tag:theconversation.com,2011:/us/topics/instituciones-72474/articlesinstituciones – The Conversation2021-01-13T19:44:14Ztag:theconversation.com,2011:article/1521942021-01-13T19:44:14Z2021-01-13T19:44:14ZLa maternidad condiciona las posibilidades de promoción en la Universidad<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/376764/original/file-20201229-49111-70kfqi.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C6361%2C4237&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/creative-people-doing-brainstorming-meeting-modern-555803599">Shutterstock / Juri Pozzi</a></span></figcaption></figure><p>En los últimos años y a nivel global ha surgido un debate sobre la inequidad de género en las instituciones de investigación. La causa es la baja representación y la menor posibilidad de las mujeres para progresar en su carrera profesional, en comparación con sus compañeros masculinos. </p>
<p>Un estudio llevado a cabo por la <a href="https://www.fecyt.es/es/publicacion/mujer-y-ciencia-la-situacion-de-las-mujeres-investigadoras-en-el-sistema-espanol-de">Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología</a> mostró que este lento crecimiento del número de mujeres en puestos académicos no se corresponde con la velocidad a la se gradúan y doctoran, siendo ellas la mayoría. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/376129/original/file-20201221-21-143958g.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/376129/original/file-20201221-21-143958g.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/376129/original/file-20201221-21-143958g.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=238&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/376129/original/file-20201221-21-143958g.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=238&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/376129/original/file-20201221-21-143958g.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=238&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/376129/original/file-20201221-21-143958g.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=299&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/376129/original/file-20201221-21-143958g.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=299&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/376129/original/file-20201221-21-143958g.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=299&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Porcentaje de mujeres y hombres en diferentes puestos en las universidades públicas españolas.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://%20bit.ly/2uuolav">Puy Rodríguez, 2018</a></span>
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<p>El llamado <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Techo_de_cristal">techo de cristal</a> señala la dificultad que tienen las mujeres para tener representación en la toma de decisiones en el ámbito académico. </p>
<p>En este sentido, en 2018 ellas lideraban el 8% de los rectorados, un 41% de los vicerrectorados y un 29% de las decanaturas y direcciones de departamento en España.</p>
<h2>Equilibrio entre la vida personal y profesional</h2>
<p>¿Por qué ocurre esto? Una de las causas está relacionada con la conciliación laboral. </p>
<p>El trabajo en las universidades se desarrolla en un ambiente muy competitivo. Por una parte, es necesario realizar tareas de investigación como publicaciones científicas, asistencia a congresos, desarrollo de proyectos y trabajos de campo. Por otra, y en función de la posición, diversas tareas docentes y administrativas.</p>
<p>Pero, además, diferentes estudios demuestran que las mujeres son quienes realizan la mayoría de tareas del hogar y de los cuidados. Esto deriva en una tensión entre su vida profesional y personal, especialmente cuando son madres. Ambos escenarios ocasionan una presión en la conciliación. </p>
<h2>Sentimiento de culpa</h2>
<p>Una <a href="http://revistas.uned.es/index.php/educacionXX1/article/view/26714">encuesta realizada</a> a 80 profesoras e investigadoras de la Universidad de Murcia que habían sido madres en los últimos cinco años mostró que muchas de ellas habían retrasado su maternidad. El objetivo: seguir desarrollándose laboralmente en el ámbito académico. </p>
<p>Al dar a luz, sus hijos se convirtieron en su prioridad. Eso sí, la mayoría continuó en su puesto de trabajo más tiempo del estipulado por contrato o bien se llevó trabajo a casa. </p>
<p>Este hecho generó en ellas un sentimiento de culpa por no pasar más tiempo con sus hijos. Aun así, cuando lo hacían, la sensación se mantenía al pensar en todas las tareas pendientes para prosperar o consolidarse laboralmente. </p>
<h2>¿Influye la maternidad en la adquisición de méritos?</h2>
<p>Esta aflicción está relacionada con la percepción de que el desarrollo de la carrera profesional está condicionado por la maternidad. </p>
<p>Así, un 63% estaba totalmente de acuerdo en que la maternidad había repercutido en su currículum, haciéndolo menos competitivo que el de las compañeras sin hijos. La causa es que ellas se pudieron centrar más en la docencia que en la investigación. </p>
<p>Las encuestadas encontraban la mayor dificultad en la imposibilidad de realizar estancias en el extranjero. También en asistir a congresos nacionales o internacionales. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/376149/original/file-20201221-17-1wy8bfc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/376149/original/file-20201221-17-1wy8bfc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/376149/original/file-20201221-17-1wy8bfc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=254&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/376149/original/file-20201221-17-1wy8bfc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=254&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/376149/original/file-20201221-17-1wy8bfc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=254&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/376149/original/file-20201221-17-1wy8bfc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=319&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/376149/original/file-20201221-17-1wy8bfc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=319&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/376149/original/file-20201221-17-1wy8bfc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=319&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Principales handicaps encontrados por las encuestadas en relación con su maternidad, en porcentajes.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Gallardo 2021</span></span>
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<p>Al disminuir la adquisición de méritos asociados a la investigación, las oportunidades de promocionar también se ralentizan. </p>
<p>Eso sí, algo más de la mitad de las madres encuestadas tenían una actitud positiva. Consideraban que, tarde o temprano, serían promocionadas a una posición mejor. También que, para ello, no sería necesario cambiar de lugar de trabajo. </p>
<h2>Posibles soluciones</h2>
<p>Estos hechos no solo ocurren en la Universidad de Murcia. En muchas ocasiones están relacionados con un trabajo autoimpuesto necesario para poder desarrollar un currículum acorde con los criterios de evaluación, tanto internos como externos. </p>
<p>La mayoría de las encuestadas apuntan a la dificultad de encontrar un equilibrio entre la maternidad y las exigencias de su trabajo. Se trata, además, de una situación que se ha agravado durante el <a href="https://www.ciencia.gob.es/portal/site/MICINN/menuitem.edc7f2029a2be27d7010721001432ea0/?vgnextoid=0eed17380dc05710VgnVCM1000001d04140aRCRD&vgnextchannel=4346846085f90210VgnVCM1000001034e20aRCRD">confinamiento</a> a raíz de la crisis sanitaria por covid-19. </p>
<p>Un primer reclamo sería la posibilidad de alargar la baja maternal (aun cuando muchas de las encuestadas continuaron trabajando durante su licencia). También una mayor colaboración en el cuidado de los hijos y en las tareas del hogar. </p>
<p>Otra reivindicación es la posibilidad de que la maternidad se tenga en cuenta a la hora de promocionar y de valorar los méritos, ya que consideran que no compiten en igualdad de condiciones. </p>
<p>A nivel global, se demanda luchar contra los estereotipos. Erradicar la imagen que tenemos desde niños de un científico (hombre) o la consideración de que somos menos válidas (el también llamado <a href="https://theconversation.com/por-que-las-mujeres-no-quieren-escribir-en-the-conversation-146333">síndrome de la impostora</a>), entre otros. </p>
<p>No hay que olvidar la toma de decisiones políticas. Por ejemplo, la posibilidad de extender el tiempo en determinadas convocatorias de proyectos o contratos a quienes hayan sido madres. Por otro lado, valorar los méritos curriculares teniendo en cuenta dicha maternidad, entendiéndola desde el embarazo, al nacimiento y a su posterior cuidado.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/152194/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Marta Gallardo no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Ser madre puede suponer una desventaja en el crecimiento profesional de las mujeres que trabajan en instituciones de investigación. Entre los reclamos para evitarlo se encuentran alargar la baja por maternidad y tener en cuenta esta condición a la hora de promocionar.Marta Gallardo, Investigadora postdoctoral, Universidad de MurciaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1528592021-01-07T18:52:25Z2021-01-07T18:52:25ZEl populismo estalla cuando las personas se sienten desconectadas y no respetadas<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/377616/original/file-20210107-23-henvtm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C1196%2C673&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Partidarios de Trump durante la Marcha del Millón MAGA en Washington el 14 de noviembre de 2020.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/trump-supporters-yell-at-counter-protesters-outside-of-the-news-photo/1229622721?adppopup=true">Caroline Brehman/CQ-Roll Call, Inc via Getty Images</a></span></figcaption></figure><p>La sociedad estadounidense está dividida en dos. En la elección presidencial de 2020, <a href="https://www.politico.com/2020-election/results/president/">81 millones de personas votaron por Joe Biden, mientras que otros 74 millones votaron por</a> Donald Trump. Muchas personas fueron a las urnas a <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/pops.12479">votar en contra</a> del adversario en vez de apoyar con entusiasmo a su propio candidato.</p>
<p>Aunque esta intensa <a href="https://global.oup.com/academic/product/polarization-9780190867782?cc=us&lang=en&">polarización</a> es distintiva de Estados Unidos, pues nace <a href="https://global.oup.com/academic/product/breaking-the-two-party-doom-loop-9780190913854?cc=us&lang=en&">de un fuerte sistema bipartidista</a>, las emociones antagónicas detrás de ella <a href="https://www.cambridge.org/core/elements/american-affective-polarization-in-comparative-perspective/1E3584B482D51DB25FFFB37A8044F204">no lo son</a>.</p>
<p>Gran parte del atractivo de Trump se basaba en un mensaje clásicamente populista –una <a href="https://global.oup.com/academic/product/populism-a-very-short-introduction-9780190234874?cc=us&lang=en&">forma de política</a> que está presente en todo el mundo– que critica a las élites dominantes en nombre de la gente común.</p>
<p>La resonancia que tiene ese discurso implica que el tejido social en Estados Unidos se está deshilachando en sus bordes. Los sociólogos se refieren a esto como un problema de integración social. <a href="https://iep.utm.edu/durkheim/">Algunos académicos argumentan que las sociedades están bien integradas</a> solamente cuando la mayoría de sus miembros tienen vínculos cercanos con otras personas, creen que son respetados por otros y comparten un conjunto común de normas e ideales sociales.</p>
<p>Aunque la gente votó por Donald Trump por varias razones, existe evidencia creciente de que mucho de su atractivo se basa en problemas de integración social. Al parecer, Trump aseguró un fuerte apoyo por parte de aquellos estadounidenses que sienten que han sido empujados a los márgenes de la sociedad dominante y quienes han perdido la fe en los políticos.</p>
<p>Esta perspectiva es relevante para entender por qué el apoyo a los políticos populistas ha ido aumentando en todo el mundo. Este desarrollo es objeto de un <a href="https://www.vox.com/2015/12/30/10690360/racism-economic-anxiety-trump">amplio debate</a> entre quienes dicen que el populismo se deriva de las <a href="https://drodrik.scholar.harvard.edu/files/dani-rodrik/files/populism_and_the_economics_of_globalization.pdf">dificultades económicas</a> y otros que enfatizan el <a href="https://www.vox.com/conversations/2017/3/27/15037232/trump-populist-appeal-culture-economy">conflicto cultural</a> como la fuente del populismo.</p>
<p>Comprender la base del populismo es esencial para abordar su alza y amenaza a la democracia. Creemos que entender el populismo, no como el producto de problemas económicos o culturales, sino como resultado de que la gente se siente desconectada, no respetada y siente que su pertenencia a la sociedad es negada, dará lugar a respuestas más útiles sobre cómo detener su crecimiento y fortalecer la democracia.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/376241/original/file-20201221-17-18lclkr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Manifestantes anti-Trump con un cartel que dice 'Golpea a MAGA (Make America Great Again) en la cara' en una marcha en Washington, DC." src="https://images.theconversation.com/files/376241/original/file-20201221-17-18lclkr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/376241/original/file-20201221-17-18lclkr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/376241/original/file-20201221-17-18lclkr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/376241/original/file-20201221-17-18lclkr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/376241/original/file-20201221-17-18lclkr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/376241/original/file-20201221-17-18lclkr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/376241/original/file-20201221-17-18lclkr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Los partidarios de Trump se sienten despreciados por la cultura dominante. Aquí, una manifestación anti-Trump en Washington, D.C. el 14 de noviembre de 2020.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/anti-trump-demonstrators-march-to-black-lives-matter-plaza-news-photo/1229625348?adppopup=true">Probal Rashid/LightRocket via Getty Images</a></span>
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<h2>No solo en los Estados Unidos</h2>
<p>Un investigador y <a href="https://www.youtube.com/watch?v=maddf8Emzds&feature=youtu.be&ab_channel=MichiganInstituteforDataScience">encuestador del partido Demócrata</a> descubrió que el apoyo a Trump en 2016 abundaba entre las personas con poca confianza en los demás. <a href="https://fivethirtyeight.com/features/could-social-alienation-among-some-trump-supporters-help-explain-why-polls-underestimated-trump-again/">En 2020, una encuesta</a> encontró que “votantes socialmente desconectados eran más propensos a ver a Trump de manera positiva y apoyar su reelección que aquellos con redes personales más sólidas”.</p>
<p><a href="https://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/0010414019879947">Nuestro análisis de datos de encuestas de 25 países europeos</a> sugiere que este no es un fenómeno puramente estadounidense.</p>
<p>Estos sentimientos de marginación social y la correspondiente desilusión con la democracia brindan a los políticos populistas de todos los matices y de diferentes países la oportunidad de afirmar que las élites dominantes han traicionado los intereses de sus ciudadanos trabajadores.</p>
<p>En todos estos países, las personas que participan en menos actividades sociales, desconfían de quienes les rodean y sienten que sus contribuciones a la sociedad pasan desapercibidas en gran medida, tienen mas probabilidades de tener menos confianza en políticos y baja satisfacción con la democracia.</p>
<h2>La marginación afecta a la votación</h2>
<p>Sentimientos de marginación social –reflejados en bajos niveles de confianza social, compromiso social limitado y la sensación de que uno no es respetado socialmente– están también relacionados con la decisión de la gente de acudir a votar y con la manera en que lo hace.</p>
<p>La gente que está socialmente desconectada tiene menos probabilidades de votar. Pero, si decide hacerlo, es mucho más probable que apoye candidatos populistas o partidos radicales, en cualquier lado del espectro político. Ese comportamiento es más infrecuente en personas que están bien integradas en la sociedad.</p>
<p>Esta relación permanece fuerte incluso después de otros factores, como el género o la educación, que quizás expliquen también el voto por políticos populistas.</p>
<p>Existe una correspondencia sorprendente entre estos resultados y las historias contadas por personas que encuentran atractivos a los políticos populistas. Desde <a href="https://www.vox.com/2016/9/6/12803636/arlie-hochschild-strangers-land-louisiana-trump">votantes de Trump en el sur de Estados Unidos</a> hasta <a href="https://mitpress.mit.edu/books/returning-reims">partidarios de la derecha radical en Francia</a>, una serie de etnógrafos han escuchado historias sobre fallas en la integración social.</p>
<p>Mensajes populistas como “recuperar el control” o “haz que América sea grandiosa de nuevo” encuentran una audiencia receptiva entre las personas que se sienten empujadas a los márgenes de su comunidad nacional y privadas del respeto que se les otorga a sus miembros.</p>
<h2>Intersección de economía y cultura</h2>
<p>Una vez que el populismo es visto como un problema de integración social, se vuelve evidente que posee raíces económicas y culturales que están profundamente <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/1468-4446.12319">entrelazadas</a>.</p>
<p>La <a href="https://press.princeton.edu/books/hardcover/9780691204529/the-economics-of-belonging">dislocación económica</a> que priva a las personas de trabajos decentes las empuja a los márgenes de la sociedad. Pero también lo hace la <a href="https://press.uchicago.edu/ucp/books/book/chicago/P/bo22879533.html">alienación cultural</a> nacida cuando las personas, especialmente fuera de las grandes ciudades, sienten que las élites dominantes ya no comparten sus valores y, lo que es peor, ya no respetan los valores por los que han vivido sus vidas.</p>
<p>Estos desarrollos económicos y culturales han formado la política occidental por mucho tiempo. Por lo tanto, los fracasos electorales de abanderados populistas como Trump no necesariamente presagian la desaparición del populismo.</p>
<p>La suerte de cualquier político populista puede fluir y refluir, pero agotar la reserva de marginación social de la que dependen los populistas requiere un esfuerzo concertado de reforma dirigida a fomentar la integración social.</p>
<hr>
<p><em>Artículo traducido por Emilia Guzmán para <a href="https://www.ciperchile.cl/2021/01/07/el-populismo-estalla-cuando-las-personas-se-sienten-desconectadas-y-no-respetadas/">Ciper Chile</a>.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/152859/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Donald Trump ha sido un presidente populista. Comprender las raíces del populismo en los EE.UU. y en otros lugares es esencial para hacer frente a su ascenso y su amenaza a la democracia.Noam Gidron, Assistant Professor of Political Science, Hebrew University of JerusalemPeter A. Hall, Krupp Foundation Professor of European Studies, Harvard UniversityLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1188612019-06-20T20:06:22Z2019-06-20T20:06:22Z¿De qué hablamos cuando hablamos de populismo?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/280191/original/file-20190619-171281-9nh13m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C3195%2C2126&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/over-crowded-housing-hong-kongs-old-693013741">Ronnie Chua / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>El populismo está de moda. Su presencia constante en los debates mediáticos, desde los platós de televisión a las redes sociales, demuestra que el concepto ha devenido marco teórico fundamental para comprender las experiencias sociales de nuestro tiempo. </p>
<p>No obstante, existe una cierta insatisfacción por el uso de “populismo” como un cajón de sastre. La noción sería una etiqueta, estropeada por hacer referencia a fenómenos muy diversos, cuyo uso ideológico busca despreciar o ensalzar <em>a priori</em> una determinada opción política.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/279757/original/file-20190617-118535-125s11v.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/279757/original/file-20190617-118535-125s11v.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/279757/original/file-20190617-118535-125s11v.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=380&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/279757/original/file-20190617-118535-125s11v.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=380&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/279757/original/file-20190617-118535-125s11v.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=380&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/279757/original/file-20190617-118535-125s11v.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=478&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/279757/original/file-20190617-118535-125s11v.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=478&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/279757/original/file-20190617-118535-125s11v.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=478&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">El tribuno Gayo Sempronio Graco (154-121 a. C.) se dirige a la plebe. Grabado de Silvestre David Mirys (1742-1810).</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Gaius_Gracchus_Tribune_of_the_People.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
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<h2>Populismos históricos</h2>
<p>Un indicador valioso para abordar la cuestión puede ser la historia. “Populismo” es una idea que nos lleva a finales del siglo XIX. Hace referencia a movimientos sociales en dos contextos muy diferentes: Rusia y Estados Unidos. </p>
<p>Los <a href="https://www.britannica.com/event/Narodnik">populistas rusos</a> (<em>naródniki</em>) idealizaron las tradiciones de las clases populares (fundamentalmente campesinas) y se enfrentaron a la modernización “occidental”, percibida como un peligro extranjero que disolvería los lazos sociales. </p>
<p>En Estados Unidos, el <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Partido_del_Pueblo_(Estados_Unidos)">People’s Party</a> agrupó a granjeros y pequeños empresarios que vieron cómo su sencillo estilo de vida era muy diferente al de una clase política “privilegiada” y “corrupta”.</p>
<p>Ambos fenómenos, aunque sucedieron en países diferentes, tienen algunas características comunes. Por ejemplo, la ambición de “acercarse al pueblo”. También, una intensa moralización de la política y la defensa de un <a href="https://www.smithsonianmag.com/history/andrew-jackson-americas-original-anti-establishment-candidate-180958621/">discurso anti-<em>establishment</em></a>. Sobre todo, nos evidencian las tensiones propias de sociedades en procesos de modernización, que pasan de organizaciones tradicionales al incipiente capitalismo de masas. </p>
<p>Un siglo más tarde el populismo recorre algunas regiones de América del Sur. Políticos como Getúlio Vargas (1882-1954) en Brasil y Juan Domingo Perón (1895-1974) en Argentina protagonizan un segundo momento populista. </p>
<p>La demagogia y el carisma alimentaron <a href="https://www.nytimes.com/es/2018/05/27/opinion-krauze-caudillo-america-latina/">hiper-liderazgos caudillistas</a> de políticos que se percibieron como “guardianes de la justicia social”. En un escenario global polarizado, estos regímenes no se consideraban “ni capitalistas ni comunistas”. Así, el populismo sirvió de “tercera vía” capaz de estructurar una rígida comunidad política.</p>
<p>Tras el derrumbe de la Unión Soviética los países hispanoamericanos optan por dos caminos diferentes.</p>
<p>En Perú o Argentina, el populismo se renueva de la mano de líderes políticos -Alberto Fujimori (1938) y Carlos Menem (1930), respectivamente- que desconfiaron del socialismo y optaron por las políticas neoliberales del llamado Consenso de Washington.</p>
<p>Resultan opuestos los casos de Bolivia, Ecuador o Venezuela, donde se propuso la transformación del orden social hasta entonces vigente a través de asambleas que crearon nuevas constituciones. Se reforzaron los mecanismos de intervención en las instituciones y la democracia dejó de concebirse como mera representación y pasó a encarnar la misma “voluntad del pueblo”, una idea siempre peligrosa en política pero muy querida por los populistas.</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/279756/original/file-20190617-118501-b2kmgl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/279756/original/file-20190617-118501-b2kmgl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=410&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/279756/original/file-20190617-118501-b2kmgl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=410&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/279756/original/file-20190617-118501-b2kmgl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=410&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/279756/original/file-20190617-118501-b2kmgl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=515&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/279756/original/file-20190617-118501-b2kmgl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=515&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/279756/original/file-20190617-118501-b2kmgl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=515&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Día 60 de la protesta Occupy Wall Street (2011).</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Day_60_Occupy_Wall_Street_November_15_2011_Shankbone_18.JPG">David Shankbone / Wikimedia Commons</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
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<h2>El populismo, hoy</h2>
<p>El “populismo” de nuestros días no se entiende sin una referencia a las transformaciones sociales y políticas que han caracterizado nuestro presente: la crisis de la democracia representativa y las instituciones de mediación política, la irrupción de los <em>social media</em>, las alteraciones en la composición de clase de la comunidad política y el vaciamiento de la soberanía de algunos estados-nación.</p>
<p>Con semejante trasfondo, una cuestión central que no podemos perder de vista: el discurso del <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/El_fin_de_la_Historia_y_el_%C3%BAltimo_hombre">“fin de la historia”</a> o <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Pospol%C3%ADtica">“fin de las ideologías”</a> ha llegado a su fin. </p>
<p>Durante las últimas décadas, a través del proceso de “globalización”, hemos asistido a la progresiva asimilación entre los dos polos del eje izquierda-derecha, hasta el punto de que ambos bloques ideológicos han perdido su contenido político y social para asumir el encargo de una gestión supuestamente neutra (“gobernanza”), tomando como guía los mandatos de “modernización” y “eficacia”. </p>
<p>Tanto la izquierda habría abandonado sus reivindicaciones sociales y económicas más radicales como la derecha se habría adaptado al paradigma socialdemócrata. Las diferencias, entonces, quedarían referidas a cuestiones que podríamos denominar <em>pre-políticas</em> o que solo son políticas bajo determinadas condiciones: la defensa de ciertos colectivos, el aborto, la eutanasia, etc.</p>
<p>En nuestros días, sin embargo, se habría renovado la polarización política, solo que en otros términos, cuyo enfoque y alcance merece un estudio profundo: <em>el pueblo contra las élites</em>. </p>
<p>Esta reaparición de la idea de un “pueblo” virtuoso frente a una “élite” corrupta protagoniza los movimientos sociales que surgen en respuesta a las consecuencias más fatales de la última crisis económica: precarización laboral, desaparición de expectativas de progreso personal y social, privatización de servicios públicos, primacía del pago de la deuda sobre otras funciones del Estado, etc. </p>
<p>Es en este punto donde “populismo” empieza a decirnos algo, sin dudas todavía oscuro y confuso, sobre la forma que adopta <a href="https://www.eldiario.es/tribunaabierta/Carlo-Formenti-variante-populista_6_715038512.html">la lucha de clases en el siglo XXI</a>.</p>
<h2><em>Los indignados</em></h2>
<p><em><a href="http://occupywallst.org/">Occupy Wall Street</a></em> en Estados Unidos o el movimiento de los <em><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Movimiento_15-M">Indignados</a></em> en España son ejemplos de ello. En estas protestas, una clase media con estudios superiores y otros estratos sociales fuertemente precarizados se movilizaron al ver rotas sus expectativas de reproducción social y, en definitiva, el derrumbe de aquello que se ha venido llamando “Estado del bienestar”. </p>
<p>El hecho de que la cuestión se planteara como una oposición entre el “99%” de la población y el “1%” da buena cuenta de cómo la crisis afectó profundamente, aunque de manera desigual, a todas las clases sociales subalternas. En este sentido, tal y como la famosa -y discutible- teoría populista de <a href="http://cienciassociales.edu.uy/ernesto-laclau/">Ernesto Laclau</a> (1935-2014) y <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Chantal_Mouffe">Chantal Mouffe</a> (1943) nos recuerda, lo político surge allí donde es posible articular un “nosotros” frente a un “ellos”.</p>
<p>Actualmente, la indefinición y liquidez que caracterizan el concepto de “populismo” abre un peligro: el rechazo de cualquier alternativa política no asimilable a los principios políticos neoliberales por el mero hecho de ser calificada como “populista”, creyendo haber conjurado así al fantasma. La importancia de un análisis íntegro, racional y prudente del populismo consiste, precisamente, en que nos ofrece el punto de partida para la crítica social del presente.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/118861/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Alejandro Sánchez Berrocal recibe fondos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte a través de un contrato FPU (17/03632) y realiza su investigación académica en el marco del Proyecto PAIDESOC (FFI2017-82535-P) “El desván de la razón: Cultivo de las pasiones, identidades éticas y sociedades digitales”.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Francisco J. Martínez Martínez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El populismo actual no se entiende sin una referencia a las transformaciones sociales y políticas de nuestro presente: la crisis de la democracia representativa y la irrupción de los social media, entre otras.Alejandro Sánchez Berrocal, Investigador predoctoral (FPU) de Filosofía, Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CCHS - CSIC)Francisco J. Martínez Martínez, Catedrático de Filosofía, UNED - Universidad Nacional de Educación a DistanciaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.