tag:theconversation.com,2011:/us/topics/hogar-97024/articleshogar – The Conversation2022-07-04T17:05:42Ztag:theconversation.com,2011:article/1854512022-07-04T17:05:42Z2022-07-04T17:05:42ZLa elevada contaminación del aire en el interior de los hogares activa las alarmas<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/472140/original/file-20220702-5543-fvy9gz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=6%2C6%2C4275%2C2837&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/ray-sun-coming-through-wooden-shutters-639757171">Shutterstock / struvictory</a></span></figcaption></figure><p>Mucha gente se siente más segura respirando el aire de sus casas que el aire exterior, y no siempre es mejor. La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que el aire de los hogares está de media entre dos y cinco veces más contaminado que el de la calle. </p>
<p>Al mismo tiempo, la EPA (Agencia de Protección Ambiental estadounidense) estima que el 72% de la exposición a químicos que sufren las personas se produce en interiores. </p>
<p>Sumémosle a esto que de media pasamos <a href="https://www.nature.com/articles/7500165">el 90% de nuestro tiempo en interiores</a>, y aproximadamente un 70% <a href="https://www.researchgate.net/publication/345346618_Healthy_Buildings_How_Indoor_Spaces_Drive_Performance_and_Productivity">en casa</a>. Así, aproximadamente la mitad del aire que llega a nuestros pulmones lo respiramos desde nuestros dormitorios, la cocina, el baño o el salón, donde no existe ningún sistema de vigilancia de polución, aunque este aire pueda ser altamente tóxico. </p>
<p>Dos datos que no deberían pasarse por alto: de media, en los hogares hay más <a href="https://www.euro.who.int/__data/assets/pdf_file/0014/123062/AQG2ndEd_5_8Formaldehyde.pdf">formaldehido</a> y <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1309104215301859">benceno</a>, ambos agentes cancerígenos, y también es mayor la concentración de CO₂ que en el aire exterior. Este último, en altas concentraciones puede producir dolores de cabeza, fatiga, etc.</p>
<h2>Las principales fuentes de contaminación en una casa</h2>
<p>Dentro de nuestras casas hay cinco fuentes principales de contaminación: la que directamente procede del aire exterior; los contaminantes emitidos por los muebles y otros objetos; la emisión de paredes, suelos y otros elementos estructurales; aquellas emisiones que tienen que ver con las actividades que llevamos a cabo dentro de la casa y con los productos que utilizamos para distintas tareas y, por último, las que se deben a la presencia de personas, animales y plantas. </p>
<p>Pero en nuestras casas no sólo hay fuentes de contaminantes, también podemos tener elementos que nos ayuden a eliminar o reducir la concentración de las especies nocivas. Por ejemplo, algunos tipos de plantas y de pinturas (diseñadas para eliminar ciertos contaminantes) o un purificador de aire. Además, siempre podemos diluir abriendo las ventanas.</p>
<h2>Contaminantes y efectos en la salud</h2>
<p>Muchos de los contaminantes comunes en el aire exterior también están presentes en el aire de nuestras casas: óxidos de nitrógeno (NO₂ y NO, los contaminantes que emiten por ejemplo los vehículos diésel), partículas (polvo, partículas de origen biológico como las responsables del contagio de la covid-19, etc.), ozono (O₃, como el que aparece en la capa de ozono en la alta atmósfera o el que se forma en ciudades muy contaminadas en la baja atmósfera), peróxidos (compuestos como el H₂O₂ que son muy oxidantes y, por tanto, dañinos para nuestra salud), etc. </p>
<p>Algunos de estos contaminantes, como el formaldehido (compuesto altamente irritante), compuestos terpenoides (compuestos orgánicos aromáticos y volátiles que están constituidos por la unión de unidades de un hidrocarburo de 5 átomos de carbono, llamado isopreno y que suelen estar presentes en ambientadores, productos de limpieza, etc.), CO₂, CO, etc. pueden alcanzar concentraciones mucho más altas que en el exterior. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/471928/original/file-20220630-19-mjkpkg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/471928/original/file-20220630-19-mjkpkg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/471928/original/file-20220630-19-mjkpkg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=270&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/471928/original/file-20220630-19-mjkpkg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=270&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/471928/original/file-20220630-19-mjkpkg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=270&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/471928/original/file-20220630-19-mjkpkg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=339&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/471928/original/file-20220630-19-mjkpkg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=339&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/471928/original/file-20220630-19-mjkpkg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=339&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">La tabla muestra los efectos que tienen algunos de estos contaminantes en nuestra salud, y sus concentraciones típicas para el aire exterior y el aire interior de nuestras casas. Fuentes: 1MDPI, 2europepmc, 3canada.ca, 4euroWho, 5Science Direct.</span>
<span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span>
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<h2>Medidas para minimizar la exposición a estos contaminantes</h2>
<p>¿Pero qué podemos hacer para asegurarnos de que la exposición que sufrimos a esos contaminantes se reduzca lo más posible? </p>
<p>Si se trata de un lugar poco contaminado, la mejor herramienta es mejorar la ventilación de la casa, o sea, abrir las ventanas siempre que sea posible, y así nos aseguraramos de que todos esos contaminantes que se generan en el interior de la casa se van a diluir con el aire exterior. Si no es nuestro caso, pensemos en instalar purificadores de aire o algún tipo de filtro en su sistema de climatización. Pero cuidado, no todos los purificadores de aire son eficientes y buenos para su salud…</p>
<p>En el diseño de las casas se ha de tener en cuenta que las habitaciones muy pequeñas suelen estar asociadas con mayores concentraciones de contaminantes. Conviene asegurarse de que el garaje no está conectado directamente con habitaciones donde se pase mucho tiempo. Los puntos de ventilación han de ponerse en la posición más adecuada en los baños y cocinas, evitando materiales para los suelos que puedan ser fuente de contaminantes (por ejemplo, un suelo cerámico emite menos contaminantes al aire interior que un suelo de madera). En conclusión, hablar con los arquitectos y comentarles estas preocupaciones será de ayuda. Cada día hay más profesionales preocupados y formados en este tema.</p>
<p>Además, evitemos, si es posible, utilizar aparatos basados en la combustión, tanto para calentar la casa como para cocinar. En el caso de tener que usarlos, aseguremos que la ventilación de la habitación donde están estos elementos sea adecuada y de que la campana extractora y la canalización de la chimenea funcionan adecuadamente. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/471941/original/file-20220630-14-ipi26m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C13%2C2995%2C1976&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/471941/original/file-20220630-14-ipi26m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C13%2C2995%2C1976&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/471941/original/file-20220630-14-ipi26m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/471941/original/file-20220630-14-ipi26m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/471941/original/file-20220630-14-ipi26m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/471941/original/file-20220630-14-ipi26m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/471941/original/file-20220630-14-ipi26m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/471941/original/file-20220630-14-ipi26m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/sun-spells-by-window-bright-stream-2128390049">Shutterstock / sruilk</a></span>
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<h2>Productos sin aromas para la higiene y la limpieza</h2>
<p>Elijamos cuidadosamente los productos que utilizamos para la higiene personal y la limpieza de la casa. Tengamos en cuenta que los aromas sólo sirven para enmascarar otros olores, y todos ellos son fuentes de los llamados compuestos orgánicos volátiles (COVs). Estos compuestos suelen aparecer en mayores concentraciones en nuestros hogares que en el exterior, y la mayoría de ellos, aunque no tóxicos por sí mismos, cuando se descomponen en el aire interior terminan formando compuestos como el formaldehido, que tiene importantes efectos negativos en la salud.</p>
<p>Evitemos también el uso de ambientadores, ya que son una importante fuente de COVs.</p>
<p>Además, no es en absoluto aconsejable fumar dentro de casa o encender elementos tales como barras de incienso, velas, etc. Si se utilizan se estarán introduciendo fuentes innecesarias de contaminantes.</p>
<h2>Plantas de interior que limpian</h2>
<p><a href="https://link.springer.com/article/10.1007/s11869-022-01171-6">La presencia de plantas puede disminuir los niveles de contaminantes interiores</a>. Algunos ejemplos son: espatifilo, dracaena ‘Golden Coast’ y Zamioculcas. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/471925/original/file-20220630-15-omzbjt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/471925/original/file-20220630-15-omzbjt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/471925/original/file-20220630-15-omzbjt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=395&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/471925/original/file-20220630-15-omzbjt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=395&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/471925/original/file-20220630-15-omzbjt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=395&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/471925/original/file-20220630-15-omzbjt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=496&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/471925/original/file-20220630-15-omzbjt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=496&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/471925/original/file-20220630-15-omzbjt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=496&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">El Spathiphyllum cochlearispathum se encuentra entre las plantas que reducen los contaminantes del interior de los hogares.</span>
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<p><a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S036013232030439X">Las aspiradoras con filtro HEPA se ha visto que disminuyen la concentración de partículas (polvo)</a>, mientras que, si se barre, se aumenta la concentración de polvo en suspensión.</p>
<h2>La pintura ecológica no es siempre una solución</h2>
<p>Si recientemente le han entregado su casa o la ha remodelado o pintado, si le es posible, ventile, y no viva en ella durante al menos un mes. Se ha observado que los niveles de la mayoría de los contaminantes asociados al remodelado y pintado de una casa <a href="https://aaqr.org/articles/aaqr-16-12-oa-0542">bajan con el tiempo y la ventilación</a>.</p>
<p>El uso de pinturas ecológicas <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0360132314004120?casa_token=LD_u4UY6W0EAAAAA:ApaDDcJGiyRB0xv0NHdUHjbRBUN6t3YOAkS8WgCiPV96WU07n4Fw-LmIGSjV1pi1vAcO_YzfQz2Z">no siempre va asociado a la emisión de menor concentración de contaminantes</a>. Estas pinturas en muchas ocasiones emiten menos contaminantes regulados (incluidos en la legislación), pero no tanto menos contaminantes no regulados.</p>
<p>¿Le quedan todavía dudas? En general, el sentido común suele funcionar en estos casos, ¿o nunca había pensado que quizás cocinar con gas puede ser peor para su salud, desde el punto de vista del aire que respira, que con una cocina eléctrica? ¡Seguro que sí!</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/185451/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>María Teresa Baeza Romero recibe fondos del Ministerio de Ciencia e Innovación Ref PID2019-106468RB-I00. </span></em></p>Respiramos más agentes cancerígenos como el benceno en nuestros hogares que en la calle. La contaminación de interior afecta peligrosamente a la salud. Podemos tomar algunas medidas para reducirla.María Teresa Baeza Romero, Contaminación atmosférica, Universidad de Castilla-La ManchaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1675762021-09-14T19:48:12Z2021-09-14T19:48:12ZCómo ahorrar en la factura de la luz con la internet de las cosas<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/421163/original/file-20210914-27-rnf5i4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=12%2C0%2C8174%2C3363&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/smart-home-control-concept-hand-touch-1271345653">Shutterstock / visivastudio</a></span></figcaption></figure><p>El concepto de <a href="https://theconversation.com/es/topics/internet-de-las-cosas-55716">internet de las cosas</a> (IoT) ha llegado a nuestras vidas hace muy poco tiempo convirtiendo simples objetos inertes de nuestro día a día en algo mucho más moderno, capaz de analizar el entorno, procesar datos y comunicarse con nosotros. </p>
<p>Esta evolución de la tecnología se debe, en gran medida, a la gran expansión de internet, que ya conecta a más de <a href="https://es.statista.com/estadisticas/541434/numero-mundial-de-usuarios-de-internet/">4 mil millones de personas en todo el mundo</a>. Y no parece flor de un solo día, pues se estima que en 10 años habrá 25 440 millones de dispositivos conectados a la red de redes, que supondrán una <a href="https://es.statista.com/temas/6976/el-internet-de-las-cosas-iot/">inversión de más de 628 000 millones de euros</a>.</p>
<h2>Viviendas más inteligentes</h2>
<p>Dentro de este tsunami de tecnología, también se contabiliza el desarrollo de los hogares inteligentes, que ya son <a href="https://es.statista.com/temas/6976/el-internet-de-las-cosas-iot/">259,89 millones en todo el mundo</a>. El hogar inteligente (también llamado <a href="http://www.cedom.es/sobre-domotica/que-es-domotica">domótico</a>) hace referencia a un conjunto de tecnologías conectadas que se utilizan en una vivienda para automatizarla y controlarla de forma inteligente. </p>
<p>Es importante remarcar el concepto de “conectado”, que se refiere al uso de objetos con los que el usuario es capaz de comunicarse gracias a una conexión a internet o <em>bluetooth</em>. </p>
<p>Estos objetos son capaces de recopilar información a través de sensores, procesarla en diferentes dispositivos y reaccionar ante esas medidas en función de los intereses del usuario. Por ejemplo, es posible instalar un sistema que mida y controle la temperatura exterior e interior de la vivienda y, en función de esa medición, suba o baje automáticamente los toldos y persianas de la casa y active los equipos de climatización hasta alcanzar la temperatura ideal en el interior.</p>
<p>Las aplicaciones domóticas que podemos encontrar dependen de la imaginación y las necesidades del usuario y el desarrollador. O dicho en otras palabras: no tienen límite. Hoy en día, es posible automatizar casi cualquier tarea que se lleve a cabo en el hogar, aunque los sistemas más habituales están enfocados al confort y el entretenimiento, la seguridad, el ahorro energético y la comunicación.</p>
<h2>Cómo reducir el consumo energético</h2>
<p>En estos meses en los que la <a href="https://theconversation.com/es/topics/factura-de-la-luz-69932">factura de la luz</a> no hace más que subir y subir, la domótica se presenta como una gran aliada para ayudar a ahorrar a las familias. Con un hogar inteligente, es posible reducir la factura de muchas maneras:</p>
<ul>
<li><p><strong>Evitando el consumo fantasma o en <em>stand by</em> de los equipos y electrodomésticos.</strong> Es posible utilizar enchufes inteligentes que desconecten de la corriente los equipos y electrodomésticos del hogar que no se estén utilizando, consiguiendo <a href="https://www.endesa.com/es/blog/blog-de-endesa/luz/consumo-fantasma-standby">un ahorro de unos 400 kWh al año</a> (traducido a euros, con la <a href="https://tarifaluzhora.es/">actual subida media de la luz</a>, hasta 132 €). </p></li>
<li><p><strong>Poniendo en funcionamiento los electrodomésticos, como la lavadora o el lavavajillas, en las horas valle de la tarifa de la luz.</strong> Esto podría llegar a suponer un ahorro del 50 % con respecto al precio de la luz en hora punta. </p></li>
<li><p><strong>Controlando el encendido y apagado de luces aprovechando al máximo la luz natural.</strong> Por ejemplo, es posible instalar sensores que detecten el movimiento y solo se activen si detectan a una persona en el pasillo. También se puede configurar la iluminación para que se active por zonas en lugar de activarse todas a la vez cuando se enciende el interruptor. Incluso se puede controlar la intensidad de la luz que estamos utilizando.</p></li>
<li><p><strong>Controlando la climatización de la vivienda actuando sobre las persianas y toldos en función de la hora del día o la radiación solar.</strong> También utilizando termostatos inteligentes que se encienden o apagan en función de la tarifa eléctrica contratada o si la casa está vacía y que permiten al usuario controlarlo desde una aplicación en su móvil.</p></li>
<li><p><strong>En caso de contar con paneles fotovoltaicos para el autoconsumo en la vivienda, permite gestionar la energía eléctrica que generan</strong>.</p></li>
<li><p><strong>Monitorizando el consumo eléctrico de la vivienda con una aplicación desde el móvil para conocer lo que realmente se está gastando en todo momento.</strong> De esta forma, el usuario es consciente del consumo que hace y es capaz de detectar si algo no está funcionando correctamente. Además, permite optimizar al máximo la energía que consumimos en casa controlando el factor de potencia de la instalación para evitar que aparezcan potencias reactivas que no son utilizadas para ningún fin pero que sobrecargan nuestro sistema.</p></li>
</ul>
<p>El factor de potencia de una instalación muestra la relación entre la potencia útil que se consume y la potencia total que demanda la vivienda. Un símil muy visual es compararlo con la cantidad de cerveza que sirve un camarero en una jarra. La jarra, con la espuma y el líquido, representa la potencia total consumida y solo el líquido es la potencia útil (lo que realmente consume el usuario). Lo ideal sería que el factor de potencia fuese unitario, es decir, que la jarra estuviese llena de cerveza y no tuviese nada de espuma. </p>
<h2>Tecnologías a la carta</h2>
<p>Actualmente, el mercado de la domótica ha madurado lo suficiente como para ofrecer al usuario cualquier solución que pueda adaptarse a sus necesidades. Puede construir sus propios sistemas <em>ad hoc</em> comprando los componentes por separado; optar por soluciones más comerciales, como kits que incluyen una centralita y distintos dispositivos con sensores y actuadores que se comunican con el usuario a través de una aplicación móvil fácilmente configurable o contratar empresas especialistas que diseñan e instalan soluciones a medida de las necesidades del usuario. Todas ellas encontrarán en la conexión wifi la mejor aliada para desplegarse sin consumir un gran ancho de banda.</p>
<p>En España, cada vez más personas incluyen sistemas domóticos en sus viviendas. <a href="https://www.ine.es/dynt3/inebase/es/index.htm?padre=6898&capsel=6938">Según el Instituto Nacional de Estadística</a>, en España el 29 % de la población ya utiliza algún dispositivo conectado a internet, el 7,8 % cuenta con algún sistema de administración de energía en el hogar y el 10,1 % con algún electrodoméstico conectado. Y esto no es nada. Con el despliegue de 5G que se está comenzando a llevar a cabo en nuestro país, la progresión que puede alcanzar este mercado es inimaginable. </p>
<p>Se espera que el número de dispositivos conectados se multiplique en pocos años con el <a href="https://www.telefonica.com/documents/23283/146015461/ndp-cobertura5g-telefonica.pdf/8d358f5d-bdc4-ce78-5420-24b11156a10f?version=1.0">avance de las redes de quinta generación</a>, que permitirán una mayor velocidad de los datos y una menor latencia (tiempo de espera desde que los dispositivos envían un mensaje y este se recibe). </p>
<p>En el ámbito de la domótica, esto se traduce en la posibilidad de conectar más usuarios y equipos a la red, que serán capaces de comunicarse más y mucho más rápido. La red será capaz de soportar hasta 1 millón de dispositivos por km² con velocidades de entre 500 y 1 000 Mbps y latencias en torno a los 15 ms. Por lo que estamos ante el comienzo de un gran desarrollo y despliegue tecnológico en las viviendas.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/167576/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Paula Lamo Anuarbe no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Las nuevas tecnologías permiten controlar el consumo, encender y apagar electrodomésticos y luces y utilizar termostatos para optimizar el gasto eléctrico en las viviendas.Paula Lamo Anuarbe, Coordinadora del Máster de Internet de las Cosas, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1499492020-12-03T20:48:43Z2020-12-03T20:48:43Z¿Salen las familias reforzadas de la pandemia?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/372824/original/file-20201203-21-16ovrqd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C11%2C7492%2C3493&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/mother-child-face-masks-indoors-home-1695681073">Shutterstock / Halfpoint</a></span></figcaption></figure><p>Los efectos familiares del confinamiento derivado de la pandemia, además de los resultantes de la pérdida de empleo y la crisis económica, han sido especialmente significativos para los hogares unipersonales y para las familias con hijos.</p>
<p>En los primeros, <a href="https://www.sepg.pap.hacienda.gob.es/sitios/sepg/es-ES/Presupuestos/DocumentacionEstadisticas/Documentacion/Documents/INFORME%20DE%20IMPACTO%20EN%20LA%20INFANCIA%20ADOLESCENCIA%20Y%20FAMILIA/INFORME_INFANCIA%202021.pdf">un 25,7 % de los hogares españoles</a>, la vivencia de la soledad ha tenido consecuencias duras. Y en los casos de mayores dependientes, la suspensión de los recursos de cuidado, como los centros de día o la ayuda a domicilio, y la experiencia del miedo y del aislamiento han acelerado, en muchos casos, el deterioro cognitivo. Esto ha implicado para sus familiares, en muchos casos, dificultades importantes en su atención.</p>
<p>El segundo grupo de hogares para los que el confinamiento ha supuesto un test de estrés ha sido el de los de padres con hijos (33,4 % del total de hogares españoles), y más aún los hogares monoparentales (10,1 %). </p>
<p>De la noche al día, estas familias transformaron su casa en colegio y en oficina, con padres teletrabajando e hijos teleestudiando, y perdieron el apoyo fundamental de los abuelos que, en España, junto con la escuela, son básicos para la conciliación de la vida laboral y familiar. </p>
<h2>Algunas enseñanzas</h2>
<p>El confinamiento total ha dejado algunas enseñanzas: la dificultad e importancia de dar a cada uno lo suyo –al trabajo y a los cuidados de las personas y del hogar– y el consiguiente derecho a la desconexión. </p>
<p>También la corresponsabilidad entre hombres y mujeres como condición esencial de la conciliación –las madres han sido, también en confinamiento, las más dedicadas a los cuidados– y la experiencia de una intensa convivencia familiar que en ocasiones ha provocado conflictos, pero también ha permitido relaciones más estrechas.</p>
<h2>Lo que hemos aprendido</h2>
<p>Para estos hogares la “nueva normalidad” –con los hijos asistiendo al colegio o a la universidad y los padres al trabajo con mayor presencialidad– deja algunas certezas: </p>
<ul>
<li><p>El teletrabajo o la enseñanza en línea han venido para quedarse.</p></li>
<li><p>La flexibilidad laboral es un factor clave que permite los cuidados de menores y mayores.</p></li>
<li><p>El presencialismo laboral en muchos trabajos es cosa del pasado y el trabajo por objetivos el futuro.</p></li>
<li><p>La aparición de un ocio familiar más casero y, por supuesto, el drama social de la pérdida de empleo en muchas familias.</p></li>
<li><p>El aumento de la pobreza y la exclusión social. </p></li>
<li><p>En el caso de familias con hijos mayores, su edad de emancipación va a retrasarse todavía más (y ya es de las más altas en Europa por el elevado paro juvenil): según un <a href="http://www.cje.org/es/sala-de-prensa/notas-de-prensa/la-pandemia-hunde-la-emancipacion-juvenil-solo-el-173-de-las-personas-jovenes-viven-emancipadas-el-peor-dato-desde-el-ano-2001/">reciente estudio</a> del Consejo de la Juventud de España, la pandemia hunde la emancipación juvenil: solo el 17,3 % de los jóvenes viven emancipados.</p></li>
</ul>
<p>Es comprensible el sentimiento de agobio y frustración con el que muchos padres viven esta situación. Antes siquiera de haber terminado, la pandemia ya ha forzado las costuras de nuestras estructuras sociales, económicas y asistenciales y deja al descubierto con crudeza sus debilidades. </p>
<h2>Lo que debemos potenciar</h2>
<p>La tarea de reconstrucción que nos queda por delante no debería emprenderse sin una reflexión sobre estas carencias:</p>
<ul>
<li><p>Medidas de conciliación. Deben articularse con un enfoque más amplio, ofreciendo flexibilidad suficiente para hacer frente a unas responsabilidades familiares que se prolongan bastante más allá del momento de nacimiento de los hijos, que han de cubrir eventualidades muy diversas y que incluyen también cada vez con más frecuencia la atención a mayores y dependientes. La consolidación del teletrabajo, a la que ha contribuido la pandemia, puede ser una buena herramienta.</p></li>
<li><p>Dignificar y revalorizar las tareas de cuidado para ofrecer servicios de calidad, garantizar el bienestar de quienes se encuentran más desvalidos y conceder libertad de elección a las familias. La mejora de la prestación por hijo a cargo y el ingreso mínimo vital pueden ser vías para reconocer parte de este trabajo, no retribuido, pero indispensable para nuestra sociedad.</p></li>
<li><p>Corresponsabilidad. Es la asignatura pendiente. Algunos de los estudios sobre el confinamiento detectan una <a href="https://theconversation.com/teletrabajo-y-conciliacion-el-estres-se-ceba-con-las-mujeres-137023">mayor disposición de los hombres a hacer tareas de las que antes no se ocupaban</a> (poner lavadora, cocinar, hacer la compra…). </p>
<p>Pero el ritmo es lento –<a href="https://www.ilo.org/global/publications/books/WCMS_674751/lang--es/index.htm">la OIT estima</a> que la brecha de género en términos de tiempo dedicado al trabajo de cuidados no remunerado no se cerrará hasta el año 2228– y la sobrecarga que sufren las mujeres tiene consecuencias físicas y emocionales. Esto supone un lastre muy importante para sus carreras profesionales. </p>
<p>A largo plazo, la tensión que sufren las familias por las dificultades para conciliar tiene otros efectos perjudiciales: <a href="https://www.ine.es/dyngs/INEbase/es/operacion.htm?c=Estadistica_C&cid=1254736176954&menu=ultiDatos&idp=1254735572981">los estudios indican</a> que el “invierno demográfico” que vive Europa está lejos de acabar, y en España se espera que para 2050 la población se reduzca en tres millones de habitantes, que podrían llegar a ser 23 millones menos en 2100.</p></li>
</ul>
<p>No todo es malo. Como ya ocurriera con la crisis económica de 2008, las familias siguen siendo el sustento y referente principal de los individuos y la pandemia ofrece oportunidades para fortalecer esos vínculos: mayor implicación de los padres en la educación de los hijos, tiempo para convivir y compartir y reconocimiento de la vulnerabilidad de los mayores y sus necesidades.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/149949/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Desde el comienzo del confinamiento hasta hoy las familias han vivido en una montaña rusa de situaciones y emociones diferentes. Sin embargo, han aprendido de esta experiencia y hoy muchas relaciones familiares se han vuelto más sólidas.Salomé Adroher Biosca, Profesora de Derecho internacional privado, Universidad Pontificia ComillasMaría José López Álvarez, Profesora Propia Ordinaria Derecho del Trabajo y SS Univ. Pontificia Comillas-Madrid, Universidad Pontificia ComillasLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.