Se celebra en Pekín el XX Congreso del Partido Comunista Chino y se formaliza el tercer mandato de Xi Jinping como presidente de la República Popular China. La autora repasa las relaciones económicas y estratégicas con Estados Unidos, en las que Taiwán y los semiconductores son los principales puntos de fricción.
La explotación de la etnia uigur ha originado un nuevo capítulo en la guerra comercial entre Estados Unidos y China con efectos inciertos sobre las cadenas globales de producción.
Tras décadas de tiras y aflojas, el país asiático ha demostrado su hegemonía comercial respecto a EEUU. Cuando las empresas chinas consiguieron producir bienes de tecnología punta, el país dejó de ser un aliado para entrar en un nuevo ciclo de competencia y rivalidad para EEUU que Trump potenció y que aún no ha terminado.
Nos encontramos ante un mundo multipolar donde las disputas en ciencia, tecnología, inteligencia artificial, robótica, salud, energía y medio ambiente serán claves para definir las nuevas hojas de ruta.
Los votantes estadounidenses se preguntan si Trump merece tener una segunda oportunidad para arreglar la economía y, en caso contrario, evalúan si la alternativa planteada por Joe Biden es mejor.
Según algunos analistas, las guerras comerciales, la inestabilidad política, las oscilaciones en los precios, una mayor desigualdad, el empeoramiento del estado del bienestar, el cambio climático y la irrupción de nuevas tecnologías, todo sucediendo al mismo tiempo a nivel mundial, abocan al inicio de un nuevo periodo económico: la era del desorden.
La presencia china en el desarrollo de las redes 5G a través de Huawei, el éxito mundial de la red social TikTok y la entrada de China en nuevos mercados preocupa a EE.UU., que ve tambalear su hegemonía económica.
Pablo Agnese, Universitat Internacional de Catalunya
La evolución en el precio de la onza de oro en los últimos veinte años muestra una clara tendencia alcista, hasta llegar a máximos históricos en julio.
Las fracturas económicas y tecnológicas fruto de la desglobalización están fraguando un nuevo orden mundial asentado sobre el deterioro de las clases medias y la concentración de poder, dinero y datos en pocas manos.
La ralentización del crecimiento económico puede ayudar a reducir la presión que empresas y consumidores ejercen sobre los recursos y el medio ambiente del planeta.
La coyuntura de los últimos meses ha tensado las relaciones entre Estados Unidos y México, a pesar que las cifras de mexicanos detenidos en la frontera son las más bajas de los últimos 40 años.
El arancel estadounidense abaratará los bienes que llegan a nuestras fronteras. Un efecto positivo para nuestro bienestar, porque aumenta nuestra capacidad de compra de productos extranjeros. Además, como aquí no se ha fijado ningún arancel, nos libramos del efecto negativo.
Donald Trump entiende los aranceles como una de sus tácticas negociadoras. Primero fue con el acero y el aluminio. Ahora quiere hacerlo con los automóviles.
Aunque los riesgos de carácter político podrían hacer descarrilar el débil crecimiento en la zona euro, lo más probable es que se vayan disipando a lo largo del año.
Canadá ha aplicado recientemente un arancel a las exportaciones estadounidenses de este producto, y la UE planea hacer lo mismo, quizás con la idea de que es estadounidense. Pero el origen del ketchup es mundial.