Las relaciones saludables y positivas son necesarias para el bienestar físico, psicológico y social. Las negativas y tóxicas pueden provocar soledad y sufrimiento.
El distanciamiento social no supone lo mismo para todas las culturas. En la mediterránea estamos más acostumbrados a la proximidad física en nuestras relaciones. ¿Cambiará la pandemia nuestras costumbres?
La capacidad para relacionarnos con más o menos individuos estaría limitada por el volumen del neocórtex cerebral, puesto que ese volumen condicionaría la capacidad cognitiva.
Estudios psicológicos demuestran que el hecho de ayudar a otros nos hace sentir mejor. El hallazgo puede tener una importancia especial para los adolescentes deprimidos.
Consejero de Ciencia, Universidades e Innovación del Gobierno vasco. Catedrático de Fisiología, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea