El tiempo de la política está hecho de expectativas y eso lo hace especialmente manipulable. Juega con el pasado y el presente hasta reorientar su temporalidad.
Un repartidor con mascarilla pasa frente a una farmacia en el centro de São Paulo, Brasil en abril de 2020.
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La pandemia sigue azotando y no solo a nivel sanitario. En seis meses todos los parámetros vitales (dinero, viajes, trabajo, relaciones, entorno, consumo...) han cambiado en todo el mundo y quizás de forma permanente.
Homeostasis es la capacidad de un organismo de reajustarse después de una grave alteración. El coronavirus ha provocado una grave crisis que superaremos sin ninguna duda. Otras vendrán en el futuro. ¿Cómo encararlas? Sobre ello reflexionan el premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, Juan Luis Arsuaga, y la directora del CENIEH, Marta Martinón-Torres.
Un reciente editorial de 'Science' alerta contra los riesgos de pedirle demasiado a la ciencia o de que los investigadores generen más expectativas de las debidas respecto a la pandemia de coronavirus.
Emociones o pensamientos pueden llevar a los conductores humanos a incumplir las normas de circulación. Pero los sistemas electrónicos y automatizados siempre siguen las reglas.
Con la llegada de las nuevas aplicaciones tecnológicas, el panorama laboral cambiará por completo. Hay tres posibles finales a esta aventura, y uno de ellos es bastante pesimista.
Catedrático Paleontología. Centro Mixto ISCIII-UCM de Evolución y Comportamiento Humanos. Museo de Evolución Humana de Burgos, Universidad Complutense de Madrid