tag:theconversation.com,2011:/us/topics/medicina-55674/articlesmedicina – The Conversation2024-03-25T20:29:28Ztag:theconversation.com,2011:article/2264372024-03-25T20:29:28Z2024-03-25T20:29:28ZAbstinencia de la hierba: Más de la mitad de las personas que consumen cannabis medicinal para el dolor experimentan síntomas de abstinencia<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/583746/original/file-20210126-21-1fdxais.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=54%2C0%2C5083%2C3065&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">El consumo de cannabis, aunque más seguro que muchas otras drogas, no está totalmente exento de riesgos. </span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://newsroom.ap.org/detail/MarijuanaSmallTowns/8e11f4e5d6524549aa9a41f43fb79e87/photo?Query=marijuana%20AND%20jars&mediaType=photo&sortBy=&dateRange=Anytime&totalCount=122&currentItemNo=0">AP Photo/David Zalubowski, file</a></span></figcaption></figure>
<p>En marcado contraste con los <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Reefer_Madness">temores exagerados</a> que se manifestaban en décadas pasadas, hoy en día, la mayoría de la gente <a href="https://doi.org/10.1016/j.ypmed.2017.07.008">piensa que el cannabis es relativamente inofensivo</a>. Aunque la hierba es menos peligrosa que otras drogas, no está exenta de riesgos. </p>
<p>En un estudio publicado el 5 de enero, mis colegas y yo descubrimos que el 59% de las personas que consumían cannabis medicinal para el dolor crónico experimentaban <a href="https://doi.org/10.1111/add.15370">síntomas de abstinencia de moderados a graves</a> si dejaban de ingerir hierba durante horas o días.</p>
<p>La mayoría de los estados de EE.UU. han legalizado el cannabis con fines médicos y 15 lo han legalizado para uso recreativo. Cada vez más personas consumen cannabis, <a href="https://doi.org/10.1001/jamainternmed.2019.7517">especialmente los adultos mayores</a>, y los <a href="https://doi.org/10.1016/j.ypmed.2017.07.008">daños percibidos por el consumo de hierba están disminuyendo constantemente</a>. Aunque muchas personas informan de beneficios terapéuticos o disfrutan del uso recreativo del cannabis, es importante que la gente entienda también los <a href="https://doi.org/10.1037/adb0000452">riesgos potenciales del consumo de cannabis</a>.</p>
<h2>Cómo es el síndrome de abstinencia del cannabis</h2>
<p>Los síntomas de abstinencia del cannabis pueden incluir experiencias físicas y psicológicas que aparecen cuando alguien <a href="https://doi.org/10.1097/01.yco.0000218592.00689.e5">deja de estar colocado o pasa un periodo de tiempo sin consumir</a>. </p>
<p>Cuando las personas consumen cannabis con regularidad - a diario o casi a diario - algunas partes del cerebro se vuelven dependientes de los cannabinoides, las <a href="https://doi.org/10.1111/bcp.13710">sustancias químicas psicoactivas del cannabis</a>. Los cannabinoides se producen de forma natural en el cuerpo, pero a un nivel mucho más bajo que el disponible en la mayoría de los productos del cannabis. Entre quienes no consumen hierba durante un periodo de varias horas o días, los niveles de cannabinoides descienden y <a href="https://doi.org/10.1007/s40429-017-0143-1">experimentan síntomas de abstinencia</a>. Estos pueden incluir irritabilidad, estado de ánimo depresivo, disminución del apetito, dificultades para dormir, deseo o ansia de consumir cannabis, inquietud, ansiedad, aumento de la agresividad, dolores de cabeza, temblores, náuseas, aumento de la ira, sueños extraños, dolor de estómago y sudoración. </p>
<p>Los síntomas de abstinencia del cannabis suelen desaparecer una o dos semanas después de dejar de consumirlo, a medida que el cuerpo <a href="https://doi-org.proxy.lib.umich.edu/10.1037/0021-843X.112.3.393">se adapta de nuevo a su propia producción natural de cannabinoides</a>. A diferencia del síndrome de abstinencia de algunas sustancias psicoactivas, como el alcohol, el síndrome de abstinencia del cannabis no es potencialmente mortal ni médicamente peligroso. Pero existe. El síndrome de abstinencia del cannabis también puede ser bastante desagradable y la gente puede acabar continuando con su consumo de cannabis - incluso cuando quieren reducirlo - sólo para evitar experimentar el síndrome de abstinencia.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/380740/original/file-20210126-23-giekg0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Un hombre inhala humo de marihuana de una cachimba de cristal en una habitación con otras personas alrededor." src="https://images.theconversation.com/files/380740/original/file-20210126-23-giekg0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/380740/original/file-20210126-23-giekg0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=405&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/380740/original/file-20210126-23-giekg0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=405&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/380740/original/file-20210126-23-giekg0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=405&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/380740/original/file-20210126-23-giekg0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=509&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/380740/original/file-20210126-23-giekg0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=509&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/380740/original/file-20210126-23-giekg0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=509&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">El consumo habitual de cannabis puede provocar dependencia y síndrome de abstinencia cuando una persona deja de consumirlo.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://newsroom.ap.org/detail/EndOfSmoking/0de2dc43b88b4467b075f5e42f86bbac/photo?Query=smoking%20AND%20marijuana&mediaType=photo&sortBy=&dateRange=Anytime&totalCount=334&currentItemNo=10">AP Photo/Ted S. Warren</a></span>
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<h2>¿Qué tan comunes son los síntomas de abstinencia?</h2>
<p>Para averiguar lo comunes que son los síntomas de abstinencia, durante dos años, mis colegas y yo encuestamos repetidamente a 527 personas que consumían hierba medicinal para el dolor crónico. Descubrimos que el 59% de las personas que consumen cannabis medicinal para el dolor crónico <a href="https://doi.org/10.1111/add.15370">tenían síntomas de abstinencia de moderados a graves</a>. Los síntomas más comunes eran dificultades para dormir, irritabilidad y ansiedad.</p>
<p>También descubrimos que los síntomas de abstinencia del cannabis eran más graves en las personas más jóvenes, las personas con problemas de salud mental, las personas que tenían un historial más largo de consumo de cannabis y las personas que consumían con más frecuencia o en mayores cantidades. Además, descubrimos que fumar cannabis -en lugar de ingerirlo o aplicarlo tópicamente- se correlacionaba con peores síntomas de abstinencia. </p>
<p>Nuestro equipo también observó cómo cambiaban los síntomas de abstinencia con el tiempo. La mayoría siguió experimentando la misma gravedad de los síntomas de abstinencia cada vez que dejaba de ingerir cannabis durante los dos años del estudio, pero alrededor del 10% -sobre todo los más jóvenes- empeoró con el tiempo. Como ocurre con la mayoría de las sustancias que crean dependencia, reducir la frecuencia o la cantidad de consumo de cannabis puede ayudar a aliviar estos síntomas. </p>
<p>Nuestro estudio analizó a personas que consumen cannabis medicinal sólo para el dolor. Pero en otro metaanálisis reciente que incluía tanto el consumo recreativo como el medicinal, los investigadores descubrieron que <a href="https://doi.org/10.1001/jamanetworkopen.2020.2370">el 47% de los consumidores frecuentes de cannabis experimentan síndrome de abstinencia</a>.
Puede que el cannabis no sea la droga del demonio de <a href="https://www.imdb.com/title/tt0028346/">“Reefer Madness”</a>, pero tampoco es una planta milagrosa con ventajas ilimitadas y ningún inconveniente. A medida que el consumo de cannabis <a href="https://doi.org/10.1080/00952990.2019.1569668">aumenta en EE.UU.</a>, es importante que la gente entienda que el consumo regular puede provocar síndrome de abstinencia, y que sepa cuáles son esos síntomas.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/226437/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Lara Coughlin recibe fondos de the National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism.</span></em></p>La marihuana, aunque mucho menos peligrosa que muchas otras drogas, no está totalmente exenta de riesgos.Lara Coughlin, Assistant Professor of Psychiatry, University of MichiganLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2235852024-03-05T18:28:16Z2024-03-05T18:28:16ZPredecir el futuro, el gran reto de la IA en la medicina<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/576234/original/file-20240216-28-bzrjk2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=113%2C56%2C9247%2C5107&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption"></span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/medical-technology-concept-remote-medicine-electronic-1613859262">metamorworks / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>En pocas palabras, la inteligencia artificial (IA) es una rama del conocimiento que investiga cómo hacer que las máquinas tomen decisiones de manera autónoma, tal y como lo hacemos nosotros. Este objetivo, planteado en la década de los 50 del siglo pasado, ha alcanzado su apogeo en estos últimos cinco años. </p>
<p>Actualmente, la IA es capaz de emular el comportamiento humano en múltiples ámbitos, muchos de ellos imprescindibles en nuestras vidas, como es el caso de la medicina. En este campo, ya está cambiando radicalmente el trabajo cotidiano de los especialistas: puede realizar tareas repetitivas que conllevarían <a href="https://doi.org/10.3390/diagnostics12112794">mucho tiempo y fatiga visual</a> a un experto médico; generar <a href="https://doi.org/10.7759/cureus.37589">informes médicos de manera automatizada</a>; mejorar la <a href="https://doi.org/10.2196/19285">formación de los especialistas sanitarios</a>; ofrecer herramientas muy precisas de <a href="https://doi.org/10.1007/s12652-021-03612-z">diagnóstico de enfermedades</a>, e, incluso, ayudar en el <a href="https://doi.org/10.1186/s12909-023-04698-z">diseño de terapias y tratamientos</a>. </p>
<p>Sus aplicaciones en la salud son cada vez más numerosas y, sobre todo, más ambiciosas. Ya no basta con ayudar al médico en el diagnóstico de una enfermedad; esa prueba parece que ya está superada. Ahora se persigue un objetivo de mayor alcance: predecir el futuro. ¿Se puede prever si una persona aparentemente sana va a sufrir alguna enfermedad en un futuro no muy lejano? ¿Es posible conocer con antelación la progresión de la patología de un paciente? ¿Y si va a sobrevivir a ella? </p>
<p>Aunque parezcan preguntas sacadas de una película de ciencia ficción, varios trabajos publicados en medios científicos ofrecen algunas respuestas.</p>
<h2>Diagnósticos antes de que aparezcan los síntomas</h2>
<p>Con respecto a vaticinar si una persona va a sufrir una enfermedad en el futuro, investigadores del Hospital General de Massachusetts y del MIT en Boston (EE. UU.) <a href="https://doi.org/10.1148/radiol.2019182716">presentaron un sistema de IA</a> capaz de pronosticar si una mujer, actualmente sana, iba a desarrollar cáncer de mama en los cinco años siguientes, con una precisión aproximada de un 70 %. </p>
<p>El sistema fue entrenado con miles de mamografías, identificando las de las pacientes que desarrollaron cáncer en ese lapso de tiempo. Demostraron así que el modelo podía detectar cambios sutiles en tejidos mamarios precursores de la enfermedad y que no son fácilmente identificables por el experto médico con tanta antelación.</p>
<p>En una línea parecida, varios investigadores liderados por la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong <a href="https://doi.org/10.1038/s43856-023-00269-x">publicaron en la revista <em>Communications Medicine (Nature)</em></a> un modelo capaz de predecir si una persona va a padecer álzheimer, incluso antes de presentar síntomas. Para ello, entrenaron el sistema con miles de datos genómicos, y demostraron que su capacidad para detectar variaciones genómicas asociadas a la enfermedad neurodegenerativa era superior que la de los métodos estadísticos convencionales.</p>
<h2>Máquinas que predicen la evolución de la enfermedad</h2>
<p>La segunda cuestión, la predicción de la evolución de una dolencia, puede ser muy relevante para algunas patologías. Este es el caso del glaucoma, una enfermedad que afecta al nervio óptico y <a href="https://theconversation.com/el-glaucoma-primera-causa-de-ceguera-irreversible-en-el-mundo-podra-curarse-algun-dia-199323">puede originar ceguera</a>. Para que un paciente pueda recibir un tratamiento personalizado, es importante anticipar la rapidez con que progresará su patología.</p>
<p>Este es el objetivo del modelo de IA <a href="https://doi.org/10.1038/s41598-023-46253-2">propuesto por un equipo científico de Singapur</a>. Su proyecto es capaz de pronosticar los cambios que el campo visual del paciente sufrirá en un plazo de 12 meses desde su primera visita al médico con una precisión en torno al 80 %. Sus parámetros fueron ajustados utilizando imágenes médicas, campos visuales y datos demográficos y clínicos de pacientes con cinco visitas durante 12 meses.</p>
<p>Los investigadores españoles no se quedan atrás. Un equipo multicéntrico internacional, liderado por la Universidad Politécnica de Madrid, <a href="https://doi.org/10.1038/s41598-022-13298-8">presentó un sistema de inteligencia artificial</a> capaz de identificar, cuantificar y caracterizar automáticamente los patrones de neumonía covid-19 para evaluar la gravedad de la enfermedad y predecir la mortalidad de los pacientes, el ingreso en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y la necesidad de ventilación mecánica, con alta precisión. En este caso, el modelo se entrenó con imágenes de tomografía axial computarizada (TAC) de 103 pacientes.</p>
<h2>Estimaciones de supervivencia</h2>
<p>La última cuestión es, quizás, la más delicada: ¿es capaz un programa de IA de prever de manera fiable si un paciente que sufre una dolencia grave va a poder sobrevivir? Pues ese es el objetivo de algunos trabajos muy recientes, que utilizan la inteligencia artificial para vaticinar si una persona enferma puede llegar a <a href="https://doi.org/10.7554/eLife.36173">despertar de un coma cerebral</a> o estimar la supervivencia de pacientes con distintos tipos de cáncer: <a href="https://doi.org/10.1038/s41598-023-35627-1">de laringe</a>, <a href="https://doi.org/10.1002/ctm2.159">rectal</a> y <a href="https://doi.org/10.3390/diagnostics12092125">tumores cerebrales</a>.</p>
<h2>Una revolución en ciernes</h2>
<p>Con toda seguridad, este nuevo rumbo en la investigación va a revolucionar las siguientes áreas:</p>
<ul>
<li><p>La medicina preventiva. La IA puede ayudar a identificar los pacientes con riesgo de desarrollar una enfermedad mucho antes de que ésta aparezca.</p></li>
<li><p>La medicina personalizada. Estos sistemas son capaces de ofrecer una estimación del progreso de una patología para un paciente concreto y permitir así que el médico pueda diseñar el tratamiento más adecuado. </p></li>
<li><p>La medicina paliativa. La predicción de supervivencia de un paciente puede ayudar al médico a diseñar y aplicar adecuadamente las terapias que sean necesarias. </p></li>
</ul>
<p>Otras áreas del conocimiento que deberán asumir un papel relevante en esta revolución son las del derecho y la ética; es necesario establecer normativas y límites adecuados. ¿Son tan fiables las estimaciones de la IA como para que estos programas lleguen a estar presentes en la práctica clínica diaria? ¿Es ético y/o legal utilizar sus predicciones? Si el sistema se equivoca, ¿quién se hace responsable? </p>
<p>Ahora mismo no tenemos respuestas para estos interrogantes. El tiempo dirá.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/223585/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Silvia Alayón Miranda no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Algunos sistemas de IA ya son capaces de predecir con notable grado de acierto si enfermaremos en el futuro o cómo evolucionará la persona afectada por una patología.Silvia Alayón Miranda, Profesora Titular del área de Ingeniería de Sistemas y Automática, Universidad de La LagunaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2208582024-03-05T18:19:49Z2024-03-05T18:19:49ZNuevas formas de aprender anatomía: la disección virtual<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/572151/original/file-20240130-19-lkx9ql.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=284%2C104%2C3582%2C1918&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Mesa de disección virtual en la universidad San Jorge. </span> <span class="attribution"><span class="source">Universidad San Jorge</span></span></figcaption></figure><p>La Anatomía Humana es una asignatura básica en todos los estudios en ciencias de la salud. El conocimiento del cuerpo humano es clave para desarrollar una buena práctica clínica: mejora la comprensión de la patología y la habilidad en ciertos procedimientos en diferentes disciplinas, como pueden ser la medicina, enfermería, fisioterapia o psicología entre otras. </p>
<p>Hasta hace pocos años, su aprendizaje se basaba en la disección de cadáveres y la visualización de imágenes en libros. Hoy, la disección virtual ha revolucionado la manera de aprenderla. </p>
<h2>Historia breve del aprendizaje de la anatomía</h2>
<p>La palabra “anatomía” <a href="http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-21412007000300009">proviene del griego y significa volver a cortar</a> (“ana” significa volver, y “tomos” cortar), haciendo referencia a su método principal de aprendizaje, la disección. La anatomía ya era una ciencia en la Antigua Grecia. Uno de sus personajes destacados fue Herófilo, el <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5380415/">primer médico en diseccionar cadáveres</a>, considerado el padre de la anatomía.</p>
<p>Más adelante, como máximo representante de la Antigua Roma en este ámbito, aparece <a href="https://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=&cad=rja&uact=8&ved=2ahUKEwijqNqzpfODAxVs9bsIHXafBboQFnoECA0QAQ&url=https%3A%2F%2Fwww.revista-anatomia.com.ar%2Farchivo%2F2018-3-revista-argentina-de-anatomia-online.pdf&usg=AOvVaw1gAumNPkVF0ds1ubqEUlJb&opi=89978449">Galeno</a>, quien afirmó que un médico sin conocimientos anatómicos es como un arquitecto sin planos.</p>
<p><a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5380415/">Pasados unos años en la Edad de Oro islámica</a>, destacaron autores como Muhammad Al-Razi en el ámbito de la neuroanatomía, Ibn Al-Haytham en óptica y Ibn al-Nafis, que explicó la circulación pulmonar, allanando el camino a William Harvey muchos siglos después.</p>
<p>Pasada la Edad Media comenzaron a aparecer obras históricas en forma de texto como <a href="https://biblioteca.ucm.es/historica/de-humanis-corporis-fabrica"><em>De Humani Corpis fabrica</em></a> de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Andr%C3%A9s_Vesalio">Andrés Vesalio</a> o pinturas como <em>La lección de Anatomía del doctor Nicoales Tulp</em> de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Rembrandt">Rembrandt</a>. A partir de aquí se comenzó a recoger y a reflejar todo ese interés social en dicha materia.</p>
<p>En torno al 1800 creció la demanda de cadáveres, lo que llevó a la práctica controvertida de la exhumación ilegal de cuerpos. De hecho, en el Reino Unido llegó a regularse con la <a href="https://link.springer.com/referenceworkentry/10.1007/978-3-030-02721-6_40-1">Ley de Anatomía de 1832</a>.</p>
<h2>Innovaciones en los siglos XX y XXI</h2>
<p>Durante finales del XIX y el siglo XX aparecieron <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0716864013701238#sec0015">innovaciones tecnológicas</a> como la radiografía, la resonancia magnética y el TAC que permitieron visualizar el interior del cuerpo humano.</p>
<p>Finalmente, a partir del avance de todas las tecnologías de visualización y modelaje 3D, aparecen en el siglo XXI sistemas de visualización de anatomía de manera virtual. Son herramientas que realizan una copia virtual de un cuerpo humano o un cadáver real digitalizado. <a href="https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0213-12852023000500007">La pandemia de la covid-19 fue un punto de inflexión</a> para su implementación en muchas universidades que no contaban con esta tecnología. </p>
<p>De hecho, se habló del posible <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33358590/">fin del uso de cadáveres</a> para el aprendizaje de la anatomía, <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32518047/">debido a los posibles riesgos de contagio de covid-19</a>.</p>
<h2>¿Que es la disección virtual?</h2>
<p>La disección virtual permite enseñar la anatomía humana y animal utilizando tecnologías digitales avanzadas. Se diferencia de la disección física tradicional en la que se utilizan de cadáveres o especímenes. </p>
<p>Entre estas herramientas se encuentra <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/36018074/">Anatomage</a>, una herramienta de disección virtual que aparece en la investigación científica <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29298946/">desde 2018</a>, y está ya siendo utilizada en algunas universidades españolas. </p>
<p>La interacción con estas mesas de disección virtual es similar a una tableta digital, pero a gran escala. Lo que significa que se pierde la experiencia táctil (es similar a utilizar una aplicación móvil), pero se pueden ejecutar acciones que podríamos hacer con un cadáver, como hacer cortes, o visualizar una estructura real en todos los planos del espacio. </p>
<p>Este tipo de disección tiene cinco características destacables:</p>
<ol>
<li><p>Visualización: Permite una visión detallada y en 3D de las estructuras anatómicas. Se puede ver el tejido por capas, órganos y sistemas desde múltiples vistas y ángulos.</p></li>
<li><p>Interactividad: Se puede “cortar”, rotar, explorar diferentes partes del cuerpo a golpe de clic. Facilita el aprendizaje activo y la experimentación.</p></li>
<li><p>Accesibilidad: No se necesita un laboratorio, ni cadáveres. Se puede acceder desde cualquier lugar, por lo que se requieren de pocos recursos y se puede aprender a distancia.</p></li>
<li><p>Realismo: a pesar de ser una simulación, estas herramientas cada día ofrecen un mayor realismo, utilizando datos anatómicos reales para aumentar su precisión.</p></li>
<li><p>Personalización: se puede aprender en función de las necesidades, personalizando el aprendizaje. Se puede modificar el contenido, facilitar y dificultar en función del nivel del estudiante. </p></li>
</ol>
<h2>Ventajas del uso de la disección virtual</h2>
<p>Existen una serie de ventajas en estos modelos de disección virtual:</p>
<ol>
<li><p>Seguridad y ética: elimina la necesidad de utilizar cadáveres o especímenes animales. Por lo tanto se eliminan posibles situaciones negativas que puedan surgir de su manipulación.</p></li>
<li><p>Menor impacto emocional: trabajar con cadáveres puede causar un potente impacto emocional. También eliminar el olor. </p></li>
<li><p>Repetición y consistencia: se pueden repetir procedimientos, vista de imágenes tantas veces como se desee. Esto no es posible en todas las prácticas de disección tradicional.</p></li>
<li><p>Coste-efectividad: es una alternativa más económica a largo plazo debido a que no es necesario una renovación ni mantenimiento de cuerpos o laboratorios. </p></li>
<li><p>Evolución constante: con el aumento de los modelos 3D y la inteligencia artificial estamos en el comienzo del desarrollo de estas tecnologías.</p></li>
</ol>
<h2>Sus inconvenientes</h2>
<p>No todo iban a ser ventajas, entre sus inconvenientes se encuentran:</p>
<ol>
<li><p>Falta de experiencia táctil: no se puede replicar este tipo de experiencia tan necesaria en otros procedimientos.</p></li>
<li><p>Dependencia de la tecnología: requiere acceso a tecnología, lo cual puede no estar totalmente democratizado y pueden surgir problemas técnicos.</p></li>
<li><p>Pérdida de realismo: los anatomistas tradicionales argumentan que la experiencia directa con cadáveres proporciona una compresión más profunda de la variabilidad y complejidad del cuerpo humano.</p></li>
</ol>
<h2>¿Se aprende más con la disección virtual?</h2>
<p>Se ha observado que <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/36039567/">la actitud de los estudiantes es más favorable</a> cuando se aprende anatomía con cadáveres reales que con herramientas de disección digital. Sin embargo, la <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/35135673/">disección virtual</a> ha demostrado ser eficaz como complemento al aprendizaje de la anatomía tradicional. </p>
<p>Combinar estos dos tipos de disección <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31590672/">puede potenciar el aprendizaje</a> y <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32940718/">mejorar los resultados</a>. También se ha observado que las herramientas digitales <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/36453060/">ayudan a visualizar los contenidos</a> de una forma más comprensible y aplicable clínicamente.</p>
<p>La disección virtual ofrece una visión detallada, tridimensional, reduciendo el impacto emocional y ético y siendo eficiente en costos. A pesar de que experimenta retos como la falta de experiencia táctil y la dependencia tecnológica, representa un avance significativo en la pedagogía de la anatomía.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/220858/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Daniel Sanjuán Sánchez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La disección de cadáveres es imprescindible para el aprendizaje de la anatomía, esencial en el ejercicio de la medicina, la enfermería o la fisioterapia. Las nuevas herramientas virtuales ofrecen ventajas.Daniel Sanjuán Sánchez, Fisioterapeuta y personal docente investigador en la Facultad de Ciencias de la Salud en Universidad San Jorge, profesor asociado en la Facultad de Enfermería y Fisioterapia en la Universitat de Lleida. Miembro del grupo de investigación iPhysio, Universidad San JorgeLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2223172024-02-28T18:20:37Z2024-02-28T18:20:37ZCuando el término “cuántico” se pervierte para vender productos sin fundamento científico<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/572183/original/file-20240118-21-4j7aux.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=26%2C8%2C5937%2C3952&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Conceptos contraintuitivos, vocabulario a veces evocador: la mecánica cuántica se utiliza a menudo como aval científico de tecnologías con las que no tiene nada que ver.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/image-photo/radiant-atom-molecule-symbol-hands-on-1946525947">Igor Nikushin/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>El 2 de enero de este año, la perfumería francesa Guerlain presentó un nuevo producto cosmético, afirmando que estaba <a href="https://www.francetvinfo.fr/vrai-ou-fake/cosmetiques-guerlain-cree-la-polemique-avec-sa-creme-quantique_6301623.html">basado en la física cuántica</a>. Al proponer una <a href="https://web.archive.org/web/20240102181002/">“nueva vía de rejuvenecimiento […] basada en la ciencia cuántica que ayuda a restaurar la luz cuántica de una célula joven”</a>, la empresa provocó reacciones indignadas de la <a href="https://twitter.com/EtienneKlein/status/1742268657286209956">comunidad científica</a>, <a href="https://www.quechoisir.org/actualite-allegations-cosmetiques-guerlain-pousse-le-bouchon-avec-sa-creme-quantique-n115470/">de</a> <a href="https://www.liberation.fr/checknews/cosmetique-quantique-de-guerlain-un-fin-vernis-scientifique-et-une-grosse-louche-de-foutaises-20240105_ZAVUDZ7EB5EG3NAHY7GDBW4MAI/">los medios de comunicación</a> y de <a href="https://www.youtube.com/watch?v=z4ZfsJRGJsM"><em>youtubers</em></a>, lo que llevó al perfumista a modificar rápidamente su mensaje promocional.</p>
<p>Este asunto forma parte de una <a href="https://www.book-e-book.com/livres/30-quantox-mesusages-ideologiques-de-la-mecanique-quantique-9782915312737.html">larga historia de apropiación indebida de los conceptos y del léxico de la mecánica cuántica</a> – y de la ciencia en general– cuyo resultado es la promoción de las pseudociencias, esas disciplinas que asumen la apariencia de conocimientos establecidos sin tener la menor base en ellos.</p>
<p>El calificativo “cuántico” es ahora omnipresente en el mundo del bienestar, las llamadas medicinas alternativas y el mundo del esoterismo. Podemos encontrarlo en salones de belleza, sitios de venta en línea, redes sociales o las secciones de “bienestar”, e incluso de “medicina”, de muchas librerías.</p>
<p>Algunos dispositivos de curación cuántica han recibido considerable cobertura mediática, como el Taopatch, <a href="https://www.midilibre.fr/2023/06/04/des-nanocristaux-appeles-boites-quantiques-cest-quoi-ce-patch-que-novak-djokovic-porte-scotche-a-la-poitrine-11240264.phpe-11240264.php">que llevaba la estrella del tenis Novak Djokovic en el pasado Roland Garros</a>. Este aparato, del tamaño de una moneda, afirma no sólo mejorar el rendimiento físico, sino también tratar enfermedades neuromusculares. Estas afirmaciones confunden al público en general, que tiene dificultades para distinguir lo verdadero de lo falso.</p>
<h2>Riesgos para la salud, derivas sectarias… y la cartera</h2>
<p>El peligro es real, ya que la confusión puede tener consecuencias nefastas para el gran público.</p>
<p>Los defensores de la medicina cuántica afirman a veces poder curar casi todas nuestras dolencias, incluidas las enfermedades graves. Por ejemplo, en el libro superventas de Deepak Chopra <em>La Curación Cuántica</em> (1989), el autor no sólo sugiere que su enfoque puede curar el cáncer, sino que fomenta la desconfianza en la medicina. Este tipo de discurso, <a href="https://www.marianne.net/societe/sciences-et-bioethique/le-saut-quantique-larnaque-a-la-mode-des-gourous-du-developpement-personnel">ahora muy extendido en este campo</a> y sobre todo en Internet, puede llevar a que la gente <a href="https://jamanetwork.com/journals/jamaoncology/fullarticle/2687972">se aleje del mundo médico</a>.</p>
<p>Otro ejemplo más reciente: el “Healy”, un dispositivo terapéutico supuestamente basado en un “sensor cuántico”, del que se han vendido cerca de 200 000 unidades a precios <a href="https://therafrequentielle.fr/index.php/produit/healy-professional-edition/">que oscilan entre los 500 y los 4 000 euros</a>, ofrece programas para un gran número de tratamientos a través de aplicaciones de pago, que incluso podrían <a href="https://therafrequentielle.fr/media/2020/04/Healy_FL1_Digital-Nutrition_Flyer_FR.pdf">sustituir parte de nuestra dieta</a>. Sin embargo, el análisis de <a href="https://www.youtube.com/watch?v=UrDfPGSWxas">ingeniería inversa</a> ha revelado que no contiene ningún sensor cuántico. De hecho, ningún sensor en absoluto.</p>
<p>Al incitar a la gente a desconfiar de la medicina y/o a adoptar comportamientos de riesgo, estos argumentos pueden conducir a <a href="https://www.lequotidiendumedecin.fr/actus-medicales/ethique/inefficaces-dangereuses-pas-ethiques-des-praticiens-sattaquent-aux-fake-medecines-replique-immediate">oportunidades perdidas</a> desde el punto de vista médico.</p>
<p>La medicina alternativa puede también conducir <a href="https://www.leparisien.fr/societe/sante/medecines-douces-lordre-des-medecins-alerte-sur-les-derives-therapeutiques-voire-sectaires-27-06-2023-LU5F6ARXHBHJBKQI7JUAGNIJD4.php">al sectarismo</a>: el último informe de la agencia gubernamental francesa Miviludes indica que <a href="https://www.miviludes.interieur.gouv.fr/publications-de-la-miviludes/rapports-annuels/rapport-dactivit%C3%A9-2021">el 24 % de las denuncias de comportamientos sectarios se refieren a “prácticas sanitarias no convencionales”</a>.</p>
<h2>Del comportamiento cuántico al mundo clásico que vivimos a diario: una cuestión de escala</h2>
<p>Seamos claros: no hay nada cuántico en estos planteamientos.</p>
<p>La física cuántica se desarrolló para comprender la interacción entre la luz y la materia a escala atómica. Ha dado lugar a una descripción muy fructífera de la naturaleza a escala microscópica, al tiempo que ha revelado fenómenos contraintuitivos difíciles de interpretar.</p>
<p>Por ejemplo, según la mecánica cuántica, las partículas elementales pueden comportarse como ondas, pueden estar en <a href="https://theconversation.com/quest-ce-que-le-hasard-quantique-85358">varios estados superpuestos</a> (por ejemplo en dos lugares simultáneamente) o incluso <a href="https://theconversation.com/le-prix-nobel-de-physique-2022-pour-lintrication-quantique-133000">entrelazadas</a>, cuando los estados de dos partículas dependen uno del otro aunque estén muy alejados. Pero el mundo a nuestra escala no se comporta así. Lo experimentamos todos los días: los objetos que nos rodean están en un solo estado, en un solo lugar, no se propagan. Los gatos no están <a href="https://fr.wikipedia.org/wiki/Chat_de_Schr%C3%B6dinger">a la vez vivos y muertos</a>.</p>
<p>La razón de esta diferencia entre el comportamiento de la materia a nuestra escala y el de las partículas que la componen es objeto de investigación desde hace más de medio siglo, y los resultados son inequívocos. Los efectos cuánticos son muy frágiles y su observación requiere condiciones extremas: temperatura muy baja (a menudo cercana al cero absoluto), un gran vacío, oscuridad total y un número muy pequeño de partículas. Fuera de estas condiciones, los efectos cuánticos desaparecen muy rápidamente bajo el efecto de un fenómeno omnipresente llamado <a href="https://fr.wikipedia.org/wiki/D%C3%A9coh%C3%A9rence_quantique">“decoherencia”</a>. Este término se refiere al efecto destructor del entorno (luz, atmósfera, calor) sobre los efectos cuánticos.</p>
<blockquote>
<p>Las superposiciones cuánticas a gran escala son tan frágiles y se destruyen tan rápidamente por su acoplamiento con el entorno que no pueden observarse en la práctica. En cuanto se crean, se transforman instantánemente en mezclas estadísticas sin interés. </p>
</blockquote>
<p><strong>Serge Haroche, Premio Nobel de Física 2012 y pionero de la decoherencia, en <em>Exploring the Quantum</em> (Oxford, 2006).</strong></p>
<p></p>
<p>Así, en el ámbito de la biología, donde la materia es densa y la temperatura relativamente alta, sí podemos identificar <a href="https://physics.aps.org/articles/v8/s22">algunos fenómenos puramente cuánticos</a>, pero de manera muy local, a escala de unos pocos electrones. Por ejemplo, la detección del campo magnético terrestre por las aves migratorias implica la superposición de estados de dos electrones dentro de una <a href="https://www.nature.com/articles/s41586-021-03618-9">molécula llamada criptocromo</a>. En cambio, los fenómenos físicos a escala de nuestros órganos, de una célula o incluso de una molécula biológica, como una proteína o el ADN, son puramente clásicos, en virtud de la decoherencia.</p>
<h2>Un vocabulario y unos conceptos mal utilizados por los partidarios de la pseudociencia</h2>
<p>Sin embargo, estas consideraciones no molestan a los partidarios del discurso pseudocientífico, que espolvorean la jerga de la mecánica cuántica sin ningún rigor y de forma ambigua, multiplicando los malentendidos y las falsedades. Con frecuencia se escudan en citas de grandes físicos que a veces <a href="https://cortecs.org/wp-content/uploads/2011/08/CorteX_Quantoc_BUP_21027.pdf">han admitido sus propias dificultades de interpretación</a>.</p>
<p></p>
<p>No nos equivoquemos: la física cuántica se entiende muy bien y es extremadamente precisa en sus predicciones. Las dificultades constatadas por los científicos del ramo provienen de la interpretación, de la representación mental que nos hacemos de los fenómenos cuánticos, inquietantes, muy diferentes de nuestra experiencia cotidiana y fuera del alcance de nuestra intuición.</p>
<p>Por eso la mecánica cuántica es un caldo de cultivo <a href="https://www.lemonde.fr/sciences/article/2022/10/10/la-medecine-quantique-de-fausses-therapies-qui-surfent-sur-les-revolutions-de-la-physique-quantique_6145232_1650684.html">ideal para el misticismo</a>. Proporciona una mezcla de fenómenos fascinantes, conceptos abstractos considerados difíciles y un <a href="https://theconversation.com/lenvers-des-mots-quantique-196536">vocabulario evocador</a> que se diluye en una amalgama de léxico esotérico <em>New Age</em>. El resultado es una fina mezcla de “vibraciones”, “luz”, “campo energético”, “biorresonancia cuántica”, “elevación del nivel energético”, “claves de armonización multidimensional” y tantas otras formulaciones vacías.</p>
<p>Los propios fenómenos de la mecánica cuántica son mal utilizados: el entrelazamiento puede utilizarse para <a href="https://www.symphony-energetique.com/comment-se-deroule-les-soins-a-distance-quantique.html">curar a distancia</a>, la bioluminiscencia proporciona una justificación para los <a href="https://emmind.net/endogenous_fields-mind-ebp-biophotons_acupunture_meridians.html">meridianos de acupuntura</a> y el vacío cuántico <a href="https://www.editions-dangles.fr/produit/289/9782703311478/l-eau-et-la-physique-quantique">explica la memoria del agua</a>.</p>
<h2>Una farsa intelectual con fines lucrativos</h2>
<p>Este enfoque constituye una <a href="https://fr.wikipedia.org/wiki/Impostures_intellectuelles">farsa intelectual, según la definición de Alan Sokal y Jean Bricmont</a>, es decir, un “uso abusivo del vocabulario científico […] para darse una ilusión de credibilidad”.</p>
<p>Se trata de un negocio lucrativo: desde consultas que cuestan unas decenas de euros por sesión, pasando por cursos de formación en línea que cuestan cientos o incluso miles de euros, hasta aparatos que parecen dispositivos médicos <a href="https://www.interfacetherapiequantique.com/">que valen más de 20 000 euros</a>.</p>
<p>Su <a href="https://lesjours.fr/obsessions/antivax-extreme-droite/ep6-healy-arnaque/">promoción, basada en las redes sociales, utiliza a menudo</a> un <a href="https://www.lafinancepourtous.com/decryptages/marches-financiers/fonctionnement-du-marche/systeme-de-vente-pyramidale/">esquema piramidal</a> en el que los compradores son reclutados como revendedores, y luego, a su vez, contratan a revendedores. Este esquema protege a los fabricantes detrás de los usuarios que hacen la promoción y asumen las afirmaciones falsas.</p>
<h2>Subirse a la ola mediática de las tecnologías verdaderamente cuánticas</h2>
<p>Aunque los dispositivos médicos cuánticos no son más cuánticos que su bolígrafo, los fenómenos cuánticos se explotan hoy en día, en particular para crear los primeros ordenadores cuánticos. Estos funcionan en las exigentes condiciones que requieren los fenómenos cuánticos: vacío ultraalto y temperaturas muy bajas (algunos grados o incluso fracciones de grado por encima del cero absoluto, es decir, apenas -273 °C).</p>
<p>Con el desarrollo actual de estas tecnologías cuánticas tan reales, es de temer que los charlatanes se suban aún más a la ola mediática actual.</p>
<p>Por tanto, debemos estar especialmente atentos al contenido científico y a la sinceridad de quienes nos ofrecen promesas de salud o prosperidad cuánticas, para evitar que la medicina cuántica se convierta en la homeopatía del mañana.</p>
<p>En este sentido, el caso Guerlain puede considerarse un rayo de esperanza, ya que ha supuesto un <em>electroshock</em> para muchos <a href="https://twitter.com/EtienneKlein/status/1742268657286209956">científicos</a> y <a href="https://twitter.com/epenser/status/1742620037528138174">divulgadores</a> –enlaces esenciales entre los científicos y el gran público– que se han pronunciado a coro sobre esta cuestión. El hecho de que todos los grandes medios de comunicación les hayan dado una cobertura inmediata y sin ambigüedades –lo que no siempre ocurre con las pseudociencias– es tranquilizador.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/222317/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Aymeric Delteil ha recibido financiación de la Agencia Nacional Francesa de Investigación (ANR).</span></em></p>Últimamente, el término “cuántico” es utilizado para promocionar productos (a menudo caros) que nada tienen que ver con esa rama de la física.Aymeric Delteil, Chercheur CNRS, Groupe d'étude de la matière condensée, Université de Versailles Saint-Quentin-en-Yvelines (UVSQ) – Université Paris-Saclay Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2207052024-01-15T21:34:54Z2024-01-15T21:34:54ZOrina negra: significados de este síntoma sufrido por un personaje de ‘La sociedad de la nieve’<p>La reciente película <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/La_sociedad_de_la_nieve"><em>La sociedad de la nieve</em></a>, dirigida por Juan Antonio Bayona, nos cuenta la historia real de los supervivientes del accidente aéreo del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya. Se estrelló el 13 de octubre de 1972, y los supervivientes permanecieron 72 días en medio de la cordillera de los Andes hasta que fueron rescatados.</p>
<p>Sufrieron innumerables dificultades por la escasez de alimentos, agua y la climatología extrema. Todo esto provocó la aparición de multitud de lesiones traumáticas, así como de secuelas propias de los estados de penuria física.</p>
<h2>Una señal muy alarmante</h2>
<p>De entre estos síntomas cabe destacar uno en particular: en un momento determinado de la trama, uno de los personajes observa que el color de su orina es negro, lo que le provoca la lógica alarma.</p>
<p>Antes de averiguar por qué le podría pasar esto, debemos explicar que nuestro sistema renal es el encargado de eliminar los productos de desecho que circulan por la sangre. Si esta eliminación no es adecuada, los compuestos tóxicos se mantienen y provocan patologías muy graves. Es lo que ocurre en las <a href="https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/kidney-failure/diagnosis-treatment/drc-20369053">insuficiencias renales</a>, que pueden causarnos la muerte en un corto intervalo de tiempo.</p>
<p>En condiciones normales, nuestra orina debe ser de color amarillo claro. Está formada principalmente por un 95 % de agua, un 2 % de sales y un 3 % de <a href="https://www.cancer.gov/espanol/publicaciones/diccionarios/diccionario-cancer/def/urea">urea</a>, compuesto que se forma para neutralizar el amoniaco resultante de la degradación de las proteínas.</p>
<p>Si partimos de esta idea, entenderemos que cualquier modificación en la composición de la orina también cambiará su color, aspecto u olor. Es la señal de que estamos sufriendo algún tipo de trastorno.</p>
<h2>Posibles diagnósticos</h2>
<p>En el caso de la película, posiblemente la causa del oscurecimiento fue la deshidratación extrema. El agua que bebían los protagonistas procedía de la nieve descongelada, y la cantidad diaria no llegaba a los 1,5 litros recomendados. A medida que fueran pasando los días, aumentaría la concentración de la orina y su progresivo oscurecimiento. Pero hay otras patologías que se manifiestan con este síntoma.</p>
<p>Así, el superviviente del vuelo 571 también podría sufrir <a href="https://www.elsevier.es/es-revista-revista-medica-clinica-las-condes-202-articulo-rabdomiolisis-metabolica-actualizacion-S0716864018301044">rabdomiolisis</a>, una rotura generalizada del tejido muscular provocada por un traumatismo, un sobreesfuerzo o el frío excesivo. Esta fractura libera al torrente sanguíneo una proteína denominada mioglobina. Cuando su concentración se eleva en sangre, empieza a expulsarse por la orina, lo que aporta su inquietante cromatismo.</p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/demasiados-paseos-nocturnos-al-bano-que-es-la-nocturia-y-como-puede-atajarse-209249">Demasiados paseos nocturnos al baño: qué es la nocturia y cómo puede atajarse</a>
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<p>Otra opción, si bien improbable, es que estuviera padeciendo <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/2934935/">melanuria</a>, caracterizada por la expulsión de un pigmento corporal llamado melanina. Es la proteína que nos oscurece la piel cuando tomamos el sol para protegernos, y también la que se une en puntos concretos del cuerpo formando las “efélides” o pecas. Este síntoma se manifiesta en los cánceres de piel avanzados, conocidos como melanomas.</p>
<p>Si el líquido expulsado tendiera al marrón muy oscuro, nuestro hombre podría estar aquejado por otro tipo de enfermedad: una <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK470195/">infección urinaria</a> severa. Cuando se produce un proceso infeccioso en el sistema renal, este debe expulsar todos los productos de desecho que se crean. Dicha excreción altera la concentración de la orina, lo que cambia tanto su color como su olor, que se vuelve muy fuerte. </p>
<p>Y, por último, también habría que valorar que nos halláramos ante un caso de <a href="https://www.saludigestivo.es/diccionario-saludigestivo/coluria/#:%7E:text=Orina%20color%20%E2%80%9Ccoca%20cola%E2%80%9D%20como,la%20bilirrubina%20por%20el%20intestino">coluria</a>. Se produce por la expulsión de bilirrubina, pigmento de color amarillento que genera la descomposición de los glóbulos rojos. Sus altas concentraciones en la sangre causan dos síntomas: la ictericia (piel amarillenta) y la citada coluria (orina con color de refresco de cola). Es un indicio de afectación hepática, como ocurre en la hepatitis o cirroris.</p>
<h2>Si no es amarilla, acuda al médico</h2>
<p>Por tanto, los cambios en el color de la orina pueden ser una señal de que algo marcha mal en nuestro cuerpo. ¿En qué debemos fijarnos?</p>
<ul>
<li><p>Como ya hemos apuntado antes, el <strong>oscurecimiento</strong> podría indicar que necesitamos beber más agua, entre muchas otras cosas. </p></li>
<li><p>El <strong>enrojecimiento</strong> o hematuria nos advertiría de que estamos expulsando sangre. Esto podría ser síntoma de infección urinaria o de problemas prostáticos, en el caso de los hombres. </p></li>
<li><p>El <strong>aclaramiento</strong> puede estar relacionado con el exceso en la ingesta de agua o con la eliminación de glucosa, como ocurre en la diabetes.</p></li>
<li><p>Si es de <a href="https://www.revistanefrologia.com/es-orina-purpura-articulo-X021169951105217X#:%7E:text=Las%20bacterias%20que%20con%20mayor,enterococos1%2C5%2C8."><strong>color púrpura</strong></a>, nos enfrentaríamos a una infección bacteriana del tracto renal. </p></li>
<li><p>Un <a href="https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/urine-color/symptoms-causes/syc-20367333"><strong>tono verdoso</strong></a> podría estar causado por el consumo excesivo de pigmentos alimentarios o la ingesta de ciertos medicamentos. </p></li>
</ul>
<p>Queda claro que la orina debe ser amarilla. Y que una modificación de este color, o bien del olor, debe ponernos en alerta, sin postergar la visita a nuestro médico de familia. Desgraciadamente, el personaje de <em>La sociedad de la nieve</em> no contaba con esa posibilidad.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/220705/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>José Miguel Robles Romero no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El oscurecimiento de la orina indica que algo no marcha bien en nuestro organismo. En el caso de la película, posiblemente se trataba de un caso de deshidratación, pero hay otros posibles diagnósticos.José Miguel Robles Romero, Profesor Doctor de la Facultad de Enfermería, Universidad de HuelvaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2146112023-09-29T10:05:55Z2023-09-29T10:05:55ZBreve historia del aborto: de las antiguas hierbas egipcias a la lucha actual contra el estigma<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/551129/original/file-20230929-17-52tvux.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C13%2C2995%2C1980&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Buenos Aires, Argentina; 28 de mayo de 2019. Manifestación del movimiento feminista en apoyo a la presentación de la ley por el aborto legal, seguro y gratuito, en la cámara de diputados de la nación.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/buenos-aires-argentina-may-28-2019-1410649103">Laura Rivas/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Podríamos pensar que el aborto es un fenómeno especialmente moderno, pero hay muchas pruebas que sugieren que ha estado presente en <a href="https://muvs.org/en/topics/termination-of-pregnancy/abortion-in-antiquity-en/">la sociedad durante miles de años</a>. Aunque su historia se cuenta a menudo desde una perspectiva legal, la existencia del aborto ha tenido lugar independientemente de las leyes que lo acompañasen. </p>
<p>La necesidad de controlar la fertilidad antes o después del sexo existe desde hace tanto tiempo como el embarazo. <a href="https://www.britannica.com/topic/Ebers-papyrus">El <em>Papiro Ebers</em> del Antiguo Egipto</a> se considera a menudo una de las primeras pruebas escritas sobre la práctica del aborto. </p>
<figure class="align-right ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/547764/original/file-20230912-21-i2tyac.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/547764/original/file-20230912-21-i2tyac.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=623&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/547764/original/file-20230912-21-i2tyac.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=623&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/547764/original/file-20230912-21-i2tyac.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=623&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/547764/original/file-20230912-21-i2tyac.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=783&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/547764/original/file-20230912-21-i2tyac.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=783&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/547764/original/file-20230912-21-i2tyac.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=783&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">El Papiro Ebers (c. 1600 a. e. c.) del Antiguo Egipto.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=18511551"> PEbers/Einsamer Schützederivative/Photohound (talk)</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>El texto, que data de 1600 a. e. c., <a href="https://archive.org/details/contraceptionhis0000jutt/page/10/mode/2up">describe</a> métodos mediante los cuales “la mujer vacía lo concebido en el primer, segundo o tercer trimestre”, recomendando hierbas, duchas vaginales y supositorios. Hipócrates, en torno al siglo IV a. e. c., <a href="https://archive.org/details/contraceptionhis0000jutt/page/10/mode/2up">registró</a> métodos similares para inducir el aborto, aunque no los recomendó. </p>
<p>El aborto también formaba parte de la vida cotidiana de los ciudadanos de la Antigüedad. En <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Amores_(Ovidio)"><em>Amores</em></a>, una colección de poemas, el romano Publio Ovidio Naso, comúnmente conocido como Ovidio, describe la agitación emocional del narrador al ver a su amante sufrir un aborto mal gestionado: </p>
<blockquote>
<p>Mientras se deshace precipitadamente de la carga de su vientre preñado, la cansada Corinna se encuentra en peligro de muerte. Habiendo intentado un peligro tan grande sin decírmelo. Ella merece mi ira, pero mi ira muere de miedo. </p>
</blockquote>
<p>Al principio, Ovidio se preocupa por el riesgo de perder a su amada Corinna, no por el posible hijo. Más tarde, pide a los dioses que ignoren la “destrucción” del niño y salven la vida de Corinna. Esto deja ver algunos aspectos importantes de las actitudes históricas que se tenían hacia el aborto. </p>
<p>Aunque los debates sobre el aborto en el siglo XXI a menudo giran en torno a cuestiones de vida y persona, no siempre fue así. Los antiguos griegos y romanos, por ejemplo, no <a href="https://archive.org/details/contraceptionhis0000jutt/page/10/mode/2up">creían</a> necesariamente que un feto estuviera vivo. </p>
<p>Los primeros pensadores, entre ellos San Agustín (354-3430), distinguían entre el <a href="https://archive.org/details/abortion0000pott/mode/2up">embrión “<em>informatus</em>”</a> (no formado) y el “<em>formatus</em>” (formado y dotado de alma). Con el tiempo, la distinción más común pasó a establecerse en lo que se conocía como <a href="https://archive.org/details/abortion0000pott/mode/2up">“<em>quickening</em>”</a>, el momento en el que la mujer embarazada podía sentir al bebé moverse por primera vez. Esto determinaba que el feto estaba vivo (o tenía alma).</p>
<p>Como un retraso en la menstruación era a menudo el primer signo de que algo iba mal, y una mujer podía no considerarse embarazada hasta mucho más tarde, muchos consejos sobre el aborto se centraban en restaurar las <a href="https://www.routledge.com/Abortion-in-England-1900-1967/Brookes/p/book/9780415752466">irregularidades menstruales</a> o las obstrucciones en lugar de interrumpir un posible embarazo (o feto). </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/547767/original/file-20230912-31-6n0182.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Dibujo de una mujer preparando hierbas para un aborto con la paciente tumbada en una cama." src="https://images.theconversation.com/files/547767/original/file-20230912-31-6n0182.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/547767/original/file-20230912-31-6n0182.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=442&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/547767/original/file-20230912-31-6n0182.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=442&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/547767/original/file-20230912-31-6n0182.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=442&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/547767/original/file-20230912-31-6n0182.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=555&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/547767/original/file-20230912-31-6n0182.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=555&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/547767/original/file-20230912-31-6n0182.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=555&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">El arte de un manuscrito del siglo XIII muestra a una herborista preparando un brebaje que contiene poleo para una mujer. El té que se hizo famoso en la canción de Nirvana, ‘Pennyroyal Tea’, se utilizaba en la medicina popular para inducir el aborto y aliviar los síntomas menstruales.</span>
</figcaption>
</figure>
<p>Como resultado, muchos de los consejos sobre el aborto a lo largo de la historia no necesariamente lo mencionan. Y a menudo quedaba a la interpretación personal si se había producido o no dicho aborto. </p>
<p>De hecho, se podían encontrar recetas de “abortivos” (cualquier sustancia que se utiliza para interrumpir un embarazo) en textos médicos como los de la monja alemana <a href="https://daily.jstor.org/abortion-remedies-medieval-catholic-nun/">Hildegard von Bingen</a> en 1150 y en <a href="https://archive.org/details/abortion0000pott/page/284/mode/2up">recetarios domésticos</a> con tratamientos para otras dolencias comunes hasta bien entrado el siglo XX. </p>
<p>En Occidente, la distinción del <em>quickening</em> <a href="https://archive.org/details/abortion0000pott/page/284/mode/2up">pasó de moda</a> gradualmente a finales del siglo XIX y principios del XX. Sin embargo, las mujeres siguieron abortando a pesar de los cambios en sus creencias sobre la vida y la ley. De hecho, según algunas fuentes, en esas décadas parecían ser más comunes que nunca. </p>
<h2>“Una epidemia de abortos”</h2>
<p>En 1920, <a href="https://www.routledge.com/Abortion-in-England-1900-1967/Brookes/p/book/9780415752466">Rusia</a> se convirtió en el primer estado del mundo en legalizar el aborto, y en 1929, <a href="https://wellcomecollection.org/works/c6yxqrgn">Marie Stopes</a>, famosa defensora del control de la natalidad, lamentó que “una epidemia de abortos” estuviera arrasando Inglaterra. <a href="https://archive.org/details/abortion0000pott/page/284/mode/2up">Afirmaciones similares</a> de Francia y EE.UU. también indican que se percibía un repunte. </p>
<p>Estas afirmaciones se acompañaron con una oleada de obras de teatro, poemas y novelas que trataban el tema. De hecho, en 1923, Floyd Dell, editor de revistas y escritor estadounidense, publicó una nueva obra de ficción, <a href="https://www.amazon.co.uk/Janet-March-Floyd-Dell/dp/B00085CQAE"><em>Janet March</em></a>, en la que la protagonista se queja de la cantidad de novelas en las que aparecen abortos, afirmando que “había suficientes cosas espantosas en las novelas, pero sólo les ocurrían a las pobres chicas, ignorantes e imprudentes”. </p>
<p>Pero la literatura de principios del siglo XX, con muchas historias basadas en experiencias reales de mujeres, da fe de un abanico de abortos mucho más amplio que esa imagen estereotipada de las pobres e indigentes operaciones callejeras. </p>
<p>Por ejemplo, la novelista inglesa Rosamond Lehmann menciona en su novela de 1926 <a href="https://www.amazon.co.uk/Weather-Streets-Virago-Modern-Classics/dp/1844083063"><em>El tiempo en las calles</em></a> una seductora “conspiración femenina” de mujeres abortistas que aguardan con “tacto, simpatía, píldoras y bolsas de agua caliente”.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/547765/original/file-20230912-29-ewkeg1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Anuncio de aborto en un periódico" src="https://images.theconversation.com/files/547765/original/file-20230912-29-ewkeg1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/547765/original/file-20230912-29-ewkeg1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=482&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/547765/original/file-20230912-29-ewkeg1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=482&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/547765/original/file-20230912-29-ewkeg1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=482&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/547765/original/file-20230912-29-ewkeg1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=605&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/547765/original/file-20230912-29-ewkeg1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=605&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/547765/original/file-20230912-29-ewkeg1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=605&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Los anuncios de servicios de aborto, como éstos del <em>New York Sun</em> de 1842, eran habituales en la época victoriana. En aquella época, el aborto era ilegal en Nueva York.</span>
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<p>Estos textos forman parte de una larga tradición de narraciones sobre el aborto que precede al activismo contemporáneo. Por ejemplo, <a href="https://www.abortion.shop/">We Testify</a> es una organización que promueve el liderazgo y la representación de personas que han abortado. Y <a href="https://shoutyourabortion.com/">Shout Your Abortion</a> es una campaña en las redes sociales en la que la gente comparte en línea sus experiencias de aborto sin “tristeza, vergüenza o arrepentimiento”.</p>
<p>El aborto tiene una historia larga y variada, pero sobre todo estos textos –desde los papiros egipcios de 1600 a. e. c. hasta las publicaciones en las redes sociales de hoy– demuestran que el aborto ha sido y sigue siendo fundamental en nuestra historia, nuestras vidas e incluso nuestro arte.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/214611/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Alisha Palmer no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El aborto tiene una larga y variada historia y sigue siendo fundamental en nuestra cultura, nuestras vidas e incluso nuestro arte.Alisha Palmer, PhD Candidate in English Literature, The University of EdinburghLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1850542022-06-27T17:33:54Z2022-06-27T17:33:54ZSi la salud es una sola, ¿por qué la enseñamos por partes?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/471098/original/file-20220627-18-624thd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=8%2C8%2C5982%2C3979&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/medical-technology-conceptsmart-doctor-hand-working-651338119">Shutterstock / everything possible</a></span></figcaption></figure><p>La perspectiva <a href="https://www.who.int/news-room/questions-and-answers/item/one-health">“Una sola salud”</a> (del inglés, <em>One Health</em>), propuesta por la Organización Mundial de la Salud (OMS), hace referencia a la interdependencia existente entre la salud humana, la salud animal y la salud ambiental. Esta noción no es reciente, a pesar de parecer lo contrario.</p>
<p>A lo largo de la historia podemos encontrar perspectivas similares. Por ejemplo, en los escritos de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Hip%C3%B3crates">Hipócrates</a> (460–370 a.e.c.) aparecen referencias a estas relaciones de interdependencia entre la salud pública y el estado del medio ambiente. </p>
<p>El fisiólogo y patólogo Rudolf Virchow (1821–1902) introdujo el término de “zoonosis” para referirse a aquellas enfermedades infecciosas producidas por virus, bacterias, parásitos, etc., propias de los animales que se transmiten a los humanos, estableciendo la interrelación entre la salud animal y humana. Virchow destacó que los <a href="https://doi.org/10.1128/microbiolspec.OH-0018-2012">factores ambientales</a> poseen <a href="https://doi.org/10.20506/rst.33.2.2298">un papel esencial</a> en el estado sanitario de las comunidades humanas. </p>
<p>Más recientemente, James Steele (1913–2013) y Calvin Schwabe (1927–2006) propusieron que la salud humana y animal poseen una naturaleza ecológica y relacionan <a href="https://doi.org/10.2139/ssrn.3865704">los tres componentes o esferas principales</a> que forman parte de la noción de “Una sola salud”.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/470330/original/file-20220622-3417-qlybds.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/470330/original/file-20220622-3417-qlybds.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/470330/original/file-20220622-3417-qlybds.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=542&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/470330/original/file-20220622-3417-qlybds.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=542&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/470330/original/file-20220622-3417-qlybds.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=542&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/470330/original/file-20220622-3417-qlybds.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=681&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/470330/original/file-20220622-3417-qlybds.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=681&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/470330/original/file-20220622-3417-qlybds.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=681&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Las tres esferas de la perspectiva Una Sola Salud.</span>
<span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span>
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<h2>Relevancia contemporánea</h2>
<p>Con la aparición del coronavirus causante del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS por sus siglas en inglés) a comienzos de la década del 2000, y la posterior emergencia del coronavirus causante del Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS por sus siglas en inglés) en Arabia Saudí, la noción de “Una sola salud” comenzó a adquirir relevancia.</p>
<p>La detección de personas infectadas con estos patógenos evidenció la necesidad de desarrollar sistemas de <a href="https://doi.org/10.1016/j.tmaid.2020.101578">detección y respuesta temprana</a> coordinada y global.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/470337/original/file-20220622-23-qgw3ld.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/470337/original/file-20220622-23-qgw3ld.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/470337/original/file-20220622-23-qgw3ld.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=390&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/470337/original/file-20220622-23-qgw3ld.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=390&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/470337/original/file-20220622-23-qgw3ld.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=390&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/470337/original/file-20220622-23-qgw3ld.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=491&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/470337/original/file-20220622-23-qgw3ld.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=491&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/470337/original/file-20220622-23-qgw3ld.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=491&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Las pandemias a lo largo de la Historia.</span>
<span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span>
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<p>Tanto la actual pandemia provocada por el coronavirus SARS-CoV-2, agente causal de covid-19, como el brote epidémico de viruela del mono confirman la relevancia del enfoque de “Una sola salud” para prevenir futuros problemas sanitarios como nuevas pandemias o la <a href="https://doi.org/10.17582/journal.aavs/2020/8.3.234.237">creciente resistencia de bacterias a antibióticos</a>. </p>
<p>De hecho, <a href="https://doi.org/10.1073/pnas.2105482118">diferentes estudios</a> indican el incremento de la frecuencia con la que emergen nuevas enfermedades infecciosas, muchas de las cuales poseen el potencial para convertirse en un problema de salud global.</p>
<p>En respuesta a esta situación, la perspectiva “Una sola salud” está siendo integrada en el ámbito sanitario y en la investigación biomédica. Pero en la educación científica, ¿la enseñamos? </p>
<h2>Una sola salud en los planes de estudio</h2>
<p>El nuevo <a href="https://www.boe.es/eli/es/rd/2022/03/29/217/con">real decreto</a> por el que se establece la ordenación y las enseñanzas mínimas de la Educación Secundaria Obligatoria incluye dentro de las competencias específicas de la materia de Biología y Geología esta noción, en concreto dentro de los saberes básicos de Ecología y Sustentabilidad. </p>
<p>En consecuencia, diseñar recursos didácticos que permitan integrar esta perspectiva de modo efectivo en la enseñanza de ciencias constituye una prioridad para la investigación en didáctica de ciencias y una <a href="https://doi.org/10.3390/su132313389">línea de trabajo</a> emergente. </p>
<p>Investigadoras/es y docentes del grupo de investigación <a href="http://rodausc.gal/">RODA</a> (Razonamiento, Discurso y Argumentación), en el que trabajamos expertas/os en Didáctica de las Ciencias Experimentales de la Universidad de Santiago de Compostela con otras universidades de España, como, en este caso, la Universidad del País Vasco, colaboramos en el desarrollo de diseños didácticos basados en la investigación para mejorar la formación del profesorado y alumnado de secundaria y de otras etapas para integrar este enfoque. </p>
<h2>Los estudiantes no aplican la visión de “Una sola salud”</h2>
<p>Un estudio en un aula de secundaria de un centro público de Galicia nos ha permitido identificar que la mayoría del alumnado participante (18 en total) presenta un pensamiento causal simple respecto al origen de la pandemia, lo que ya se había encontrado en un <a href="https://doi.org/10.3390/su132313389">estudio previo</a> en aulas de formación de profesorado del País Vasco. </p>
<p>Los estudiantes encuestados (43 en total) no relacionaban el origen de la pandemia con factores ambientales ni con salud animal, sino con el comportamiento social y hábitos de las personas.</p>
<p>Además, en ambos estudios, los estudiantes presentaban dificultades para diferenciar causas y consecuencias de la pandemia. </p>
<p>Continuamos investigando formas de promover la visión “Una sola salud”, siendo partidarias de potenciar el pensamiento futuro para este fin, y como vía para ayudar al alumnado a anticiparse y prevenir problemas complejos que requieren de una respuesta compleja.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/185054/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>La relación de interdependencia entre la salud del planeta, la de los animales y la de los humanos es un aspecto poco explorado en los planes de estudios de secundaria o de los grados universitarios.Blanca Puig, Profesora Titular de Universidade. Didáctica das Ciencias Experimentais, Universidade de Santiago de CompostelaAraitz Uskola Ibarluzea, Profesora e Investigadora en Didáctica de las Ciencias experimentales, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko UnibertsitateaInés Martínez Pena, Colaboradora del área de Ciencias Experimentales del Grupo Roda, Universidade de Santiago de CompostelaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1815102022-04-27T17:18:44Z2022-04-27T17:18:44ZLa literatura que humaniza la salud mental<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/459768/original/file-20220426-18-gr4qc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C5%2C1908%2C1072&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Imagen de la película 'Despertares', basada en un relato de Oliver Sacks, al que interpreta Robin Williams.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://m.imdb.com/title/tt0099077/mediaviewer/rm4080840705/">IMDB</a></span></figcaption></figure><p>Los casos clínicos literaturizados o cuentos clínicos son un género híbrido de caso clínico y de narración literaria que ha hecho fortuna en el ámbito de la <a href="https://theconversation.com/es/topics/salud-mental-54778">salud mental</a>. Dado que tratan una temática especializada, pero adaptada para su difusión entre un público más amplio, deben considerarse una modalidad de literatura de divulgación científica. Por ello se alejan de las convenciones de los géneros médicos de carácter más académico, donde se difumina la presencia de los narradores y la personalidad de los pacientes. </p>
<p>La tradición de los relatos clínicos se enraíza en el siglo XIX, con figuras clave como <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Sigmund_Freud">Sigmund Freud</a>, que componía narraciones sobre los casos que se había encontrado en su praxis. Si los géneros médicos y en particular los casos clínicos tienden a la despersonalización, los cuentos clínicos ofrecen una oportunidad para la humanización de la salud. </p>
<h2>Oliver Sacks y la neurología de la identidad</h2>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/459769/original/file-20220426-16-u52xvu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/459769/original/file-20220426-16-u52xvu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/459769/original/file-20220426-16-u52xvu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=802&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/459769/original/file-20220426-16-u52xvu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=802&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/459769/original/file-20220426-16-u52xvu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=802&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/459769/original/file-20220426-16-u52xvu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1008&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/459769/original/file-20220426-16-u52xvu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1008&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/459769/original/file-20220426-16-u52xvu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1008&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Retrato de Oliver Sacks.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Oliversacks.jpg">Maria Popova / Wikimedia Commons</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
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<p>En esta línea se inscribe el representante más conocido de los médicos escritores contemporáneos, el neurólogo <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Oliver_Sacks">Oliver Sacks</a> (1933-2015), autor de varias recopilaciones de cuentos clínicos, entre las que destaca <em><a href="https://www.anagrama-ed.es/libro/compactos/el-hombre-que-confundio-a-su-mujer-con-un-sombrero/9788433973382/CM_482">El hombre que confundió a su mujer con un sombrero</a></em>. Sacks defiende una medicina más enfocada hacia las personas y las vivencias individuales de las enfermedades y se compromete a una neurología de la identidad, en la que el personaje central es el sujeto, en lugar de la patología.</p>
<p>En los casos clínicos académicos se difumina al máximo la presencia del profesional de la salud, hasta el punto de que a menudo nos puede parecer que las pruebas se hacen solas y que los resultados se interpretan por ellos mismos. No resulta admisible que estos profesionales manifiesten abiertamente opiniones subjetivas sobre cuestiones personales de sus pacientes. </p>
<p>En cambio, Sacks está presente como un narrador en primera persona y como un personaje siempre con una cara simpática, comprensiva y humana. Nos dibuja una imagen de sí mismo como persona sincera con los pacientes y, cuando no entiende algo de lo que les está pasando, no duda en reconocerlo ante ellos. También lo admite abiertamente cuando son los propios pacientes quienes le ayudan a descubrir alguna solución para sus casos. </p>
<p>Allan Ropper y Brian David Burrell continúan la estela de Sacks. En <a href="https://www.allenandunwin.com/browse/books/general-books/psychology/Reaching-Down-the-Rabbit-Hole-Allan-Ropper-and-Brian-David-Burrell-9781782395508"><em>Reaching Down the Rabbit Hole: Extraordinary Journeys into the Human Brain</em></a> exploran la compleja relación entre el cerebro y el comportamiento mental y físico. En una especialidad como la neurología, altamente dependiente de la tecnología, estos autores son también partidarios de la medicina centrada en la persona y no sólo en analizar los resultados de las pruebas.</p>
<p>Cuando Ropper orienta a otros médicos que están empezando la carrera, a menudo les recomienda que se alejen del monitor, entren en la habitación, se sienten en la cama, hablen con el paciente y, así, examinen a la persona en lugar de los píxeles. </p>
<p>A veces su arrogancia recuerda al doctor House de la conocida serie televisiva norteamericana. Él es el jefe con un equipo de residentes detrás. Durante el análisis del caso, les va formulando preguntas y critica las decisiones que toman, como si supiese desde el principio todas las respuestas.</p>
<h2>Un psiquiatra quizás demasiado humano</h2>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/459770/original/file-20220426-20-f76h67.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/459770/original/file-20220426-20-f76h67.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/459770/original/file-20220426-20-f76h67.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=571&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/459770/original/file-20220426-20-f76h67.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=571&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/459770/original/file-20220426-20-f76h67.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=571&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/459770/original/file-20220426-20-f76h67.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=717&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/459770/original/file-20220426-20-f76h67.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=717&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/459770/original/file-20220426-20-f76h67.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=717&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Retrato de Irvin D. Yalom, 2014.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Yalom.jpg">Masangina / Wikimedia Commons</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
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<p>Irvin D. Yalom, profesor de Psiquiatría en la Universidad de Stanford, muestra a un público general la utilidad de la psicoterapia en <a href="https://www.penguin.co.uk/books/190/190926/love-s-executioner/9780141975443.html"><em>Love’s Executioner and Other Tales of Psychotherapy</em></a>. Como en el libro de Sacks, el título nos presenta una primera parte más bien literaria –<em>Love’s Executioner</em> (el verdugo del amor)– y una segunda con referencia clínica –<em>and Other Tales of Psychotherapy</em> (y otros relatos de psicoterapia)–.</p>
<p>Además de narrar los problemas que sufren sus pacientes, Yalom comparte su lucha personal por reconciliar el trato profesional como psiquiatra con una respuesta más humana. Disipar el mito del terapeuta omnipotente y objetivo es una de sus finalidades. Es fundamental que los pacientes estén a gusto para poder abrirse. Pero por más entrenado que esté un psicoterapeuta, no deja de ser una persona como cualquiera de nosotros. Yalom nos lo intenta demostrar, quizás con una honestidad exagerada, para conseguir romper toda idealización. Así vemos su aversión hacia una paciente obesa, cuyo cuerpo encuentra tan repulsivo que le cuesta incluso mirarla.</p>
<h2>Relatos desde la atención psicológica clínica</h2>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/459831/original/file-20220426-24-af7hzk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/459831/original/file-20220426-24-af7hzk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/459831/original/file-20220426-24-af7hzk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=702&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/459831/original/file-20220426-24-af7hzk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=702&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/459831/original/file-20220426-24-af7hzk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=702&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/459831/original/file-20220426-24-af7hzk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=882&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/459831/original/file-20220426-24-af7hzk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=882&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/459831/original/file-20220426-24-af7hzk.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=882&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Gail Steketee.</span>
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<p>Randy Frost, profesor de Psicología en el Smith College (Massachusetts), y Gail Steketee, profesora de Trabajo Social de la Universidad de Boston, fueron pioneros estudiando el síndrome de acumulación compulsiva. Esperaban encontrar unos cuantos enfermos, pero acabaron tratando a centenares de pacientes y descubrieron que esta enfermedad estaba mucho más presente en la sociedad de lo que se pensaba (entre el 2 % y el 5 %).</p>
<p>En su libro <a href="https://books.google.es/books/about/Stuff.html?id=AZSYFdxaLikC&redir_esc=y"><em>Stuff: Compulsive Hoarding and the Meaning of Things</em></a> se aproximan a la vida y a los dramas que deben soportar día tras día estas personas y sus familiares y amigos. En contra de los prejuicios más extendidos, nos enseñan que no es un trastorno específico de individuos que viven de espaldas a la sociedad, ni de personas poco inteligentes o incultas.</p>
<h2>Humanización del médico y los pacientes</h2>
<p>La literaturización de los casos clínicos permite a los autores utilizar estrategias que no serían admisibles en otros géneros médicos. Los pacientes no son tratados, sino que el médico los trata. El narrador no se esconde. Al contrario, destaca: es el profesional quien nos acompaña explícitamente durante todo el relato. Podemos ver con detalle cómo interactúa con los pacientes y algunas veces también sus opiniones y emociones. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/459771/original/file-20220426-14-d7ncp8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/459771/original/file-20220426-14-d7ncp8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/459771/original/file-20220426-14-d7ncp8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=391&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/459771/original/file-20220426-14-d7ncp8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=391&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/459771/original/file-20220426-14-d7ncp8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=391&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/459771/original/file-20220426-14-d7ncp8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=491&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/459771/original/file-20220426-14-d7ncp8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=491&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/459771/original/file-20220426-14-d7ncp8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=491&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Imagen del filme <em>Despertares</em>, con Robin Williams interpretando a Oliver Sacks y Robert De Niro como uno de sus pacientes.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://m.imdb.com/title/tt0099077/mediaviewer/rm4080840705/">IMDB</a></span>
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<p>Los autores revisan casos de pacientes concretos, intentan dar ejemplo a los futuros profesionales, pero sobre todo reflexionan sobre el rumbo actual de la atención sanitaria. A diferencia de los textos clínicos canónicos, aquí la enfermedad no se presenta como un fenómeno ajeno al individuo que la experimenta. </p>
<p>Los casos individuales pueden servir para ilustrar las teorías, la visión o el trabajo de los autores y profesionales sanitarios. Pero también observamos la voluntad de demostrar a los lectores la importancia de escuchar primero al paciente y luego ponerse a hacer las pruebas pertinentes, siempre combinando las dos facetas de la praxis sanitaria: la humana y la técnica. Cada caso –cada persona– puede ser único y requerir un tratamiento personalizado. </p>
<p>Los humanos somos unos seres complejos. La racionalidad que da lugar a la ciencia convive con las emociones, una capacidad ancestral que compartimos con otros animales y que nos permite procesar grandes volúmenes de datos y tomar decisiones rápidas e intuitivas –incluso equivocadas–. Los textos literarios y la creación artística apelan a las emociones de una manera más eficiente que la realidad documentada. Y ese es uno de sus objetivos. Los cuentos clínicos, con los recursos propios de la literatura, acercan los casos clínicos al gran público y contribuyen así a la humanización de la salud mental.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/181510/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Este artículo se enmarca en los proyectos de investigación “La construcción discursiva del conflicto: territorialidad, imagen de la enfermedad y las identidades de género en la literatura y en la comunicación social” (FFI2017-85227-R), del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, Gobierno de España, y “Análisis crítico de las estrategias narrativas con aplicación preferente al ámbito sociocultural valenciano contemporáneo” (UJI-B2021-22), de la Universitat Jaume I. La autora recibe financiación del Ministerio de Universidades y de la Unión Europea (NextGenerationEU), mediante un contrato postdoctoral Margarita Salas de la Universitat Jaume I (MGS/2021/04).</span></em></p>Los cuentos clínicos son un género literario muy popular en el ámbito de la salud mental que acerca el relato de pacientes y médicos a la población general.Adéla Kotatkova, Investigadora postdoctoral Margarita Salas (Filología), Universitat Jaume ILicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1771222022-04-07T14:43:26Z2022-04-07T14:43:26ZMedicina nuclear: cómo iluminar el interior de nuestro cuerpo con aceleradores de partículas<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/450932/original/file-20220309-25-1jp6qp1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C8487%2C3982&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/view-doctor-holding-atom-icon-surrounded-1675333678">Shutterstock / Production Perig</a></span></figcaption></figure><p>La motivación histórica de los grandes aceleradores de partículas creados en el siglo XX se centró inicialmente en el ámbito de la ciencia básica, pero hoy sus aplicaciones <a href="https://www.revistadyna.com/Recursos/Controles/descarga.aspx?IdDocumento=5693&Tipo=1&CodIdioma=&IdWeb=e8d948e0-b75e-4537-8e16-687622b6b7ce">se han extendido para mejorar la vida cotidiana de la humanidad</a>. Estas incluyen aspectos tan variados como la preservación de los alimentos, la potabilización del agua, la fabricación de semiconductores, la creación de biomoléculas, la construcción de nuevos materiales poliméricos y, sobre todo, la medicina y la farmacología.</p>
<p>La medicina nuclear recurre a átomos de un mismo elemento cuyos núcleos poseen una cantidad diferente de neutrones, que se denominan isótopos o radioisótopos si además emiten alguna partícula. </p>
<p>Estos radioisótopos se han ido fabricando en las últimas décadas para varios usos médicos como la terapia y el diagnóstico mediante imagen computerizada. La técnica más extendida para la imagen computerizada mediante radioisótopos es la llamada SPECT (<em>Single Photon Emission Computer Tomography</em>), mediante el isótopo Tecnecio-99m (99mTc), que emite fotones (rayos gamma). </p>
<p>Este fármaco consiste, básicamente, en una microlinterna que ilumina el cuerpo humano. El escáner SPECT, mediante una cámara sensible a estos fotones, rota alrededor del paciente y captura imágenes completas que un computador va clasificando en secciones. La producción de 99mTc se realiza desde hace décadas en reactores nucleares usando decaimiento de Molibdeno-99 y en la ultima década también mediante aceleradores de protones que la <a href="https://www-pub.iaea.org/MTCD/Publications/PDF/Pub1589_web.pdf">IAEA (International Atomic Energy Agency) propone utilizar</a>.</p>
<p>Una de las técnicas de visualización diagnóstica médica de mayor utilidad en la práctica es la denominada PET (<em>Positron Emission Tomography</em>). Aunque PET aún se utiliza menos que la anterior SPECT –en parte por su relativo alto coste– ha mejorado y su uso es mucho más amplio en medicina, dado que la imagen que se obtiene genera mucha mejor resolución. Por eso, su interés se ha expandido en los últimos años a distintas especializaciones de la medicina nuclear. </p>
<p>La imagen de nuevos PET mediante diversos radiofármacos es, por tanto, un <a href="https://link.springer.com/article/10.1007/s10967-018-6380-5">campo de investigación de extraordinaria importancia para la biomedicina actual</a>.</p>
<h2>Radiofármacos para PET</h2>
<p>Para el diagnóstico médico mediante PET son de primera importancia diversos emisores de positrones de corta vida media. Algunos de los radioisótopos que pueden fabricarse mediante el uso de aceleradores a baja energía son el Flúor 18, el Oxígeno 15, el Nitrógeno 13 y el Carbono 11 (18F, 15O, 13N y 11C, respectivamente). </p>
<p>Como los positrones son la antimateria de los electrones, estos radiofármacos emiten positrones que, al colisionar con electrones del cuerpo del paciente, generan fotones que crean una imagen. Esta se procesa por ordenador para que el personal médico pueda ver y diagnosticar. </p>
<p>Estos fármacos se comportan como unas <em>nanolinternas</em> indirectas que permiten imágenes de alta resolución para diagnosticar múltiples patologías.</p>
<h2>Un reto logístico</h2>
<p>El Flúor 18 es uno de los isótopos más usados en muchos hospitales. Puede fabricarse externamente, ya que tiene vida media corta pero suficientemente larga (aproximadamente 110 minutos), para poderse enviar al centro médico desde fuera. </p>
<p>Aun así, el envío externo requiere fabricación de muchas más dosis de alta actividad radiactiva, ya que una parte decae y se desactiva durante las horas del transporte. Globalmente, por tanto, la fabricación externa actual del radiofármaco requiere excesos en términos económicos, energéticos, radioactivos y de rapidez. La eficiencia de estas cuestiones pueden mejorarse mediante fabricación local de dosis farmacéuticas a medida en el propio hospital.</p>
<p>El Oxígeno, Nitrógeno y Carbono son elementos muy importantes, ya que constituyen las células del cuerpo humano y pueden usarse para etiquetar gran variedad de compuestos farmacéuticos útiles. </p>
<p>Sin embargo, la corta vida media de sus isótopos (entre dos y veinte minutos) requiere fabricación local dentro del propio hospital. Esto implica la imposibilidad de su uso médico a menos que se fabrique de forma inmediata y sin necesidad de transporte. </p>
<p>Existe muchísimo interés por estos otros radiofármacos para PET, que escasas veces se utilizan aún en medicina. En particular, es muy notable el gran interés del 11C, que puede reemplazar el ordinario 12C en cualquier molécula del cuerpo humano. </p>
<p>En este caso del radioisótopo Carbono 11 podemos imaginar que la nanolinterna que ilumina las imágenes del PET gasta su batería en unos pocos minutos y después de funcionar desaparece sin necesidad de eliminarla. </p>
<p>La fabricación local de todo tipo de radiofármacos PET es, por tanto, una importante aplicabilidad para la biomedicina. La fabricación local y a medida de estos prometedores isótopos mediante aceleradores compactos permitiría su uso médico real.</p>
<h2>Aceleradores para producción de radiofármacos</h2>
<p>La manera más común de fabricación de radiofármacos son los <a href="https://s3.cern.ch/inspire-prod-files-c/c83c293cd706e16fa4d7a7b89c5977de">reactores nucleares o aceleradores de partículas</a>. La forma más habitual hoy es el empleo de <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0969806X04003202">ciclotrones, que se han utilizado desde hace varias décadas</a>. </p>
<p>Estos dispositivos son pesados y voluminosos, y suelen acelerar protones a energías de decenas de MeV (Mega electrón-Voltios) en las aplicaciones médicas. Su coste de fabricación y de funcionamiento, mantenimiento y gasto energético es alto e impide que los hospitales generalicen su empleo.</p>
<p>Los aceleradores lineales (LINear ACcelerator, LINAC), en particular una nueva generación compacta, tienen diversas ventajas con respecto a los tradicionales ciclotrones. </p>
<p>En primer lugar, los Linac tienen menores pérdidas de haz con respecto a los ciclotrones, dado que estos últimos, por su propia naturaleza circular, están sometidos en todo instante a fuerza de Lorentz centrípeta que radia fotones tangencialmente y el haz pierde energía. </p>
<p>En segundo lugar, la nueva generación de Linacs son mucho más compactos, económicos, ligeros, y con requerimientos bajos, tanto de gasto energético como de protección radiactiva. </p>
<p>Por estas numerosas ventajas este tipo de aceleradores se convierten en una excelente alternativa para producir radiofármacos en el propio hospital a baja energía de protones.</p>
<h2>Proyecto Linac 7</h2>
<p>Linac 7 es un proyecto consistente en un acelerador lineal de protones de nueva generación completamente concebido, diseñado y construido en el Laboratorio de Haces de Partículas (IZPILab-Beam Laboratory) de la Universidad del País Vasco UPV/EHU, y <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0168900219303766">muchos de cuyos componentes están actualmente en funcionamiento</a>. </p>
<p>Una de las aplicaciones sanitarias más importantes concebidas dentro de dicho proyecto es la producción de fármacos de diversas especies, localmente en torno a grandes centros clínicos. Las dimensiones y características del acelerador pueden servir a un hospital en un laboratorio interno o incluso permite ser embarcado en un pequeño camión para compartir un calendario de fabricaciones de radiofármacos a la carta en múltiples instalaciones médicas que así lo soliciten.</p>
<p>Existe muchísimo interés en Europa por el uso de distintas opciones de aceleradores de partículas para fabricación de radioisótopos médicos. En particular, la Comisión Europea impulsa el Consorcio ARIES (<em>Accelerator Research and Innovation for European Science and Society</em>), <a href="https://ec.europa.eu/research/participants/documents/downloadPublic?documentIds=080166e5d0add73f&appId=PPGMS">cuyo informe, publicado el 22 de Junio 2020, describe el estado actual en la fabricación de radioisótopos médicos con aceleradores</a> y expresa de forma muy específica el interés científico, médico e industrial del desarrollo de nuevos Linacs para PET.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/177122/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Victor Etxebarria Ecenarro recibe fondos de Proyectos de Investigación del MICINN y el Gobierno Vasco </span></em></p>La medicina nuclear recurre a átomos de un mismo elemento cuyos núcleos poseen una cantidad diferente de neutrones, que se denominan isótopos o radioisótopos si además emiten alguna partícula.Victor Etxebarria Ecenarro, Catedrático, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko UnibertsitateaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1652282022-03-06T19:29:43Z2022-03-06T19:29:43ZLa realidad virtual como recurso para la docencia en Ciencias de la Salud<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/415187/original/file-20210809-21-xpzibl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=1%2C0%2C957%2C717&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Alumnos de Ciencias de la Salud haciendo prácticas de Anatomía con equipos de realidad virtual inmersiva.</span> <span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span></figcaption></figure><p>La realidad virtual (RV) se está convirtiendo en un recurso de primer orden para la docencia y el proceso de enseñanza y aprendizaje siendo utilizada en numerosos campos con éxito. </p>
<p>Es el caso de la formación médica, la progresiva introducción de la RV a la docencia reglada en Ciencias de la Salud demuestra que se trata de una tecnología idónea. Los beneficios que aporta son tan variados que tienen poca comparación con otras tecnologías introducidas a lo largo de la historia.</p>
<h2>Un cambio irreversible</h2>
<p>La RV es un entorno sintético, generado mediante gráficos por ordenador, que emula un escenario real creando una sensación inmersiva. En este contexto, debemos destacar el concepto de “inmersión”, que se refiere a la sensación subjetiva de sumergirse en un entorno 3D y con visión esférica (360 grados). </p>
<p>Esta <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0360131519303276">capacidad perceptiva</a> se obtiene mediante el uso de visores acoplados al usuario (gafas de RV) o utilizando dispositivos manejados por el usuario que nos muestran el entorno según donde apuntemos el dispositivo (a modo de ventana u ojo de buey). Este entorno virtual se puede desarrollar en ordenadores, tabletas o smartphones, siendo esta última la solución más asequible y universal. </p>
<p>Las <a href="https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000219637_spa">tecnologías móviles</a> han cambiado de manera irreversible la política, los negocios o la medicina. Se han posicionado para influir en la enseñanza y el aprendizaje debido a su fácil manejo y su portabilidad. Con la combinación de los teléfonos de los alumnos, unas gafas de RV y aplicaciones específicas, el proceso de aprendizaje puede realizarse en cualquier momento y lugar, a través de métodos de interacción tanto presencial como en línea. Es accesible, inmediato, interactivo e independiente del contexto.</p>
<h2>Aprendizaje experiencial en Medicina</h2>
<p>La RV permite recrear y explorar diferentes entornos, ya sean reales o ficticios. Dentro del currículum establecido en nuestro sistema educativo, <a href="https://digibug.ugr.es/handle/10481/59411">son muchas las áreas</a> donde la RV puede ser integrada. </p>
<p>Concretamente, en los estudios de Medicina hay una tendencia al abandono del estudio memorístico por una enseñanza más relevante y práctica desde el punto de vista clínico. El aprendizaje basado en problemas, la capacitación en habilidades de comunicación y el aprendizaje basado en simulación están ingresando con fuerza en los planes de estudios. </p>
<p>Con la intención de proporcionar experiencias de aprendizaje clínico, y debido a las dificultades inherentes para hacerlo, la simulación, entendida como la recreación de un evento clínico o el entrenamiento de una técnica de la forma más fidedigna posible, ha ganado impulso como método de impartir aprendizaje experiencial. </p>
<h2>La simulación como técnica estrella</h2>
<p>La simulación es una técnica educativa donde el alumno actúa como lo haría en la vida real y, a continuación, brinda retroalimentación e información sobre el desempeño. La simulación es eficaz en muchos dominios y se ha <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6798020/">descubierto</a> que es “superior a la educación clínica tradicional, ya que produce poderosas intervenciones educativas que producen resultados inmediatos y duraderos”. </p>
<p>La RV proporciona un espacio donde el estudiantado puede interactuar sin las limitaciones y obstáculos del mundo real y físico. Permite la observación y el examen de las áreas y de los acontecimientos inasequibles por otros medios. </p>
<p>Es necesario capacitar al personal médico con habilidades de alta demanda, ya que existe una complejidad creciente y una gran variedad de tareas en los procesos médicos. La medicina es una profesión sensible a los avances tecnológicos que facilitan la labor de los profesionales, reduciendo listas de espera y el error humano. </p>
<p>Por tanto, especialistas, residentes e incluso estudiantes necesitan actualizar sus habilidades para los diferentes procedimientos sanitarios que van apareciendo cada día.</p>
<p>La RV y la tecnología inmersiva permiten crear escenarios ideales sobre los que interaccionar, aprender o entrenar el uso de nuevas tecnologías en entornos controlados y supervisados. Permiten autoevaluar la bondad de la realización de la tarea, de manera que al pasar a las situaciones <em>in vivo</em>, se esté entrenado para su implantación.</p>
<h2>Realidad Virtual prospectiva en pandemia</h2>
<p>Con la incidencia de la pandemia, se impone un cambio en el enfoque de la educación a nivel global. Desconocemos el alcance completo en el momento actual, pero debemos considerar los posibles escenarios y prepararnos para <a href="https://www.researchgate.net/publication/340176786_A_vision_of_the_use_of_technology_in_medical_education_after_the_COVID-19_pandemic">los retos futuros</a>. </p>
<p>La medicina es una profesión que requiere formación en el acto humano y de contacto físico para su práctica, por lo que, resultado de las normas de seguridad sanitarias, se ha tenido que limitar, o incluso eliminar, el acceso de los estudiantes del grado de Medicina a las actividades prácticas desarrolladas en los centros hospitalarios, de salud o la propia facultad (salas de prácticas, laboratorios compartidos, etc.). </p>
<p>En este contexto la RV puede convertirse en una aliada, alineándose con los planes de estudios propios del grado de Medicina e incorporando tecnologías digitales inmersivas que ayuden a minimizar el efecto de distanciamiento y la falta de contacto entre docente y estudiante, así como con su cercanía o interacción con el enfermo durante la etapa de formación de grado. </p>
<p>Para ello, la utilización de recursos, medios y metodologías digitales ayudará al profesorado de Ciencias de la Salud a incorporar “presencialidad” en los centros sanitarios, de salud o aulas de la facultad, sin necesidad de que los estudiantes estén presentes físicamente. La RV se posiciona como una realidad docente presente en muy poco tiempo.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/165228/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Pedro Luis Castro Alonso a recibido fondos de la Catedra de Innovación Educativa Mapfre (ULL) y soporte de los proyectos de Innovación educativa PIE 2019-39 y PIE 2020-39 de la ULPGC</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Miguel Angel Rodriguez-Florido gestiona los fondos que las empresas miembro de la Cátedra de Tecnologías Médicas aportan para realizar sus actividades, de carácter público en ctm.ulpgc.es. Del mismo modo ha recibido o esta inmerso en proyectos de financiación pública que están relacionados con la actividad mencionada en este artículo.
En relación a este artículo, toda la actividad relacionada con la Educación y Formación en las Ciencias de la Salud, desde el grado, residencia a la actualización de los especialistas sanitarios, es abordada a través de la Cátedra y la Fundación Canaria Ágora, a las cuales está vinculado el que suscribe.
La empresa que ha desarrollado la aplicación Anatomyou, utilizada en las experiencias prácticas de este artículo, ha sido desarrollada por el spin-off de nuestra actividad Healthware Canarias S.L., de la cual, el que suscribe es accionista minoritario.</span></em></p>Los entornos virtuales y las simulaciones facilitan la práctica de los futuros médicos, sin los riesgos y complicaciones que conlleva hacerlo con pacientes reales.Pedro Luis Castro Alonso, Profesor de Biología Celular, Universidad de Las Palmas de Gran CanariaMiguel Angel Rodriguez-Florido, Coordinador Técnico de la Cátedra de Tecnologías Médicas de la ULPGC, Universidad de Las Palmas de Gran CanariaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1766362022-02-23T22:40:00Z2022-02-23T22:40:00ZGaleno: “Si no eres filósofo, no eres médico, sino un mero recetador”<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/447116/original/file-20220217-13-zkfx7c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C4706%2C2251&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Retrato de Galeno.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/b/b6/Portrait_of_Galen%2C_seated_and_holding_book._Wellcome_M0011642.jpg">Wikimedia Commons / Wellcome Collection gallery</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span></figcaption></figure><p>Para realizar esta entrevista hemos hecho un viaje en el tiempo y en el espacio hasta el <em>Asclepeion</em> de Pérgamo en el siglo II e.c., lugar dedicado a <a href="https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2245986">Asclepio</a>, dios de la medicina, donde Galeno inició sus primeros estudios como médico.</p>
<p>Galeno (129-216 e.c.), natural de la ciudad de Pérgamo, en Asia Menor, fue médico, cirujano y filósofo en el Imperio romano. Su etapa como médico de militares en campaña y de gladiadores fue particularmente enriquecedora. También atendió a particulares y a emperadores como <a href="https://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=EI3ODwAAQBAJ&oi=fnd&pg=PT4&dq=marco+aurelio&ots=qSbJZSw6pO&sig=TURBzPZsGCkIN59f44zHk6oc_qs#v=onepage&q=marco%20aurelio&f=false">Marco Aurelio</a>, con quien compartía un profundo interés por la filosofía estoica. </p>
<p>Galeno defendió la sangría como tratamiento principal, descubrió que las venas llevan sangre, y no aire, como proponían <a href="https://www.worldcat.org/title/erasistrati-fragmenta/oclc/912053371?referer=br&ht=edition">Erasístrato</a> y <a href="https://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=rGhlIfJZkVoC&oi=fnd&pg=PR11&dq=herophilus&ots=-od7c3CQB2&sig=Pho4qtxOw7GhrGDK_8VJw-QEd2E#v=onepage&q=herophilus&f=false">Herófilo</a> y, por sus tratados, sabemos que la <a href="https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?pid=S0716-10182016000200011&script=sci_arttext&tlng=p">peste antonina</a>, de la época de Marco Aurelio, que se llevó por delante a aproximadamente un millón de personas, fue probablemente una pandemia de viruela para la que Galeno recomendaba métodos entonces pioneros que nos resultan familiares: no tener contacto con los enfermos y lavarse las manos. Fue prolífico en la escritura, lo que hizo de sus tratados la base de la medicina durante más de diez siglos. </p>
<p>La entrevista que sigue nace de un proyecto ideado en el marco de la Sociedad Catalana de Historia de la Ciencia (<a href="https://blogs.iec.cat/schct/">SCHCT</a>) que busca acercar la historia de la ciencia al público general a través de un formato creativo: la entrevista ficticia a personajes históricos. Tras presentar el trabajo y la vida de Galeno en un relato a caballo entre realidad y ficción en el perfil de <a href="https://www.instagram.com/p/CYzMeGlsAac/">Instagram</a> de la SCHCT, se invitó al público a realizar preguntas que han sido incluidas en la entrevista. </p>
<figure class="align-right ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/445151/original/file-20220208-12-sielkn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/445151/original/file-20220208-12-sielkn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=493&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/445151/original/file-20220208-12-sielkn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=493&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/445151/original/file-20220208-12-sielkn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=493&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/445151/original/file-20220208-12-sielkn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=619&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/445151/original/file-20220208-12-sielkn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=619&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/445151/original/file-20220208-12-sielkn.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=619&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Asclepeion de Pérgamo, en la actual Turquía.</span>
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</figure>
<p><strong>¿Es cierto que un sueño de su padre fue decisivo para iniciar su formación como médico?</strong></p>
<p>Mi padre, Nicón, era una gran persona. Era arquitecto, pero tenía mucha curiosidad por todas las ramas del saber, no solo por la suya. Como buen padre, se centró mucho en mí y siempre me cuidó y veló por que no me faltara nada. Ya algo mayor, me alentó a iniciarme en la senda de la medicina, impulsado por un sueño en el que se le había aparecido Asclepio. Fue él quien me animó a visitar las distintas escuelas filosóficas: la estoica, la platónica, la peripatética y la epicúrea, pero también me instó a no quedarme con ninguna y a desarrollar un pensamiento crítico. </p>
<p><strong>¿Qué nos cuenta de las escuelas médicas? ¿Quiénes fueron sus primeros maestros?</strong></p>
<p>Frecuenté todas las escuelas: las enseñanzas de <a href="https://www.cambridge.org/core/books/abs/cambridge-companion-to-galen/galen-and-his-contemporaries/AEC2DAB98F8936CBC77C223993440143">los dogmáticos, los empíricos y los pneumáticos</a>. De mis <a href="http://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S0185-30582009000100003&script=sci_abstract&tlng=en">primeros maestros</a> dogmáticos recuerdo a dos: Sátiro, y Eficiano; de los empíricos, a Escrión. Sátiro fue para mí el más impactante. A través de ellos conocí la obra de los autores hipocráticos y el procedimiento de la sangría, llamada por nosotros los griegos “<a href="https://www.tremedica.org/wp-content/uploads/Panacea_48_011_Tribuna.pdf">flebotomía</a>” y por los romanos “venesección”. </p>
<p><strong>Me interesa especialmente el tema de la sangría. ¿Cómo fue ese aprendizaje?</strong></p>
<p>Oí hablar de ella durante los primeros años en mi ciudad, pero el concepto no caló realmente en mí hasta mis años como aprendiz en Esmirna, donde conocí a Pélope. De él aprendí los signos de cada humor, necesarios para entender la <a href="https://www.fundacionindex.com/gomeres/?p=1990">teoría de los cuatro humores</a> (<a href="https://www.medigraphic.com/cgi-bin/new/resumen.cgi?IDARTICULO=7581">sangre</a>, <a href="https://www.tremedica.org/wp-content/uploads/n41_entremes_cgabaudan.pdf">flema</a>, <a href="https://www.jstor.org/stable/10.1163/j.ctt1w76vxr.21?seq=1#metadata_info_tab_contents">bilis amarilla</a>, <a href="https://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=4IN1DwAAQBAJ&oi=fnd&pg=PP7&dq=bile+hippocrates&ots=8TBP7ayhjv&sig=m-JS7x1LbM4kdXoEVaEQVMpAEbo#v=onepage&q=bile%20hippocrates&f=false">bilis negra</a>), que he utilizado durante toda mi carrera. A partir de ahí profundicé en la lectura de los escritos hipocráticos. Para ello, fue clave la lectura del tratado <em>Introducción a Hipócrates</em>, que había preparado Pélope para los principiantes. </p>
<p><strong>Después de formarse en Asia Menor, se marcha a Roma por primera vez en el año 163. ¿Qué destacaría de ese viaje? ¿Encontró buenos colegas?</strong></p>
<p>Estuve en muchísimos debates con médicos distinguidos, con filósofos… Aunque no va mucho conmigo la idea de trabajar de manera cooperativa, hubo discusiones interesantes tanto sobre anatomía, como sobre fisiología y terapéutica. Hubo algunos médicos que se sintieron ofendidos por mis trabajos y palabras. La mayoría pertenecían a alguna secta y chocaban con mi renuncia al dogmatismo. No podían soportarlo. Pero yo soy así, un alma libre, tal como me enseñó mi padre.</p>
<p><strong>¿Destacaría alguna de esas discusiones?</strong></p>
<p>Creo que destacaría la más sangrienta, la que se generó en torno a la flebotomía. En cuanto llegué allí, me enfrenté con los discípulos de Erasístrato, que inicialmente rechazaban de lleno la flebotomía, prescribiendo terapias como el ayuno o el ejercicio físico; terapias que, como dejo claro en mis tratados, debilitaban a los pacientes. Erasístrato era un médico que vivió varios siglos antes que yo. Decidí tomarlo a él como cabeza de turco; por eso, el <a href="https://asclepio.revistas.csic.es/index.php/asclepio/article/view/1065">primer tratado</a> se llama <a href="https://www.academia.edu/45579086/GALENO_FLEBOTOMIA_Interiores"><em>Sobre la flebotomía contra Erasístrato</em></a>. Sobre ese tema escribí tres tratados. El primero decidí redactarlo después de mi primer encontronazo con sus discípulos. Es la transcripción de uno de los debates más polémicos e interesantes que viví en el templo de la Paz. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/447120/original/file-20220217-1111-10ivks.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/447120/original/file-20220217-1111-10ivks.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/447120/original/file-20220217-1111-10ivks.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/447120/original/file-20220217-1111-10ivks.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/447120/original/file-20220217-1111-10ivks.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/447120/original/file-20220217-1111-10ivks.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/447120/original/file-20220217-1111-10ivks.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/447120/original/file-20220217-1111-10ivks.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Detalle de una xilografía que representa a Herófilo y Erasístrato.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Detail_of_a_woodcut_depicting_Herophilus_and_Erasistratus_Wellcome_L0040791.jpg">Wikimedia Commons / Wellcome Images</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p><strong>¿Cuáles son sus argumentos en ese primer tratado?</strong> </p>
<p>Trato de centrarme en las bondades de la venesección mediante casos clínicos irrefutables que muestran cómo la pérdida de sangre produce enormes beneficios en los pacientes. Uno muy famoso fue el de la sirvienta de Estimarges. Tras un parto complicado, esta mujer estaba pletórica, ya que no había sido bien purgada al tener desviada la matriz. Seccionándole la vena del tobillo, Hipócrates le salvó la vida. En cambio, Erasístrato hubiera optado por terapias demasiado lentas, con graves efectos secundarios, como el ayuno o los ejercicios gimnásticos.</p>
<p><strong>¿Qué significa que la mujer estaba pletórica?</strong></p>
<p>La plétora es un exceso de sangre, un desequilibrio que puede venir principalmente por tres causas: el deterioro de la facultad general de la persona, alteraciones internas de los humores, que aparecen en los vasos sin razón aparente, produciendo inflamación, y un exceso de alimentos. La manera natural que tiene el cuerpo de controlarla es a través de mecanismos de evacuación como, por ejemplo, la hemorragia nasal, los vómitos, las hemorroides o la menstruación. Esta última es especialmente interesante, pues solo se produce en las mujeres, lo que está muy ligado a su estilo de vida. </p>
<p><strong>¿Por qué la menstruación le resulta especialmente interesante?</strong></p>
<p>Los hombres pasan el día fuera de casa en constante contacto con el sol y realizando esfuerzos, lo que les sirve como mecanismo de regulación. Las <a href="https://proa.ua.pt/index.php/agora/article/view/25027/17845">mujeres</a>, en cambio, por su propia naturaleza, evacuan cada mes la parte sobrante de su humor sanguíneo, pues su estilo de vida ocioso favorece la plétora. Además, el parto y el propio embarazo constituyen una evacuación, lo mismo que la producción de leche, ya que esta se forma a partir de la misma sustancia que la menstruación. Esto explica que, durante la lactancia, la menstruación desaparezca. Por tanto, la menstruación es un factor protector contra muchas enfermedades, al igual que las hemorroides lo son para los hombres. </p>
<p><strong>En sus tratados también habla de dietética o de gimnasia. ¿No hay en ello un punto de convergencia con Erasístrato, a pesar de sus críticas hacia él?</strong></p>
<p>Lo que está claro es que la flebotomía es clave, pero no vale para todo y hay que saber discernir muy bien cuándo es necesaria y cuándo no. Es cierto que yo tengo tratados en los que hablo de alimentación y ejercicio para combatir la fatiga, pero no comparto la visión con Erasístrato. Para mí, igual que para mis colegas, la salud radica en llevar un modo de vida saludable y esto es lo que nosotros, los médicos griegos, llamamos <a href="https://brill.com/view/book/edcoll/9789004307407/B9789004307407_012.xml"><em>díaita</em></a>, que no es lo mismo que vosotros entendéis por “dieta”. Así, nuestra <em>díaita</em> no se limita solo a la alimentación, sino que incluye otros parámetros como el ejercicio físico, las horas de sueño, la ingesta de vino, etc., a los cuales conviene atender para conservar o restablecer la salud. Se trata, en definitiva, de escuchar al cuerpo para saber cómo restaurar el equilibrio. Sin embargo, a diferencia de Erasístrato, yo nunca propondría ayunar como remedio principal, aunque sí modificaría la ingesta de alimentos haciéndola más ligera o copiosa, dependiendo de las necesidades del paciente. </p>
<p><strong>Su primer tratado tuvo un gran impacto. ¿Fue acaso el éxito del primero lo que le motivó a escribir los otros dos?</strong></p>
<p>A raíz de mi primer tratado, se pusieron todos a practicar la flebotomía, causando graves estragos entre los pacientes y olvidando que Erasístrato nunca la usó. Aunque yo soy partidario de emplearla, creo que no hay que abusar, sino utilizarla como remedio solo cuando es necesario, ya que puede entrañar riesgos importantes. Existe el peligro de no calcular bien la cantidad de sangre que debemos extraer o de no seleccionar la vena correcta, por ejemplo, con fatales consecuencias para los enfermos. Entre el primero y el último median casi treinta años y pienso que, a estas alturas, ya puedo aportar consejos prácticos sobre cómo practicar la flebotomía de forma específica en función de las características particulares de cada paciente. </p>
<p><strong>Para terminar, ¿cree que su formación de filósofo ha sido clave para su práctica médica?</strong></p>
<p>Por supuesto. De hecho, uno de mis tratados se titula <a href="https://www.redalyc.org/pdf/809/80912605.pdf"><em>El mejor doctor es también un filósofo</em></a>. En él procuro hacer entender que la filosofía es necesaria para practicar el arte de la medicina. Para mí, la base está en la <a href="https://www.academia.edu/71064621/Dur%C3%A1n_Ma%C3%B1as_M_2022_Galeno_y_el_m%C3%A9todo_cient%C3%ADfico_fundamentos_de_investigaci%C3%B3n_en_los_tratados_sobre_la_flebotom%C3%ADa_en_%C3%81ngel_Espin%C3%B3s_J_Dur%C3%A1n_Ma%C3%B1as_M_eds_El_Corpus_Hippocraticum_y_su_recepci%C3%B3n_estudios_interdisciplinares_Madrid_Guillermo_Escolar_Editor">lógica</a> aristotélica. En primer lugar, el médico necesitará la lógica para razonar sobre qué le ocurre al paciente, estar en conocimiento y posesión de los procedimientos lógicos para superar y comprender los orígenes de los distintos males y los remedios consiguientes; en segundo lugar, un buen médico necesita de la filosofía natural (lo que ahora se llama física) para entender cómo funcionan los objetos físicos y, finalmente, la ética. Si no se alcanza este nivel, no se es un verdadero médico, sino un mero recetador. </p>
<hr>
<p><em>Núria Pujol Furelos, del Departamento de comunicación de la Societat Catalana de Historia de la Ciencia y la Técnica, ha participado en este artículo .</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/176636/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Mónica Durán Mañas no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La investigadora Mónica Durán ha encarnado la figura de Galeno en Instagram. Este es el resultado de la entrevista ficticia realizada a uno de los médicos más importantes de la antigüedad.Mónica Durán Mañas, Profesora de Filología Griega, Universidad de Granada, Universidad de GranadaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1756922022-02-01T20:09:29Z2022-02-01T20:09:29ZLas series médicas también han pasado la covid-19<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/443423/original/file-20220131-126279-cozjlg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=8%2C4%2C2986%2C1994&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Meredith Grey intubada en la decimoséptima temporada de 'Anatomía de Grey'.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.imdb.com/title/tt0413573/?ref_=ttmi_tt">IMDB</a></span></figcaption></figure><p>No hay duda sobre el éxito que tienen las series médicas en televisión: en las últimas décadas, programas como <a href="https://www.filmaffinity.com/es/film235350.html"><em>Urgencias</em></a>, <a href="https://www.filmaffinity.com/es/film237246.html"><em>Anatomía de Grey</em></a> y <a href="https://www.filmaffinity.com/es/film709243.html"><em>House</em></a> están entre los más vistos, sobre todo a partir de la expansión de las plataformas de <em>streaming</em>. </p>
<p>La pandemia de covid-19 se ha convertido en uno de los eventos más desafiantes de la historia contemporánea. Aunque las series médicas suelen emplazarse en escenarios atemporales, un suceso tan importante no ha pasado por alto entre los productores. La pandemia ha aparecido en todas las series norteamericanas actuales: <a href="https://www.filmaffinity.com/es/film445968.html"><em>The Good Doctor</em></a> (ABC), <a href="https://www.filmaffinity.com/es/film537282.html"><em>Chicago Med</em></a> (NBC), <em>Anatomía de Grey</em> (ABC), <a href="https://www.filmaffinity.com/es/film820843.html"><em>The Resident</em></a> (Fox) y <a href="https://www.filmaffinity.com/es/film294612.html"><em>New Amsterdam</em></a> (NBC).</p>
<p>En un estudio que publicamos recientemente en la revista <a href="https://jamanetwork.com/journals/jama/fullarticle/2787497"><em>JAMA</em></a> analizamos cómo se trató la pandemia en estas series médicas desde noviembre de 2020 a abril de 2021. </p>
<h2>Comienza la pandemia</h2>
<p><em>The Good Doctor</em> es la única serie que representa la incertidumbre de las primeras semanas de la pandemia, cuando todavía se desconocía la enfermedad y sus síntomas. Todas las demás series comienzan sus nuevas temporadas cuando ya hay plantas dedicadas únicamente a la covid-19 y todos los profesionales llevan equipos de protección personal. </p>
<p>Es llamativo que en <em>The Good Doctor</em>, <em>New Amsterdam</em>, <em>Chicago Med</em> y <em>The Resident</em>, la pandemia parece estar bajo control tras dedicar únicamente dos episodios a este tema. A pesar de que sabemos que la ficción a menudo prescinde de la precisión médica de los hechos, la representación de un final abrupto de la pandemia podría interpretarse como un fallo en la narrativa. </p>
<h2>Luchando contra la pandemia</h2>
<p>Todas las series médicas representan la carencia de recursos hospitalarios: en <em>The Good Doctor</em> hay escasez de pruebas diagnósticas, y en <em>New Amsterdam</em>, de medicamentos. En <em>The Resident</em>, la suspensión de todas las intervenciones quirúrgicas priva al hospital de una fuente vital de ingresos. En <em>Chicago Med</em>, un paciente muere después de que se cancele un tratamiento de oxigenación porque no hay suficientes unidades disponibles. <em>Anatomía de Grey</em> muestra la falta de equipos de protección y mascarillas para los profesionales, así como también la escasez de camas y respiradores en la UCI.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/443184/original/file-20220128-17-yetsgs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/443184/original/file-20220128-17-yetsgs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/443184/original/file-20220128-17-yetsgs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=392&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/443184/original/file-20220128-17-yetsgs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=392&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/443184/original/file-20220128-17-yetsgs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=392&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/443184/original/file-20220128-17-yetsgs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=492&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/443184/original/file-20220128-17-yetsgs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=492&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/443184/original/file-20220128-17-yetsgs.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=492&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Fotograma de la tercera temporada de <em>New Amsterdam</em>.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.imdb.com/title/tt12053700/?ref_=ttep_ep1">IMDB</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>También representan el aislamiento de los pacientes y de los profesionales, con emotivas escenas en las que los pacientes que están en las UCI solo pueden mantener contacto con sus seres queridos a través de videollamadas, incluso en el momento de su muerte. </p>
<h2>La covid-19 afecta a los profesionales de la salud</h2>
<p>La infección de los profesionales de la salud es otro tema común. <em>The Good Doctor</em> relata las historias de dos profesionales que contraen covid-19: una es una médica que tiene una infección leve, se recupera y vuelve a trabajar en el siguiente episodio; la otra es una enfermera que enferma gravemente y finalmente muere en la UCI, dejando a sus colegas y familia devastados. Otra enfermera contrae covid-19 en <em>The Resident</em>. Un médico en <em>New Amsterdam</em> y dos en <em>Anatomía de Grey</em> desarrollan casos graves de covid-19. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/443181/original/file-20220128-15-ww767c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=22%2C8%2C2973%2C1989&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/443181/original/file-20220128-15-ww767c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=22%2C8%2C2973%2C1989&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/443181/original/file-20220128-15-ww767c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=401&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/443181/original/file-20220128-15-ww767c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=401&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/443181/original/file-20220128-15-ww767c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=401&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/443181/original/file-20220128-15-ww767c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=504&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/443181/original/file-20220128-15-ww767c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=504&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/443181/original/file-20220128-15-ww767c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=504&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Fotograma de la decimoséptima temporada de ‘Anatomía de Grey’.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.imdb.com/title/tt14222328/">ABC / IMDB</a></span>
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</figure>
<p>Es particularmente interesante el caso de Meredith Grey, el personaje principal de <em>Anatomía de Grey</em>, porque los espectadores pueden ver a lo largo de toda la temporada de la serie el curso de su enfermedad, el tratamiento, la hospitalización, la tutela para la toma de decisiones médicas e incluso su participación en un ensayo clínico experimental. </p>
<h2>La importancia de la salud mental</h2>
<p>Todas las series se centran en los efectos psicológicos de la pandemia en los trabajadores de la salud; muestran su agotamiento, ansiedad, ira y miedo, condiciones ampliamente reportadas en la pandemia. </p>
<p>En <em>The Good Doctor</em>, la jefa de cirugía sufre trastorno de estrés postraumático (TEPT) y, cuando la pandemia termina en la serie, continúa tratando de ocultar el impacto mental de su experiencia a colegas y amigos hasta que finalmente acepta el tratamiento. En <em>Chicago Med</em>, un médico consulta a un terapeuta después de perder a un paciente con covid-19 y se da cuenta de que sus síntomas se derivan del TEPT. <em>Anatomía de Grey</em> retrata magníficamente el impacto que produce perder pacientes y la importancia de cuidar la salud física y mental. En <em>The Resident</em> se ve la afectación de uno de los médicos cuando su padre fallece por covid-19, con la sospecha de un tratamiento inadecuado por falta de recursos hospitalarios. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/443187/original/file-20220128-19-1hizl9p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/443187/original/file-20220128-19-1hizl9p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/443187/original/file-20220128-19-1hizl9p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/443187/original/file-20220128-19-1hizl9p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/443187/original/file-20220128-19-1hizl9p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/443187/original/file-20220128-19-1hizl9p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/443187/original/file-20220128-19-1hizl9p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/443187/original/file-20220128-19-1hizl9p.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption"><em>The Good Doctor</em> también se enfrenta a la pandemia de covid-19.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.imdb.com/title/tt13351010/">IMDB</a></span>
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</figure>
<p>En <em>Chicago Med</em>, <em>Anatomía de Grey</em> o <em>The Resident</em> aparece la controvertida representación de los médicos como héroes, héroes que sacrifican su propia salud para cuidar a los pacientes y para criticar la falta de recursos, el racismo sistemático o, incluso, la negligencia institucional. </p>
<p>Estas representaciones de los trabajadores de la salud, que sufren frente a la incertidumbre y la falta de recursos sanitarios, que lloran a sus seres queridos y necesitan apoyo psicológico, que están agotados después de incansables horas de trabajo, son importantes para alejarlos de la imagen de héroes y resaltar la importancia que tiene su cuidado físico y mental.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/175692/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Las series médicas, con gran éxito internacional en televisión, no han sido ajenas a la pandemia de covid-19 que ha trastocado el mundo, y la han retratado desde diferentes puntos de vista.Irene Cambra Badii, Profesora e Investigadora. Cátedra de Bioética, Universitat de Vic – Universitat Central de CatalunyaElena Guardiola Pereira, Investigadora asociada. Facultad de Medicina. Universitat de Vic-Universitat Central de Catalunya, Universitat de Vic – Universitat Central de CatalunyaJosep-Eladi Baños Díez, Rector de la Universitat de Vic - Universitat Central de Catalunya. Catedràtic en Farmacologia, Universitat de Vic – Universitat Central de CatalunyaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1644332021-09-20T18:28:06Z2021-09-20T18:28:06ZNuevas tecnologías para desarrollar medicamentos cada vez más rápido<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/413539/original/file-20210728-23-6qzkey.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C3840%2C2155&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/science-technology-concept-research-development-drug-1635975157">Shutterstock / metamorworks</a></span></figcaption></figure><p>El ibuprofeno, un medicamento que la mayoría de nosotros hemos utilizado más de una vez para tratar dolor, inflamación o fiebre, celebró el 60 cumpleaños de su descubrimiento este 2021. </p>
<p>Se empezó a investigar a principios de los años cincuenta pero no se aprobó como medicamento hasta 19 años <a href="https://www.bbc.com/news/health-34798438">más tarde</a>. Aunque pueda parecer sorprendente, es común que un fármaco tarde más de 15 años entre los primeros experimentos y su aprobación como tratamiento.</p>
<p>Detrás de un nuevo medicamento disponible se pueden esconder miles de intentos fallidos. Estos se quedan atrás porque no superan alguna de las etapas necesarias: no son lo suficientemente activos o generan respuestas inesperadas perjudiciales. Todo esto hace que la inversión, tanto de dinero como de tiempo, sea uno de los grandes obstáculos en el avance de la medicina.</p>
<p>Sin embargo, tenemos casos excepcionales. Por ejemplo, el <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7132033/">virus que causa el sida</a> fue descubierto en 1983 y los primeros experimentos para encontrar un medicamento empezaron en 1986. El primer tratamiento se aprobó en <a href="https://link.springer.com/chapter/10.1007/978-3-642-57092-6_1">1995</a>, solo 9 años más tarde. ¿A qué se debe la diferencia respecto al ibuprofeno?</p>
<h2>La ayuda de los ordenadores</h2>
<p>El sida es uno de los primeros casos en que se usaron ordenadores para ayudar y guiar el desarrollo de un medicamento. Gracias a la información que proporcionaban, los investigadores tenían más pistas sobre qué resultados esperaban y cómo podían mejorarlos hasta conseguir la actividad necesaria. De esta manera, pudieron encontrar el medicamento que buscaban mucho más rápido.</p>
<p>Hoy en día, con el aún más importante avance de la tecnología, es más común la utilización de diversas técnicas computacionales en el diseño de fármacos. Por ejemplo, los ordenadores son capaces de <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2975775/">sugerir o predecir</a> si un fármaco será más o menos activo comparándolo con otros medicamentos conocidos.</p>
<h2>Informática y biología estructural</h2>
<p>Por otro lado, la biología estructural es otra de las ramas que han ayudado al rápido desarrollo de fármacos. Hace referencia a la ciencia que estudia la estructura de las proteínas, las encargadas del funcionamiento de cada célula de nuestro organismo.</p>
<p>La mayoría de los fármacos se unen a proteínas específicas y modifican su actividad. En las últimas décadas se ha avanzado mucho en este campo y ahora disponemos de imágenes de muchas de las proteínas del cuerpo humano.</p>
<figure class="align-left ">
<img alt="proteina - fármaco" src="https://images.theconversation.com/files/413692/original/file-20210729-19-1y1tpr5.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/413692/original/file-20210729-19-1y1tpr5.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=657&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/413692/original/file-20210729-19-1y1tpr5.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=657&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/413692/original/file-20210729-19-1y1tpr5.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=657&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/413692/original/file-20210729-19-1y1tpr5.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=825&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/413692/original/file-20210729-19-1y1tpr5.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=825&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/413692/original/file-20210729-19-1y1tpr5.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=825&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">En color azul y verde, una proteína desde el punto de vista de un ordenador. En color rosa, un fármaco unido a la proteína.</span>
</figcaption>
</figure>
<p>Mediante la combinación de la biología estructural y los ordenadores, podemos estudiar la interacción entre un medicamento y su proteína diana. Para ello, los ordenadores leen e interpretan las imágenes de las proteínas y analizan millones de posibles fármacos para seleccionar los que tienen más posibilidades de ser activos.</p>
<p>Con los años, los ordenadores se han vuelto más inteligentes y, además de leer imágenes estáticas, son capaces de interpretar cómo se mueven las proteínas en nuestro cuerpo. </p>
<p>Como si de un vídeo se tratase, esta visión dinámica se acerca mucho más a la realidad que una imagen estática. Esto nos permite no solo entender el funcionamiento de los medicamentos del futuro, sino también cómo modificarlos y mejorarlos.</p>
<h2>Un nuevo método alternativo para desarrollar fármacos</h2>
<p>Aprovechando esa evolución, en la <a href="http://www.ub.edu/bl/">Universidad de Barcelona</a> se ha creado un método computacional alternativo, bautizado como <em>Dynamic Undocking</em>, para identificar nuevos fármacos de una manera aún más eficiente. </p>
<p>El método, publicado en la revista <a href="https://www.nature.com/articles/nchem.2660"><em>Nature Chemistry</em></a>, combina la parte estática y la parte dinámica de la biología estructural. Estudiamos la interacción entre un fármaco y su proteína diana y optimizamos tanto la manera en la que encajan como la resistencia a deshacer dicha interacción.</p>
<p>Con una perspectiva que no se había explotado anteriormente en el diseño y optimización de fármacos, se analizó la estabilidad estructural de la unión entre el posible fármaco y la proteína humana. Gracias a los ordenadores, podemos aplicarlo a miles de fármacos y seleccionar los mejores candidatos.</p>
<p>Se ha demostrado su aplicación en diversas dianas terapéuticas involucradas en cáncer y, posteriormente, se han seguido desarrollando nuevas mejoras y aplicaciones del método. Estas son accesibles en otro de los <a href="https://www.nature.com/articles/s42004-019-0205-5">artículos científicos</a> publicados por el laboratorio de la Universidad de Barcelona. </p>
<p>Actualmente, el <a href="http://www.ub.edu/bl/undocking/">método</a> está disponible libremente para cualquier persona interesada y es fácilmente adaptable para diferentes enfermedades.</p>
<h2>Nuevas tecnologías para el futuro de la medicina</h2>
<p>El <em>Dynamic Undocking</em> se ha aplicado en diferentes proyectos. Recientemente, con la intención ayudar en la respuesta contra la covid-19, el gobierno de Australia otorgó un <a href="https://nci.org.au/research/research-highlights/special-announcement-alcg-covid-19-special-call-recipients">premio</a> al autor del artículo por su actual trabajo en el Baker Heart and Diabetes Institute. Gracias a ello, se pudieron utilizar este y otros métodos desarrollados durante su tesis para inhibir el SARS-CoV-2, el virus causante de covid-19.</p>
<p>No obstante, los resultados conseguidos por el momento no han sido positivos. En el camino han aparecido dificultades similares a las encontradas por otros científicos en el mundo, en un contexto en el que las investigaciones están focalizadas en desarrollar vacunas mejores y más accesibles para dicha enfermedad.</p>
<p>Por otra parte, también se ha colaborado con el Instituto de Oncología del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona para encontrar posibles tratamientos para leucemia y síndromes mielodisplásicos. Este proyecto ha dado lugar a una patente y a un nuevo proyecto que trabajará para llevar los resultados al máximo número de pacientes.</p>
<p>El <em>Dynamic Undocking</em> abre la puerta a otros investigadores de todo el mundo para trabajar en la búsqueda de nuevos fármacos para cualquier enfermedad de manera accesible.</p>
<p>Con la evolución de la tecnología, es de esperar que aparezcan nuevos métodos complementarios que, juntos, contribuyan a ayudar en el desafío común de la medicina.</p>
<p>Sin ir más lejos, hace unos días se publicó <a href="https://www.nature.com/articles/s41586-021-03819-2"><em>AlphaFold</em></a>, un nuevo método que permite conocer la estructura de <a href="https://alphafold.ebi.ac.uk/">nuevas proteínas</a>. </p>
<p>En el cruce entre la inteligencia artificial y la biología estructural, <em>AlphaFold</em> nos da la oportunidad a los investigadores a evolucionar y desarrollar nuevos métodos como el <em>Dynamic Undocking</em>. Gracias a estas innovaciones, solo el tiempo dirá dónde están los límites de la medicina del futuro.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/164433/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Sergio Ruiz Carmona no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El desarrollo de la tecnología y la biología estructural ha hecho que los fármacos cada vez tarden menos en salir al mercado. Ahora, una nueva metodología ha conseguido acelerar el proceso aún más.Sergio Ruiz Carmona, Investigador Postdoctoral, Baker Heart and Diabetes InstituteLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1647672021-08-26T20:50:16Z2021-08-26T20:50:16ZIlusiones lingüísticas: por qué los científicos deberían conocer las lenguas clásicas<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/418008/original/file-20210826-13-e5moti.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=22%2C0%2C2973%2C2250&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Los tres grandes maestros de medicina: Galeno (romano), Avicena (persa) e Hipócrates (griego) en un grabado medieval.
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-illustration/three-great-ancient-teachers-medicine-galen-242815747">Shutterstock / Everett Collection</a></span></figcaption></figure><p>Todos hemos tenido la experiencia, de forma inconsciente o como parte de un juego, de eso que llamamos <a href="https://theconversation.com/ilusiones-visuales-por-que-nos-engana-nuestro-cerebro-128364">ilusiones ópticas</a>, en las que se produce un desajuste entre la realidad objetiva, lo que perciben nuestros ojos y lo que interpreta nuestro cerebro.</p>
<p>De manera similar, en la lengua se producen fenómenos que pueden inducir a engaño a los hablantes. Uno de estos corresponde a lo que en lingüística se llama <em>homonimia</em> (del griego ὁμωνυμία <em>homōnymía</em>), una condición que, tal como el <a href="https://dle.rae.es/hom%C3%B3nimo">DLE</a> la define, posee “una palabra que se pronuncia como otra, pero tiene diferente origen o significado muy distante”.</p>
<p>Sucede en palabras que se escriben de forma idéntica (homógrafas), aunque no guardan relación semántica entre sí, como la sustancia a la que llamamos <em>sal</em> (del latín <em>sal</em>) y <em>sal</em>, el imperativo del verbo “salir” (del latín <em>salīre</em> “saltar”); el adjetivo femenino <em>cara</em> (del latín <em>carus</em>), que se dice de algo con un precio elevado, y el sustantivo <em>cara</em> (del griego κάρα <em>kára</em> “cabeza, rostro”). Y así, un largo etcétera. </p>
<p>Ante el peligro de dejarse llevar por lo que se oye, en la escuela hay que hacer hincapié especialmente en aquellos homónimos que suenan igual, pero se escriben de manera diferente (palabras homófonas): hay que explicar que un simple cambio de “b” y “v” marca la diferencia entre el sustantivo <em>voto</em> (del latín <em>votum</em> “promesa hecha a los dioses, deseo”) y la forma <em>boto</em> del verbo “botar” (del germánico <em>bōtan</em> “empujar, golpear”); no digamos ya la hache, por ejemplo, en los verbos <em>echo</em> y <em>hecho</em>, de “echar” (del latín <em>iactāre</em> “lanzar”) y “hacer” (del latín <em>facĕre</em>), respectivamente; y, pese a los esfuerzos de los maestros, no son pocos los adultos que todavía dudan si escribir con “y” o con “ll” los verbos <em>haya</em> (de “haber”, del latín <em>habēre</em> “tener”) y <em>halla</em> (de “hallar”, de <em>fallar</em>, a su vez del latín <em>afflāre</em> “soplar hacia algo, rozar algo con el aliento”). </p>
<p>Ignorar estas normas puede llevar a engaño a un usuario poco formado, que podría no solo cometer una falta de ortografía, sino también producir un mensaje equívoco. La explicación última de tales coincidencias y diferencias simultáneas se encuentra en la etimología de cada voz y en su evolución al español.</p>
<p>Con dificultades similares se topan los estudiantes de disciplinas científicas y técnicas que, además de aprehender los contenidos de sus materias, han de adquirir el léxico específico con el que referirse a dichos contenidos, nomenclaturas que en muchos casos proceden de lenguas que desconocen como el griego antiguo o el latín.</p>
<p>A la vista de los actuales libros de Bachillerato, un estudiante de Biología debe incorporar a su caudal léxico entre 1 000 y 1 500 palabras nuevas de su especialidad, que irán a más si continúa sus estudios universitarios. </p>
<h2>Formantes griegos y latinos en el léxico médico y biológico</h2>
<p>El extraordinario <a href="https://dicciomed.usal.es/palabra/"><em>Dicciomed. Diccionario médico-biológico, histórico y etimológico</em></a>, creado y coordinado por el profesor Francisco Cortés Gabaudán, recoge en su versión actual 1 977 lexemas. Pues bien, 1 114 de ellos (más del 56 %) proceden del griego y 711 (casi el 35 %) son de origen latino, a los que hay que sumar un buen número de sufijos de ambas lenguas. </p>
<p>Si nos fijamos en las palabras propiamente dichas, de las 7 169 contenidas en el diccionario, 4 649 (más del 64 %) se han creado sobre bases griegas y 1 100 (un 15 % aproximadamente) sobre bases latinas, sin contar los términos híbridos. Estos datos ilustran a la perfección hasta qué punto la terminología biológica y médica descansa sobre el léxico de las lenguas clásicas.</p>
<p>Pues bien, una de las dificultades con las que se encuentran los estudiantes –y no solo ellos– es, precisamente, la homonimia, que les puede llevar a caer en la “ilusión lingüística” de que palabras o componentes léxicos que se escriben igual han de significar lo mismo. </p>
<p>Sin una formación previa, no es fácil entender, por ejemplo, por qué el hipotálamo y el hipocampo, situados ambos en el encéfalo, no tienen nada en común, por más que coincidan en su primer elemento: el <em>hipo-</em> del primero procede del preverbio ὑπο- (<em>hypo-</em>) “debajo de”, pues alude a su posición debajo del tálamo, mientras que el segundo corresponde al lexema del caballo ἵππος (<em>hippos</em>), ya que esta estructura alargada y curvada recibió su nombre por asemejarse en su forma al caballito de mar, también llamado <em>hipocampo</em> (del griego ἱππόκαμπος <em>hippókampos</em> “caballo curvado”). </p>
<p>Otras lenguas europeas permiten diferenciar bien ambos elementos (inglés: <em>hypothalamus</em> e <em>hippocampus</em>, respectivamente; francés: <em>hypothalamus</em> e <em>hippocampe</em>; alemán: <em>Hypothalamus</em> e <em>Hippocampus</em>), pues el tratamiento de los helenismos en ellas es casi de transliteración, mientras que en español estos se han integrado adaptándose perfectamente a nuestra fonética, morfología y grafía, de modo que es más difícil reconocer en nuestra lengua los étimos originales y, en consecuencia, diferenciar su significado.</p>
<p>Casos como estos son relativamente frecuentes. Así, tres palabras griegas completamente distintas, φῦλον (<em>phŷlon</em>) “raza, estirpe”, φίλος (<em>philos</em>) “amigo” y φύλλον (<em>phýllon</em>) “hoja” van a coincidir en un resultado idéntico en español (<em>fil</em>-), diferenciado formalmente, en cambio, en otras lenguas (inglés: <em>phyl-</em>, <em>phil-</em>, <em>phyll-</em>, respectivamente). </p>
<p>En virtud de este distinto origen, no tienen nada en común la <em>parafilia</em> (inglés: <em>paraphylia</em>) como condición por la que, en taxonomía, un grupo de organismos incluye al antepasado común más reciente pero no a todos los descendientes de este, la <em>parafilia</em> (inglés: <em>paraphilia</em>), que se refiere a las prácticas sexuales no habituales, o la <em>afilia</em> (inglés: <em>aphylly</em>), es decir, la carencia de hojas. </p>
<p>Es más, la distinción puede venir de la mano de una simple tilde: <em>mesófilo</em> es una palabra esdrújula (lo mismo que <em>bibliófilo</em> o <em>anemófilo</em>) y solo puede serlo si su segundo componente tenía la penúltima sílaba breve, de modo que este ha de ser necesariamente φίλος (<em>philos</em>) “amigo”; por su parte, <em>mesofilo</em> es llana porque se ha formado con un segundo elemento cuya penúltima sílaba era larga, es decir, φύλλον (<em>phýllon</em>) “hoja” (igual que <em>monofilo</em> o <em>clorofila</em>): en consecuencia, el adjetivo <em>mesófilo</em> (inglés: <em>mesophilic</em>) se aplica a organismos que gustan de temperatura y humedad medias para su correcto desarrollo, mientras que <em>mesofilo</em> (inglés: <em>mesophyll</em>) es el tejido situado entre las dos epidermis de las hojas. Alterar la correcta acentuación de este último término, algo no infrecuente, podría llevar a equívoco.</p>
<p>Interpretaciones incorrectas, “ilusiones lingüísticas”, están, de hecho, en la base de nuevas creaciones léxicas. Es lo que, con toda probabilidad, sucede en algunas palabras acabadas en <em>-cele</em>. A partir de términos antiguos como <em>broncocele</em>, <em>hidrocele</em>, <em>pneumatocele</em>, <em>sarcocele</em>, etc. que, ya desde Celso, Sorano (s. I) o Galeno (s. II), se formaban con el nombre κήλη <em>kḗlē</em> “hernia, tumor”, el segundo elemento de compuesto -<em>cele</em> (latín: -<em>cēlē</em>; francés: -<em>cèle</em>; inglés: -<em>cele</em>) se ha desarrollado fructíferamente en numerosos neologismos para denominar diferentes tipos de hernias o tumores (<em>cistocele</em>, <em>meningocele</em>, <em>varicocele</em>…). </p>
<p>Pues bien, esta base léxica ha entrado en confluencia con otra diferente, la del adjetivo κοῖλος (<em>koîlos</em>) “hueco” y el sustantivo κοιλία (<em>koilía</em>) “cavidad, vientre”, abocada en español a un resultado ciertamente próximo al anterior, <em>cel</em>- (latín: <em>coel</em>-; inglés: <em>coel</em>-), que subyace en palabras tan diversas como <em>celentéreo</em> o <em>celíaco</em>. No es difícil pensar, como ilustra en inglés la fluctuación <em>pseudocele</em>, <em>pseudocoele</em> y <em>pseudocoel</em> (s.v. Oxford English Dictionary), que un cruce entre ambos lexemas ha dado lugar a neologismos anómalos acabados en -<em>cele</em>, referidos no a una hernia o tumor, como sería de esperar, sino a una cavidad, como en <em>epicele</em> (inglés: <em>epicoele</em>) o <em>neurocele</em> (inglés: <em>neurocoele</em>), con la consiguiente ambigüedad.</p>
<h2>Conveniencia del conocimiento etimológico</h2>
<p>Sirvan estos pocos ejemplos como muestra de hasta qué punto es conveniente para los futuros especialistas en biología o medicina un mínimo conocimiento etimológico. Mi experiencia con estudiantes de estas disciplinas es que formarse en las bases léxicas y los prefijos y sufijos más frecuentes de origen grecolatino, junto con unas nociones básicas sobre su evolución al español, ayuda a comprender el vocabulario técnico, recordarlo y usarlo con propiedad: ya no tienen que memorizar sin asidero alguno listas interminables de palabras, entre las que no ven relación, y son capaces de deducir su significado a partir de sus formantes. </p>
<p>El aprendizaje de una ciencia es el aprendizaje de su terminología porque, como reza el título de la obra de <a href="https://ruc.udc.es/dspace/bitstream/handle/2183/5421/RL_5_REC_2.pdf?sequence=1&isAllowed=y">Bertha Gutiérrez Rodrilla</a> (Barcelona, 1998), <em>la ciencia empieza en la palabra</em>.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/164767/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>M. Dolores Jiménez López no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Multitud de palabras del ámbito de la Medicina y la Biología vienen del latín y el griego. Es fundamental conocer estas lenguas clásicas para saber de dónde proceden los nombres científicos y no olvidarlos nunca.M. Dolores Jiménez López, Profesora Titular de Filología Griega, Universidad de AlcaláLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1623892021-08-11T18:03:00Z2021-08-11T18:03:00ZCómo mejorar el conocimiento de los estudiantes de ciencias de la salud sobre las vacunas<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/414282/original/file-20210803-23-rdwilw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=8%2C8%2C5982%2C3979&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/doctor-gives-trainee-vial-medicine-syringe-1895446183">Shutterstock / r fotodrobik</a></span></figcaption></figure><p>La inmunización es una de las intervenciones más efectivas en salud y la vacunación es una de las innovaciones sanitarias preventivas <a href="https://doi.org/10.1093/eurpub/ckz185.373">más eficientes del mundo</a>. En este sentido, los profesionales de la salud ejercen el rol de fomentar la importancia de la prevención y la promoción de la salud en la población. Es importante que la ciudadanía esté vacunada y aquí los profesionales de la salud, cada uno desde su disciplina, ejerce un rol importante en la población ya que un alto nivel de conocimiento y una actitud positiva ante la inmunización por parte de los profesionales de la salud <a href="https://doi.org/10.2807/ese.17.26.20206-en">tiene un impacto positivo en la vacunación</a>.</p>
<p>La vacunación requiere una formación especial y los profesionales de la salud deben ser competentes y estar cualificados para proporcionar una atención de calidad. Por tanto, se deberían implementar iniciativas que promovieran vacunas entre todos los grupos de poblaciones, pero también garantizar la competencia en vacunación entre profesionales de la salud. </p>
<p>Los estudiantes de ciencias de la salud necesitan adquirir conocimientos basados en la evidencia para afrontar los retos de la atención sanitaria. Para la administración segura de las vacunas, los estudiantes deben obtener los conocimientos, las actitudes y habilidades necesarias durante sus estudios, lo que requiere diferentes métodos de aprendizaje, además de las prácticas clínicas.</p>
<p>El proceso de aprendizaje en las universidades se centra en el intercambio de conocimientos entre profesores y estudiantes <a href="https://doi.org/10.1016/j.sbspro.2014.01.235">combinando métodos de enseñanza tradicionales presenciales y en línea</a>. La finalidad es que los profesores utilicen diferentes métodos y técnicas para estimular la capacidad de aprendizaje de los alumnos y que se esfuercen por fomentar el desarrollo de las habilidades como su pensamiento crítico <a href="https://doi.org/10.1016/j.sbspro.2014.01.236">y el aprendizaje colaborativo</a>. </p>
<p>Para afrontar este reto de nutrir a los profesionales de salud con conocimiento y competencias en vacunación, surgió una iniciativa europea focalizada en el proyecto cofinanciado por el programa Erasmus+ de la Unión Europea EDUVAC (<em>Educating Vaccination Competence</em>). En este proyecto participaron universidades de cinco países europeos (Grecia, Finlandia, Eslovaquia, Italia y España) que involucraron a estudiantes de salud comunitaria, enfermería en salud pública, matronas, salud pública y enfermería, lo que aportó una mirada interdisciplinar. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/408900/original/file-20210629-23-1tzotm3.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/408900/original/file-20210629-23-1tzotm3.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/408900/original/file-20210629-23-1tzotm3.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=305&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/408900/original/file-20210629-23-1tzotm3.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=305&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/408900/original/file-20210629-23-1tzotm3.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=305&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/408900/original/file-20210629-23-1tzotm3.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=383&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/408900/original/file-20210629-23-1tzotm3.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=383&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/408900/original/file-20210629-23-1tzotm3.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=383&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<p>El objetivo del proyecto EDUVAC es fortalecer los conocimientos, habilidades y actitudes de los futuros profesionales de la salud sobre las vacunas para mejorar la cobertura de vacunación entre los diferentes grupos de población. Además, EDUVAC fomenta una estrategia de internacionalización entre las universidades participantes facilitando habilidades interculturales entre sus profesores y estudiantes. Este proyecto combinó dos metodologías de aprendizaje diferentes: un curso en línea y un curso intensivo presencial.</p>
<p>Los beneficios del curso en línea están contrastados en la literatura como un método de aprendizaje centrado en el estudiante en el aspecto de <a href="https://doi.org/10.1016/j.ijnurstu.2016.01.011">mayor acceso en la educación, flexibilidad, interacción, eficacia y conocimiento</a>. Según nuestro conocimiento, este es el primer programa de competencias en vacunación para estudiantes universitarios que se ha implementado a través del aprendizaje en línea. El curso tuvo un buen impacto en los conocimientos de los estudiantes y se mostraron satisfechos con las diferentes actividades de aprendizaje incluidas en el curso por internet.</p>
<p>Referente al curso intensivo, este se realizó durante una semana e incluyó presentaciones, trabajo en grupo, juegos interactivos, clases magistrales y discusiones. Además, todos los estudiantes tuvieron acceso a los materiales didácticos del curso en línea ya desarrollado. Este curso incluyó la simulación como método pedagógico. En total, se plantearon y testaron cinco casos. Al principio del caso de simulación, el profesor presentaba la descripción del escenario. A continuación, se acordaban los roles bajo la dirección del profesor. Los estudiantes que desempeñaban papeles activos y los observadores recibían instrucciones más precisas. Una vez finalizado el escenario de simulación, los profesores y los participantes iniciaban el debate sobre el informe. </p>
<p>El “<em>debriefing</em>” es la fase final de la educación basada en la simulación, y a menudo se afirma que <a href="https://doi.org/10.1111/j.1553-2712.2010.01001.x">es la fase más importante de la educación basada en la simulación</a>, porque los estudiantes pueden revisar y reflexionar sobre su actuación. Los resultados de los estudiantes inscritos en las prácticas presenciales de simulación en vacunación fueron excelentes.</p>
<h2>Internet: una buena forma de aprender</h2>
<p>Según el proyecto EDUVAC, el curso en línea fue un método más eficiente en algunas áreas del aprendizaje de la competencia de vacunación, mientras que los estudiantes del curso intensivo parecían lograr mejores resultados en todas las competencias. El proyecto EDUVAC evidenció que el curso en línea es una buena forma de aprender las competencias en materia de vacunación y de preparar a los estudiantes para la profesión. </p>
<p>El aprendizaje basado en el equipo y la colaboración del curso intensivo presencial resultó también ser un método efectivo de aprendizaje. La simulación contribuyó a que los estudiantes practicaran estrategias de asesoramiento, comunicación y motivación, y percibieran estar mejor preparados para el futuro. Si tenemos en cuenta la eficacia de cada curso, el resultado puede ser aún mejor si se combinan las diferentes opciones. Consideramos que los estudiantes serán capaces de afrontar con mayores garantías los retos actuales de la atención sanitaria. El material elaborado en este proyecto estará disponible en Open Access.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/162389/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Este proyecto está financiado a través del programa Erasmus + de la Unión Europea Educating Vaccination Competence (EDUVAC) 2018-1-EL01-KA203-047691.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Carme Roure i Pujol, Evanthia Sakellari, Joan Carles Casas Baroy, Núria Gorchs-Font, Paola Galbany Estragués y Xavier Palomar-Aumatell no reciben salarios, ni ejercen labores de consultoría, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del puesto académico citado.</span></em></p>El objetivo del proyecto EDUVAC es fortalecer los conocimientos, habilidades y actitudes de los futuros profesionales de la salud sobre las vacunas para mejorar la cobertura de vacunación entre los diferentes grupos de población.Montse Romero-Mas, Relaciones Internacionales y Salud Digital, Universitat de Vic – Universitat Central de CatalunyaCarme Roure i Pujol, Professora docent i investigadora (PDI). Departament de Ciències Socials i Salut Comunitària. Membre del grup de recerca Salut Mental i Innovació Social (SaMIS)., Universitat de Vic – Universitat Central de CatalunyaEvanthia Sakellari, Associate Professor, Department of Public and Community Health, Laboratory of Hygiene and Epidemiology, University of West AtticaJoan Carles Casas Baroy, Profesor agregado, Universitat de Vic – Universitat Central de CatalunyaNúria Gorchs-Font, Profesora del Grado de Enfermería, Universitat de Vic – Universitat Central de CatalunyaPaola Galbany Estragués, PhD. Profesora Titular UVic-UCC, Universitat de Vic – Universitat Central de CatalunyaXavier Palomar-Aumatell, PhD. RN. Profesor agregado. Departamento Ciencias de la Salut Aplicadas., Universitat de Vic – Universitat Central de CatalunyaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1618672021-06-14T21:08:55Z2021-06-14T21:08:55Z‘¡Venga, que tú puedes!’ La gran batalla de los pacientes de cáncer contra el lenguaje<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/406186/original/file-20210614-73420-1nw9yo2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=9%2C0%2C6326%2C4207&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/sad-frightened-depressed-female-cancer-patient-1389169826">Shutterstock / ABO PHOTOGRAPHY</a></span></figcaption></figure><p>A la palabra cáncer le precede una mala fama, un estigma social tan grande que <a href="https://elobrero.es/cultura/63130-de-duelo-palabras-y-cancer.html">su sola pronunciación</a> inspira miedo, espanto e incertidumbre.</p>
<p>Somos conscientes de que hablamos para alguien, para el otro y para los otros, pues la comunicación es un conjunto de actos ilocutivos y perlocutivos, por lo tanto debemos cuidar el registro idiomático empleado y la intención con que se emite un mensaje, y más en un contexto como el cáncer.</p>
<p>Así pues, conviene analizar y revisar el código lingüístico entre emisor y receptor. Y con emisor señalamos al personal sanitario, amigos y acompañantes del receptor, paciente de dicha enfermedad.</p>
<p>Nos movemos entre dos extremos: el eufemismo –“Murió de una larga enfermedad”, “Está pachucha”–; la sufijación en diminutivo –“Está malito”–; <a href="https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-98872015000300010">las metáforas beligerantes</a> –“Eres una campeona”, “Tú puedes con esto y más”–; los imperativos –“¡Ánimo”!, “¡Venga!”, “¡Arriba!”– o las comparaciones –“Esto es una carrera de fondo”, “No va a ser más fuerte que tú”–. </p>
<h2>Poner en un compromiso al paciente</h2>
<p>Parece que todo se debate en términos competitivos, que los enfermos de cáncer somos atletas en un centro de alto rendimiento. El doctor José Ramón Álamo Moreno, hematólogo del Hospital Clinic de Barcelona, asegura que “ponemos en un compromiso al paciente de tanto repetirle, ‘ánimo, que tú puedes’; y si no pone de su parte o no lo consigue ya no es un buen paciente”.</p>
<p>Nadie supera un cáncer como si fuera un examen universitario, unas oposiciones ministeriales o el nivel C2 de inglés. Y el enfermo de cáncer <a href="https://psicologiaencancer.com/es/que-decir-a-alguien-con-cancer-y-que-no-decirle">quiere claridad</a>: no necesita luchar contra ese monstruo gigante que cobra vida y parece que como la hidra mitológica nos va a engullir. El cáncer <a href="https://www.elsevier.es/es-revista-medicina-familia-semergen-40-articulo-cancer-comunicar-el-diagnostico-el-S1138359318304374">es una enfermedad que se padece y se cura o no</a>. En ningún caso peleamos contra molinos de viento para lograr una victoria, porque eso supondría la posibilidad de suspender, de fracasar y fallar en el intento.</p>
<p>Nos han educado y acostumbrado desde pequeños a edulcorar, disimular y disfrazar situaciones dolorosas y conflictivas y acudimos al idioma para evitar el reflejo de las mismas. Pero la palabra no debería asustar sino ayudar, facilitar. Gracias a su correcto uso describe realidades, constata situaciones vitales. </p>
<p>El Diccionario de la Academia Española de la Lengua lo deja patente <a href="https://dle.rae.es/c%C3%A1ncer">en su segunda acepción</a>: “enfermedad que se caracteriza por la transformación de las células que proliferan de manera anormal e incontrolada”. En la siguiente acepción encontramos el término de “tumor” y luego “proliferación en el seno de un grupo social de situaciones o hechos destructivos”. Acabamos de topar con el quid de la cuestión: “La droga es el cáncer de nuestra sociedad”.</p>
<h2>Connotaciones negativas y peyorativas</h2>
<p>El término destructivo hace saltar alarmas y dispara toda una colección de connotaciones negativas y peyorativas que rodean a la enfermedad: perjudicial, corrosivo, nocivo, pernicioso… pero, rápidamente, acude una familia léxica en socorro del enfermo, todo un elenco de términos pertenecientes al campo semántico de la contienda: al paciente se le invita, peor, se le exige que gane al modo de una justa medieval, y da igual el número gramatical que se emplee: en singular –“Tú vas a vencer”– o en plural –“No nos vamos a rendir”–.</p>
<p>La doctora <a href="https://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:iO6C62hLRh8J:https://www.comunidad.madrid/hospital/puertadehierro/file/3038/download%3Ftoken%3DjhJCC7Cg+&cd=2&hl=es&ct=clnk&gl=es&client=firefox-b-d">Magariños, psiquiatra en el Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda</a>, en Madrid, afirma que “debemos conectar con el sufrimiento, levantarse para la lucha crea angustia; hay que convivir con la situación real”.</p>
<p>Desde el punto de vista gramatical, el sujeto, en este caso el paciente de cáncer, es la persona que realiza la acción expresada por el verbo de donde se deduce que debe ponerlo todo de su parte, entrar en lid contra el diagnóstico funesto y es entonces cuando la maquinaria del modo verbal en imperativo llega atronadora: “¡¡Venga!!”, “¡¡Anímate!!”, “¡¡Vamos!!”. Mejor expresarse en gerundio “estamos preparando”, o utilizar el presente actual o perífrasis incoativas: “vamos a intentar” y locuciones temporales: “poco a poco”…</p>
<p>El cáncer no es un ser animado ni un contrincante hostigador contra el que tenemos que repartir sablazos y mandobles a diestro y siniestro. Hasta los propios especialistas reconocen <a href="https://www.cancer.org/es/tratamiento/personas-que-atienden-a-la-persona-con-cancer/escuche-con-el-corazon/sugerencias-al-hablar-sobre-el-tema.html">el temor o la prudencia</a> y prevención a pronunciar este vocablo. Parafraseando al doctor <a href="https://www.linkedin.com/in/carlosdemigueljimenez/?originalSubdomain=es">Carlos de Miguel</a>, hematólogo del mismo hospital de Puerta de Hierro, “al paciente hay que hablarle de manera afectuosa, con palabras sencillas y siempre de forma cercana y sincera”.</p>
<p>O quizá es el propio idioma el que carece de recursos lingüísticos y muestra una incapacidad manifiesta a la hora de enfrentarse a este tipo de situaciones. Sabemos que la repetición de un mismo término, como ocurre con el tan insistente “ánimo”, provoca su desemantización, es decir, queda desprovisto de su carga significativa y lo mismo sirve para un roto que para un descosido: deviene en una muletilla o apoyatura meramente conversacional.</p>
<h2>¿Debemos desterrar la palabra “compasión”?</h2>
<p>Parece que el cáncer conlleva una larga y penosa travesía por el desierto, un choque militar con todos los destrozos que se derivan del mismo “encontronazo”, y ahí es donde los pacientes debemos dar el callo, ser un auténtico ejemplo de coraje y fortaleza para todos. </p>
<p>Sería bueno plantear por qué casi hemos desterrado de nuestro vocabulario actual el sustantivo “compasión”, ese impulso a aliviar dolor o sufrimiento ajeno, deseo de remediarlo y evitarlo. En definitiva, de eso se trata, y, a pesar de las paradojas del lenguaje y de la creencia popular de que algo habrá que decir, tal vez convenga decir menos, exigir menos, batallar menos y estar más.</p>
<p>Resulta más productivo y alentador revisar la etimología del verbo cuidar (<em>cogitare</em>, en latín) y dedicar esmero, entrega de tiempo y afecto a la persona cuidada. Sin guerras. Sin batallas.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/161867/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>María Pilar Úcar Ventura no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Casi siempre hablamos a los enfermos de cáncer haciéndoles sentir aún más conscientemente la gravedad de su enfermedad. Palabras como “ánimo” o frases del tipo “vas a ganar esta batalla” no ayudan a enfrentarse a ella.María Pilar Úcar Ventura, Profesora adjunta de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales, Departamento de Traducción e Interpretación y Comunicación Multilingüe, Universidad Pontificia ComillasLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1623942021-06-08T21:26:32Z2021-06-08T21:26:32ZVacuna contra VIH/SIDA: ¿Por qué no hay una después de 37 años, pero ya tenemos varias para COVID en solo unos meses?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/405178/original/file-20210608-28202-3sczuy.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=4%2C0%2C919%2C579&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Las propiedades biológicas que ha desarrollado el VIH hacen que el desarrollo de una vacuna exitosa sea muy difícil. </span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/hanh-nguyen-intern-with-the-immunogen-design-group-works-news-photo/83872705?adppopup=true">Chris Hondros/Getty Images</a></span></figcaption></figure><p><a href="https://www.cdc.gov/smallpox/history/history.html">La viruela ha sido erradicada</a> de la faz de la Tierra después de una campaña de vacunación mundial altamente efectiva. La <a href="https://www.cdc.gov/polio/what-is-polio/polio-us.html">poliomielitis paralítica</a> ya no es un problema en los Estados Unidos debido al desarrollo y uso de vacunas efectivas contra el virus de la polio. En la actualidad, se han salvado millones de vidas gracias al rápido despliegue de vacunas eficaces contra el COVID-19. </p>
<p>Y, sin embargo, han pasado 37 años desde que se descubrió que el VIH es la causa del SIDA y no existe una vacuna. Aquí se describen las dificultades a las que se enfrenta el desarrollo de una vacuna eficaz contra el VIH / SIDA.</p>
<p>Soy <a href="https://scholar.google.com/citations?user=LyV-cJVvSncC&hl=en">profesor de patología</a> en la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami. A mi laboratorio se le atribuye el descubrimiento del virus del mono llamado <a href="https://doi.org/10.1111/j.1600-0463.2009.02450.x">VIS, o virus de la inmunodeficiencia de los simios</a>. El VIS es el pariente mono más cercano del virus que causa el SIDA en los seres humanos: el VIH o el virus de la inmunodeficiencia humana. Mi investigación ha contribuido de manera importante a la comprensión de los mecanismos por los cuales el VIH causa enfermedades y a los esfuerzos de desarrollo de vacunas.</p>
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<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/pi2Aa5rUIdg?wmode=transparent&start=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
<figcaption><span class="caption">El médico estadounidense Dr. Anthony Fauci habla de las dificultades a las que se enfrenta el desarrollo de una vacuna eficaz contra el VIH / SIDA, en 2017 (haz clic en “CC” para elegir subtítulos en español).</span></figcaption>
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<h2>Los esfuerzos de desarrollo de la vacuna contra el VIH se han quedado cortos</h2>
<p>Sin duda, las vacunas han sido el arma más potente de la sociedad contra las enfermedades virales de importancia médica. Cuando la nueva enfermedad del SIDA apareció en escena a principios de la década de 1980 y <a href="https://doi.org/10.1126/science.6189183">el virus que la causó se descubrió</a> en 1983-84, era natural pensar que la comunidad de investigadores podría desarrollar una vacuna para ella.</p>
<p>En una ahora famosa conferencia de prensa en 1984 en la que se anunció que el VIH era la causa del SIDA, la entonces Secretaria de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, Margaret Heckler, <a href="https://www.nbcnews.com/id/wbna21889662">predijo que una vacuna estaría disponible en dos años</a>. Bueno, ahora han pasado 37 años y no hay vacuna. </p>
<p>La rapidez del desarrollo y la distribución de la vacuna COVID-19 pone en marcado contraste la falta de una vacuna contra el VIH. El problema no es el fracaso del gobierno. El problema no es la falta de gasto. La dificultad radica en el propio virus VIH. En particular, esto incluye la notable diversidad de cepas del VIH y las estrategias de evasión inmunológica del virus.</p>
<p>Hasta ahora se han realizado <a href="https://www.niaid.nih.gov/diseases-conditions/hiv-vaccine-research-history">cinco ensayos de eficacia de vacuna de fase 3 a gran escala</a> contra el VIH, cada uno con un costo de más de 100 millones de dólares estadounidenses. <a href="https://www.niaid.nih.gov/diseases-conditions/hiv-vaccine-research-history">Los tres primeros fracasaron de manera bastante convincente</a>; sin protección contra la adquisición de la infección por VIH, sin disminución de las cargas virales en aquellos que sí se infectaron. De hecho, en el tercero de estos ensayos, el ensayo STEP, hubo <a href="https://doi.org/10.1084/jem.20072681">una mayor frecuencia de infección estadísticamente significativa</a> en las personas que habían sido vacunadas.</p>
<p>El cuarto ensayo, el controvertido <a href="https://doi.org/10.1089/aid.2012.0103">ensayo RV144 tailandés</a>, informó inicialmente un grado marginal de protección exitosa contra la adquisición de la infección por VIH entre los individuos vacunados. Sin embargo, un análisis estadístico posterior informó que había menos del 78% de posibilidades de que la protección contra la adquisición fuera real.</p>
<p>Se ordenó un quinto ensayo de vacuna, el ensayo HVTN 702, para confirmar y ampliar los resultados del ensayo RV144. El <a href="https://www.unaids.org/en/resources/presscentre/pressreleaseandstatementarchive/2020/february/20200204_vaccine">ensayo HVTN 702 se detuvo</a> antes de tiempo debido a su inutilidad. Sin protección contra la adquisición. Sin reducción de la carga viral. ¡Ay!</p>
<h2>La complejidad del VIH</h2>
<p>¿Cuál es el problema? Las propiedades biológicas que ha desarrollado el VIH hacen que el desarrollo de una vacuna exitosa sea muy, muy difícil. ¿Cuáles son esas propiedades?</p>
<p>Lo primero y más importante es la continua e implacable replicación del virus. Una vez que el VIH pone su pie en la puerta, te “atrapa”. Muchas vacunas no protegen completamente contra la adquisición de la infección, pero pueden limitar severamente la replicación del virus y cualquier enfermedad que pueda resultar. Para que una vacuna sea eficaz contra el VIH, es probable que deba proporcionar una barrera esterilizante absoluta y no solo limitar la replicación viral.</p>
<p>El VIH ha desarrollado la capacidad de generar y tolerar muchas mutaciones en su información genética. La consecuencia de esto es una enorme cantidad de variación entre las cepas del virus, no solo de un individuo a otro, sino incluso dentro de un solo individuo. </p>
<p>Usemos la influenza, o gripe, para hacer una comparación. Todo el mundo sabe que las personas deben volver a vacunarse contra el virus de la influenza cada temporada debido a la variabilidad de una temporada a otra en la cepa de influenza que circula. Bueno, la variabilidad del VIH dentro de un solo individuo infectado <a href="https://doi.org/10.1093/bmb/58.1.19">excede toda la variabilidad de secuencia mundial en el virus de la influenza</a> durante toda una temporada.</p>
<p>¿Qué vamos a poner en una vacuna para cubrir este grado de variabilidad de cepas?</p>
<p>El VIH también ha desarrollado una capacidad increíble para protegerse del reconocimiento de anticuerpos. <a href="https://www.cancer.gov/publications/dictionaries/cancer-terms/def/enveloped-virus">Los virus con envuelta</a> como los coronavirus y los virus del herpes codifican una estructura en su superficie que cada virus usa para ingresar a una célula. Esta estructura se llama “<a href="https://www.news-medical.net/health/What-is-a-Glycoprotein.aspx">glicoproteína</a>”, lo que significa que está compuesta de azúcares y proteínas. </p>
<p>Pero <a href="https://doi.org/10.1073/pnas.2000260117">la glicoproteína de la envoltura del VIH</a> es extrema. Es la proteína más glicosilada de todos los virus en las 22 familias. Más de la mitad del peso es azúcar. Y el virus ha descubierto una manera, lo que significa que el virus ha evolucionado por selección natural, para usar estos azúcares como escudos para protegerse del reconocimiento de los anticuerpos que el huésped infectado está tratando de producir. La célula huésped agrega estos azúcares y luego los ve como propios.</p>
<p>Estas propiedades tienen importantes consecuencias, relevantes para los esfuerzos de desarrollo de vacunas. </p>
<p>Los anticuerpos que produce una persona infectada por el VIH generalmente solo tienen una actividad neutralizante muy débil contra el virus. Además, estos anticuerpos son muy específicos de la cepa; neutralizarán la cepa con la que está infectado el individuo, pero no las miles y miles de otras cepas que circulan en la población. Los investigadores saben cómo obtener anticuerpos que neutralicen una cepa, pero no anticuerpos con la capacidad de proteger contra las miles y miles de cepas que circulan en la población. Ese es un problema importante para los esfuerzos de desarrollo de vacunas.</p>
<p>El VIH está evolucionando continuamente dentro de una sola persona infectada para estar un paso por delante de las respuestas inmunitarias. El huésped provoca una respuesta inmune particular que ataca al virus. Esto ejerce una presión selectiva sobre el virus y, a través de la selección natural, aparece una variante del virus mutado que ya no es reconocida por el sistema inmunológico del individuo. El resultado es una replicación viral continua e implacable.</p>
<p>Entonces, ¿deberíamos los investigadores darnos por vencidos? No, no deberíamos. </p>
<p>Un enfoque que los investigadores están probando en modelos animales en un par de laboratorios es usar <a href="https://doi.org/10.1097/COH.0b013e328363d389">virus del herpes como vectores</a> para administrar las proteínas del virus del SIDA. La familia del virus del herpes pertenece a la categoría “persistente”. Una vez infectado con el virus del herpes, uno está infectado de por vida. Y las respuestas inmunitarias persisten no solo como memoria, sino de forma continuada. Sin embargo, el éxito de este enfoque aún dependerá de descubrir cómo obtener la amplitud de las respuestas inmunitarias que permitirán la cobertura contra la vasta complejidad de las secuencias del VIH que circulan en la población.</p>
<p>Otro enfoque es buscar la inmunidad protectora desde un ángulo diferente. Aunque la gran mayoría de las personas infectadas por el VIH producen anticuerpos con una actividad neutralizante débil, específica de la cepa, algunos individuos peculiares producen <a href="https://doi.org/10.1080/22221751.2020.1713707">anticuerpos con una potente actividad neutralizante</a>, contra una amplia gama de cepas del VIH. Estos anticuerpos son raros y muy inusuales, pero los científicos los tenemos en nuestro poder.</p>
<p>Además, los científicos han descubierto recientemente una forma de lograr niveles protectores de estos anticuerpos de por vida, con una sola administración. ¡De por vida! Esta administración depende de un vector viral, llamado <a href="https://doi.org/10.1038/s41576-019-0205-4">virus adenoasociado</a>. Cuando el vector se administra al músculo, las células musculares se convierten en fábricas que producen continuamente los potentes anticuerpos ampliamente neutralizantes. Los investigadores han documentado recientemente <a href="https://doi.org/10.3389/fimmu.2020.00449">la producción continua durante seis años y medio en un mono</a>.</p>
<p>Estamos progresando. No debemos rendirnos.</p>
<p><em>Este artículo fue traducido por <a href="https://www.elfinanciero.com.mx/salud/2021/05/18/vacuna-contra-vihsida-por-que-no-hay-una-despues-de-37-anos-pero-ya-tenemos-varias-para-covid-en-solo-unos-meses/">El Financiero</a>.</em></p><img src="https://counter.theconversation.com/content/162394/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Ronald C. Desrosiers recibe fondos de los National Institutes of Health. </span></em></p>Un profesor de patología describe las dificultades a las que se enfrenta el desarrollo de una vacuna eficaz contra el VIH/SIDA.Ronald C. Desrosiers, Professor of Pathology, Vice-chair for Research, University of MiamiLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1581412021-04-18T19:54:03Z2021-04-18T19:54:03ZVersalles: una corte con olor a orín<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/394001/original/file-20210408-21-l7wfpi.png?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C164%2C1278%2C641&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Jardines de Versalles fotografiados por Jean-Eugène-Auguste Atget en 1903.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.artic.edu/artworks/124288/versailles-coin-de-parc">Art Institute Chicago</a></span></figcaption></figure><p>El Palacio de Versalles olía a orín, por mucho que durante los siglos XVII y XVIII fuera centro de ostentación y poder, y que los tres reyes que lo habitaron, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Luis_XIV_de_Francia">Luis XIV</a>, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Luis_XV_de_Francia">Luis XV</a> y <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Luis_XVI_de_Francia">Luis XVI</a>, hicieran de él un hogar de lujo donde se desarrolló la historia de la monarquía francesa. </p>
<p>Algo olía mal en Versalles: así lo detalla Georges Vigarello en su libro <a href="https://www.todostuslibros.com/libros/lo-limpio-y-lo-sucio_978-84-206-9618-8"><em>Lo limpio y lo sucio. La higiene del cuerpo desde la Edad Media</em></a>, y así lo muestra también el <a href="https://www.arte.tv/fr/videos/097496-000-A/l-hygiene-a-travers-les-ages/">documental</a> disponible en el canal Arte sobre la higiene a través de los tiempos. </p>
<p>Vigarello dice que cada época tiene la sensación de que es la más limpia, pero la mirada desde el siglo XXI nos puede parecer cuanto menos sorprendente. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/394101/original/file-20210408-23-13oijb2.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/394101/original/file-20210408-23-13oijb2.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/394101/original/file-20210408-23-13oijb2.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=331&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/394101/original/file-20210408-23-13oijb2.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=331&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/394101/original/file-20210408-23-13oijb2.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=331&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/394101/original/file-20210408-23-13oijb2.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=416&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/394101/original/file-20210408-23-13oijb2.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=416&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/394101/original/file-20210408-23-13oijb2.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=416&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Cartón de tapicería encargado por Luis XIV. La escena tiene lugar en el Salón de los Espejos del Palacio de Versalles. (Claude-Guy Hallé, 1715).</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Louis14-Versailles1685.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
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</figure>
<h2>Miedo al agua</h2>
<p>La mortífera epidemia de peste generó mucho miedo al agua. En Francia, en los siglos XVII y XVIII el contacto con el agua se consideraba peligroso y no se usaba en ningún caso caliente para lavarse. Pensaban que los poros abiertos podían dejar entrar enfermedades y que los baños provocaban pérdida de fuerza vital, abortos e infertilidad. Sin embargo, sí se creía que podría tener propiedades curativas para determinados males. </p>
<p>El lavado corporal era en seco, y el de los reyes y reinas, público. Por la mañana, lo primero que hacían tras levantarse era enjuagarse las manos con agua ante un selecto grupo de nobles. Era el único contacto con el agua ya que la higiene corporal se hacía frotando el cuerpo con telas de algodón perfumadas. </p>
<p>La limpieza del cuerpo no era importante, pero sí la de la ropa interior. De hecho, se la cambiaban varias veces al día. La lencería tanto de hombres como de mujeres era una especie de camisón holgado. Estas prendas eran muy caras y, por lo tanto, una forma de mostrar el estatus social y económico. Por eso se dejaban a la vista los lujosos encajes en los puños y en los cuellos. Tal era su valor, que hasta se inventariaba en los testamentos. </p>
<p>El pelo tampoco se lavaba con agua. Con suerte, sólo tenían piojos a veces. Existía un champú seco, y para evitar olores el pelo se empolvaba, lo que provocaba la caída prematura del cabello. Una razón de peso para ponerse de moda las pelucas, que a menudo provocaban dolores y molestias en la nuca. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/394102/original/file-20210408-21-1geaye0.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/394102/original/file-20210408-21-1geaye0.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/394102/original/file-20210408-21-1geaye0.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=471&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/394102/original/file-20210408-21-1geaye0.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=471&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/394102/original/file-20210408-21-1geaye0.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=471&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/394102/original/file-20210408-21-1geaye0.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=592&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/394102/original/file-20210408-21-1geaye0.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=592&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/394102/original/file-20210408-21-1geaye0.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=592&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Cama de Luis XIV en el Palacio de Versalles.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Room_of_Louis_XIV_Versailles_France.jpg">Wikimedia Commons</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
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</figure>
<h2>Orina para el mal aliento</h2>
<p>Los dientes de la mayoría estaban sucios y con caries. Eso quien tuviera la suerte de conservar la dentadura, ya que solían tener las bocas con infecciones de encías, y pérdidas de piezas dentales. De ahí que en casi todos los retratos aparezcan con la boca cerrada y sin casi sonreír.</p>
<p>Para limpiar los dientes se frotaban con un saquito de tela relleno de polvo de mármol y algunas raíces. Para disimular el mal aliento se masticaba tabaco o hierbas aromáticas. En algunos casos, los enjuagues bucales se hacían con orina. </p>
<h2>Maquillaje de plomo</h2>
<figure class="align-left zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/394104/original/file-20210408-13-u03jeo.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/394104/original/file-20210408-13-u03jeo.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/394104/original/file-20210408-13-u03jeo.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=844&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/394104/original/file-20210408-13-u03jeo.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=844&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/394104/original/file-20210408-13-u03jeo.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=844&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/394104/original/file-20210408-13-u03jeo.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1060&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/394104/original/file-20210408-13-u03jeo.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1060&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/394104/original/file-20210408-13-u03jeo.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1060&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Maria Antonieta retratada por Élisabeth Louise Vigée Le Brun en 1783.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Marie_Antoinette_Adult4.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
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<p>Había que cubrir los poros y mostrar la cara lo más blanca posible. Un rostro puro significaba tener un alma pura, y para ello no había que tener ni cicatrices ni granos. También era signo de clase social, para diferenciarse de la plebe: estar moreno indicaba que trabajabas y que no pertenecías a la aristocracia. </p>
<p>Para conseguir esta blancura se aplicaban lo que se llamaba el <em>blanc de céruse</em>: unos polvos blancos de plomo. Eran pigmentantes pero también tóxicos y muy astringentes. Secaban intensamente la piel, lo que provocaba envejecimiento prematuro y hasta enfermedades graves en los ojos, en el pecho y en los pulmones. </p>
<p>Para darle gracia y elegancia se pegaban lunares de tafetán, se llamaban <em>mouches</em> (moscas). Se ponían encima de las imperfecciones o las marcas de la viruela. Cada lugar del rostro tenía un significado y se empleaba como juego de seducción. Los labios y las mejillas se pintaban de rojo intenso, dando en conjunto un aspecto teatral e irreal. </p>
<h2>Dime a qué hueles y te diré de qué clase social eres</h2>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/393997/original/file-20210408-19-n37a2l.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/393997/original/file-20210408-19-n37a2l.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/393997/original/file-20210408-19-n37a2l.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=716&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/393997/original/file-20210408-19-n37a2l.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=716&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/393997/original/file-20210408-19-n37a2l.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=716&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/393997/original/file-20210408-19-n37a2l.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=899&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/393997/original/file-20210408-19-n37a2l.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=899&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/393997/original/file-20210408-19-n37a2l.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=899&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Louis XIV (Charles Le Brun, 1661-1662).</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Louis-xiv-lebrunl.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
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<p>El perfume disimulaba los olores corporales indeseados. También se consideraban un agente purificador; los perfumistas casi eran curanderos cuyas creaciones podían ahuyentar los males y curar enfermedades. Era, por supuesto, un signo de rango social y había un perfume para cada estamento.</p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/393992/original/file-20210408-19-17g2t53.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/393992/original/file-20210408-19-17g2t53.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/393992/original/file-20210408-19-17g2t53.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=782&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/393992/original/file-20210408-19-17g2t53.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=782&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/393992/original/file-20210408-19-17g2t53.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=782&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/393992/original/file-20210408-19-17g2t53.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=983&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/393992/original/file-20210408-19-17g2t53.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=983&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/393992/original/file-20210408-19-17g2t53.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=983&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Madame de Montespan.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Madame_de_Montespan_Pierre_Mignard_Studio.JPG">Wikimedia Commons</a></span>
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</figure>
<p>En general, se usaba el perfume de las flores de cada estación. El favorito de la amante de Luis XIV, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Madame_de_Montespan">Madame de Montespan</a>, era el de flor de naranjo. </p>
<p>La reina <a href="https://theconversation.com/por-que-maria-antonieta-sigue-dando-titulares-150885">Maria Antonieta</a> tenía uno creado para especialmente ella: el perfume de mil flores, la máxima expresión del lujo al estar realizado con flores de todas las estaciones. </p>
<p>Se cuenta que Madame de Montespan se ponían mucho perfume, y que el rey Luis XIV no lo soportaba. Al rey, un dentista le había dejado si paladar por accidente en una intervención. A los 50 años no tenía dientes, lucía una boca de anciano y padecía de una gran sensibilidad a los olores. Se mareaba con el perfume de Montespan y le rogaba que dejara de usar aromas tan intensos. Pero ella no le hizo caso y nunca dejó de perfumarse; se dice que esta podría ser una de las razones por las que el rey la abandonó. </p>
<h2>Orinar: paredes y palanganas</h2>
<p>Pero por mucho que perfumaran y se llamara <em>la cour parfumée</em> (la corte perfumada), Versalles atufaba a orines. </p>
<p>El rey tenía su famosa <em>chaise percée</em> (un váter, vaya) y había también de este tipo instalados en los apartamentos de la nobleza. Pero el palacio es enorme y a veces no había tiempo para llegar. Además, allí vivían unas cuatro mil personas y era transitado por otras cientos a diario, de modo que los hombres orinaban donde podían, normalmente en las paredes de los patios. </p>
<p>Las mujeres solían llevar consigo una palangana, a veces escondida en un falso libro titulado “Voyage aux Pays Bas” (Viaje a los Países Bajos), y cuando lo necesitaban, se levantaban la falda, orinaban en el recipiente y lo tiraban ahí donde estuvieran. </p>
<p>Había una <a href="https://www.lisez.com/ebook/les-inconnus-de-versailles/9782262066055">legión de limpiadores</a>, que trabajaban incansablemente, pero era insuficiente para que los efluvios pudieran ser disipados totalmente: Versalles olía a orines. Por eso llevaban siempre consigo un botecito con hierbas aromáticas, que inhalaban al pasar por ciertas zonas pestilentes del palacio. </p>
<h2>Las bañeras de Maria Antonieta a la moda</h2>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/394002/original/file-20210408-13-ij747n.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/394002/original/file-20210408-13-ij747n.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/394002/original/file-20210408-13-ij747n.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=443&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/394002/original/file-20210408-13-ij747n.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=443&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/394002/original/file-20210408-13-ij747n.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=443&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/394002/original/file-20210408-13-ij747n.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=556&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/394002/original/file-20210408-13-ij747n.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=556&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/394002/original/file-20210408-13-ij747n.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=556&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Bañera octogonal en mármol rojo.</span>
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</figure>
<p>Las bañeras eran un mobiliario poco frecuente y poco utilizado. Sin embargo, Luis XIV regaló a Madame de Montespan un lujoso apartamento de baños en la planta baja del palacio. Tenía 5 salas y una de las tres bañeras era octogonal, de tres metros de diámetro y uno de profundidad, realizada en una sola pieza de mármol rojo de Flandes. Cabían varias personas, por lo que sus fines eran quizá más eróticos que higiénicos. </p>
<p>Las obras para mejorar el estado sanitario de París contribuyeron al acceso al agua limpia. La reina Maria Antonieta se hizo instalar entonces en una habitación del palacio dos bañeras, una para lavarse y otra para aclararse; con una cama para descansar del perturbador trance del paso por el agua. En su palacete el <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Peque%C3%B1o_Trian%C3%B3n">Petit Trianon</a>, también tenía una sala de baños. La reina interviene por lo tanto en el auge de las ventas de bañeras en la década de los sesenta del siglo XVIII, y contribuye a la difusión de práctica del baño entre la nobleza y la burguesía. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/394003/original/file-20210408-15-zo9kfo.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/394003/original/file-20210408-15-zo9kfo.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/394003/original/file-20210408-15-zo9kfo.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/394003/original/file-20210408-15-zo9kfo.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/394003/original/file-20210408-15-zo9kfo.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/394003/original/file-20210408-15-zo9kfo.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/394003/original/file-20210408-15-zo9kfo.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/394003/original/file-20210408-15-zo9kfo.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Sala de baño de los aposentos de María Antonieta en Versalles.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Chateau_Versailles_petit_appartement_Reine_salle_de_bains_RdC.jpg">Wikimedia Commons / Myrabella</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Sin embargo, no fue hasta finales del siglo XVIII cuando lavarse con agua comienza a considerarse necesario para la salud, y sólo a principios del siglo XIX se generaliza en París el acceso y uso del agua limpia.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/158141/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Ana María Iglesias Botrán no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El concepto de higiene es relativamente moderno. En la Francia dieciochesca, ni siquiera los reyes se libraban de oler mal o perder sus dientes antes de tiempo. Se pensaba que el agua era peligrosa.Ana María Iglesias Botrán, Profesora del Departamento de Filología Francesa en la Facultad de Filosofía y Letras. Doctora especialista en estudios culturales franceses y Análisis del Discurso, Universidad de ValladolidLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1570272021-03-19T15:20:34Z2021-03-19T15:20:34Z6 tratamientos que reciben pacientes COVID para sobrevivir, de anticuerpos a remdesivir<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/389143/original/file-20210311-23-14ubytt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=594%2C0%2C3237%2C2146&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Nuevos tratamientos para el COVID-19 se usan en distintas fases de la enfermedad, incluso hay tratamientos que pueden mantenerte fuera del hospital.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/photo/female-doctor-checking-on-covid-19-infected-patient-royalty-free-image/1217660650">Juan Monino via Getty Images</a></span></figcaption></figure><p>Hace un año, cuando las autoridades sanitarias de Estados Unidos emitieron su primera advertencia de que el COVID-19 causaría <a href="https://www.cdc.gov/media/releases/2020/t0225-cdc-telebriefing-covid-19.html">graves “trastornos en la vida cotidiana”</a>, las y los médicos no tenían tratamientos eficaces que ofrecer más allá de la atención de apoyo.</p>
<p>Todavía no existe una cura rápida, pero gracias a un esfuerzo de investigación global sin precedentes, varios tratamientos están ayudando a los pacientes a sobrevivir al COVID-19 y permanecer fuera del hospital por completo.</p>
<p>Estos se dirigen a <a href="https://www.covid19treatmentguidelines.nih.gov/therapeutic-management/">dos problemas generales</a>: la capacidad del coronavirus para propagarse por el cuerpo y el daño causado por la respuesta del <a href="https://doi.org/10.1038/s41586-020-03148-w">sistema inmunológico del cuerpo</a>.</p>
<p>Cuando el virus ingresa al cuerpo, se apodera de las células y las usa para replicarse. En respuesta, el cuerpo envía señales inflamatorias y <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0012369220351576">células inmunes</a> para combatir el virus. En algunos pacientes, esa respuesta inflamatoria puede continuar incluso después de que el virus está bajo control, lo que da lugar a daños en los pulmones y otros órganos.</p>
<p>La mejor herramienta es la prevención, incluido el uso de <a href="https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/prevent-getting-sick/about-face-coverings.html">cubrebocas</a>, mascarillas y vacunas. Las inyecciones entrenan al sistema inmunológico para combatir a los atacantes. Con menos riesgo de una infección no controlada, pueden reducir el riesgo de muerte por COVID-19 a <a href="https://www.gov.il/en/departments/news/20022021-01">casi cero</a>. Pero los suministros de vacunas son limitados, incluso con una <a href="https://theconversation.com/how-does-the-johnson-and-johnson-vaccine-compare-to-other-coronavirus-vaccines-4-questions-answered-155944">tercera vacuna ahora autorizada para uso en EU</a>, por lo que los tratamientos para pacientes infectados siguen siendo cruciales.</p>
<p>Como <a href="https://profiles.dom.pitt.edu/PACCM/faculty_info.aspx/Bain7069">médica y médicos que</a> <a href="https://profiles.dom.pitt.edu/PACCM/faculty_info.aspx/Suber7040">trabajamos con</a> <a href="https://profiles.dom.pitt.edu/PACCM/faculty_info.aspx/Kitsios6908">pacientes con COVID-19</a>, hemos estado siguiendo los ensayos de medicamentos y las historias de éxito. Aquí hay seis tratamientos que se usan comúnmente en la actualidad para la enfermedad. Como verás, el tiempo importa.</p>
<h2>Tratamientos que pueden mantenerte fuera del hospital</h2>
<p>Dos tipos de tratamientos prometedores implican la inyección de anticuerpos antivirales en pacientes con COVID-19 de alto riesgo antes de que la persona se enferme gravemente.</p>
<p>Nuestros cuerpos crean anticuerpos de forma natural para <a href="https://www.nih.gov/news-events/nih-research-matters/decoding-variety-human-antibodies">reconocer a los invasores extraños</a> y ayudar a combatirlos. Pero la producción de anticuerpos naturales lleva varios días y el SARS-CoV-2 – el coronavirus que causa el COVID-19 – se replica rápidamente.</p>
<p>Los estudios muestran que inyectar anticuerpos a los pacientes poco después de que comiencen los síntomas puede ayudar a protegerlos contra infecciones graves.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="Chart of treatments" src="https://images.theconversation.com/files/386252/original/file-20210224-19-hu120q.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/386252/original/file-20210224-19-hu120q.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=356&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/386252/original/file-20210224-19-hu120q.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=356&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/386252/original/file-20210224-19-hu120q.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=356&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/386252/original/file-20210224-19-hu120q.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=447&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/386252/original/file-20210224-19-hu120q.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=447&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/386252/original/file-20210224-19-hu120q.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=447&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Tratamientos para COVID-19 y a qué altura se usan.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Georgios D. Kitsios</span>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nd/4.0/">CC BY-ND</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p><strong>Anticuerpos monoclonales</strong>:</p>
<p>Estos anticuerpos diseñados en laboratorio pueden unirse al SARS-CoV-2 y evitar que el virus ingrese a las células y las infecte. Incluyen <a href="https://www.fda.gov/media/143605/download">Bamlanivimab</a> y la terapia combinada <a href="https://www.fda.gov/media/143894/download">casirivimab / imdevimab</a> desarrollada por Regeneron.</p>
<p>La FDA, agencia sanitaria de los Estados Unidos, <a href="https://www.fda.gov/news-events/press-announcements/coronavirus-covid-19-update-fda-authorizes-monoclonal-antibodies-treatment-covid-19-0">otorgó la autorización de uso de emergencia</a> para estas terapias porque se ha descubierto que protegen a los pacientes de alto riesgo de la hospitalización y la muerte.</p>
<p>Sin embargo, una vez que los pacientes están lo suficientemente enfermos como para necesitar hospitalización, los estudios <a href="http://doi.org/10.1056/NEJMoa2033130">no han encontrado un beneficio comprobado</a> de ellos.</p>
<p><strong>Plasma de convalecencia</strong>:</p>
<p>Otra forma de administrar anticuerpos implica la extracción de sangre de pacientes que se han recuperado del COVID-19. El plasma de convalecencia se administra principalmente en entornos de investigación porque la evidencia clínica hasta ahora es mixta.</p>
<p>Algunos ensayos muestran <a href="http://doi.org/10.1056/NEJMoa2033700">beneficios en las primeras etapas de la enfermedad</a>. Otros estudios <a href="https://www.recoverytrial.net/files/recovery_statement_cp_2021-01-15_final.pdf">no han demostrado ningún beneficio en pacientes hospitalizados</a>.</p>
<p>El plasma de convalecencia puede desempeñar un papel como terapia complementaria para algunos pacientes debido a la <a href="https://science.sciencemag.org/content/early/2021/02/02/science.abf6950">creciente amenaza de las variantes mutadas del SARS-CoV-2</a>, que pueden evadir la terapia con anticuerpos monoclonales. Sin embargo, es necesaria una investigación cuidadosa.</p>
<h2>Tratamientos para pacientes hospitalizados</h2>
<p>Una vez que las personas se enferman tanto que tienen que ser hospitalizadas, los tratamientos cambian.</p>
<p>La mayoría tienen dificultad para respirar y niveles bajos de oxígeno. La falta de oxígeno se produce cuando el virus y la correspondiente respuesta inmunitaria lesionan los pulmones, lo que provoca una inflamación de los alvéolos pulmonares que restringen la cantidad de oxígeno que ingresa a la sangre.</p>
<p>Las y los hospitalizados con COVID-19 generalmente necesitan oxígeno médico suplementario para ayudarlos a respirar. Los médicos suelen tratar a los pacientes que reciben oxígeno con el agente antiviral remdesivir y corticosteroides antiinflamatorios.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="A physical therapist talks with a COVID-19 patient in Cranston, Rhode Island." src="https://images.theconversation.com/files/386861/original/file-20210228-13-s0warc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/386861/original/file-20210228-13-s0warc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/386861/original/file-20210228-13-s0warc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/386861/original/file-20210228-13-s0warc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/386861/original/file-20210228-13-s0warc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/386861/original/file-20210228-13-s0warc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/386861/original/file-20210228-13-s0warc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">La mayoría de las personas hospitalizadas con COVID-19 tienen dificultad para respirar y niveles bajos de oxígeno.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://newsroom.ap.org/detail/VirusOutbreakFieldHospitalPhotoEssay/cec76efd357b4a138db53f2a87683178/photo">AP Images/David Goldman</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p><strong>Remdesivir</strong>:</p>
<p>Originalmente diseñado para tratar la hepatitis C, evita que el coronavirus se replique <a href="http://doi.org/10.1074/jbc.RA120.013679">interfiriendo con sus componentes genéticos</a>.</p>
<p>Se ha demostrado que <a href="http://doi.org/10.1056/NEJMoa2007764">acorta la duración de las estancias hospitalarias</a>, y los médicos pueden recetarlo a los pacientes que reciben oxígeno poco después de su llegada al hospital.</p>
<p><strong>Corticosteroides</strong>:</p>
<p><a href="https://theconversation.com/steroids-cut-covid-19-death-rates-but-not-for-everyone-heres-who-benefits-and-who-doesnt-145605">Los esteroides</a> calman la respuesta inmunitaria del cuerpo y se han utilizado durante décadas para tratar trastornos inflamatorios.</p>
<p>También son medicamentos ampliamente disponibles, baratos y bien estudiados, por lo que estuvieron entre las primeras terapias en ingresar a los ensayos clínicos para COVID-19.</p>
<p>Varios estudios han demostrado que los esteroides en dosis bajas reducen las muertes en pacientes hospitalizados que reciben oxígeno, incluidos los pacientes más enfermos en la unidad de cuidados intensivos.</p>
<p>Siguiendo los hallazgos de los estudios de referencia <a href="http://doi.org/10.1056/NEJMoa2021436">RECOVERY</a> y <a href="http://doi.org/10.1001/jama.2020.17022">REMAP-CAP</a>, los esteroides son ahora el estándar de atención para los pacientes hospitalizados con COVID-19 que son tratados con oxígeno.</p>
<p><strong>Diluyentes de la sangre</strong>:</p>
<p>La inflamación durante COVID-19 y otras infecciones virales también pueden aumentar el riesgo de coágulos de sangre, que pueden causar <a href="http://doi.org/10.1056/NEJMoa1702090">ataques cardíacos</a>, <a href="http://doi.org/10.1056/NEJMc2009787">accidentes cerebrovasculares</a> y peligrosos <a href="http://doi.org/10.1001/jama.2020.13372">coágulos en los pulmones</a>.</p>
<p>A muchos pacientes con esta enfermedad se les administran anticoagulantes heparina o enoxaparina para prevenir la formación de coágulos antes de que ocurran.</p>
<p>Los primeros datos de <a href="https://www.nih.gov/research-training/medical-research-initiatives/activ">un gran ensayo de pacientes con COVID-19</a> sugieren que los pacientes hospitalizados <a href="https://www.nih.gov/news-events/news-releases/full-dose-blood-thinners-decreased-need-life-support-improved-outcome-hospitalized-covid-19-patients">se benefician de dosis más altas</a> de anticoagulantes.</p>
<p>Algunos pacientes se enferman tanto que necesitan atención especial para recibir altos niveles de oxígeno o un ventilador que los ayude a respirar.</p>
<p>Hay varias terapias disponibles para los pacientes de cuidados intensivos, pero <a href="https://www.nih.gov/news-events/news-releases/nih-activ-trial-blood-thinners-pauses-enrollment-critically-ill-covid-19-patients">no se ha encontrado que los pacientes se beneficien</a> de las dosis altas de anticoagulantes.</p>
<h2>Tratando a los pacientes más enfermos</h2>
<p>Los pacientes de terapia intensiva con COVID-19 tienen <a href="http://doi.org/10.1001/jama.2020.17023">más probabilidades de sobrevivir</a> si reciben esteroides, según los estudios. Sin embargo, los esteroides en dosis bajas por sí solos pueden no ser suficientes para frenar la inflamación excesiva.</p>
<p><strong>Tocilizumab</strong>:</p>
<p>Es un anticuerpo generado en laboratorio que bloquea la vía de la interleucina-6, que puede causar inflamación durante el COVID-19 y otras enfermedades.</p>
<p><a href="https://doi.org/10.1101/2021.01.07.21249390">Los nuevos resultados</a> del ensayo REMAP-CAP que aún no han sido revisados por pares sugieren que una dosis única de tocilizumab administrada dentro de uno o dos días después de recibir asistencia respiratoria redujo el riesgo de muerte en pacientes que ya recibían esteroides en dosis bajas.</p>
<p>También se ha demostrado que tocilizumab beneficia a los pacientes con altos niveles de inflamación en los primeros resultados de <a href="https://doi.org/10.1101/2021.02.11.21249258">otro ensayo</a>.</p>
<p>Estas terapias innovadoras pueden ayudar, pero la atención de apoyo cuidadosa en las unidades de cuidados intensivos también es crucial. <a href="https://www.atsjournals.org/page/ajrccm/collections/fifty-years-of-research-in-ards">Décadas de investigación exhaustiva</a> han definido principios de gestión básicos para ayudar a los pacientes con infecciones pulmonares graves que necesitan ventiladores.</p>
<p>Estos incluyen <a href="http://doi.org/10.1056/NEJM200005043421801">evitar el inflado insuficiente y el inflado excesivo</a> del pulmón por el ventilador, el tratamiento del dolor y la ansiedad con niveles bajos de medicamentos sedantes y la colocación periódica de ciertos pacientes con niveles bajos de oxígeno <a href="http://doi.org/10.1056/NEJMoa1214103">en el abdomen</a>, entre muchas otras intervenciones. Es probable que los mismos principios clave se apliquen a <a href="https://doi.org/10.1513/AnnalsATS.202008-1026OC">los pacientes con COVID-19</a> para ayudarlos a sobrevivir y recuperarse de una enfermedad crítica que puede durar semanas o meses.</p>
<p>El progreso médico desde el comienzo de la pandemia ha sido impresionante. Los médicos ahora tienen vacunas, anticuerpos antivirales para pacientes ambulatorios de alto riesgo y varios tratamientos para pacientes hospitalizados. La investigación continua será crucial para mejorar nuestra capacidad de combatir una enfermedad que ya se ha cobrado <a href="https://coronavirus.jhu.edu/map.html">más de 2,5 millones de vidas</a> en todo el mundo.</p>
<p><em>Este artículo fue traducido por <a href="https://elfinanciero.com.mx/salud/no-es-dioxido-de-cloro-estos-son-seis-tratamientos-que-reciben-pacientes-covid-para-sobrevivir">El Financiero</a>.</em></p><img src="https://counter.theconversation.com/content/157027/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>William G. Bain recibe fondos de investigación del United States Department of Veterans Affairs; National Institutes of Health; University of Pittsburgh Vascular Medicine Institute, Hemophilia Center of Western Pennsylvania; y Institute for Transfusion Medicine.
</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Georgios D. Kitsios ha recibido fondos de investigación de National Institutes of Health, Clinical and Translational Science Institute de la University of Pittsburgh, y Karius, Inc.
</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Tomeka L. Suber recibe fondos de investigación del National Institutes of Health, Burroughs Wellcome Fund, y Samuel and Emma Winters Foundation.
</span></em></p>Todavía no existe una cura rápida, pero varios tratamientos están ayudando a los pacientes a sobrevivir al COVID-19 y permanecer fuera del hospital por completo.William G. Bain, Assistant Professor of Medicine, University of PittsburghGeorgios D. Kitsios, Assistant Professor of Medicine, University of PittsburghTomeka L. Suber, Assistant Professor of Medicine, University of PittsburghLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1570332021-03-18T13:01:22Z2021-03-18T13:01:22ZNecesitamos datos y transparencia para el debate sobre la eutanasia<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/390331/original/file-20210318-21-175108z.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=11%2C0%2C3844%2C2023&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/unrecognizable-young-female-doctor-comforting-older-1709237053">Shutterstock / David Pereiras</a></span></figcaption></figure><p>En un contexto de tensión política, polarización ideológica y pandemia, la <a href="https://www.congreso.es/public_oficiales/L14/CONG/BOCG/B/BOCG-14-B-46-1.PDF">Ley Orgánica de regulación de la eutanasia</a> sitúa nuevamente la muerte médicamente asistida en el debate social. Contiene como principal novedad la legalización de la eutanasia (la administración de una sustancia letal por un profesional sanitario competente a una persona que solicita esa ayuda a morir) y del suicidio médicamente asistido (poner a disposición de una persona que desea morir una sustancia letal que ella misma se puede administrar). </p>
<p>Para acceder a estas prestaciones, la norma establece como condición que los pacientes las soliciten libre y reiteradamente, en pleno uso de sus facultades, tras recibir información suficiente y haber discutido las alternativas de tratamiento y cuidados paliativos. </p>
<p>Además, la ley prevé una serie de garantías para que cada ayuda a morir se lleve a cabo con control y supervisión, y que los médicos y demás profesionales sanitarios directamente implicados puedan objetar a realizarlas por razones de conciencia.</p>
<p>España se suma así a una <a href="https://elpais.com/sociedad/2020/02/19/actualidad/1582115262_135029.html">lista</a> creciente de países que han dado pasos legislativos similares: Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo, Canadá y Colombia han despenalizado la eutanasia o el suicidio médicamente asistido, mientras que Suiza, varios estados de Estados Unidos y el Estado de Victoria en Australia han legalizado el suicidio asistido.</p>
<h2>Respeto a la autonomía vs la vida como valor absoluto</h2>
<p>La ley está pensada para que se respete la autonomía de quienes experimentan un sufrimiento físico o psíquico insoportable por encontrarse en una situación de padecimiento grave, crónico e imposibilitante, o por sufrir una enfermedad grave e incurable. </p>
<p>Sin embargo, relativiza el valor absoluto de la vida humana y constituye un reto para la <a href="https://www.cgcom.es/codigo_deontologico/files/assets/common/downloads/codigo%2520de%2520etica.pdf">deontología médica</a> que, si bien ha prohibido tradicionalmente provocar la muerte de manera intencionada, no puede castigar los actos médicos que cumplen la legalidad.</p>
<h2>Cómo se muere en España</h2>
<p>Buena parte de los desacuerdos acerca de la eutanasia se refiere a los efectos hipotéticos de la ley, a las circunstancias en las que se encuentran las personas que solicitan ayuda para morir y a las condiciones en las que se prestaría esa ayuda. Las discrepancias de este tipo no se deben a cuestiones fundamentalmente ideológicas o de principios, de modo que podrían disolverse con información detallada sobre cómo se muere en España. </p>
<p>Por ejemplo, hay quienes sostienen que la eutanasia se solicita por falta de cuidados paliativos; otros piensan que la ley garantizará que se respeten los requisitos de acceso a la prestación. En ausencia de estudios empíricos que las confirmen o desmientan, tales afirmaciones reflejan solo la opinión de quienes las enuncian, por mucho que se trate de personas expertas o investidas de autoridad. </p>
<h2>Datos actualizados y fiables</h2>
<p>Disponer de datos actualizados y fiables sobre las prácticas de final de la vida –incluida la eutanasia y el suicidio médicamente asistido– posibilita un debate riguroso, que evite afirmaciones cuya verdad o falsedad están aún por demostrar. </p>
<p>Mientras no se puedan corroborar tales opiniones, corresponde abstenerse de presentar como hechos lo que en realidad son creencias o especulaciones. Reducir la complejidad del final de la vida a eslóganes y simplificaciones no solo constituye una falta de respeto a la inteligencia, sino también una irresponsabilidad: está en juego comprender las implicaciones de la ley, sus usos y posibles abusos. </p>
<h2>Casos aislados</h2>
<p>Cada año aparecen en los medios casos aislados de eutanasias o suicidios asistidos realizados al margen de la legalidad y situaciones en las que se acusa a profesionales de haber practicado eutanasias que en realidad no son tales. </p>
<p>Lo cierto es que ni siquiera se conoce la frecuencia de estas prácticas ni las circunstancias en las que se producen en la actualidad. Aun así, hay quien se aventura a pronosticar las consecuencias –<a href="https://www.abc.es/sociedad/abci-centenar-organizaciones-unen-contra-proyecto-destruccion-social-gobierno-202101192138_noticia.html">catastróficas</a> para algunos, para otros <a href="https://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/despenalizacion-de-la-eutanasia-por-fin-hay-luz-y-esperanza-al-final-del-tunel-198292">esperanzadoras</a>– de aplicar la nueva ley.</p>
<h2>Datos públicos: imprescindibles</h2>
<p>Los datos sobre las condiciones y circunstancias de la atención al final de la vida deberán ser públicos en aras de la transparencia y la rendición de cuentas. Es así como se introduce rigor en la discusión pública y la propia práctica. Las instituciones responsables deberán facilitar el <a href="http://asociacionbioetica.com/imagenes/documentos/reflexiones-consideraciones-y-propuestas-de-la-asociacion-de-bioetica-fundamental-y-clinica-abfyc-en-torno-a-la-regulacion-de-la-ayuda-medica-para-morir-88-es.pdf">seguimiento y evaluación de la ley</a> mediante <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/22789501/">estudios</a> similares a los que otros países llevan realizando desde hace varias décadas. </p>
<p>¿Cuántas solicitudes de eutanasia o suicidio médicamente asistido se recibirán? ¿Cuántas de esas peticiones acabarán siendo atendidas y cuántas denegadas? ¿En qué circunstancias sociales y de salud se encuentran las personas que solicitan esas ayudas? ¿Qué eficacia tienen los mecanismos de garantía y supervisión contemplados en la ley? Sin información detallada sobre estos aspectos es imposible prever y evaluar los efectos del cambio legislativo en las prácticas sanitarias y su impacto en valores esenciales, como la seguridad o la confianza en la relación clínica y las instituciones.</p>
<p>Si realmente aspiramos a algo más que a alimentar nuestra confusión y la división estéril entre posturas aparentemente antagónicas, el debate social sobre la ley debe cumplir unos requisitos mínimos de claridad y compromiso con la verdad. Por un lado, es esencial un esfuerzo de precisión conceptual, pues una proporción elevada de la sociedad, incluidos los <a href="https://journals.sagepub.com/doi/10.1177/0969733011436203">profesionales sanitarios</a>, no siempre identifica correctamente los diferentes escenarios de atención al final de la vida y su estatus legal en España. </p>
<p>Como <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/27380345/">en otros países</a>, es necesario distinguir la eutanasia de ciertas prácticas que ya eran legales, como la sedación terminal o la adecuación de los tratamientos de soporte vital, y de otras que seguirán siendo ilegales, como las muertes médicamente asistidas sin petición expresa por parte del paciente.</p>
<p>Una ciudadanía crítica debería estar en condiciones de justificar sus propios posicionamientos, sean estos contrarios o favorables a la ley reguladora de la eutanasia. Los datos y la transparencia son un antídoto contra el adoctrinamiento y la manipulación. Los necesitamos como agua de mayo si queremos arrojar luz al debate sobre la muerte médicamente asistida en España.</p>
<hr>
<p><em>Los autores del artículo escriben en representación del grupo <a href="https://espacyoscom.weebly.com/">ESPACyOS</a>,
Ética Salubrista para la Acción, Cuidado y Observación Social.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/157033/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Rosana Triviño Caballero forma parte del proyecto de investigación del Plan Nacional "Epistemología Política. Patologías del conocimiento y la información" (FFI2019/00397/001), financiado por el Ministerio de Ciencia, Economía y Competitividad. </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>David Rodríguez-Arias recibe fondos del Ministerio de Economía y Competitividad, en el marco del proyecto de investigación que dirige (MINECO FFI2017-88913-P). </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Jon Rueda Etxebarria recibe fondos del programa INPhINIT RETAINING Fellowship de la Fundación La Caixa, código LCF/BQ/DR20/11790005. También forma parte de proyectos de investigación financiados por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad (código PID2019-104943RB-I00) y del programa Ayudas a Equipos de Investigación Científica SARS-CoV-2 y COVID-19 de la Fundación BBVA.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Miguel Melguizo Jiménez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>¿En qué circunstancias se encuentran las personas que la solicitan? ¿Qué eficacia tienen los mecanismos de garantía y supervisión? Necesitamos más respuestas para debatir con rigor la nueva ley.Rosana Triviño Caballero, Profesora de Humanidades Médicas, Universidad Complutense de MadridDavid Rodríguez-Arias, Profesor de Bioética, Universidad de GranadaJon Rueda Etxebarria, La Caixa INPhINIT Fellow y doctorando en filosofía, Universidad de Granada, Universidad de GranadaMiguel Melguizo Jiménez, Médico de Familia. Departamento de Medicina. Universidad de Granada, Universidad de GranadaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1470232020-10-11T19:46:23Z2020-10-11T19:46:23ZEl deber o la vida: médicos medievales que huían de las epidemias<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/360803/original/file-20200930-14-s4wgd7.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C2396%2C1685&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">El pueblo de Tournai entierra a las víctimas de la Peste Negra. Miniatura de Pierart dou Tielt que ilustra una obra de Gilles li Muisit (Tournai, c. 1353). </span> <span class="attribution"><a class="source" href="http://balat.kikirpa.be/object/20049662">KIK-IRPA, Bruselas</a></span></figcaption></figure><p>Poco después de que empezara el confinamiento muchas personas pensaron que quienes arriesgan su salud, y algunos más que eso, particularmente las trabajadoras y los trabajadores de la sanidad, merecían un sincero homenaje. Esta manifestación de agradecimiento se ha venido desarrollando de forma diversa, ya fuera con palmas y silbidos enérgicos, con percusión doméstica, y, al menos en mi tierra, Valencia, que somos muy dados a la música, con <em>tabal i dolçaina</em> (tambor y dulzaina) u otros instrumentos de los que configuran las bandas musicales que tanto abundan por aquí. Bien merecido que lo tienen, por supuesto. </p>
<p>Pero al fin y al cabo son profesionales. Son sus conocimientos, que tanto les costó adquirir; es su vocación y es su trabajo, que hacen a diario tan bien, y su compromiso ético, deontológico, lo que les hace continuar. Sin que todo ello quite la heroicidad que supone seguir adelante en condiciones tan adversas como las que estos días les han tocado vivir. Seguramente nadie habrá pensado en la huida como posibilidad para evitar poner en riesgo su vida.</p>
<h2>Los médicos medievales</h2>
<p>Cuando estudio la actitud de los practicantes de la medicina durante las epidemias que se sucedieron en mi querida Edad Media, las cosas cambian bastante. Y no es que aquellos médicos no tuvieran una preocupación profunda por la etiqueta médica, por cómo debían comportarse con sus pacientes y familiares y amigos para llevar adelante con éxito su actividad clínica. El médico era, al fin y al cabo, un imitador de Jesucristo, el más grande de los sanadores y el modelo a seguir –continuando una larga tradición con sustento bíblico–, pero que en un mundo mercantilizado extraordinariamente había encontrado un lugar para una remuneración salarial. </p>
<p>El reconocimiento social convirtió a no pocos de estos médicos en individuos con gran prestigio, adinerados, algunos con señorío propio y vasallos. Se alimentaron con carnes suculentas y todo tipo de placeres del paladar, como cualquier otro miembro de la élite, y se vieron consumidos por la gota en su vejez (ya se sabe que una cosa es lo que se dice y otra lo que se hace). Estos médicos, que vestían con seda y tafetán para remarcar su prestancia, ¿cómo afrontaron los envites epidémicos?</p>
<h2>Médicos “retirados”</h2>
<p>A muchos le vendrá a la cabeza el <em>Decameron</em> de Boccaccio, una obra escrita en tiempos de epidemia, en un retiro campestre de familiares y amigos que así se lo podían permitir. En Valencia, el famoso <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Jaume_Roig">Jaume Roig</a>, médico al servicio del municipio, de conventos, hospitales y servidor de la reina María, esposa de Alfonso el Magnánimo (inagotable la literatura sobre este galeno, con un <a href="https://www.amazon.com/Darrere-lEspill-Apuntes-entorno-familiar-ebook/dp/B07YM27RKM">libro</a> publicado en 2019 y una tesis doctoral recientemente defendida), escribió, entre 1459-1460, una de las obras más importantes de la literatura catalana medieval: el <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espill"><em>Espill</em></a>. Lo hizo mientras se encontraba huyendo de la peste en Callosa d'en Sarrià, señorío perteneciente a su amigo Guerau Bou. </p>
<p>Hay que decir, en honor a la verdad, que hubo una circunstancia que explica, en cierta medida, su retiro: la muerte de su esposa Isabel Pellisser en julio de 1459, quién sabe si debido a la misma peste. Cuántas responsabilidades abandonadas, forzadas por distintos motivos, y conflictos propiciados por la huida de estos médicos… </p>
<h2>Contratos incumplidos por epidemia</h2>
<p>En 1431, un <a href="https://www.uv.es/uvweb/university-institute-history-medicine-science/en/publications/publications-published-ihmc/rodrigo-pertegas-archive-1285897950884.html">pleito</a> ante la corte del gobernador del Reino de Valencia enfrentó al médico Joan Vallseguer, uno de los más importantes de la ciudad, a Anglesa, la prioresa del convento de Santa María Magdalena. El motivo era la negativa a pagarle el salario que reclamaba, pues no tenían contrato firmado con él. Las monjas interrogadas afirmaron que Vallseguer las visitaba, pero porque él así lo quería. En realidad, el médico pensionado por el convento era Bernat Oliver, huido a Morella durante la anterior epidemia. </p>
<p>Como se ve, había pocos escrúpulos a la hora de abandonar una responsabilidad médica ante la acuciante necesidad de salvar la vida. De hecho, si bien en los contratos se establecía la obligatoriedad de permanecer en la villa o ciudad donde el médico estaba contratado, no había ninguna cláusula, o yo nunca la he encontrado, que hiciera alusión a qué responsabilidades tendría el sanador ante una situación epidémica; ni para municipios, ni para hospitales, ni para cualquier otra institución. </p>
<h2>Casos heroicos</h2>
<p>En el reino de Mallorca fue un esclavo llamado Nadal el que arriesgó su vida en un hospital de Ciutadella curando enfermos –hasta 80 según consta en el documento– durante la peste de 1348; sobrevivió y el monarca Pedro el Ceremonioso, a petición de las autoridades municipales, le premió permitiéndole ejercer la medicina sin licencia.</p>
<p>Seguramente debieron existir muchos pequeños decamerones, anónimos, que no han trascendido, y en ellos se vieron envueltos los médicos. Aquellos que pudieron huyeron al aislamiento de la montaña o del campo. Hace tiempo tropecé con un documento en el que un habitante de la ciudad había alquilado una alquería en la huerta de Valencia mientras durara la peste. </p>
<p>Eran tiempos de confusión y desorden. Las autoridades, formadas por patricios acaudalados y nobles, abandonaban su responsabilidad en la dirección de la <em>res publica</em>. La revuelta de las <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/German%C3%ADas">Germanías en Valencia</a> (1520-1521) tuvo entre sus causas la huida del gobierno municipal como consecuencia de una de las visitas de la peste.</p>
<p>Pero dentro de este caos y miedo hubo un grupo de médicos que resistieron y dieron sus vidas convencidos de que podían ayudar a sus pacientes buscando las causas y remedios de la enfermedad. Las <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0304418104000260">pruebas</a> las hay por toda Europa, y muy en concreto en Italia y en los reinos hispánicos. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/360806/original/file-20200930-16-h9qoif.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/360806/original/file-20200930-16-h9qoif.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/360806/original/file-20200930-16-h9qoif.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=413&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/360806/original/file-20200930-16-h9qoif.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=413&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/360806/original/file-20200930-16-h9qoif.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=413&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/360806/original/file-20200930-16-h9qoif.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=519&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/360806/original/file-20200930-16-h9qoif.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=519&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/360806/original/file-20200930-16-h9qoif.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=519&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">La Peste. Hospital del Pozo Santo de Sevilla. (Anónimo, 1649).</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:PesteSevilla.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Buenos ejemplos</h2>
<p>Un ejemplo de ello fueron la gran cantidad de tratados que se escribieron a raíz de la primera gran epidemia de 1348. El leridano Jaume d'Agramunt escribió su <a href="http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/regiment-de-preservacio-de-pestilencia-lleida-1348--0/html/"><em>Regiment de preservació de la pestilència</em></a>, no en la lengua de la ciencia y la medicina académicas, el latín, sino en catalán, para que su comprensión y uso fueran posibles, más allá del círculo de sus colegas universitarios. Además iba dedicado a las autoridades de su ciudad, que debían velar por utilizar los mecanismos para prevenir el contagio y actuar ante su llegada. Agramunt murió durante aquella terrible epidemia. También, en la villa de Morella se recogen datos de <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/0304418181900142">testamentos</a> de 1348 donde algunos practicantes de la medicina están presentes al pie de últimas voluntades.</p>
<h2>La COVID y el regreso al pasado</h2>
<p>Desbordados por la situación de la Covid-19, no pocas personas que sufrían otras enfermedades antes del inicio de la pandemia y el confinamiento han visto suspendidas sus visitas médicas, las pruebas diagnósticas a las que debían haberse sometido e incluso alguna operación quirúrgica. Para ellos y ellas, las incertidumbres son dobles; al miedo a su enfermedad se suma ahora el de un posible contagio vírico. </p>
<p>Un amigo que está sufriendo esta situación me decía que se sentía como si hubiéramos retrocedido siglos en el tiempo. Parece como si uno tuviera que conformarse con los remedios caseros que tiene más a mano, y esperar, como pueda, que el tiempo de la pandemia pase lo más rápido posible. </p>
<p>Es cierto que todas las sociedades han contado con múltiples recursos para hacer frente a la enfermedad, más allá de la medicina oficial. Uno de los grandes remedios contra las epidemias, muy usado en la Edad Media, era la <a href="https://www.journals.uchicago.edu/doi/full/10.1086/707682">oración</a>. En aquellos tiempos, los remedios del cuerpo y del alma eran inseparables. </p>
<p>Pero también es cierto que a pesar de las críticas, de antes y de ahora, tanto la sociedad medieval como la nuestra vieron en la medicina académica, en sus conocimientos y recursos, y en sus practicantes, la garantía de que su salud, el bien más preciado, estaba en las mejores manos. </p>
<hr>
<p><em>Este artículo se publicó originalmente en el libro <a href="https://sehm.es/wp-content/uploads/2020/07/Cuarenta-historias-para-una-Cuarentena.pdf"><em>Cuarenta historias para una cuarentena: reflexiones históricas sobre epidemias y salud global</em></a> de la Sociedad Española de Historia de la Medicina - <a href="https://sehm.es/">SEHM</a></em>.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/147023/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Carmel Ferragud Domingo recibe fondos de Proyecto de Investigación financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Carmel Ferragud Domingo es miembro de la ONG Algemesí Solidari. </span></em></p>En la Edad Media, ser médico equivalía a tener un estatus económico y social muy elevado. Algunos, entre salvar su vida y cumplir con su obligación, optaban por lo primero, sobre todo en épocas de epidemias.Carmel Ferragud Domingo, Profesor de Historia de la Ciencia (Instituto López Piñero, Universitat de València), Universitat de ValènciaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1463302020-09-30T18:14:18Z2020-09-30T18:14:18ZCómo evitar la discriminación por edad en la lucha contra la COVID-19<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/360618/original/file-20200929-14-1v9q6qd.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C393%2C5463%2C3243&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/close-hand-elderly-patient-intravenous-catheter-564755803">Shutterstock / Soonthorn Wongsaita</a></span></figcaption></figure><p>“Estamos valorando si llevar a su padre a la UCI. Tiene 72 años: ¿cómo es su forma de vida? ¿Tiene una vida útil? ¿Hace algo productivo?”</p>
<p>Esta fue la llamada que recibió la familia de Susana, de 40 años, cuando su padre ingresó en un hospital de la Comunidad de Madrid a mediados del mes de marzo, debido a una neumonía bilateral causada por COVID-19. Pasó más de noventa días en la UCI. Como Susana, muchos otros familiares de personas mayores enfermas han sufrido pensando si sus mayores recibirían el tratamiento médico que merecen.</p>
<p>A nivel mundial, las personas mayores son el grupo más afectado por COVID-19 tanto en morbilidad como en mortalidad. En el contexto de emergencia sanitaria, la discriminación por edad ha surgido como un posible generador de <a href="http://dx.doi.org/10.17583/rasp.2020.5408">desigualdades sociales y sanitarias</a>.</p>
<h2>Vulneración de derechos humanos</h2>
<p>En el mes de abril, la <a href="https://www.age-platform.eu/">Plataforma Europea AGE</a> alertó sobre la posible vulneración de los derechos humanos de las personas mayores. Según defiende esta plataforma, las personas mayores tienen derecho a intervenciones que les salven la vida y a recibir el más alto nivel posible de salud. <a href="https://www.age-platform.eu/publications/covid-19-and-human-rights-concerns-older-persons">La edad nunca puede ser un criterio para la clasificación médica</a> y la toma de decisiones debe basarse en las necesidades médicas, la evidencia científica y los principios éticos. </p>
<p>En el momento álgido de la pandemia, los hospitales españoles se enfrentaron a la escasez de recursos, equipos y personal. En diferentes <a href="https://www.jamda.com/article/S1525-8610(20)30284-X/fulltext">países europeos</a> y <a href="https://www.change.org/p/generalitat-de-catalunya-las-personas-mayores-tambi%C3%A9n-tienen-derecho-a-la-salud">regiones de España</a> se emitieron pautas de actuación que no siempre han cumplido con los estándares éticos y científicos internacionales. <a href="https://www.elperiodico.com/es/madrid/20200512/defensor-paciente-denuncia-ayuso-homicidios-imprudentes-residencias-ancianos-coronavirus-7958829">Estas pautas han sido denunciadas</a> por utilizar <a href="https://www.65ymas.com/salud/indignacion-criterios-edad-protocolos-comunidad-madrid-durante-covid_16196_102.html">criterios discriminatorios</a> como la edad o la discapacidad. </p>
<h2>Devaluación social</h2>
<p><a href="https://www.ohchr.org/EN/NewsEvents/Pages/DisplayNews.aspx?NewsID=25748&LangID=E">Diferentes expertos</a> han advertido de las negativas consecuencias que tiene la discriminación por edad a raíz de la epidemia de la COVID-19. Se han producido desde <a href="https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32377666/">recuentos erróneos en el número de muertes de ancianos hasta la devaluación social de las personas mayores</a>. </p>
<p>Si bien la pandemia ha llevado a los sistemas de salud al límite, planteando desafíos importantes como la asignación de recursos, es importante abordar estos retos evitando la discriminación injusta y basándose en el principio de <a href="https://www.who.int/topics/health_equity/en/">equidad en la salud</a> definido por la Organización Mundial de la Salud.</p>
<p>No obstante, bajo esta situación compleja y sin precedentes, también encontramos casos exitosos de atención sanitaria humanizada y equitativa hacia personas mayores infectadas por COVID-19 y sus familias. Estas experiencias positivas son recogidas en nuestro artículo científico, <a href="https://www.mdpi.com/2071-1050/12/17/6848"><em>How Much Is One Life Worth? The Right to Equity Healthcare for Improving Older Patients’ Health Infected by COVID-19</em></a>, seleccionado como portada del número de la revista <a href="https://www.mdpi.com/2071-1050/12/17"><em>Sustainability</em></a> en el mes de septiembre. </p>
<h2>El miedo de los pacientes mayores</h2>
<p>La discriminación percibida aumenta el sentimiento de soledad y ansiedad entre los pacientes mayores y en sus familias. Puede tener consecuencias negativas, ya que algunos pacientes mayores esperan en casa hasta que se sienten peor y pueden recibir tratamiento médico con retraso. Por el contrario, escuchar las opiniones de las personas mayores, brindar información transparente y permanente hacia ellos y sus familias contribuye a la toma de decisiones informadas que repercute en una mejora en su salud. </p>
<p>Durante la emergencia sanitaria conocimos relatos de enfermeras que se desvivieron por los pacientes mayores afectados por COVID-19, afrontando dilemas importantes y desarrollando nuevas estrategias para brindarles la mejor atención sanitaria posible. </p>
<p>En estos casos, la individualización de la atención y el cuidado fortalecen la relación de confianza entre enfermeras y pacientes. Cuando la asistencia sanitaria prestada no pudo evitar que las personas mayores fallecieran por COVID-19, en muchos hospitales, a pesar de las estrictas medidas de seguridad, se idearon soluciones para que los familiares pudieran despedirse de sus seres queridos. </p>
<h2>Evitar el aislamiento, fomentar la solidaridad</h2>
<p>Estar hospitalizado en tiempos de COVID-19 no debería llevar al aislamiento social. Al contrario, en la investigación encontramos <a href="https://www.abc.es/sociedad/abci-hospital-12-octubre-conecta-unos-300-pacientes-covid-19-familias-videollamada-202004191328_noticia.html?ref=https:%2F%2Fwww.google.com%2F">ejemplos exitosos</a> de personal hospitalario que hizo un gran esfuerzo para que los pacientes mayores pudieran estar en contacto diario con sus familias y seres queridos, con resultados muy positivos para su recuperación y bienestar emocional. </p>
<p>Los mitos y estereotipos asociados a la vejez ocultan las valiosas contribuciones sociales que las personas mayores realizan cada día. En los hospitales, durante las semanas más críticas, algunos pacientes mayores ingresados por COVID-19 ayudaron a otros pacientes vulnerables que se encontraban en peores condiciones, incluso a otros más jóvenes. Lo hicieron desde la solidaridad y con altruismo. </p>
<p>El tipo de ayuda fue diverso, desde explicar cómo protegerse y no contagiar al personal sanitario, o dar información práctica sobre el hospital o noticias sobre el exterior, hasta incluso ayudarles a contactar con sus familiares. </p>
<p>También hubo expresiones de protección compasivas hacia los más débiles física o emocionalmente: Fernando, un paciente de 70 años con neumonía bilateral, pasó cuatro días en urgencias hasta ser trasladado a una habitación. Los primeros dos días y medio estuvo sentado en un sillón, con la ropa que traía de la calle. Los dos siguientes permaneció en una cama de la sala de urgencias, con otros veinte pacientes y un solo baño. </p>
<p>Al tercer día, en la misma sala de urgencias, se percató de que otro paciente en una cama cercana se estaba muriendo. Presenció cómo los médicos y enfermeras intentaban resucitarle discretamente. A pesar del momento tan complicado, Fernando mantuvo la calma y distrajo a otra mujer mayor dándole conversación para que no se enterara de lo que estaba sucediendo.</p>
<h2>Un símbolo de esperanza</h2>
<p>En uno de los pisos centrales de un hospital madrileño las enfermeras construyeron un mural gigante de corazones con los nombres de los pacientes que superaron COVID-19. Este mural es un gesto de homenaje y esperanza para la comunidad hospitalaria y para la sociedad. </p>
<p>En los momentos más críticos y aterradores de la pandemia, surgieron muchos ejemplos positivos y esperanzadores de solidaridad y cuidado hacia las personas mayores. Estas experiencias positivas nos enseñan que es posible combatir la pandemia y procurar la mejor atención sanitaria de equidad sin dejar a nadie atrás.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/146330/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>En los peores momentos de la pandemia, hizo falta tomar decisiones drásticas y dolorosas. Que la edad del paciente sea un factor determinante en estas decisiones es peligroso y discriminatorio.Diana Valero Errazu, Ayudante Doctor, Universidad NebrijaGuiomar Merodio Alonso, PDI Departamento de Educación, Universidad NebrijaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1439572020-08-10T17:59:35Z2020-08-10T17:59:35Z¿El coronavirus permanece en el cuerpo? Lo que sabemos sobre cómo los virus subsisten en el cerebro y los testículos<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/351173/original/file-20200804-18-92vi4r.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=9%2C1%2C785%2C446&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">¿Existen áreas del cuerpo donde el SARS-CoV-2 pueda esconderse del sistema inmunitario?</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/photo/virus-background-royalty-free-image/1212601928?adppopup=true">fotograzia / Getty Images</a></span></figcaption></figure><p>Mientras <a href="https://www.nytimes.com/interactive/2020/us/coronavirus-us-cases.html">millones de personas</a> se recuperan de la COVID-19, queda una pregunta sin responder: ¿el virus puede “ocultarse” en pacientes aparentemente recuperados? Si es así, ¿podría eso explicar algunos de los síntomas persistentes de la COVID-19 o presentar un riesgo de transmisión de la infección a otras personas, incluso después de la recuperación?</p>
<p><a href="https://uvahealth.com/findadoctor/profile/william-petri#About">Como médico y científico especializado en enfermedades infecciosas</a> de la Universidad de Virginia, donde atiendo a pacientes con infecciones y realizo investigaciones sobre la COVID-19, analizaré brevemente lo que se conoce hasta el momento sobre la <a href="https://theconversation.com/what-doctors-know-about-lingering-symptoms-of-coronavirus-141029">forma crónica o persistente de la COVID-19</a>.</p>
<h2>¿Qué es una infección viral crónica o persistente?</h2>
<p>Una infección crónica o persistente se mantiene durante meses o incluso años. Durante ese tiempo el virus se produce continuamente, aunque en muchos casos a niveles bajos. Esas infecciones suelen producirse en lo que se denomina sitios inmunológicamente privilegiados.</p>
<h2>¿Qué es un sitio inmunológicamente privilegiado?</h2>
<p>Existen algunas áreas del cuerpo menos accesibles para el sistema inmune donde es difícil erradicar todas las infecciones virales. El sistema nervioso central, los testículos y los ojos son algunas de esas áreas. Se cree que tener sitios inmunológicamente privilegiados brinda una <a href="https://europepmc.org/article/med/8769158">ventaja evolutiva</a> ya que protege órganos como el cerebro, por ejemplo, de los daños que provoca la inflamación que se produce cuando el sistema inmunitario combate una infección.</p>
<p>Un sitio inmunológicamente privilegiado no solo es de difícil acceso para el sistema inmunitario, sino que también limita las proteínas que aumentan la inflamación. La explicación es simple: aunque la inflamación ayuda a matar a los patógenos, también puede dañar órganos más sensibles como los ojos, el cerebro o los testículos. El resultado es una tregua incómoda donde <a href="http://doi.org/10.3389/fimmu.2012.00296">se limita la inflamación, pero la infección se mantiene</a>.</p>
<h2>Una infección latente versus una infección viral persistente</h2>
<p>Existe otra manera en la que un virus puede esconderse en el cuerpo y resurgir más tarde.</p>
<p>Una infección viral latente ocurre cuando el virus está presente dentro de una célula infectada, pero en estado latente, por lo que no se multiplica. El virus latente tiene todo el genoma viral, de modo que puede producir un virus infeccioso si la latencia termina y se activa la infección. El virus latente puede integrarse en el genoma humano, como hace el VIH, por ejemplo, o vivir en el núcleo como una pieza de ADN autorreplicante llamada episoma.</p>
<p>Un virus latente puede reactivarse y producir virus infecciosos, algo que puede ocurrir meses o incluso décadas después de la infección inicial. Quizá el mejor ejemplo sea la <a href="https://www.cdc.gov/chickenpox/index.html">varicela</a> pues aunque parezca que el sistema inmunitario la erradicó, <a href="http://doi.org/10.3390/pathogens6030028">puede reactivarse y causar herpes zóster</a> décadas después. Afortunadamente, ahora la varicela y el zóster se pueden prevenir mediante la vacunación. Sin embargo, contraer un virus capaz de producir una infección latente implica estar infectado por el resto de la vida.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/350235/original/file-20200729-29-15izk4d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/350235/original/file-20200729-29-15izk4d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=429&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/350235/original/file-20200729-29-15izk4d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=429&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/350235/original/file-20200729-29-15izk4d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=429&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/350235/original/file-20200729-29-15izk4d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=540&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/350235/original/file-20200729-29-15izk4d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=540&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/350235/original/file-20200729-29-15izk4d.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=540&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">La infección latente (a la izquierda) se produce cuando una célula está infectada y el virus ha insertado su código genético en nuestro ADN humano. El sistema inmunitario no puede detectar esa célula como infectada. Una infección por VIH puede pasar de latente a activa si la célula infectada comienza a producir nuevos virus.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/illustration/latent-and-active-hiv-infection-royalty-free-illustration/509422191?adppopup=true">ttsz / Getty Images</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>¿Cómo se convierte un virus en una infección latente?</h2>
<p>Los virus del herpes son, con gran diferencia, las infecciones virales más comunes que entran en estado latente.</p>
<p>Se trata de una gran familia de virus cuyo material genético, o genoma, está codificado por el ADN, no por el ARN como el nuevo coronavirus. Los virus del herpes no solo incluyen los <a href="https://www.cdc.gov/std/herpes/stdfact-herpes.htm">virus del herpes simple 1 y 2</a> que causan herpes oral y genital, sino también la <a href="https://www.cdc.gov/chickenpox/index.html">varicela</a>. Otros virus del herpes, como el virus de Epstein Barr, que causa la mononucleosis y el <a href="https://www.cdc.gov/cmv/">citomegalovirus</a>, un problema particular en personas inmunodeficientes, también pueden resurgir tras un periodo de latencia.</p>
<p>Los <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK19382/">retrovirus</a> son otra familia común de virus que entran en estado de latencia, pero mediante un mecanismo diferente al de los virus del herpes. Los retrovirus como el VIH, que causa el SIDA, pueden insertar una copia de su genoma en nuestro ADN, que forma parte del genoma humano. Así el virus puede vivir indefinidamente en estado latente en el humano infectado, ya que su <a href="http://doi.org/10.1021/acs.chemrev.6b00125">genoma se copia cada vez que se replica el ADN y se divide una célula</a>.</p>
<p>Al sistema inmunitario le resulta muy difícil o prácticamente imposible erradicar los virus latentes en las personas. Esto se debe a que durante el estado de latencia en la célula infectada no se produce o se produce muy poca proteína viral, lo que hace que la infección sea invisible para el sistema inmunitario. Por suerte, los <a href="http://doi.org/10.1007/978-1-4939-2438-7_1">coronavirus no provocan infecciones latentes</a>.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/349989/original/file-20200728-13-o29jp6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/349989/original/file-20200728-13-o29jp6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/349989/original/file-20200728-13-o29jp6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/349989/original/file-20200728-13-o29jp6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/349989/original/file-20200728-13-o29jp6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/349989/original/file-20200728-13-o29jp6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/349989/original/file-20200728-13-o29jp6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">¿Es seguro mantener relaciones sexuales con un hombre que se ha recuperado de la COVID-19?</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/photo/couple-kissing-in-bed-in-medical-mask-family-royalty-free-image/1249152242?adppopup=true">Andrey Zhuravlev / Getty Images</a></span>
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<h2>¿Podría contraer SARS-CoV-2 de una pareja sexual masculina que se ha recuperado de la COVID-19?</h2>
<p>Un estudio pequeño <a href="http://doi.org/10.1001/jamanetworkopen.2020.8292">detectó el nuevo coronavirus en el semen</a> de una cuarta parte de los pacientes durante la infección activa y en poco menos del 10% de los pacientes que aparentemente se habían recuperado. Lo que se detectó en dicha investigación fue el ARN viral, pero todavía no se sabe si ese ARN en el semen pertenece a un virus muerto o que sigue siendo infeccioso. Tampoco se sabe si el virus vivo se puede transmitir sexualmente. Todavía hay muchas preguntas importantes sin respuesta.</p>
<p>El ébola es un virus muy diferente del SARS-C0V-2, pero sirve como ejemplo de persistencia viral en sitios inmunológicamente privilegiados. En algunas personas, el virus del ébola sobrevive en sitios inmunológicamente privilegiados durante meses después de la resolución de la enfermedad aguda. Se ha documentado que los sobrevivientes del ébola sufren infecciones persistentes en los testículos, ojos, placenta y en el sistema nervioso central.</p>
<p>De hecho, la <a href="https://www.who.int/reproductivehealth/topics/rtis/ebola-virus-semen/en/">OMS recomienda que los sobrevivientes del ébola se realicen un análisis de semen para detectar el virus cada tres meses</a>. También sugiere que las parejas se abstengan de mantener relaciones sexuales durante 12 meses después de la recuperación o hasta que el semen dé negativo para el ébola dos veces. Como señalé anteriormente, necesitamos aprender más sobre las nuevas infecciones persistentes por coronavirus antes de brindar recomendaciones similares.</p>
<h2>¿Los síntomas continuos tras la COVID-19 podrían deberse a la persistencia viral?</h2>
<p>En muchas personas la <a href="http://doi.org/10.1001/jama.2020.12603">recuperación de la COVID-19 se retrasa o es incompleta</a>, con síntomas que incluyen tos, falta de aliento y fatiga. Parece poco probable que esos síntomas constitucionales se deban a la persistencia viral, ya que los síntomas no provienen de sitios inmunológicamente privilegiados.</p>
<h2>¿Dónde más podría persistir el nuevo coronavirus tras la recuperación de la COVID-19?</h2>
<p>Otros sitios donde se ha detectado el coronavirus incluyen la placenta, los intestinos, la sangre y, por supuesto, el tracto respiratorio. En las mujeres que enferman de COVID-19 durante el embarazo, la <a href="https://doi.org/10.1093/ajcp/aqaa089">placenta desarrolla defectos en los vasos sanguíneos que irrigan la placenta</a>. Sin embargo, todavía no se conocen las implicaciones de estos defectos en la salud fetal.</p>
<p>El nuevo coronavirus <a href="https://doi.org/10.1038/s41467-020-17436-6">también puede infectar al feto a través de la placenta</a>. Por último, el nuevo coronavirus también está presente en la sangre, la <a href="https://doi.org/10.3201/eid2608.201097">cavidad nasal y el paladar por un mes</a> o más después de la infección.</p>
<p>La creciente evidencia sugiere que el SARS-CoV-2 puede infectar sitios inmunológicamente privilegiados y, a partir de ahí, provocar infecciones crónicas persistentes, pero no latentes. Es demasiado pronto para saber en qué medida esas infecciones persistentes afectan la salud de una persona como la madre embarazada, por ejemplo, o en qué medida contribuyen a la propagación de la COVID-19.</p>
<p>Al igual que muchas otras cosas sobre la pandemia, lo que no sabemos hoy, lo descubriremos mañana, así que mantente al tanto y ten cuidado para que no contraigas la infección o, peor aún, contagies a otra persona.</p>
<p><em>Este artículo fue traducido por <a href="https://es-us.vida-estilo.yahoo.com/el-coronavirus-permanece-en-el-cuerpo-lo-que-sabemos-sobre-como-los-virus-subsisten-en-el-cerebro-y-los-testiculos-080833139.html">Yahoo!</a></em></p><img src="https://counter.theconversation.com/content/143957/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>William Petri recibe apoyo del NIH and la Fundación Gates.
</span></em></p>Una infección crónica o persistente se mantiene durante meses o incluso años, típicamente escondida en áreas del cuerpo poco accesibles para el sistema inmune.William Petri, Professor of Medicine, University of VirginiaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1433912020-08-07T14:38:43Z2020-08-07T14:38:43ZControversias en la investigación del coronavirus muestran que la ciencia está funcionando como debería<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/349398/original/file-20200724-27-eulrw6.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=26%2C37%2C3543%2C2334&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Un paper de alto perfil sobre los riesgos del medicamento antimalárico hidroxicloriquina fue retirado en junio.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="http://www.apimages.com/metadata/Index/Virus-Outbreak-Malaria-Drug-States/195f1b7599b54c8abc2d3cf2da592672/67/0">AP Photo/John Locher,</a></span></figcaption></figure><p>Varios artículos de alto perfil sobre la investigación de COVID-19 han sido criticados por personas de la comunidad científica en los últimas meses. </p>
<p>Dos artículos que abordan la seguridad de ciertos medicamentos cuando son tomados por pacientes con COVID-19 fueron <a href="https://www.nytimes.com/2020/06/04/health/coronavirus-hydroxychloroquine.html">retirados</a>, y los investigadores están pidiendo la retracción de un tercer artículo que evaluó los comportamientos que <a href="https://metrics.stanford.edu/PNAS%20retraction%20request%20LoE%20061820">mitigan la transmisión del coronavirus</a>.</p>
<p>Algunas personas ven las marchas atrás como <a href="https://www.wsj.com/articles/the-lancets-politicized-science-on-antimalarial-drugs-11591053222?cx_testId=3&cx_testVariant=cx_4&cx_artPos=0#cxrecs_s">una acusación del proceso científico</a>. Ciertamente, la anulación de estos documentos es una mala noticia, y hay mucha culpa para todos.</p>
<p>Pero a pesar de estos reveses a corto plazo, el escrutinio y la posterior corrección de los documentos muestran que la ciencia está funcionando. Informar sobre la pandemia está permitiendo que la gente vea, muchos por primera vez, el desordenado negocio del progreso científico.</p>
<h2>Respuesta rápida a la investigación defectuosa</h2>
<p>En mayo, se publicaron dos documentos sobre la seguridad de ciertos medicamentos para pacientes con COVID-19. El primero, publicado en el New England Journal of Medicine, afirmó que un medicamento para el corazón en particular <a href="http://doi.org/10.1056/NEJMoa2007621">era de hecho seguro para los pacientes con COVID-19</a>, a pesar de las preocupaciones anteriores. El segundo, publicado en The Lancet, afirmaba que el medicamento antipalúdico <a href="https://doi.org/10.1016/S0140-6736(20)31180-6">hidroxicloroquina aumentaba el riesgo de muerte</a> cuando se usaba para tratar COVID-19.</p>
<p>El artículo de The Lancet hizo que la Organización Mundial de la Salud <a href="https://www.who.int/dg/speeches/detail/who-director-general-s-opening-remarks-at-the-media-briefing-on-covid-19---25-may-2020">suspendiera brevemente los estudios que investigaban la hidroxicloroquina</a> para el tratamiento con COVID-19.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/345113/original/file-20200701-159824-g2k6ku.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/345113/original/file-20200701-159824-g2k6ku.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/345113/original/file-20200701-159824-g2k6ku.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=806&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/345113/original/file-20200701-159824-g2k6ku.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=806&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/345113/original/file-20200701-159824-g2k6ku.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=806&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/345113/original/file-20200701-159824-g2k6ku.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1012&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/345113/original/file-20200701-159824-g2k6ku.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1012&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/345113/original/file-20200701-159824-g2k6ku.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1012&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Una retracción es el retiro de un artículo publicado porque los datos que subyacen a las principales conclusiones del trabajo tienen serias fallas.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.thelancet.com/pdfs/journals/lancet/PIIS0140-6736(20)31180-6.pdf">The Lancet/Mandeep R Mehra, Sapan S Desai, Frank Ruschitzka, Amit N Patel</a></span>
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<p>En cuestión de días, más de 200 científicos firmaron <a href="https://doi.org/10.5281/zenodo.3871094">una carta abierta</a> altamente crítica del artículo, señalando que algunos de los resultados eran simplemente inverosímiles. La base de datos proporcionada por la pequeña empresa Surgisphere, cuyo sitio web ya no es accesible, no estuvo disponible durante la revisión por pares del documento o para los científicos y el público después, lo que impidió que cualquiera evaluara los datos. Finalmente, la carta sugería que era poco probable que esta compañía pudiera obtener los registros del hospital que supuestamente estaban en la base de datos cuando nadie más tenía acceso a esta información.</p>
<p>A principios de junio, los artículos de <a href="https://doi.org/10.1016/S0140-6736(20)31324-6">The Lancet</a> y <a href="https://doi.org/10.1056/NEJMc2021225">The New England Journal of Medicine</a> fueron retirados, citando preocupaciones sobre la integridad de la base de datos que los investigadores utilizaron en los estudios. Una retracción es el retiro de un artículo publicado porque los datos que subyacen a las principales conclusiones del trabajo tienen serias fallas. Estas fallas a veces, pero no siempre, se deben a una mala conducta científica intencional.</p>
<p>La urgencia de encontrar soluciones a la pandemia de COVID-19 ciertamente contribuyó a la publicación de ciencia <a href="https://theconversation.com/coronavirus-research-done-too-fast-is-testing-publishing-safeguards-bad-science-is-getting-through-134653">descuidada y posiblemente fraudulenta</a>. Las medidas de control de calidad que minimizan la publicación de malas ciencias fallaron miserablemente en estos casos.</p>
<h2>Imperfecto e iterativo</h2>
<p>La retracción del documento de hidroxicloroquina en particular atrajo la atención inmediata no solo porque colocó a la ciencia en una mala situación, sino también porque <a href="https://www.forbes.com/sites/andrewsolender/2020/05/22/all-the-times-trump-promoted-hydroxychloroquine/#20668b474643">el presidente Trump había promocionado el medicamento</a> como un tratamiento efectivo para COVID-19 a pesar de la falta de pruebas contundentes.</p>
<p>Las respuestas en los medios fueron duras. El periódico The New York Times declaró que “<a href="https://www.nytimes.com/2020/06/14/health/virus-journals.html?searchResultPosition=1">la pandemia reclama nuevas víctimas: prestigiosas revistas médicas</a>”. El Wall Street Journal acusó a The Lancet de “<a href="https://www.wsj.com/articles/the-lancets-politicized-science-on-antimalarial-drugs-11591053222?mod=searchresults&page=1&pos=9">ciencia politizada</a>”, y el Los Angeles Times afirmó que los documentos retirados “<a href="https://www.latimes.com/business/story/2020-06-08/coronavirus-retracted-paper">contaminaron la investigación mundial de coronavirus</a>”.</p>
<p>Estos titulares pueden tener mérito, pero también se necesita perspectiva. <a href="https://doi.org/10.1126/science.aav8384">Las retracciones son raras</a>, solo se retira alrededor del 0,04% de los trabajos publicados, pero el escrutinio, la actualización y la corrección son comunes. Así es como se supone que debe funcionar la ciencia, y está sucediendo en todas las áreas de investigación relacionadas con el SARS-CoV-2.</p>
<p>Los médicos han aprendido que la enfermedad se <a href="https://doi.org/10.1126/science.abc3208">dirige a numerosos órganos</a>, no solo a los pulmones, como se pensó inicialmente. Los científicos aún están trabajando para comprender si los pacientes con COVID-19 <a href="https://doi.org/10.1038/s41591-020-0897-1">desarrollan inmunidad</a> a la enfermedad. Y para cerrar el caso de la hidroxicloroquina, <a href="https://doi.org/doi:10.1126/science.abd2496">tres nuevos estudios grandes</a> publicados después de la retracción de The Lancet indican que el medicamento es efectivamente ineficaz para prevenir o tratar el COVID-19.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/345366/original/file-20200702-111318-a1ncb4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/345366/original/file-20200702-111318-a1ncb4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/345366/original/file-20200702-111318-a1ncb4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=874&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/345366/original/file-20200702-111318-a1ncb4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=874&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/345366/original/file-20200702-111318-a1ncb4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=874&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/345366/original/file-20200702-111318-a1ncb4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1098&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/345366/original/file-20200702-111318-a1ncb4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1098&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/345366/original/file-20200702-111318-a1ncb4.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1098&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Antes de que se publique un documento, se somete a una revisión por parte de expertos en el campo que recomiendan al editor de la revista si debe aceptarse. Pero el escrutinio público es una parte importante del proceso científico también.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Nature_cover,_November_4,_1869.jpg">Public Domain</a></span>
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<h2>La ciencia se autocorrige</h2>
<p>Antes de que se publique un documento, se somete a una revisión por parte de expertos en el campo que recomiendan al editor de la revista si debe aceptarse para publicación, rechazarse o reconsiderarse después de la modificación. La reputación de la revista depende de la revisión por pares de alta calidad, y una vez que se publica un artículo, es de dominio público, donde luego puede ser evaluado y juzgado por otros científicos.</p>
<p>La publicación de los artículos de The Lancet y The New England Journal of Medicine fracasó a nivel de revisión por pares. Pero el escrutinio de la comunidad científica, probablemente impulsado por la atención pública sobre la investigación del coronavirus, detectó los errores en un tiempo récord.</p>
<p>El artículo de hidroxicloroquina publicado en The Lancet fue retirado solo 13 días después de su publicación. Por el contrario, The Lancet tardó 12 años en retractarse del artículo fraudulento que afirmaba que <a href="https://doi.org/10.1016/S0140-6736(97)11096-0">las vacunas causan autismo</a>.</p>
<p>Todavía no se sabe si estos documentos involucraron mala conducta científica deliberada, pero los errores y las correcciones son comunes, incluso para los mejores científicos. Por ejemplo, <a href="https://www.nobelprize.org/prizes/chemistry/1954/pauling/facts/">Linus Pauling</a>, quien ganó el Premio Nobel por descubrir la estructura de las proteínas, más tarde publicó <a href="https://doi.org/10.1073/pnas.39.2.84">una estructura incorrecta del ADN</a>. Posteriormente fue corregido por <a href="https://doi.org/10.1038/171737a0">Watson y Crick</a>. Los errores y las correcciones son un sello distintivo del progreso, no del juego sucio.</p>
<p>Es importante destacar que estos errores fueron expuestos por otros científicos. No fueron descubiertos por algún cuerpo policial o grupo de vigilancia.</p>
<p>Este ir y venir entre académicos es fundamental para la ciencia. No hay razón para creer que los científicos sean más virtuosos que nadie. Más bien, los rasgos humanos mundanos de curiosidad, competitividad, interés propio y reputación entran en juego antes y después de la publicación, lo que permite que la ciencia se regule a sí misma. Un modelo basado en evidencia robusta emerge mientras que el más débil es abandonado.</p>
<h2>Viviendo con incertidumbre</h2>
<p>Desde las clases de secundaria y los libros de texto, la ciencia parece un conjunto de hechos y principios bien conocidos que son directos e incontrovertibles. Estas fuentes ven la ciencia en retrospectiva y a menudo hacen que los descubrimientos parezcan inevitables, incluso aburridos.</p>
<p>En realidad, los científicos aprenden sobre la marcha. La incertidumbre es inherente al camino del descubrimiento, y el éxito no está garantizado. <a href="https://doi.org/10.1093/biostatistics/kxx069">Solo el 14% de los medicamentos y las terapias</a> que pasan por ensayos clínicos en humanos finalmente obtienen la aprobación de la FDA, la agencia sanitaria de Estados Unidos, con una tasa de éxito de menos del 4% para los medicamentos contra el cáncer.</p>
<p>El proceso de la ciencia generalmente tiene lugar por debajo del radar de la conciencia pública, por lo que esta incertidumbre generalmente no está a la vista. Sin embargo, en Estados Unidos y alrededor del mundo, las personas están <a href="https://www.journalism.org/2020/04/29/1-americans-are-turning-to-media-government-and-others-for-covid-19-news/">prestando mucha atención</a> a la pandemia de COVID-19, y muchos están, por primera vez, viendo la salchicha mientras se hace.</p>
<p>Aunque las retracciones recientes pueden no ser apetitosas, la ciencia médica ha tenido mucho éxito a largo plazo. La viruela ha sido erradicada, las infecciones se tratan con antibióticos en lugar de amputación y el tratamiento del dolor durante la cirugía ha avanzado mucho más allá de morder un palo.</p>
<p>El sistema no es en absoluto perfecto, pero es bastante bueno.</p>
<p><em>Este artículo fue traducido por <a href="https://www.infobae.com/">Infobae</a>.</em></p><img src="https://counter.theconversation.com/content/143391/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Mark R. O'Brian recibe apoyo del National Institutes of Health.</span></em></p>La urgencia de encontrar soluciones a la pandemia de COVID-19 aumenta la posibilidad de investigación descuidada. Pero el escrutinio y la posterior corrección muestran que la ciencia está funcionando.Mark R. O'Brian, Professor and Chair of Biochemistry, Jacobs School of Medicine and Biomedical Sciences, University at BuffaloLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1433952020-08-03T14:49:15Z2020-08-03T14:49:15Z¿Qué medicamentos y tratamientos se ha demostrado que funcionan y cuáles no para la COVID-19?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/349401/original/file-20200724-33-1saumyp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=10%2C10%2C6699%2C4456&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Poco a poco vamos descubriendo qué medicamentos y tratamientos son efectivos contra el nuevo coronavirus.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/photo/china-wuhan-smartphone-with-aliepress-logo-with-royalty-free-image/1203497795?adppopup=true&uiloc=thumbnail_similar_images_adp">Anton Petrus / Getty Images</a></span></figcaption></figure><p><a href="https://uvahealth.com/findadoctor/profile/william-petri">Soy médico y científico</a> en la Universidad de Virginia. Me preocupo por los pacientes y realizo investigaciones para encontrar formas mejores de diagnosticar y tratar las enfermedades infecciosas, incluida la COVID-19. Me gustaría compartir lo que se sabe sobre los tratamientos que funcionan y los que no han dado buenos resultados para combatir esta nueva infección por coronavirus.</p>
<p>Hay que tener en cuenta que este campo de la medicina está evolucionando rápidamente a medida que comprendemos mejor cómo actúa el virus SARS-CoV-2. Por tanto, lo que estoy escribiendo hoy podría cambiar en cuestión de días o semanas.</p>
<p>A continuación, podrás encontrar los tratamientos que se han probado y conocemos mejor.</p>
<h2>Hidroxicloroquina o cloroquina: no hay evidencia de que funcionen</h2>
<p>Hay <a href="http://doi.org/10.1126/science.abd2496">tres ensayos controlados aleatorizados</a> sobre la hidroxicloroquina, pero ninguno de ellos ha podido probar o refutar un efecto beneficioso o perjudicial sobre el curso clínico de la COVID-19 o la eliminación del virus. Dada la falta actual de evidencia, estos medicamentos, que normalmente se usan para tratar la artritis, <a href="https://www.idsociety.org/practice-guideline/covid-19-guideline-treatment-and-management/#toc-5">solo deben administrarse en un contexto de ensayo clínico controlado</a>.</p>
<h2>Lopinavir / ritonavir: no es útil</h2>
<p>El medicamento lopinavir es un inhibidor de una enzima llamada proteasa VIH que participa en la producción de partículas virales. Los inhibidores de la proteasa para el VIH fueron revolucionarios y mejoraron nuestra capacidad actual para tratar de manera eficaz este virus. El lopinavir también puede inhibir enzimas que realizan funciones similares a la proteasa VIH en los <a href="https://www.niaid.nih.gov/diseases-conditions/covid-19">coronavirus SARS y MERS</a>. El ritonavir aumenta el nivel de lopinavir en sangre, por lo que en un ensayo clínico controlado aleatorizado para la COVID-19 se probó la combinación de lopinavir y ritonavir.</p>
<p>Por desgracia, no se apreció un impacto en los niveles de virus en la garganta ni en la duración de la eliminación del virus, ni cambió el curso clínico o la supervivencia de los pacientes. Por tanto, <a href="http://doi.org/10.1056/NEJMoa2001282">no hay espacio para el lopinavir/ritonavir en el tratamiento de la COVID-19</a>.</p>
<h2>Esteroides: sí, para casi todos los pacientes con COVID-19</h2>
<p>Cuando se administró una hormona esteroide sintética llamada dexametasona a pacientes con COVID-19, el fármaco disminuyó la <a href="https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2020.06.22.20137273v1">mortalidad a los 28 días en un 17% y aceleró el alta hospitalaria</a>.</p>
<p>Este trabajo se realizó en un <a href="http://www.ox.ac.uk/news/2020-06-16-low-cost-dexamethasone-reduces-death-one-third-hospitalised-patients-severe">ensayo clínico controlado aleatorizado</a> en más de 6.000 pacientes y, aunque no se repitió en otro estudio y todavía no ha sido revisado por pares, no cabe duda de que aporta evidencia suficiente para recomendar su uso.</p>
<h2>Tocilizumab: demasiado pronto para juzgar</h2>
<p>El tocilizumab es un <a href="https://theconversation.com/antibody-injections-could-fight-covid-19-infections-an-infectious-disease-expert-explains-the-prospects-139444">anticuerpo</a> que bloquea una proteína, llamada receptor de IL-6, para que no se una a la IL-6 y desencadene inflamación. Los niveles de IL-6 son más altos en muchos pacientes con COVID-19 y el sistema inmunitario en general parece estar hiperactivado en quienes presentan cuadros más graves. Esto ha hecho que muchos médicos piensen que inhibir el receptor de IL-6 podría proteger a los pacientes de desarrollar una enfermedad grave.</p>
<p>En la actualidad, la agencia sanitaria del gobierno de Estados Unidos aprobó el tocilizumab para el tratamiento de la artritis reumatoide y otras enfermedades vasculares del colágeno y para la “<a href="https://theconversation.com/blocking-the-deadly-cytokine-storm-is-a-vital-weapon-for-treating-covid-19-137690">tormenta de citoquinas</a>”, una reacción exagerada y dañina del sistema inmunitario que puede estar causada por ciertos tipos de terapia contra el cáncer y la COVID-19.</p>
<p>Un <a href="https://doi.org/10.1016/S2665-9913(20)30173-9">estudio observacional retrospectivo</a> descubrió que los pacientes con COVID-19 tratados con tocilizumab tenían un menor riesgo de necesitar ventilación mecánica y morir. Pero carecemos de un ensayo clínico controlado aleatorizado, por lo que no hay forma de determinar si esa mejora aparente se debió al tocilizumab o a la naturaleza imprecisa de los estudios retrospectivos.</p>
<h2>Plasma de convalecientes: demasiado pronto para juzgar</h2>
<p>El plasma de personas convalecientes, el líquido derivado de la sangre después de eliminar los glóbulos blancos y rojos, contiene anticuerpos de infecciones previas que tuvo el donante de plasma. Este plasma se ha utilizado para prevenir enfermedades infecciosas como la neumonía, tétanos, difteria, paperas y varicela durante más de un siglo. Se cree que beneficia a los pacientes porque los anticuerpos del plasma de los sobrevivientes se unen e inactivan los patógenos o sus toxinas en los pacientes. El plasma de los convalecientes ya se ha utilizado en miles de pacientes con COVID-19.</p>
<p>Sin embargo, el único ensayo clínico aleatorizado ha sido pequeño e incluyó solo 103 pacientes que recibieron plasma convaleciente 14 días después de enfermarse. <a href="http://doi.org/10.1001/jama.2020.10044">No hubo diferencias en el tiempo de mejoría clínica o la mortalidad</a> entre quienes recibieron el tratamiento y los que no. La noticia alentadora fue que se produjo una disminución significativa en los niveles de virus detectados por PCR.</p>
<p>Por lo tanto, es demasiado pronto como para saber si será beneficioso y es necesario realizar ensayos clínicos controlados.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/344915/original/file-20200630-103636-1os1g3t.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/344915/original/file-20200630-103636-1os1g3t.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/344915/original/file-20200630-103636-1os1g3t.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/344915/original/file-20200630-103636-1os1g3t.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/344915/original/file-20200630-103636-1os1g3t.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/344915/original/file-20200630-103636-1os1g3t.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/344915/original/file-20200630-103636-1os1g3t.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Una enfermera recolecta plasma de un paciente que se recuperó de la COVID-19 para facilitar la curación de otros pacientes con COVID-19 en Indonesia.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/nurse-were-conducting-the-process-of-taking-a-plasma-news-photo/1223515838?adppopup=true&uiloc=thumbnail_more_search_results_adp">Budiono,/ Sijori images/Barcroft Media via Getty Images</a></span>
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</figure>
<h2>Remdesivir: sí, disminuye la estancia hospitalaria</h2>
<p>El <a href="https://theconversation.com/remdesivir-explained-what-makes-this-drug-work-against-viruses-137751">remdesivir es un medicamento que inhibe la enzima del coronavirus</a> que hace copias del genoma viral de ARN. Actúa provocando una detención prematura o terminación de la copia y, en última instancia, bloqueando la replicación del virus.</p>
<p>El tratamiento con remdesivir, sobre todo para los pacientes que requirieron oxígeno suplementario antes de usar la ventilación mecánica, <a href="http://doi.org/10.1056/NEJMoa2007764">redujo la mortalidad y acortó el tiempo de recuperación</a> promedio de 15 a 11 días.</p>
<h2>Inhibidores de la ECA y BRA: sigue tomándolos</h2>
<p>Existía la preocupación de que los medicamentos llamados <a href="https://www.webmd.com/heart-disease/guide/medicine-ace-inhibitors#:%7E:text=Angiotensin%2Dconverting%20enzyme%20(ACE),to%20lower%20your%20heart's%20workload.">inhibidores de la ECA</a> o bloqueadores de los receptores de angiotensina (BRA), que se usan para tratar la presión arterial alta y la insuficiencia cardíaca, aumentaran los niveles de las proteínas ACE2, el receptor <a href="https://theconversation.com/what-is-the-ace2-receptor-how-is-it-connected-to-coronavirus-and-why-might-it-be-key-to-treating-covid-19-the-experts-explain-136928">del SARS-CoV-2</a> en la superficie de las células del cuerpo. Según los médicos, esto aumentaría los puntos de entrada para que el virus infectara las células y, por lo tanto, agravaría las nuevas infecciones por coronavirus.</p>
<p>Sin embargo, no hay evidencia de que eso ocurra. La Asociación Estadounidense del Corazón, la Sociedad Estadounidense de Insuficiencia Cardíaca y el Colegio Estadounidense de Cardiología recomiendan que los pacientes sigan tomando estos medicamentos durante la pandemia ya que son <a href="https://www.acc.org/latest-in-cardiology/articles/2020/03/17/08/59/hfsa-acc-aha-statement-addresses-concerns-re-using-raas-antagonists-in-covid-19">beneficiosos en el tratamiento de la hipertensión arterial y la insuficiencia cardíaca</a>.</p>
<p>Hemos logrado un progreso sorprendente en el tratamiento de la COVID-19. Ya se ha demostrado que dos terapias, los esteroides y el remdesivir ayudan. Quienes se benefician de estos tratamientos deben agradecer a los pacientes que se ofrecieron como voluntarios para participar en ensayos clínicos controlados y a los médicos y las compañías farmacéuticas que los llevan a cabo.</p>
<p><em>Este artículo fue traducido por <a href="https://es-us.noticias.yahoo.com/que-medicamentos-y-tratamientos-se-ha-demostrado-que-funcionan-y-cuales-no-para-la-covid-19-145328343.html">Yahoo!</a>.</em></p><img src="https://counter.theconversation.com/content/143395/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>William Petri receives funding from the NIH and the Gates Foundation.
</span></em></p>La medicina está evolucionando rápidamente a medida que comprendemos mejor cómo actúa el virus SARS-CoV-2. Ya se están probando decenas de drogas que puedan ayudar a los pacientes con COVID-19.William Petri, Professor of Medicine, University of VirginiaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.