Josep Burgaya, Universitat de Vic – Universitat Central de Catalunya
Cuando se anunció la operación a bombo y platillo se puso énfasis en las enormes bondades de la operación y se negó que los recortes fuesen una de las principales consecuencias.
En 2020, y a causa de la pandemia, la inestabilidad, el miedo, la pérdida de confianza y la incertidumbre trajeron la parálisis económica a nivel mundial. El reto está en recuperar lo perdido.
La posible fusión CaixaBank-Bankia se da en un momento en el que el sector bancario atraviesa momentos difíciles por el impacto de la crisis del coronavirus y los bajos tipos de interés.