Un estudio reciente ha encontrado 141 compuestos químicos en los lagos de montaña de los Pirineos. La contaminación atmosférica y el uso de herbicidas e insecticidas son los responsables.
Rachel Carson y el ilustrador Bob Hines en los Cayos de Florida en 1955, durante el trabajo de campo previo a su libro The Edge of the Sea.
Wikimedia Commons / Rex Gary Schmidt/U. S. Fish and Wildlife Service
Uno de los libros más influyentes, considerado precursor del movimiento ecologista, fue ‘Primavera Silenciosa’, en el que la bióloga marina y divulgadora estadounidense denunciaba el abuso del DDT.
Ciertas bacterias permiten a las plantas absorber nutrientes esenciales del suelo y las defienden frente a organismos patógenos. ¿Por qué no usarlas como fertilizantes y pesticidas vivientes?
La agroecología se basa en el saber ancestral de los campesinos y entiende la agricultura como parte de un ecosistema. El concepto debería evolucionar para incluir prácticas modernas sostenibles.
La nueva estrategia alimentaria europea ‘De la granja a la mesa’ y la noticia de que Bayer indemnizará a víctimas del glifosato parecen allanar el camino hacia la prohibición definitiva del pesticida.
La cantidad de insectos está disminuyendo de manera alarmante, lo que podría significar la extinción en todo el mundo del 40% de las especies en las próximas décadas. ¿Estamos al borde de un “insectoapocalipsis? Tal vez el cambio climático tenga algo que ver con este fenómeno.
Professor for Conservation Biology, Axa Chair for Functional Mountain Ecology at the École Nationale Supérieure Agronomique de Toulouse, Université de Toulouse III – Paul Sabatier
Investigadora en el Laboratorio de Transformaciones Urbanas y Cambio Global (TURBA) del Internet Interdisciplinary Institute (IN3), UOC - Universitat Oberta de Catalunya