Según los datos oficiales, las sanciones económicas no parecen hacer mucha mella en la economía rusa. Hay razones para esta fortaleza, pero también para pensar que Rusia puede estar maquillando u ocultando información.
Vista panorámica de la bahía de Argel.
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Argelia reacciona al viraje español respecto al Sáhara Occidental con medidas de índole económica. Pese a las consecuencias que puedan tener para su crecimiento, Argelia no duda en utilizar el factor económico para desarrollar su estrategia geopolítica.
No se puede ir a la guerra sin una economía fuerte que la respalde. Con las sanciones económicas a Rusia se busca privarla de los recursos económicos que necesita para hacer funcionar su economía y, a la vez, financiar la guerra contra Ucrania.
En un mundo globalizado y digital las fronteras desaparecen y la guerra encuentra otros campos de batalla, como los medios de comunicación, las redes sociales, las leyes y la economía.
La alteración del comercio de gas entre Rusia y la UE supondría un duro golpe para Rusia, pero quizás mayor para la UE. De ahí que lo más probable sea que se mantenga, en condiciones de extrema tensión pero sin interrupciones.
La historia reciente de Venezuela ha estado ligada al petróleo. Ha sido fuente de divisas y ha condicionado la economía, la política y la vida diaria de los venezolanos.
Aunque, por lo general, el miedo nos lleva a cumplir las normas para evitar los contagios por la COVID-19, existen muchos otros factores psicológicos que nos conducen también a incumplirlas. Son los que nos hacen relajarnos y estar más expuestos a los contagios y a contagiar.
Profesor Titular de la Facultad Ciencias Económicas y Empresariales e investigador en el Instituto Complutense Estudios Internacionales (ICEI)., Universidad Complutense de Madrid