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Jair Bolsonaro – The Conversation
2022-12-28T18:57:07Z
tag:theconversation.com,2011:article/196007
2022-12-28T18:57:07Z
2022-12-28T18:57:07Z
Brasil está de vuelta, pero a un mundo que ya no es el mismo
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/502690/original/file-20221228-60477-fjep4p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=8%2C8%2C5455%2C3612&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Un partidario de Lula celebra la victoria electoral en octubre de 2022.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/brazil-sao-paulo-october-30-2022-2227741613">Shutterstock / Wagner Vilas</a></span></figcaption></figure><p>Tras la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil el pasado 30 de octubre, Lula da Silva fue electo frente a Jair Bolsonaro por una diferencia de menos de 2 % (50,9 % frente a 49,1 %). Esos poco más de dos millones de votos de diferencia habilitan a Lula da Silva para residir en el Palacio del Planalto, residencia oficial del presidente en Brasilia, a partir del 1 de enero de 2023. </p>
<p>No obstante, también han envalentonado al actual presidente Bolsonaro que, lejos de haber sufrido un rechazo electoral por su desastrosa gestión de la pandemia y sus siempre altisonantes declaraciones, ha incrementado en más de un millón de votos su respaldo electoral desde que ganó en 2018, <a href="https://www.researchgate.net/publication/356465896_Arquitectura_de_la_politica_externa_brasilena_autonomistas_globalistas_y_americanistas_en_Itamaraty">aupado por el llamado <em>lobby</em> de la triple B</a>: buey, con todo el sector agroexportador; bala, con todas las fuerzas de seguridad y militares; biblia, con fundamentalistas reaccionarios a avances en igualdad de género. </p>
<p>Así pues, asumirá el cargo un Lula da Silva muy diferente al de sus dos anteriores mandatos (2003-2010) en un contexto de altísima polarización y en un Brasil dividido, no tanto por afinidad política, sino por rechazo identitario y visceral al adversario: el antilulismo criticando la corrupción y el así llamado “marxismo cultural” del Partido de los Trabajadores <em>versus</em> el antibolsonarismo criticando el elitismo reaccionario y el fomento de las crecientes desigualdades por parte de las elites dominantes. </p>
<h2>Menos margen de acción de Lula</h2>
<p>De este modo, su gobierno tendrá ahora mucho menos margen de acción por diversos factores: en el plano doméstico, dependerá políticamente de una coalición interpresidencial muy heterogénea ideológicamente y enfrentará un Congreso y un Senado mayoritariamente bolsonarista que obstaculizará muchas de sus políticas. Además, lidiará con una severa crisis económica que no tiene visos de remitir y donde “los mercados” ya han mostrado su desaprobación de la mano derecha de Lula y futuro ministro de Economía, Fernando Haddad. </p>
<p>A eso hay que añadir una alta fragmentación social. Se confiaba en que una hipotética victoria mundialista de <em>la canarinha</em> pudiera ayudar a mitigar esa fragmentación. </p>
<p>Además, los últimos desafíos del bolsonarismo (cabe recordar que el actual presidente todavía no ha reconocido explícitamente su derrota electoral) tensarán el proceso de transición gubernamental, aunque parece que la neutralidad de los militares está garantizada. No hay que olvidar el hecho de que fue precisamente en los pasados gobiernos de Lula cuando vieron incrementado su presupuesto de manera notable. Asimismo, fue muy bien recibido el anuncio del próximo ministro de Defensa, José Múcio, que está bien considerado por el estamento militar.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/502691/original/file-20221228-76738-jdmxme.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/502691/original/file-20221228-76738-jdmxme.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/502691/original/file-20221228-76738-jdmxme.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=472&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/502691/original/file-20221228-76738-jdmxme.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=472&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/502691/original/file-20221228-76738-jdmxme.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=472&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/502691/original/file-20221228-76738-jdmxme.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=593&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/502691/original/file-20221228-76738-jdmxme.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=593&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/502691/original/file-20221228-76738-jdmxme.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=593&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, celebra la victoria en São Paulo junto al expresidente uruguayo José Mujica, el 29 de octubre de 2022.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/paulo-sp-10292022-lula-alckmin-haddad-2225651843">Shutterstock / Wagner Vilas</a></span>
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<h2>Desafíos en el plano internacional</h2>
<p>En lo que respecta <a href="https://nuso.org/articulo/Lula-politica-exterior-brasil/">al plano internacional</a>, el nuevo gobierno brasileño también afrontará desafíos mayúsculos, pero quizás sea este un entorno más benévolo para el liderazgo carismático de Lula. La reinserción brasileña en la región latinoamericana entre presidentes más afines, como el Chile de Gabriel Boric o la Colombia de Gustavo Petro, anularán la visión del Brasil de Bolsonaro como “paria regional” enfrentado a todos sus vecinos y anclado a postulados trumpistas. </p>
<p>Del mismo modo, en el plano más multilateral, como ya se visibilizó en la reciente COP27 en Egipto del pasado noviembre, la presencia de Lula junto a la que será su ministra de Medioambiente, Marina Silva, <a href="https://www.france24.com/es/minuto-a-minuto/20221116-lula-anima-la-cop27-y-propone-organizar-la-cumbre-de-2025-en-la-amazon%C3%ADa">clarificó</a> que Brasil está de vuelta a la hora de liderar la agenda climática y de Objetivos de Desarrollo Sostenible.</p>
<p>Dicho esto, que nadie se llame a engaño: quien piense con tintes nostálgicos que Lula da Silva tendrá la capacidad de reeditar ese resurgimiento de Brasil como actor global <a href="https://www.economist.com/leaders/2009/11/12/brazil-takes-off">que ya irradió en sus anteriores mandatos</a> estará muy equivocado. De hecho, la gestión de esas expectativas desmedidas por parte de su electorado y las hipotéticas frustraciones que de ahí se deriven serán el gran termómetro al que tendrá que mirar el gobierno de Lula. </p>
<p>Brasil ha vuelto y Lula aspirará a ser el mismo que ya sacó de la pobreza a millones de brasileños, pero ni Brasil es ya el mismo ni el mundo de 2022 es el mismo que se encontró en 2003. Eso sí, sí se avizoran buenas perspectivas en la medida en que Brasil volverá a ocupar un lugar preeminente en las relaciones internacionales, tanto como actor neurálgico en el ámbito latinoamericano como interlocutor privilegiado con Estados Unidos y la Unión Europea, por un lado, y con China y el Sur Global, por otro. </p>
<p>El gran desafío residirá, por tanto, en cómo cicatrizar las heridas, superando la polarización, reactivando la economía y reformando un sistema político que fomenta la corrupción y la desafección política de la población. Una tarea titánica hasta para Lula.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/196007/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Sergio Caballero no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>
El nuevo gobierno de Lula tendrá lugar en un contexto hostil. Brasil ya no es el mismo que él transformó en 2003. Ahora el país está polarizado, sufre una crisis económica y está inmerso en una ola de corrupción.
Sergio Caballero, Profesor de Relaciones Internacionales y Director de la Cátedra UNESCO para América Latina, Universidad de Deusto
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tag:theconversation.com,2011:article/193480
2022-10-31T19:12:09Z
2022-10-31T19:12:09Z
Cómo ganó Lula y cuáles son los retos inmediatos del nuevo Brasil
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/492597/original/file-20221031-20-pwqplj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C4%2C3000%2C1989&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/bernardo-do-campo-paulo-brasil-08-2191178169">Isaac Fontana / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>La noche electoral durante la segunda vuelta de las presidenciales en Brasil fue trepidante. Durante toda la jornada electoral, los medios de comunicación emitían mensajes de un resultado muy reñido al final del recuento electoral. </p>
<p><a href="https://theconversation.com/si-minas-gerais-se-confirma-como-el-ohio-de-brasil-lula-sera-presidente-192982">El pasado 26 de octubre publicábamos aquí</a> que la diferencia entre ambos candidatos oscilaría entre 1,6 y 6,4 puntos porcentuales. La noche electoral acabó como pronosticamos y Lula ganaba las elecciones con menos de 2 puntos de diferencia, dentro de los márgenes predichos en el pasado análisis. El resultado oficial nos dejó un 50,90 % del voto para Lula y 49,10 % del voto para Bolsonaro.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/492556/original/file-20221031-13-hgv5bd.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/492556/original/file-20221031-13-hgv5bd.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/492556/original/file-20221031-13-hgv5bd.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=314&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/492556/original/file-20221031-13-hgv5bd.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=314&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/492556/original/file-20221031-13-hgv5bd.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=314&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/492556/original/file-20221031-13-hgv5bd.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=395&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/492556/original/file-20221031-13-hgv5bd.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=395&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/492556/original/file-20221031-13-hgv5bd.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=395&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Estimaciones de los resultados antes de las elecciones.</span>
<span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span>
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<p>La polarización y crispación han dominado el eje central de estas elecciones. Durante las votaciones, las redes sociales se llenaban de mensajes incluyendo el hashtag #GolpedeEstado <a href="https://www.cnnbrasil.com.br/politica/moraes-manda-diretor-da-prf-explicar-operacoes-em-transporte-publico-de-eleitores/">debido a problemas en la circulación y la movilidad de los votantes</a>, reflejo del clima electoral y de los resultados.</p>
<h2>Lula presidente, ¿y ahora qué?</h2>
<p>Durante los últimos días de campaña sobrevoló la duda de si Bolsonaro aceptaría los resultados electorales de ser adversos para él. Pasada la medianoche y con un Lula ganador, los más cercanos a Bolsonaro comenzaron a reconocer la derrota, pero todo apunta a que Bolsonaro <a href="https://www.france24.com/es/estados-unidos/20210301-trump-rechazo-derrota-nuevo-partido">seguirá la línea de Trump tras su derrota frente a Biden</a>.</p>
<p>El fin del recuento nos deja un Lula ganador y un Brasil más dividido que nunca. La polarización ha sido la ganadora de este enfrentamiento electoral. De hecho, Lula, que nos tiene acostumbrados a discursos potentes e improvisados, leyó con rigor los papeles que su esposa le iba pasando. <a href="https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-63451558">Su discurso habló de un Brasil de todos, de dejar las armas y de acabar con el hambre</a>, un discurso muy unificador, a pesar del casi 50 % de los brasileños que votaron a Bolsonaro.</p>
<h2>¿Cómo ha cambiado la situación política en Brasil?</h2>
<p>La primera vuelta nos dejó unos resultados muy claros de que la victoria de Lula sería ajustada y que se disputaría en los estados claves como <a href="https://theconversation.com/si-minas-gerais-se-confirma-como-el-ohio-de-brasil-lula-sera-presidente-192982">Minas Gerais</a>. La segunda vuelta ha ratificado estos parámetros. </p>
<p>Los mapas que vemos a continuación recogen las diferencias de porcentaje de voto por estados entre un candidato y el otro. De este modo, podemos observar si la diferencia ha aumentado o disminuido de una ronda a otra. Lo más llamativo es el viraje protagonizado por el estado de Amapá, donde ganó Lula en la primera ronda y Bolsonaro en la segunda. De hecho, Amapá fue uno de los cuatro estados observados en el anterior estudio, que finalmente fue descartado por su poca fiabilidad.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/492558/original/file-20221031-16-63vj3n.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/492558/original/file-20221031-16-63vj3n.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/492558/original/file-20221031-16-63vj3n.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=344&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/492558/original/file-20221031-16-63vj3n.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=344&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/492558/original/file-20221031-16-63vj3n.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=344&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/492558/original/file-20221031-16-63vj3n.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=433&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/492558/original/file-20221031-16-63vj3n.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=433&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/492558/original/file-20221031-16-63vj3n.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=433&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Diferencia en porcentaje de voto entre candidatos por ronda y estado federal.</span>
<span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span>
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<p>Minas Gerais sigue reafirmándose como <em>bellwether</em> y continúa seleccionando correctamente al ganador electoral y el porcentaje nacional de voto al ganador. La diferencia entre el voto a Lula en el estado y a nivel nacional ha sido de 0,70 puntos. </p>
<p>El siguiente gráfico recoge el porcentaje de voto a ambos candidatos en cada estado federal al término de la segunda ronda. Podemos ver cómo cada candidato ha subido más en sus estados fortines: Lula en los estados del nordeste y Bolsonaro en el sur. Además, Bolsonaro ha experimentado un crecimiento medio de 5,88 puntos porcentuales frente a los 2,04 puntos porcentuales de Lula. El crecimiento más grande de Bolsonaro se ha producido en Amapá, con 7,95 puntos porcentuales. </p>
<p>Por su parte, Lula creció más en Distrito Federal con 4,34 puntos –en primera vuelta Ciro Gomez obtuvo en este distrito el 4,22% de votos, por lo que intuimos que ahora estos se destinaron a Lula–.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/492565/original/file-20221031-7897-781iqe.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/492565/original/file-20221031-7897-781iqe.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=572&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/492565/original/file-20221031-7897-781iqe.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=572&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/492565/original/file-20221031-7897-781iqe.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=572&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/492565/original/file-20221031-7897-781iqe.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=719&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/492565/original/file-20221031-7897-781iqe.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=719&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/492565/original/file-20221031-7897-781iqe.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=719&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Elaboración propia. Porcentaje de voto a candidatos en cada estado federal. Segunda vuelta.</span>
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<p>Por último, la abstención en ambas rondas ha sido muy pareja. Durante la primera vuelta se situó en 20,95 puntos y al término de la segunda ronda la abstención se ha situado en 20,50 puntos. El crecimiento de participación de una ronda a otra ha sido de 0,45 puntos porcentuales. Podemos afirmar que los votantes han sido los mismos de una vuelta a otra, en su mayoría, con una clara preferencia por la candidatura de Bolsonaro.</p>
<h2>¿Qué Brasil veremos en los próximos meses?</h2>
<p>La noche electoral nos dejó un país muy dividido por los resultados finales. <a href="https://cnnespanol.cnn.com/video/lula-da-silva-discurso-ganador-reconstruir/">El primer discurso de Lula como candidato electo</a> nos dejó pinceladas de la situación en Brasil. Lula afirmó que sus primeros pasos serían la unificación de Brasil y la reducción de la crispación entre brasileños. Además, deberá lidiar con una población dividida al 50 % entre evangelistas y no evangelistas que ya le afectó al tener que moderar posturas respecto al aborto.</p>
<p>En este panorama, Lula debe abrir un espacio de concordia y acercamiento entre su gobierno y los gobiernos regionales y municipales. Seguramente veremos designaciones ministeriales que no gusten dentro del Partido de los Trabajadores, al igual que Lula ha rebajado el tono con ciertas políticas públicas o derechos.</p>
<p>La proximidad entre candidatos a nivel nacional y, especialmente, en Minas Gerais con dos bloques muy distantes entre ellos, presagian unos meses difíciles para cualquier ganador electoral. Además, queda por ver si el presidente en funciones, Jair Bolsonaro, reconoce su derrota o aviva más la llama de la polarización en Brasil.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/193480/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Francisco Javier Ramirez Leiva no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>
La polarización y la crispación marcaron unas elecciones que han dejado a Brasil muy dividido. Lula tiene ante sí el gran reto de unir a la población del país.
Francisco Javier Ramirez Leiva, Assistant researcher, Universidad Pablo de Olavide
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tag:theconversation.com,2011:article/193565
2022-10-31T19:12:03Z
2022-10-31T19:12:03Z
Elecciones en Brasil: una contienda global que ha puesto la democracia a prueba
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/492588/original/file-20221031-7758-jq37vk.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=49%2C0%2C5472%2C3645&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/sao-paulo-brazil-jul-17-2022-2179430931">Casa.da.photo / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>El sábado por la noche un gran <a href="https://twitter.com/ClimaInfoNews/status/1586529264601530369?s=20&t=I_R3c8jvMuCxPTLZnXNvuQ">cartel luminoso apoyaba a Lula en el corazón de Nueva York</a>. En pleno edificio Chrysler se proyectaba en gigante “the world needs Lula”. Allí, en el epicentro financiero del mundo capitalista, precisamente, se certificaba que ésta no era una contienda como cualquier otra. </p>
<p><div data-react-class="Tweet" data-react-props="{"tweetId":"1586529264601530369"}"></div></p>
<p>Ya lo había sugerido <a href="https://twitter.com/jairbolsonaro/status/1586540865618591744?s=20&t=fFSoi8RVoXIckvHEO-9ATw">Donald Trump</a> cuando incursionó en la dinámica de la segunda vuelta apoyando con vehemencia la opción de Bolsonaro. Igualmente, intentaron incidir en la contienda mandatarios como <a href="https://twitter.com/LulaOficial/status/1585281170044063745?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1585281170044063745%7Ctwgr%5E05109154f8381b6d69bcd803cb67810d8c67cb08%7Ctwcon%5Es1_c10&ref_url=https://www.elplural.com/politica/espana/pedro-sanchez-se-moja-con-lula-tu-triunfo-sera-progresistas-todo-mundo_300303102%C2%A0">Pedro Sánchez</a> y Petro, expresando su preferencia por Lula. Incluso la alcaldesa de Barcelona, cuyo grado de influencia en la elección brasileña es más que dudosa, manifestó su apoyo a la candidatura de Lula.</p>
<p>Es siempre seductor para un político tratar de incidir en las contiendas, pero en el concierto de las naciones lo idóneo para un mandatario es no fijar opinión antes de ellas y felicitar el resultado después, fuera cual fuere. </p>
<p>Quizás de forma subrepticia también estuvo la guerra de Rusia contra Ucrania involucrada en el carácter global de esta contienda, al haber expresado Bolsonaro sus simpatías por Putin. Aún así, fijar posición adelantada en una contienda tan ajustada es un gesto atrevido que pone en entredicho las relaciones bilaterales y un riesgo absurdo a correr por parte de un jefe de Estado. </p>
<p>Con mayor prudencia actuaron Joe Biden y Macron, quienes mandaron una felicitación institucional al presidente electo, aún cuando muy probablemente Lula siempre hubiera sido su favorito. No es nuevo esto de ambicionar ser un “gran elector” extraterritorial. </p>
<p>Fue Lula, precisamente, el pionero de este estilo cuando firmó <em>spots</em> de apoyo para Michelle Bachelet en Chile en 2012, p<a href="https://www.youtube.com/watch?v=FUDpmsapEGc">ara Nicolás Maduro en Venezuela en 2013</a>, Ollanta Humala en Perú en 2011 y para Evo Morales en Bolivia.</p>
<h2>Casi dos millones de diferencia</h2>
<p>Que no nos despiste el 1,8 % de diferencia, pues implicó casi dos millones de separación entre los candidatos. Brasil es, después de la India y Estados Unidos, una de las democracias más grandes del mundo. Todo sucede en gigante en Brasil. Su proceso electoral adquiere dimensiones continentales: solo la ciudad de São Paulo, con 27 millones de electores, tiene un PIB más alto que casi cualquier otro país latinoamericano. Su alcalde, Ricardo Nunes, apoyó a Bolsonaro en la contienda, quizás a sabiendas de las preferencias de los paulistas (55 % a 45 % en contra de Lula). </p>
<p>Cada comando de campaña contrata decenas de encuestas y cientos de grupos focales para ir midiendo sus campañas. Más de 118 millones de votos fueron contados por el árbitro electoral en apenas tres horas y con un conteo completamente abierto a la vista del público. Con esa mínima diferencia de 1,8 puntos, y con votos nulos y en blanco triplicando esa cifra, el árbitro anunció el ganador inmediatamente después del recuento.</p>
<p>Las encuestas anticipaban un final de fotografía. Si bien todas predecían el triunfo de Lula, habían subestimado la votación de Bolsonaro durante la primera vuelta y había espacio para la duda. También en el <em>ballotage</em> las encuestas subestimaron a Bolsonaro, a quien situaban a unos 4 o 6 puntos de distancia de Lula, dependiendo de la encuestadora. </p>
<h2>El “voto oculto” de Bolsonaro</h2>
<p>Bolsonaro mantiene un importante “voto oculto” que no se está expresando en las encuestas y que puede explicarse teóricamente desde el velo de la <a href="https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/13260219.2020.1909867?tab=permissions&scroll=top">espiral del silencio</a>, según la cual una parte pequeña de la población calla sus verdaderas preferencias cuando teme estar en minoría o cuando la contraparte es más vociferante.</p>
<p>La campaña fue fea y artera. Ambos se acusaban de mentirosos y de fabricantes de noticias falsas. Lula posicionaba a Bolsonaro como antidemocrático, populista y misógino. Bolsonaro categorizaba a Lula como capo de la corrupción. La tragedia de esta elección brasileña es que, al menos en ese particular, ambos decían la verdad. </p>
<p>Durante el último debate, a horas de la elección y como ejemplo del rastrero nivel de la discusión, Lula puso énfasis en un asunto nimio cuantitativamente: por qué había el ejército adquirido cajas de Viagra. Bolsonaro zanjó el asunto preguntándole a Lula si él usaba la pastillita azul. El guitarrista norteamericano Tom Morello, famoso por su activismo radical de izquierdas, <a href="https://twitter.com/tmorello/status/1586418291311927296">en un tuit</a> en vísperas de la elección llamaba fascista a la mitad de la población del Brasil y Lula hizo retuit al disparate. </p>
<h2>Mal clima electoral e información distorsionada</h2>
<p>El clima político en Brasil de cara a la segunda ronda había sido aún peor que para la primera. La polarización ideológica, pero también la <a href="https://www.annualreviews.org/doi/abs/10.1146/annurev-polisci-051117-073034">polarización afectiva</a>, fueron usadas como medio de diferenciación y captación de atención, fomentando la radicalización y rivalidad entre los bandos a niveles inaceptables. En la polarización afectiva el voto en contra puede jugar un papel mucho más importante que el voto a favor. </p>
<p>La información estuvo distorsionada tanto en medios locales como internacionales, mentiras descaradas circulaban libremente por las redes sociales, la desconfianza puesta al máximo, la crispación fue azuzada y llevada al límite. Así estuvieron las cosas en Brasil electoral.</p>
<p>De alguna manera perversa el populismo antidemocrático de Bolsonaro y la corrupción de Lula pueden haberse dado el beso de la muerte. Existe una relación entre el apoyo a los políticos populistas que habitualmente en su retórica critican a las élites corruptas y el nivel de corrupción evaluado objetivamente en esa sociedad.</p>
<p>Cuanto mayor sea la conciencia de la corrupción, más personas estarán de acuerdo en que se necesita un líder fuerte que no tenga que preocuparse por el parlamento o las elecciones. <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Caso_Odebrecht_en_Per%C3%BA">El escándalo Lava-Jato de Odebrecht</a> no fue un caso cualquiera de corrupción. Brasil es un país que comparte fronteras con casi toda la región. Diez países latinoamericanos limitan con él y los tentáculos corruptos han llegado a la mayoría de ellos. La constructora creó una unidad de subcontratación electoral que explotaba las debilidades del sistema de partidos latinoamericano para convertirse en un proveedor de servicios de comunicación política. </p>
<p>Las operaciones de Odebrecht relacionadas con la corrupción política se pueden dividir en tres tipos: </p>
<ul>
<li><p>primero, corrupción directa, en la construcción y contratos con el gobierno; </p></li>
<li><p>segundo, donaciones a partidos políticos y candidatos de campaña;</p></li>
<li><p>finalmente, lo que resultó ser un nuevo esquema: el desarrollo de un departamento completo de <em>marketing</em> político involucrado en las campañas regionales, brindando experiencia en comunicación política, así como en la campaña presidencial del Partido de los Trabajadores y otros partidos afiliados, a través de los cuales Lula ayudó a sus amigos en el Foro de São Paulo.</p></li>
</ul>
<h2>Discurso moderado de Lula</h2>
<p>La campaña pudo ser muy ruda, pero llega el momento de la concordia. Estar en el gobierno es otra cosa. Lula ofreció <a href="https://cnnespanol.cnn.com/video/lula-da-silva-discurso-ganador-reconstruir/">un discurso moderado y conciliatorio</a> tras conocerse la victoria. No son fascistas los 58 millones de electores que votaron por Bolsonaro, y Lula lo sabe. Está obligado a ser moderado para gobernar y evitar la polarización. Tiene un Parlamento en contra en el que está forzado a hacer alianzas con partidos de centro. </p>
<p>La democracia brasileña se fortalece al superar una complicada elección, pero como demócrata Lula desde el gobierno deberá definir su nivel de tolerancia hacia las dictaduras de Maduro y Ortega y diferenciar claramente su gobierno de izquierda democrática de las autocracias de izquierda. </p>
<p>El partido de Bolsonaro, por su parte, mantiene una importante fracción parlamentaria. La actuación de Bolsonaro en las próximas horas dirá si puede o no convertirse en líder principal de la oposición brasileña.</p>
<p>El ejercicio del poder es siempre una ventaja competitiva en la región. Controlar la economía y las instituciones, como hizo Bolsonaro en campaña y como ha hecho cualquier presidente latinoamericano aspirante a la reelección, hace las elecciones latinoamericanas desbalanceadas. </p>
<p>Es Bolsonaro el primer presidente en el poder que pierde la reelección en Brasil. Sin embargo, el triunfo de la alternancia en los más recientes procesos electorales de la subregión es una tendencia general y un signo positivo para la democracia latinoamericana. Más que girar a la izquierda, las democracias de la región están apostándole al cambio. En Brasil la democracia fue puesta a prueba con las mismas amenazas que atentan contra la democracia global: polarización, populismo, desinformación y corrupción. Sin embargo, y aún llevada al límite, la democracia brasileña aprobó el desafío.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/193565/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Carmen Beatriz Fernández no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>
Tras la enorme tempestad electoral en Brasil llegó la calma del discurso de Lula como ganador. La democracia ha triunfado en Brasil, pero es difícil prever la reacción del perdedor, Jair Bolsonaro.
Carmen Beatriz Fernández, Profesora de Comunicación Política en la UNAV, el IESA y Pforzheim, Universidad de Navarra
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2022-10-31T13:27:42Z
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La alternancia llega a Brasil, pero la derecha se consolida a pesar de todo
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/492561/original/file-20221031-16-kjkhvs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C44%2C2995%2C1949&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Luiz Inácio Lula da Silva y Jair Bolsonar durante un debate electoral.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/paulobrasil-10-16-2022-former-president-2215254027">Isaac Fontana / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>La democracia es un sistema en que el <a href="https://www.cambridge.org/core/books/democracy-and-the-market/8BB2B73D2DBB302B681B61D622F9B4BB">partido de gobierno, o simplemente el gobierno, pierde elecciones</a>. Bolsonaro ha perdido la reelección y habrá alternancia en Brasil. Finalmente ha ganado la dupla Lula-Alckmin. No ha terminado todavía el proceso, pues Lula asumirá la presidencia de la república el 1 de enero de 2023. </p>
<p>En Brasil se habla de <em>direita envergonhada</em> (derecha avergonzada) para describir un fenómeno que consiste en que élites y partidos de derecha <a href="https://www.psupress.org/books/titles/0-271-02009-1.html">rehúyen de esa etiqueta</a>, usualmente optando por afirmar que son de centro. Aun décadas después del fin de <a href="https://historiapolitica.com/dossiers/dossierbrasil/">la dictadura militar que sufrió el país (1964-1985)</a> ha persistido esa vergüenza. Es una <a href="https://www.jstor.org/stable/20488177">faceta notablemente duradera de la cultura política de la élite en Brasil</a>. O, al menos, esto ha sido así hasta las elecciones de 2018, cuando ganó Bolsonaro, y las de 2022 lo han confirmado. </p>
<p>Desde el juicio político (<em>impeachment</em>) a la presidenta Dilma Rousseff, del izquierdista Partido dos Trabalhadores (PT), en 2016, el sistema de partidos brasileño ha sufrido una <a href="https://doi.org/10.7440/colombiaint99.2019.06">reconfiguración ideológica considerable</a>. Es importante remarcar que esta reconfiguración se ha dado en el campo de la derecha, porque del lado izquierdo el PT sigue siendo la principal fuerza de izquierda, la que mejores resultados electorales tiene y mayores espacios de poder ocupa.</p>
<h2>Una derecha desacomplejada</h2>
<p>Así, ha emergido en el lado derecho del espectro político <a href="https://www.cambridge.org/core/journals/latin-american-politics-and-society/article/bolsonaro-voter-issue-positions-and-vote-choice-in-the-2018-brazilian-presidential-elections/98B69A9646D6CCB18253339E5DAE5FF5">un nuevo fenómeno</a>, una fuerza de derechas desacomplejada, abiertamente defensora de valores ultraconservadores, asociada en a las bancadas parlamentarias de las tres B: <a href="https://www.manchesterhive.com/view/9781526154019/9781526154019.xml">Biblia, bala y buey</a>. Y la B que mejor ha articulado esa nueva fuerza, hasta el punto de darle su propio ismo, ha sido <a href="https://muse.jhu.edu/article/713723">Bolsonaro</a>. </p>
<p>El tradicional partido de centro derecha, el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), se ha visto reducido a la mínima expresión. Este partido, que llegó a ocupar la presidencia con Fernando Henrique Cardoso (1995-2002) y quedó en segundo lugar en las elecciones de 2002, 2006, 2010 y 2014, en 2018, después del <em>impeachment</em> a Rousseff y el inicio de la <a href="https://revistas.uniandes.edu.co/doi/10.7440/resaop.2020.01">espiral polarizadora que vive el país</a>, obtuvo menos del 5 % de los votos, y en la primera vuelta de 2022 algo más del 4 %. El auge de Bolsonaro y el bolsonarismo han hecho desaparecer prácticamente las opciones de centro-derecha o derecha.</p>
<p>Brasil cuenta ahora con un <a href="https://www.americasquarterly.org/article/the-rise-of-congress-will-have-consequences-for-brazils-victor/">parlamento más fuerte</a> y más escorado a la derecha y con un bolsonarismo más fuerte, a pesar de todos los problemas, errores y críticas durante el mandato de Bolsonaro (2019-2022). Desde la <a href="https://www.realinstitutoelcano.org/analisis/brasil-jair-bolsonaro-y-el-covid-19/">mala gestión de la pandemia</a> hasta la <a href="https://doi.org/10.1590/1981-3821202100020003">deforestación del Amazonas</a>. </p>
<h2>La gran candidatura de Lula</h2>
<p>La campaña de Lula jugó con la opción de construir una gran candidatura a modo de frente amplio que aglutinara desde la izquierda hasta el centro-derecha y vencer en primera vuelta. A modo de ejemplo: Geraldo Alckmin, candidato a vicepresidente con Lula, ha desarrollado toda su carrera política con el PSDB desde hace más de 50 años, lo cual incluye haberse enfrentado <a href="http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0121-56122006000200008">al propio Lula en las elecciones presidenciales de 2006</a>. Antiguos rivales ahora unidos en una fórmula presidencial en 2022 para derrotar a Bolsonaro. Ese era el potente mensaje de la candidatura.</p>
<p>En cuanto a la campaña para la segunda vuelta, ha sido muy tensa, con <em>fake news</em> (desde que <a href="https://www.estadao.com.br/politica/bolsonaro-na-maconaria-lula-e-o-diabo-segundo-turno-comeca-com-ataques-ligados-a-religioes/">Lula había pactado con el diablo</a> hasta la hipótesis de una <a href="https://www.jota.info/opiniao-e-analise/analise/com-3o-turno-antecipado-bolsonaro-tenta-retomar-controle-da-pauta-da-eleicao-27102022">tercera vuelta electoral</a>), la policía siendo <a href="https://oglobo.globo.com/politica/eleicoes-2022/noticia/2022/10/diretor-geral-da-prf-posta-pedido-de-voto-em-bolsonaro-vote-22.ghtml">poco imparcial</a> en la jornada electoral y un Tribunal Superior Electoral <a href="https://www.europapress.es/internacional/noticia-plataformas-digitales-critican-exceso-poder-tse-brasil-eliminar-fake-news-20221021073651.html">bastante intervencionista</a>. </p>
<p>Todo esto no ha hecho más que poner <a href="https://theconversation.com/el-mundo-vive-una-contraola-democratica-cual-es-el-papel-de-las-elites-190723">en tensión a la democracia brasileña</a>, ya bastante <a href="https://www.v-dem.net/static/website/files/dr/dr_2021.pdf">tensionada estos últimos años</a>.
Un 6 de enero a la brasileña, en referencia al <a href="https://theconversation.com/el-asedio-al-capitolio-los-rescoldos-del-trumpismo-152910">asalto al Capitolio</a>, es una amenaza real. </p>
<p>El <a href="https://www1.folha.uol.com.br/poder/2022/10/bolsonaro-reforca-ataques-ao-tse-na-reta-final-e-pavimenta-3o-turno-em-caso-de-derrota.shtml">cuestionamiento</a> de los resultados electorales, las urnas electrónicas y hasta las previsiones de las encuestas han sido constantes desde el equipo de Bolsonaro y posiblemente continúen. </p>
<h2>El bolsonarismo, una fuerza consolidada</h2>
<p>El bolsonarismo ha mostrado mucha fuerza en estas elecciones, no solo por el 49 % de voto en segunda vuelta, sino también en el Senado, Cámara y diferentes estados. <a href="https://www.em.com.br/app/noticia/politica/2022/10/28/interna_politica,1413711/bolsonaro-para-lula-meus-ministros-foram-eleitos-os-seus-para-a-cadeia.shtml">Figuras clave del gobierno han obtenido puestos de representación</a> con muy buenos resultados. El bolsonarismo es la nueva fuerza consolidada de la derecha brasileña.</p>
<p>Independientemente del resultado, el 30 de octubre de 2022 en Brasil ya estaba destinado a ser una fecha histórica: o bien la resiliencia exitosa de Jair Bolsonaro y el bolsonarismo después de un mandato presidencial de 4 años (2019-2022) o el regreso exitoso de un político como Lula da Silva después de haber sido presidente en dos ocasiones (2003-2006, 2007-2010).</p>
<p>Desde una perspectiva comparada a nivel latinoamericano, conviene tener presente que desde 2018 ningún oficialismo ha ganado una elección a nivel nacional. Brasil confirma esta tendencia de giro a la oposición, más que de giro a la izquierda.
Así, Bolsonaro ha perdido. De hecho, es el primer presidente brasileño que pierde la reelección, pero sigue siendo la principal fuerza de la derecha brasileña, y <a href="https://theconversation.com/brasil-va-a-segunda-vuelta-con-una-pequena-distancia-entre-lula-y-bolsonaro-191405">ha obtenido más del 49 % de los votos</a> en la segunda vuelta. La tercera presidencia de Lula no lo tendrá fácil, con un parlamento más fuerte y más bolsonarista.</p>
<p>Las elecciones han dejado un país <a href="https://theconversation.com/la-division-regional-se-profundiza-en-un-brasil-enfrentado-193276">dividido en dos mitades</a>. Brasil es un claro ejemplo de las dinámicas perversas a las que puede llevar la polarización, no solo ideológica, basada en diferencias programáticas, sino también la <a href="https://theconversation.com/veinticinco-anos-de-polarizacion-afectiva-en-espana-149237">afectiva</a>, donde cada mitad del país vive de espaldas a la otra mitad, con un fuerte rechazo, por no decir odio, hacia el otro.</p>
<p>La siguiente fecha clave es el 1 de enero de 2023. Ahí comenzará un nuevo ciclo político en Brasil marcado por la consolidación electoral del bolsonarismo, el fin de la <em>direita envergonhada</em> y, sobre todo, por el regreso a la presidencia de Lula da Silva y el PT después de 7 años de gobiernos de derecha y ultraderecha.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/193486/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Asbel Bohigues no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>
Bolsonaro ha perdido la reelección, habrá alternancia y Lula ocupará por tercera vez la presidencia. Sin embargo, el bolsonarismo no pierde fuerza y se consolida como principal fuerza de la oposición
Asbel Bohigues, Profesor de Ciencia Política, Universitat de València
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2022-10-27T18:15:42Z
2022-10-27T18:15:42Z
La división regional se profundiza en un Brasil enfrentado
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/491859/original/file-20221026-4292-xtc61k.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=22%2C14%2C4891%2C3253&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Chapas de apoyo a Lula sobre una bandera de Brasil.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/rio-de-janeiro-brazil-july-24-2013826607">Shutterstock / Antonio Scorza</a></span></figcaption></figure><p>En la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, Brasil sigue muy polarizado entre Luís Inácio Lula da Silva (Partido de los Trabajadores) y Jair Bolsonaro (Partido Liberal). Las últimas encuestas indican que la brecha entre los dos candidatos se está acortando: <a href="https://theconversation.com/brasil-va-a-segunda-vuelta-con-una-pequena-distancia-entre-lula-y-bolsonaro-191405">Lula con el 49 % de las intenciones de voto y Bolsonaro con el 45 %</a>. En este escenario incierto, Brasil elegirá a su próximo presidente el 30 de octubre.</p>
<p>En la disputa por los votos, Lula, que nació en la región noreste, tiene gran parte de sus electores en esa zona del país. En la primera vuelta de las elecciones del 2 de octubre, <a href="https://noticias.uol.com.br/eleicoes/2022/10/03/nordeste-da-1-lugar-a-lula-votacao-de-bolsonaro-na-regiao-cresce-13-mi.htm">Lula obtuvo aproximadamente 22 millones de votos en esta región, casi el triple de los votos que recibió Bolsonaro, casi 9 millones</a>. </p>
<p>El noreste está compuesto por nueve estados que se encuentran entre los más pobres de Brasil y donde vive el 27 % de los votantes brasileños, siendo el segundo mayor electorado del país. En las otras cuatro regiones, los votantes se distribuyen así: <a href="https://www.tre-ma.jus.br/comunicacao/noticias/2022/Julho/brasil-tem-mais-de-156-milhoes-de-eleitoras-e-eleitores-aptos-a-votar-em-2022">el 42 % en el sureste, el 14 % en el sur, el 7 % en el centro-oeste, y el 8 % en el norte</a>.</p>
<p>Tras la divulgación de los resultados electorales de la primera vuelta, el noreste fue blanco de ataques del presidente Bolsonaro. En uno de sus directos diarios, sacó a la luz el analfabetismo para justificar su fracaso en el noreste: “<a href="https://www.latercera.com/mundo/noticia/la-disputa-de-lula-y-bolsonaro-por-el-nordeste-de-brasil-el-tradicional-bastion-electoral-del-pt/7VLIO7R5K5GRHAO6R3BLY7PJRM/">Lula ganó en 9 de los 10 estados con mayor tasa de analfabetismo. ¿Sabes cuáles son los estados? En nuestro noreste</a>”. Así inició el candidato Bolsonaro su segunda vuelta a la presidencia.</p>
<h2>División territorial entre los votantes</h2>
<p>Desde 2014, los estados del noreste tienen una preferencia distinta del resto de los estados brasileños en la elección de candidatos presidenciales. La mayoría de los nordestinos, como es llamada en Brasil la población de esa zona, ha apoyado sucesivamente a los candidatos del Partido de los Trabajadores (PT): la expresidenta <a href="https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/13597566.2015.1060964">Dilma Rousseff en 2014</a>, el exalcalde de São Paulo <a href="https://g1.globo.com/politica/eleicoes/2022/eleicao-em-numeros/noticia/2022/10/03/lula-tem-256-milhoes-de-votos-a-mais-que-haddad-em-2018-bolsonaro-ganha-17-milhao-de-votos.ghtml">Fernando Haddad en 2018</a> y el expresidente Lula en la primera vuelta de 2022.</p>
<p>En las elecciones de 2018 y 2022, cuando Bolsonaro era el opositor del PT, los candidatos de ese partido a la presidencia obtuvieron más del 60 % de los votos en todos los estados del noreste. En la primera vuelta de las elecciones de este año, Lula mantuvo una amplia ventaja en la región, recibiendo el <a href="https://www.cnnbrasil.com.br/politica/lula-ganha-em-14-estados-e-bolsonaro-em-12-e-no-df-veja-lista/">68 % del total de votos frente al 26 % de Bolsonaro</a>. En el estado de Piauí Lula obtuvo su mayor ventaja en número de votos en todo el país con el 74 % del total, mientras que Bolsonaro logró solo el 19 %.</p>
<p>El porcentaje de votantes totales de Bolsonaro creció al comparar la primera vuelta de 2018 y 2022. Sin embargo, ese crecimiento fue tímido en el noreste. En la región, el estado donde Bolsonaro obtuvo más votos fue Alagoas, que le otorgó el 36 % de los votos, detrás de Lula, que alcanzó el 56 %s.</p>
<p>Con un claro rechazo a Bolsonaro en el noreste, el candidato y sus seguidores profieren todo tipo de insultos racistas y xenófobos contra la población de la región.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/491721/original/file-20221025-23-811voc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/491721/original/file-20221025-23-811voc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/491721/original/file-20221025-23-811voc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=253&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/491721/original/file-20221025-23-811voc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=253&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/491721/original/file-20221025-23-811voc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=253&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/491721/original/file-20221025-23-811voc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=318&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/491721/original/file-20221025-23-811voc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=318&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/491721/original/file-20221025-23-811voc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=318&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Resultados Votación por región.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Tribunal Superior Electoral de Brasil</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Analfabetismo, política pública y voto</h2>
<p>El intento de Bolsonaro de culpabilizar al analfabetismo de su alto rechazo se deriva del estigma asociado al bajo grado de desarrollo socioeconómico del noreste de Brasil.</p>
<p>Es correcta la información de Bolsonaro sobre el alto grado de analfabetismo en los estados que más votaron por Lula. En el noreste, el analfabetismo afecta al <a href="https://agenciabrasil.ebc.com.br/es/educacao/noticia/2020-07/brasil-baja-analfabetismo-pero-11-millones-no-saben-leer-ni-escribir">13 % de la población, muy por encima de la media brasileña del 6 %</a>. Sin embargo, contrariamente a lo que dijo Bolsonaro, la baja alfabetización en la región no fue causada por gobiernos de izquierda y por sí solo no produce automáticamente votos para Lula.</p>
<p>La marcada distinción del voto nordestino del resto del país no está relacionada con la existencia de provincianismo y clientelismo en el noreste. Por el contrario, los votantes de la región demuestran que votan por políticas públicas transformadoras. La amplia preferencia regional por Lula está relacionada con <a href="https://valor.globo.com/politica/eleicoes-2022/noticia/2022/10/13/o-que-lula-e-bolsonaro-fizeram-pelo-nordeste-veja-o-que-dizem-as-campanhas.ghtml">el impacto positivo en la región de los gobiernos de Lula</a>.</p>
<p>Entre 2000 y 2010, el <a href="https://cognatis.com.br/norte-e-nordeste-concentram-os-municipios-com-menor-idh-do-pais/">Índice de Desarrollo Humano de la región</a> fue el que más aumentó entre las regiones brasileñas. <a href="https://agenciadenoticias.ibge.gov.br/agencia-noticias/2012-agencia-de-noticias/noticias/25882-extrema-pobreza-atinge-13-5-milhoes-de-pessoas-e-chega-ao-maior-nivel-em-7-anos">El número de nordestinos en situación de pobreza se redujo</a> de 21,4 millones a 9,6 millones entre 2002 y 2012. En el mismo periodo, la renta media de la población del noreste fue la que más aumentó en el país. La <a href="https://exame.com/revista-exame/o-nordeste-quer-mais/">economía del noreste creció casi un 1 % por encima del promedio nacional entre 2003 y 2013</a>, y en cuatro años (2008-2012) se triplicaron las inversiones federales en infraestructura en la región.</p>
<p>Tales avances cambiaron la preferencia electoral en el noreste. Este cambio debe ser bienvenido en el federalismo brasileño, donde las diferencias territoriales están asentadas.</p>
<h2>El papel del noreste en la recta final de las elecciones</h2>
<p>Las encuestas en la región sugieren que Lula mantiene una amplia ventaja en el <a href="https://br.noticias.yahoo.com/lula-sustenta-votos-no-nordeste-121900610.html">noreste con el 67 % de intención de votos contra el 28 % de Bolsonaro</a>.</p>
<p>Para potencializar todavía más su apoyo, <a href="https://valor.globo.com/politica/eleicoes-2022/noticia/2022/10/10/lula-visita-nordeste-em-investida-para-ampliar-vantagem-na-regio.ghtml">Lula recorrió varias capitales de la región en las últimas semanas</a>, arrastrando multitudes. En sus discursos en esas capitales, Lula se refirió a los discursos de Bolsonaro contra la región y en Recife animó a los votantes a acudir a las urnas el 30 de octubre, diciendo: “<a href="https://www.europapress.es/internacional/noticia-lula-apela-voto-quienes-bolsonaro-llamo-analfabetos-cuestion-honor-20221014190124.html">El voto del noreste es una cuestión de honor</a>”.</p>
<p>Bolsonaro, que lidera la intención de voto en todas las demás regiones de Brasil, en la recta final centró su campaña en estados como <a href="https://oantagonista.uol.com.br/brasil/bolsonaro-prioriza-bahia-rio-de-janeiro-e-minas-na-ultima-semana-de-campanha/">São Paulo y Río de Janeiro</a> para intentar aumentar su pequeña ventaja sobre Lula. La <a href="https://www.correiobraziliense.com.br/politica/2022/10/5045051-bolsonaro-volta-a-minas-gerais-e-reforca-palanque-no-interior.html">campaña de Bolsonaro también conquista votos en Minas Gerais</a>, el segundo colegio electoral más grande de Brasil, donde Lula ganó en la primera vuelta.</p>
<p>La tríada “elección-federalismo-noreste” preocupa a Bolsonaro porque constituye un pilar importante de la democracia brasileña. El actual presidente intensifica las crecientes disputas fratricidas cuando critica los votos del noreste, que fue parte de la génesis del estado-nación brasileño. Para disgusto de Bolsonaro, el voto del noreste volverá a mostrar su peso y singularidad cuando Brasil elija a su próximo presidente.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/193276/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Helder do Vale no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>
La recta final de las elecciones en Brasil viene marcada por el protagonismo de la región nordestina como cuna del voto a Lula mientras que Bolsonaro culpa de ello al analfabetismo.
Helder do Vale, Professor, Universidade Federal da Bahia (UFBA)
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2022-10-26T16:54:04Z
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Si Minas Gerais se confirma como ‘el Ohio’ de Brasil, Lula será presidente
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/491736/original/file-20221025-4775-mccn30.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=4%2C4%2C2991%2C1989&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Los candidatos a la presidencia de Brasil, Lula y Bolsonaro, durante el debate electoral del 16 de octubre.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/paulobrasil-10-16-2022-former-president-2215254123">Shutterstock / Isaac Fontana</a></span></figcaption></figure><p>“Las elecciones mas crispadas de la historia”. Esta frase y similares han sido utilizadas por varios medios de comunicación en la apertura de coloquios y <a href="https://www.swissinfo.ch/spa/brasil-elecciones_casos-de-violencia-pol%C3%ADtica-sacuden-la-recta-final-de-la-campa%C3%B1a-en-brasil/47938036">en portadas</a>.</p>
<p><a href="https://www.lavoz.com.ar/mundo/brasil-la-crispacion-marca-una-de-las-elecciones-mas-polarizadas-de-su-historia/">La crispación aumentó desde el arranque de la campaña electoral a mediados de agosto</a>. Además, el pasado 2 de octubre, en la celebración de <a href="https://theconversation.com/brasil-va-a-segunda-vuelta-con-una-pequena-distancia-entre-lula-y-bolsonaro-191405">la primera vuelta de las elecciones presidenciales</a>, Bolsonaro rompió con todos los pronósticos y obtuvo un 43,20 % del voto emitido, lo que supuso una diferencia positiva con lo pronosticado de 2,2 a 12,20 puntos porcentuales dependiendo de la encuesta. </p>
<p>Es aquí donde hay que tomar en cuenta a los llamados <a href="https://www.researchgate.net/publication/30933642_Are_There_Bellwether_Electoral_Districts">territorios <em>bellwethers</em></a>, estas provincias o regiones que, por la composición de su población, reflejan las tendencias políticas nacionales a escala local (como los famosos casos de <a href="https://www.realinstitutoelcano.org/eeuu-2016-dejara-de-ser-ohio-aragon-americano/">Ohio en Estados Unidos y de Aragón en España</a>) y que pueden servir para predecir al ganador en la noche electoral.</p>
<p>Para poder predecir el resultado de unas elecciones, los politólogos pueden recurrir al uso de encuestas, pero también a los territorios <em>bellwethers</em>. En ciencia política <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4717844">se definen</a> como ciudades, provincias o regiones que marcan, dirigen la tendencia nacional o son una copia casi exacta del resultado nacional. Los <em>bellwethers</em> pueden ser una herramienta para predecir el ganador de una elección estatal.</p>
<h2>Los territorios <em>bellwethers</em> en Brasil</h2>
<p>Según <a href="https://psycnet.apa.org/record/1975-31648-001">Tufte y Sun</a> (1975), los <em>bellwethers</em> se dividen en dos principales categorías: los distritos barométricos, que predicen la proporción de voto nacional recibida por el ganador, y los distritos <em>swingométricos</em>, que detectan los cambios u oscilaciones en la proporción de votos de una elección a otra. Estos dos métodos permiten medir las desviaciones en las regiones sobre la media nacional y, por supuesto, el número de veces que las regiones aciertan <em>a posteriori</em> en el voto al ganador de las elecciones.</p>
<p>En el siguiente gráfico, podemos apreciar los 27 estados federados brasileños y su porcentaje de acierto desde las elecciones presidenciales de 1989. Hemos seleccionado las elecciones presidenciales de 1989 como punto de partida por ser el momento posterior a la incorporación de Tocantins como último estado federado. De este modo todos los estados compiten por igual.</p>
<p>Atendiendo al gráfico que sigue a este párrafo, en color azul se encuentran las regiones que solo han errado una vez de las quince votaciones –incluyendo primera y segunda vuelta (los estados de Tocantins y Amapá)–. Por otro lado, en color rojo aparecen los estados que no han fallado nunca a la hora de votar al ganador de las elecciones presidenciales (los estados de Amazonas y Minas Gerais).</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/490952/original/file-20221020-26-l76626.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/490952/original/file-20221020-26-l76626.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=439&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/490952/original/file-20221020-26-l76626.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=439&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/490952/original/file-20221020-26-l76626.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=439&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/490952/original/file-20221020-26-l76626.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=551&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/490952/original/file-20221020-26-l76626.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=551&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/490952/original/file-20221020-26-l76626.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=551&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Gráfico sobre el porcentaje de acierto de los estados brasileños 1989-2022. Fuente: elaboración propia.</span>
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</figure>
<p>Se supone que los distritos barométricos pueden predecir con precisión la proporción nacional de votos recibida por el ganador. </p>
<p>La siguiente gráfica recoge las diferencias de los estados con mejor porcentaje de acierto con respecto a la media nacional. Observamos como la línea de color verde (Minas Gerais) es la más próxima a la línea negra (media de Brasil) y, por ende, la que más se asemeja al resultado nacional. Como dato relevante de la primera vuelta de 2022, el voto recibido por Lula Da Silva en Minas Gerais estuvo 0,14 puntos por debajo de la media nacional. </p>
<p>En cuanto a la línea morada (Amazonas) ha sido la que más diferencia ha tenido con la media nacional. 2006 acumuló una diferencia de 27,75 puntos. En lo que respecta a las líneas amarilla (Amapá) y roja (Tocantins), sus recorridos han fluctuado en vaivenes con diferencias notables por encima o por debajo de la media nacional. En la primera ronda de 2022 ambos estados se situaron a 2,76 puntos de la media, en el caso de Amapá, y 1,97 puntos en el caso de Tocantins.</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/490954/original/file-20221020-1694-taqxax.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/490954/original/file-20221020-1694-taqxax.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=573&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/490954/original/file-20221020-1694-taqxax.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=573&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/490954/original/file-20221020-1694-taqxax.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=573&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/490954/original/file-20221020-1694-taqxax.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=719&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/490954/original/file-20221020-1694-taqxax.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=719&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/490954/original/file-20221020-1694-taqxax.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=719&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Gráfico sobre análisis barométrico (1989-2022 en porcentajes). Fuente: elaboración propia.</span>
</figcaption>
</figure>
<p>Centrándonos nuevamente en la dicotomía de Tufte y Sun, los distritos <em>swingométricos</em> siguen con precisión los cambios o las oscilaciones en la proporción nacional de votos de unas elecciones a otras.</p>
<p>En la siguiente tabla hemos recogido las diferencias entre el porcentaje de voto en segunda ronda menos el porcentaje de voto primera ronda. De este modo, hemos seleccionado los años electorales en los que ha habido <em>ballotage</em> o segunda vuelta, eliminando aquellos años, 1994, 1998 y 2022, en los que no hubo doble vuelta. Los primeros resultados demuestran que las menores diferencias en las medias se presentan entre Minas Gerais, Amazonas y Tocantins: 0,07 puntos, 0,36 puntos y 2,06 puntos respectivamente.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/490956/original/file-20221020-16-zgqb0o.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/490956/original/file-20221020-16-zgqb0o.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=261&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/490956/original/file-20221020-16-zgqb0o.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=261&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/490956/original/file-20221020-16-zgqb0o.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=261&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/490956/original/file-20221020-16-zgqb0o.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=328&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/490956/original/file-20221020-16-zgqb0o.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=328&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/490956/original/file-20221020-16-zgqb0o.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=328&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Diferencias entre las variaciones entre las primeras y segundas vueltas en porcentajes. 1989-2018. Fuente: elaboración propia con datos del Tribunal Superior Eleitoral.</span>
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</figure>
<p>En el siguiente gráfico hemos recogido las fluctuaciones de porcentaje de voto entre los estados más competitivos como indicadores <em>swingométricos</em> (Amazonas, Tocantins y Minas Gerais). Podemos apreciar en un principio que Minas Gerais es el estado que puede asemejarse a las definiciones de Tufte y Sun para el indicador swingométrico.</p>
<p>El estado de Minas Gerais ha evolucionado con una tendencia muy cercana al resultado nacional. En las elecciones a doble vuelta vemos que las diferencias de voto de unas elecciones a otras oscilan entre los 3,16 puntos a los 0,80 puntos. Por lo cual podemos predecir que el resultado federal será muy parecido a lo que ocurra en este estado del sudeste de Brasil.</p>
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<span class="caption">Gráfico sobre indicadores swingométricos (1989-2022 en porcentajes) Fuente: elaboración propia.</span>
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<h2>¿Qué pronosticaban las encuestas en Minas Gerais?</h2>
<p>El resultado oficial de porcentaje de voto en este estado fue de 48,29 % del voto para Lula Da Silva y 43,60 % para Jair Bolsonaro. La diferencia real de Minas Gerais con el resultado nacional fue de 0,11 puntos en el caso de Lula y 0,40 en el caso de Bolsonaro. </p>
<p>Si observamos los sondeos oficiales, el centro demoscópico que más se acercó a los resultados reales en Minas Gerais fue <em>AtlasIntel</em>. Su último sondeo del 27 de septiembre para la primera vuelta se desvió 0,01 puntos del resultado oficial de Lula y 2,2 puntos del resultado real de Bolsonaro. Por lo tanto, podemos decir que no todos los centros demoscópicos erraron en sus estimaciones. </p>
<p>Para la segunda vuelta, la última encuesta registrada el 12 de octubre de 2022 por <em>AtlasIntel</em> otorga 51,1 % del voto a Lula y 46,5 % a Bolsonaro, 4,6 puntos porcentuales de diferencia. Esa diferencia estaría dentro de nuestras estimaciones.</p>
<h2>Resultado para el 30 de octubre</h2>
<p>Este estudio tiene como objetivo dar a conocer el concepto de <em>bellwether</em> como mecanismo de predicción electoral. En este caso, Brasil tiene cuatro estados federales con buenos indicadores de aciertos a ganadores electorales a nivel federal. </p>
<p>La realidad del análisis es que Minas Gerais es el único estado que puede predecir con exactitud, siempre dentro de los márgenes de error estándar, al ganador de la noche electoral. Si nuestra aportación es cierta y es validada con las encuestas preelectorales se puede esperar que el ganador en Minas Gerais lo sea también a nivel federal. </p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/490958/original/file-20221020-13158-xx0xn9.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/490958/original/file-20221020-13158-xx0xn9.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=314&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/490958/original/file-20221020-13158-xx0xn9.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=314&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/490958/original/file-20221020-13158-xx0xn9.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=314&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/490958/original/file-20221020-13158-xx0xn9.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=395&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/490958/original/file-20221020-13158-xx0xn9.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=395&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/490958/original/file-20221020-13158-xx0xn9.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=395&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Gráfico con estimaciones para la segunda vuelta. En porcentajes. Fuente: elaboración propia.</span>
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</figure>
<p>Nuestras estimaciones reflejan que la segunda vuelta será reñida. Estimamos que Lula será el ganador de las elecciones presidenciales. La diferencia entre Lula y Bolsonaro fluctuará entre 1,6 puntos como mínimo y 6,4 puntos como máximo. Todo ello hace presagiar una victoria ajustada de Lula durante la segunda vuelta. Será la ocasión para verificar la robustez del uso de <em>bellwethers</em> en materia de predicciones electorales y corroborar que nuestras estimaciones son correctas.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/192982/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Francisco Javier Ramirez Leiva no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>
El resultado aproximado de unas elecciones se puede predecir con encuestas y a través de los territorios ‘bellwethers’, que son zonas que marcan la tendencia del resultado nacional. En el caso de Brasil, Minas Gerais podría tener la palabra. Y el pronóstico da a Lula como vencedor.
Francisco Javier Ramirez Leiva, Assistant researcher, Universidad Pablo de Olavide
Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.
tag:theconversation.com,2011:article/191404
2022-09-29T20:27:10Z
2022-09-29T20:27:10Z
Las claves del renacimiento de Lula en las elecciones de Brasil
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/487115/original/file-20220928-22-gz2ihl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C401%2C5463%2C3235&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">El expresidente y candidato a la presidencia de Brasil, Luíz Inácio Lula da Silva, durante un acto electoral en São Paulo el 22 de septiembre de 2022. </span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/paulo-brazil-september-24-2022-former-2206690681">Shutterstock / Wagner Vilas</a></span></figcaption></figure><p>Este domingo 2 de octubre Brasil acude a las urnas para elegir a su nuevo presidente. Lo que está en juego es la supervivencia de la democracia brasileña frente a los ensueños autoritarios de Jair Bolsonaro (Partido Liberal) en su apuesta por la reelección.</p>
<p>Bolsonaro aparece en segundo lugar en las encuestas, <a href="https://www.cnnbrasil.com.br/politica/pesquisa-datafolha-para-presidente-lula-tem-47-e-bolsonaro-33/">con el 33 % de intención de voto</a>, detrás del expresidente Luíz Inácio Lula da Silva (Partido de los Trabajadores), quien las lidera con el 47 %. Si los pronósticos de las encuestas se confirman en las urnas, Lula podrá alcanzar la mayoría de los votos válidos, hecho que lo elegiría sin la necesidad de una segunda vuelta.</p>
<h2>El descrédito de Bolsonaro</h2>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/487104/original/file-20220928-14-1e5ij5.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/487104/original/file-20220928-14-1e5ij5.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/487104/original/file-20220928-14-1e5ij5.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=795&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/487104/original/file-20220928-14-1e5ij5.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=795&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/487104/original/file-20220928-14-1e5ij5.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=795&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/487104/original/file-20220928-14-1e5ij5.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1000&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/487104/original/file-20220928-14-1e5ij5.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1000&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/487104/original/file-20220928-14-1e5ij5.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1000&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">El presidente de Brasil y candidato a la reelección, Jair Bolsonaro, durante los actos conmemorativos de la independencia de Brasil el 7 de septiembre de 2022.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:2022-09-07_Desfile_C%C3%ADvico-Militar_por_ocasi%C3%A3o_das_Comemora%C3%A7%C3%B5es_do_Bicenten%C3%A1rio_da_Independ%C3%AAncia_do_Brasil_-_52341366768_(cropped).jpg">Wikimedia Commons / Alan Santos / Palacio de Planalto</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
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<p>Ante la creciente dificultad para ser reelegido, Bolsonaro utiliza su mente autocrática para pervertir el juego democrático. En una muestra de abuso de poder, Bolsonaro usó las celebraciones del bicentenario de la independencia de Brasil, el pasado 7 de septiembre, para hacer campaña política.</p>
<p>En dichas celebraciones en Brasilia, y en presencia de los presidentes de Portugal, Cabo Verde y Guinea Bissau, Bolsonaro ignoró el bicentenario e impuso su discurso. <a href="https://es-us.noticias.yahoo.com/soy-potente-bolsonaro-comparar-primeras-155321357.html">Este</a> exaltó ficticios logros de su gobierno, comparó a su pareja con las esposas de sus contrincantes, aconsejó a sus votantes varones buscar una “princesa” y, refiriéndose a sí mismo, creó un neologismo sexual vulgar, “imbrochável” (algo como “soy potente” / “empalmable”), para aludir a su rendimiento sexual.</p>
<p>El polémico secuestro del festejo tuvo el efecto contrario al esperado por Bolsonaro: <a href="https://www.terra.com.br/noticias/brasil/para-65-bolsonaro-usou-sete-de-setembro-como-palanque,674c35759551874fdabc024c775cc12d0gee52hw.html">dos de cada tres brasileños</a> creen que el presidente manipuló las celebraciones para su propio beneficio.</p>
<p>Aún con los reproches de los brasileños a su forma de hacer campaña, <a href="https://www.france24.com/es/minuto-a-minuto/20220918-bolsonaro-improvisa-un-mitin-electoral-en-un-londres-de-luto-por-isabel-ii">en su reciente visita a Londres para el entierro de la reina Isabel II</a>, desde el balcón de la embajada brasileña rompió el contexto de luto y se dirigió en tono festivo a sus seguidores concentrados frente a la representación diplomática. Como de costumbre, en su discurso atacó a sus opositores políticos y desacreditó los resultados de las encuestas.</p>
<p>Ante la insistencia de Bolsonaro en movilizar la calle para exhibir fuerza, los brasileños manifiestan gran preocupación por el uso de la violencia política. <a href="https://www.swissinfo.ch/spa/brasil-elecciones_el-67-5---de-los-brasile%C3%B1os-teme-ser-agredido-por-su-posici%C3%B3n-pol%C3%ADtica/47903474">El 67,5 % de los brasileños tienen miedo de sufrir alguna agresión</a> el día de las elecciones. Este miedo impactará en la abstención de los votantes, toda vez que <a href="https://www1.folha.uol.com.br/poder/2022/09/datafolha-9-admitem-deixar-de-votar-por-medo-de-violencia-politica.shtml">el 9 % considera no votar ese día</a> por temor a la violencia.</p>
<h2>Probable fracaso</h2>
<p>Con un probable fracaso electoral, la única estrategia que le queda a Bolsonaro es la propagación del miedo. Aumentó el gasto social en los últimos meses y atenuó su discurso misógino. Aun así, no ha logrado mayor apoyo entre la población más pobre –(53 % del total de los votantes)– ni entre las mujeres –52,6 % del total de los votantes–. <a href="https://noticias.uol.com.br/colunas/josias-de-souza/2022/09/10/pobres-e-mulheres-blindam-lula-jovens-e-classe-media-empurram-bolsonaro.htm">En estos dos segmentos, Lula tiene la mayoría de sus votantes</a>.</p>
<p>Siguiendo el guión de Donald Trump, la deslegitimación de las instituciones electorales también forma parte de su estrategia: en el último año, sin presentar pruebas, <a href="https://www.nytimes.com/es/2021/08/12/espanol/bolsonaro-voto-brasil.html">atacó el sistema de votación brasileño</a>, indicando que las urnas electrónicas y el conteo de votos no son fiables. Con la perspectiva de la derrota en las urnas y su creencia de que <a href="https://www.swissinfo.ch/spa/brasil-bolsonaro_bolsonaro-dice-que--s%C3%B3lo-dios--lo-saca-de-la-presidencia-de-brasil/46538584">“solo Dios” le quita de la presidencia</a>, es probable que sus despropósitos continúen.</p>
<p>Bolsonaro sufre un gran desprestigio entre los brasileños. Lo cierto, y tal como indican las encuestas, es que Bolsonaro tiene tres problemas. Primero, <a href="https://www1.folha.uol.com.br/poder/2022/09/datafolha-50-afirmam-nunca-confiar-em-nada-do-que-diz-bolsonaro.shtml">el 50 % de los votantes sostiene</a> que nunca cree en lo que dice el presidente. Segundo, el índice de <a href="https://g1.globo.com/politica/eleicoes/2022/pesquisa-eleitoral/noticia/2022/09/22/datafolha-52percent-dizem-nao-votar-em-bolsonaro-de-jeito-nenhum-lula-e-rejeitado-por-39percent.ghtml">rechazo que padece Bolsonaro es del 52 % del electorado</a>. Tercero, <a href="https://g1.globo.com/politica/eleicoes/2022/pesquisa-eleitoral/noticia/2022/09/15/datafolha-44percent-reprovam-governo-bolsonaro-aprovacao-e-de-30percent.ghtml">el 44 % considera a su gobierno “malo” o “muy malo”</a>.</p>
<h2>La fuerza de Lula</h2>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/487112/original/file-20220928-12-vl1a6f.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/487112/original/file-20220928-12-vl1a6f.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/487112/original/file-20220928-12-vl1a6f.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=865&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/487112/original/file-20220928-12-vl1a6f.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=865&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/487112/original/file-20220928-12-vl1a6f.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=865&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/487112/original/file-20220928-12-vl1a6f.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1088&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/487112/original/file-20220928-12-vl1a6f.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1088&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/487112/original/file-20220928-12-vl1a6f.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1088&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Luíz Inácio Lula da Silva en 2007, siendo presidente de Brasil.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Lula_-_foto_oficial_-_05_jan_2007_(cropped_3).jpg">Wikimedia Commons / Ricardo Stuckert / Presidência da República.</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
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<p>La confortable ventaja de Lula en las encuestas no se debe apenas a la imagen negativa de Bolsonaro. El discurso más moderado de Lula ayuda al expresidente a ampliar su número de adeptos y él capta el apoyo de políticos de distintas orientaciones ideológicas. En este contexto, Lula lidera la creación de lo que parece ser una amplia coalición contra Bolsonaro y emerge como el nuevo líder de lo que se llama la “tercera vía” brasileña.</p>
<p>Pese el liderazgo de Lula en las encuestas, el expresidente tiene un elevado índice de rechazo entre los votantes que ganan más de dos salarios mínimos. Mientras <a href="https://oglobo.globo.com/blogs/pulso/post/2022/09/datafolha-maioria-rejeita-bolsonaro-e-39percent-se-negam-a-votar-em-lula.ghtml">el índice de rechazo total del expresidente es del 39 %</a>, este rechazo alcanza el 41 % entre los votantes que ganan entre dos y cinco salarios mínimos y crece conforme aumenta la renta del votante.</p>
<p>Aprovechándose de esta debilidad del expresidente, Bolsonaro explota en su campaña el escándalo de corrupción en que Lula se ha visto involucrado desde 2014. Este esquema de corrupción fue destapado por un grupo anticorrupción de la fiscalía conocido como “Operación Lava Jato” y <a href="https://www.nytimes.com/es/2018/04/04/espanol/america-latina/lula-tribunal-brasil-carcel.html">llevó Lula a la cárcel en 2018</a>, hecho que impidió su candidatura en las elecciones presidenciales hace cuatro años. En 2021 la Suprema Corte consideró los juicios contra Lula inválidos <a href="https://www1.folha.uol.com.br/internacional/es/brasil/2021/03/magistrado-del-supremo-anula-las-condenas-de-lula-en-el-marco-de-la-operacion-lava-jato.shtml">llevando a la anulación de sus condenas</a>.</p>
<p>El encarcelamiento de Lula todavía está presente en la memoria de los brasileños. Sin embargo, Bolsonaro también está asociado a la corrupción: <a href="https://fusernews.com/brasilenos-considera-corrupto-gobierno-bolsonaro/">el 69 % del electorado</a> cree que hubo corrupción en su gobierno. Además, a diferencia de Bolsonaro, Lula ha logrado consolidar una imagen positiva en parte del electorado. La actual motivación conciliadora de Lula, su capacidad histórica de tejer acuerdos políticos y el alto índice de aprobación de sus gobiernos (2003-2011) impulsan la campaña del izquierdista.</p>
<p>Lula entra en la recta final de la campaña con el objetivo de disminuir la abstención electoral para obtener más del 50 % de los votos válidos y ganar las elecciones en la primera vuelta. También con este propósito, <a href="https://www.lanacion.com.ar/el-mundo/lula-da-silva-apuesta-al-voto-util-y-jair-bolsonaro-por-aumentar-el-rechazo-a-su-rival-nid18092022/">Lula intenta ganar el “voto útil” del electorado</a> que prefiere a otros candidatos con pocas posibilidades de victoria pero se inclina a cambiar de candidato para finalizar las elecciones en la primera vuelta. </p>
<p>Algunas encuestas indican que <a href="https://www.estadao.com.br/politica/ipec-indica-migracao-para-voto-util-adicional-em-lula-leia-analise/">Lula empieza a atraer el “voto útil” de adeptos de Ciro Gomes</a> (Partido Democrático Laborista), un exministro de Economía que empezó su campaña autodenominándose representante de la “tercera vía”.</p>
<h2>El deseo de un nuevo horizonte político</h2>
<p>El optimismo de cara al futuro está claramente asociado al éxito político de Lula: <a href="https://g1.globo.com/politica/eleicoes/2022/pesquisa-eleitoral/noticia/2022/09/24/datafolha-43percent-acreditam-que-a-vida-vai-melhorar-com-lula-21percent-veem-melhora-com-novo-governo-bolsonaro.ghtml">el 44 % de los brasileños considera que sus vidas cambiarán a mejor</a> bajo un gobierno Lula, frente al 21 % que acredita que sus vidas mejorarán en el caso de que Bolosonaro siga como presidente.</p>
<p>La incapacidad del actual presidente de evitar el triunfo electoral de Lula revela la decadencia del bolsonarismo. Las insuficientes políticas sociales, el mal manejo de la pandemia de la covid-19, la falta de transparencia en la gestión pública y la erosión de instituciones democráticas durante el gobierno de Bolsonaro han despertado un nuevo deseo de cambio entre los brasileños.</p>
<p>Aunque el actual contexto de violencia política siembre dudas sobre cuál será la reacción de Bolsonaro a su fracaso electoral, la voz mayoritaria de las urnas y las perspectivas de un futuro más optimista para Brasil prevalecerán.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/191404/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Helder do Vale no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>
A pesar de que el actual contexto de violencia política siembre dudas sobre cuál será la reacción de Bolsonaro a su fracaso electoral, lo que está claro es que Lula ha renacido con su discurso moderado y el 44 % de los brasileños cree que sus vidas cambiarán a mejor con él.
Helder do Vale, Professor, Universidade Federal da Bahia (UFBA)
Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.
tag:theconversation.com,2011:article/172837
2021-12-01T06:24:31Z
2021-12-01T06:24:31Z
La minería amenaza a los pueblos indígenas aislados en la Amazonía brasileña
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/434826/original/file-20211130-16-mcjf0o.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C3%2C1067%2C793&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Miembros de una tribu aislada en Brasil.</span> <span class="attribution"><span class="source">© Gleison Miranda / FUNAI / Survival</span></span></figcaption></figure><p>Las tierras indígenas de la <a href="https://theconversation.com/es/topics/amazonia-59012">Amazonía</a> brasileña son el hogar del mayor número de pueblos indígenas aislados del mundo. También albergan una de las mayores reservas minerales del planeta aún sin explotar. Por ello han estado en el punto de mira de los intereses de desarrollo durante décadas. </p>
<p>El actual presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, pretende permitir la explotación de sus recursos minerales a través de un proyecto de ley (<a href="https://www.camara.leg.br/proposicoesWeb/fichadetramitacao?idProposicao=2236765">PL191/2020</a>) que <a href="https://doi.org/10.1525/elementa.427">pone en peligro a los bosques y las sociedades únicas que protegen</a>.</p>
<p>Si bien la minería aún no está permitida en las tierras indígenas, <a href="https://doi.org/10.1017/S0376892917000376">las compañías mineras llevan años solicitando permisos para explotarlas</a>. Actualmente existen <a href="https://doi.org/10.1016/j.gloenvcha.2021.102398">3 600 proyectos en tierras indígenas en las que viven grupos aislados</a>. Estos ocupan más de 10 millones de hectáreas, una extensión comparable a la de Islandia. Además, la Agencia Nacional de Minería de Brasil trata de atraer más inversores, y es esperable que el interés aumente con la aprobación del PL191/2020. </p>
<p>Desafortunadamente, las áreas ricas en minerales están ubicadas justamente en las zonas más remotas, donde los pueblos indígenas se han mantenido aislados. Así, existen <a href="https://doi.org/10.1016/j.gloenvcha.2021.102398">más proyectos de minería en tierras indígenas con grupos aislados</a> que en las que no los tienen.</p>
<h2>Grupos aislados muy amenazados</h2>
<p>De aprobarse el proyecto de ley PL191/2020, las operaciones mineras afectarán a <a href="https://doi.org/10.1016/j.gloenvcha.2021.102398">25 tierras indígenas que albergan a 43 grupos aislados</a>, según revelamos en un estudio recién publicado. La situación es especialmente preocupante para 21 grupos, cuyas tierras concentran la mayoría de los proyectos. </p>
<p>En algunos casos, la minería dejaría poco espacio para salvaguardar los derechos indígenas. Por ejemplo, en las tierras indígenas Xikrin do Rio Catete y Baú, los proyectos de minería ocupan alrededor del 80 % del territorio. Estas cifras podrían alcanzarse sin problema, ya que el proyecto de ley no prevé ningún límite.</p>
<p>La situación es crítica en la tierra indígena Yanomami, un vasto territorio que protege a siete grupos aislados en la frontera con Venezuela. Allí, las solicitudes de minería ocupan 3,3 millones de hectáreas, una extensión equivalente a la de Cataluña. Su impacto se sumaría a la <a href="https://news.mongabay.com/2020/11/the-amazons-yanomami-utterly-abandoned-by-brazilian-authorities-report/">invasión masiva de mineros ilegales de oro</a> que afronta el territorio y que está provocando cientos de <a href="https://doi.org/10.1126/science.abc0073">muertes indígenas como consecuencia de la propagación del COVID-19</a>.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/434842/original/file-20211130-28-iioxf.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/434842/original/file-20211130-28-iioxf.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/434842/original/file-20211130-28-iioxf.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=1000&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/434842/original/file-20211130-28-iioxf.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=1000&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/434842/original/file-20211130-28-iioxf.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=1000&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/434842/original/file-20211130-28-iioxf.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1257&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/434842/original/file-20211130-28-iioxf.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1257&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/434842/original/file-20211130-28-iioxf.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1257&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Mapa de las tierras indígenas de la Amazonía brasileña. Los colores indican el número de grupos indígenas aislados (arriba, azul) y el número de solicitudes de minería (abajo, rojo) registrados en cada una de ellas.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Modificado de Villén-Pérez et al. (2021)</span></span>
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<h2>¿Cómo afecta la minería a los pueblos indígenas?</h2>
<p>La minería afecta a los pueblos indígenas aislados de varias formas. </p>
<p>La deforestación ocasionada por la minería reduce el territorio utilizable por estos grupos y aumenta las posibilidades de contacto no deseado. A veces se argumenta que la minería tiene un efecto muy localizado y por tanto irrelevante. Sin embargo, el desarrollo generado alrededor de un proyecto de minería provoca un gran impacto ambiental. De hecho, el <a href="https://doi.org/10.1038/s41467-017-00557-w">9 % de la deforestación en Amazonas se debe a la minería</a> directa o indirectamente. </p>
<p>Por otro lado, la contaminación de los ríos provocada por la minería es uno de los mayores problemas ambientales y de salud de la Amazonía. Como resultado de la extracción intensiva de oro, sus pobladores se encuentran entre los más expuestos al mercurio del mundo. Los graves problemas de salud derivados del mercurio deben afectar de igual forma a los indígenas aislados.</p>
<p>Finalmente, la llegada masiva de trabajadores a la región de un grupo aislado tiene múltiples impactos. El aumento demográfico puede agotar los recursos alimentarios en los bosques y ríos de la zona, comprometiendo los medios de vida de las comunidades aisladas. </p>
<p>Además, las personas no indígenas traen consigo enfermedades para las que los pueblos aislados no tienen inmunidad. Un breve contacto puede <a href="https://doi.org/10.1038/srep14032">diezmar sus poblaciones</a>, como ha ocurrido repetidas veces en el pasado. Incluso en ausencia de contacto, los pueblos aislados pueden verse afectados por un aumento en la incidencia de enfermedades transmitidas por mosquitos como la malaria. </p>
<h2>Conocerlos para protegerlos</h2>
<p>Existen <a href="https://acervo.socioambiental.org/acervo/publicacoes-isa/cercos-e-resistencias-povos-indigenas-isolados-na-amazonia-brasileira">120 grupos de indígenas aislados registrados en la Amazonia brasileña</a>. La Fundación Nacional del Indio (FUNAI) es la agencia gubernamental encargada de estudiarlos y protegerlos. La FUNAI conoce bien algunos grupos aislados, que se han localizado desde tierra o desde el aire. Sin embargo, para la mayoría sólo posee algunos indicios de su existencia. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/434829/original/file-20211130-21-pnmex8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/434829/original/file-20211130-21-pnmex8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/434829/original/file-20211130-21-pnmex8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=1008&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/434829/original/file-20211130-21-pnmex8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=1008&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/434829/original/file-20211130-21-pnmex8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=1008&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/434829/original/file-20211130-21-pnmex8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1267&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/434829/original/file-20211130-21-pnmex8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1267&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/434829/original/file-20211130-21-pnmex8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1267&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Grupos indígenas aislados en tierras indígenas de la Amazonía brasileña. Los círculos indican el número de solicitudes de minería registradas en cada tierra indígena.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Modificado de Villén-Pérez et al. (2021)</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
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<p>En el estudio, demostramos que el trabajo de la FUNAI es esencial para la protección de estas sociedades aisladas. De todas las tierras indígenas con grupos aislados, <a href="https://doi.org/10.1016/j.gloenvcha.2021.102398">las que tienen grupos bien conocidos registran menos intereses mineros</a> que las que no los tienen. Las grandes compañías mineras prefieren operar donde no existan grupos aislados bien conocidos que pongan en peligro su reputación. </p>
<p>Además, los grupos aislados conocidos podrían obstaculizar la obtención de las licencias necesarias. El texto actual del proyecto de ley PL191/2020 permitiría las operaciones mineras en tierras indígenas con grupos aislados, pero no dentro del territorio estrictamente frecuentado por estos. Por tanto, los grupos aislados peor estudiados representan un menor riesgo para obtener una licencia porque los límites de sus territorios son totalmente desconocidos. </p>
<p>Hoy en día todavía se registran nuevos grupos aislados a un ritmo mayor del que se estudian. La situación ha empeorado desde que la Administración Bolsonaro llegara al poder en 2019. <a href="https://www.socioambiental.org/sites/blog.socioambiental.org/files/arquivos/povos_isolados_cdh_onu_relatorio_2020.pdf">La FUNAI está siendo desmantelada</a>, con recortes de personal y de presupuesto que han paralizado su actividad.</p>
<p>Los resultados demuestran que es urgente estudiar a todos los grupos aislados para protegerlos. Conocerlos bien permitirá disuadir a las empresas de invertir en sus tierras y brindar información sobre su ubicación en el caso de que se apruebe el proyecto de ley PL191/2020. Para conseguirlo, el Gobierno de Brasil debe devolver a la FUNAI las condiciones operativas y financieras necesarias.</p>
<h2>Cómo evitar su desaparición</h2>
<p>Muchos de pueblos indígenas aislados en la Amazonia brasileña saben de la existencia de otras sociedades. Algunos incluso han sufrido violencia y epidemias asociadas a episodios de contacto en el pasado. Con esta experiencia, han optado por ejercer su derecho de aislamiento como estrategia de supervivencia. </p>
<p>Brasil posee una de las políticas más antiguas y robustas para proteger los derechos de los pueblos indígenas aislados. Sin embargo, las características de la Amazonía hacen que a veces sea difícil llevarlas a cabo. Estas dificultades de gobernabilidad se han agravado en el actual escenario político brasileño, lo que impide garantizar una coexistencia segura entre las operaciones mineras y los pueblos aislados.</p>
<p>La <a href="https://doi.org/10.1016/j.gloenvcha.2021.102398">evidencia científica</a> indica que el Gobierno brasileño debe invertir en el estudio de la localización y vulnerabilidad de los grupos indígenas aislados conocidos en la Amazonia brasileña. Al mismo tiempo, debe evitar cualquier aumento de la presión de desarrollo que ponga en peligro a los indígenas aislados que viven en su territorio. Si no lo hace, podría provocar la extinción de pueblos, sociedades y culturas únicas.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/172837/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Sara Villén Pérez recibe fondos de la Comunidad de Madrid (Ayuda Atracción Talento Investigador 2017-T2/AMB-6035), de la Comunidad de Madrid en colaboración con la Universidad de Alcalá (proyecto CM/JIN/2019–003), de la Universidad de Alcalá (proyecto CGB2018/BIO-032), y del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico a través de la Fundación Biodiversidad (proyecto 2020/00085/001).</span></em></p>
Un estudio reciente demuestra que, de aprobarse el proyecto de ley PL191/2020 propuesto por Jair Bolsonaro, las nuevas explotaciones mineras afectarían a 43 grupos indígenas aislados.
Sara Villén Pérez, Investigadora postdoctoral en Ecología (Programa Talento de la Comunidad de Madrid), Universidad de Alcalá
Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.
tag:theconversation.com,2011:article/161487
2021-06-01T17:45:11Z
2021-06-01T17:45:11Z
5 mandatarios reprobados en manejo de la pandemia
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/403227/original/file-20210527-19-uubwf6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C20%2C3401%2C2259&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Alexander Lukashenko, el líder autoritario de Bielorrusia, nunca ha reconocido la amenaza del COVID-19.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/belarus-president-lukashenko-visits-hospital-for-covid-19-news-photo/1229813959?adppopup=true">Andrei Stasevich\TASS via Getty Images</a></span></figcaption></figure><p><em>COVID-19 es notoriamente difícil de controlar, y los líderes políticos son solo una parte del cálculo cuando se trata de la gestión de una pandemia. No obstante, algunos líderes mundiales actuales y anteriores han hecho pobres esfuerzos para combatir los brotes en su país, ya sea minimizando la gravedad de la pandemia; ignorando a la ciencia o intervenciones de salud críticas como el distanciamiento social y los cubrebocas. Todos los hombres de esta lista cometieron al menos uno de esos errores, y algunos los cometieron todos – con consecuencias mortales.</em></p>
<h2>Narendra Modi de la India</h2>
<p><strong>Escribe: Sumit Ganguly, Universidad de Indiana</strong></p>
<p>India es el nuevo epicentro de la pandemia, <a href="https://www.washingtonpost.com/world/2021/05/01/india-coronavirus/">registrando unos 400.000 nuevos casos por día en algunos días de mayo</a>. Por muy sombría que sea, la estadística no capta el horror que se desarrolla allí. Los pacientes con COVID-19 están muriendo en los hospitales <a href="https://www.businesstoday.in/current/economy-politics/24-patients-die-at-hospital-in-karnataka-due-to-oxygen-shortage/story/438125.html">porque los médicos no tienen oxígeno para administrar</a> ni <a href="https://www.france24.com/en/live-news/20210422-india-s-covid-19-shortages-spur-black-market-for-drugs-oxygen">medicamentos que salvan vidas como el remdesivir</a>. Se rechaza a los enfermos de las clínicas que <a href="https://www.cbsnews.com/news/india-covid-hospitals-turn-patients-away/">no tienen camas disponibles</a>.</p>
<p>Muchos indios <a href="https://www.npr.org/2021/05/11/995446333/this-government-has-failed-us-anger-rises-in-india-over-pm-modis-covid-response">culpan a un hombre por la tragedia del país</a>: el primer ministro <a href="https://www.washingtonpost.com/outlook/modis-pandemic-choice-protect-his-image-or-protect-india-he-chose-himself/2021/04/28/44cc0d22-a79e-11eb-bca5-048b2759a489_story.html">Narendra Modi</a>.</p>
<p>En enero pasado, Modi declaró en un <a href="https://www.livemint.com/news/india/pm-modi-to-address-the-world-economic-forum-s-davos-summit-at-5-30-pm-today-11611803181228.html">foro global</a> que la India había “salvado a la humanidad … al contener la corona de manera efectiva.” En marzo, su ministro de Salud proclamó que la pandemia <a href="https://www.nytimes.com/2021/05/01/world/asia/india-covid19-modi.html">estaba llegando a su “final.”</a> En realidad, el COVID-19 estaba ganando fuerza en el país y en todo el mundo – pero su gobierno no hizo <a href="https://www.nytimes.com/2021/04/09/world/asia/india-covid-vaccine-variant.html">preparativos para posibles contingencias</a>, como la aparición de una variante más mortal y más contagiosa.</p>
<p>Incluso cuando <a href="https://www.bbc.com/news/world-asia-india-56037565">importantes zonas del país</a> no habían suprimido por completo el patógeno, Modi y otros miembros de su partido llevaron a cabo mítines de campaña al aire libre antes de las elecciones de abril. Pocos <a href="https://theprint.in/opinion/politricks/poll-rallies-to-kumbh-mela-modi-shahs-conscience-must-take-a-look-at-latest-covid-surge/639526/">asistentes llevaban máscaras</a>. Modi también permitió que <a href="https://www.washingtonpost.com/world/2021/05/08/india-coronavirus-kumbh-mela/">un festival religioso que atrae a millones de personas se desarrollara</a> de enero a marzo. Los funcionarios de salud pública ahora creen que el festival pudo haber sido un evento de superpropagación y fue “<a href="https://thewire.in/health/watch-karan-thapar-ashish-jha-kumbh-mela-shahi-snan-covid-19">un enorme error</a>.”</p>
<p>Como Modi promocionó sus éxitos el año pasado, la India – el <a href="https://www.cnbc.com/2021/05/05/why-covid-vaccine-producer-india-faces-major-shortage-of-doses.html">mayor fabricante de vacunas</a> del mundo – envió más de 10 millones de dosis de vacunas a <a href="https://www.wsj.com/articles/india-starts-covid-19-vaccine-drive-to-neighboring-countries-11611234933">los países vecinos</a>. Sin embargo, solo 1,9 por ciento de los 1.300 millones de personas de la India habían sido completamente vacunados contra el COVID-19 a principios de mayo.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/399548/original/file-20210508-23-15af3jl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=15%2C15%2C3480%2C2479&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Modi and Bolsonaro shake hands" src="https://images.theconversation.com/files/399548/original/file-20210508-23-15af3jl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=15%2C15%2C3480%2C2479&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/399548/original/file-20210508-23-15af3jl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=428&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/399548/original/file-20210508-23-15af3jl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=428&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/399548/original/file-20210508-23-15af3jl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=428&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/399548/original/file-20210508-23-15af3jl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=538&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/399548/original/file-20210508-23-15af3jl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=538&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/399548/original/file-20210508-23-15af3jl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=538&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Narendra Modi y Jair Bolsonaro, acusados de cometer errores que agravaron la propagación del virus SARS-CoV-2 en Brasil y en la India.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/brazils-president-jair-bolsonaro-and-indias-prime-minister-news-photo/1182256687?adppopup=true">Pavel Golovin/Pool/AFP via Getty Images</a></span>
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<h2>Jair Bolsonaro de Brasil</h2>
<p><strong>Escriben: Elize Massard da Fonseca, de la Fundação Getulio Vargas y Scott L. Greer, de la Universidad de Michigan</strong></p>
<p>El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, no solo no respondió al COVID-19 – al que calificó de “<a href="https://edition.cnn.com/2020/05/23/americas/brazil-coronavirus-hospitals-intl/index.html">pequeña gripe</a>” – sino que empeoró activamente la crisis en Brasil.</p>
<p>Bolsonaro usó sus <a href="https://www.jstor.org/stable/10.3998/mpub.11927713.29">poderes constitucionales para interferir en</a> los asuntos administrativos del Ministerio de Salud, como protocolos clínicos, divulgación de datos y adquisición de vacunas. <a href="https://www.nexojornal.com.br/expresso/2020/08/04/Quais-os-vetos-de-Bolsonaro-a-medidas-de-combate-%C3%A0-pandemia">Vetó la legislación</a> que habría ordenado el uso de cubrebocas en lugares religiosos y compensado a los profesionales de la salud perjudicados permanentemente por la pandemia, por ejemplo. Y obstruyó los esfuerzos del gobierno estatal para promover el distanciamiento social y usó su poder de decreto para <a href="https://www.reuters.com/article/us-health-coronavirus-brazil-idUSKBN22N308">permitir que muchas empresas permanecieran abiertas como “esenciales”</a>, incluidos spas y gimnasios. Bolsonaro también <a href="https://www.nytimes.com/2020/06/13/world/americas/virus-brazil-bolsonaro-chloroquine.html">promovió agresivamente medicamentos no probados</a>, en particular la hidroxicloroquina, para tratar a los pacientes con COVID-19.</p>
<p>Bolsonaro usó su perfil público como presidente para dar forma al debate en torno a la crisis del coronavirus, fomentando <a href="https://politica.estadao.com.br/noticias/geral,bolsonaro-volta-a-chamar-crise-do-coronavirus-de-histeria,70003236546">un falso dilema entre catástrofe económica y distanciamiento social</a> y <a href="https://oglobo.globo.com/sociedade/coronavirus/bolsonaro-sugere-cloroquina-ate-quinto-dia-apos-surgimento-de-sintomas-do-coronavirus-apesar-de-nao-haver-estudos-conclusivos-24360182">tergiversando la ciencia</a>. <a href="https://oglobo.globo.com/brasil/esta-morrendo-gente-ta-lamento-mas-vai-morrer-muito-mais-se-economia-continuar-sendo-destrocada-diz-bolsonaro-1-24426281">Ha culpado</a> a los gobiernos estatales brasileños, a China y a la Organización Mundial de la Salud por la crisis, y nunca ha asumido la responsabilidad de gestionar el brote de su propio país.</p>
<p>En diciembre, Bolsonaro declaró que no se aplicaría la vacuna debido a los efectos secundarios. “<a href="https://doi.org/10.1016/s0140-6736(21)00181-1">Si te conviertes en cocodrilo, es tu problema</a>”, dijo.</p>
<p><a href="https://doi.org/10.3998/mpub.11927713">La mala gestión pandémica de Bolsonaro</a> creó un conflicto dentro de su gobierno: Brasil pasó por cuatro ministros de salud en menos de un año. El brote incontrolado de Brasil dio lugar a varias variantes nuevas de coronavirus, incluida <a href="https://www.thelancet.com/article/S0140-6736(21)00183-5/fulltext">la P.1, que parece más contagiosa</a>. La tasa de transmisión de COVID-19 de Brasil <a href="https://mrc-ide.github.io/global-lmic-reports/BRA/">finalmente está comenzando a caer</a>, pero la situación sigue siendo preocupante.</p>
<h2>Alexander Lukashenko de Bielorrusia</h2>
<p><strong>Escriben: Elizabeth J. King y Scott L. Greer, de la Universidad de Michigan</strong></p>
<p>Muchos países de todo el mundo han respondido al COVID-19 con políticas trágicamente inadecuadas. Sin embargo, sostenemos que los peores <a href="https://www.press.umich.edu/11927713/coronavirus_politics">líderes de una pandemia son los que eligieron el negacionismo total sobre la acción ineficaz</a>.</p>
<p>Alexander Lukashenko, el líder autoritario de Bielorrusia desde hace mucho tiempo, <a href="https://novayagazeta.ru/articles/2020/03/23/84461-krest-moschevik-vodka-i-traktor">nunca ha reconocido la amenaza del COVID-19</a>. Al comienzo de la pandemia, mientras otros países estaban imponiendo cierres, Lukashenko optó por no implementar ninguna medida restrictiva para evitar la propagación del COVID-19. En cambio, afirmó que el virus podría prevenirse <a href="http://novayagazeta.ee/articles/30392/">bebiendo vodka, visitando saunas y trabajando en los campos</a>. Este negacionismo esencialmente dejó las medidas preventivas y la ayuda pandémica <a href="https://www.bmj.com/content/370/bmj.m3543">a las personas y las campañas de financiación colectiva</a>.</p>
<p>Durante el verano de 2020, Lukashenko afirmó que <a href="https://www.bbc.com/russian/news-53570933">le habían diagnosticado COVID</a>, pero que estaba asintomático, lo que le permitió seguir insistiendo en que el virus no era una amenaza grave. Supuestamente frustrar la enfermedad y visitar hospitales COVID-19 sin una máscara también respaldaba su imagen deseada de un hombre fuerte.</p>
<p>Bielorrusia acaba de comenzar los esfuerzos de vacunación, pero Lukashenko dice que no se vacunará. Actualmente, <a href="https://ourworldindata.org/covid-vaccinations">menos de 3% de los bielorrusos están vacunados contra el nuevo coronavirus</a>.</p>
<h2>Donald Trump, expresidente de Estados Unidos</h2>
<p><strong>Escribe: Dorothy Chin, Universidad de California, Los Ángeles</strong></p>
<p>Trump está fuera de su cargo, pero su mal manejo de la pandemia continúa teniendo devastadoras consecuencias a largo plazo en Estados Unidos – particularmente en <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32562416/">la salud y el bienestar de las comunidades de color</a>.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/399549/original/file-20210508-17-1y2wmij.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Trump in front of a crowd" src="https://images.theconversation.com/files/399549/original/file-20210508-17-1y2wmij.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/399549/original/file-20210508-17-1y2wmij.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/399549/original/file-20210508-17-1y2wmij.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/399549/original/file-20210508-17-1y2wmij.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/399549/original/file-20210508-17-1y2wmij.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/399549/original/file-20210508-17-1y2wmij.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/399549/original/file-20210508-17-1y2wmij.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Trump se recupero de COVID-19 en octubre 2020, lo que le permitió seguir insistiendo en que el virus no era una amenaza grave.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/president-donald-trump-arrives-for-a-campaign-rally-on-news-photo/1281136162?adppopup=true">Rey Del Rio/Getty Images</a></span>
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<p>La <a href="https://www.nytimes.com/2020/07/24/us/politics/coronavirus-trump-denial.html">negación temprana de Trump de la pandemia</a>; la propagación activa de <a href="https://www.nytimes.com/2020/05/21/us/politics/trump-fact-check-hydroxychloroquine-coronavirus-.html">información errónea sobre el uso de máscaras y tratamientos</a>, y un <a href="https://abcnews.go.com/Politics/trumps-stunning-reversal-total-authority-claim-governors-analysis/story?id=70160951">liderazgo incoherente</a> perjudicó al país en su conjunto – pero el resultado fue mucho peor para algunos grupos que para otros. Las comunidades de color <a href="https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/covid-data/investigations-discovery/hospitalization-death-by-race-ethnicity.html">sufrieron enfermedades y muertes desproporcionadas</a>. Aunque los afroamericanos y los latinos representan solo 31% de la población de EEUU, representan <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32562416/">más de 55% de los casos de COVID-19</a>. Los indígenas estadounidenses <a href="https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/covid-data/investigations-discovery/hospitalization-death-by-race-ethnicity.html">fueron hospitalizados 3,5 veces más y sufrieron 2,4 veces la tasa de mortalidad</a> de los blancos.</p>
<p><a href="https://www.forbes.com/sites/mikepatton/2020/06/28/pre-and-post-coronavirus-unemployment-rates-by-state-industry-age-group-and-race/?sh=485d6d39555e">Las tasas de desempleo también son desproporcionadas</a>. Durante lo peor de la pandemia de EEUU, se disparó a 17,6% para los latinoamericanos; a 16,8% para los afroamericanos, y a 15% para los asiáticoamericanos, en comparación con 12,4% para los estadounidenses blancos.</p>
<p>Estas <a href="https://carsey.unh.edu/publication/inequities-job-loss-recovery-amid-COVID-pandemic">abrumadoras brechas</a> amplificaron las desigualdades existentes, como <a href="https://blogs.imf.org/2020/05/11/how-pandemics-leave-the-poor-even-farther-behind/?utm_source=npr_newsletter&utm_medium=email&utm_content=20200522&utm_term=4592697&utm_campaign=money&utm_id=44354750&orgid=">la pobreza</a>, <a href="https://www.brookings.edu/blog/up-front/2020/06/01/housing-hardships-reach-unprecedented-heights-during-the-covid-19-pandemic/">la inestabilidad de la vivienda</a> y <a href="https://www.mckinsey.com/industries/public-and-social-sector/our-insights/covid-19-and-learning-loss-disparities-grow-and-students-need-help">la calidad de la educación</a> – y probablemente <a href="https://www.mckinsey.com/industries/public-and-social-sector/our-insights/covid-19-and-student-learning-in-the-united-states-the-hurt-could-last-a-lifetime">continuarán haciéndolo durante algún tiempo</a>. Por ejemplo, si bien la economía estadounidense en general muestra signos de recuperación, <a href="https://www.bloomberg.com/news/articles/2021-05-03/powell-says-economy-making-real-progress-but-disparities-weigh?srnd=premium&sref=x0fnd0v3">los grupos minoritarios no han logrado un progreso equivalente</a>.</p>
<p>Por último, la insistencia de Trump de culpar a China por la pandemia – que incluyeron expresiones raciales como llamar al <a href="https://www.huffpost.com/entry/trump-kung-flu-phoenix_n_5ef3756fc5b6c5bf7c58ca7b">virus la ‘gripe kung’</a> – precedió inmediatamente a un aumento de casi el doble en los ataques contra <a href="https://stopaapihate.org/national-report-through-march-2021/">los estadounidenses de origen asiático y los isleños del Pacífico en el último año</a>. Esta inquietante tendencia <a href="https://abcnews.go.com/US/wireStory/asian-american-women-stabbed-san-francisco-attack-77497315">no muestra signos de disminuir</a>.</p>
<p>La administración de Trump apoyó el desarrollo inicial de la vacuna en el país, un logro que pocos líderes mundiales pueden reclamar, pero la desinformación y la retórica anticientífica que transmitió continúan <a href="https://www.cbsnews.com/news/covid-vaccine-hesitancy-opinion-poll/?ftag=MSF0951a18">comprometiendo el camino de Estados Unidos para salir de la pandemia</a>. Las últimas encuestas sugieren que 24% de todos los estadounidenses y 41% de los republicanos dicen que <a href="https://www.pbs.org/newshour/health/as-more-americans-get-vaccinated-41-of-republicans-still-refuse-covid-19-shots">no se vacunarán</a>.</p>
<h2>Andrés Manuel López Obrador de México</h2>
<p><strong>Escribe: Salvador Vázquez del Mercado, del Centro de Investigación y Docencia Económicas</strong></p>
<p>Con 9,2% de sus pacientes con COVID-19 muriendo a causa de la enfermedad, <a href="https://globalhealthsciences.ucsf.edu/news/mexicos-response-covid-19-case-study">México</a> tiene la tasa de letalidad <a href="https://ourworldindata.org/explorers/coronavirus-data-explorer?zoomToSelection=true&time=2020-03-01..latest&pickerSort=asc&pickerMetric=location&Metric=Case+fatality+rate&Interval=7-day+rolling+average&Relative+to+Population=true&Align+outbreaks=false&country=USA%7EITA%7EIND%7EMEX%7EARG%7EBRA">más alta</a> del mundo. <a href="http://www.healthdata.org/news-release/covid-19-has-caused-69-million-deaths-globally-more-double-what-official-reports-show">Estimaciones</a> recientes muestran que probablemente ha sufrido 617.00 muertes – a la par de Estados Unidos e India, ambos países con poblaciones mucho más grandes.</p>
<p>Una combinación de factores contribuyó a los brotes extremos y prolongados de la enfermedad en México. Y un liderazgo nacional inadecuado fue uno de ellos.</p>
<p>A lo largo de la pandemia, el presidente López Obrador buscó minimizar la gravedad de la situación. Al principio, <a href="https://www.animalpolitico.com/2020/03/no-dejen-de-salir-amlo-coronavirus-covid19/">se resistió a los llamados para promulgar un bloqueo en todo el país</a> y continuó realizando <a href="https://www.eluniversal.com.mx/nacion/politica/critican-amlo-por-besar-nina-pese-recomendaciones-por-coronavirus">mítines</a> en todo el país antes de que finalmente, el 23 de marzo de 2020, México entró a confinamiento por dos meses. Con frecuencia <a href="https://www.jornada.com.mx/notas/2020/12/02/politica/reitera-amlo-que-descarta-cubrebocas-lo-mejor-es-la-sana-distancia/">se negó</a> a usar cubrebocas.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/401105/original/file-20210517-13-1x9palm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Mexico's president speaks at a lectern on a stage with a small crowd of government officials sitting nearby" src="https://images.theconversation.com/files/401105/original/file-20210517-13-1x9palm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/401105/original/file-20210517-13-1x9palm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/401105/original/file-20210517-13-1x9palm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/401105/original/file-20210517-13-1x9palm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/401105/original/file-20210517-13-1x9palm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/401105/original/file-20210517-13-1x9palm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/401105/original/file-20210517-13-1x9palm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">López Obrador, sin cubrebocas, anuncia ‘acciones extraordinarias’ como el confinamiento para combatir el virus SARS-CoV2, el 23 de marzo, 2020, tras semanas de rechazar que los mexicanos deberían quedarse en casa.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/andrés-manuel-lópez-obrador-mexicos-president-speaks-during-news-photo/1214294932?adppopup=true">Adrián Monroy/Medios y Media/Getty Images</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Después de haber heredado un sistema de salud con fondos insuficientes cuando asumió el cargo en 2018, López Obrador aumentó los gastos relacionados durante la pandemia solo ligeramente. <a href="https://www.excelsior.com.mx/nacional/mas-gasto-a-salud-pero-recorta-rubros-presupuesto-subio-apenas-36/1349412">Los expertos señalaron que los presupuestos de los hospitales son insuficientes</a> para la enorme tarea que enfrentan.</p>
<p>Incluso antes de que estallara la pandemia, la política de extrema austeridad fiscal de López Obrador – vigente desde 2018 – había dificultado mucho más el abordaje de una crisis de salud al <a href="https://www.ft.com/content/2bb141e2-4d0a-435f-9720-3f67b8077c28">limitar significativamente</a> la ayuda financiera del COVID-19 disponible para ciudadanos y empresas. Eso, a su vez, agravó el shock económico causado por la pandemia, alimentando la necesidad de mantener la economía abierta durante todo el año pasado, bien entrada la feroz segunda ola invernal, de la que México apenas está comenzando a salir.</p>
<p>Finalmente, otro bloqueo se hizo inevitable. México volvió a cerrar brevemente en diciembre de 2020.</p>
<p>Hoy, <a href="https://www.elfinanciero.com.mx/nacional/aumenta-el-uso-de-cubrebocas-en-el-pais-y-la-mayoria-reprueba-que-amlo-no-los-utilice/">el uso de cubrebocas va en aumento</a> y <a href="https://elpais.com/mexico/2021-02-23/asi-avanza-la-vacunacion-contra-coronavirus-en-mexico.html.">México ha vacunado completamente a más de 10% de su población</a>, <a href="https://ourworldindata.org/explorers/coronavirus-data-explorer?zoomToSelection=true&Metric=People+vaccinated&Interval=7-day+rolling+average&Relative+to+Population=true&Align+outbreaks=false&country=USA%7EMEX%7EGTM">en comparación con menos de 1% en la vecina Guatemala</a>. Las cosas están mejorando, pero el camino de la recuperación de México es largo.</p>
<p><em>Este artículo fue traducido por <a href="https://www.elfinanciero.com.mx/mundo/2021/05/20/amlo-y-otros-cuatro-mandatarios-que-salen-reprobados-en-manejo-de-la-pandemia/">El Financiero</a>.</em></p><img src="https://counter.theconversation.com/content/161487/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Sumit Ganguly recibe fondos del US Department of State.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Dorothy Chin recibe fondos del Heart, Blood, and Lung Institute de los National Institutes of Health.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Elizabeth J King no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Elize Massard da Fonseca recibe fondos de la Sao Paulo Research Foundation y el National Research Council de Brasil.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Salvador Vázquez del Mercado recibe fondos de CONACYT.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Scott L. Greer ha recibido fondos del United States Army Engineer Research and Development Center, US National Science Foundation, y European Observatory on Health Systems and Policies.
</span></em></p>
Estos líderes, en mayor o menor medida, subestimaron la gravedad de la pandemia – con consecuencias mortales.
Sumit Ganguly, Distinguished Professor of Political Science and the Tagore Chair in Indian Cultures and Civilizations, Indiana University
Dorothy Chin, Associate Research Psychologist, University of California, Los Angeles
Elizabeth J King, Associate Professor in Health Behavior and Health Education in the School of Public Health, University of Michigan
Elize Massard da Fonseca, Assistant Professor, Brazilian School of Public Administration, Fundação Getulio Vargas
Salvador Vázquez del Mercado, Conacyt Research Professor, National Laboratory of Public Policy, Centro de Investigación y Docencia Económicas
Scott L. Greer, Professor, Global Health Management and Policy and Political Science, University of Michigan
Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.
tag:theconversation.com,2011:article/161210
2021-05-26T21:18:54Z
2021-05-26T21:18:54Z
Covid-19: Los cinco líderes que peor han gestionado la pandemia
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/402828/original/file-20210526-21-1u07eye.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C3401%2C2279&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, sin máscarilla, visita un hospital de Minsk para pacientes del covid-19, el 27 de noviembre de 2020.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/belarus-president-lukashenko-visits-hospital-for-covid-19-news-photo/1229813959?adppopup=true">Andrei Stasevich\TASS vía Getty Images</a></span></figcaption></figure><p><em>La covid-19 es increíblemente difícil de controlar y, en este sentido, los líderes políticos son solo un elemento más dentro de la tarea que supone gestionar la pandemia. Pero algunos líderes actuales y pasados han hecho muy poco para combatir los brotes en sus respectivos países. Le han restado importancia a la gravedad de la pandemia, han despreciado a la ciencia o han ignorado indicaciones médicas fundamentales, como la distancia social o la obligatoriedad de las mascarillas. Todos los nombres de la siguiente lista cometieron al menos uno de estos errores, y algunos los cometieron todos (con trágicas consecuencias).</em> </p>
<h2>Narendra Modi (India)</h2>
<p><strong>Sumit Ganguly (Universidad de Indiana)</strong></p>
<p>India es el nuevo epicentro mundial de la pandemia, ya que en este mes de mayo está registrando <a href="https://www.washingtonpost.com/world/2021/05/01/india-coronavirus/">una cifra media de 400 000 nuevos diarios</a>. A pesar de lo nefasto de las cifras, estas no son capaces de reflejar todo el horror que se está viviendo allí. Los enfermos de covid-19 están muriendo en los hospitales porque <a href="https://www.businesstoday.in/current/economy-politics/24-patients-die-at-hospital-in-karnataka-due-to-oxygen-shortage/story/438125.html">los médicos no pueden darles ni oxígeno</a> ni tampoco ninguna <a href="https://www.france24.com/en/live-news/20210422-india-s-covid-19-shortages-spur-black-market-for-drugs-oxygen">medicina eficaz, como el remdesivir</a>. Los enfermos son abandonados en las puertas de las clínicas, donde ya <a href="https://www.cbsnews.com/news/india-covid-hospitals-turn-patients-away/">no hay camas libres</a>.</p>
<p>Muchos indios <a href="https://www.npr.org/2021/05/11/995446333/this-government-has-failed-us-anger-rises-in-india-over-pm-modis-covid-response">culpan a un hombre de la tragedia</a> que vive el país: el primer ministro <a href="https://www.washingtonpost.com/outlook/modis-pandemic-choice-protect-his-image-or-protect-india-he-chose-himself/2021/04/28/44cc0d22-a79e-11eb-bca5-048b2759a489_story.html">Narendra Modi</a>.</p>
<p>En enero de 2021 Modi declaró en <a href="https://www.livemint.com/news/india/pm-modi-to-address-the-world-economic-forum-s-davos-summit-at-5-30-pm-today-11611803181228.html">un foro internacional</a> que India “había salvado a la humanidad conteniendo el coronavirus de forma efectiva”. En marzo, el ministro de Sanidad del país afirmó que la pandemia estaba <a href="https://www.nytimes.com/2021/05/01/world/asia/india-covid19-modi.html">llegando a su “fin”</a>. En esos momentos, sin embargo, lo que estaba haciendo el covid-19 era ganar fuerza, tanto en India como en el resto del mundo (pero el Gobierno de <a href="https://www.nytimes.com/2021/04/09/world/asia/india-covid-vaccine-variant.html">Modi no se preparó para posibles contingencias</a>, como por ejemplo el surgimiento de una cepa del virus mucho más contagiosa y letal).</p>
<p>A pesar de que el virus aún no se había superado por completo <a href="https://www.bbc.com/news/world-asia-india-56037565">en muchas zonas del país</a>, Modi y otros miembros de su partido celebraron multitudinarios actos de campaña antes de las elecciones de abril; <a href="https://theprint.in/opinion/politricks/poll-rallies-to-kumbh-mela-modi-shahs-conscience-must-take-a-look-at-latest-covid-surge/639526/">muy pocos de los asistentes llevaban mascarilla</a>. Modi también <a href="https://www.washingtonpost.com/world/2021/05/08/india-coronavirus-kumbh-mela/">autorizó un festival religioso en el que participaron millones de personas</a> y que se celebró entre enero y marzo. Las autoridades sanitarias opinan que en ese festival se produjo una enorme expansión del virus, y ahora lo consideran “<a href="https://thewire.in/health/watch-karan-thapar-ashish-jha-kumbh-mela-shahi-snan-covid-19">un inmenso error</a>”.</p>
<p>El año pasado, y mientras Modi proclamaba sus éxitos, India, <a href="https://www.cnbc.com/2021/05/05/why-covid-vaccine-producer-india-faces-major-shortage-of-doses.html">el mayor productor mundial de vacunas</a>, envió <a href="https://www.wsj.com/articles/india-starts-covid-19-vaccine-drive-to-neighboring-countries-11611234933">diez millones de dosis a sus países vecinos</a>. Sin embargo, a principios de mayo de este año, solo un 1,9 % de los 1 300 millones de habitantes del país tenía la pauta completa de la vacuna contra el virus.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/399548/original/file-20210508-23-15af3jl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=15%2C15%2C3480%2C2479&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Modi and Bolsonaro shake hands" src="https://images.theconversation.com/files/399548/original/file-20210508-23-15af3jl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=15%2C15%2C3480%2C2479&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/399548/original/file-20210508-23-15af3jl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=428&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/399548/original/file-20210508-23-15af3jl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=428&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/399548/original/file-20210508-23-15af3jl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=428&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/399548/original/file-20210508-23-15af3jl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=538&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/399548/original/file-20210508-23-15af3jl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=538&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/399548/original/file-20210508-23-15af3jl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=538&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y el primer ministro de la India, Narendra Modi, están acusados de gestionar mal los brotes de covid-19 de sus países.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/brazils-president-jair-bolsonaro-and-indias-prime-minister-news-photo/1182256687?adppopup=true">Pavel Golovin/Pool/AFP via Getty Images</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Jair Bolsonaro (Brasil)</h2>
<p><strong>Elize Massard da Fonseca (Fundación Getulio Vargas) y Scott L. Greer (Universidad de Michigan)</strong></p>
<p>El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, no solo ha fracasado a la hora de hacer frente a la covid-19 (que él denominó burlonamente “<a href="https://edition.cnn.com/2020/05/23/americas/brazil-coronavirus-hospitals-intl/index.html">gripecilla</a>”), sino que ha trabajado activamente para agravar la epidemia.</p>
<p>Bolsonaro usó <a href="https://www.jstor.org/stable/10.3998/mpub.11927713.29">sus poderes constitucionales para interferir</a> en asuntos administrativos del ministerio de Sanidad, como por ejemplo la elaboración de protocolos clínicos, la divulgación de datos y la adquisición de vacunas. <a href="https://www.nexojornal.com.br/expresso/2020/08/04/Quais-os-vetos-de-Bolsonaro-a-medidas-de-combate-%C3%A0-pandemia">Vetó leyes</a> como las que habrían hecho obligatorio el uso de mascarilla en los centros religiosos o las que habrían servido para compensar a los profesionales sanitarios, especialmente golpeados por la pandemia. También puso trabas a los esfuerzos de los gobernadores de los estados por impulsar el distanciamiento social, y del mismo modo se ha valido de su poder de imponer <a href="https://www.reuters.com/article/us-health-coronavirus-brazil-idUSKBN22N308">decretos para permitir que muchos negocios pudieran seguir abiertos bajo la excusa de ser “esenciales”</a>, lo que incluyó a espás y gimnasios. Bolsonaro también hizo agresivas <a href="https://www.nytimes.com/2020/06/13/world/americas/virus-brazil-bolsonaro-chloroquine.html">campañas en favor de medicamentos</a> cuya eficacia contra la covid-19 aún no ha sido probada, sobre todo la hidroxicloroquina.</p>
<p>Bolsonaro se ha valido también de su imagen presidencial para condicionar los debates sobre la crisis del coronavirus. Así, <a href="https://politica.estadao.com.br/noticias/geral,bolsonaro-volta-a-chamar-crise-do-coronavirus-de-histeria,70003236546">ha alentado el falso dilema entre la ruina económica y el mantenimiento de la distancia social</a>, y siempre <a href="https://oglobo.globo.com/sociedade/coronavirus/bolsonaro-sugere-cloroquina-ate-quinto-dia-apos-surgimento-de-sintomas-do-coronavirus-apesar-de-nao-haver-estudos-conclusivos-24360182">ha tergiversado lo que ha dicho la ciencia</a>. Ha <a href="https://oglobo.globo.com/brasil/esta-morrendo-gente-ta-lamento-mas-vai-morrer-muito-mais-se-economia-continuar-sendo-destrocada-diz-bolsonaro-1-24426281">culpado de la situación a los gobiernos regionales</a>, a China y la OMS, y nunca ha asumido ninguna responsabilidad por la gestión de la pandemia en su propio país.</p>
<p>El pasado diciembre Bolsonaro declaró que no se pondría la vacuna por los efectos secundarios. “<a href="https://doi.org/10.1016/s0140-6736(21)00181-1">Si tú te quieres convertir en un cocodrilo, es tu problema</a>”, afirmó.</p>
<p><a href="https://doi.org/10.3998/mpub.11927713">La mala gestión de la pandemia</a> por parte del presidente ha creado conflictos incluso dentro de su propio Ejecutivo, y es que el país ha tenido cuatro ministros de Sanidad en menos de un año. La gestión descontrolada del virus ha facilitado el surgimiento de nuevas cepas, incluida <a href="https://www.thelancet.com/article/S0140-6736(21)00183-5/fulltext">la variante P.1, que parece ser muy contagiosa</a>. Y aunque la <a href="https://mrc-ide.github.io/global-lmic-reports/BRA/">tasa de contagio de COVID-19 en Brasil parece que por fin empieza a bajar</a>, la situación sigue siendo preocupante.</p>
<h2>Alexander Lukashenko (Bielorrusia)</h2>
<p><strong>Elizabeth J. King y Scott L. Greer (Universidad de Michigan)</strong> </p>
<p>Son numerosos los países que han respondido a la pandemia de covid-19 con políticas trágicamente equivocadas. Sin embargo, en nuestra opinión, los peores líderes están entre ese puñado que ni siquiera ha optado por medidas ineficaces, sino que en lugar de ello <a href="https://www.press.umich.edu/11927713/coronavirus_politics">se ha decantado por el negacionismo total</a>.</p>
<p>Alexander Lukashenko, el autoritario líder de Bielorrusia que lleva tantos años en el poder, <a href="https://novayagazeta.ru/articles/2020/03/23/84461-krest-moschevik-vodka-i-traktor">nunca ha reconocido la amenaza de la covid-19</a>. Al principio de la pandemia, y mientras otros países estaban decretando confinamientos, Lukashenko decidió no aplicar ninguna medida restrictiva para frenar la expansión del virus. En lugar de ello, afirmó que el virus podía evitarse <a href="http://novayagazeta.ee/articles/30392/">bebiendo vodka, yendo a la sauna y cultivando los campos</a>. Este negacionismo radical hizo que todas las medidas preventivas y de asistencia sanitaria recayeran <a href="https://www.bmj.com/content/370/bmj.m3543">en los ciudadanos de a pie y en campañas de <em>crowdfunding</em></a>.</p>
<p>Durante el verano de 2020 Lukashenko afirmó que <a href="https://www.bbc.com/russian/news-53570933">había contraído covid-19</a>, pero que era asintomático, lo que le permitió seguir insistiendo en que el virus no era una amenaza seria. Esa supuesta superación de la enfermedad, junto con el hecho de que realizaba las visitas a los hospitales sin mascarilla, reforzaron su imagen de hombre fuerte.</p>
<p>Bielorrusia acaba de empezar con el esfuerzo de vacunación, pero Lukashenko ya ha afirmado que él no se vacunará. En este momento <a href="https://ourworldindata.org/covid-vaccinations">menos del 5 % de los ciudadanos ha recibido alguna vacuna</a> contra la COVID-19.</p>
<h2>Donald Trump (Estados Unidos)</h2>
<p><strong>Dorothy Chin (Universidad de California en Los Ángeles)</strong></p>
<p>Trump ya no está en el poder, pero su mala gestión de la pandemia sigue teniendo devastadoras consecuencias a largo plazo para Estados Unidos (sobre todo para <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32562416/">la salud y en el bienestar de las comunidades de color</a>).</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/399549/original/file-20210508-17-1y2wmij.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Trump in front of a crowd" src="https://images.theconversation.com/files/399549/original/file-20210508-17-1y2wmij.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/399549/original/file-20210508-17-1y2wmij.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/399549/original/file-20210508-17-1y2wmij.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/399549/original/file-20210508-17-1y2wmij.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/399549/original/file-20210508-17-1y2wmij.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/399549/original/file-20210508-17-1y2wmij.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/399549/original/file-20210508-17-1y2wmij.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Intervención de Trump en un acto de campaña el 17 de octubre en Muskegon (Michigan) tras recuperarse del COVID-19.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/president-donald-trump-arrives-for-a-campaign-rally-on-news-photo/1281136162?adppopup=true">Rey Del Rio/Getty Images</a></span>
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<p>La <a href="https://www.nytimes.com/2020/07/24/us/politics/coronavirus-trump-denial.html">negación inicial de la pandemia</a> por parte de Trump, la propagación activa de <a href="https://www.nytimes.com/2020/05/21/us/politics/trump-fact-check-hydroxychloroquine-coronavirus-.html">desinformación sobre la necesidad de ponerse la mascarilla y sobre los tratamientos contra la enfermedad</a> y, por supuesto, su <a href="https://abcnews.go.com/Politics/trumps-stunning-reversal-total-authority-claim-governors-analysis/story?id=70160951">liderazgo errático</a> dañaron al país en su conjunto. Pero las consecuencias fueron mucho peores para unos grupos que para otros. Las comunidades de color están sufriendo unas <a href="https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/covid-data/investigations-discovery/hospitalization-death-by-race-ethnicity.html">tasas desproporcionadas de contagios y muertes</a>. Así, por ejemplo, a pesar de que afroamericanos y latinos suponen solo un 31 % de la población total del país, <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32562416/">acumulan el 55 % de los casos</a> de covid-19. Los nativos americanos presentan una <a href="https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/covid-data/investigations-discovery/hospitalization-death-by-race-ethnicity.html">tasa de hospitalización 3,5 veces mayor que los blancos, mientras que su tasa de mortalidad es 2,4 veces más alta</a>.</p>
<p>Las <a href="https://www.forbes.com/sites/mikepatton/2020/06/28/pre-and-post-coronavirus-unemployment-rates-by-state-industry-age-group-and-race/?sh=485d6d39555e">tasas de paro tampoco guardan una correlación demográfica</a>. Durante lo peor de la pandemia en Estados Unidos, la tasa de desempleo de los ciudadanos de raíces latinas subió al 17,6 %, la de los afroamericanos al 16,8 % y la de los ciudadanos de ascendencia asiática al 15 %. Frente a ello, el nivel de desempleo entre los blancos fue del 12,4 %.</p>
<p>Estas <a href="https://carsey.unh.edu/publication/inequities-job-loss-recovery-amid-COVID-pandemic">profundas diferencias</a> ampliaron las desigualdades que ya existían en términos de <a href="https://blogs.imf.org/2020/05/11/how-pandemics-leave-the-poor-even-farther-behind/">pobreza</a>, <a href="https://www.mckinsey.com/industries/public-and-social-sector/our-insights/covid-19-and-learning-loss-disparities-grow-and-students-need-help">calidad de la educación</a> y dificultades relacionadas con el <a href="https://www.brookings.edu/blog/up-front/2020/06/01/housing-hardships-reach-unprecedented-heights-during-the-covid-19-pandemic/">acceso y disfrute de la vivienda</a>. Y lo más probable es que <a href="https://www.mckinsey.com/industries/public-and-social-sector/our-insights/covid-19-and-student-learning-in-the-united-states-the-hurt-could-last-a-lifetime">estas desigualdades sigan aumentando</a> en el futuro. Por ejemplo, mientras que el conjunto de la economía estadounidense ya muestra signos de recuperación, el <a href="https://www.bloomberg.com/news/articles/2021-05-03/powell-says-economy-making-real-progress-but-disparities-weigh">progreso económico de las minorías muestra menores niveles de pujanza</a>.</p>
<p>Por último, después de que Trump culpara a China de la covid-19 (lo que llevó aparejado términos racistas como “<a href="https://www.huffpost.com/entry/trump-kung-flu-phoenix_n_5ef3756fc5b6c5bf7c58ca7b">gripe kung fu</a>” –<em>kung flu</em>–) se produjo un aumento inmediato de las agresiones a <a href="https://stopaapihate.org/national-report-through-march-2021/">estadounidenses de origen asiático y a personas originarias de islas del Pacífico</a>, que se incrementaron en tasas de dos cifras. <a href="https://abcnews.go.com/US/wireStory/asian-american-women-stabbed-san-francisco-attack-77497315">No hay indicios de que este tipo de ataques vaya a disminuir</a>.</p>
<p>La Administración Trump apoyó desde el principio el desarrollo de la vacuna, un logro que pocos líderes mundiales pueden apuntarse. Pero la desinformación que extendió el expresidente y la retórica anticientífica que exhibió siguen <a href="https://www.cbsnews.com/news/covid-vaccine-hesitancy-opinion-poll/?ftag=MSF0951a18">dificultando el camino de Estados Unidos hacia el fin de la pandemia</a>. Las últimas encuestas apuntan que el 24 % de los estadounidenses (y el 41 % de los republicanos) <a href="https://www.pbs.org/newshour/health/as-more-americans-get-vaccinated-41-of-republicans-still-refuse-covid-19-shots">se niega a vacunarse</a>.</p>
<h2>Andrés Manuel López Obrador (México)</h2>
<p><strong>Salvador Vázquez del Mercado (Centro de Investigación y Docencia Económicas)</strong></p>
<p>El 9,2 % de los mexicanos infectados por covid-19 ha fallecido, lo que convierte a <a href="https://globalhealthsciences.ucsf.edu/news/mexicos-response-covid-19-case-study">México</a> en el país del mundo con la <a href="https://ourworldindata.org/explorers/coronavirus-data-explorer?zoomToSelection=true&Metric=Case+fatality+rate&Interval=7-day+rolling+average&Relative+to+Population=true&Align+outbreaks=false&country=OWID_WRL%7EMEX">tasa de mortalidad más alta</a> por esta enfermedad. Las últimas <a href="http://www.healthdata.org/news-release/covid-19-has-caused-69-million-deaths-globally-more-double-what-official-reports-show">estimaciones apuntan</a> a que el número de muertos asciende a 617 000, una cifra parecida a las de Estados Unidos e India, que sin embargo cuentan con poblaciones mucho mayores. </p>
<p>Una combinación de factores ha favorecido la incidencia prolongada y letal de la pandemia en México… Y un liderazgo inadecuado ha sido uno de ellos.</p>
<p>A lo largo de la pandemia, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, buscó minimizar la gravedad de la situación del país. Al principio de la pandemia <a href="https://www.animalpolitico.com/2020/03/no-dejen-de-salir-amlo-coronavirus-covid19/">se resistió a imponer un confinamiento</a> nacional y siguió <a href="https://www.eluniversal.com.mx/nacion/politica/critican-amlo-por-besar-nina-pese-recomendaciones-por-coronavirus">celebrando actos por todo el territorio</a> antes de que, finalmente, el 23 de marzo de 2020 México cerrara durante dos meses. López Obrador <a href="https://www.jornada.com.mx/notas/2020/12/02/politica/reitera-amlo-que-descarta-cubrebocas-lo-mejor-es-la-sana-distancia/">rechazaba a menudo ponerse la mascarilla</a>.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/401105/original/file-20210517-13-1x9palm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Mexico's president speaks at a lectern on a stage with a small crowd of government officials sitting nearby" src="https://images.theconversation.com/files/401105/original/file-20210517-13-1x9palm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/401105/original/file-20210517-13-1x9palm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/401105/original/file-20210517-13-1x9palm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/401105/original/file-20210517-13-1x9palm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/401105/original/file-20210517-13-1x9palm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/401105/original/file-20210517-13-1x9palm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/401105/original/file-20210517-13-1x9palm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">López Obrador anuncia sin mascarilla el confinamiento nacional el 23 de marzo de 2020 después de varias semanas durante las que animó a los mexicanos a seguir con sus rutinas cotidianas.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/andrés-manuel-lópez-obrador-mexicos-president-speaks-during-news-photo/1214294932?adppopup=true">Adrián Monroy/Medios y Media/Getty Images</a></span>
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<p>López Obrador, que heredó un mosaico de servicios de salud infrafinanciados cuando llegó al poder en 2018, incrementó sólo ligeramente el gasto sanitario durante la pandemia. Los expertos afirman que l<a href="https://www.excelsior.com.mx/nacional/mas-gasto-a-salud-pero-recorta-rubros-presupuesto-subio-apenas-36/1349412">os presupuestos de los hospitales son insuficientes</a> para hacer frente a la inmensa tarea a la que se enfrentan.</p>
<p>Antes incluso del estallido de la pandemia, desde el año 2018, López Obrador ha estado aplicando una política de austeridad fiscal extrema. Esto ha provocado que la gestión de la crisis sanitaria sea mucho más compleja, pues ha dejado <a href="https://www.ft.com/content/2bb141e2-4d0a-435f-9720-3f67b8077c28">escaso margen para prestar ayuda financiera</a> a individuos y empresas. Se trata de una situación, por otro lado, que no solo agravó el impacto económico de la pandemia en sí, sino que además aumentó la necesidad de mantener la economía abierta durante todo el año pasado; de mantenerla abierta incluso durante la terrible segunda ola de invierno, de la que en este momento México solo se está empezando a recuperar.</p>
<p>Finalmente imponer otro confinamiento resultó inevitable, y México volvió a cerrar brevemente en diciembre de 2020.</p>
<p>Hoy <a href="https://www.elfinanciero.com.mx/nacional/aumenta-el-uso-de-cubrebocas-en-el-pais-y-la-mayoria-reprueba-que-amlo-no-los-utilice/">el uso de la mascarilla es voluntario</a>, y <a href="https://ourworldindata.org/explorers/coronavirus-data-explorer?zoomToSelection=true&Metric=People+vaccinated&Interval=7-day+rolling+average&Relative+to+Population=true&Align+outbreaks=false&country=USA%7EMEX%7EGTM">México solo ha vacunado al 14 % de su población</a>, cifra que en la vecina Guatemala se reduce al 2 %. Las cosas están mejorando, pero a México aún le queda mucho camino por andar en la senda de la recuperación.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/161210/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Sumit Ganguly recibe financiación del Departamento de Estado de Estados Unidos.
</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Dorothy Chin recibe financiación del Instituto del Corazón, la Sangre y los Pulmones de los Institutos Nacionales de Salud.
</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Elize Massard da Fonseca recibe financiación de la Fundación de Investigación de Sao Paulo y del Consejo Nacional de Investigación de Brasil (CNPq).</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Salvador Vázquez del Mercado recibe financiación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT).
</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Scott L. Greer ha recibido financiación del Centro de Investigación y Desarrollo de Ingeniería del Ejército de los Estados Unidos, de la Fundación Nacional de la Ciencia de los Estados Unidos y del Observatorio Europeo de Sistemas y Políticas de Salud.
</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Elizabeth J King no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>
La pandemia aún no ha terminado, pero estos líderes mundiales ya han ocupado su lugar en la historia por no haber combatido eficazmente el mortal coronavirus. Algunos de ellos ni siquiera lo intentaron.
Sumit Ganguly, Distinguished Professor of Political Science and the Tagore Chair in Indian Cultures and Civilizations, Indiana University
Dorothy Chin, Associate Research Psychologist, University of California, Los Angeles
Elizabeth J King, Associate Professor in Health Behavior and Health Education in the School of Public Health, University of Michigan
Elize Massard da Fonseca, Assistant Professor, Brazilian School of Public Administration, Fundação Getulio Vargas
Salvador Vázquez del Mercado, Conacyt Research Professor, National Laboratory of Public Policy, Centro de Investigación y Docencia Económicas
Scott L. Greer, Professor, Global Health Management and Policy and Political Science, University of Michigan
Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.
tag:theconversation.com,2011:article/148593
2020-10-27T20:00:22Z
2020-10-27T20:00:22Z
Por qué estas son las elecciones más raras de la historia en Estados Unidos
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/365370/original/file-20201025-16-4iqttg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C233%2C1497%2C763&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">El presidente de Estados Unidos Donald J. Trump desembarca del Air Force One en el aeropuerto internacional de Charlotte Douglas en Charlotte, N.C., el miércoles 21 de octubre de 2020.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.flickr.com/photos/whitehouse/50515852058/in/photostream/">Flikr / Official White House Photo / Joyce N. Boghosian</a></span></figcaption></figure><p>Donald J. Trump, el presidente <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Presidentes_de_los_Estados_Unidos">número 45</a> de los Estados Unidos, es un fenómeno en sí mismo. No cabe duda de que su legado intelectual será enorme, ya que sus decisiones y comportamientos han afectado a <a href="https://theconversation.com/el-legado-intelectual-del-trumpismo-140876%22%22">las bases del sistema político y el modo mismo de interpretar las elecciones</a>. <a href="http://www.catedraa.com.ar/blog/cuando-gobernar-es-comunicar/">Otros líderes políticos</a> siguen su estela e imitan su estilo que persigue el referendo completo de su actividad en una lógica binaria: conmigo o enemigo de la patria. Menudo peligro. </p>
<p>Ahora que finaliza su mandato, y ante el <a href="https://www.usa.gov/espanol/proceso-electoral">proceso electoral del 3 de noviembre</a>, es el momento para pensar por qué estas elecciones de 2020 están entre las más raras de la historia política de Estados Unidos. </p>
<p>Encuentro cuatro rasgos que explican la complejidad del fenómeno Trump.</p>
<h2>In dubio, pro dubio</h2>
<p>El mero hecho de plantearnos si el presidente Trump se infectó de COVID-19 es un indicativo del estado de la opinión pública. Tenemos algunas dudas razonables, porque tanto Boris Johnson como Jair Bolsonaro estuvieron fuera de la escena pública durante tres o cuatro semanas, mientras que Trump ha vuelto a la actividad al cabo de 72 horas. </p>
<p>Pero hay más: se arrojan dudas sobre la validez o la fiabilidad del voto por correo. Se hace un guiño a los “proud boys” para que estén atentos a cualquier irregularidad. Se fantasea con QAnon y los delirios de conspiración global. Se identifican archi-enemigos (Rusia, China, Irán) sin aportar datos sobre su injerencia. </p>
<p>Este estado mental de duda corroe el carácter y erosiona el sistema de libertades. La pandemia, ahora social, se manifiesta en la pérdida de reputación de instituciones clave en democracia, tales como las universidades, los medios de comunicación o los parlamentos.</p>
<h2>¿Elegimos ya presidente para 2024?</h2>
<p>Los candidatos tienen 74 y 77 años. No es poca broma para un puesto sometido a tanto estrés. De hecho, uno de cada tres presidentes entre 1841 y 1975 murió o dimitió y el cargo recayó en la vicepresidencia. Por eso, por primera vez, los vicepresidentes ejercen un papel tan importante en el <em>ticket</em> presidencial y en las encuestas. </p>
<p>Mike Pence garantiza la continuidad del trumpismo, mientras que Kamala Harris es una voz nueva en Washington que podría ser la primera mujer presidenta. Su capacidad de movilización del electorado demócrata será fundamental en los estados en disputa. Sin embargo, en el debate televisado del 7 de octubre, Harris no deslumbró. Si lo consigue en estas dos semanas escasas, tendremos <em>ticket</em> para 8 o 12 años, lo que ya es una apuesta arriesgada ante el acortamiento de los ciclos políticos.</p>
<h2>La superbowl de la comunicación política</h2>
<p>Cada campaña presidencial ofrece nuevas posibilidades de comunicación, participación e innovación. Este año hemos aprendido que las convenciones políticas pueden desarrollarse en horas de producción audiovisual a lo largo del territorio estadounidense y su posterior emisión por televisión con más de 25 millones de espectadores cada noche. </p>
<p>En el lado republicano, Trump ha doblado la apuesta con el uso de la Casa Blanca y otras instalaciones del gobierno con fines electorales. El <a href="https://twitter.com/realDonaldTrump/status/1313267143232942081?s=20">vídeo</a> de la llegada de Trump en helicóptero tras su ingreso por COVID supera la ficción más ochentera de presidentes convertidos en héroes accidentales. </p>
<p><div data-react-class="Tweet" data-react-props="{"tweetId":"1313267143232942081"}"></div></p>
<p>El control de la agenda mediática que consigue con su cuenta de Twitter merece una revisión profunda del tipo de periodismo que tenemos en la actualidad. </p>
<p>En el lado demócrata, interesan los efectos de la desmovilización. Sin una gran convención, como la prevista para julio en Milwaukee, el verano ha sido irrelevante. Esos meses de actividad, reclutamiento y ánimos pueden lastrar el resultado en los estados decisivos. Porque, en este juego del hiperliderazgo, Trump gana sin sorpresa con alrededor del 40% de sentimiento positivo entre sus votantes. Estos no van a dudar a quién votar. ¿Y los fieles demócratas?</p>
<h2>El presidente meme</h2>
<p>Obama fue el primer presidente que comprendió la dinámica y el alcance de las redes sociales para movilizar su electorado. Trump ha dado un paso más con el manejo personal de las cuentas y la desinstitucionalización de la comunicación presidencial. Uno debe seguirle a <a href="https://twitter.com/realDonaldTrump">él</a> y no a <a href="https://twitter.com/WhiteHouse">@WhiteHouse</a> para conocer nombramientos, ceses o bien hostilidades. </p>
<p>El carisma lo es todo y actúa como una estrella pop para la audiencia global, como bien <a href="http://www.catedraa.com.ar/blog/cuando-gobernar-es-comunicar/">explica Adriana Amado</a>. </p>
<p>El manejo de memes y emojis da carta de naturaleza a un lenguaje deliberadamente antiprofesional o denigrante. Así se explican sus ataques a la ciencia, el periodismo, los diplomáticos o cualquier que asemeje ser miembro del <em>establishment</em>. Los votantes adoran esta actitud que les confiere el rango de fans y no solo electores. El complot emocional con el presidente es la estrategia fundamental en el tramo final de la campaña.</p>
<p>El aviso a navegantes europeos es claro: estas rarezas de las elecciones estadounidenses acaban llegando a nuestros procesos electorales. La polarización, la provocación y la protesta resonarán en el ciclo electoral europeo que se abre en 2021. <em><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Caveat_emptor">Caveat emptor!</a></em></p><img src="https://counter.theconversation.com/content/148593/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Juan Luis Manfredi no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>
El autor explica los rasgos que convierten a Donald Trump en el presidente más singular de la historia de los Estados Unidos.
Juan Luis Manfredi, Profesor titular de Periodismo, Universidad de Castilla-La Mancha
Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.
tag:theconversation.com,2011:article/147044
2020-10-18T19:18:43Z
2020-10-18T19:18:43Z
Arde el Brasil de Bolsonaro: contexto global de un desastre ecológico
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/363722/original/file-20201015-23-1g34u44.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=10%2C120%2C6709%2C4342&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Recreación de los incendios de Brasil vistos desde el espacio.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-illustration/aerial-view-space-ecological-disaster-fires-1489282430">OSORIOartist / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Vivimos en un mundo globalizado. Un día <a href="https://theconversation.com/covid-19-esta-recibiendo-donald-trump-el-tratamiento-adecuado-147423">enferma Donald Trump</a> y al día siguiente caen las Bolsas de medio mundo. Fenómenos que ocurren en una localidad se transmiten rápidamente hasta regiones distantes, repercutiendo en todo el planeta. </p>
<p>La globalización también ocurre en la naturaleza. El clima y el movimiento de los animales relacionan ecosistemas distantes.</p>
<p>Por ejemplo, los <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Chen_caerulescens">gansos nivales</a> se desplazan cientos de kilómetros en otoño, desde el Ártico canadiense al medio oeste estadounidense. Allí pasan el invierno, alimentándose de restos en las tierras agrícolas. En las últimas décadas, la intensificación de la agricultura ha contribuido a aumentar las poblaciones de gansos. Esto está provocando <a href="https://www.jstor.org/stable/3599625">cambios drásticos en los humedales árticos</a>, sobreexplotados por los gansos en verano.</p>
<p>Resumiendo, el impacto de la agricultura en una región templada reverbera hasta el Ártico, provocando lo que los ecólogos llamamos <a href="https://www.jstor.org/stable/26269331">un teleacoplamiento</a> entre procesos sociales y ecológicos.</p>
<h2>Teleacoplamientos y desastre ecológico en Brasil</h2>
<p>Vayamos ahora a Brasil, un país tropical con más de 200 millones de habitantes y abundantes recursos como agua dulce, agricultura y minerales. Se trata, además, de un vasto territorio que alberga los mayores niveles de biodiversidad del planeta en complejos ecosistemas, como las selvas de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Amazonia">Amazonia</a> y los humedales del <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Pantanal">Pantanal</a>.</p>
<p>Estos ambientes proporcionan a la humanidad innumerables servicios como regular el clima, almacenar carbono, proveer fármacos, fomentar la diversidad cultural y el ecoturismo, etc.</p>
<p>Brasil es el centro de numerosos <a href="https://esajournals.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1890/130017">teleacoplamientos socioecológicos</a> de dimensión global (figura 1A). Por ejemplo, sufre el calentamiento climático provocado por grandes emisores de gases de efecto invernadero (GEI), como Estados Unidos, mientras que sus bosques compensan emisiones secuestrando carbono.</p>
<p>El país también proporciona millones de toneladas soja y carne a mil millones de consumidores en China, a costa de deforestar y desecar grandes extensiones para instalar cultivos y pastos ganaderos.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/362790/original/file-20201010-15-1d1z5xa.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/362790/original/file-20201010-15-1d1z5xa.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/362790/original/file-20201010-15-1d1z5xa.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=689&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/362790/original/file-20201010-15-1d1z5xa.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=689&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/362790/original/file-20201010-15-1d1z5xa.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=689&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/362790/original/file-20201010-15-1d1z5xa.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=866&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/362790/original/file-20201010-15-1d1z5xa.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=866&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/362790/original/file-20201010-15-1d1z5xa.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=866&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Figura 1. Brasil, visto desde la perspectiva de los teleacoplamientos globales (A), las relaciones entre clima y deforestación (B) e incendios y agroganadería (C).</span>
<span class="attribution"><span class="source">Wikipedia/Nasa Earth Observatory/Alexander Christianini</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Los teleacoplamientos tienen consecuencias en la región (figura 1B). El clima lluvioso de Brasil depende de sus bosques y humedales. Los bosques favorecen la creación de nubes, en un proceso de retroalimentación positiva que deviene en más lluvia, mantenedora de la selva a largo plazo. </p>
<p>Este ciclo <a href="https://www.nature.com/articles/s41467-020-18728-7">se rompe</a> con la deforestación y el calentamiento global. Ambos factores llevan a un clima seco en el que un bosque abierto, tipo sabana, sustituye a la selva.</p>
<p>Esto también produce un teleacoplamiento, ya que la <em>sabanización</em> de la Amazonia conduce al sobrecalentamiento y a la sequía, tanto en el productivo sur de Brasil como incluso en la lejana <a href="https://journals.ametsoc.org/ei/article/14/4/1/429">Europa</a>.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/362788/original/file-20201010-15-tcilz4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/362788/original/file-20201010-15-tcilz4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/362788/original/file-20201010-15-tcilz4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=372&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/362788/original/file-20201010-15-tcilz4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=372&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/362788/original/file-20201010-15-tcilz4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=372&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/362788/original/file-20201010-15-tcilz4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=467&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/362788/original/file-20201010-15-tcilz4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=467&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/362788/original/file-20201010-15-tcilz4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=467&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Nubes tipo palomitas de maíz formándose sobre la selva a orillas del Amazonas.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://earthobservatory.nasa.gov/images/145649/mapping-the-amazon">Nasa Earth Observatory</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Por qué arde Brasil</h2>
<p>La destrucción de Amazonia y Pantanal está muy relacionada con los <a href="https://theconversation.com/no-solo-hay-incendios-en-california-toda-america-esta-en-llamas-146647">incendios</a>, que afectan a <a href="http://queimadas.dgi.inpe.br/queimadas/aq1km/">cientos de miles de kilómetros cuadrados</a>. En 2020 ya se ha quemado una superficie mayor que todo Portugal.</p>
<p>Paradójicamente, los grandes fuegos por causas naturales (rayos) son raros en el húmedo ambiente de Amazonia. Casi todos los incendios son provocados para extender cultivos y pastizales, y tienen de fondo la agroganadería.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/362789/original/file-20201010-13-182u0cy.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/362789/original/file-20201010-13-182u0cy.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/362789/original/file-20201010-13-182u0cy.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=357&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/362789/original/file-20201010-13-182u0cy.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=357&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/362789/original/file-20201010-13-182u0cy.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=357&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/362789/original/file-20201010-13-182u0cy.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=449&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/362789/original/file-20201010-13-182u0cy.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=449&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/362789/original/file-20201010-13-182u0cy.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=449&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Incendios en Amazonia (A, con focos señalados en rojo) y Pantanal (B).</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://earthobservatory.nasa.gov/images/146409/fire-in-the-pantanal">Nasa Earth Observatory</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Estos incendios tienen mayor impacto porque el clima regional es <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0367253020300736">cada vez más seco</a>, debido a la deforestación y al calentamiento global.</p>
<p>A pequeña escala, la degradación del bosque y el fuego <a href="https://www.nature.com/articles/nature01437">se retroalimentan</a>, acelerando la deforestación. Bosques más pequeños sufren más la sequía y acumulan más hojarasca inflamable. Además, son invadidos por las hierbas de los pastizales ganaderos, muchas de ellas especies exóticas muy resistentes al fuego (figura 1C).</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/363434/original/file-20201014-21-1eo596x.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/363434/original/file-20201014-21-1eo596x.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/363434/original/file-20201014-21-1eo596x.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/363434/original/file-20201014-21-1eo596x.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/363434/original/file-20201014-21-1eo596x.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/363434/original/file-20201014-21-1eo596x.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/363434/original/file-20201014-21-1eo596x.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/363434/original/file-20201014-21-1eo596x.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Sabanización de la selva por quemas recurrentes e invasión de hierbas.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Lucas N. Paolucci</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>El contexto sociopolítico</h2>
<p>La deforestación de Amazonia tomó impulso en los años 1970, con el autoritarismo político como trasfondo. Entonces, la dictadura militar fomentaba la integración de esta región practicando el <a href="https://quatrocincoum.folha.uol.com.br/br/galerias/a-ofensiva-da-ditadura-militar-contra-a-amazonia">desarrollismo nacionalista</a>, llamando a “combatir al infierno verde” y “evitar que Amazonia caiga en manos de intereses extranjeros”.</p>
<p>A principios del siglo XXI, la grave deforestación y los numerosos incendios activaron la presión social frente a los intereses agrícolas y forestales sobre Amazonia.</p>
<p>Esto empujó a Marina Silva, Ministra de Medio Ambiente del gobierno de Luis Inácio Lula, a desarrollar acciones de control. Entre ellas figuraban establecer la trazabilidad de la soja y la carne con el apoyo de las compañías privadas, limitar los créditos a las propiedades agrícolas involucradas en deforestación ilegal y crear un <em>cinturón</em> de reservas naturales para contener el frente de deforestación.</p>
<p>Con estas medidas se consiguió <a href="https://science.sciencemag.org/content/344/6188/1118">reducir la tasa de deforestación</a> hasta en un 70 %, a la vez que <a href="https://documents.worldbank.org/en/publication/documents-reports/documentdetail/268351520343354377/agriculture-productivity-growth-in-brazil-recent-trends-and-future-prospects">se ganaba en productividad agrícola</a>.</p>
<p>En la última década, el <em>lobby</em> agropecuario ha ganado protagonismo económico y <a href="https://science.sciencemag.org/content/329/5989/276.2">político</a>. Afectados por las medidas de protección ambiental, que consideran excesivas, partes de este sector han encontrado en el actual gobierno de Jair Bolsonaro <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0264837719314899">un aliado</a>. Su objetivo es <a href="https://www.cambridge.org/core/journals/environmental-conservation/article/brazils-new-president-and-ruralists-threaten-amazonias-environment-traditional-peoples-and-the-global-climate/F5C1E42BF9F6E6BDDB957B87601FC4F7">reinterpretar la conservación de la diversidad</a> biológica y cultural como una barrera al crecimiento económico del país.</p>
<p>La pinza formada por la industria agroalimentaria y la política gubernamental está, por tanto, generando una <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0367253020300736">nueva ola creciente</a> de deforestación e incendios.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/363432/original/file-20201014-21-1y2xbpu.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/363432/original/file-20201014-21-1y2xbpu.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/363432/original/file-20201014-21-1y2xbpu.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/363432/original/file-20201014-21-1y2xbpu.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/363432/original/file-20201014-21-1y2xbpu.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/363432/original/file-20201014-21-1y2xbpu.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/363432/original/file-20201014-21-1y2xbpu.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/363432/original/file-20201014-21-1y2xbpu.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Tapir desplazándose entre los fragmentos del bosque amazónico a través de los cultivos zoomable.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Franciane Marchiori</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Bolsonaro, cuyo programa de gobierno ni siquiera incluye palabras como Amazonia, cambio climático o deforestación, <a href="https://www.nature.com/articles/s41559-019-0855-9">está desmantelando la justicia</a> y la administración ambientales de Brasil.</p>
<p>El actual presidente del país ha reducido la financiación de las fiscalías de delitos ambientales y las ha inutilizado transfiriendo parte de sus responsabilidades a las <a href="http://www.planalto.gov.br/ccivil_03/_ato2019-2022/2020/decreto/D10341.htm">Fuerzas Armadas</a> (que por ley no pueden sancionar), ha reorganizado las agencias científico-ambientales <a href="https://science.sciencemag.org/content/365/6452/419">reemplazando a técnicos</a>, ha cambiado leyes ambientales que no requieren control del Parlamento y pretende sacar a Brasil del Acuerdo de París de Cambio Climático. </p>
<h2>Parar el desastre en Brasil es posible</h2>
<p>Brasil puede revertir este escenario de desolación ambiental, sin limitar la prosperidad de la población de Amazonia y Pantanal.</p>
<p>Además de recuperar la capacidad de acción legal contra la deforestación, debe desarrollar <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0264837719309809">estrategias válidas</a> para hacer la agricultura sostenible. Estas acciones van desde la mejora de las producciones aprovechando los servicios de los ecosistemas (como el control de plagas) hasta el aumento de la asistencia técnica pública a los pequeños productores tradicionales.</p>
<p>Es totalmente posible obtener de Amazonia <a href="https://www.pnas.org/content/113/39/10759">recursos naturales de alto valor</a> mediante métodos compatibles con la conservación de su biodiversidad. Por ejemplo, la recolección directa de semillas y frutos, como la nuez de Brasil y el <a href="https://link.springer.com/article/10.1023/A:1025966613562">açaí</a> llega a rentabilidades por hectárea superiores a las explotaciones de ganado o soja.</p>
<p>Las comunidades locales pueden combatir la deforestación mediante iniciativas como <a href="http://www.fao.org/redd/es/">REDD+</a>, que paga a los propietarios de los bosques por su servicio frente al cambio climático. </p>
<p>Los ciudadanos del mundo podemos aprovechar los teleacoplamientos para <a href="https://www.jstor.org/stable/26270174">participar en la conservación</a> de Brasil desde nuestras casas.</p>
<p>Podemos apoyar campañas para cambiar las políticas ambientales en Brasil, exigir responsabilidad corporativa a las multinacionales agroalimentarias, comprar sus productos cuando tengan certificados ambientales honestos y forzar a nuestros bancos a hacer sus inversiones (con nuestros ahorros) en Brasil bajo criterios de sostenibilidad.</p>
<p>Lo queramos o no, los problemas sociales y ambientales lejanos nos atañen. Empecemos por ser conscientes y, luego, actuemos.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/147044/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Daniel García García es miembro de la Asociación Española de Ecología Terrestre, British Ecological Society, Ecological Society of America, la Sociedad Española de Ornitología y Médicos Sin Fronteras. </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Alexander Vicente Christianini es miembro de la Associação Brasileira de Ciência Ecológica e Conservação, la Association for Tropical Biology and Conservation, Sociedade Botânica do Brasil, UNICEF y Médicos Sin Fronteras. </span></em></p>
La postura de ciertos sectores de la industria agroalimentaria y las políticas gubernamentales están generando una nueva ola creciente de deforestación e incendios en Brasil.
Daniel García García, Profesor Titular de Ecología, Universidad de Oviedo
Alexander Vicente Christianini, Professor na área de Ecologia, Universidade Federal de São Carlos (UFSCar)
Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.
tag:theconversation.com,2011:article/147419
2020-10-04T09:14:10Z
2020-10-04T09:14:10Z
¿Cómo puede afectar el contagio por COVID-19 a las posibilidades de reelección de Trump?
<p>A solo un mes de las elecciones presidenciales estadounidenses del 3 de noviembre, contraer el virus podría tener consecuencias políticas positivas o negativas para <a href="https://twitter.com/realDonaldTrump/status/1311892190680014849">Donald Trump</a>. Por supuesto, todo dependerá de la gravedad de la enfermedad del presidente estaounidense. Pero no debemos descartarlo, ni pensar que Biden ya es Presidente.</p>
<p>Estos son los efectos de la COVID-19 que podrían condicionar los comicios para Trump.</p>
<h2>Efectos negativos</h2>
<ol>
<li><p>Los días de aislamiento de Trump dejarán en suspenso su intensa actividad de campaña. Trump tiene más capacidad que Joe Biden para activar a las masas. Esta ventaja ahora se ha evaporado.</p></li>
<li><p>Trump es un hombre enfermo. Hacer campaña exige tener una buena salud. Cualquier ventaja física derivada de ser el más joven (74 años frente a los 77 de Biden) o estar en mejor forma de los dos candidatos ha desaparecido.</p></li>
<li><p>Dado que a menudo ha menospreciado la virulencia de la COVID-19, el presidente se enfrenta a la humillación pública de ser una víctima de esta enfermedad. Trump no maneja bien la humillación: el relato de su infancia, contado por su sobrina <a href="https://www.nytimes.com/es/2020/07/09/espanol/mundo/libro-mary-trump-sobrina.html">Mary L. Trump</a>, está repleto de ejemplos de cómo el joven Donald no podía soportar la humillación.</p></li>
<li><p>Trump ha confeccionado una imagen de hombre fuerte durante décadas. Si las cosas no salen bien, se verá cada vez más como un hombre de 74 años. Si su experiencia es como la de Boris Johnson, Trump bien podría estar fuera de acción durante semanas con el consiguiente desafío psicológico de la recuperación que pesa sobre él. El primer ministro británico, según han observado varios íntimos, aún se encuentra en periodo de recuperación, afectado cognitiva y emocionalmente por su lucha personal con la COVID-19.</p></li>
</ol>
<h2>Efectos positivos</h2>
<ol>
<li><p>Debido al virus, Joe Biden ya era cauteloso ante las campañas cara a cara. La enfermedad de su oponente algo más joven podría mantener a Biden más atado a su despacho y menos dispuesto a salir el campo de batalla.</p></li>
<li><p>Trump no es el primer líder en contraer el virus. Mientras que Boris Johnson estuvo muy enfermo, los efectos del virus en Jair Bolsonaro, el presidente brasileño, fueron relativamente leves. Bolsonaro pudo afirmar, por experiencia propia, que pocas personas que contraen el virus mueren realmente por él. Este ha sido el estribillo básico de Trump durante el transcurso de la pandemia. Detectar y recuperarse del virus podría demostrar que tenía razón desde el principio. Los confinamientos, podría insistir Trump, fueron una reacción exagerada a una enfermedad contagiosa pero no virulenta.</p></li>
<li><p>La historia nos dice que los candidatos presidenciales enfermos a menudo ganan las siguientes elecciones (<a href="https://www.nationalgeographic.es/video/tv/reagan-intento-de-asesinato">Ronald Reagan casi muere</a> en un atentado en 1981 pero ganó de calle en 1984) o que lo hace su partido. Después de que Warren G. Harding muriera en el cargo en 1923, su partido, el republicano, permaneció en la Casa Blanca durante otros diez años.</p></li>
<li><p>De hecho, los presidentes asesinados tienden a garantizar que su partido retenga la Casa Blanca en las siguientes elecciones: el asesinato de Lincoln en 1865 motivó que Ulysses S. Grant ganara en 1868. El asesinato de William McKinley en 1901 puso a su vicepresidente, Theodore Roosevelt, en el cargo durante ocho años. El asesinato de John Kennedy en 1963 llevó a Lyndon Johnson a ganar de manera aplastante el año siguiente. Morir no es, por supuesto, el plan de Trump, pero la enfermedad y la muerte no tienen por qué significar que el Partido Republicano pierda la Casa Blanca.</p></li>
<li><p>El presidente más grande de la historia de Estados Unidos medido por victorias (1932, 1936, 1940 y 1944), Franklin Roosevelt, también fue el más afectado por la mala salud. Víctima de la polio, pasó toda su presidencia en silla de ruedas. No se trata de que la COVID-19 vaya a convertir a Trump en Roosevelt, sino de observar hasta qué punto la enfermedad puede empoderar a un presidente.</p></li>
<li><p>La enfermedad de Trump podría tener un efecto positivo en el tono del discurso político. Biden no querrá que se le vea demonizando a un oponente enfermo. Es casi seguro que los cara a cara presidenciales se cancelarán, lo que probablemente se traduzca en un debate nacional más civilizado.</p></li>
</ol>
<p>De nuevo, solo podremos comenzar a estimar adecuadamente las ramificaciones políticas del diagnóstico de COVID-19 de Trump cuando conozcamos su pronóstico. Es otro elemento de incertidumbre en este año electoral tan extraño e inseguro.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/147419/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Timothy J. Lynch no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>
La enfermedad del presidente estadounidense añade otro elemento de incertidumbre a este año electoral tan extraño.
Timothy J. Lynch, Associate Professor in American Politics, The University of Melbourne
Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.
tag:theconversation.com,2011:article/142527
2020-07-10T16:08:52Z
2020-07-10T16:08:52Z
La justicia brasileña ordena a Bolsonaro proteger a los pueblos indígenas del coronavirus
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/346921/original/file-20200710-62-m6y5je.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C5313%2C3494&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Indígenas Satere-mawe con mascarilla reman sobre el río Ariau, en el estado de Manaus, duramente afectado, durante la pandemia de coronavirus. 5 de mayo de 2020.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/satere-mawe-indigenous-men-navigate-the-ariau-river-during-news-photo/1211905066?adppopup=true"> Ricardo Oliveira /AFP via Getty Images</a></span></figcaption></figure><p>El juez Luis Roberto Barroso <a href="http://stf.jus.br/portal/cms/verNoticiaDetalhe.asp?idConteudo=447103&caixaBusca=N">le ha dado al gobierno brasileño solo tres días para establecer un equipo de respuesta a la crisis</a>. El ejecutivo de Bolsonaro debe establecer puestos de control en tierras indígenas, con apoyo militar si es necesario, para evitar que personas ajenas entren sin permiso y para realizar pruebas de COVID-19. Dentro de un mes, el gobierno debe emitir un plan integral de pandemia para detener la invasión de los territorios indígenas, que potencialmente expone a los residentes al virus, y brindar atención médica a todos los pueblos indígenas.</p>
<p>La orden responde a una <a href="https://www.jota.info/stf/do-supremo/indigenas-pedem-ao-stf-que-governo-adote-medidas-para-proteger-povos-isolados-30062020">petición</a> del 29 de junio presentada por una organización brasileña de derechos indígenas y seis partidos políticos que afirman que el COVID-19 podría llevar a un “<a href="https://www.jota.info/wp-content/uploads/2020/06/adpf-apib-compressed.pdf">genocidio</a>” a la población indígena de Brasil ya en situación de riesgo.</p>
<p>Los datos de la pandemia muestran que los brasileños indígenas <a href="https://ipam.org.br/wp-content/uploads/2020/07/NT-covid-indi%CC%81genas-amazo%CC%82nia.pdf"> enferman y mueren</a> en tasas más altas que la población general. La mayoría de los aproximadamente <a href="http://www.funai.gov.br/index.php/indios-no-brasil/o-brasil-indigena-ibge">896 000 indígenas de Brasil viven en la región amazónica</a>, donde el hospital más cercano puede estar a días en barco y ofrece servicios limitados. Los brasileños indígenas también tienen tasas más altas de <a href="https://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0102-311X2014000400855">desnutrición, anemia y obesidad</a> que la población general, factores de riesgo grave para COVID-19.</p>
<p>Hasta el 8 de julio, el Ministerio de Salud de Brasil reportó <a href="https://saudeindigena.saude.gov.br/corona">8 098 infecciones por COVID-19 entre indígenas y 184 muertes</a>. El <a href="https://www.nationalgeographic.com/history/2020/06/disaster-looms-indigenous-amazon-tribes-covid-19-cases-multiply/#close">Comité Nacional de Vida y Memoria Indígena</a>, un grupo que apoya a los pueblos indígenas durante la pandemia, estima más de <a href="https://covid19.socioambiental.org/">12 000 infecciones y 446 muertes</a>.</p>
<p>Para las comunidades nativas con solo <a href="https://www.survivalinternational.org/tribes/brazilian">unos pocos cientos o miles de miembros</a>, eso es una amenaza existencial. Si las tendencias actuales continúan, <a href="https://acervo.socioambiental.org/acervo/publicacoes-isa/o-impacto-da-pandemia-na-terra-indigena-yanomami-foragarimpoforacovid">5 600 yanomami, o el 40 % de toda su población, podrían infectarse con COVID-19</a>, según un informe del Instituto Socioambiental de Brasil.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/346190/original/file-20200707-194396-n5qpp6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/346190/original/file-20200707-194396-n5qpp6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/346190/original/file-20200707-194396-n5qpp6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/346190/original/file-20200707-194396-n5qpp6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/346190/original/file-20200707-194396-n5qpp6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/346190/original/file-20200707-194396-n5qpp6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/346190/original/file-20200707-194396-n5qpp6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/346190/original/file-20200707-194396-n5qpp6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Una paciente indígena baniwa de 92 años de edad que se recuperó de COVID-19 sale del hospital de la ciudad amazónica de Manaus en mayo de 2020 sosteniendo un cartel que dice ‘Otra guerrera recuperada’.‘</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/nurse-and-a-physiotherapist-walk-beside-nazaria-lopes-a-news-photo/1215628363?adppopup=true">Andre Coelho/Getty Images</a></span>
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<h2>¿Por qué genocidio?</h2>
<p>El brote incontrolado de coronavirus de Brasil es solo la última amenaza mortal para los pueblos indígenas bajo la presidencia de Jair Bolsonaro, quien recientemente <a href="https://www.bbc.com/news/world-latin-america-53319517">dio positivo por el COVID-19</a>.</p>
<p>Desde que asumió el cargo en enero de 2018, Bolsonaro ha <a href="https://theconversation.com/indigenous-people-may-be-the-amazons-last-hope-130941">desmantelado las protecciones ambientales de la Amazonia</a>, permitiendo que aumenten la <a href="https://theconversation.com/the-amazon-is-burning-4-essential-reads-on-brazils-vanishing-rainforest-122288">deforestación y los incendios forestales</a>. También ha reducido los derechos a la tierra de los pueblos indígenas y ha hecho la vista gorda con la minería ilegal, la explotación forestal y las operaciones agrícolas en esos territorios.</p>
<p>Las <a href="https://theconversation.com/brazils-jair-bolsonaro-is-devastating-indigenous-lands-with-the-world-distracted-138478">políticas públicas y la retórica del presidente hacia los indígenas brasileños son tan abiertamente hostiles</a> que esencialmente constituyen una campaña de genocidio, según nuestras investigaciones. A finales de 2019, dos importantes organizaciones brasileñas de derechos humanos <a href="https://apublica.org/wp-content/uploads/2019/11/e-muito-triste-levar-um-brasileiro-para-o-tribunal-penal-internacional-diz-co-autora-da-peticao.pdf">argumentaron ante la Corte Penal Internacional</a> de las Naciones Unidas que el líder de derecha estaba “incitando al genocidio” contra los pueblos indígenas.</p>
<p>Ese caso está todavía pendiente, pero según el derecho internacional, el <a href="http://www.corteidh.or.cr/tablas/16264.pdf">delito de genocidio</a> solo requiere “la intención de destruir, total o parcialmente” un grupo basada en su nacionalidad, etnia, raza o religión. Por tanto, no solo se refiere a los asesinatos explícitos en masa. Causar daños graves a una población y destruir su forma de vida también puede constituir un genocidio.</p>
<p>Como expertos en <a href="https://www.un.org/en/genocideprevention/documents/about-us/Doc.3_Framework%20of%20Analysis%20for%20Atrocity%20Crimes_EN.pdf">la prevención de atrocidades masivas</a> y los derechos indígenas, hemos observado con alarma <a href="https://www.amazon.com/Confronting-Evil-Engaging-Responsibility-Genocide/dp/0199300704">las señales que advertían</a> que estaba ocurriendo un genocidio lento en el Brasil de Bolsonaro. Luego vino COVID-19, que está matando a cientos de personas indígenas.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/346189/original/file-20200707-194427-1vfb40d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/346189/original/file-20200707-194427-1vfb40d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/346189/original/file-20200707-194427-1vfb40d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/346189/original/file-20200707-194427-1vfb40d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/346189/original/file-20200707-194427-1vfb40d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/346189/original/file-20200707-194427-1vfb40d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/346189/original/file-20200707-194427-1vfb40d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/346189/original/file-20200707-194427-1vfb40d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Homenaje a las víctimas brasileñas de COVID-19 en la capital, Brasilia, el 28 de junio de 2020. En ese momento, Brasil tenía 57 070 muertes por coronavirus.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/protester-installs-a-cross-during-demonstration-in-honor-of-news-photo/1223328439?adppopup=true">Andressa Anholete/Getty Images</a></span>
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<h2>Señales de advertencia</h2>
<p>En teoría, muchos indígenas brasileños deberían estar preparados para evitar la exposición a COVID-19. Se estima que <a href="https://unpo.org/article/21899">10 000</a> viven en <a href="http://www.oas.org/es/cidh/indigenas/docs/pdf/Informe-Pueblos-Indigenas-Aislamiento-Voluntario.pdf">aislamiento voluntario</a> en toda la Amazonía, separados de la sociedad brasileña en general. Muchos otros solo tienen contacto limitado con el mundo exterior.</p>
<p>Su derecho de autodeterminación y su aislamiento son confirmados por dos <a href="https://undocs.org/es/A/RES/61/295">acuerdos internacionales</a> sobre <a href="https://www.oas.org/es/sadye/documentos/res-2888-16-es.pdf">derechos indígenas</a>, ambos firmados por Brasil. Sin embargo, en los últimos años, los madereros, mineros y agricultores han violado agresivamente estos derechos sobre la tierra y se han establecido en la Amazonía, a veces con el <a href="https://theconversation.com/brazils-jair-bolsonaro-is-devastating-indigenous-lands-with-the-world-distracted-138478">respaldo explícito del gobierno de Bolsonaro</a>.</p>
<p>El acaparamiento ilegal de tierras ha empeorado durante la pandemia, ya que la atención mundial se alejó de la Amazonía. Por ejemplo, el número de mineros de oro no indígenas que trabajan en la tierra indígena Yanomami aumentó desde los <a href="https://news.mongabay.com/2019/07/yanomami-amazon-reserve-invaded-by-20000-miners-bolsonaro-fails-to-act/">4 000 de 2018 a los más de 20 000 este 2020</a>.</p>
<p>Más allá de llevar el coronavirus a las comunidades indígenas, tales incursiones ponen en peligro la supervivencia de los indígenas brasileños.</p>
<p>Los pueblos indígenas han vivido en la Amazonía durante siglos, <a href="https://theconversation.com/indigenous-people-may-be-the-amazons-last-hope-130941">protegiendo la selva tropical</a> de tal manera que no solo respaldaba su forma de vida tradicional sino que también protegía este recurso natural global. Históricamente, han contado con regulaciones gubernamentales mínimas destinadas a defender la selva amazónica, aunque la deforestación ha sido <a href="https://www.vox.com/science-and-health/2019/11/18/20970604/amazon-rainforest-2019-brazil-burning-deforestation-bolsonaro">un desafío durante mucho tiempo</a>.</p>
<p>Bolsonaro <a href="https://theconversation.com/amazon-deforestation-already-rising-may-spike-under-bolsonaro-109940">no cree en la defensa de la Amazonía o de sus habitantes</a>. Uno de sus primeros actos como presidente fue revertir las protecciones ambientales. <a href="https://g1.globo.com/natureza/noticia/2019/11/28/terras-indigenas-tem-alta-de-74percent-no-desmatamento-area-mais-afetada-protege-povo-isolado.ghtml">La deforestación de la Amazonía ha aumentado un 34 % desde 2018</a>, según <a href="http://www.obt.inpe.br/OBT/assuntos/programas/amazonia/prodes">el programa de monitoreo de la Amazonía brasileña</a>. La deforestación de las tierras indígenas aumentó casi un 80 %.</p>
<p><a href="https://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2179-89662019000100129&lng=en&nrm=iso&tlng=en">La confiscación ilegal de las tierras indígenas</a> y las violaciones de los derechos, como las experimentadas por los indígenas brasileños, son signos de advertencia conocidos de genocidio. También lo es la destrucción física de la patria de un grupo perseguido. Según la ONU, “<a href="http://www.corteidh.or.cr/tablas/16264.pdf">el sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial</a>” constituye un genocidio.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/346192/original/file-20200707-194405-1wif3so.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C5%2C3500%2C2321&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/346192/original/file-20200707-194405-1wif3so.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/346192/original/file-20200707-194405-1wif3so.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/346192/original/file-20200707-194405-1wif3so.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/346192/original/file-20200707-194405-1wif3so.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/346192/original/file-20200707-194405-1wif3so.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/346192/original/file-20200707-194405-1wif3so.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Indígenas yanomami brasileños esperan para recibir atención médica de los misioneros en el estado de Roraima, el 1 de julio de 2020.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/yanomami-indigenous-wait-to-receive-health-care-during-the-news-photo/1223854141?adppopup=true">Andressa Anholete / Getty Images</a></span>
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<p>La historia muestra que <a href="https://www.genocidewatch.com/ten-stages-of-genocide">negar la humanidad de un grupo</a> es otro precursor frecuente del genocidio. Antes del Holocausto, por ejemplo, los nazis se referían a los judíos como ratas.</p>
<p>Bolsonaro no ha ido tan lejos como para caracterizar a los brasileños indígenas como alimañas. Pero se refiere a ellos usando un lenguaje peyorativo.</p>
<p>“Los indios no hablan nuestro idioma, no tienen dinero, no tienen cultura”, dijo al <a href="https://www.campograndenews.com.br/politica/bolsonaro-diz-que-oab-so-defende-bandido-e-reserva-indigena-e-um-crime">periódico Campo Grande en 2015</a>, cuando todavía era congresista. A principios de este año, Bolsonaro dijo que las personas indígenas expuestas al mundo exterior “<a href="https://www.theguardian.com/world/2020/jan/24/jair-bolsonaro-racist-comment-sparks-outrage-indigenous-groups">se están convirtiendo cada vez más en seres humanos como nosotros</a>”.</p>
<h2>Una atrocidad previsible</h2>
<p>El acaparamiento de tierras, la atención médica insuficiente, la deforestación y la estigmatización ya amenazaban a los indígenas brasileños antes de la pandemia. Los genocidios pueden ser así. Las atrocidades masivas <a href="https://www.ushmm.org/genocide-prevention/learn-about-genocide-and-other-mass-atrocities/definitions">son procesos</a>, no eventos repentinos y aislados. Los factores de riesgo y las señales de advertencia pueden estar latentes durante años en un país. Luego, una “<a href="https://core.ac.uk/reader/229941814">chispa</a>” como COVID-19 los enciende, lo que desemboca en una mortandad masiva.</p>
<p>La <a href="http://www.stf.jus.br/arquivo/cms/noticiaNoticiaStf/anexo/adpf709.pdf">orden de más de 40 páginas</a> de la Corte Suprema no menciona el genocidio. Sin embargo, su rápida emisión y plazos estrictos denotan la urgencia de la situación que enfrenta Brasil.</p>
<p>El cumplimiento no está garantizado. La administración Bolsonaro no ha obedecido sentencias judiciales anteriores relacionadas con los derechos indígenas, con solo multas ocasionales como consecuencia.</p>
<p>Pero al ordenar medidas de protección de emergencia, el juez Barroso demuestra que al menos una rama del gobierno de Brasil asume la <a href="https://www.un.org/en/genocideprevention/about-responsibility-to-protect.shtml">responsabilidad de proteger</a> a su pueblo, todos ellos, de una atrocidad prevenible. </p>
<p><em>Este artículo es una versión actualizada de <a href="https://theconversation.com/bolsonaro-victima-de-covid-19-como-miles-de-indigenas-que-viven-a-varios-dias-del-hospital-mas-cercano-142320">este publicado el 8 de julio</a>.</em></p><img src="https://counter.theconversation.com/content/142527/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>
Brasil debe tomar medidas de emergencia para proteger a sus comunidades indígenas del nuevo coronavirus, según ha dictaminado la Corte Suprema de Brasil el 8 de julio.
Nadia Rubaii, Co-Director, Institute for Genocide and Mass Atrocity Prevention, and Professor of Public Administration, Binghamton University, State University of New York
Julio José Araujo Junior, PhD student of law, Universidade do Estado do Rio de Janeiro (UERJ)
Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.
tag:theconversation.com,2011:article/142320
2020-07-08T18:45:21Z
2020-07-08T18:45:21Z
Bolsonaro, víctima de COVID-19, como miles de indígenas que viven a varios días del hospital más cercano
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/346399/original/file-20200708-3995-1latmkp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C5289%2C3446&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Indígenas Satere-mawe con mascarilla reman sobre el río Ariau, en el estado de Manaus, duramente afectado, durante la pandemia de coronavirus. 5 de mayo de 2020.
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/satere-mawe-indigenous-men-navigate-the-ariau-river-during-news-photo/1211905066?adppopup=true">Ricardo Oliveira /AFP via Getty Images</a></span></figcaption></figure><p>El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, quien <a href="https://www.jota.info/wp-content/uploads/2020/06/adpf-apib-compressed.pdf">negó la gravedad de la pandemia de coronavirus</a> y ridiculizó el distanciamiento social, <a href="https://www.bbc.com/news/world-latin-america-53319517">dio positivo por el nuevo coronavirus el 7 de julio</a> después de mostrar síntomas leves.</p>
<p>Bolsonaro es uno de los 1,9 millones de enfermos confirmados de COVID-19 en Brasil, un país destrozado por el virus. Pero como hombre blanco, rico y poderoso, no es miembro del grupo más afectado. Los datos muestran que <a href="https://theconversation.com/covid-19-is-deadlier-for-black-brazilians-a-legacy-of-structural-racism-that-dates-back-to-slavery-139430">los brasileños negros</a> y los indígenas <a href="https://ipam.org.br/wp-content/uploads/2020/07/NT-covid-indi%CC%81genas-amazo%CC%82nia.pdf"> enferman y mueren</a> mucho más.</p>
<p>Las comunidades indígenas enfrentan dificultades particularmente desalentadoras para la supervivencia durante la pandemia. La mayoría de los aproximadamente <a href="http://www.funai.gov.br/index.php/indios-no-brasil/o-brasil-indigena-ibge">896 000 indígenas de Brasil viven en la región amazónica</a>, donde el hospital más cercano puede estar a días en barco y ofrece servicios limitados. Los brasileños indígenas también tienen tasas más altas de <a href="https://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0102-311X2014000400855">desnutrición, anemia y obesidad</a> que la población general, factores de riesgo grave para COVID-19.</p>
<p>Hasta el 6 de julio, el Ministerio de Salud de Brasil reportó <a href="https://saudeindigena.saude.gov.br/corona">7 958 infecciones por COVID-19 entre indígenas y 171 muertes</a>. El <a href="https://www.nationalgeographic.com/history/2020/06/disaster-looms-indigenous-amazon-tribes-covid-19-cases-multiply/#close">Comité Nacional de Vida y Memoria Indígena</a>, un grupo que apoya a los pueblos indígenas durante la pandemia, estima <a href="https://covid19.socioambiental.org/">12 000 infecciones y 400 muertes</a>.</p>
<p>La situación es particularmente grave para el pueblo Yanomami amazónico. Si las tendencias actuales continúan, <a href="https://acervo.socioambiental.org/acervo/publicacoes-isa/o-impacto-da-pandemia-na-terra-indigena-yanomami-foragarimpoforacovid">5 600 yanomami, o el 40 % de toda su población, podrían infectarse con COVID-19</a>, según un informe del Instituto Socioambiental de Brasil.</p>
<p>COVID-19 representa solo la última amenaza letal para los pueblos indígenas bajo Bolsonaro, cuyas <a href="https://theconversation.com/brazils-jair-bolsonaro-is-devastating-indigenous-lands-with-the-world-distracted-138478">políticas públicas y retórica son tan abiertamente hostiles</a> que esencialmente constituyen una campaña de genocidio, según nuestras investigaciones.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/346190/original/file-20200707-194396-n5qpp6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/346190/original/file-20200707-194396-n5qpp6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/346190/original/file-20200707-194396-n5qpp6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/346190/original/file-20200707-194396-n5qpp6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/346190/original/file-20200707-194396-n5qpp6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/346190/original/file-20200707-194396-n5qpp6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/346190/original/file-20200707-194396-n5qpp6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/346190/original/file-20200707-194396-n5qpp6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Una paciente indígena baniwa de 92 años de edad que se recuperó de COVID-19 sale del hospital de la ciudad amazónica de Manaus en mayo de 2020 sosteniendo un cartel que dice ‘Otra guerrera recuperada’.‘</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/nurse-and-a-physiotherapist-walk-beside-nazaria-lopes-a-news-photo/1215628363?adppopup=true">Andre Coelho/Getty Images</a></span>
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<h2>¿Por qué genocidio?</h2>
<p>Con Bolsonaro, quien asumió el cargo en enero de 2018, Brasil ha desmantelado las protecciones ambientales de la Amazonia, permitiendo un aumento dramático de la deforestación. También ha reducido los derechos de los pueblos indígenas sobre sus tierras, territorios y recursos, y ha hecho la vista gorda a la minería ilegal, explotación forestal y operaciones agrícolas en sus territorios.</p>
<p>A finales de 2019, esas políticas movilizaron a dos importantes organizaciones brasileñas de derechos humanos a <a href="https://apublica.org/wp-content/uploads/2019/11/e-muito-triste-levar-um-brasileiro-para-o-tribunal-penal-internacional-diz-co-autora-da-peticao.pdf">denunciar a Bolsonaro ante la Corte Penal Internacional</a>, alegando que el líder de derecha estaba “incitando al genocidio” contra los pueblos indígenas. El caso está todavía pendiente de resolución.</p>
<p>Según el derecho internacional, el <a href="http://www.corteidh.or.cr/tablas/16264.pdf">delito de genocidio</a> requiere “la intención de destruir, total o parcialmente” un grupo basada en su nacionalidad, etnia, raza o religión. Si bien el genocidio a menudo implica matanzas explícitas, también puede incluir causar daños graves a una población y destruir su forma de vida.</p>
<p>Como expertos en <a href="https://www.un.org/en/genocideprevention/documents/about-us/Doc.3_Framework%20of%20Analysis%20for%20Atrocity%20Crimes_EN.pdf">la prevención de atrocidades masivas</a> y los derechos indígenas, hemos observado con alarma cómo Brasil mostraba <a href="https://www.amazon.com/Confronting-Evil-Engaging-Responsibility-Genocide/dp/0199300704">señales</a> de que este último tipo de genocidio estaba en marcha. Ahora la COVID-19, que está matando a cientos de personas indígenas, podría ser la puntilla.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/346189/original/file-20200707-194427-1vfb40d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/346189/original/file-20200707-194427-1vfb40d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/346189/original/file-20200707-194427-1vfb40d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/346189/original/file-20200707-194427-1vfb40d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/346189/original/file-20200707-194427-1vfb40d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/346189/original/file-20200707-194427-1vfb40d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/346189/original/file-20200707-194427-1vfb40d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/346189/original/file-20200707-194427-1vfb40d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Homenaje a las víctimas brasileñas de COVID-19 en la capital, Brasilia, el 28 de junio de 2020. En ese momento, Brasil tenía 57 070 muertes por coronavirus.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/protester-installs-a-cross-during-demonstration-in-honor-of-news-photo/1223328439?adppopup=true">Andressa Anholete/Getty Images</a></span>
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<h2>Señales de advertencia</h2>
<p>En teoría, muchos indígenas brasileños deberían estar preparados para evitar la exposición a COVID-19. Se estima que <a href="https://unpo.org/article/21899">10 000</a> viven en <a href="http://www.oas.org/es/cidh/indigenas/docs/pdf/Informe-Pueblos-Indigenas-Aislamiento-Voluntario.pdf">aislamiento voluntario</a> en toda la Amazonía, separados de la sociedad brasileña en general. Muchos otros solo tienen contacto limitado con el mundo exterior.</p>
<p>Sus derechos de autodeterminación y aislamiento son confirmados por dos <a href="https://undocs.org/es/A/RES/61/295">acuerdos internacionales</a> sobre <a href="https://www.oas.org/es/sadye/documentos/res-2888-16-es.pdf">derechos indígenas</a>, ambos firmados por Brasil. Sin embargo, en los últimos años, los madereros, mineros y agricultores han violado agresivamente estos derechos sobre la tierra y se han establecido en la Amazonía, a veces con el <a href="https://theconversation.com/brazils-jair-bolsonaro-is-devastating-indigenous-lands-with-the-world-distracted-138478">respaldo explícito del gobierno de Bolsonaro</a>.</p>
<p>El acaparamiento ilegal de tierras ha empeorado durante la pandemia, ya que la atención mundial se alejó de la Amazonía. Por ejemplo, el número de mineros de oro no indígenas que trabajan en la tierra indígena Yanomami aumentó desde los <a href="https://news.mongabay.com/2019/07/yanomami-amazon-reserve-invaded-by-20000-miners-bolsonaro-fails-to-act/">4 000 de 2018 a más de 20 000 este 2020</a>. Tales incursiones corren el riesgo de llevar el coronavirus a las comunidades indígenas.</p>
<p>La violación sistemática de los derechos indígenas sobre la tierra también pone en peligro su propia supervivencia.</p>
<p>Los pueblos indígenas han vivido en la Amazonía durante siglos, <a href="https://theconversation.com/indigenous-people-may-be-the-amazons-last-hope-130941">protegiendo la selva tropical</a> de una manera que no solo respaldaba su forma de vida tradicional sino que también protegía este recurso natural global. Históricamente, han contado con regulaciones gubernamentales mínimas destinadas a defender la selva amazónica, aunque la deforestación ha sido <a href="https://www.vox.com/science-and-health/2019/11/18/20970604/amazon-rainforest-2019-brazil-burning-deforestation-bolsonaro">un desafío durante mucho tiempo</a>.</p>
<p>Pero Bolsonaro <a href="https://theconversation.com/amazon-deforestation-already-rising-may-spike-under-bolsonaro-109940">no cree en la defensa de la Amazonía o sus habitantes</a>. Uno de sus primeros actos como presidente fue revertir las protecciones ambientales. <a href="https://g1.globo.com/natureza/noticia/2019/11/28/terras-indigenas-tem-alta-de-74percent-no-desmatamento-area-mais-afetada-protege-povo-isolado.ghtml">La deforestación de la Amazonía ha aumentado un 34 % desde 2018</a>, según <a href="http://www.obt.inpe.br/OBT/assuntos/programas/amazonia/prodes">el programa de monitoreo de la Amazonía brasileña</a>. La deforestación de las tierras indígenas aumentó casi un 80 %.</p>
<p><a href="https://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2179-89662019000100129&lng=en&nrm=iso&tlng=en">La confiscación ilegal de las tierras indígenas</a> y las violaciones de los derechos, como las experimentadas por los indígenas brasileños bajo el gobierno Bolsonaro, son signos de advertencia conocidos de genocidio. También lo es la destrucción física de la patria de un grupo perseguido. Según la ONU, “<a href="http://www.corteidh.or.cr/tablas/16264.pdf">el sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial</a>” constituye un genocidio.</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/346192/original/file-20200707-194405-1wif3so.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C5%2C3500%2C2321&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/346192/original/file-20200707-194405-1wif3so.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/346192/original/file-20200707-194405-1wif3so.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/346192/original/file-20200707-194405-1wif3so.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/346192/original/file-20200707-194405-1wif3so.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/346192/original/file-20200707-194405-1wif3so.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/346192/original/file-20200707-194405-1wif3so.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Indígenas yanomami brasileños esperan para recibir atención médica de los misioneros en el estado de Roraima, el 1 de julio de 2020.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/yanomami-indigenous-wait-to-receive-health-care-during-the-news-photo/1223854141?adppopup=true">Andressa Anholete / Getty Images</a></span>
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<p>La historia muestra que <a href="https://www.genocidewatch.com/ten-stages-of-genocide">negar la humanidad de un grupo</a> es otro precursor frecuente del genocidio. Antes del Holocausto, por ejemplo, los nazis se referían a los judíos como ratas. </p>
<p>Bolsonaro no ha ido tan lejos como para caracterizar a los brasileños indígenas como alimañas. Pero se refiere a ellos usando un lenguaje peyorativo.</p>
<p>“Los indios no hablan nuestro idioma, no tienen dinero, no tienen cultura”, dijo al <a href="https://www.campograndenews.com.br/politica/bolsonaro-diz-que-oab-so-defende-bandido-e-reserva-indigena-e-um-crime">periódico Campo Grande en 2015</a>, cuando todavía era congresista. A principios de este año, Bolsonaro dijo que las personas indígenas expuestas al mundo exterior “<a href="https://www.theguardian.com/world/2020/jan/24/jair-bolsonaro-racist-comment-sparks-outrage-indigenous-groups">se están convirtiendo cada vez más en seres humanos como nosotros</a>”.</p>
<h2>La hora de la intervención</h2>
<p>El acaparamiento de tierras, la atención médica insuficiente, la deforestación y la estigmatización ya amenazaban a los indígenas brasileños antes de la pandemia. Los genocidios pueden ser así. Las atrocidades masivas <a href="https://www.ushmm.org/genocide-prevention/learn-about-genocide-and-other-mass-atrocities/definitions">son procesos</a>, no eventos repentinos y aislados.</p>
<p>Los factores de riesgo y las señales de advertencia pueden estar latentes durante años en un país. Luego, una “<a href="https://core.ac.uk/reader/229941814">chispa</a>” como COVID-19 los enciende, lo que desemboca en una mortandad masiva.</p>
<p>No somos los únicos que hacemos este pronóstico terrible. El 29 de junio, una organización brasileña de derechos indígenas y seis partidos políticos <a href="https://www.jota.info/stf/do-supremo/indigenas-pedem-ao-stf-que-governo-adote-medidas-para-proteger-povos-isolados-30062020">solicitaron conjuntamente de la Corte Suprema una orden de protección para los pueblos indígenas</a> durante la pandemia de coronavirus para evitar que ocurriera un genocidio. </p>
<p>Los solicitantes insisten en que el gobierno debe proporcionar atención médica adecuada a todos los indígenas brasileños; asegurar físicamente la tierra indígena para evitar la entrada de mineros ilegales, madereros y otros; y expulsar a los que ocupan esas tierras. Al fallar estas medidas de emergencia, afirman, los pueblos indígenas de Brasil <a href="https://www.jota.info/wp-content/uploads/2020/06/adpf-apib-compressed.pdf">se enfrentan a la extinción</a>.</p>
<p>Si el tribunal concede su solicitud, no hay garantía de que el gobierno cumpla. Pero podría salvar vidas. Para las comunidades indígenas, <a href="https://www.survivalinternational.org/tribes/brazilian">con solo unos pocos cientos de miembros</a>, eso puede marcar la diferencia.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/142320/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>
Las comunidades indígenas ya sufrían bajo el gobierno de Bolsonaro. Ahora, la COVID-19 amenaza su propia supervivencia.
Nadia Rubaii, Co-Director, Institute for Genocide and Mass Atrocity Prevention, and Professor of Public Administration, Binghamton University, State University of New York
Julio José Araujo Junior, PhD student of law, Universidade do Estado do Rio de Janeiro (UERJ)
Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.
tag:theconversation.com,2011:article/127045
2019-11-14T20:49:36Z
2019-11-14T20:49:36Z
¿Qué está ocurriendo en Sudamérica?
<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/301811/original/file-20191114-26202-7dmqkp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C4394%2C2523&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">La policía utiliza un cañón de agua contra los manifestantes durante una reciente protesta antigubernamental en Santiago de Chile. En varios países de América del Sur se han producido disturbios sociales en los últimos meses.</span> <span class="attribution"><span class="source"> (AP Photo/Esteban Felix)</span></span></figcaption></figure><p>La noticia de que el presidente de Bolivia, Evo Morales, <a href="https://www.cnn.com/2019/11/10/americas/bolivia-new-election-audit/index.html">dimitió en medio de un escándalo de fraude electoral</a> pone de relieve una lamentable realidad sobre América del Sur. Si bien es cierto que el continente ha hecho importantes progresos económicos en los últimos años, sigue viéndose afectado por frecuentes disturbios políticos y civiles.</p>
<p>Con más de 425 millones de habitantes, los países de América del Sur se encuentran, a nivel mundial, entre los mayores productores y exportadores de <a href="https://www.statista.com/chart/19127/biggest-producers-of-beef/">carne de vacuno</a> <a href="https://www.worldatlas.com/articles/world-leaders-in-soya-soybean-production-by-country.html">y soja</a> (Brasil), <a href="https://www.opec.org/opec_web/en/about_us/171.htm">petróleo</a> (Venezuela), <a href="http://www.ico.org/trade_statistics.asp">café</a> (Colombia), <a href="https://oec.world/en/profile/hs92/2204/">vino</a> (Argentina y Chile), <a href="https://www.statista.com/statistics/264626/copper-production-by-country/">cobre</a> (Chile y Perú) y <a href="https://www.theoilandgasyear.com/market/bolivia/">gas natural</a> (Bolivia). </p>
<p>Pero América del Sur también se caracteriza desde hace mucho tiempo por su <a href="https://www.washingtonpost.com/world/the_americas/why-political-turmoil-is-erupting-across-latin-america/2019/10/10/a459cc96-eab9-11e9-a329-7378fbfa1b63_story.html">inestabilidad política</a> y sus tensiones en materia de políticas públicas. </p>
<p>Durante el siglo pasado, en varios países de América del Sur se produjeron golpes de Estado, dictaduras militares y levantamientos sociales. Los últimos meses han demostrado que los disturbios no son cosa del pasado.</p>
<h2>Ola de manifestaciones</h2>
<p>Además de Venezuela, donde las <a href="https://theconversation.com/5-reasons-why-trumps-venezuela-embargo-wont-end-the-maduro-regime-121538">crisis política y económica</a> han dado lugar a un desastre humanitario conocido en todo el mundo, recientemente han estallado turbulencias en otras regiones del continente.</p>
<p>En Paraguay se han desatado protestas multitudinarias contra el presidente Mario Abdo. Los paraguayos están molestos por <a href="https://www.economist.com/the-americas/2019/08/22/a-secret-hydropower-deal-with-brazil-causes-a-political-crisis-in-paraguay">un acuerdo firmado con Brasil en relación con la central hidroeléctrica de Itaipú</a>, que la ciudadanía considera contrario a sus intereses. </p>
<p>Con un nivel de desaprobación del Gobierno que se sitúa en el 69%, la oposición ha iniciado un <a href="https://www.reuters.com/article/us-paraguay-president/paraguayan-presidents-popularity-plummets-amid-brazil-linked-political-crisis-idUSKCN1V421O">proceso de destitución contra Abdo y su vicepresidente que está a punto de concluir</a>. El proceso de destitución tiene lugar apenas siete años después de que el <a href="https://www.theguardian.com/world/2012/jun/22/paraguay-fernando-lugo-ousted">expresidente Fernando Lugo también fuera destituido</a> en 2012 en medio de un conflicto por unas tierras que ocasionó la muerte de 17 personas. </p>
<p>En Perú, el presidente Martín Vizcarra <a href="https://globalnews.ca/news/5972760/peru-president-dissolves-congress-corruption/">ha disuelto el Congreso</a> en un intento de forzar unas nuevas elecciones parlamentarias. Sus actos han desencadenado <a href="https://www.youtube.com/watch?v=Im5LX4Nc0sg">varias manifestaciones</a> en todo el país, entre ellas una que <a href="https://www.cnbc.com/2019/10/11/reuters-america-update-2-mmgs-las-bambas-copper-mine-faces-production-halt-amid-protests.html">bloqueó el acceso a una mina de cobre y dio lugar al cese de la producción</a>. </p>
<p>Vizcarra ocupó el cargo de vicepresidente hasta el año pasado, después de que el <a href="https://www.cbc.ca/news/world/peru-kuczynski-resign-1.4587182">anterior presidente, Pedro Pablo Kuczynski, dimitiera</a> por su posible relación con un escándalo de soborno en el que se vio envuelta la empresa constructora brasileña Odebrecht. Otro presidente peruano, Alan García, <a href="https://www.bbc.com/news/world-latin-america-47965867">se suicidó el pasado mes de abril</a> cuando la policía llegó a su casa para detenerlo por su implicación en el mismo caso.</p>
<h2>Impugnación de resultados electorales</h2>
<p>En Bolivia también ha tenido lugar una <a href="https://www.theguardian.com/world/2019/oct/28/bolivian-election-protests-santa-cruz-block-roads-la-paz">oleada masiva de manifestaciones</a>. La oposición <a href="https://www.dw.com/en/bolivia-opposition-leader-calls-for-new-election-amid-unrest/a-51100841">no aceptó los resultados de las recientes elecciones</a>, que dieron la victoria a Morales en la primera vuelta de la votación para su cuarto mandato. </p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/301110/original/file-20191111-194637-31ckza.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/301110/original/file-20191111-194637-31ckza.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/301110/original/file-20191111-194637-31ckza.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=368&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/301110/original/file-20191111-194637-31ckza.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=368&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/301110/original/file-20191111-194637-31ckza.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=368&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/301110/original/file-20191111-194637-31ckza.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=462&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/301110/original/file-20191111-194637-31ckza.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=462&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/301110/original/file-20191111-194637-31ckza.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=462&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Evo Morales asiste a una conferencia de prensa en La Paz (Bolivia), el 10 de noviembre de 2019. Morales pide que se convoquen nuevas elecciones presidenciales y se revise el sistema electoral.</span>
<span class="attribution"><span class="source">(AP Photo/Juan Karita)</span></span>
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<p>Morales, que lideraba el país desde 2006, aceptó que la Organización de los Estados Americanos (OEA) llevara a cabo <a href="https://www.reuters.com/article/us-bolivia-election/bolivia-split-as-opposition-calls-for-morales-to-step-down-rejects-audit-idUSKBN1XB4SA">una auditoría de las elecciones</a>, en la que se concluyó que no se podían dar por válidos los resultados de octubre debido a “graves irregularidades”. Morales anunció que dimitía “por el bien del país”.</p>
<p>Desde las elecciones, se han cerrado las carreteras en todo el país y los disturbios diarios han sido moneda corriente. Santa Cruz, la provincia más rica de Bolivia, <a href="https://www.france24.com/en/20191029-dozens-injured-in-clashes-as-bolivia-s-election-standoff-enters-second-week">está siendo escenario de una huelga general</a>.</p>
<p>Jeanine Añez, ex-vicepresidenta del Senado, <a href="https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-50402038">asumió el mando del país</a> tras las renuncias de Morales, del vicepresidente y de la presidenta del Senado. Rusia, uno de los más cercanos aliados de Morales, <a href="https://eldeber.com.bo/156572_rusia-reconoce-al-gobierno-transitorio-de-jeanine-anez-en-bolivia">reconoció a Añez como jefe de Estado interina del país</a>, y el presidente Carlos Mesa, quién disputó las últimas elecciones contra el líder del MAS, <a href="https://eldeber.com.bo/156581_mesa-anuncia-que-cc-participara-en-las-nuevas-elecciones-y-pide-a-anez-definir-plazo">pide nuevas elecciones lo más rápido posible</a>. </p>
<p>En Ecuador el presidente Lenin Moreno retiró las subvenciones al combustible, vigentes desde la década de 1970, debido a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). <a href="https://time.com/5705202/what-happens-next-in-ecuador/">Desde entonces, el precio del combustible se ha disparado</a>, <a href="https://www.aljazeera.com/news/2019/10/ecuador-unrest-led-mass-protests-191010193825529.html">lo que ha desencadenado protestas multitudinarias</a> que paralizaron varias regiones del país en octubre.</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/300885/original/file-20191108-194661-1ndlc29.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/300885/original/file-20191108-194661-1ndlc29.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/300885/original/file-20191108-194661-1ndlc29.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/300885/original/file-20191108-194661-1ndlc29.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/300885/original/file-20191108-194661-1ndlc29.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=565&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/300885/original/file-20191108-194661-1ndlc29.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=565&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/300885/original/file-20191108-194661-1ndlc29.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=565&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Manifestantes antigubernamentales escalan la fachada de una residencia en busca de una mejor posición para enfrentarse a la policía en Quito (Ecuador), en octubre de 2019.</span>
<span class="attribution"><span class="source">(AP Photo/Dolores Ochoa)</span></span>
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<p><a href="https://www.bbc.com/news/world-latin-america-50010190">Moreno ha acusado</a> a su predecesor, Rafael Correa, y al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, de estar detrás de estas manifestaciones, que continuaron <a href="https://www.theguardian.com/world/2019/oct/14/ecuador-protests-end-after-deal-struck-with-indigenous-leaders">incluso después de que se restablecieran los subsidios</a>. </p>
<p>Chile, el país de América del Sur con el <a href="http://hdr.undp.org/en/composite/HDI">índice de desarrollo humano más alto</a> y uno de los <a href="https://www.worldatlas.com/articles/the-richest-countries-in-south-america.html">productos interiores brutos per cápita más elevados de la región</a>, está afrontando la mayor oleada de agitación social conocida desde la redemocratización del país en 1990. <a href="https://www.washingtonpost.com/business/how-chile-went-from-an-economic-star-to-an-angry-mess/2019/10/29/9d575fe8-fa41-11e9-9e02-1d45cb3dfa8f_story.html">El detonante</a> fue el aumento de las tarifas del transporte público y la luz a principios de octubre. </p>
<h2>Educación y pensiones de jubilación</h2>
<p>Los problemas relacionados con la <a href="https://www.washingtonpost.com/world/the_americas/stunning-wealth-poor-services-behind-massive-chile-protests/2019/10/28/93e8e3e4-f93a-11e9-9e02-1d45cb3dfa8f_story.html">educación</a>, que en su mayor parte es privada y cara, y el <a href="https://www.washingtonpost.com/world/the_americas/stunning-wealth-poor-services-behind-massive-chile-protests/2019/10/28/93e8e3e4-f93a-11e9-9e02-1d45cb3dfa8f_story.html">régimen de pensiones</a> están avivando gran parte del malestar en Chile, en particular entre la juventud y las personas mayores. Las protestas han causado al menos 20 muertos y miles de heridos, en medio de acusaciones de <a href="https://www.theguardian.com/world/2019/oct/24/chile-protests-human-rights-un-investigation">violencia ejercida por el Estado</a>.</p>
<p>Afortunadamente, Brasil y Argentina, los países más grandes de América del Sur, no están experimentando revueltas de este tipo, a pesar de que ambos países celebraron recientemente elecciones que pusieron de relieve la profunda división del electorado.</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/301111/original/file-20191111-194669-1o0fytt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/301111/original/file-20191111-194669-1o0fytt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/301111/original/file-20191111-194669-1o0fytt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/301111/original/file-20191111-194669-1o0fytt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/301111/original/file-20191111-194669-1o0fytt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/301111/original/file-20191111-194669-1o0fytt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/301111/original/file-20191111-194669-1o0fytt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, sonríe en un acto celebrado en Brasilia (Brasil) en octubre de 2019.</span>
<span class="attribution"><span class="source">(AP Photo/Eraldo Peres)</span></span>
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<p>En octubre de 2018 Brasil eligió al derechista <a href="https://www.cnn.com/2018/10/28/americas/brazil-election/index.html">Jair Bolsonaro</a>, antiguo capitán del ejército. El antiguo congresista venció al candidato de la izquierda, en la que fue la primera derrota del Partido de los Trabajadores desde 1998.</p>
<p>Al margen de la derrota y el desgaste causado por varios escándalos de corrupción, <a href="https://www.bbc.com/news/world-latin-america-46013408">los partidos de izquierda de Brasil</a> todavía ocupan un gran número de escaños en el Parlamento y de puestos de gobernador en los estados. </p>
<p>En Argentina, la reciente elección de <a href="https://www.dw.com/en/alberto-fernandez-wins-argentine-presidential-election/a-51011631">Alberto Fernández</a> ha devuelto al poder al partido de izquierda de la expresidenta Cristina F. de Kirchner, que se convirtió en vicepresidenta. Aun derrotado, el exlíder Mauricio Macri recibió un 41,7% de los votos, lo que muestra que, al igual que en Brasil, la oposición contra Fernández es fuerte. </p>
<h2>Posibles consecuencias</h2>
<p>El recrudecimiento de los disturbios en América del Sur presenta algunas similitudes entre los distintos países.</p>
<p>La mayoría de los disturbios comenzó por causas de menor importancia, como el aumento de las tarifas de los autobuses o el metro, pero están relacionados con problemas más amplios de política pública, como la corrupción, el acceso a la educación, la atención sanitaria o las pensiones. <a href="https://www.bloomberg.com/news/articles/2018-06-05/south-american-economies-dive-south-as-growth-outlook-dims">Los problemas económicos</a> han tenido una incidencia considerable en la insatisfacción generalizada. </p>
<p>Los sólidos indicadores económicos registrados en años anteriores en América del Sur <a href="https://www.reuters.com/article/us-latam-economics-recession-analysis/latin-america-lacks-ammunition-to-fight-global-economic-slowdown-idUSKCN1VA1YH">se han debilitado</a>. En muchos países se ha empezado a observar un bajo aumento del producto interior bruto y un alto nivel de desempleo. </p>
<p>Incluso Chile está viendo rebajadas sus perspectivas económicas. Con frecuencia se considera que el país constituye <a href="https://www.theglobeandmail.com/opinion/editorials/chiles-ascent-from-3rd-to-1st-world/article12298793/">la primera nación desarrollada de Latinoamérica</a>. Es algo pronto para decir si los recientes acontecimientos podrían cambiar esa situación. </p>
<p>Ya <a href="https://www.usnews.com/news/best-countries/articles/2019-10-24/protests-across-south-america-unleash-public-anger-at-elected-leaders">están empezando a establecerse comparaciones</a> entre los disturbios de América del Sur con la Primavera Árabe, la ola de manifestaciones a favor de la democracia que tuvieron lugar en el Norte de África y el Oriente Medio. </p>
<p><a href="https://www.theguardian.com/world/2018/dec/30/arab-spring-aftermath-syria-tunisia-egypt-yemen-libya">En 2010 y 2011</a> la Primavera Árabe impulsó la caída de los presidentes autocráticos de Egipto, Túnez y Libia, y generó una guerra civil en Yemen. </p>
<p>Aunque existen similitudes, los países de América del Sur son en gran medida democráticos, si bien es cierto que algunas de esas democracias adolecen de fragilidad. En las últimas elecciones celebradas en América del Sur, los electores han decidido su voto entre partidos de izquierda y de derecha.</p>
<p>Las próximas semanas determinarán cuál será la repercusión de estas reacciones colectivas. A pesar de la cantidad de riqueza natural que posee la región, la inestabilidad obedece normalmente a crisis económicas, que se traducen en protestas civiles masivas como las que estamos presenciando en estos momentos.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/127045/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Lenin Cavalcanti Guerra no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>
En el último siglo, varios países sudamericanos se enfrentaron a golpes de estado, dictaduras militares y levantamientos sociales. A pesar de las mejoras económicas de los últimos años, el continente sigue padeciendo revueltas.
Lenin Cavalcanti Guerra, Post-Doctoral Fellow, Johnson Shoyama Graduate School of Public Policy, University of Saskatchewan
Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.
tag:theconversation.com,2011:article/106488
2018-12-05T18:32:04Z
2018-12-05T18:32:04Z
La protección estricta del Amazonas fomenta la productividad agrícola en Brasil
<p>Jair Bolsonaro, el <a href="https://theconversation.com/what-bolsonaros-presidency-means-for-brazil-5-essential-reads-105894">nuevo presidente de Brasil</a>, deberá tomar varias decisiones importantes durante su mandato de cuatro años: cómo enfrentar la violencia, por ejemplo, y estimular una economía estancada. </p>
<p>Estas decisiones tendrán un gran impacto sobre los brasileños, que salieron seriamente divididos después de la elección polémica de este <a href="https://theconversation.com/bolsonaro-wins-brazil-election-promises-to-purge-leftists-from-country-105481">populista de extrema derecha</a>.</p>
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<em>
<strong>
Read more:
<a href="https://theconversation.com/strict-amazon-protections-made-brazilian-farmers-more-productive-new-research-shows-105789">Strict Amazon protections made Brazilian farmers more productive, new research shows</a>
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</p>
<hr>
<p>Algunas de las decisiones de Bolsonaro afectarán a todo el planeta, en específico, su intención de disminuir la protección medioambiental del Amazonas.</p>
<h2>El futuro incierto del Amazonas</h2>
<p>El Amazonas es la selva tropical más grande del mundo y un <a href="https://e360.yale.edu/features/global_commodities_boom_fuels_new_assault_on_amazon">gran exportador de alimentos</a>. </p>
<p>Además, la cuenca del Amazonas proporciona las precipitaciones que sustentan las tierras de cultivo del sur de Brasil, <a href="https://www.reuters.com/article/us-brazil-farming-factbox-idUSTRE78M5HS20110923">fuente alimentaria de importancia mundial</a>. La devastación de esta selva podría provocar sequías a gran escala en Brasil, causando <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0921800917306468">pérdidas agrícolas</a> por todo el país.</p>
<p>Se estima que entre 1985 y 2017 el 9% de los bosques amazónicos desaparecieron, lo que redujo su capacidad para <a href="https://www.theguardian.com/environment/2017/sep/28/alarm-as-study-reveals-worlds-tropical-forests-are-huge-carbon-emission-source">absorber las emisiones de carbono</a>, responsables del cambio climático. La deforestación se debe sobre todo al <a href="http://science.sciencemag.org/content/361/6407/1108">desbroce del terreno con fines agrícolas</a>, especialmente a la cría de ganado. </p>
<p>La producción ganadera del Amazonas en Brasil posee un <a href="https://theconversation.com/for-cattle-farmers-in-the-brazilian-amazon-money-cant-buy-happiness-85349">escaso margen de beneficios</a>, lo que también requiere una gran cantidad de terreno para el pastoreo. Ambos factores conllevan una deforestación continua e ilegal por parte de los agricultores para ampliar sus pastos.</p>
<p>Actualmente el <a href="http://mapbiomas.org">12% del Amazonas brasileño</a>, más de 37 millones de hectáreas, se utiliza principalmente para la ganadería, además de para la agricultura y la producción de soja. </p>
<p>La deforestación disminuyó de manera importante entre 2004 y 2014 gracias a las <a href="https://www.economist.com/science-and-technology/2014/06/05/cutting-down-on-cutting-down">medidas de protección del medioambiente</a> que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva aprobó en 2004. El Partido de los Trabajadores acabó con el desbroce ilegal del terreno del Amazonas y convirtió a Brasil en el líder mundial de la protección de la selva tropical. </p>
<p>A pesar de ello, la <a href="https://www.wri.org/blog/2016/12/brazilian-government-announces-29-percent-rise-deforestation-2016">deforestación</a> amazónica ha vuelto a crecer recientemente. </p>
<p>El presidente brasileño Michel Temer, un conservador que empezó a gobernar en 2016 durante una fuerte recesión, suavizó el <a href="https://www.reuters.com/article/us-brazil-politics-environment/brazil-home-of-amazon-rolls-back-environmental-protection-idUSKCN18B21P">cumplimiento de la legislación federal en contra de la deforestación</a>, recortó el presupuesto del Ministerio de Medio Ambiente e impulsó la minería en el Amazonas.</p>
<p>Los datos de satélite revelan que, entre agosto de 2017 y de 2018, se destruyó casi medio millón de hectáreas de la selva amazónica, el <a href="https://news.mongabay.com/2018/09/ahead-of-election-deforestation-continues-to-climb-in-the-brazilian-amazon/">mayor índice de deforestación desde 2007</a>. </p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/242635/original/file-20181028-7068-mxzwnx.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/242635/original/file-20181028-7068-mxzwnx.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=394&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/242635/original/file-20181028-7068-mxzwnx.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=394&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/242635/original/file-20181028-7068-mxzwnx.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=394&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/242635/original/file-20181028-7068-mxzwnx.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=495&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/242635/original/file-20181028-7068-mxzwnx.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=495&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/242635/original/file-20181028-7068-mxzwnx.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=495&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">El nuevo presidente de Brasil.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="http://www.apimages.com/metadata/Index/APTOPIX-Brazil-Elections/efee31dae3e24db782c3da83aef19893/4/0">AP Photo/Silvia izquierdo</a></span>
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<p>El presidente electo Bolsonaro también prometió más recortes en las medidas medioambientales de Brasil, afirmando que la conservación federal y las multas a deforestadores <a href="http://news.trust.org//item/20181026090106-r6vs5/">entorpecen el crecimiento económico</a>. </p>
<p>Propone <a href="https://www.nytimes.com/2018/10/17/climate/brazil-election-amazon-environment.html">eliminar la protección de los territorios indígenas</a> que defienden los bosques de los promotores inmobiliarios y <a href="https://guce.oath.com/collectConsent?sessionId=3_cc-session_053a9bfa-0bca-43d6-a009-da2603a79598&lang=en-GB&inline=false&jsVersion=null&experiment=null">reducir las multas</a> por desbroce ilegal del terreno. </p>
<p>Bolsonaro también quiere <a href="https://news.mongabay.com/2018/10/jair-bolsonaro-looming-threat-to-the-amazon-and-global-climate/">suprimir el Ministerio de Medio Ambiente</a> de Brasil, que hace cumplir la legislación medioambiental.</p>
<h2>Innovación en la agricultura brasileña</h2>
<p>El programa liberalizador de Bolsonaro recibe el apoyo de la Bancada Ruralista, un influyente grupo de Congresistas que <a href="https://news.mongabay.com/2016/12/temer-government-set-to-overthrow-brazils-environmental-agenda/">defienden los intereses de la industria agropecuaria de Brasil</a>. </p>
<p>Una <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0959378017312669#.W8yp0HPwe_0.twitter">investigación reciente</a> demuestra que la estricta legislación medioambiental de Brasil sí ayuda a los agricultores del Amazonas, a pesar de la postura del grupo de presión en contra de la regulación.</p>
<p>El gobierno federal de Brasil aplicó una gran cantidad de métodos para <a href="https://pdfs.semanticscholar.org/53a5/9c0ef21a0a748f02e26969df1ff9dbc249f2.pdf">reducir los incentivos de los agricultores</a> del Amazonas que promueven el desbroce del terreno. Eso ha producido un incremento de las sanciones por deforestación, lo que ha encarecido la creación de nuevos campos de pastoreo. </p>
<p>Al mismo tiempo, también ha proporcionado <a href="http://www.agricultura.gov.br/assuntos/sustentabilidade/plano-abc/historico">ayudas estatales y financiación a bajo coste</a> para los agricultores que usaron prácticas sostenibles.</p>
<p>Estas políticas fomentaron las innovaciones que hicieron la tierra de cultivo del Amazonas mucho más productiva. En un estudio que <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0959378017312669#.W8yp0HPwe_0.twitter">se publicó en octubre en el periódico Global Environmental Change</a>, mis compañeros y yo descubrimos que la producción de alimentos en el Amazonas ha aumentado considerablemente desde 2004.</p>
<p>Los agricultores del Amazonas actualmente siembran y cosechan dos cultivos (principalmente soja y maíz) al año en vez de uno.</p>
<p>Este estudio revela que el terreno de “doble cultivo” en el estado brasileño más agricultural, Mato Grosso, pasó de 340.000 hectáreas en 2001 a más de 4 millones de hectáreas en 2013, gracias a la mejora de la legislación medioambiental. </p>
<h2>Agricultores más ricos</h2>
<p>El estudio también demuestra que la regulación del medioambiente del Amazonas brasileño ha contribuido a la mejora de la agricultura de otras maneras. </p>
<p>Una mejor gestión de los pastos en el estado de Mato Grosso elevó el número de ganado sacrificado al año por hectárea al doble, lo que supuso para los propios agricultores una mayor producción de carne (y un <a href="http://iopscience.iop.org/article/10.1088/1748-9326/aac4d1/meta">mayor beneficio</a>). </p>
<p>Los granjeros que también añaden la cosecha a los pastos <a href="http://iopscience.iop.org/article/10.1088/1748-9326/aac4d1/meta">cuadruplican</a> su producción de ternera, ya que los animales que crecen en un sistema de cultivo y de ganado integrado ganan peso más rápidamente. Esto evita la deforestación de los bosques amazónicos.</p>
<p>Estas técnicas de ganado sostenibles también reducen los gases de efecto invernadero que se asocian con la producción de ternera y de cuero. Las vacas mejor alimentadas se sacrifican antes, lo que se traduce en <a href="https://theconversation.com/seaweed-could-hold-the-key-to-cutting-methane-emissions-from-cow-burps-66498">menos eructos por vaca</a> y menos emisiones de metano.</p>
<p>La progresiva protección del medioambiente en Brasil incluso ha animado a otras empresas que trabajan en el Amazonas a utilizar técnicas más sostenibles. </p>
<p>Desde 2006, cientos de multinacionales madereras y de alimentos, como Cargill y Nestlé, han adoptado «<a href="https://www.nature.com/articles/s41558-017-0061-1">compromisos de no deforestación</a>», que garantizan no favorecer a los agricultores que promuevan la deforestación.</p>
<p>Estos acuerdos comenzaron en el Amazonas brasileño y ya se han extendido a <a href="http://forestdeclaration.org/goal/goal-2/">todos los bosques del mundo</a>, incluidas las <a href="https://www.ucsusa.org/global-warming/stop-deforestation/drivers-of-deforestation-2016-palm-oil#.W-QcVC9DluV">selvas tropicales de Indonesia y Malasia</a>.</p>
<p>La legislación brasileña obliga a los agricultores del Amazonas a no utilizar más del 20% de su terreno y les obliga a registrar su propiedad de manera federal para su supervisión. Además, ha facilitado que las empresas de no deforestación puedan rechazar a productores que talen árboles.</p>
<h2>Salvar el Amazonas</h2>
<p>Una gran protección del medioambiente es necesaria para salvar el Amazonas, ya que protege a Brasil y al planeta de la pérdida de este <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0921800917306468">hábitat tan importante y frágil</a>.</p>
<p>Si el nuevo presidente de Brasil destruye las leyes medioambientales, las empresas dejarían las normativas de no deforestación del Amazonas. Esto se propagaría en hábitats amenazados en todo el mundo.</p>
<p>Además de ser beneficioso para el negocio, la protección del Amazonas brasileño ayuda a que el país siga siendo una fuente alimentaria mundial. </p>
<p>Si Bolsonaro abole todo esto, no solo pone en peligro una selva tropical legendaria, sino que perjudicará a los agricultores brasileños, así como a los consumidores mundiales que dependen de ello.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/106488/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Rachael Garrett has received funding from the Gordon and Betty Moore Foundation, the US National Science Foundation, and the US National Aeronautics and Space Agency.</span></em></p>
Jair Bolsonaro dice que las protecciones medioambientales entorpecen el desarrollo rural en Brasil. En realidad, las leyes que eviten la deforestación del Amazonas ayudan a los agricultores.
Rachael Garrett, Assistant Professor of the Human Dimensions of Global Change, Boston University
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