El físico y cosmólogo sueco advierte de que si la inteligencia artificial va a avanzar, debemos asegurarnos primero de que crezcan los conocimientos con los que vamos a manejarla.
El big data, la digitalización y la sostenibilidad son los tres pilares sobre los que debe sustentarse la renovación y recuperación del turismo tras la crisis provocada por la covid-19.
Las nuevas tecnologías permiten reconocer caras, identificar emociones y hasta distinguir género y raza. Sin embargo, los algoritmos no funcionan igual de bien con todo el mundo.
Pensamos que la inteligencia artificial es autónoma, pero tan solo es un objeto sujeto a un 'software'. Por ello quizá no quepa hablar de una ética para las máquinas, sino de una ética para los humanos que utilizan la inteligencia artificial. ¿Con qué objetivo? Buscar la vida buena aristotélica. ¿Con qué ética? Ese es el debate.
El sistema educativo chino se enfrenta a los mismos desafíos que otros sistemas nacionales pero con una salvedad: el extraordinario volumen de alumnado. Aquí exploramos qué lecciones ofrece la apuesta por la equidad educativa y el dilema de la innovación pautada.
¿Puede la inteligencia artificial sustituir a un docente en el aula? ¿Es este el momento adecuado para pensar en ella ante la vuelta incierta a las aulas? Los sistemas basados en IA no piensan en nada y no pueden sustituir el papel del profesorado. Tampoco España tiene un conocimiento digital suficiente como para planteárselo siquiera.
Herramientas de IA ya existentes como los asistentes virtuales, la minería de datos y la optimización y automatización de procesos, están generando resultados positivos a nivel empresarial.
Los robots sociales están desempeñando un papel decisivo durante la pandemia COVID-19. La creciente implementación no solo evidencia su utilidad, sino también cómo el miedo a estas máquinas autónomas se desvanece ante un frente común.
Usamos inteligencia artificial para tomar decisiones que afectan a nuestra vida diaria. Es necesario asegurarnos no solo de que esas decisiones se basen en datos fiables sino de que sean justas. En este artículo exploramos de qué manera podemos usar inteligencia artificial para asegurar la justicia en las decisiones tomadas por bancos, servicios sociales básicos, universidades o escuelas.
El uso de datos en actividades relacionadas con la inteligencia artificial, y con la industria 4.0 en particular, resulta imprescindible y debe cumplir con algunos requisitos: ser variados, contar con un volumen suficiente, manejarse con una velocidad suficiente y ser actuales. Además, urge una política económica y un marco legal claros.
Los algoritmos detectaron por primera vez el virus de Wuhan, ayudan a estudiar el avance de la epidemia y contribuyen a la búsqueda de vacunas y tratamientos.
Utilizamos algoritmos de 'machine learning' y sensores fotónicos para cuantificar el número de frutos producidos por cada árbol de una plantación con el objetivo de gestionar mejor las cosechas.
Mónica Nepote es directora del proyecto de e-literatura del Centro de Cultura Digital CDMX.
Andrea Tejeda Korkowski
“Me resulta muy complicado discernir lo virtual y lo real”, reconoce Mónica Nepote, cuya labor consiste en promover la literatura electrónica, nuevos formatos y soportes para el libro. Le preocupan los sesgos que introducen los algoritmos y la inteligencia artificial y subraya la necesidad de que los pensadores y los artistas se zambullan en el aprendizaje de las herramientas tecnológicas para que el progreso nos conduzca hacia un mundo más humano.
La inteligencia artificial abarca numerosos y complejos conceptos. Una de las partes más significativas de esta disciplina son las tecnologías del lenguaje, que han avanzado notablemente en los últimos años, si bien aún están lejos de superar la capacidad comunicativa del ser humano.
Experto en Inteligencia artificial y datos para el desarrollo, acción humanitaria y gobernanza público-privada. Experto en innovación digital biomédica, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)