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
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<p>En este libro, el autor vienés explica la porosidad de las fronteras antes de la Primera Guerra Mundial (1914-1918). En sus páginas describe sus viajes por Europa sin pasaporte alguno y la perplejidad que le producía ver como los habitantes de las zonas fronterizas tenían nociones muy vagas de dónde acababa su país y dónde empezaba el país vecino, entre otras cosas porque los habitantes de poblaciones situadas a un lado y otro de los límites nacionales solían hablar el mismo idioma y tenían costumbres similares. </p>
<p>El estallido de la <a href="http://clio.rediris.es/udidactica/IGM/guerra.htm">Gran Guerra en 1914</a> cambió las cosas completamente. Las fronteras se volvieron muros infranqueables que le alejaban de sus amigos franceses e ingleses. Hasta para trasladarse a Suiza, un viaje que realizaba cotidianamente, debía acreditar su identidad con un documento expedido por el gobierno austriaco, una circunstancia que él juzgaba humillante. </p>
<h2>Las nuevas fronteras tras la guerra</h2>
<p>Al acabar la guerra, que destruyó por completo el antiguo Imperio Austro-Húngaro y llenó el centro de Europa de nuevas fronteras, su mundo había desaparecido completamente. Era imposible desplazarse de un país a otro sin pasaporte, un formalismo burocrático que antes de la conflagración sólo se exigía en el Imperio Ruso y en el Imperio Otomano. </p>
<p>Además, los nacionalistas que proliferaron por toda Europa después de 1918 empezaron a identificar como enemigos nacionales a aquellos pueblos, tan europeos como ellos mismos, que históricamente se habían establecido sin atender límites nacionales, lingüísticos o religiosos, como los gitanos o los judíos, comunidad esta última a la que pertenecía el escritor austríaco. </p>
<p>Finalmente, Zweig acabó sus días suicidándose en Petrópolis (1942), una ciudad brasileña situada cerca de Río de Janeiro en la que se había refugiado huyendo del nazismo. </p>
<p>El escritor austriaco, que había realizado un largo periplo desde Europa hasta llegar a Sudamérica, se quitó la vida porque no pudo soportar el desarraigo ni la pérdida de su vida anterior a la gran catástrofe europea. Sin duda alguna, fue una de las muchas víctimas del terrible siglo XX.</p>
<p>Al acabar el largo período de guerras mundiales, la Primera (1914-1918) y la Segunda (1939-1945), la Europa de posguerra es una Europa de fronteras, en muchos casos límites estrictos que separaban comunidades que antiguamente habían convivido durante siglos sin prestar demasiada atención a las divisorias. La población judía de Europa había sido severamente diezmada, hasta el punto que ciudades como Cracovia, Praga, Lviv, Budapest o Bratislava, habían visto desaparecer a su ancestral y numeroso vecindario hebreo. </p>
<h2>El telón de acero</h2>
<figure class="align-left ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/259522/original/file-20190218-56208-186o9p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/259522/original/file-20190218-56208-186o9p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=642&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/259522/original/file-20190218-56208-186o9p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=642&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/259522/original/file-20190218-56208-186o9p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=642&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/259522/original/file-20190218-56208-186o9p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=806&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/259522/original/file-20190218-56208-186o9p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=806&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/259522/original/file-20190218-56208-186o9p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=806&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Europa dividida por el «Telón de acero». Los países de la OTAN en azul, los miembros del Pacto de Varsovia en rojo, los no alineados en verde y países neutrales en gris.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Iron_Curtain_map.svg">Sémhur / Wikimedia Commons</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Se produjeron grandes movimientos de población, los alemanes fueron expulsados de los territorios del este y muchos de los judíos sobrevivientes emigraron a América o a Israel. </p>
<p>La guerra fría extendió un denso “<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Cortina_de_Hierro">telón de acero</a>” que separaba la Europa occidental, bajo influencia norteamericana, de la Europa oriental, supervisada por la Unión Soviética. La propia Alemania fue troceada en zonas de influencia pertenecientes a las potencias aliadas que derrotaron al nazismo, la futura República Federal de Alemania, y su capital histórica, Berlín, dividida en dos sectores separados por un muro que el gobierno de la República Democrática de Alemania construyó bajo el epígrafe de “defensa antifascista”. </p>
<p>Desplazarse libremente por Europa ya no sería posible. Para los alemanes no sería posible hacerlo ni por su propio país. Las fronteras europeas se convertirán en murallas difíciles de franquear, muy a menudo marcadas con vallas electrificadas o tapias que delimitan físicamente los límites de los estados. </p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/259524/original/file-20190218-56215-1c3xkzk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/259524/original/file-20190218-56215-1c3xkzk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/259524/original/file-20190218-56215-1c3xkzk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=595&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/259524/original/file-20190218-56215-1c3xkzk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=595&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/259524/original/file-20190218-56215-1c3xkzk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=595&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/259524/original/file-20190218-56215-1c3xkzk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=747&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/259524/original/file-20190218-56215-1c3xkzk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=747&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/259524/original/file-20190218-56215-1c3xkzk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=747&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Espacio Schengen. En azul los países miembros del espacio. En verde, los países obligados a adherirse.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Schengen_Area.svg">Wikimedia Commons</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>La creación de la Comunidad Económica Europea en los años cincuenta del siglo pasado empezará a revertir esta situación, que se verá condicionada por el <a href="https://www.schengenvisainfo.com/es/acuerdo-de-schengen/">Acuerdo de Schengen</a>, firmado en 1985 y en vigor desde 1995, cuando cuatro estados de la Unión Europea (Luxemburgo, Países Bajos, Francia, Bélgica y la República Federal de Alemania) deciden suprimir los controles en las fronteras interiores de lo que se llamará el espacio Schengen, que garantizará la libre circulación por Europa de cualquier ciudadano que se mueva por este territorio de manera legal. </p>
<h2>La nueva Europa</h2>
<p>Más tarde se incorporarán otros estados al tratado hasta un total de veintiséis, cuatro de los cuales (Suiza, Lichtenstein, Islandia y Noruega) no forman parte de la Unión Europea. </p>
<p>El final de la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_Fr%C3%ADa">guerra fría</a>, la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_la_Uni%C3%B3n_Sovi%C3%A9tica_(1985-1991)">desaparición de la URSS</a>, aún con el corolario de nuevas independencias y por lo tanto de nuevas fronteras, y la unificación alemana serán algunas de las etapas previas que facilitarán la materialización de este gran acuerdo internacional. </p>
<p>Acuerdo que ahora está amenazado por el resurgimiento de movimientos ultranacionalistas europeos que abogan por volver a endurecer las fronteras, las interiores y las exteriores, con el ánimo de dificultar la circulación de personas entre estados y, sobre todo, para impedir el acceso a ciudadanos provenientes de otros lugares del planeta, expulsados de sus países de origen por causa de guerras, crisis económicas o persecuciones políticas. </p>
<p>El viejo sueño de Zweig vuelve a estar en peligro.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/111894/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Xavier Tornafoch Yuste no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Las guerras mundiales, el telón de acero, Schengen… la historia de Europa está ligada a la construcción y destrucción de fronteras. Los principales afectados, los ciudadanos.Xavier Tornafoch Yuste, Profesor asociado Facultad de educación y Ciencias Humanas, Universitat de Vic – Universitat Central de CatalunyaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1005662018-07-30T20:12:05Z2018-07-30T20:12:05Z¿Para qué sirven las fronteras?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/229324/original/file-20180725-194146-regvuc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Un grupo de manifestantes, que se opone a que el gobierno de Estados Unidos construya un muro, sostienen un cartel que dice, 'No al muro fronterizo'. </span> <span class="attribution"><span class="source">AP Photo/Eric Gay</span></span></figcaption></figure><p>En Estados Unidos se ha producido recientemente una gran indignación por la ahora extinta política de la administración Trump de <a href="https://www.nytimes.com/2018/07/05/us/migrant-children-chaos-family-separation.html">separar a las familias de inmigrantes en la frontera</a>. Cuatro miembros del consejo asesor de seguridad nacional del presidente renunciaron como protesta, al considerar la <a href="https://www.washingtonpost.com/news/post-politics/wp/2018/07/17/morally-repugnant-homeland-security-advisory-council-members-resign-over-immigration-policies/?utm_term=.39480c5e44d2">práctica “moralmente repugnante”</a>.</p>
<p>Conflictos parecidos sobre la vigilancia de las fronteras han surgido en gran parte del mundo. </p>
<hr>
<p>
<em>
<strong>
Read more:
<a href="https://theconversation.com/what-exactly-is-the-point-of-the-border-99990">What exactly is the point of the border?</a>
</strong>
</em>
</p>
<hr>
<p>En Europa, el gobierno de coalición de la canciller Angela Merkel <a href="https://www.cnn.com/2018/07/02/europe/merkel-seehofer-government-intl/index.html">acaba de superar</a> una controversia sobre cómo lidiar con la oleada continua de refugiados que buscan asilo en Alemania. </p>
<p>La forma en que la gente responde a estas controversias depende de qué consideren que debe proteger una frontera. </p>
<h2>Las fronteras <em>protegen de los forasteros</em></h2>
<p>En los últimos años, los expertos han proporcionado diferentes visiones sobre qué es lo que las fronteras protegen. </p>
<p>Un argumento importante para definir la frontera nace de la idea de que cada estado posee su propio <a href="http://www.hup.harvard.edu/catalog.php?isbn=9780674088900">carácter nacional</a>, y que las fronteras lo protegen de ser importunado por foráneos. Según esta concepción cada país no es solo un estado, sino que es una nación cultural o étnica. Y creen que deben existir garantías para que la migración no altere su estatus.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/228596/original/file-20180720-142432-1035s13.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/228596/original/file-20180720-142432-1035s13.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=402&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/228596/original/file-20180720-142432-1035s13.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=402&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/228596/original/file-20180720-142432-1035s13.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=402&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/228596/original/file-20180720-142432-1035s13.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=505&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/228596/original/file-20180720-142432-1035s13.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=505&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/228596/original/file-20180720-142432-1035s13.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=505&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">El presidente estadounidense Donald Trump habla durante una mesa redonda sobre la política de inmigración.</span>
<span class="attribution"><span class="source">AP Photo/Evan Vucci</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Las críticas del presidente Trump contra la inmigración en Europa parten de esa idea: ha declarado de forma categórica que la ola de inmigración hacia Europa podría cambiar de manera irreversible su cultura y eso sería <a href="https://www.thesun.co.uk/news/6766947/donald-trump-britain-losing-culture-immigration/">una “vergüenza”</a>.“</p>
<p>Desde mi punto de vista como <a href="https://phil.washington.edu/people/michael-blake">experto en filosofía política</a>, y teniendo en cuenta que mi trabajo se centra en la moralidad política de la migración, esta concepción asume que la comunidad "real” de un país puede identificarse con una cultura o etnia en particular. Al hacerlo, anuncia de manera implícita que aquellos que no pertenecen a esa mayoría son menos importantes para el estado.</p>
<p>Este planteamiento se hace eco de las ideas de <a href="https://theconversation.com/trumps-claim-that-europe-is-losing-its-culture-is-racism-and-it-must-be-challenged-99962">superioridad racial y religiosa</a> que han causado enormes perjuicios a lo largo de la historia. </p>
<p>El fascismo como ideología comenzó con la idea de que solo ciertos europeos eran los verdaderos herederos de la historia de Europa. El resto fueron considerados intrusos, que estaban <a href="http://www.nybooks.com/articles/1995/06/22/ur-fascism/">reduciendo la grandeza de la civilización europea</a>. </p>
<h2>Las fronteras <em>son propiedad del estado</em></h2>
<p>Otro argumento respecto a la frontera se basa en el concepto de los derechos de propiedad. </p>
<p>El académico <a href="https://wagner.nyu.edu/community/faculty/ryan-pevnick">Ryan Pevnick</a> ha planteado que el estado y sus instituciones son justa propiedad de aquellos que han trabajado para <a href="http://www.cambridge.org/us/academic/subjects/philosophy/political-philosophy/immigration-and-constraints-justice-between-open-borders-and-absolute-sovereignty?format=HB&isbn=9780521768986">construir y mantener esas instituciones</a>. </p>
<p>Por lo tanto, pueden negarse a compartir sus instituciones con extraños, de la misma manera que yo puedo negarme a compartir mi hogar con aquellos que no tienen derechos de propiedad sobre él.</p>
<p>También en este tema hay dificultades. Muchas personas que viven en un país determinado pudieran haber hecho muy poco en realidad para construir esa sociedad y sus instituciones. No obstante, eso no implica que no tengan derecho a disfrutar de los beneficios asociados con la ciudadanía. </p>
<p>Pero, como es evidente, hay muchas personas que están fuera del país que realizan grandes esfuerzos para proteger y preservar ese país. Durante la Guerra de Iraq, por ejemplo, algunos iraquíes actuaron como traductores del ejército de Estados Unidos a costa de un <a href="https://www.alaraby.co.uk/english/indepth/2018/4/12/the-iraqi-translators-betrayed-by-the-united-states">enorme riesgo personal</a>. </p>
<p>Para ser coherentes con este enfoque, esas personas tendrían derecho a cruzar la frontera. En efecto, este hecho fue reconocido tardíamente por la administración Trump. En febrero del 2017, se hizo una excepción respecto a la prohibición de viajar a Estados Unidos con los <a href="https://www.nytimes.com/2017/02/02/world/middleeast/trump-visa-ban-iraq-interpreters.html">traductores iraquíes</a> que habían colaborado con el ejército norteamericano. </p>
<h2>La frontera <em>preserva la democracia</em></h2>
<p>Finalmente, una justificación final respecto a las fronteras refleja la <a href="https://global.oup.com/academic/product/immigration-and-democracy-9780190909222?cc=us&lang=en&">importancia de la democracia</a>. Implica creer que la migración generalizada podría <a href="https://www.idea.int/our-work/what-we-do/migration-democracy">socavar la confianza social y la solidaridad</a>, dos condiciones necesarias para un autogobierno democrático.</p>
<p>Según esta argumentación, los migrantes de países sin tradición democrática podrían no tener conocimiento de las normas democráticas, y ni siquiera un compromiso moral para su preservación. </p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/228325/original/file-20180718-142432-dzc4mf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/228325/original/file-20180718-142432-dzc4mf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=413&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/228325/original/file-20180718-142432-dzc4mf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=413&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/228325/original/file-20180718-142432-dzc4mf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=413&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/228325/original/file-20180718-142432-dzc4mf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=518&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/228325/original/file-20180718-142432-dzc4mf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=518&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/228325/original/file-20180718-142432-dzc4mf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=518&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">La frontera entre San Diego, California, y Tijuana, México.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://en.wikipedia.org/wiki/File:Border_USA_Mexico.jpg">http://www.ngb.army.mil</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Preocupaciones como estas han llevado a Bélgica a introducir recientemente el requisito de que todos los inmigrantes que provengan de fuera de Europa deben firmar una “<a href="https://www.independent.co.uk/news/world/europe/belgium-to-force-non-eu-migrants-to-sign-pledge-to-uphold-european-values-as-integration-concerns-a6965271.html">declaración del recién llegado</a>” que implica adherirse a los “valores europeos” —incluidos <a href="http://www.powerlineblog.com/archives/2016/04/belgium-contemplates-newcomers-statement-for-immigrants.php">la igualdad de géneros y los derechos de los homosexuales</a>. </p>
<p>Sin embargo, la idea de que algunos forasteros no son buenos demócratas tiene una larga y lamentable historia. </p>
<p>EEUU, por ejemplo, excluyó a personas de nacionalidad china del derecho a obtener la ciudadanía por motivos similares. Los políticos estadounidenses argumentaron que la civilización china era incompatible con cualquier forma de gobierno que no fuera “<a href="https://theintercept.com/2016/01/14/fearmongering-around-muslim-immigrants-echoes-anti-asian-hysteria-of-past/">un despotismo imperial</a>”. </p>
<p>Si la democracia es tan importante, quienes la valoran en su justa medida deberían tener la obligación de utilizar la política de migración para ayudar a las personas a vivir bajo reglas democráticas. </p>
<p>Por ejemplo, el presidente Ronald Reagan argumentó que las fronteras de EEUU deberían estar <a href="http://www.presidency.ucsb.edu/ws/?pid=44128">abiertas a quienes huyen de la opresión soviética</a>. La libertad de EEUU, afirmó en su discurso de despedida, no es inherente solo a este país. </p>
<p>Más bien, como dijo Reagan, EEUU debería verse a sí misma como guardiana de <a href="http://www.presidency.ucsb.edu/ws/?pid=35402">la libertad de los extranjeros</a>, un planteamiento que cobra cada día mayor importancia a medida que continúa el debate estadounidense sobre las fronteras</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/100566/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Michael Blake recibe fondos de National Endowment for the Humanities.</span></em></p>Los conflictos sobre la vigilancia de la frontera han estallado en gran parte del mundo. La respuesta de las personas depende de las diferentes visiones de qué es lo que las fronteras protegen.Michael Blake, Professor of Philosophy, Public Policy, and Governance, University of WashingtonLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/830772017-08-30T14:20:37Z2017-08-30T14:20:37ZUna mejor idea para la frontera entre EUA y México: invertimos en el río, no en un muro<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/183495/original/file-20170825-19941-974kbc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">El Rio Bravo (o Rio Grande, en Estados Unidos) y el Cañon Santa Elena separa los Estados Unidos (izquierda) de México (derecha).</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.flickr.com/photos/kenlund/66959354">Ken Lund</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span></figcaption></figure><p><em><a href="https://theconversation.com/heres-a-better-vision-for-the-us-mexico-border-make-the-rio-grande-grand-again-73111">Read in English</a>.</em></p>
<p>Los Estados Unidos y México han compartido su actual frontera internacional por casi 170 años. Hoy ambas naciones cooperan en múltiples niveles con respecto de temas que afectan la región fronteriza, aunque uno no lo supondría a partir de la divisiva retórica que se escucha en ambos países. </p>
<p>La intención del Presidente Trump para la construcción de un muro fronterizo amenaza con debilitar muchas iniciativas binacionales, así como <a href="http://www.npr.org/sections/codeswitch/2017/02/17/514356130/the-environmental-consequences-of-a-wall-on-the-u-s-mexico-border">nuestro medio ambiente compartido</a>. </p>
<p>Como un académico concentrado en la planeación y el diseño urbano de la región fronteriza he trabajado con comunidades en ambos países para restaurar ambientes urbanos y naturales. Veo gran potencial para la <a href="https://theconversation.com/one-way-to-promote-green-infrastructure-in-your-city-78975">infraestructura verde</a> – una que emplea sistemas vivos naturales para entregar beneficios a la gente y al medio ambiente local. </p>
<p>Esta aproximación puede ayudar a mitigar la contaminación del aire y el agua, restaurar suelos y hábitats y regenerar comunidades de plantas, animales y humanos. </p>
<p>También veo una oportunidad para México y los Estados Unidos para trabajar juntos en una escala mucho mayor. En lugar de gastar miles de millones de dólares en un muro fronterizo, soy de los proponentes de una visión alternativa: regenerar el <a href="https://www.americanrivers.org/river/rio-grande-river/">Río Bravo</a> de México, conocido como Río Grande en Estados Unidos, que hace parte de más de la mitad de la frontera, para formar el corredor de un parque binacional que mostrará nuestro espectacular paisaje compartido.</p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/181599/original/file-20170809-10793-1nqgax0.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/181599/original/file-20170809-10793-1nqgax0.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/181599/original/file-20170809-10793-1nqgax0.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=709&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/181599/original/file-20170809-10793-1nqgax0.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=709&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/181599/original/file-20170809-10793-1nqgax0.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=709&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/181599/original/file-20170809-10793-1nqgax0.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=890&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/181599/original/file-20170809-10793-1nqgax0.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=890&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/181599/original/file-20170809-10793-1nqgax0.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=890&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">El Río Grande inicia en la parte sur-central del estado de Colorado y fluye por 3.000 kilómetros hasta llegar al Golfo de México.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://en.wikipedia.org/wiki/Rio_Grande#/media/File:Riogranderivermap.png">Kmusser</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
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</figure>
<p>Hoy el caudal de agua del río <a href="https://www.nytimes.com/2015/04/13/us/mighty-rio-grande-now-a-trickle-under-siege.html">está decreciendo</a> debido al cambio climático y desviaciones de agua para emplearse en la agricultura y usos urbanos. El agua está contaminada con fertilizantes y drenajes municipales, se han <a href="https://www.nps.gov/bibe/learn/nature/rio-trouble.htm">perdido al menos 7 especies nativas de peces</a>. Restaurar el río produciría inmensos beneficios para la vida silvestre, la agricultura, la recreación y las comunidades en ambos lados de la frontera. </p>
<h2>Retos ambientales en la frontera</h2>
<p>México y los Estados Unidos han firmado numerosos acuerdos que regulan la frontera, empezando con el <a href="https://www.loc.gov/rr/program/bib/ourdocs/Guadalupe.html">Tratado de Guadalupe Hidalgo</a> de 1848. En 1944 crearon la <a href="https://www.ibwc.gov/home.html">Comisión Internacional de Límites y Aguas</a> para administrar la disponibilidad de agua, la calidad del agua y controlar inundaciones en la región fronteriza. </p>
<p>Los problemas ambientales que afectan a las comunidades de la frontera incluyen <a href="https://pubs.usgs.gov/circ/1380/downloads/Chapter5.pdf">volúmenes de drenajes sanitarios sin tratamiento, contaminación por agro-químicos e inundaciones</a>. La pérdida de hábitat ribereño – las zonas arboladas a lo largo de los ríos – ha reducido la sombra y aumentado la temperatura en los tramos urbanos del río. </p>
<p>Reconociendo estos y otros problemas, los Estados Unidos y México establecieron la <a href="http://www.becc.org/">Comisión de Cooperación Ecológica Fronteriza</a> (COCEF) en un pacto derivado del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Esta organización fondea programas ambientales propuestos por comunidades y gobiernos locales dentro de una franja de 400 kilómetros de ancho a lo largo de la frontera. </p>
<p>Así mismo, la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) estableció <a href="https://www.epa.gov/border2020">el programa Frontera 2020</a> para proveer de fondos para resolver o mitigar problemas ambientales en la misma región. </p>
<h2>Reverdeciendo la infraestructura en la frontera</h2>
<p>Como profesor he coordinado talleres aplicados y colaborativos con estudiantes trabajando con autoridades de planeación urbana locales y estatales atendiendo problemas como inundaciones y la carencia de espacios públicos accesibles y de calidad. </p>
<p>Esos proyectos buscan mejorar los sistemas de infraestructura urbanos de manera que aumenten servicios ambientales como el mejoramiento de la calidad del agua. </p>
<p>Por ejemplo, como parte del programa Frontera 2012 (el precedente a Frontera 2020), la EPA suministró fondos para un programa piloto consistente en la construcción de estanques de detención de agua de tormenta para prevenir inundaciones en Nogales, Sonora, México, ciudad hermana de Nogales, Arizona. </p>
<p>Las autoridades locales querían evaluar si dichas infraestructuras podrían también servir como amenidades y espacios públicos.</p>
<p>Trabajando con estudiantes de la Universidad Estatal de Arizona, mi colega <a href="https://isearch.asu.edu/profile/756610">Francisco Lara Valencia</a> y yo escribimos un <a href="http://server.cocef.org/Final_Reports_B2012/20044/20044_Final_Report_EN.pdf">reporte</a> para las autoridades de planeación urbana local. En él propusimos crear una red de espacios verdes interconectados para absorber agua de tormenta entre tanto se crean parques, atrayendo a la naturaleza hacia adentro de la ciudad. Por este medio, la EPA y las autoridades mexicanas podrían tener un impacto ambiental positivo en ambas ciudades. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/169883/original/file-20170518-2399-1jnobbn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/169883/original/file-20170518-2399-1jnobbn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/169883/original/file-20170518-2399-1jnobbn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=702&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/169883/original/file-20170518-2399-1jnobbn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=702&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/169883/original/file-20170518-2399-1jnobbn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=702&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/169883/original/file-20170518-2399-1jnobbn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=882&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/169883/original/file-20170518-2399-1jnobbn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=882&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/169883/original/file-20170518-2399-1jnobbn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=882&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Arriba: El Río Grande/Bravo en la zona oriente de Ciudad Juárez el día de hoy, con turistas fotografiando las barreras fronterizas en el lado estadounidense. Abajo: El mismo sitio visto en 10 años, con turistas fotografiando vida silvestre y un río vivo.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Gabriel Diaz Montemayor</span>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nd/4.0/">CC BY-ND</a></span>
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</figure>
<p>He también trabajado con estudiantes de la Universidad de Texas en Austin (UT) para crear <a href="http://soa.utexas.edu/work/landscape-architecture-comprehensive-design-studio-hermosillo-green-corridors-plan">un plan maestro de corredores verdes</a> en la Ciudad de Hermosillo, Sonora, en el 2015. Hermosillo es otra ciudad que participa de la economía y la región fronteriza. </p>
<p>Los corredores verdes típicamente suceden a lo largo de drenes naturales o artificiales para recoger agua de lluvia y proveer de espacios recreativos. La ciudad está ahora lanzando un plan estratégico que incorpora dichos conceptos. </p>
<p>Durante 2015-16, también en UT Austin, desarrollamos una estrategia de planeación y diseño urbano para poblados y ciudades fronterizas en el estado de Tamaulipas, México (frontera con Texas), que se espera serán impactadas por la producción de gas y aceite resultado de la reciente reforma energética en México. Nuestro caso de estudio fue <a href="http://soa.utexas.edu/work/advanced-studio-spring-2016-integral-cities-tamaulipas-border-region-infrastructure-rapid">Ciudad Miguel Alemán</a>, la ciudad hermana de Roma, Texas, separadas tan solo por la anchura del Río Grande. </p>
<p>El plan y los diseños proponen aprovechar la construcción de la infraestructura necesaria para los campos de extracción de gas y aceite para incluir sistemas de detención e infiltración de agua que se tornan en corredores verdes urbanos que servirán como espacios públicos de alta calidad entre tanto mitigarán los riesgos de inundación. </p>
<p>El plan también propone el establecimiento de reservas naturales y áreas recreativas en el lado mexicano del río, replicando las que ya existen en el lado estadounidense. </p>
<h2>Un parque internacional fronterizo</h2>
<p>Una visión verde para región fronteriza podría expandir el enfoque de las ciudades hermanas a un esfuerzo de gran escala orientado hacia una planeación binacional urbana y ecológica. Esta iniciativa podría integrar calles, parques, industrias, poblados, ciudades, arroyos y otros tributarios, agricultura y campos de fractura hidráulica en la cuenca del Río Grande con una superficie de más de 470,000 kilómetros cuadrados. </p>
<p>Un punto de posible partida podría ser la restauración de zonas ribereñas a lo largo del río en la metrópolis binacional de Ciudad Juárez, México y El Paso, Texas, rediseñando el canal existente. La recreación del hábitat natural en ambos lados del río podría refrescar y limpiar el aire al tiempo de entregar espacios públicos atractivos. </p>
<p>¿Pero por qué detenerse ahí? Al tiempo que el Río Grande avanza hacia el Golfo de México corta a través de increíblemente hermosos y remotos paisajes, incluyendo <a href="https://www.nps.gov/bibe/index.htm">el Parque Nacional del Big Bend</a> en Texas, y los del <a href="http://www.chihuahua.gob.mx/areas/santa_elena">Cañón de Santa Elena</a> y Ocampo, y la reserva natural de <a href="http://www.gob.mx/semarnat/articulos/maderas-del-carmen-area-de-proteccion-de-flora-y-fauna">Maderas del Carmen</a> en México. </p>
<p>Recorrer esta longitud podría establecer una experiencia comparable con el sendero de las Apalaches en el este de Estados Unidos, con amplias oportunidades para observar áreas naturales y vida silvestre en recuperación mientras se aprende de dos de las culturas más ricas del mundo. </p>
<p>Juntas esas áreas forman un vasto, potencialmente binacional, parque natural que podría ser administrado cooperativamente, como sucede con <a href="http://whc.unesco.org/en/list/354">el Parque Internacional de la Paz de Waterton-Glacier</a> en la frontera entre Estados Unidos y Canadá. De hecho, proponentes de ambos lados de la frontera han buscado esta visión por <a href="https://greaterbigbend.wordpress.com/international-park-timeline-2/">más de 80 años</a>. </p>
<p>Cuando oficiales Tejanos propusieron crear el Parque Nacional del Big Bend en la década de 1930, visualizaron un parque internacional. En 1944 el Presidente Franklin Roosevelt escribió al Presidente Mexicano Manuel Ávila Camacho que:</p>
<p>“No creo que esta iniciativa del Big Bend (el establecimiento del parque nacional) estará completa hasta que la entera área de parque de esta región en ambos lados de la frontera forme un gran parque internacional”.</p>
<p>Las conversaciones desaparecieron en la década de los cincuentas, después volvieron en los ochentas a nivel local, pero fueron ahogadas por los debates de seguridad fronteriza e inmigración posteriores a los ataques del 11 de septiembre del 2001. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/181686/original/file-20170810-20679-deh5k.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/181686/original/file-20170810-20679-deh5k.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/181686/original/file-20170810-20679-deh5k.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=476&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/181686/original/file-20170810-20679-deh5k.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=476&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/181686/original/file-20170810-20679-deh5k.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=476&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/181686/original/file-20170810-20679-deh5k.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=599&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/181686/original/file-20170810-20679-deh5k.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=599&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/181686/original/file-20170810-20679-deh5k.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=599&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">El presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt y el presidente mexicano Manuel Avila Camacho durante una visita de estado de Roosevelt a Monterrey, Nuevo León, México, el 20 de abril de 1943.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/d/d2/Franklin_D_Roosevelt_Manuel_Avila_Camacho_Monterrey.jpg">National Archives</a></span>
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</figure>
<h2>Unir, no dividir</h2>
<p>Hasta ahora el congreso de los Estados Unidos ha rechazado <a href="https://www.nytimes.com/2017/07/27/us/politics/house-spending-bill-border-wall.html">las solicitudes del Presidente Trump de billones de dólares</a> para financiar un muro fronterizo. </p>
<p>En cualquier caso, construir un muro en un ancho corredor ribereño proclive a inundaciones es un objetivo, por lo menos, dudoso. Como <a href="https://www.nytimes.com/2017/06/20/us/politics/on-the-mexican-border-a-case-for-technology-over-concrete.html?_r=0">ya ha sido señalado por expertos</a>, es más efectivo vigilar la frontera con tecnología y policías que con una barrera física. </p>
<p>De hecho, restaurar el hábitat del río podría mejorar la seguridad fronteriza al promover un mayor y constante volumen de agua en movimiento. Hacer del Río Grande/Bravo más sano podría también beneficiar a granjeros, agricultores y productores de energía en ambos lados de la frontera. </p>
<p>En su ensayo de 1951 “<a href="https://books.google.com/books?id=cRddYSJCEBEC&pg=PA43&source=gbs_toc_r&cad=4#v=onepage&q&f=false">Chihuahua como pudimos haber sido</a>”, el erudito del paisaje cultural Estadounidense J.B. Jackson escribió que “los ríos se supone que deben de unir a los hombres, no separarlos”, y que la frontera impone una división artificial en una región que los humanos aceptaron como una entidad unificada por cientos de años – el Suroeste Español (para los Estados Unidos).</p>
<p>Esta vasta cuenca debería recordarnos que somos frágiles en aislamiento, pero poderosos cuando nos unimos.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/83077/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Gabriel Diaz Montemayor does not work for, consult, own shares in or receive funding from any company or organization that would benefit from this article, and has disclosed no relevant affiliations beyond their academic appointment.</span></em></p>Hacer al Rio Grande grande otra vez sería bueno para el medioambiente fronterizo y costaría mucho menos que el muro propuesto por el Presidente Donald Trump.Gabriel Diaz Montemayor, Assistant Professor of Landscape Architecture, The University of Texas at AustinLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.