El código de barras, una tecnología discreta, acaba de cumplir 50 años. Todo comenzó con el escaneo de un paquete de chicles en una tienda de comestibles de Ohio el verano de 1974.
Platos impresos en 3D, carne de laboratorio, biotecnología o cocina nota a nota son algunos de los ingredientes que conforman el futuro de la industria alimentaria.
Laura OTERO GARCIA, Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN - CSIC) and Míriam Pérez-Mateos, Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN - CSIC)
En los supermercados cada vez hay más productos tratados con altas presiones: embutidos, zumos, cremas de verduras,… Con una triple ventaja: se conservan bien, mantienen las propiedades nutricionales y respetan el medio ambiente.
Ciertos productos químicos son añadidos por los fabricantes y se rastrean fácilmente, pero otros llegan a los envases alimentarios de manera inintencionada. Son los llamados NIAS y pueden afectar a la salud del consumidor.
Teniendo en cuenta que ambos alimentos son muy diferentes (y que deben consumirse con moderación), actualmente se comercializan margarinas complementadas con otros nutrientes y un perfil más saludable.
Los estudios y análisis producidos por expertos son una valiosa fuente de información e ideas para buscar soluciones ante problemas en el sistema alimentario, como el aumento de los precios y el desabastecimiento.
Los dibujos, los colores, los mensajes y otros reclamos de los envases podrían decantar las preferencias de los menores por ciertos productos. Y a menudo no son los más saludables.
Carmen de Vega, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Menos de la mitad europeos incluyen ya carne o derivados lácteos en su dieta. Esto ha impulsado una demanda de productos de origen vegetal que requiere nuevas competencias profesionales.
El reciente informe emitido por el comité científico de Nutri-Score intenta subsanar algunos de los defectos que achacaban muchos expertos a este sistema de clasificación, pero se queda corto.
Disponer de un catálogo con todas las proteínas que componen nuestro cuerpo sabiendo exactamente a qué enfermedad se asocia cada una no es una utopía. La proteica lo hará posible.
El aceite de girasol es muy versátil: se utiliza en los hogares y la industria alimentaría, pero también tiene otras aplicaciones, como la fabricación de pinturas, pesticidas y lacas. Pero la invasión de Ucrania está teniendo una gran repercusión en su disponibilidad y se hace necesario buscar alternativas.
Profesora Asociada. Área de de Nutrición y Bromatología. Facultad de Farmacia (UPV/EHU). Secretaria de ACTAE, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea