En el Día Mundial de la Libertad de Prensa no solo recordamos el reciente asesinato de dos periodista españoles en Burkina Faso, David Beriain y Roberto Fraile, también ponemos de manifiesto la desinformación sufrida durante 2020 y las dificultades con las que, con el pretexto de la pandemia, han trabajado muchos informadores .
Reforzar la producción profesional de noticias garantizando la viabilidad económica de las empresas que las producen es una pieza clave para combatir la desinformación.
La actual crisis provocada por la covid-19 debe ser una oportunidad para avanzar hacia un nuevo orden mundial más complejo, rico y justo. Lo que sigue es una hoja de ruta para identificar algunos de los aprendizajes de la crisis.
La manipulación en la difusión de información o la utilización de datos y argumentos tendenciosos ha alcanzado grandes dimensiones durante la pandemia. Aquí le ofrecemos algunos consejos para discernir entre una noticia fiable y una falsa.
La hegemonía del subjetivismo cultural, que tiene en Donald Trump uno de sus grandes paradigmas, es la base de la nueva autocracia digital que desde la autoridad emocional desprecia el conocimiento científico e intelectual.
Un estudio internacional auspiciado por la UNESCO acaba de revelar que tres de cada cuatro mujeres periodistas han sufrido acoso en el entorno digital por su trabajo y en un 20% de casos ese hostigamiento se ha traducido en violencia física.
Como servicio al público, capaz de contribuir a la formación de audiencias críticas y bien informadas, el periodismo puede jugar un papel fundamental en el diálogo entre ciencia, política y sociedad para contrarrestar los efectos nocivos de la desinformación, las teorías de conspiración y los movimientos anticiencia y antivacunas.
La utilización de la técnica del ‘clickbait’, el diseño de contenidos gancho que buscan atraer la atención de los lectores y animarlos a hacer clic en el vínculo de una página, no es exclusiva de los medios populares.
Durante los meses de alarma sanitaria los periodistas no han parado de buscar historias, contrastarlas y verificarlas.Todos hemos sido testigos de un periodismo más riguroso donde testimonios y fuentes ayudaban a diferenciar la información de la desinformación.
En sus dos años de andadura en España, la plataforma de divulgación The Conversation ha logrado el equilibrio adecuado para contribuir a resolver la ecuación de la comunicación de la ciencia.
The Conversation es una plataforma de servicio, que trabaja con la mejor materia prima (el conocimiento) y que cree en un periodismo constructivo que ofrece soluciones.
Liderazgo, anticipación, transparencia, claridad y escucha. La suma de estos principios genera confianza en la ciudadanía, un bien muy valioso en tiempos de incertidumbre.
El periodismo también se la juega en la crisis del coronavirus. Dos expertos en Salud Pública de la Universidad de Oxford ofrecen diez consejos para que los medios se conviertan en un refugio seguro frente a la epidemia de desinformación.
Medios de comunicación, periodistas, expertos y ciudadanos tienen la responsabilidad de verificar la fiabilidad y objetividad de la información que consultan y difunden.
El escritor francés fue periodista antes que escritor y filósofo, una profesión que influyó profundamente tanto en su estilo como en su postura ética ante la realidad que le tocó vivir.