Si sabe decir cómo están colocadas las distintas partes de su cuerpo sin mirarlas, entonces está usando la propiocepción. Entrenar esta capacidad ayuda a evitar lesiones y a controlar mejor los movimentos en la práctica deportiva.
Mantener la función muscular con ejercicios de fuerza individualizados y adecuadamente pautados supone grandes beneficios en relación a la fragilidad ocasionada por la edad.
El sexto sentido no es cosa de la ciencia ficción o de los cómics. Existe, se llama propiocepción y nos permite percibir la ubicación, el movimiento y la acción de las partes del cuerpo.