tag:theconversation.com,2011:/us/topics/sequia-58358/articlessequía – The Conversation2024-03-05T18:08:04Ztag:theconversation.com,2011:article/2221042024-03-05T18:08:04Z2024-03-05T18:08:04ZImplicamos a empresas, Administración, ciudadanos y científicos para abordar los desafíos climáticos del turismo<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/573020/original/file-20240202-19-vgjsak.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=41%2C927%2C4624%2C3301&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Playa de l'Ardiaca (Cambrils, Tarragona) erosionada después del temporal causado por la borrasca Domingos en noviembre de 2023.</span> <span class="attribution"><span class="source">Anna Boqué</span>, <span class="license">Author provided</span></span></figcaption></figure><p>En las <a href="https://www.mdpi.com/2072-4292/12/17/2687">cada vez más cálidas aguas del sureste del Mediterráneo</a>, la Costa Daurada y Terres de l'Ebre, joyas turísticas del noreste de España, se enfrentan a desafíos climáticos y ambientales inminentes. Por eso, existe una necesidad apremiante de fortalecer la resiliencia de la sociedad ante los peligros climáticos y gestionar los riesgos asociados en estas zonas mediterráneas.</p>
<p>El <a href="https://climate-impetus.eu/demo-site/coastal/">proyecto IMPETUS</a> busca impulsar un cambio en el comportamiento para lograr un turismo resistente al clima, alineándose con los <a href="https://www.consilium.europa.eu/es/policies/climate-change/#">objetivos climáticos de la UE para 2050</a> e implementando la <a href="https://canviclimatic.gencat.cat/es/ambits/adaptacio/estrategia-catalana-dadaptacio-al-canvi-climatic-2021-2030/index.html">Estrategia de Adaptación al Cambio Climático de Cataluña</a> en el sector turístico.</p>
<h2>Problemas costeros que afectan al sector turístico</h2>
<p>En el marco de este proyecto, hemos llevado a cabo un estudio colaborativo para involucrar a empresas, Administración, ciudadanos, científicos y expertos para identificar de manera conjunta los principales desafíos en el sector turístico de la costa catalana. Estos han sido los principales desafíos detectados:</p>
<ul>
<li><p><strong>Sequía.</strong> La <a href="https://theconversation.com/sequia-en-cataluna-mas-alla-del-cambio-climatico-y-los-regadios-224193">escasez de agua</a> se erige como un desafío primordial en la costa catalana. La sequía impacta directamente en los recursos hídricos, cruciales para el sostenimiento de la vegetación, la agricultura y la satisfacción de las demandas turísticas. Esta realidad exige estrategias de gestión del agua más eficientes y la promoción de prácticas turísticas conscientes del consumo responsable del recurso.</p></li>
<li><p><strong>Erosión extrema de las playas.</strong> La continua <a href="https://upcommons.upc.edu/handle/2117/100981">erosión de las playas</a> representa una amenaza significativa para el atractivo
turístico de la región. La pérdida de la extensión de las playas no solo afecta la experiencia del turista, sino que también pone en riesgo la biodiversidad marina y la integridad de los ecosistemas costeros. La implantación de medidas de restauración costera y la concienzación sobre prácticas sostenibles son imperativas para contrarrestar este desafío.</p></li>
<li><p><strong>Degradación antropogénica del sistema playa-duna.</strong> La intervención humana ha exacerbado la <a href="https://dugi-doc.udg.edu/bitstream/handle/10256/22978/027341.pdf">degradación del sistema playa-duna</a>, un ecosistema frágil y vital para la estabilidad costera. La urbanización descontrolada y actividades recreativas sin regulación adecuada contribuyen a la pérdida de hábitats naturales y a la <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0301479719314720">fragilización de las dunas</a>. La gestión sostenible del desarrollo costero y la promoción de prácticas turísticas responsables son esenciales para preservar este ecosistema único.</p></li>
<li><p><strong>Consumo energético en el sector turístico.</strong> El <a href="https://theconversation.com/como-evaluar-la-sostenibilidad-del-turismo-para-evitar-impactos-en-el-medio-ambiente-y-las-comunidades-locales-185725">elevado consumo energético por parte del sector turístico</a> plantea desafíos significativos en términos de sostenibilidad. La demanda constante de energía para hoteles, transporte y actividades turísticas contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero y aumenta la huella ambiental. La transición hacia fuentes de energía renovable, la eficiencia energética en las instalaciones turísticas y la concienciación sobre prácticas ecoamigables son imperativas para abordar este desafío.</p></li>
</ul>
<p>Estos desafíos subrayan la necesidad de estrategias para aumentar la sostenibilidad y la resiliencia del turismo en la costa catalana. La colaboración entre empresas, Administración, ciudadanos, científicos y expertos es crucial para abordar eficazmente estos desafíos y construir un futuro turístico más sostenible y armonioso con el entorno natural.</p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/claves-para-ser-un-turista-mas-sostenible-aqui-o-en-la-conchinchina-120027">Claves para ser un turista más sostenible aquí o en la Conchinchina</a>
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<h2>Acciones para un turismo climáticamente resiliente</h2>
<p>Adaptar los destinos turísticos al cambio climático requiere comprender los factores de cambio en empresas, ciudadanos, turistas y Administración. A continuación, se detallan <a href="https://climate-impetus.eu/demo-site/coastal/">acciones en curso y futuras dentro del proyecto IMPETUS</a> para adaptar la costa catalana al cambio climático y sus problemáticas ambientales:</p>
<ul>
<li><p>Proporcionar acceso a <a href="https://www.int-res.com/abstracts/cr/v47/n1-2/p111-122/">servicios climáticos</a>. Se trata de un elemento clave en la estrategia de adaptación para el sector turístico. Estos servicios deben ser de alta calidad, estar adaptados a las necesidades de los usuarios finales, funcionar como herramientas de toma de decisiones, ofrecer incentivos para beneficios sociales y comunicarse eficazmente.</p></li>
<li><p>Desarrollo de una herramienta para la evaluación de puntos críticos de erosión costera basada en satélites. </p></li>
<li><p>Restauración y monitoreo de dunas de arena para prevenir la erosión costera. Aprovechando esta acción, además, se trabaja en la creación de material divulgativo para comprender la importancia de mantener el sistema playa-duna.</p></li>
<li><p>Construcción de humedales artificiales. El objetivo es crear humedales multifuncionales para reducir la concentración de contaminantes emergentes antes de su llegada al mar, bahías y humedales. Actualmente, se está trabajando en un proyecto piloto para demostrar su viabilidad y explorar la posibilidad de exportar esta <a href="https://theconversation.com/es/topics/soluciones-basadas-en-la-naturaleza-80455">solución basada en la naturaleza</a> y emplearla en zonas agrícolas.</p></li>
</ul>
<h2>Cocreación y conciencia ciudadana</h2>
<p>El <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2405880721000376">proceso de cocreación</a> ha sido un pilar fundamental para implantar las estrategias delineadas. Actores públicos y privados de las zonas turísticas participaron activamente en talleres colaborativos enfocados en temas cruciales como clima, cambio climático, turismo, energía, agua y la percepción del sistema playa-duna.</p>
<p>Estos <a href="https://www.youtube.com/watch?v=PODfvoTslDs">talleres</a> han generado indicadores esenciales que arrojan luz sobre el potencial climático para diversas modalidades turísticas. Como por ejemplo, el potencial de días óptimos para el turismo gastronómico, el turismo de sol y playa, entre otros. </p>
<p>Los participantes identificaron impactos físicos del cambio climático que afectan la atracción y vulnerabilidad del destino turístico. Además, propusieron medidas concretas relacionadas con el agua y la energía, clasificándolas según su prioridad y vulnerabilidad. Por ejemplo, ajustar la oferta considerando el potencial climático por actividad turística y gestionar la plantilla de trabajadores en función de las condiciones meteorológicas.</p>
<p>Un método innovador utilizado fue la fotografía repetida para recopilar datos sobre la conciencia ciudadana sobre los cambios temporales en el sistema playa-duna en la zona de estudio. Esta aproximación también ayudó a comprender las expectativas y preocupaciones ciudadanas respecto al paisaje de las playas y dunas.</p>
<h2>Visión global, más allá de la costa catalana</h2>
<p>Un portal web, parte clave del proyecto IMPETUS, ofrecerá herramientas –como un visor del potencial climático por distintas actividades turísticas en la costa catalana y un visor de la erosión costera que dé respuesta a las necesidades de los técnicos de gestión de los ayuntamientos– para la adaptación climática en diversas regiones bioclimáticas de Europa, fomentando la colaboración y sirviendo como fuente de inspiración para áreas con problemáticas similares.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/573033/original/file-20240202-25-mtt1er.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/573033/original/file-20240202-25-mtt1er.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/573033/original/file-20240202-25-mtt1er.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/573033/original/file-20240202-25-mtt1er.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/573033/original/file-20240202-25-mtt1er.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/573033/original/file-20240202-25-mtt1er.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/573033/original/file-20240202-25-mtt1er.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/573033/original/file-20240202-25-mtt1er.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Zonas de estudio del proyecto IMPETUS. El catálogo se centrará en los resultados obtenidas en estas regiones.</span>
<span class="attribution"><span class="source">IMPETUS</span></span>
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<p>Este proyecto y la Estrategia de Adaptación al Cambio Climático de Cataluña destacan el compromiso climático en el turismo. La cocreación y participación activa demuestran el potencial de abordar desafíos climáticos de manera colaborativa.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/222104/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Anna Boqué Ciurana recibe fondos de:
El proyecto IMPETUS ha recibido financiamiento del programa de investigación e innovación Horizon 2020 de la Unión Europea, bajo el acuerdo de subvención N.º 101037084. Financiado en la convocatoria Green Deal de Horizon 2020 de la Unión Europea.</span></em></p>El proyecto IMPETUS promueve la colaboración entre diferentes agentes sociales para identificar los problemas ambientales, como la erosión y la sequía, que impactan en el sector turístico en la costa catalana y buscar soluciones para afrontarlos.Anna Boqué Ciurana, Investigadora postdoctoral en el Centre for Climate Change- C3, Universitat Rovira i VirgiliLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2207942024-02-07T17:14:20Z2024-02-07T17:14:20Z¿De beber? Agua, pero que sea reciclada, por favor<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/573842/original/file-20240206-18-9p3kqk.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C6720%2C4466&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption"></span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/man-pouring-water-into-glass-kitchen-1928623259">New Africa / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Quizás todavía no lo sepa pero, al igual que el plástico o el papel, el agua residual de su casa también se puede reciclar. Las aguas grises y negras procedentes de la cocina y del baño son enviadas a plantas de tratamiento centralizadas (p. ej., municipales) o descentralizadas, situadas en urbanizaciones o edificios. Allí, con <a href="https://doi.org/10.1016/j.watres.2022.118198">la tecnología adecuada y mediante procesos específicos</a>, son purificadas. El agua resultante puede dedicarse a cualquier uso que se imagine, como limpiar las calles o regar las plantas. Con el tratamiento adecuado, hasta nos la podríamos beber.</p>
<p><a href="https://www.unep.org/resources/publication/2017-un-world-water-development-report-wastewater-untapped-resource">El agua reciclada es útil para luchar contra la escasez</a>. Su uso ayuda a reducir la extracción de las limitadas reservas de agua dulce, que suponen <a href="https://doi.org/10.1126/science.1128845">menos del 2,5 % del agua del planeta</a>. </p>
<p>En distintas zonas de España, como en <a href="https://www.aguasdealicante.es/reutilizacion">Alicante</a>, ya se emplea para usos agrícolas, urbanos y recreativos. Y en otras zonas del mundo, como <a href="https://www.weforum.org/agenda/2022/11/singapore-wastewater-recycling-water-stressed/">Singapur</a> y Namibia, se emplea para consumo humano.</p>
<p>Sin embargo, en otros lugares del planeta la ciudadanía ha rechazado la idea de reciclar el agua, a pesar de sus garantías y beneficios. En algunos casos, después de inversiones millonarias. </p>
<p>Me gustaría que imaginase que en su municipio se propone reciclar el agua, ¿qué opinaría al respecto? Tanto si le pareciese bien como si no, ha de saber que hay factores psicológicos que están afectando a su decisión.</p>
<h2>La aceptación varía según el uso</h2>
<p>Es posible que esté de acuerdo con reutilizar el agua, pero no para todo. Existe un patrón común en la respuesta ciudadana sobre los <a href="https://doi.org/10.1016/j.watres.2022.118380">usos que son más aceptables</a>. A medida que aumenta el contacto físico con el agua reciclada, la disposición a aceptarla disminuye. </p>
<p>La mayoría de personas aceptan usar agua reciclada para limpiar las calles, pero cuando el agua toma contacto con nuestra piel, como es el caso de la ducha, la aceptación se reduce drásticamente. El rechazo es todavía más pronunciado cuando se trata de ingerir el agua. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/574064/original/file-20240207-16-mvnc8m.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/574064/original/file-20240207-16-mvnc8m.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/574064/original/file-20240207-16-mvnc8m.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=408&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/574064/original/file-20240207-16-mvnc8m.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=408&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/574064/original/file-20240207-16-mvnc8m.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=408&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/574064/original/file-20240207-16-mvnc8m.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=513&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/574064/original/file-20240207-16-mvnc8m.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=513&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/574064/original/file-20240207-16-mvnc8m.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=513&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Aceptación del agua reciclada por distintos usos y regiones con niveles opuestos de escasez.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Figura proporcionada por el autor</span></span>
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<p>Aludiendo a la frase “la necesidad no conoce de leyes”, se podría argumentar que este patrón no se ajusta a una persona que se encuentre bajo una situación real de escasez. En ese caso, el individuo aceptaría beber agua reciclada. Pero curiosamente, la aceptación es bastante similar en zonas con niveles opuestos de escasez, como Galicia y Murcia. Entonces, ¿por qué se reduce la aceptación cuando se incrementa el contacto? </p>
<p>La situación de escasez es relevante, pero nuestra percepción sobre esa escasez, más que el dato objetivo, es lo que realmente importa. ¿Se sobresaltaría ante un ruido que no escucha? Un suceso negativo no tiene repercusión si el individuo no lo interpreta de esa forma. Y aun señalándolo como negativo, sus efectos pueden percibirse lejanos en el tiempo o distantes geográficamente. Es lo que conocemos como <a href="https://doi.org/10.1016/j.jenvp.2015.10.003">distancia psicológica</a>. Aunque la situación objetiva de sequía sea diferente entre regiones, lo relevante será cómo de amenazante se perciba la situación y cuán vulnerables se sientan las personas ante ella.</p>
<h2>El agua es segura, pero no todo el mundo lo percibe</h2>
<p>Si bien la percepción de escasez es relevante para la aceptación de agua reciclada, la principal barrera es la percepción de riesgos para la salud. Puede que sea de las personas que siente repulsión si encuentra un pelo en la sopa. Y da igual que lo retire: ya le han arruinado la comida. Cuando un elemento ha estado en contacto con un contaminante, <a href="https://doi.org/10.1002/0470013494.ch21">se tiende a creer que ha adquirido sus propiedades nocivas para siempre</a>, aunque no sea cierto. </p>
<p>Algo similar sucede con el agua reciclada. Aunque los procesos de tratamiento garanticen que el agua ha sido completamente purificada y que es equiparable al agua corriente, las personas activan mecanismos de protección para evitar cualquier daño potencial. Por eso, a medida que aumenta el contacto, también lo hace el riesgo percibido, limitando drásticamente la aceptación. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/574067/original/file-20240207-33-8ffv77.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/574067/original/file-20240207-33-8ffv77.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/574067/original/file-20240207-33-8ffv77.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=496&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/574067/original/file-20240207-33-8ffv77.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=496&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/574067/original/file-20240207-33-8ffv77.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=496&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/574067/original/file-20240207-33-8ffv77.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=623&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/574067/original/file-20240207-33-8ffv77.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=623&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/574067/original/file-20240207-33-8ffv77.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=623&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Riesgo percibido para la salud y aceptación del agua reciclada para distintos usos.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Figura proporcionada por el autor</span></span>
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<p>Pero recordemos que nuestras creencias no son estáticas. A menudo, pensamos que tenemos el control total de nuestras percepciones. Sin embargo, gran parte de ellas se forman a partir de nuestros intercambios sociales. Por ejemplo, percibiremos menos riesgos si la propuesta de utilizar agua reciclada proviene de alguien de nuestra confianza. </p>
<p>También tendemos a observar y a actuar siguiendo el comportamiento de la mayoría y, actualmente, los usos de bajo contacto son ampliamente aceptados. Por ello, a medida que estos usos se extiendan por la sociedad, la ciudadanía se irá familiarizando con el agua reciclada y comenzarán a reconocer sus beneficios para afrontar la escasez. </p>
<p>Esa percepción positiva se irá generalizando hacia otros usos del agua, marcando un cambio profundo de nuestras creencias sobre el uso responsable del agua. Puede que incluso algún día decida ir a un restaurante y pida, sin sorpresa y por costumbre, una botella de agua reciclada para beber.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/220794/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Sergio Vila Tojo ha estado contratado con fondos del proyecto H2020 Run4Life financiado por la Comisión Europea. La investigación del artículo se enmarca dentro del citado proyecto. </span></em></p>En diferentes zonas del mundo, el agua reciclada ya se utiliza para regar, limpiar las calles o para consumo humano, sin embargo, en otros lugares la ciudadanía rechaza esta idea a pesar de sus garantías y beneficios.Sergio Vila Tojo, Investigador posdoctoral en psicología social aplicada al medioambiente, Universidade de Santiago de CompostelaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2182652023-12-07T18:41:11Z2023-12-07T18:41:11ZLas sequías de ayer, de hoy y de mañana<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/564204/original/file-20231207-23-npxtwl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=7%2C0%2C4737%2C3158&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Acueducto romano en Segovia (España).</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/famous-ancient-aqueduct-segovia-castilla-y-113528500">Marques / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Muchas regiones de la península ibérica están sufriendo el episodio de <a href="https://efe.com/cataluna/2023-11-16/cataluna-vive-la-peor-sequia-de-la-historia-y-no-se-preve-que-llueva-los-500-mm-que-faltan/">sequía</a> más intenso desde que existen registros. Ha llovido un 25 % menos de lo habitual durante los últimos tres años. El agua almacenada en los embalses se aproxima a sus mínimos históricos y se están tomando <a href="https://efe.com/medio-ambiente/2023-11-21/cataluna-endurece-restricciones-agua-sequia/">medidas de ahorro extraordinarias</a>. </p>
<p>Afortunadamente, aunque las sequías suponen un enorme reto, hoy en día somos capaces de <a href="https://theconversation.com/como-funcionan-las-desaladoras-y-por-que-hay-cada-vez-mas-198564">desalinizar agua de mar</a> o de <a href="https://theconversation.com/las-imagenes-de-satelite-muestran-que-la-sobreexplotacion-del-acuifero-esta-secando-donana-206322">explotar acuíferos</a> a cientos de metros de profundidad. Pero ¿cómo hacían nuestros antepasados para enfrentarse a la falta de agua? ¿Pudieron adaptarse a la escasez de lluvia o, por el contrario, sufrieron por las sequías?</p>
<h2>Cuando (también) llovía menos</h2>
<p>El clima de nuestro planeta ha variado de forma cíclica durante los últimos cientos de miles de años. Sin embargo, la rapidez con la que la Tierra se está calentando en la actualidad <a href="https://www.science.org/content/article/climate-change-unequivocal-and-unprecedented-says-new-un-report">no tiene precedentes</a>. Al mismo tiempo, el clima de la península ibérica se hace cada vez más seco.</p>
<p>Algunas de las civilizaciones más importantes de la historia aprovecharon los periodos de climas húmedos para expandirse. Más tarde sufrieron hasta desaparecer debido a las sequías. </p>
<p>Por ejemplo, la abundancia de lluvias facilitó el desarrollo de la <a href="https://www.nature.com/articles/s41598-018-22504-5">civilización del valle del Indo</a> hace 4 800 años, durante la Edad del Bronce. Los tiempos dulces de esta cultura duraron tan solo unos pocos siglos. Hace 4 100 años el clima se hizo cada vez más seco en esta región. Los cultivos no crecían y el ganado se moría de sed. El desierto de Thar avanzó rápidamente hacia el nordeste y esto forzó a las poblaciones locales a <a href="https://pubs.geoscienceworld.org/gsa/geology/article/42/4/339/131549/Abrupt-weakening-of-the-summer-monsoon-in">migrar</a> hacia zonas más lluviosas. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/563687/original/file-20231205-27-c5mn0e.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/563687/original/file-20231205-27-c5mn0e.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/563687/original/file-20231205-27-c5mn0e.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/563687/original/file-20231205-27-c5mn0e.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/563687/original/file-20231205-27-c5mn0e.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/563687/original/file-20231205-27-c5mn0e.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/563687/original/file-20231205-27-c5mn0e.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/563687/original/file-20231205-27-c5mn0e.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Desierto de Thar, en el noreste de la India.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Thar_desert_Rajasthan_India.jpg">Sushmita balasubramani / Wikimedia Commons</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
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<p>Uno de los casos más conocidos del colapso de una sociedad debido a un cambio climático es el de la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Cultura_maya">civilización maya clásica</a>. Sus habitantes ocuparon el sudeste del actual México entre los siglos III y IX. </p>
<p>Varios estudios sobre sedimentos de <a href="https://www.nature.com/articles/375391a0">lagos</a> y <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0012821X10005261?via%3Dihub">estalagmitas</a> sugieren que, en torno al siglo IX, los mayas fueron víctimas de un periodo de sequías en el que <a href="https://www.science.org/doi/10.1126/science.aas9871">llovía la mitad</a> de lo habitual. La escasez de agua pudo agravar otros <a href="https://www.science.org/doi/10.1126/science.1226299">problemas políticos y territoriales</a> que acarreaban estos pueblos. Las sequías aceleraron el colapso de esta cultura que había dominado América Central durante el primer milenio de nuestra era. </p>
<p>Los pueblos que ocuparon la península ibérica durante los últimos miles de años también tuvieron que enfrentarse a climas adversos. Entre los siglos V antes de nuestra era y IV después de nuestra era, el clima en el sur peninsular fue <a href="https://www.nature.com/articles/s41598-020-71679-3">bastante lluvioso</a>. Este tiempo coincidió con la expansión del Imperio romano y se conoce como el <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0033589408001348">periodo húmedo ibérico-romano</a>. </p>
<p>Sin embargo, esta civilización también tuvo que lidiar con algunos periodos de sequías en <a href="https://www.nature.com/articles/s41598-023-46010-5">los que llovía hasta un 20 % menos</a> que en la actualidad. A diferencia de lo que ocurrió con la cultura maya clásica, los romanos sí fueron capaces de adaptarse a que lloviera poco.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/564211/original/file-20231207-17-czi1c6.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/564211/original/file-20231207-17-czi1c6.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/564211/original/file-20231207-17-czi1c6.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=205&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/564211/original/file-20231207-17-czi1c6.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=205&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/564211/original/file-20231207-17-czi1c6.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=205&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/564211/original/file-20231207-17-czi1c6.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=258&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/564211/original/file-20231207-17-czi1c6.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=258&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/564211/original/file-20231207-17-czi1c6.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=258&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Cosechadores galorromanos.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Roman_harvester,_Trier.jpg">Wikimedia Commons</a></span>
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<h2>El ingenio contra las sequías</h2>
<p>Al igual que hoy, los avances tecnológicos en el manejo del agua permitieron reducir el impacto de las sequías sobre las poblaciones en el pasado. La capacidad para transportar agua a cientos de kilómetros fue una de las claves para la adaptación. </p>
<p>El Imperio romano, conocido por su habilidad para construir grandes acueductos y canalizaciones, es un claro ejemplo de este ingenio para sobreponerse a las sequías. Sin embargo, la alta demanda de agua en la Hispania romana generó un importante <a href="https://www.nature.com/articles/s41598-023-46010-5">impacto ambiental</a>. Los romanos desviaban cauces de agua dulce para satisfacer sus necesidades, llegando a secar casi por completo algunos lagos. </p>
<p>Diez siglos más tarde, en el siglo XI, los musulmanes desarrollaron un ingenioso entramado de canales excavados en la roca de las laderas de Sierra Nevada. El objetivo era aprovechar e infiltrar en el terreno el agua que bajaba de las cumbres tras el deshielo en primavera. Este sistema, conocido como “<a href="https://www.researchgate.net/publication/358710172_Artificial_recharge_by_means_of_careo_channels_versus_natural_aquifer_recharge_in_a_semi-arid_high-mountain_watershed_Sierra_Nevada_Spain">careos</a>”, fue ideado para que los manantiales de las zonas bajas tuvieran agua en verano. Algunos pueblos de esta sierra siguen dependiendo de esta técnica ancestral de “siembra del agua” para abastecerse en la actualidad. </p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/la-siembra-de-agua-una-tecnica-milenaria-eficaz-para-enfrentarse-a-la-sequia-191971">La siembra de agua, una técnica milenaria eficaz para enfrentarse a la sequía</a>
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<h2>Las sequías del futuro</h2>
<p>El calentamiento global está provocando largos periodos de sequías <a href="https://news.mit.edu/2020/why-mediterranean-climate-change-hotspot-0617">en el Mediterráneo</a> y en el sur de la <a href="https://theconversation.com/que-podemos-y-que-debemos-hacer-para-afrontar-sequias-179503">península ibérica</a>. Se prevé que a lo largo del próximo siglo cada vez llueva menos y de forma más irregular. </p>
<p>El tipo de sequías que nos afectan también parece estar cambiando. Estudios recientes sugieren que son, y serán, cada vez más rápidas, intensas e impredecibles. Se conocen como “<a href="https://www.science.org/doi/10.1126/science.abn6301">sequías <em>flash</em></a>”. </p>
<p>La escasez de lluvias, unida al aumento de población en las zonas costeras, puede generar importantes problemas de abastecimiento. Las tecnologías para producir agua potable no son la panacea y presentan múltiples problemas de carácter ambiental y económico. Este es el caso de la <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0025326X20308912">desalinización</a> de agua de mar que genera desechos en forma de salmueras, cuya gestión es aún problemática. </p>
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Leer más:
<a href="https://theconversation.com/el-coste-ambiental-de-cultivar-hortalizas-en-el-desierto-118813">El coste ambiental de cultivar hortalizas en el desierto</a>
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<p>No parece existir una solución única para paliar la escasez de agua. El futuro pasa necesariamente por una mayor eficiencia y por la reutilización. Es indispensable también una mejor ordenación del territorio. Desarrollar macroproyectos que demandan mucha agua en zonas donde casi no llueve solo contribuirá a agravar el problema.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/218265/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Fernando Gázquez Sánchez recibe fondos del Ministerio de Economía y Competitividad de España y Fondos
Europeos FEDER a través del Programa Ramón y Cajal (RYC2020-029811-I), el Proyecto del Plan Nacional GYPCLIMATE (PID2021-123980OA-I00) y la ayuda PPIT-UAL de la Junta de Andalucía-FEDER 2022-2026 (RyC-PPI2021-01).</span></em></p>Las civilizaciones antiguas, como la del valle del Indo, los mayas, los romanos y los musulmanes también sufrieron periodos de escasez de agua. Algunas de ellas lograron adaptarse, otras no lo consiguieron.Fernando Gázquez Sánchez, Geología y Cambio Climático, Universidad de AlmeríaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2130202023-10-09T20:52:43Z2023-10-09T20:52:43ZMicroorganismos y plantas, las nuevas tecnologías de depuración de aguas<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/550197/original/file-20230926-29-8fedf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C4633%2C3466&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Los organismos que habitan ríos y arroyos son capaces de eliminar contaminantes del agua.</span> <span class="attribution"><span class="source">Lluís Bertrans </span>, <span class="license">Author provided</span></span></figcaption></figure><p>Actualmente asistimos a una de las <a href="https://www.miteco.gob.es/es/prensa/ultimas-noticias/2023/09/el-14-6--del-territorio-esta-en-emergencia-por-escasez-de-agua-y.html">sequías más severas en la península ibérica</a> y gran parte de Europa. Sin embargo, según las <a href="https://www.ipcc.ch/report/sixth-assessment-report-cycle/">proyecciones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC)</a> solamente es el inicio de las graves sequías que serán más frecuentes y extensas en los próximos años debido al cambio climático.</p>
<p>Las sequías provocan una elevada disminución de los recursos hídricos, que se ve incrementada en arroyos de bajo caudal en la región mediterránea. Estos son extremadamente <a href="https://link.springer.com/chapter/10.1007/978-3-319-73250-3_11">sensibles a los efectos del cambio climático</a> y están expuestos, además, <a href="https://theconversation.com/el-grito-de-socorro-de-los-rios-asfixiados-y-convertidos-en-canales-de-desague-155785">a otros tipos de presión humana</a>.</p>
<p>Muchos de estos arroyos, en zonas urbanizadas, siguen fluyendo gracias a la aportación de los efluentes de las estaciones de depuración de aguas residuales. Los efluentes de depuradora parecerían una buena contribución para mantener los ecosistemas acuáticos en este tipo de sistemas. Sin embargo, a nivel europeo nos encontramos con un vacío legal en el tratamiento de aguas residuales urbanas.</p>
<h2>Tratamiento de aguas residuales en poblaciones pequeñas</h2>
<p>En las poblaciones más pequeñas (<10 000 habitantes) <a href="https://www.eea.europa.eu/policy-documents/council-directive-91-271-eec">no es obligatorio</a> tener un control estricto de vertido de estas aguas, provocando un aumento de contaminación en los arroyos y por lo tanto incrementando la peligrosidad del impacto en los ecosistemas fluviales y ecosistemas vecinos. </p>
<p>La contaminación puede ser causada por un aumento en los niveles de nutrientes, principalmente nitrógeno y fósforo, produciendo <a href="https://theconversation.com/es/topics/eutrofizacion-80805">eutrofización</a>; por la presencia de <a href="https://theconversation.com/asi-seguimos-la-pista-a-los-contaminantes-emergentes-156672">productos farmacéuticos y cosméticos</a> o por la posible aparición de <a href="https://theconversation.com/asi-se-propaga-la-resistencia-a-los-antibioticos-en-el-medioambiente-110390">comunidades bacterianas resistentes a determinados antibióticos</a>, un tipo de impacto poco investigado hoy en día pero que va ganando interés y relevancia. </p>
<p>En las depuradoras que atienden a poblaciones pequeñas no se exige un tratamiento específico para reducir nitrógeno y fósforo. Y aún menos para la eliminación de productos farmacéuticos, cosméticos y bacterias resistentes a antibióticos, contaminantes emergentes para los que todavía no hay una legislación consolidada. </p>
<p>Por ejemplo, es raro que se aplique un <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Tratamiento_terciario#">tratamiento terciario</a>, un tipo de tratamiento biológico que permitiría tratar de forma más eficiente las aguas residuales. A falta de legislación específica en el tratamiento de este tipo de aguas, es necesario y esencial buscar alternativas basadas en la naturaleza como las que hemos estado trabajando en el <a href="https://betatechcenter.com/es/campos/ecologia-aplicada-y-cambio-global/">Grupo de Ecología Aplicada y Cambio Global del Centro Tecnológico BETA</a> de la Universidad de Vic-Universidad Central de Cataluña.</p>
<h2>Soluciones inspiradas en la naturaleza</h2>
<p>Las <a href="https://theconversation.com/es/topics/soluciones-basadas-en-la-naturaleza-80455">soluciones basadas en la naturaleza</a> (<a href="https://research-and-innovation.ec.europa.eu/research-area/environment/nature-based-solutions_en">Nature-Based Solutions</a> o NBS en sus siglas en inglés) se refieren al uso sostenible de las características y los procesos naturales para abordar los retos desde una nueva óptica socioeconómica, beneficiando simultáneamente a las personas y a la naturaleza.</p>
<p>Las NBS más comunes en este ámbito son los reactores y humedales naturales construidos con la finalidad de recrear comunidades biológicas sencillas, utilizando los microorganismos y plantas que se encuentran en los ecosistemas acuáticos naturales, pero adaptándolos para dar un servicio ecosistémico a la sociedad.</p>
<p>Los organismos de estos sistemas naturalizados <a href="https://iwaponline.com/bgs/article/2/1/138/72076/A-review-of-nature-based-solutions-for-resource">son capaces de utilizar nutrientes para su desarrollo y absorber, acumular y/o degradar otros contaminantes</a> (fármacos, antibióticos, pesticidas, etc.). </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/550199/original/file-20230926-19-py161m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Tanques de agua bajo luz ultravioleta con material orgánico de color verde." src="https://images.theconversation.com/files/550199/original/file-20230926-19-py161m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/550199/original/file-20230926-19-py161m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=449&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/550199/original/file-20230926-19-py161m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=449&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/550199/original/file-20230926-19-py161m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=449&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/550199/original/file-20230926-19-py161m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=564&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/550199/original/file-20230926-19-py161m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=564&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/550199/original/file-20230926-19-py161m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=564&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Experimento de laboratorio con comunidades microbianas naturales para eliminar contaminantes del agua.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Lluís Bertrans</span>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/">CC BY-NC-SA</a></span>
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<p>Nuestra solución basada en la naturaleza de estudio parte de utilizar comunidades microbianas planctónicas y bentónicas, también <a href="https://acsess.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.2134/jeq2004.2850">capaces de asimilar nutrientes</a>, simulando las que se encontrarían en ríos y arroyos. En estos ecosistemas acuáticos abundan las comunidades o biofilms formados, principalmente, por algas verdes, <a href="https://theconversation.com/por-que-el-oxigeno-que-respiramos-no-se-agota-180434">cianobacterias</a>, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Diatomea">diatomeas</a> y bacterias. </p>
<p>Este tipo de tratamiento de las aguas residuales reduciría los costes económicos y energéticos actuales en depuradoras de mayor capacidad. Los resultados obtenidos hasta el momento indican que este tipo de tecnología podría ser capaz de reducir el aporte de nutrientes, <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0048969717324701">los contaminantes emergentes</a> y <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0269749115301950">algunos genes de resistencia a los antibióticos</a> en el ecosistema receptor. En este caso, los arroyos. </p>
<p>Aunque el camino para su implantación es largo, investigaciones como esta son el primer paso para poder plantear a las administraciones públicas alternativas para mejorar el tratamiento de aguas residuales urbanas en poblaciones pequeñas y reducir el impacto del efluente de las depuradoras en los ecosistemas acuáticos. </p>
<p>Además de que mejorarían el aporte hídrico para estos ecosistemas, que se pueden ver recurrentemente afectados por el cambio climático. </p>
<p>Así se atajarían con una misma solución basada en la naturaleza dos problemas derivados del cambio climático y de la presión antrópica en ríos y arroyos.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/213020/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Lluís Bertrans Tubau recibe fondos de Generalitat de Catalunya junto a Fondos sociales Europeos, embarcados en la beca FI. </span></em></p>Las aguas de depuradora mantienen vivos a muchos arroyos y ríos de bajo caudal durante épocas de sequía, pero en poblaciones pequeñas no tienen por qué pasar ningún control. Microorganismos y plantas pueden ayudarnos a eliminar contaminantes.Lluís Bertrans Tubau, Doctorando en el Centro Tecnológico BETA, en la área de ecología aplicada y cambio global, Universitat de Vic – Universitat Central de CatalunyaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2134302023-09-14T17:55:24Z2023-09-14T17:55:24ZAlergias mortales, infartos o cólera: los devastadores efectos del calentamiento global en África<p>La fuerza del viento que azota las ciudades de la provincia del Cabo Oriental, en Sudáfrica, es capaz de generar energía. Pero en un día seco y caluroso, esos vientos pueden acumular brasas y verterlas en la sabana y el bosque, secos como yesca, y destrozar cosechas, forrajes y hogares, además de cobrarse vidas.</p>
<p>Los incendios forestales crean sus propios sistemas meteorológicos y generan tormentas de fuego con efectos devastadores.</p>
<p>El calentamiento global aumentará el número de días de calor intenso, y esto creará unas condiciones idóneas para los incendios. En los últimos meses, el sur de Europa y el norte de África han experimentado temperaturas récord e incendios feroces con terribles efectos sobre las vidas humanas, el hábitat y el medio ambiente. El hemisferio sur será el próximo en vivir esta situación.</p>
<p>No obstante, <a href="https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(21)01860-2/fulltext">la principal causa de muerte en todo el mundo</a> es el calor, no el fuego. Las temperaturas extremas registradas en Europa y EE. UU. auguran cambios futuros a escala mundial. En los países de África meridional, algunas zonas de África oriental y Madagascar se prevé un rápido aumento de las temperaturas hasta finales de este siglo.</p>
<p>Soy antropóloga y académica en el ámbito de la salud pública y trabajo en Australia y en Sudáfrica. Estos dos países se ven afectados de forma recurrente por <a href="https://www.weather.gov/mhx/ensowhat">El Niño-Oscilación del Sur</a> y el consiguiente aumento del nivel del mar, con inundaciones, sequías y un aumento de la temperatura a su paso. La combinación del calentamiento global y El Niño apunta a que en los próximos años los efectos devastadores serán cada vez mayores.</p>
<h2>Calor, calidad del aire y salud</h2>
<p>Los informes de organismos multilaterales como <a href="https://www.ipcc.ch/report/ar6/wg2/">el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático</a> y de organismos nacionales como el <a href="https://health2016.globalchange.gov/downloads">Programa de Investigación sobre el Cambio Global</a> de EE. UU., ponen de manifiesto que las altas temperaturas pueden ser mortales y que en todo el mundo hay vastas poblaciones vulnerables a esta situación.</p>
<p>Las altas <a href="https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/climate-change-heat-and-health">temperaturas</a> provocan insolaciones, golpes de calor, infartos, derrames cerebrales y otras enfermedades cardiovasculares.</p>
<p>En Sudáfrica se producirán más olas de calor, lo que aumenta la probabilidad de muertes relacionadas con este fenómeno. Las personas que son especialmente vulnerables al estrés por exceso de calor son aquellas que viven en asentamientos precarios y en edificios en mal estado y abarrotados.</p>
<p>Las ciudades también son puntos calientes: el calor que absorben las carreteras y los edificios provoca el efecto <a href="https://www.sciencedirect.com/topics/engineering/urban-heat-island-effect">“isla de calor”</a> urbano, al tiempo que un mayor uso de energía para la refrigeración aumenta las emisiones de gases de efecto invernadero.</p>
<h2>Menos alimentos, menor nutrición</h2>
<p>En el continente africano, la seguridad alimentaria se ve directamente amenazada por los fenómenos extremos, pero también, de forma más general, por el cambio climático y el calentamiento global. En Sudáfrica, la sequía hace estragos de forma recurrente en la agricultura de subsistencia, la ganadería y los cultivos comerciales. Esta situación ya ha despertado un interés por las <a href="https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fsufs.2021.692185/full">estrategias locales</a> para hacer frente a la inseguridad alimentaria.</p>
<p>El impacto de la sequía en la alimentación y la nutrición recaerá sobre los más vulnerables, como los bebés, los niños pequeños y las mujeres embarazadas, y sobre quienes ya viven en o por debajo del umbral de la pobreza.</p>
<p>En todo el continente, muchas personas dependen de la agricultura de subsistencia y, en ausencia de alimentos o agua, probablemente se producirá un aumento de las migraciones y de las crisis humanitarias.</p>
<p>En Sudáfrica, una gran parte de la población también depende de la <a href="https://www.statssa.gov.za/?p=1447">agricultura de subsistencia o de otro tipo de agricultura a pequeña escala</a>. Las malas cosechas y la sequía, junto con el aumento del coste de los alimentos por la alteración de los recursos alimentarios mundiales, nos acabarán perjudicando a todos.</p>
<h2>Cada gota cuenta</h2>
<p>A los factores de riesgo anteriormente mencionados, se suma la escasez de agua. Los seres humanos necesitan una correcta hidratación para sobrevivir. La escasez de agua, combinada con el aumento de las temperaturas, aumenta el riesgo de fallo orgánico y muerte.</p>
<p>Además, el hecho de depender de un agua de mala calidad y contaminada tiene consecuencias en la higiene doméstica y personal, así como en las infecciones intestinales.</p>
<p>El <em>vibrio cholerae</em> –la bacteria que causa el cólera– está presente en los canales de agua de todos los países, tanto de renta alta como baja. La infección provocada por esta bacteria puede ser leve. Sin embargo, si no se interviene rápidamente para evitar una deshidratación grave, el aumento de la concentración de la bacteria puede ser letal. El brusco aumento del cólera y otras enfermedades diarreicas en todo el mundo está relacionado con el aumento de las temperaturas y la sequía.</p>
<h2>Enfermedades desatendidas</h2>
<p>También es probable que otras enfermedades infecciosas víricas y bacterianas –especialmente prevalentes en África– aumenten con el calentamiento global. Las denominadas “enfermedades olvidadas de la pobreza” incluyen enfermedades parasitarias y víricas transmitidas por vectores, como la fiebre del valle del Rift, la malaria, la filariasis, la esquistosomiasis, el dengue, el chikungunya y la gripe, además de arbovirus, como los diferentes patógenos de la gripe.</p>
<p>El modo en que el cambio climático afectará a las distintas enfermedades transmitidas por vectores variará. Uno de los factores de riesgo son las aguas estancadas y contaminadas.</p>
<p>Cada vez hay más evidencias de la migración de mosquitos a mayores altitudes, que infectan a personas nunca antes expuestas.</p>
<p>Al mismo tiempo, hay cada vez más pruebas del cambio de comportamiento de los vectores y de su resistencia a los insecticidas en algunos entornos, como es el caso de la región de Ifakara, en Tanzania.</p>
<h2>¿En qué situación nos encontramos?</h2>
<p>Cuando en 1988 se creó el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, disponíamos de una alternativa para frenar el cambio climático y ralentizar el calentamiento global.</p>
<p>La globalización, las políticas nacionales y el capitalismo mundial nos han hecho fracasar y, 35 años después, nos enfrentamos a una crisis inevitable.</p>
<p>Esto no significa que no podamos hacer nada para detener la destrucción de vida en el planeta.</p>
<p>Se necesita un cambio urgente y radical de la forma en que se suministra y utiliza la energía, de la forma en que vivimos y de las <a href="https://www.weforum.org/agenda/2022/10/3-key-fronts-africa-climate-change/">condiciones de vida</a> de aquellos que, por las circunstancias de su día a día, están más expuestos a los efectos letales del calentamiento global.</p>
<hr>
<p><em>Este artículo ha sido traducido con la colaboración de <a href="https://casafrica.es/es">Casa África</a>. Traducción: Inmaculada Ortiz.</em></p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/213430/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Lenore Manderson no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El futuro de África se presenta catastrófico si no actuamos ahora contra el cambio climático.Lenore Manderson, Distinguished Professor, Public Health and Medical Anthropology, University of the WitwatersrandLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2039762023-04-23T19:26:57Z2023-04-23T19:26:57ZPor qué los estadounidenses están pintando de verde sus jardines<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/521332/original/file-20230417-16-8j7f8u.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=5%2C0%2C1911%2C1310&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Los estadounidenses -especialmente los que viven en zonas afectadas por la sequía- recurren a la pintura para dar a su césped ese brillo verde perfecto.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/green-canary-president-shawn-sahbari-sprays-green-water-news-photo/452491090?adppopup=true">Justin Sullivan/Getty Images</a></span></figcaption></figure><p>¿Pintar o no pintar?</p>
<p>Esa es la pregunta a la que se enfrentan muchos propietarios cuando sus sueños de un césped perfecto se ven truncados, ya sea por la inflación, que pone fuera de su alcance opciones más caras para el cuidado del césped, o por <a href="https://www.washingtonpost.com/climate-environment/2022/05/09/california-drought-lawns-climate-change/">las sequías, que provocan escasez de agua</a>.</p>
<p>Cada vez son más los que cambian el esparcidor de semillas por el bote de pintura y optan, según <a href="https://www.wsj.com/articles/lawns-paint-green-landscaping-neighbors-6f54f61">un reportaje de <em>The Wall Street Journal</em></a>, por tonos de verde con nombres como “Fairway” y “Perennial Rye”. </p>
<p>¿De dónde viene este afán por convertir el exterior de la casa en una alfombra verde de adorno? </p>
<p>Hace unos años decidí investigarlo y el resultado fue mi libro <a href="https://books.google.com/books/about/American_Green.html?id=vtbGHAAACAAJ"><em>American Green: The Obsessive Quest for the Perfect Lawn</em></a>. </p>
<p>Lo que descubrí fue que el cuidado del césped se remonta muy atrás en la historia de Estados Unidos. Los expresidentes George Washington y Thomas Jefferson tenían césped, pero no se trataba de zonas verdes perfectas. El ideal de césped perfecto –un monocultivo superverde y sin malas hierbas– es un fenómeno reciente. </p>
<h2>El césped no tan perfecto de Levittown</h2>
<p>Sus inicios se remontan en gran medida a la época posterior a la Segunda Guerra Mundial, cuando surgieron urbanizaciones suburbanas como la emblemática <a href="https://untappedcities.com/2020/07/31/the-controversial-history-of-levittown-americas-first-suburb/">Levittown, en Nueva York</a>. </p>
<p>Levittown fue idea de la familia Levitt, que consideraba el paisajismo una forma de “<a href="https://www.google.com/books/edition/American_Green_The_Obsessive_Quest_for_t/C3wEEAAAQBAJ?hl=en&gbpv=1&dq=american+green+steinberg&printsec=frontcover">estabilización del barrio</a>”, o una manera de reforzar el valor de la propiedad. Los Levitt, que construyeron 17 000 viviendas entre 1947 y 1951, insistieron en que los propietarios cortaran el césped una vez a la semana entre abril y noviembre, y lo incluyeron en los pactos que acompañaban a las escrituras.</p>
<p>Pero los Levitt llevaron la obsesión por el césped solo hasta cierto punto. “No creo en ser esclavo del césped”, <a href="https://longreads.com/2019/07/18/american-green/">escribió Abraham Levitt</a>. Para él, el trébol era “tan agradable” como la hierba. </p>
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<img alt="Foto en blanco y negro de una mujer en el exterior de su casa de las afueras con un césped perfectamente cuidado." src="https://images.theconversation.com/files/519948/original/file-20230407-951-px6n81.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/519948/original/file-20230407-951-px6n81.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=480&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/519948/original/file-20230407-951-px6n81.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=480&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/519948/original/file-20230407-951-px6n81.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=480&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/519948/original/file-20230407-951-px6n81.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=603&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/519948/original/file-20230407-951-px6n81.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=603&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/519948/original/file-20230407-951-px6n81.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=603&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Los promotores de Levittown exigían a los propietarios que cortaran el césped una vez a la semana entre abril y noviembre.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/1950s-woman-standing-at-front-door-of-frame-house-in-news-photo/1175266594?adppopup=true">ClassicStock/Getty Images</a></span>
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</figure>
<h2>Ingeniería de la perfección</h2>
<p>Todo esto quiere decir que la búsqueda del césped perfecto no surgió de forma natural. Había que diseñarlo, y una de las empresas más influyentes en este sentido fue Scotts Co. de Marysville, Ohio, que utilizaba productos químicos agrícolas y creaba productos que los propietarios podían esparcir por sus jardines. </p>
<p>Los formuladores como Scotts tenían una gran ventaja: <a href="https://pesticidetruths.com/wp-content/uploads/2011/12/Reference-Turf-Ornamentals-1998-03-00-The-Origins-of-Turfgrass-Species-Beard-GCM.pdf">el césped no es autóctono de Norteamérica</a> y cultivarlo en el continente es, en su mayor parte, una ardua batalla ecológica. Así pues, los propietarios necesitaban mucha ayuda en la búsqueda de la perfección.</p>
<p>Pero primero Scotts tuvo que hacer que la idea del césped perfecto se incrustara en el imaginario estadounidense. Scotts supo aprovechar <a href="https://www.google.com/books/edition/As_Seen_on_TV/kvADAwAAQBAJ?hl=en&gbpv=1&dq=marling+as+seen+on+tv&printsec=frontcover">las tendencias de la posguerra en productos de consumo de colores brillantes</a>. Desde los pantalones amarillos a la gelatina azul, los productos de color se convirtieron en símbolos de estatus y en señal de que el consumidor había rechazado el monótono mundo en blanco y negro de la vida urbana por el suburbio moderno y sus colores caleidoscópicos, que incluían, por supuesto, el verde vibrante del césped.</p>
<p>Las tendencias arquitectónicas también contribuyeron a arraigar la estética del césped perfecto. La <a href="https://www.google.com/books/edition/The_American_House_Today/NNKqzgEACAAJ?hl=en">difuminación del espacio interior y exterior</a> se produjo en la posguerra, cuando los patios y, con el tiempo, las puertas correderas de cristal invitaron a los propietarios a tratar el jardín como una extensión de la sala de estar. Qué mejor manera de conseguir un espacio exterior confortable que cubrir el jardín con una bonita zona verde. </p>
<p>En 1948, el césped perfecto dio un paso de gigante cuando Scotts Co. empezó a vender su producto para el cuidado del césped “Weed and Feed”, que permitía a los propietarios eliminar las malas hierbas y fertilizar simultáneamente. </p>
<p>Este producto fue probablemente una de las peores cosas que le han ocurrido, ecológicamente hablando, al jardín americano. Ahora, los propietarios de viviendas esparcían el herbicida tóxico 2,4-D –que desde entonces ha sido <a href="https://www.beyondpesticides.org/assets/media/documents/pesticides/factsheets/2-4-D.pdf">relacionado con cáncer, daños reproductivos y alteraciones neurológicas</a>– en sus céspedes como algo natural, tanto si tenían problemas con las malas hierbas como si no.</p>
<p>Los herbicidas selectivos como el 2,4-D mataban las “malas hierbas” de hoja ancha, como el trébol, y dejaban la hierba intacta. El trébol y el pasto azul, una especie de césped deseable, <a href="https://www.google.com/books/edition/American_Green_The_Obsessive_Quest_for_t/C3wEEAAAQBAJ?hl=en&gbpv=1&bsq=clover%20and%20bluegrass%20evolved%20together">evolucionaron juntos</a>, ya que el primero capturaba el nitrógeno del aire y lo añadía al suelo como fertilizante. Al eliminarlo, los propietarios tenían que volver a la tienda a por más fertilizante artificial para compensar el déficit. </p>
<p>Era una mala noticia para los propietarios, pero un buen modelo de negocio para las empresas que vendían productos para el cuidado del césped que, por un lado, perjudicaban a los propietarios matando el trébol y, por otro, les vendían más insumos químicos para recrear lo que podría haber ocurrido de forma natural. </p>
<p>El césped “perfecto” había alcanzado la mayoría de edad.</p>
<h2>El significado de pintar el césped</h2>
<p>A principios de la década de 1960, los propietarios de viviendas ya buscaban formas de conseguir un césped perfecto de forma barata. </p>
<p>Un artículo publicado en 1964 en <em>Newsweek</em> señalaba que en 35 estados se vendía pintura verde para césped. <a href="https://www.google.com/books/edition/American_Green_The_Obsessive_Quest_for_t/C3wEEAAAQBAJ?hl=en&gbpv=1&dq=american+green+steinberg&printsec=frontcover">La revista opinaba</a> que, dado que un propietario “necesita una licenciatura en Química para comprender la desconcertante variedad de desbrozadores y desinsectadores que pululan ahora por el mercado”, la pintura se estaba convirtiendo en una alternativa atractiva. </p>
<p>Así que el interés por pintar el césped no es del todo nuevo.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="Foto aérea de casas unifamiliares con césped verde." src="https://images.theconversation.com/files/520042/original/file-20230410-26-l74rcc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/520042/original/file-20230410-26-l74rcc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/520042/original/file-20230410-26-l74rcc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/520042/original/file-20230410-26-l74rcc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=399&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/520042/original/file-20230410-26-l74rcc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/520042/original/file-20230410-26-l74rcc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/520042/original/file-20230410-26-l74rcc.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Casas unifamiliares de Centerville, Md.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/photo/ticky-tack-royalty-free-image/627412695?phrase=bird's%20eye%20view%20suburbia&adppopup=true">Edwin Remsberg/The Image Bank via Getty Images</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>La novedad, sin embargo, es que el fenómeno reciente se produce en un contexto en el que ha arraigado una visión más plural del jardín. </p>
<p>La gente, harta del cuidado del césped dominado por las empresas, está dando marcha atrás en el tiempo y <a href="https://www.apartmenttherapy.com/clover-lawns-37181185">cultivando sus patios con trébol</a>, una planta resistente a la sequía que, además, aporta nutrientes. Y así, el césped de trébol ha resurgido, con vídeos en TikTok con la etiqueta #cloverlawn <a href="https://www.tiktok.com/tag/cloverlawn">con 78 millones de visitas</a>.</p>
<p>El regreso de la pintura sobre hierba y el resurgimiento del interés por el trébol sugieren que el césped perfecto, que consume muchos recursos, es una presunción ecológica que el país quizá ya no pueda permitirse.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/203976/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Ted Steinberg no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El ideal del césped perfecto. superverde y sin malas hierbas, es un fenómeno relativamente reciente.Ted Steinberg, Professor of History, Case Western Reserve UniversityLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1944212022-11-13T21:51:04Z2022-11-13T21:51:04ZOcho mil millones de personas: así amenazan a la salud pública el cambio climático y la superpoblación<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/494734/original/file-20221110-26-o6pp76.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=485%2C285%2C3098%2C1983&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Las enfermedades infecciosas como la covid-19 encabezan la lista de preocupaciones sanitarias.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/an-elderly-man-a-resident-of-the-sprawling-township-of-news-photo/1211082728">Marco Longari / AFP via Getty Images</a></span></figcaption></figure><p>Hay cuestiones que me preocupan profundamente como científica de la población y la salud ambiental. </p>
<p>¿Tendremos suficientes alimentos para una población mundial creciente? ¿Cómo atenderemos a más personas en la próxima pandemia? ¿Qué hará el calor con los millones de hipertensos? ¿Los países librarán guerras por el agua a causa de las crecientes sequías? </p>
<p>Todos estos riesgos tienen tres cosas en común: la salud, el cambio climático y una población creciente que, según las previsiones de <a href="https://www.un.org/en/desa/world-population-reach-8-billion-15-november-2022">Naciones Unidas</a>, habrá alcanzado los 8.000 millones de personas en torno al 15 de noviembre de 2022, el doble de la población de hace sólo 48 años.</p>
<p>En mis <a href="https://www.health.pitt.edu/people/ant-2">40 años de carrera</a>, primero trabajando en la selva amazónica y en los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, y luego en el mundo académico, me he encontrado con muchas amenazas para la salud pública, pero ninguna tan inflexible y omnipresente como el cambio climático. </p>
<p>De la multitud de efectos adversos para la salud relacionados con el clima, los cuatro siguientes representan las mayores preocupaciones para la salud pública de una población creciente.</p>
<h2>1. Enfermedades infecciosas</h2>
<p>Los investigadores han descubierto que <a href="https://theconversation.com/58-of-human-infectious-diseases-can-be-worsened-by-climate-change-we-scoured-77-000-studies-to-map-the-pathways-188256">más de la mitad de las enfermedades infecciosas humanas</a> pueden empeorar con el cambio climático.</p>
<p>Las inundaciones, por ejemplo, pueden afectar a la calidad del agua y a los hábitats donde bacterias y vectores peligrosos como los mosquitos pueden reproducirse y transmitir enfermedades infecciosas a las personas.</p>
<p>El dengue, una dolorosa enfermedad vírica transmitida por los mosquitos que enferma a <a href="https://www.cdc.gov/dengue/about/index.html">unos 100 millones</a> de personas al año, es más frecuente en entornos cálidos y húmedos. Su R0, o número básico de reproducción –un indicador de la rapidez con la que se propaga– <a href="https://doi.org/10.1016/S0140-6736(22)01540-9">aumentó alrededor de un 12%</a> desde la década de 1950 hasta la media de 2012-2021. La temporada de la malaria se expandió un 31% en las zonas altas de América Latina y casi un 14% en las tierras altas de África, a medida que las temperaturas aumentaban en el mismo periodo.</p>
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<img alt="Filas de camas, algunas cubiertas con mosquiteras, llenan un espacio similar a un almacén. Los médicos visitan a algunos de los pacientes." src="https://images.theconversation.com/files/493916/original/file-20221107-19-5r15ur.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/493916/original/file-20221107-19-5r15ur.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/493916/original/file-20221107-19-5r15ur.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/493916/original/file-20221107-19-5r15ur.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/493916/original/file-20221107-19-5r15ur.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/493916/original/file-20221107-19-5r15ur.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/493916/original/file-20221107-19-5r15ur.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Los pacientes descansan en una sala improvisada contra el dengue en un hospital durante un grave brote en Pakistán en 2021.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/patients-take-rest-on-beds-arranged-inside-a-makeshift-news-photo/1235932771">Arif Ali/AFP via Getty Images</a></span>
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<p>Las inundaciones también pueden propagar organismos transmitidos por el agua que causan <a href="https://doi.org/10.1186/s12879-020-04961-4">hepatitis</a> y <a href="https://doi.org/10.1136/bmj.39503.700903.DB">enfermedades diarreicas</a>, como el cólera, sobre todo cuando un gran número de personas se ven desplazadas por las catástrofes y viven en zonas con agua de mala calidad para beber o lavarse. </p>
<p><a href="https://doi.org/10.1371/currents.dis.7a2cee9e980f91ad7697b570bcc4b004">También las sequías</a> pueden degradar la calidad del agua potable. Como resultado, más poblaciones de roedores entran en las comunidades humanas en busca de comida, aumentando el <a href="https://doi.org/10.3390/pathogens11010015">potencial de propagación del hantavirus</a>.</p>
<h2>2. Calor extremo</h2>
<p>Otro grave riesgo para la salud es el aumento de las temperaturas. </p>
<p>El calor excesivo puede <a href="https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/climate-change-heat-and-health">exacerbar los problemas de salud existentes</a>, como las enfermedades <a href="https://doi.org/10.1111/all.14177">cardiovasculares</a> y respiratorias. Y cuando el estrés por calor se convierte en <a href="https://www.cdc.gov/niosh/topics/heatstress/heatrelillness.html">insolación</a>, puede <a href="https://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/heat-stroke/symptoms-causes/syc-20353581">dañar el corazón, el cerebro y los riñones</a> y llegar a ser letal.</p>
<p>En la actualidad, cerca del 30% de la población mundial está expuesta cada año a un estrés térmico potencialmente mortal. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático estima que ese porcentaje aumentará <a href="https://www.ipcc.ch/report/ar6/wg2/about/frequently-asked-questions/keyfaq3/">al menos al 48% y hasta el 76%</a> a finales de este siglo.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/493119/original/file-20221102-24-un18ln.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/493119/original/file-20221102-24-un18ln.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/493119/original/file-20221102-24-un18ln.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=477&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/493119/original/file-20221102-24-un18ln.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=477&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/493119/original/file-20221102-24-un18ln.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=477&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/493119/original/file-20221102-24-un18ln.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=599&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/493119/original/file-20221102-24-un18ln.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=599&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/493119/original/file-20221102-24-un18ln.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=599&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Donde el cambio climático afecta a la salud humana.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Centers for Disease Control and Prevention</span></span>
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<p>Además de las vidas perdidas, se prevé que la exposición al calor haya provocado <a href="https://www.thelancet.com/infographics-do/climate-countdown-2022">470.000 millones de horas de trabajo potencialmente perdidas</a> en todo el mundo en 2021, con pérdidas de ingresos asociadas que ascienden a 669.000 millones de dólares. A medida que la población crezca y el calor aumente, más personas dependerán del aire acondicionado alimentado por combustibles fósiles, lo que <a href="https://www.iea.org/news/air-conditioning-use-emerges-as-one-of-the-key-drivers-of-global-electricity-demand-growth">contribuye aún más al cambio climático</a>.</p>
<h2>3. Seguridad alimentaria y del agua</h2>
<p>El calor también afecta a la seguridad alimentaria y del agua de una población creciente.</p>
<p>Una revisión de The Lancet descubrió que las altas temperaturas en 2021 <a href="https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(22)01540-9/fulltext">acortaron la temporada de cultivo</a> en unos 9,3 días de media para el maíz y seis días para el trigo en comparación con la media de 1981-2020. </p>
<p>El calentamiento de los océanos, por su parte, puede matar a los mariscos y desplazar <a href="https://doi.org/10.1111/gcb.14512">la pesca de la que dependen las comunidades costeras</a>. Las olas de calor sólo en 2020 hicieron que <a href="https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(22)01540-9/fulltext">98 millones</a> de personas más se enfrentaran a la inseguridad alimentaria en comparación con la media de 1981-2010.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="Una mujer de pie en un campo examina un tallo de sorgo" src="https://images.theconversation.com/files/493915/original/file-20221107-21-i2g9p0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/493915/original/file-20221107-21-i2g9p0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/493915/original/file-20221107-21-i2g9p0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/493915/original/file-20221107-21-i2g9p0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/493915/original/file-20221107-21-i2g9p0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/493915/original/file-20221107-21-i2g9p0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/493915/original/file-20221107-21-i2g9p0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Un agricultor de Zimbabue se pasó al sorgo, un cultivo de grano que puede prosperar en condiciones de sequía, ya que la falta de agua marchitó otros cultivos en 2019.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/angeline-kadiki-an-elderly-who-is-a-sorghum-farmer-inspects-news-photo/1130994283">Jekesai Njikizana/AFP via Getty Images</a></span>
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<p>El aumento de las temperaturas también afecta al suministro de agua dulce a través de la evaporación y de la reducción de los <a href="https://e360.yale.edu/features/andes-meltdown-new-insights-into-rapidly-retreating-glaciers">glaciares de montaña</a> y del <a href="https://www.ioes.ucla.edu/project/climate-change-sierra-nevada/">manto de nieve</a> que históricamente han mantenido el flujo de agua durante los meses de verano.</p>
<p>La escasez de agua y la sequía tienen el potencial de desplazar a casi <a href="https://unstats.un.org/sdgs/report/2022/goal-13/">700 millones de personas para 2030</a>, según estimaciones de la ONU. Combinadas con el crecimiento de la población y las crecientes necesidades energéticas, también pueden alimentar conflictos geopolíticos cuando los países se enfrentan a la escasez de alimentos y compiten por el agua.</p>
<h2>4. Mala calidad del aire</h2>
<p>La contaminación del aire puede verse <a href="https://theconversation.com/extreme-heat-air-pollution-can-be-deadly-with-the-health-risk-together-worse-than-either-alone-187422">exacerbada por los factores del cambio climático</a>. El clima cálido y los mismos gases de los combustibles fósiles que calientan el planeta <a href="https://www.lung.org/clean-air/climate-change/climate-change-air-pollution">contribuyen al ozono a nivel del suelo</a>, un componente clave de la contaminación. Esto puede agravar las alergias, el asma y otros problemas respiratorios, así como las enfermedades cardiovasculares. </p>
<p>Los incendios forestales alimentados por ambientes cálidos y secos <a href="https://doi.org/10.1126/sciadv.abi9386">aumentan el riesgo de contaminación del aire para la salud</a>. El humo de los incendios forestales está cargado de partículas diminutas que pueden llegar hasta los pulmones, <a href="https://www.epa.gov/wildfire-smoke-course/why-wildfire-smoke-health-concern">causando problemas cardíacos y respiratorios</a>. </p>
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<img alt="Tres escolares con mochilas caminan entre el smog a lo largo de una carretera mientras se cubren la boca con pañuelos." src="https://images.theconversation.com/files/493917/original/file-20221107-25-5gvhig.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/493917/original/file-20221107-25-5gvhig.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=405&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/493917/original/file-20221107-25-5gvhig.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=405&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/493917/original/file-20221107-25-5gvhig.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=405&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/493917/original/file-20221107-25-5gvhig.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=509&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/493917/original/file-20221107-25-5gvhig.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=509&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/493917/original/file-20221107-25-5gvhig.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=509&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">La contamianción del aire en Nueva Delhi, India, es un problema constante. Se agravó tanto en 2017 que la ciudad cerró temporalmente sus escuelas primarias.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/indian-schoolchildren-cover-their-faces-as-they-walk-to-news-photo/871511920">Sajjad Hussain/AFP via Getty Images</a></span>
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<h2>¿Qué podemos hacer al respecto?</h2>
<p>Muchos grupos y expertos médicos están trabajando para contrarrestar esta cascada de consecuencias climáticas negativas para la salud humana.</p>
<p>Abordar la carga sanitaria de los países de ingresos bajos y medios es fundamental. A menudo, las personas <a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK525226/">más vulnerables</a> de estos países <a href="https://sdgs.un.org/goals/goal13">se enfrentan a los mayores daños del cambio climático</a> sin disponer de los recursos necesarios para proteger su salud y su entorno. El crecimiento demográfico puede <a href="https://doi.org/10.1289/EHP10384">agravar estas iniquidades</a>. </p>
<p>Las <a href="https://www.paho.org/en/news/19-8-2022-eu-and-paho-supporting-nine-caribbean-countries-integration-health-national">evaluaciones de adaptación</a> pueden ayudar a los países de alto riesgo a prepararse para los efectos del cambio climático. Los grupos de desarrollo también están liderando proyectos para <a href="https://www.cgiar.org/">ampliar los cultivos</a> que puedan prosperar en condiciones de sequía. La <a href="https://www.paho.org/en">Organización Panamericana de la Salud</a>, que se centra en el Caribe, es un ejemplo de cómo los países están trabajando para reducir las enfermedades transmisibles y avanzar en la capacidad regional para contrarrestar el impacto del cambio climático.</p>
<p>En última instancia, para reducir los riesgos para la salud será necesario <a href="https://www.unep.org/resources/emissions-gap-report-2022">reducir las emisiones de gases de efecto invernadero</a> que impulsan el cambio climático. </p>
<p>Los países de todo el mundo se <a href="https://unfccc.int/process/the-convention/history-of-the-convention#Essential-background">comprometieron en 1992</a> a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Treinta años después, las emisiones mundiales <a href="https://www.unep.org/events/publication-launch/emissions-gap-report-2022">sólo están empezando a desacelerarse</a>, y comunidades de todo el mundo sufren cada vez más olas de calor extremas e inundaciones y sequías devastadoras.</p>
<p>La <a href="https://unfccc.int/event/cop-27"> 27 Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático</a> –y que, en mi opinión, no se está centrando lo suficiente en la salud– puede ayudar a llamar la atención sobre los impactos climáticos clave que perjudican la salud. Como señaló el Secretario General de la ONU, António Guterres: Mientras celebramos nuestros avances, “al mismo tiempo, es un recordatorio de nuestra responsabilidad compartida de cuidar de nuestro planeta y un momento para reflexionar sobre los aspectos en los que todavía no cumplimos nuestros compromisos mutuos.”</p>
<hr>
<p><em>Samantha Totoni, doctoranda en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Pittsburgh, contribuyó a este artículo.</em> </p>
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<p><em>Artículo traducido gracias a la colaboración con <a href="https://www.fundacionlilly.com/">Fundación Lilly</a></em>.</p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/194421/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Maureen Lichtveld no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La población humana se ha duplicado en 48 años, y el empeoramiento del cambio climático ha hecho que el mundo se enfrente a graves riesgos sanitarios, desde las enfermedades infecciosas hasta el hambre y el estrés térmico.Maureen Lichtveld, Dean of the School of Public Health, University of PittsburghLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1919712022-10-30T18:19:55Z2022-10-30T18:19:55ZLa siembra de agua, una técnica milenaria eficaz para enfrentarse a la sequía<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/491296/original/file-20221024-356-p56uqr.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C2852%2C1857&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Recreación de un sistema de siembra de agua. </span> <span class="attribution"><span class="source">Rocío Espín y Sergio Martos</span>, <span class="license">Author provided</span></span></figcaption></figure><p>Dicen en Perú que el que cosecha agua sin haberla sembrado es un ladrón. La frase está llena de significado. En España tenemos un par de millones de pozos que cosechan agua subterránea sin que sus propietarios sepan que el agua también se siembra. Los pueblos quechuas y aymaras lo hacen en los Andes desde hace más de mil años mediante la construcción y manejo de amunas, cochas y bofedales, <a href="https://www.researchgate.net/publication/343813054_Ancestral_Techniques_of_Water_Sowing_and_Harvesting_in_Ibero-America_Examples_of_Hydrogeoethical_Systems">entre otros sistemas</a>. También se siembra agua <a href="https://www.researchgate.net/publication/335225781_The_oldest_managed_aquifer_recharge_system_in_Europe_New_insights_from_the_Espino_recharge_channel_Sierra_Nevada_southern_Spain">en Sierra Nevada,</a> España, desde la época de Al-Ándalus, mediante las <a href="https://www.igme.es/Publicaciones/publiFree/PG_Careos/Careos%20flip/mobile/index.html">acequias de careo</a>. </p>
<h2>Un método verde y eficiente frente a la sequía</h2>
<p>Las investigaciones que realizamos desde el Instituto Geológico y Minero de España del CSIC muestran que son <a href="https://www.researchgate.net/publication/358710172_Artificial_recharge_by_means_of_careo_channels_versus_natural_aquifer_recharge_in_a_semi-arid_high-mountain_watershed_Sierra_Nevada_Spain">sistemas realmente eficientes </a> y válidos para enfrentarse a la sequía y afrontar los <a href="https://www.researchgate.net/publication/364150348_The_Recharge_Channels_of_the_Sierra_Nevada_Range_Spain_and_the_Peruvian_Andes_as_Ancient_Nature-Based_Solutions_for_the_Ecological_Transition">retos que plantea el nuevo escenario climático.</a> </p>
<p>El sistema de siembra y cosecha es sencillo. Consiste en derivar e infiltrar agua en el subsuelo y recuperarla en otros lugares unos meses o años después. No se trata de implorar a los dioses para que llueva ni de levantar megaestructuras de hormigón, se trata de conocer los sistemas naturales de la Tierra y aprovecharlos sin dañarlos para que el agua no deje de brotar. </p>
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<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/_zXPQ1zg7fo?wmode=transparent&start=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
<figcaption><span class="caption">Los “Careos”, Siembra y Cosecha del Agua en Sierra Nevada, España. IGME - CSIC.</span></figcaption>
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<h2>Un día más sin lluvias</h2>
<p>Las precipitaciones dejaron de producirse en Sierra Nevada allá por el mes de marzo. Hace meses <a href="https://foro.tiempo.com/seguimiento-de-los-neveros-en-las-montanas-de-espana-temporada-2022-t151218.0.html">desaparecieron los neveros</a> en sus cumbres y algunas de sus lagunas emblemáticas se han secado. Pero sus ríos, sus manantiales y las fuentes de sus pueblos siguen brotando con abundante caudal.</p>
<p>¿Por qué se da esta singularidad en Sierra Nevada? La respuesta es sencilla: los habitantes de la montaña semiárida más meridional de Europa aprendieron a sembrar y a cosechar agua hace mucho tiempo, más o menos unos mil años, cuando las condiciones climáticas eran muy parecidas a las actuales. </p>
<h2>¿Qué significa sembrar y cosechar agua?</h2>
<p>La siembra y cosecha del agua es un concepto acuñado <a href="https://www.helvetas.org/es/peru/quienes-somos/siguenos/Noticias/Siembra-y-cosecha-de-agua-desde-experiencias-en-los-Andes-del-Peru-La-experiencia-de-HELVETAS-Peru_pressrelease_7135">en los Andes peruanos</a>, donde se realiza desde antes de la llegada de los españoles. Con procedimientos ancestrales se recolecta el agua de lluvia y el agua de escorrentía superficial para infiltrarla (es decir, sembrarla) en los acuíferos. Cierto tiempo después el agua se recupera, se cosecha, a través de manantiales o en los ríos, y mediante la construcción de pozos y galerías.</p>
<p>En Sierra Nevada se siembra y cosecha agua desde la época de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Al-%C3%81ndalus">al-Ándalus</a>, mediante infraestructuras conocidas como acequias de careo. </p>
<p>Las <a href="https://www.cyted.org/es/noticias/ya-est%C3%A1-disponible-el-libro-electr%C3%B3nico-%E2%80%9Ccareos-siembra-y-cosecha-del-agua-en-la-cuenca-del">acequias de careo</a> son canales excavados en el terreno, sin revestir, algunos con más de 10 km de longitud. Estos canales están diseñados para conducir el agua procedente del deshielo de la cabecera de los ríos de montaña e infiltrarla donde es necesaria, llegando a los acuíferos que se desarrollan en las partes altas de las laderas. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/490144/original/file-20221017-8454-y4hu8g.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/490144/original/file-20221017-8454-y4hu8g.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/490144/original/file-20221017-8454-y4hu8g.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/490144/original/file-20221017-8454-y4hu8g.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/490144/original/file-20221017-8454-y4hu8g.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/490144/original/file-20221017-8454-y4hu8g.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/490144/original/file-20221017-8454-y4hu8g.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/490144/original/file-20221017-8454-y4hu8g.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Sima de las Albarradas, en Mecina Bombarón (Granada) donde se han medido caudales de infiltración de 600 litros por segundo, aportados por la acequia de careo de Bérchules.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Blas Ramos</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Después de unos meses llega la cosecha</h2>
<p>El agua <a href="https://www.researchgate.net/publication/353950731_The_Ecohydrological_Approach_in_Water_Sowing_and_Harvesting_Systems_The_Case_of_the_Paltas_Catacocha_Ecohydrology_Demonstration_Site_Ecuador#fullTextFileContent">se infiltra</a> en las acequias a lo largo de su recorrido y en determinadas zonas concretas conocidas localmente como simas, calaeros o matas. El desfase de tiempo, que normalmente es de algunos meses desde que se siembra hasta que se cosecha, se debe a la lenta velocidad de circulación del agua subterránea por el subsuelo. Este retardo en su salida hace que los manantiales y ríos tengan un caudal prácticamente constante a lo largo de todo el año, sin que se sequen nunca. </p>
<p>El sistema permite modular el caudal de los ríos como si fueran embalses. Sin necesidad de hormigón, sin aportes de energía externos (funcionan con la fuerza de la gravedad), sin necesidad de importar tierras raras ni minerales estratégicos de otra parte del mundo. Sencillo, verde y eficiente.</p>
<p>La cosecha permite abastecer con agua potable de excelente calidad a las poblaciones serranas y al ganado; permite el riego de cultivos y pastos durante los periodos secos y contribuye al mantenimiento de innumerables ecosistemas asociados y al incremento de la biodiversidad. </p>
<p>Buena parte de los robledales y castaños de Sierra Nevada dependen de los <a href="https://www.igme.es/Publicaciones/publiFree/PG_Careos/Careos.pdf">careos</a>. Pero, además, su mantenimiento colectivo, realizado por las comunidades de regantes, contribuye a aumentar la cohesión social y a generar unos paisajes culturales que son una de las señas de identidad de esta Reserva de la Biosfera. </p>
<p>Sin estos canales de agua ancestrales, todos estos pueblos <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0308521X22001494">serían un secarral</a>, la vida allí no sería posible. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/491299/original/file-20221024-5837-j554es.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/491299/original/file-20221024-5837-j554es.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/491299/original/file-20221024-5837-j554es.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=270&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/491299/original/file-20221024-5837-j554es.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=270&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/491299/original/file-20221024-5837-j554es.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=270&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/491299/original/file-20221024-5837-j554es.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=340&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/491299/original/file-20221024-5837-j554es.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=340&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/491299/original/file-20221024-5837-j554es.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=340&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Acequiero de la Comunidad de Regantes derivando el agua de la acequia de Bérchules para su infiltración en la sima de las Arroyadas.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Sergio Martos</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
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<h2>Se consigue infiltrar el doble de agua que en otras montañas</h2>
<p>Las investigaciones lideradas por el <a href="https://canal.ugr.es/noticia/memolab-de-la-universidad-de-granada-junto-al-instituto-geologico-y-minero-de-espana-y-el-igme-csic-presentan-el-audiovisual-siembra-y-cosecha-del-agua-en-iberoamerica/">Instituto Geológico y Minero de España del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IGME-CSIC)</a> han demostrado la eficiencia, la antigüedad y la resiliencia de este sistema ancestral de recarga de acuíferos. Hemos comprobado que el agua que se infiltra en los acuíferos de Sierra Nevada duplica a la que se infiltra en otras montañas similares.</p>
<p>El sistema tiene un alto potencial para contribuir al logro de buena parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la UE. Así lo ha entendido la <a href="https://en.unesco.org/biosphere/eu-na/sierra-nevada">UNESCO</a>, que ha reconocido a las acequias de careo de Sierra Nevada como el primer <a href="http://www.ecohydrology-ihp.org/demosites/">sitio demostrativo de España</a> y uno de los treinta a escala mundial donde se hace un manejo ecohidrológico del agua.</p>
<h2>Técnicas que pueden multiplicarse</h2>
<p>En España tenemos sistemas muy parecidos en peligro de extinción, en los que estas técnicas podrían replicarse. Es el caso de las <a href="https://www.turismocastillayleon.com/es/espaciosnaturales/parque-regional-sierra-gredos">pesqueras de la Sierra de Gredos</a>, el de las caceras de la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Sierra_de_Guadarrama">Sierra de Guadarrama</a> o el de las zayas de la comarca de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/La_Valduerna">La Valduerna</a>, en León. </p>
<p>En los Andes, donde la panoplia de sistemas de siembra de agua es espectacular (amunas, cochas, tapes y bofedales, entre otros), las administraciones públicas y los gobiernos nacionales apoyan su recuperación y réplica. </p>
<p>La investigación de estos sistemas, que han logrado llegar a nuestros días pese a los importantes cambios climáticos y sociales, debería ser útil a los planificadores para contemplar otras formas de manejar el agua que no se enfrentan a la naturaleza, sino que trabajan de su mano.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/191971/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Investigando técnicas ancestrales en Sierra Nevada y en los Andes se puede luchar eficazmente contra los efectos del cambio climático.Juan Jose Durán Valsero, Profesor de Investigación del CSIC, Instituto Geológico y Minero de España (IGME - CSIC)Sergio Martos-Rosillo, Científico Titular del CSIC, Instituto Geológico y Minero de España (IGME - CSIC)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1917832022-10-24T16:40:59Z2022-10-24T16:40:59ZAsí afectan las sequías y las olas de calor a la producción de energía nuclear<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/491053/original/file-20221021-15-6mu0km.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C4000%2C2658&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/nuclear-power-plant-dukovany-czech-republic-212781520">Martin Lisner / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>Un reciente <a href="https://edo.jrc.ec.europa.eu/documents/news/GDO-EDODroughtNews202208_Europe.pdf">informe de la Comisión Europea</a> señala que Europa atraviesa la <a href="https://theconversation.com/la-sequia-agricola-en-europa-es-cada-vez-mas-frecuente-intensa-y-duradera-185727">peor sequía</a> <a href="https://ec.europa.eu/commission/presscorner/detail/en/mex_22_5123">de las últimas décadas</a>. Sus efectos son perfectamente visibles a través del drástico descenso de los caudales de algunos de los principales ríos europeos. </p>
<p>Pero además de sus importantes impactos ecológicos, la actual sequía revela algo más: la gran dependencia del agua de las centrales nucleares. Este verano, Francia tuvo que activar <a href="https://www.theguardian.com/business/2022/aug/03/edf-to-reduce-nuclear-power-output-as-french-river-temperatures-rise">un plan de sequía para algunas centrales nucleares</a> y estas vieron reducida su producción.</p>
<p>¿Por qué un caudal de agua insuficiente puede impedir el correcto funcionamiento de las centrales nucleares?</p>
<h2>La cuestión de la refrigeración</h2>
<p>Las centrales nucleares <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0921800916314094">emplean importantes volúmenes de agua</a>, principalmente, como medio refrigerante. Este tipo de central opera bajo el mismo principio que las centrales térmicas convencionales, es decir, las impulsadas por carbón, gas natural o fueloil, pero difieren en la forma en que calientan el agua.</p>
<p>Mientras que las térmicas convencionales hierven agua para obtener vapor a partir de la quema de combustibles fósiles, las centrales nucleares lo hacen a partir de reacciones nucleares. El vapor obtenido es utilizado para hacer girar unas turbinas que, posteriormente, producen electricidad a través de un alternador. </p>
<p>Por último, el vapor que ha pasado por la turbina se enfría en agua antes de poder reutilizarlo para producir más electricidad. Precisamente, la refrigeración es <a href="https://iopscience.iop.org/article/10.1088/1748-9326/7/4/045802">el proceso que entraña los mayores usos de agua en las centrales nucleares</a>.</p>
<h2>Sin agua no hay electricidad</h2>
<p>Una buena parte de los reactores operativos actualmente en Europa se refrigeran con agua dulce procedente de ríos y lagos. El bajo caudal de los ríos a consecuencia de la sequía obliga a reducir la generación de electricidad en centrales nucleares. Esta situación puede incluso forzar a apagar instalaciones por problemas de disponibilidad de agua, como <a href="https://www.rfi.fr/en/france/20200825-drought-provokes-shutdown-nuclear-reactors-northeast-france-belgium-ardennes-chooz-meuse">ya sucedió en el pasado</a>.</p>
<p>En este contexto, <a href="https://theconversation.com/el-reto-del-agua-en-la-produccion-de-energia-electrica-131354">el agua destinada a la generación de electricidad</a> pone de manifiesto dos conceptos: la extracción de agua y el consumo de agua. El primero hace referencia al volumen total de agua extraída de una masa de agua superficial para su uso. El segundo representa la parte del agua extraída inicialmente que se evapora durante el proceso de refrigeración de las centrales nucleares y, por tanto, se retira inmediatamente del medio acuático. </p>
<p>Esta distinción es crucial para poder entender cómo la sequía puede afectar a la producción de energía nuclear: independientemente del agua que se evapora y, por tanto, se consume durante el proceso de generación de electricidad, son necesarios importantes volúmenes de agua de partida para hacer funcionar una central nuclear. Si estos volúmenes no están disponibles inicialmente en los ríos, <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2212428421000141">las centrales no pueden funcionar correctamente</a>.</p>
<h2>Los efectos de las olas de calor</h2>
<p>Además de los bajos caudales, el aumento de la temperatura de los ríos por olas de calor <a href="https://www.iaee.org/en/publications/ejarticle.aspx?id=2411">también afecta a la capacidad de refrigeración de las centrales nucleares</a>. Este tipo de centrales utilizan el agua dulce para refrigerar y reducir la temperatura de sus sistemas. Una vez el proceso de refrigeración ha finalizado, muchas centrales devuelven nuevamente gran parte del líquido captado inicialmente a la masa de agua original, pero a una temperatura mayor. </p>
<p>Cuando el agua de los ríos ya está muy caliente, no es posible verter la procedente de una central nuclear respetando los valores límites de temperatura que marca la legislación para evitar daños en los ecosistemas acuáticos. Debido a esto, muchas centrales nucleares han tenido que reducir su producción. </p>
<p>A pesar de la existencia de unas limitaciones ecológicas de calentamiento de los ríos, recientemente, el Gobierno francés <a href="https://www.reuters.com/world/europe/frances-asn-nuclear-regulator-adapts-hot-water-discharge-rules-light-heatwave-2022-08-08/">ha permitido que algunas de sus nucleares sobrepasen dichas fronteras térmicas como medida temporal</a>. En este sentido, la apuesta por tecnologías de refrigeración menos sensibles a los cambios en los caudales y la temperatura del agua como, por ejemplo, las torres de refrigeración, aseguraría que el agua que se descarga a los ríos no exceda los límites de temperatura.</p>
<p>La <a href="https://theconversation.com/es/topics/sequia-58358">sequía</a> ha creado una tensión sin precedentes en los caudales de los ríos. Muy probablemente, la situación se mantenga al menos hasta noviembre de este año a lo largo del Mediterráneo europeo. Ante esta situación, las centrales nucleares luchan por mantenerse refrigeradas. Las sequías que afectan a la producción de energía nuclear son otro recordatorio del impacto del agua en cosas con las que no necesariamente la asociamos. Algo que no debemos pasar por alto en el futuro.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/191783/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Diego Sesma Martín ha formado parte del proyecto HAR2017-860086-R, financiado por MCIN/AEI/ 10.13039/501100011033 y por “FEDER Una manera de hacer Europa”</span></em></p>Los bajos caudales de los ríos y las altas temperaturas de sus aguas obligan a reducir la actividad de las centrales, que necesitan agua para generar electricidad y alimentar los sistemas de refrigeración.Diego Sesma Martín, Docente e investigador, Departamento de Economía y Empresa, Universidad de La RiojaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1914392022-09-29T10:46:15Z2022-09-29T10:46:15ZLa sequía podría dejarnos sin leche y sin cerveza<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/487045/original/file-20220928-24-g56kch.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=14%2C0%2C4970%2C3053&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/sandstorm-over-farmland-silence-wind-blowing-2205696821">Shutterstock / PhotoRK</a></span></figcaption></figure><p>Los registros indican que Europa <a href="https://theconversation.com/la-sequia-agricola-en-europa-es-cada-vez-mas-frecuente-intensa-y-duradera-185727">nunca ha estado tan seca como en estas últimas décadas</a>. Esta sequía tiene consecuencias directas sobre nuestra vida, entre otras cosas porque amenaza productos alimentarios básicos como la leche. Recordemos que una vaca necesita más de 100 litros de agua al día para producir leche, y que últimamente se han cerrado granjas incapaces de competir con las <a href="https://theconversation.com/es/topics/macrogranjas-110794">macrogranjas</a> por los precios. </p>
<p>Tan disparatada es la situación que países como España se ven obligados a <a href="https://www.telemadrid.es/programas/120-minutos/Los-ganaderos-alertan-Nos-vamos-a-quedar-sin-leche-2-2478672113--20220816015603.html">importar leche de Europa</a>. Pero como Europa también atraviesa fuertes sequías, es probable que acabemos importando de EE. UU. y China. Se vio algo parecido en el verano del hemisferio sur en <a href="https://news.agrofy.com.ar/noticia/197849/dano-colateral-sequia-enciende-alarmas-costos-producir-carnes-y-leche">Argentina</a> y Brasil. El problema no es solo la sequía sino también el mercado y la guerra de precios: se nos olvidó lo del autoconsumo y, desde luego, aquello de la sostenibilidad.</p>
<p>Otro caso llamativo de la ubicuidad de los impactos de la sequía lo encontramos en la cerveza. Hace poco, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador <a href="https://www.europapress.es/epagro/noticia-cerveza-espana-mexico-estudia-prohibir-produccion-cerveza-norte-pais-escasez-agua-20220808223052.html">paralizaba la producción de cerveza en los estados del norte</a>, que sufren una grave sequía afectando especialmente a la ciudad de Monterrey. Es la segunda más poblada del país y sede de potentes industrias cerveceras. La producción de cerveza requiere grandes cantidades de agua y en el norte de México está poniendo en compromiso el agua para uso doméstico. Diversos estudios indican que el cambio climático está <a href="https://doi.org/10.1038/s41477-018-0263-1">amenazando la industria cervecera</a> en varios lugares del mundo.</p>
<h2>Las sequías más fuertes de los últimos siglos</h2>
<p>El cambio climático se acelera y a su paso deja tanto desolación como confusión. Parte de esa confusión la generan unas precipitaciones contrastadas que en algunos sitios traen consigo sequías, mientras que en otros traen inundaciones. Incluso en algunas zonas como Europa, unos años trae inundaciones (por ejemplo, <a href="https://news.un.org/es/story/2021/07/1494492">en 2021</a>) y otros años sequías (<a href="https://theconversation.com/sequia-y-olas-de-calor-una-tormenta-perfecta-189077">2022</a>) prácticamente en los mismos lugares. Esto hace difícil encontrar patrones o tendencias claras y da alas a los escépticos y negacionistas del cambio climático. </p>
<p>Pero sí, pese a la aparente contradicción, estos efectos tan opuestos están disparados por el mismo proceso: el calentamiento de la atmósfera por la emisión de gases de efecto invernadero. Ese calentamiento que incrementa la variabilidad del clima y hace cada vez más raro que llueva de forma suave y continua. </p>
<p>Así, últimamente o llueve mucho menos de lo normal o llueve mucho más y de forma torrencial. Las lluvias extremas se han vuelto más frecuentes e intensas en ciertas zonas de Europa durante el último siglo y hay evidencias de que <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2212094719301720">el cambio climático de origen humano es responsable de ello</a>. Los máximos de precipitación se asocian claramente con las anomalías térmicas y con la tendencia sostenida de calentamiento global.</p>
<p>No olvidemos que el efecto devastador de las lluvias e inundaciones de julio de 2021 en Europa se vio amplificado por la alteración humana de las cuencas de los ríos, su artificialización y la pérdida de vegetación y suelo natural. Un año después, muchas de estas zonas inundadas de Europa han sufrido la sequía más intensa desde la Edad Media.</p>
<h2>Los cimientos de Holanda se pudren</h2>
<p>Las casas holandesas construidas sobre pilotes de madera se están pudriendo tras las graves sequías. El famoso Rijksmuseum de Ámsterdam se ha hundido más de 15 centímetros. Como muchos edificios construidos antes de 1970 en este país pantanoso, el museo se apoya en unos 8 000 postes de madera que son sus cimientos. </p>
<p>Se debe a que los veranos secos hacen descender el nivel de las aguas subterráneas, los postes quedan expuestos y los hongos, que necesitan oxígeno para sobrevivir, <a href="https://www.bloomberg.com/news/articles/2022-09-03/amsterdam-homes-sink-as-europe-drought-sees-foundations-rot">van pudriendo los cimientos</a>. En este caso es la escasez de agua, y no el exceso, lo que causa el desastre. </p>
<p>En un momento en el que Europa está sufriendo la peor sequía de los últimos 500 años, es posible que este problema no se limite a los Países Bajos, ya que los cimientos de madera también se utilizan en algunas zonas de Suecia, Alemania y, en gran medida, en la ciudad italiana de Venecia. </p>
<p>Los holandeses tienen que replantearse su estrategia de gestión del agua. Quizás deban encerrar las aguas subterráneas en lugar de mantener el mar fuera. Si no toman medidas, las casas podrían derrumbarse en una década. Sin apoyo gubernamental para estos macrorriesgos climáticos, las empresas de seguros no pueden asumir los gastos que de momento recaen en los propietarios.</p>
<h2>¿Tenemos mala memoria o realmente nos enfrentamos a una sequía extrema?</h2>
<p>El que no haya dos días, ni dos meses, ni dos años que sean climáticamente iguales hace que perdamos la perspectiva de lo que pasa. </p>
<p>A pesar de la gran variabilidad de las precipitaciones en el nuevo clima inducido por los seres humanos, es posible encontrar ciertos patrones gracias a la estadística y a la investigación multidisciplinar que permiten reconstruir series temporales largas de temperatura y precipitación en zonas y momentos en los que no hay o no hubo registro instrumental.</p>
<p><a href="https://www.nature.com/articles/s41561-021-00698-0">Un estudio reciente</a> llevado a cabo por el investigador de la Universidad de Cambridge Ulf Büntgen y colaboradores enlaza series climáticas extraídas de los anillos de los árboles europeos, combinando datos de crecimiento y datos isotópicos de árboles vivos y muertos, tanto intactos como transformados en muebles o en piezas históricas o arqueológicas. Todo ello permite entender las grandes fluctuaciones climáticas a lo largo de las distintas épocas y permite concluir que, a pesar de las sequías de los diversos periodos históricos, Europa sufre ahora las sequías más fuertes en los últimos 2 110 años de su historia. </p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/487224/original/file-20220929-21-hgnv3r.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/487224/original/file-20220929-21-hgnv3r.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=239&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/487224/original/file-20220929-21-hgnv3r.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=239&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/487224/original/file-20220929-21-hgnv3r.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=239&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/487224/original/file-20220929-21-hgnv3r.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=300&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/487224/original/file-20220929-21-hgnv3r.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=300&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/487224/original/file-20220929-21-hgnv3r.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=300&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Reconstrucción de la aridez en Europa durante los últimos 2110 años. Elaborado a partir de Büntgen y colaboradores (2021, Nature Geoscience)</span>
<span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span>
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</figure>
<h2>Un anticiclón de las Azores cada vez más intenso</h2>
<p>¿Pero qué hay detrás de la creciente sequía en Europa? Se trata del <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Anticicl%C3%B3n_de_las_Azores#">anticiclón de las Azores</a>, que, junto con la zona de bajas presiones de Islandia, determina los patrones de viento y lluvia en el Atlántico norte. </p>
<p>El anticiclón de las Azores influye mucho en el clima de buena parte de Europa, sobre todo la lluvia invernal en la mitad occidental del continente. El investigador de la Institución Oceanográfica Woods Hole (EE. UU.) Nathaniel Creswell-Clay y colaboradores han encontrado que <a href="https://www.nature.com/articles/s41561-022-00971-w">a partir de la era industrial la extensión de este anticiclón ha ido aumentando en concordancia con el cambio climático de origen humano</a>. </p>
<p>Esta expansión del anticiclón de las Azores está generando unas sequías sin precedentes en los últimos 1 200 años. Las altas presiones son significativamente más comunes en la era industrial (desde 1850) que en la época preindustrial, lo que da lugar a condiciones anormalmente secas en el Mediterráneo occidental, incluida la península ibérica. Las simulaciones del último milenio indican que la expansión del anticiclón de las Azores en la era industrial no tiene precedentes en el último milenio (desde el año 850 de la era cristiana), lo que concuerda con los datos de los indicadores de precipitación en Portugal. La expansión del anticiclón de las Azores surge después de 1850 y se refuerza en el siglo XX, lo que es coherente con un calentamiento de origen antropogénico.</p>
<h2>Hablando claro</h2>
<p>Es preciso hablar claro. Pero no siempre es posible. A veces porque no se tienen las cosas claras y otras veces porque da miedo hacerlo. La conexión de los eventos climáticos extremos como sequías, olas de calor o tormentas extraordinarias con el cambio climático es científicamente evidente. Por ese lado resulta fácil hablar claro. </p>
<p>Sin embargo, como <a href="https://www.science.org/doi/pdf/10.1126/sciadv.abo2190">analizan los investigadores Zuhad Hai y Rebecca L. Perlman</a>, a muchos políticos les cuesta hacer esas vinculaciones en público por el temor a la reacción de los votantes. Hay que trabajar por una ciudadanía informada, capaz de apoyar a quienes hagan esas conexiones tan evidentes para la ciencia. No hay margen para mensajes tibios y políticas climáticas flojas.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/191439/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Fernando Valladares no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La escasez de agua en el viejo continente, la más intensa de los últimos siglos, se debe a la expansión del anticiclón de las Azores. Sus efectos cada vez son más patentes.Fernando Valladares, Profesor de Investigación en el Departamento de Biogeografía y Cambio Global, Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1890772022-08-21T17:24:25Z2022-08-21T17:24:25ZSequía y olas de calor, una tormenta perfecta<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/480109/original/file-20220819-2899-re61un.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=10%2C0%2C3484%2C2321&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">La iglesia del embalse de Sau, en Cataluña, emerge debido a la falta de precipitaciones.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/drought-catalonia-sau-reservoir-near-barcelona-2188523945">Lorena Sopena / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>La sequía que vivimos actualmente en Europa se está convirtiendo en histórica por su intensidad y extensión. Esta situación, ya crítica, se ve muy bien reflejada en las <em>piedras del hambre</em> que han emergido en Europa central. Estas piedras (<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Piedra_del_hambre"><em>Hungersteine</em></a>) son marcadores del nivel del agua de los siglos XV-XIX, cuando las sequías llegaban a afectar a la navegación fluvial y al comercio, lo que significaba para la población el padecimiento de hambrunas.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/480065/original/file-20220819-16-4ma94y.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/480065/original/file-20220819-16-4ma94y.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/480065/original/file-20220819-16-4ma94y.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/480065/original/file-20220819-16-4ma94y.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/480065/original/file-20220819-16-4ma94y.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/480065/original/file-20220819-16-4ma94y.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/480065/original/file-20220819-16-4ma94y.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/480065/original/file-20220819-16-4ma94y.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Inscripción en la piedra del hambre de Děčín: ‘Wenn du mich siehst, dann weine’ (si me ves, llora).</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Hungerstein_in_Decin_(07).JPG">Bernd Gross / Wikimedia Commons</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
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<h2>Sequía por partida triple</h2>
<p><a href="https://www.aemet.es/es/serviciosclimaticos/vigilancia_clima/vigilancia_sequia">Lo que estamos experimentando este verano</a> es un evento compuesto, que ocurre cuando dos o más riesgos climáticos tienen lugar simultánea o secuencialmente. En este caso, se trata de una sequía meteorológica (por descenso de precipitaciones) y una sequía hidrológica (por disminución de recursos hídricos disponibles) que se suman a una sucesión de <a href="https://theconversation.com/son-las-olas-de-calor-cada-vez-mas-intensas-187151">olas de calor</a>, caracterizadas por su temprana aparición, su extensión y su duración.</p>
<p>Aunque las sequías no están necesariamente ligadas al verano, es en este momento cuando las sentimos más. De hecho, en la península ibérica hemos sufrido periodos secos en invierno, como en el año hidrológico 2011-2012, que fue el más seco desde 1961. Pero, en este 2021-2022, a diferencia de otros años secos, la ocurrencia de olas de calor desde el mes de mayo ha aumentado la evapotranspiración y, por tanto, ha empeorado aún más el estrés hídrico existente, coincidiendo, además, con la temporada turística y las campañas de riego.</p>
<h2>Cómo hemos llegado aquí</h2>
<p>La sequía es un riesgo progresivo y de aparición lenta, pero constante. La falta de precipitaciones va restando humedad al suelo, reduciendo los caudales de los ríos y mermando las reservas de agua. Primero se reducen las lluvias, se registran elevados valores de evapotranspiración –particularmente en olas de calor– y disminuye el agua disponible. Posteriormente, los efectos llegan a la agricultura de secano y, a continuación, a los regadíos y a la producción hidroeléctrica, además de afectar a los ecosistemas y a los servicios ecosistémicos. </p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/480068/original/file-20220819-18-e0nlgt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/480068/original/file-20220819-18-e0nlgt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/480068/original/file-20220819-18-e0nlgt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=688&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/480068/original/file-20220819-18-e0nlgt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=688&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/480068/original/file-20220819-18-e0nlgt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=688&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/480068/original/file-20220819-18-e0nlgt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=865&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/480068/original/file-20220819-18-e0nlgt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=865&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/480068/original/file-20220819-18-e0nlgt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=865&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Desde junio hasta el 12 de agosto de 2022, hay una anomalía media negativa del caudal de los ríos del –29 %, llegando a ser inferior al –62 % en algunos puntos.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Dominic Royé / GLOFAS Copernicus.</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
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<p>Los pronósticos apuntan a que la frecuencia y la severidad de sequías y olas de calor aumentarán en el futuro, y se espera que los cambios se distribuyan de manera desigual en todo el mundo. La situación en Europa es preocupante, como reflejan los indicadores del <a href="https://edo.jrc.ec.europa.eu/edov2/php/index.php?id=1000">Observatorio Europeo de la Sequía</a>: el 47 % de su territorio está en prealerta y el 17 %, en alerta. Además, se está observando una anomalía negativa del –27 % en el caudal de los ríos europeos.</p>
<h2>La situación aún puede revertirse</h2>
<p>Aunque estas cifras en sí mismas pueden ser excepcionales, no deberían generar alarma social, ya que la actual sequía podría revertirse con las lluvias del próximo otoño-invierno. Además, a diferencia de épocas anteriores, contamos con sistemas de monitorización que nos permiten anticipar medidas de gestión para priorizar los usos del agua, establecer restricciones, etc., y así evitar grandes afecciones sociales, económicas y ambientales.</p>
<p>Es el caso de España, que ya en la <a href="https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2001-14276">Ley de Aguas de 2001</a> prioriza el abastecimiento a la población frente a otros usos y que, en sus planes especiales de sequía, establece las medidas a adoptar tanto en caso de sequía (reducción de caudales ecológicos) como de escasez de agua (ahorro, vigilancia, restricciones y prohibiciones de uso, etc.), en función de cómo avancen los indicadores de seguimiento y de cómo se vayan superando los umbrales establecidos a efectos de gestión. </p>
<p>Aun así, la menor experiencia del norte europeo en la gestión de sequías y la alta vulnerabilidad del sur –que ha vivido una continua expansión de su regadío–, unidas a la deficiente calidad de las aguas del continente, están provocando que esta sequía de 2022 ya esté generando impactos muy importantes en distintos sectores económicos, <a href="https://www.efe.com/efe/espana/politica/la-sequia-fuerza-a-autonomias-y-municipios-restringir-el-consumo-de-agua/10002-4860998">además de cortes de suministro en algunas poblaciones</a>.</p>
<h2>Un fenómeno que agrava la crisis energética</h2>
<p>Solo en España, <a href="https://www.efe.com/efe/andalucia/economia/la-perdida-de-cultivos-por-sequia-pone-en-guardia-a-los-agricultores/50001111-4866119">el sector agrícola</a> podría enfrentarse a unas pérdidas de entre 8 000 y 10 000 millones de euros por el menor rendimiento de algunos cultivos y por el abandono de otros. Lo más preocupante es que la sequía se suma en Europa a una previsible crisis energética. Los efectos de la reducción de recursos hídricos en la generación de energía hidroeléctrica o en la refrigeración de centrales nucleares preocupa en un contexto ya marcado por la escasez y las tensiones geopolíticas.</p>
<p>La actual sequía y <a href="https://theconversation.com/olas-de-calor-el-futuro-es-ahora-185224">su coincidencia con olas de calor</a> debe contextualizarse en la realidad del cambio climático y, en consecuencia, debe llevarnos a aumentar los esfuerzos realizados en estrategias de mitigación y de adaptación. Debe hacerse también una correcta gestión de estas situaciones multirriesgo, con mayor prevención y preparación de todos nuestros sistemas de alerta y emergencia.</p>
<p>Además, resulta urgente transformar nuestras estructuras socioeconómicas –propias del siglo XX (regadíos intensivos, promociones turísticas, desarrollos urbanísticos, dependencia energética, etc.)– para enfrentar un siglo XXI que está y estará caracterizado por la variabilidad y la incertidumbre y la convivencia con riesgos hidroclimáticos.</p>
<hr>
<p><em>Este <a href="https://sciencemediacentre.es/europa-en-sequia-una-tormenta-perfecta">artículo</a> fue publicado originalmente por <a href="https://sciencemediacentre.es/">Science Media Centre España</a></em>.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/189077/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Pilar Paneque Salgado recibe fondos de FECYT – Ministerio de Ciencia e Innovación (línea Ciencia Ciudadana, Convocatoria 2019: FCT-19-14568 y Convocatoria 2021: FCT-21-17017) para el proyecto Observatorio Ciudadano de la Sequía (<a href="http://observasequia.es/">http://observasequia.es/</a>).</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Dominic Royé no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Las altas temperaturas registradas desde mayo han aumentado la evapotranspiración, acentuando el estrés hídrico en toda Europa. El 47 % del continente está en prealerta por sequías y el 17 %, en alerta.Dominic Royé, Investigador de Geografía Física, Universidade de Santiago de CompostelaPilar Paneque Salgado, Catedrática de Geografía Humana y responsable del Global Change Research Lab y del Observatorio Ciudadano de la Sequía, Universidad Pablo de OlavideLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1857272022-07-10T16:39:20Z2022-07-10T16:39:20ZLa sequía agrícola en Europa es cada vez más frecuente, intensa y duradera<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/473000/original/file-20220707-18-3pb4z2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C5909%2C4166&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/wheat-crops-suffer-drought-continues-field-1145270459">Jasper Suijten / Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>La <a href="https://theconversation.com/que-podemos-y-que-debemos-hacer-para-afrontar-sequias-179503">sequía</a> es un fenómeno silencioso, que llega sin avisar y del que, normalmente, nos damos cuenta cuando lleva entre nosotros semanas o meses. </p>
<p>La comunidad científica se ha ocupado preferentemente de estudiar la sequía en regiones o países (<a href="https://theconversation.com/como-la-contaminacion-y-los-gases-de-efecto-invernadero-afectan-ya-al-sahel-112718">Sahel</a>, Cuerno de África, Sudáfrica, Australia…) donde el problema es acuciante y las consecuencias dramáticas en la mayoría de los casos. Esto es comprensible, pero provoca que el foco no esté tan pendiente de otras áreas geográficas.</p>
<p>En un <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0921818122001357">trabajo publicado recientemente</a> en la revista <em>Global and Planetary Change</em>, hemos analizado la evolución de la humedad del suelo en Europa en los últimos treinta años. Y hemos llegado a una conclusión clara: el suelo cada vez tiene menos agua.</p>
<h2>La sequía agrícola</h2>
<p>La sequía se puede definir como un periodo prolongado de escasez de recursos hídricos capaz de provocar efectos adversos sobre la sociedad, los sistemas productivos y los ecosistemas. </p>
<p>Existen diferentes tipologías de sequía según el proceso hidrológico de referencia y el ámbito natural o socioeconómico al que afecte de manera más directa. Los tipos que se consideran habitualmente son los siguientes:</p>
<ul>
<li><p><strong>Sequía meteorológica</strong>: hace referencia a un periodo prolongado en el que se registra una precipitación inferior a lo normal.</p></li>
<li><p><strong>Sequía hidrológica</strong>: viene identificada por un periodo en el que los recursos hídricos, ya sean superficiales o subterráneos, se sitúan por debajo de lo habitual.</p></li>
<li><p><strong>Sequía agrícola:</strong> ocurre cuando la disponibilidad de agua en el suelo para las plantas se reduce a un nivel tal que afecta negativamente el rendimiento de los cultivos y, por tanto, a la producción agrícola.</p></li>
</ul>
<p>También se analizan en algunos contextos la sequía ecológica o la socioeconómica. </p>
<p>La sequía agrícola suele ser la que tiene un mayor impacto social, pues afecta a un sector tan sensible y expuesto como relevante desde el punto de vista socioeconómico. La sequía agrícola no solo afecta a la renta de los agricultores, los primeros damnificados, sino que pone en jaque la seguridad alimentaria de las regiones con las que se ceba. Como consecuencia de ello, exacerba las desigualdades sociales y económicas, actúa como catalizador de conflictos sociales, activa los flujos migratorios e intensifica las crisis sanitarias.</p>
<h2>Evolución de la sequía agrícola en Europa</h2>
<p>Nuestro estudio ha puesto de manifiesto que, en aquellos territorios europeos en los que ha habido una variación significativa del contenido de agua del suelo en las últimas tres décadas, en más del 80 % de los casos la tendencia ha sido negativa. Es decir, el suelo cada vez tiene menos agua. </p>
<p>Como consecuencia, la sequía agrícola muestra una clara tendencia positiva, es decir, va aumentando con el paso de los años. Además, hemos observado que su intensidad está siendo cada vez mayor y que la duración de los episodios se ha ido incrementando. En definitiva, está aumentando la frecuencia de la sequía agrícola, es más intensa y dura más. </p>
<p>En <a href="https://www.mdpi.com/2073-4433/12/2/236">un estudio anterior</a>, referido exclusivamente a la península ibérica, llegamos a conclusiones similares. En ese caso, detectamos que los resultados eran especialmente significativos y permitían observar un claro aumento de la sequía agrícola para el periodo que va de mayo a octubre. Ese intervalo coincide con el ciclo completo o, en algunos casos, crítico, de los principales cultivos de un país mediterráneo como España.</p>
<h2>Un escenario preocupante</h2>
<p>Los resultados de estos estudios dibujan un escenario preocupante para la agricultura del continente europeo. No solo la agricultura de secano, que depende exclusivamente del agua de lluvia que finalmente se almacena en el suelo, se va a ver afectada negativamente. También la de regadío, porque la evolución de las condiciones ambientales está haciendo que aumenten las necesidades hídricas de los cultivos. </p>
<p>Además, y como consecuencia de la tendencia que hemos analizado en nuestro estudio, regiones o países donde hasta hace poco el regadío era inexistente, testimonial o puntual, están aumentando el riego, en unos casos o, en otros, están comenzando a implementarlo. Sus condiciones bioclimáticas habituales lo hacían innecesario o circunstancial, pero ahora la situación es diferente. </p>
<p><a href="https://www.europarl.europa.eu/RegData/etudes/BRIE/2019/644216/EPRS_BRI%282019%29644216_EN.pdf">La Unión Europea reconoce</a> que “aunque las necesidades de riego son mayores en la región mediterránea, los países del norte y el este de Europa han tenido que tomar medidas de emergencia debido a los largos períodos de sequía en los últimos años, y los fondos agrícolas de la UE han proporcionado una red de seguridad en varios Estados miembros de la UE durante las sequías recientes. Incluso en regiones con un clima húmedo, el riego suplementario sirve como una herramienta para abordar los riesgos y limitaciones en la disponibilidad de recursos hídricos”.</p>
<p>La eventualidad de regar más o regar donde antes no se regaba supone la necesidad de detraer recursos hídricos adicionales del medio natural, ya sean superficiales o <a href="https://theconversation.com/quien-roba-el-agua-de-los-acuiferos-115302">subterráneos</a>. Eso puede suponer un incremento de la tensión hídrica por el previsible impacto que pueda suponer, en un escenario de cambio climático ya de por si tensionado. La situación de los sistemas fluviales y acuíferos es inquietante debido a los efectos del calentamiento global, y esto añade un factor de presión añadido.</p>
<h2>Sequía agrícola y seguridad alimentaria</h2>
<p>La tendencia que hemos observado en la sequía agrícola en Europa supone un elemento adicional de incertidumbre en el contexto agroalimentario actual. La <a href="https://theconversation.com/la-guerra-de-ucrania-puede-poner-en-jaque-la-seguridad-alimentaria-de-muchos-paises-178088">crisis derivada de la invasión de Ucrania</a> (<a href="https://theconversation.com/la-guerra-en-ucrania-no-pone-en-riesgo-el-abastecimiento-de-trigo-en-europa-la-ue-tiene-su-propio-granero-179512">“el granero de Europa”</a>) ha puesto de manifiesto la fragilidad de los sistemas de producción y abastecimiento europeos y mundiales, y la precariedad de la seguridad alimentaria en regiones, como el continente europeo, donde habitualmente ha sido observada como un problema ajeno. El incremento paulatino del riesgo de sequía agrícola hace que aumente aún más dicha fragilidad.</p>
<p>Con este panorama, cobra más fuerza, si cabe, la necesidad de adoptar medidas efectivas de adaptación al cambio climático en el ámbito de la agricultura. En este contexto, destacan dos ejes especialmente. Por un lado, la profundización en la gestión eficiente del agua en la agricultura sobre la base de la utilización de las nuevas tecnologías, <a href="https://theconversation.com/fresas-con-etiquetas-de-bajo-consumo-en-la-cesta-de-la-compra-170728">especialmente en riego</a> y monitorización de suelos y cultivos. Por otro, la biotecnología agrícola, investigando e innovando para que las plantas cultivadas <a href="https://theconversation.com/aun-no-sabemos-si-las-plantas-podran-adaptarse-al-cambio-climatico-185735">se adapten eficientemente a unas condiciones cada vez más estresantes</a>, manteniendo o, si es posible, incrementando su productividad.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/185727/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>José Martínez Fernández recibe fondos de la Junta de Castilla y León (proyectos SA112P20 and CLU-2018-04), y del Ministerio de Ciencia e Innovación (proyecto PID2020-114623RBC33), así como del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). . </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Laura Almendra Martín recibe fondos de las ayudas para financiar la contratación de personal investigador predoctoral de la Junta de Castilla y León y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER)
</span></em></p>Un suelo con menos agua puede afectar a la seguridad alimentaria del continente y hace que aumente el riego incluso en regiones donde antes no se necesitaba. Es indispensable aplicar medidas de adaptación al cambio climático.José Martínez Fernández, Catedrático de Geografía Física, Universidad de SalamancaLaura Almendra Martín, Investigadora predoctoral en Física Aplicada y Tecnología, Universidad de SalamancaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1849622022-06-20T17:55:38Z2022-06-20T17:55:38ZEl componente social de la sequía<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/469556/original/file-20220617-17-zvk8ig.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=5%2C5%2C3489%2C2321&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Un embalse de Lleida fotografiado el 3 de junio de 2022.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/reservoir-half-capacity-lleida-catalonia-spain-2163820207">Shutterstock / Lorena Sopena</a></span></figcaption></figure><p>Es bien sabido que, en el actual contexto de cambio climático, las sequías serán más frecuentes y presentarán una mayor severidad tanto por su intensidad como por su duración. La disminución de precipitaciones y una evaporación y transpiración más altas por el aumento de las temperaturas darán como resultado una menor disponibilidad de recursos hídricos. Se dificulta así cubrir unas demandas de agua que no han parado de crecer y se genera una situación de escasez –reflejada en el estado de los <a href="https://miteco.maps.arcgis.com/apps/dashboards/912dfee767264e3884f7aea8eb1e0673">embalses</a>– ante la que se debe actuar con urgencia para minimizar impactos. </p>
<p>Esta situación de escasez se ha vuelto estructural en numerosos territorios y no es resultado directo de que se registren más o menos precipitaciones. La escasez deriva de un sistema de producción y consumo insostenible y desacoplado de la emergencia climática que enfrentamos. Sabemos que las sequías son inherentes a nuestro clima, pero hemos actuado como si nuestra geografía pudiera plegarse a los intereses de un sistema económico en permanente expansión. Llegados a esta situación, es necesario dejar de mirar al cielo y avanzar en nuevos marcos de análisis.</p>
<h2>¿Qué explica esta situación en España?</h2>
<p>Los <a href="https://www.miteco.gob.es/es/agua/temas/observatorio-nacional-de-la-sequia/informes-mapas-seguimiento/">indicadores de sequía</a> se han estado comportando con relativa normalidad en el presente año hidrológico. Sin embargo, hemos visto que en los últimos meses se han encendido todas las alarmas en relación con la escasez de agua. No poder apelar a la falta de lluvias para justificar la situación actual nos obliga a poner el foco en cuestiones que poco o nada tienen que ver con lo meteorológico o lo probabilístico.</p>
<p>La escasez a la que se enfrenta en España es consecuencia de haber ignorado los límites físicos de sus cuencas. Esto se traduce en el no reconocimiento de la variabilidad y la incertidumbre sobre el agua disponible y en la sobreexplotación sostenida de los recursos hídricos, que <a href="https://www.miteco.gob.es/es/agua/temas/planificacion-hidrologica/libro_sintesis_pphh_web_tcm30-482083.pdf">en más de un 80 % son consumidos por el regadío</a>. </p>
<p>Todo ello desemboca en algunos datos muy preocupantes. Más del 70 % de las demarcaciones hidrográficas sufren niveles de estrés hídrico alto o severo. En torno al 45 % de las aguas no se encuentra en buen estado. Y, sin duda, estas cifras contravienen los objetivos y los estándares de calidad del agua establecidos por la Directiva Marco del Agua, que España asumió hace dos décadas.</p>
<p>Todos los esfuerzos realizados en la renovación de la <a href="https://www.miteco.gob.es/es/agua/temas/planificacion-hidrologica/planificacion-hidrologica/PPHH_tercer_ciclo.aspx">planificación hidrológica</a> y <a href="https://www.miteco.gob.es/es/agua/temas/observatorio-nacional-de-la-sequia/planificacion-gestion-sequias/">de sequías</a> –que han sido muchos-— no han podido revertir esta situación de estrés hídrico, que es el resultado de todo un siglo de desarrollismo agrícola e hidráulico. </p>
<p>La expansión e intensificación del regadío y la construcción de grandes infraestructuras hidráulicas como políticas de Estado han dado lugar a una situación hidrológica y territorial incompatible con la realidad climática del país. Esta situación es también incompatible con su realidad sociológica. Barómetro tras barómetro se confirma la <a href="https://www.adaptecca.es/sites/default/files/documentos/2021_04_05_informe_sociedad_espanola_cc_2020.pdf">preocupación de la población por los efectos del cambio climático</a> y su <a href="https://doi.org/10.3390/w10040369">preferencia por medidas de gestión de la demanda</a> de agua (ahorro y reutilización) frente a las de oferta (embalses y trasvases).</p>
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<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/468823/original/file-20220614-12-j23vce.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/468823/original/file-20220614-12-j23vce.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=380&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/468823/original/file-20220614-12-j23vce.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=380&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/468823/original/file-20220614-12-j23vce.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=380&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/468823/original/file-20220614-12-j23vce.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=478&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/468823/original/file-20220614-12-j23vce.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=478&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/468823/original/file-20220614-12-j23vce.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=478&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Imágenes de satélite del 12/03/2021 (izquierda) y del 02/03/2022 (derecha) del Parque Nacional de Doñana.</span>
<span class="attribution"><span class="source">European Union, Copernicus Sentinel-2 imagery</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
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<h2>¿Cuál es el papel de las ciencias sociales y de la ciudadanía?</h2>
<p>Los avances realizados en el <a href="https://monitordesequia.csic.es/monitor/?lang=es#index=spei">monitoreo de las sequías meteorológicas</a> han permitido contar con herramientas de seguimiento exhaustivo en tiempo real y con una elevada resolución espacial. En cambio, no se ha realizado un esfuerzo ni una inversión similar para conocer la componente social de este riesgo. Es decir, la vulnerabilidad de territorios y poblaciones que, además, es obviada en toda la planificación hidrológica y de sequías.</p>
<p>La evaluación y el análisis de la vulnerabilidad aborda la difícil tarea de estudiar aquellas características que nos hacen más propensos a sufrir daños ante un episodio de sequía y menos capaces de adaptarnos a corto y a largo plazo a un riesgo que sabemos recurrente. Esto nos adentra de lleno en dimensiones sociales e institucionales y en realidades muy dinámicas y cambiantes. Hablamos de características, por tanto, de más difícil medición y <a href="https://rio.upo.es/xmlui/bitstream/handle/10433/11699/2%20Informe%20Metodolog%c3%ada%20FINALx.pdf?sequence=6&isAllowed=y">concreción en indicadores</a>, pero que nos permiten monitorizar este componente del riesgo a escalas espaciales y temporales adecuadas.</p>
<p>De hecho, los riesgos se producen, se seleccionan y se definen socialmente. Una correcta gestión del riesgo exige dar mayor protagonismo a disciplinas como la geografía, la sociología y la filosofía. Esto es: una correcta gestión del riesgo debe integrar cuestiones como la comunicación y la percepción social del riesgo, la elaboración de discursos, la confianza institucional o los mecanismos de resolución de conflictos.</p>
<p>Precisamente, confirmar los cambios que ya se han producido en la sociedad nos permitirá abandonar la visión catastrofista que aún se tiene de la sequía y de la escasez de agua. De esta forma, podremos empezar a entenderlas como oportunidades inmejorables para realizar transformaciones institucionales profundas y como aceleradoras de la transición hidrológica.</p>
<p>Atender al componente social del riesgo requiere la inclusión de la ciudadanía, tanto en la investigación científica como en la elaboración de políticas y planes. Para ello hay que fortalecer la participación social en la ciencia y la ciencia ciudadana como facilitadoras de la integración de saberes, la coproducción del conocimiento y la búsqueda de variaciones y soluciones locales.</p>
<p>Además, resulta imprescindible impulsar procesos deliberativos –como la reciente <a href="https://asambleaciudadanadelcambioclimatico.es/">Asamblea Ciudadana para el Clima</a>– donde se expliciten los valores e intereses en juego. Esto permitirá avanzar en la búsqueda de soluciones realmente eficaces que, en el caso del agua y de acuerdo con su reparto entre distintos usos, pasan necesariamente por la reconversión del sector agrario y no por acciones individuales realizadas en nuestros hogares.</p>
<p>Todo ello permitirá abordar la complejidad de la gestión del agua, la necesaria adaptación a la escasez y las compensaciones sociales y territoriales que exigirá la transición hidrológica, que interpelan directamente a nuestra democracia.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/184962/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>PILAR PANEQUE SALGADO recibe fondos de FECYT – Ministerio de Ciencia e Innovación (línea Ciencia Ciudadana, Convocatoria 2019: FCT-19-14568 y Convocatoria 2021: FCT-21-17017) para el proyecto Observatorio Ciudadano de la Sequía (<a href="http://observasequia.es/">http://observasequia.es/</a>).</span></em></p>La sequía es un problema acuciante que no puede estudiarse solo desde un punto de vista físico. Las ciencias sociales también tienen mucho que decir.Pilar Paneque Salgado, Catedrática de Geografía Humana y responsable del Global Change Research Lab y del Observatorio Ciudadano de la Sequía, Universidad Pablo de OlavideLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1768492022-02-21T18:02:01Z2022-02-21T18:02:01Z¿Por qué es tan preocupante que baje el nivel de los embalses?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/447532/original/file-20220221-26-17qkj4y.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C5334%2C3486&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Embalse de La Viñuela (Málaga).</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/abstract-high-angle-view-reservoir-lake-2124487040">Shutterstock / makasana photo</a></span></figcaption></figure><p>La falta de precipitaciones en toda España en los últimos meses es notable. Una situación que parece se va a prolongar en las próximas semanas, <a href="http://www.aemet.es/es/serviciosclimaticos/prediccion_estacional">con una primavera más cálida y seca de lo habitual</a>. </p>
<p>Según la <a href="http://eportal.miteco.gob.es/BoleHWeb/">Agencia Estatal de Meteorología (AEMET)</a>, el valor medio de las precipitaciones acumuladas desde el pasado 1 de octubre de 2021 (fecha de inicio del año hidrológico) hasta el 8 de febrero de este año es de 192 mm. Esta cifra está un 38 % por debajo del valor considerado como “normal” (312 mm) para ese periodo. </p>
<p>Si se compara la precipitación registrada el pasado enero con aquella registrada durante el mismo mes en los últimos cinco años, nos encontramos con un escenario meteorológico preocupante.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/447078/original/file-20220217-27-1hgazgz.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/447078/original/file-20220217-27-1hgazgz.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/447078/original/file-20220217-27-1hgazgz.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=359&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/447078/original/file-20220217-27-1hgazgz.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=359&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/447078/original/file-20220217-27-1hgazgz.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=359&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/447078/original/file-20220217-27-1hgazgz.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=451&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/447078/original/file-20220217-27-1hgazgz.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=451&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/447078/original/file-20220217-27-1hgazgz.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=451&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Evolución de las precipitaciones en los últimos 5 años hidrológicos y tendencia del año actual.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Javier Lillo a partir de datos de la AEMET publicados en el Boletín Hidrológico, MITECO</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
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<h2>Menos agua en los embalses</h2>
<p>La falta de lluvias ha causado un déficit acusado en las reservas de los embalses, que se hallan muy por debajo de su capacidad en prácticamente todas las cuencas de la España peninsular (a excepción de las cuencas internas del País Vasco y el Cantábrico oriental). </p>
<p>Según los últimos datos publicados por el <a href="http://eportal.miteco.gob.es/BoleHWeb/">Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO)</a> para la semana del 8 al 15 de febrero, la reserva hídrica en los embalses peninsulares está al 44,32 % de su capacidad total. En esa semana se ha registrado un descenso de 160 hm³, el 0,29 % de la capacidad total actual de los embalses. </p>
<p>Ahora, las reservas de aguas embalsadas en la península están un 13,54 % por debajo de las reservas en estas mismas fechas del pasado año 2021. La diferencia es especialmente significativa en las cuencas gallegas y las cuencas internas catalanas, donde las reservas actuales se sitúan en torno al 30 % de la capacidad total. El escenario en la mitad meridional de la península es aún más alarmante, con la mayor parte de las cuencas próximas o por debajo del 30 % de su capacidad.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/447054/original/file-20220217-13-16dmdl4.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/447054/original/file-20220217-13-16dmdl4.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/447054/original/file-20220217-13-16dmdl4.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/447054/original/file-20220217-13-16dmdl4.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/447054/original/file-20220217-13-16dmdl4.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/447054/original/file-20220217-13-16dmdl4.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/447054/original/file-20220217-13-16dmdl4.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/447054/original/file-20220217-13-16dmdl4.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Estado actual de los embalses en las demarcaciones hidrográficas de la España peninsular.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Javier Lillo a partir de datos del Boletín Hidrológico, MITECO</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
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<p>No cabe duda de que estamos ante una situación hídrica excepcional, si comparamos la evolución de las reservas totales de este año hidrológico con la tendencia de los cinco años anteriores, marcada por un aumento –a veces significativo, como en enero del pasado 2021– en el volumen embalsado.</p>
<p>Por otra parte, la escasez de lluvias no solo provoca el descenso en las reservas de agua en los embalses. También tiene otro efecto en la disponibilidad de los recursos hídricos subterráneos, que se advertirá con mayor retardo, pero no por ello es menos significativo. </p>
<p>La falta de precipitación causa un descenso en la recarga natural en los acuíferos, alterando sus ciclos de recuperación del agua almacenada. A la larga, esto dará lugar a un descenso en las reservas subterráneas. Con ello, la falta de precipitaciones tiene un doble impacto en la disponibilidad de los recursos: a corto y a medio-largo plazo.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/447635/original/file-20220221-28174-a9f99p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/447635/original/file-20220221-28174-a9f99p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/447635/original/file-20220221-28174-a9f99p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/447635/original/file-20220221-28174-a9f99p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/447635/original/file-20220221-28174-a9f99p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/447635/original/file-20220221-28174-a9f99p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/447635/original/file-20220221-28174-a9f99p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/447635/original/file-20220221-28174-a9f99p.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Evolución de las reservas en los embalses peninsulares en los últimos años hidrológicos y evolución en el actual.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Javier Lillo a partir de datos del Boletín Hidrológico, MITECO</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
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<h2>Impacto del descenso de las reservas embalsadas</h2>
<p>Los embalses son infraestructuras hidráulicas que cumplen funciones de almacenamiento y regulación de corrientes de aguas superficiales.</p>
<p>Para entender la importancia que tienen los embalses y las reservas de agua en ellos, hay que considerar que las aguas superficiales <a href="https://www.pwc.es/es/publicaciones/energia/assets/gestion-agua-2018-espana.pdf">suponen el 80 % del agua disponible para satisfacer la demanda</a>, frente al 19 % de las aguas subterráneas y el 0,5 % de las aguas de desalación.</p>
<p>Aunque la reutilización de aguas regeneradas está cobrando importancia en los últimos años, aún representa un volumen muy pequeño. Se estima, según <a href="https://ine.es/infografias/infografia_suministro_agua.pdf">datos del INE</a> actualizados en 2018, que se reutilizan 560 hm³ al año, algo más del 11 % del volumen de agua residual tratada.</p>
<p>El almacenamiento y regulación de las masas de agua embalsadas permiten satisfacer diferentes usos. Entre ellos se incluyen el riego, el agua potable, la generación de energía, junto a otros servicios como los ecosistémicos, la regulación de avenidas y los usos recreativos y de ocio. </p>
<p>El sector de uso consuntivo –el agua no se devuelve al medio donde se ha captado– que tiene una mayor demanda <a href="https://www.pwc.es/es/publicaciones/energia/assets/gestion-agua-2018-espana.pdf">es el agrícola (67 %)</a>. Aunque en algunas zonas se utilicen aguas de otras fuentes (subterráneas, aguas desalinizadas y aguas regeneradas), la mayor parte de la demanda agrícola se satisface con aguas superficiales.</p>
<p>La demanda en el sector hidroeléctrico (un uso no estrictamente consuntivo) alcanza unas cifras similares a las del sector agrícola, con un <a href="http://eportal.miteco.gob.es/BoleHWeb/">volumen total de agua en embalses hidroeléctricos</a> que llega a casi el 70 % de la capacidad total en los embalses peninsulares (56 136 hm³). En la situación actual, con unas reservas en embalses hidroeléctricos de 9 181 hm³, la energía disponible estimada es de 4 514 GWh, solo un 37,78 % de la capacidad total de suministro energético.</p>
<h2>Consecuencias directas para los ciudadanos</h2>
<p>El impacto directo que puede tener en el ciudadano el acusado descenso en las reservas del agua en embalses puede valorarse si se tiene en cuenta el volumen de agua volcado a la red de distribución (lo que técnicamente se llama agua en baja). </p>
<p>Según los <a href="https://ine.es/infografias/infografia_suministro_agua.pdf">datos actualizados del INE</a> para el 2018, el volumen de suministro a la red es de 4 236 hm³ para toda España, lo que representa menos de un 8 % de la capacidad total de los embalses. Por otra parte, la aportación de las aguas superficiales a la red con respecto a otras fuentes es variable, pudiendo haber una participación significativa de aguas de otras fuentes (subterráneas y desalación).</p>
<p>Además de los impactos socioeconómicos, la situación de escasez puede generar impactos graves en los servicios ecosistémicos y en la propia calidad de las aguas. Estas funciones de las masas de agua son claves, y su conservación se considera en la <a href="https://www.miteco.gob.es/es/agua/temas/planificacion-hidrologica/marco-del-agua/LegislacionDMA.aspx">Directiva Marco del Agua</a>.</p>
<h2>Actuar frente a la sequía</h2>
<p>Sin embargo, como casi siempre que se considera el agua como recurso, estas aproximaciones al balance de disponibilidad vs. necesidad son, por lo amplio del contexto, excesivamente simplistas. Es necesario analizar cada cuenca en particular. </p>
<p>Tal y como se ha expuesto más arriba, la situación de los embalses en España es muy contrastada, con varias cuencas que están al 30 % de su capacidad. Esto hace que las acciones de respuesta ante tal situación no sean uniformes, ni espacial ni temporalmente. Así, hay cuencas como la del Guadalquivir donde desde noviembre está declarada la situación de sequía por la Confederación Hidrográfica.</p>
<p>Dentro del <a href="https://www.miteco.gob.es/es/agua/temas/planificacion-hidrologica/planificacion-hidrologica/plan-hidrologico-nacional/">Plan Hidrológico Nacional</a>, como plan director de la gestión de los recursos hídricos en España, se contempla el desarrollo por los organismos de cuenca (Confederaciones Hidrográficas) de los <a href="https://www.miteco.gob.es/es/agua/temas/observatorio-nacional-de-la-sequia/planificacion-gestion-sequias/">Planes Especiales de Sequías</a>, cuyo objetivo principal es “minimizar los impactos ambientales, económicos y sociales de eventuales episodios de sequías”. </p>
<p>Estas herramientas de gestión deben garantizar el abastecimiento a la población, evitar o minimizar el impacto negativo en las masas de agua y en los ecosistemas dependientes, y minimizar los efectos negativos en la actividad económica según la priorización de usos establecidos en la legislación y en los planes hidrológicos de cuenca.</p>
<p>Las respectivas Confederaciones Hidrográficas son los organismos responsables de identificar la situación de sequía en base a unos indicadores y escenarios, como también de implementar las acciones y medidas que, cuando la sequía llega a determinado escenario, incluyen, inevitablemente, restricciones y limitaciones de consumo. </p>
<p>Las sequías son fenómenos recurrentes, pero <a href="https://theconversation.com/emergencia-hidrica-esta-el-cambio-climatico-detras-del-descenso-del-nivel-de-los-embalses-159935">en el contexto actual de cambio climático</a>, es necesario incidir aún más en la necesidad de que para encarar la escasez de agua, participen todos los agentes y sectores involucrados, más allá del marco institucional y normativo. Solo así podremos afrontar la sostenibilidad de este frágil recurso que es el agua, limitado y no totalmente renovable.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/176849/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Javier Lillo Ramos no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Las reservas hídricas de los embalses se emplean para regar cultivos, suministrar agua potable y generar energía. Además, proporcionan servicios ecosistémicos y de ocio.Javier Lillo Ramos, Profesor de Geodinámica e investigador en geología y cambio global, Universidad Rey Juan CarlosLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1767402022-02-21T17:59:16Z2022-02-21T17:59:16Z¿Podemos hablar ya de sequía en España?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/447536/original/file-20220221-21-ru0il9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C9%2C6446%2C4465&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">La antigua aldea abandonada de Aceredo, en el concello de Lobios (Orense, Galicia), sumergida desde la construcción de la presa Alto Lindoso en 1992, ha emergido debido a la actual sequía en esta región.
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/abandoned-old-village-aceredo-galicia-spain-2087495836">Shutterstock / JBCarvalho Photography</a></span></figcaption></figure><p>La sequía es un riesgo silencioso pero constante. Se desarrolla lentamente y, sin que apenas nos demos cuenta, la falta de lluvia va vaciando los embalses y restando humedad en el suelo. </p>
<p>Un ciclo seco se inicia y evoluciona de la siguiente manera: </p>
<ul>
<li><p>primero faltan las lluvias (sequía meteorológica) y se registran valores elevados de evapotranspiración por la falta de cobertura nubosa, impactando sobre el medio ambiente (sequía ecológica), con embalses bajo mínimos (sequía hidrológica); </p></li>
<li><p>luego, la agricultura de secano empieza a padecer sus efectos;</p></li>
<li><p>a continuación, falta agua para los regadíos (sequía agrícola) y para la producción hidroeléctrica;</p></li>
<li><p>finalmente, si se mantiene el déficit pluviométrico, la sequía llega a las ciudades con restricciones de agua (con sequía socioeconómica). </p></li>
</ul>
<p>En resumen, las sequías, a diferencia de los terremotos, presentan una frecuencia elevada (así es en el caso de España), una duración prolongada (de varios meses o incluso años), una extensión espacial considerable y una velocidad de implantación lenta, entre otras características físicas.</p>
<h2>Tipos de sequías</h2>
<p>La implantación de la sequía, además de lenta, es muy discreta. Es muy difícil determinar cuándo empieza exactamente una sequía. <a href="https://theconversation.com/podemos-predecir-las-sequias-163399">Su inicio está difuminado o fragmentado</a> en una sucesión de diferentes episodios secos que alternan con episodios más o menos lluviosos. </p>
<p>En términos espaciales, debemos recordar que este fenómeno es muy variable en España e impide hablar de un solo tipo de sequía. Al menos se pueden distinguir cuatro tipos de sequía en nuestro país, en función del área geográfica afectada: </p>
<ul>
<li><p>sequías cantábricas, muy poco frecuentes; </p></li>
<li><p>sequías surestinas, las más habituales;</p></li>
<li><p>sequías en Cataluña, cortas pero intensas; </p></li>
<li><p>y sequías ibéricas, que afectan a la práctica totalidad del país y con una duración prolongada. </p></li>
</ul>
<p>Por la duración de una sequía, también podemos distinguir entre un año seco, cuando las precipitaciones suponen menos de un tercio de lo normal durante un año, y una secuencia seca o gran sequía, cuando estas condiciones se prolongan como mínimo dos años seguidos. </p>
<h2>Sequías históricas</h2>
<p>Actualmente, las islas Canarias están experimentando una sequía prolongada –durante 2019, 2020, parcialmente 2021 y, si no cambia la tendencia actual, 2022–. En la península ibérica, el 2021 supone la extensión de las condiciones de disminución de precipitaciones que han acabado por manifestarse de forma abrupta en las primeras semanas del presente año. </p>
<p>Las <a href="https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/391/1/Morales%20Gil-Diferentes%20percepciones.pdf">últimas sequías importantes en la España peninsular</a> se desarrollaron a comienzos de los años ochenta y en los primeros años noventa del pasado siglo. Generalmente, cuando un año tiene más de 150 días de anticiclón se desarrolla un ciclo seco. </p>
<p>Como ejemplos de sequías destacadas en las últimas décadas, puede citarse <a href="https://www.eitb.eus/es/television/detalle/2467646/25-aniversario-sequia-8990--monografico-eguraldia/">la del País Vasco de 1989</a>. En diciembre de ese año, Bilbao, que sufrió restricciones de agua, solo recogió la décima parte del promedio de lluvia del mes. Durante el mismo periodo, el litoral andaluz (Huelva, San Fernando y Cádiz) prácticamente registraba la mitad de sus promedios anuales, lo que dio lugar a inundaciones. </p>
<p>Por el contrario, <a href="https://upcommons.upc.edu/bitstream/handle/2099/3055/41article4.pdf">la gran sequía de 1992 a 1995 en el centro y sur de España</a>, con restricciones de agua muy severas en ciudades como Sevilla y Cádiz, coincidió con cantidades de lluvia normales y hasta superiores a la media en la costa cantábrica. </p>
<p>Ambas sequías pueden relacionarse con la llamada <a href="https://www.divulgameteo.es/fotos/meteoroteca/NAO-RAM.pdf">Oscilación del Atlántico Norte</a> (NAO), constituida por el dipolo del anticiclón de las Azores y las bajas presiones de Islandia. En su fase positiva, este fenómeno da lugar a períodos prolongados sin precipitación en buena parte de España, bajo la protección del anticiclón, exceptuando el norte. En su fase negativa, con bajas presiones en el golfo de Cádiz y un anticiclón en la islas Británicas y las latitudes altas del Atlántico norte, la lluvia es generosa en el centro y el suroeste de la península ibérica. </p>
<p>Por último, los años 2005 y 2017 fueron muy secos. Volvieron a rescatar el fantasma de las restricciones urbanas en diferentes localidades de nuestro país. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/447254/original/file-20220218-19-1ky5gm2.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/447254/original/file-20220218-19-1ky5gm2.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/447254/original/file-20220218-19-1ky5gm2.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=489&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/447254/original/file-20220218-19-1ky5gm2.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=489&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/447254/original/file-20220218-19-1ky5gm2.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=489&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/447254/original/file-20220218-19-1ky5gm2.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=614&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/447254/original/file-20220218-19-1ky5gm2.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=614&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/447254/original/file-20220218-19-1ky5gm2.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=614&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Figura 1. Evolución anual de las sequías en la España peninsular de acuerdo con el Índice de Precipitación Estandarizada (SPEI) de 12 meses de acumulación.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Dominic Royé</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
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</figure>
<h2>Un fenómeno cada vez más frecuente y severo</h2>
<p>En la península se está observando en todo el territorio una tendencia creciente hacia una mayor aridez, particularmente por un aumento en la duración de los periodos de sequía. Esta situación viene impulsada tanto por la disminución de la precipitación como por el aumento de la evapotranspiración. </p>
<p>Las sequías serán cada vez <a href="https://journals.ametsoc.org/view/journals/clim/aop/JCLI-D-21-0442.1/JCLI-D-21-0442.1.xml">más frecuentes, más severas</a>, <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0048969720372338">más duraderas y cubrirán más territorio</a>. Esta tendencia podría agravarse en las próximas décadas debido al calentamiento global, de acuerdo con <a href="https://theconversation.com/informe-ipcc-por-que-los-escenarios-optimistas-son-cada-vez-menos-optimistas-165913">las últimas proyecciones de cambio climático</a>, que vienen a confirmar el balance cada vez más negativo entre precipitaciones y evapotranspiración.</p>
<h2>Sequía variable según la región</h2>
<p>La situación que vivimos actualmente en España, en su conjunto, puede calificarse de condiciones de prealerta de sequía ibérica, que debe ser controlada semanalmente. Sin olvidar que en regiones como Andalucía, Cataluña, las islas Canarias y Galicia ya se ha disparado la alerta de sequía. </p>
<p>Llevamos casi dos meses de condiciones anticiclónicas, pero todavía no podríamos hablar estrictamente de situación de sequía ibérica. La evolución atmosférica en los próximos meses de marzo a mayo va a resultar determinante para establecer el carácter más o menos seco del presente año hidrológico. Si en la próxima primavera escasearan las lluvias, entonces hablaríamos de un año seco importante, que podría ser el germen de una secuencia seca de larga duración. </p>
<p>Las predicciones estacionales disponibles indican, a una escala espacial no detallada, si la lluvia en los próximos meses será superior, igual o inferior a la normal o la probabilidad de que alcance determinados percentiles. Estos pronósticos señalan que la precipitación será inferior a la normal en gran parte de la península ibérica en el final del invierno y la primavera, con la excepción de su franja más oriental, donde puede ser prácticamente normal. </p>
<p>Además, la temperatura será en todo el territorio superior a la normal, con lo que la escasez hídrica se verá agravada. En resumen, no se entrevé de momento el final de este período seco.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/447253/original/file-20220218-42239-1wmhoc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/447253/original/file-20220218-42239-1wmhoc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/447253/original/file-20220218-42239-1wmhoc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=540&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/447253/original/file-20220218-42239-1wmhoc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=540&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/447253/original/file-20220218-42239-1wmhoc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=540&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/447253/original/file-20220218-42239-1wmhoc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=679&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/447253/original/file-20220218-42239-1wmhoc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=679&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/447253/original/file-20220218-42239-1wmhoc.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=679&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Figura 2. Predicción de las anomalías de presión a 500 hPa (5 000 km) para las próximas semanas. El color azul corresponde a presiones más bajas y el rojo a presiones más altas de lo normal, o sea, a una situación anticiclónica.</span>
<span class="attribution"><span class="source">ECMWF</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>¿Estamos preparados?</h2>
<p>Ante estas condiciones, cabe preguntarse si nuestro país está preparado para afrontar un ciclo seco importante, de larga duración. La respuesta es clara: España sigue sin estar preparada para afrontar una gran sequía. </p>
<p>La situación en el interior peninsular y en las regiones del Cantábrico es especialmente delicada. El litoral mediterráneo y los dos archipiélagos están mejor preparados, seguramente porque han padecido los efectos de grandes secuencias secas en décadas pasadas y han arbitrado medidas para evitar el desabastecimiento, al menos el urbano. </p>
<p>La construcción de desaladoras y el fomento de la reutilización de aguas depuradas resultan claves en este proceso. Y estas acciones no han tenido efecto en las regiones del cantábrico ni en el interior peninsular, de manera que están muy expuestas a una secuencia larga de falta de precipitaciones, que tendría graves efectos en la agricultura y ganadería y provocaría un más que probable desabastecimiento en muchos núcleos urbanos. </p>
<p>España debe <a href="https://theconversation.com/agua-y-clima-adaptamos-el-medio-o-nos-adaptamos-a-el-133984">adaptarse de forma urgente a la realidad del cambio climático</a> y a la posibilidad, más que probable según nos dicen los modelos climáticos, de que estas secuencias secas sean más frecuentes en las próximas décadas. No tenemos bien calculadas las dimensiones de los depósitos de abastecimiento urbano de agua para estas condiciones.</p>
<p>En definitiva, la planificación del agua en nuestro país debe dejar de basarse en la oferta continua, porque las lluvias van a escasear, y debe realizarse desde la correcta gestión de la demanda, con ahorro y con un uso racional, evitando implantar actividades en el territorio que supongan incrementos continuados de consumo de recursos hídricos (nuevos regadíos, promoción inmobiliaria por encima de las necesidades reales de vivienda…). </p>
<p>El cambio climático nos obliga a cambiar nuestra manera de relacionarnos con el medio natural y con sus elementos, especialmente con el agua en nuestro país. Si no lo hacemos, situaciones como las que estamos viviendo tendrán cada vez mayor coste económico, social y político.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/176740/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Robert Monjo recibe fondos del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Democrático (MITECO) através de los proyectos CLIMSE-RAM (<a href="https://www.ficlima.org/climse-ram/">https://www.ficlima.org/climse-ram/</a>) - IMAGUA (<a href="https://www.ficlima.org/miteco21-imagua/">https://www.ficlima.org/miteco21-imagua/</a>) y del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología (EIT) Climate-KIC mediante el proyecto CRISI-ADAPT II (<a href="https://www.crisi-adapt2.eu/">https://www.crisi-adapt2.eu/</a>)</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Dominic Royé, Javier Martín Vide y Jorge Olcina Cantos no reciben salarios, ni ejercen labores de consultoría, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del puesto académico citado.</span></em></p>Aunque en regiones como Andalucía, Cataluña y Galicia ya se ha disparado la alerta por escasez de agua, la situación no afecta por igual a todo el país. Los pronósticos señalan que la precipitación será inferior a la normal en gran parte de la península ibérica en el final del invierno y la primavera.Dominic Royé, Investigador de Geografía Física, Universidade de Santiago de CompostelaJavier Martín Vide, Catedrático de Geografía Física, Universitat de BarcelonaJorge Olcina Cantos, Catedrático de Análisis Geográfico Regional , Universidad de AlicanteRobert Monjo, PDI del Departamento de Álgebra, Geometría y Topología, Universidad Complutense de MadridLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1742572022-02-03T20:07:50Z2022-02-03T20:07:50ZCómo predecir inundaciones y sequías para minimizar los daños en los cultivos<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/443684/original/file-20220201-19-1hxit55.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C619%2C2296%2C1676&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Laguna seca en La Pampa, Argentina.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/broken-dry-soil-pampas-lagoon-la-2109103514">Shutterstock / Foto 4440</a></span></figcaption></figure><p>La sequía actual que afecta al este de Argentina, Uruguay y sur de Brasil, y que comenzó en 2019, es clasificada como uno de los <a href="https://sissa.crc-sas.org/blog/2021/10/19/la-sequia-de-2019-2021-en-la-cuenca-del-plata-una-mirada-en-profundidad/">cinco eventos de sequía más importantes desde 1950</a>. Su persistencia hizo que sus impactos se manifestaran en diferentes aspectos del clima, como el estado de humedad del suelo, el caudal de los ríos y la vegetación. </p>
<p>Este fenómeno ha generado mucha tensión sobre el sector agrícola en la región ya que el desempeño de la producción de los diferentes cultivos es muy sensible a los cambios en las condiciones climáticas. </p>
<h2>Impacto en la agricultura</h2>
<p>Las actividades agropecuarias en Argentina son muy vulnerables a los fenómenos atmosféricos y climáticos. Fenómenos como las sequías e inundaciones son las principales causas en la pérdida de rendimiento de los cultivos con un fuerte impacto económico. </p>
<p>La Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de Argentina se especializa en la evaluación del riesgo agropecuario y, en particular, del riesgo agroclimático. Para realizar esta tarea ha generado una serie de herramientas que permiten el <a href="http://www.ora.gob.ar/camp_actual_reservas.php">monitoreo en tiempo real de las condiciones de humedad en el suelo para cultivos específicos</a>. </p>
<p>Estas herramientas combinan la información de las condiciones climáticas actuales con la información sobre el desarrollo de los cultivos (momentos de siembra, floración, entre otros) para entender si las condiciones hídricas pueden afectar el desarrollo normal de los cultivos. De esta forma, permiten a los productores planificar las tareas agronómicas y a la ORA estimar de manera temprana la merma en los rendimientos de los cultivos en campaña y pérdidas probables.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/440507/original/file-20220112-27-1ao3fan.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/440507/original/file-20220112-27-1ao3fan.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/440507/original/file-20220112-27-1ao3fan.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=408&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/440507/original/file-20220112-27-1ao3fan.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=408&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/440507/original/file-20220112-27-1ao3fan.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=408&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/440507/original/file-20220112-27-1ao3fan.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=513&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/440507/original/file-20220112-27-1ao3fan.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=513&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/440507/original/file-20220112-27-1ao3fan.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=513&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Evolución de la reserva de agua en el suelo para la localidad de Paraná, Entre Ríos (Argentina). El eje horizontal indica las fechas de registro de la información y el eje vertical indica el contenido de agua en el suelo (mm).</span>
<span class="attribution"><span class="source">Oficina de Riesgo Agropecuario</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Variabilidad climática en Argentina</h2>
<p>La variabilidad climática que experimenta Argentina, y en especial su región centro-este, ha sido muy estudiada en las últimas décadas tanto para entender las causas que producen esta variabilidad como la capacidad para poder pronosticarla con meses de anticipación. </p>
<p>En particular, se sabe que el fenómeno de El Niño - Oscilación del Sur (ENOS), que produce cambios en la temperatura del océano Pacífico Tropical, <a href="https://www.nature.com/articles/s43017-020-0040-3">afecta a la ocurrencia de lluvias en el sudeste de Sudamérica</a>. </p>
<p>Durante eventos de El Niño, donde el océano Pacífico Tropical es más cálido que sus condiciones típicas, las lluvias suelen ser más abundantes en el <a href="https://www.smn.gob.ar/como_nos_afecta">este de Argentina</a>. Lo opuesto suele ocurrir durante eventos relacionados con La Niña, como el que ocurre actualmente, donde la lluvia suele ser escasa.</p>
<p>Los avances en las investigaciones han permitido el desarrollo de modelos numéricos de pronóstico del tiempo y el clima que prevén el desarrollo de fenómenos de ENOS con <a href="https://link.springer.com/article/10.1007/s00382-017-3603-3">moderado éxito hasta 6 meses antes de su ocurrencia</a>. </p>
<p>Estas herramientas numéricas son utilizadas también para estimar las condiciones climáticas con meses de antelación, aunque con desempeño dispar según la región de interés. En el caso del sudeste de Sudamérica, se pueden obtener pronósticos sobre las condiciones climáticas del trimestre siguiente con <a href="https://link.springer.com/article/10.1007/s00382-021-05845-2">buen desempeño</a>. </p>
<p>Estos pronósticos son de carácter probabilístico. No brindan un valor específico de lluvia o temperatura esperado sino la probabilidad de que estas variables sean muy diferentes a sus valores típicos.</p>
<h2>Pronósticos para el sector agropecuario</h2>
<p>A partir del proyecto de desarrollo estratégico Aplicación de los Pronósticos Climáticos al Manejo del Riesgo Agropecuario, un grupo de investigadores de la <a href="http://www.economicas.uba.ar/institutos_y_centros/provul/">Faculta de Ciencias Económicas</a> y la <a href="http://www.cima.fcen.uba.ar/divar.php">Facultad de Ciencias Exactas y Naturales</a> de la Universidad de Buenos Aires hemos trabajado junto a la ORA para extender la aplicación de los pronósticos climáticos a las herramientas de monitoreo de las condiciones del suelo. </p>
<p>En el marco de esta colaboración, generamos pronósticos a 30 días de las condiciones hídricas del suelo cultivado de soja en diferentes estaciones de Argentina. </p>
<p>Para desarrollar esta herramienta, utilizamos los pronósticos a 30 días de las variables climáticas que influyen en las condiciones de humedad del suelo, como la temperatura máxima y mínima, la lluvia, el viento y la intensidad de la radiación solar. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/440509/original/file-20220112-19-12n8zfw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/440509/original/file-20220112-19-12n8zfw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/440509/original/file-20220112-19-12n8zfw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=386&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/440509/original/file-20220112-19-12n8zfw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=386&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/440509/original/file-20220112-19-12n8zfw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=386&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/440509/original/file-20220112-19-12n8zfw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=485&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/440509/original/file-20220112-19-12n8zfw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=485&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/440509/original/file-20220112-19-12n8zfw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=485&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Perspectiva de la reserva de agua en el suelo para la localidad de Paraná, Entre Ríos, a partir de los pronósticos iniciados el 1 de diciembre de 2021. El eje horizontal indica las fechas desde la siembra del cultivo considerado hasta la finalización estimada de su ciclo. El eje vertical indica el contenido de agua en el suelo (mm).</span>
<span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Los pronósticos suelen presentar errores, ya que no es posible representar el clima perfectamente. Por eso, aplicamos técnicas matemáticas que corrigen los errores sistemáticos para mejorar su desempeño. </p>
<p>Luego, estos pronósticos son implementados en las herramientas desarrolladas por la ORA para obtener una perspectiva a 30 días de las condiciones del suelo en diferentes localidades de Argentina. Como más de un pronóstico es utilizado en el desarrollo de la perspectiva, esta se presenta de tal manera que muestra la incertidumbre asociada a las condiciones futuras, lo que permite estimar la probabilidad de que las condiciones hídricas se encuentren entre valores normales o atípicos.</p>
<p>Las investigaciones muestran que pronósticos como los que desarrollamos bajo este proyecto suelen tener un buen desempeño durante los primeros <a href="https://journals.ametsoc.org/view/journals/wefo/36/1/waf-d-19-0203.1.xml">10 días del período elegido</a> y su calidad se degrada conforme pasa el tiempo. No obstante, bajo ciertas condiciones climáticas, los pronósticos pueden presentar un buen desempeño <a href="https://www.nature.com/articles/s41612-018-0013-0">hasta los primeros 20 días</a>. </p>
<p>Contar con buenos predicciones en estas escalas temporales puede permitir a los productores agropecuarios tomar acciones tempranas en caso de eventos extremos. También permitirían a la ORA desarrollar evaluaciones cuantitativas de riesgos agroclimáticos relacionados con las condiciones climáticas futuras en tiempo real.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/174257/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Marisol Osman no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Una serie de herramientas permiten predecir el riesgo de que ocurra un fenómeno climático extremo y las condiciones de humedad del suelo para planificar los cultivos y estimar pérdidas.Marisol Osman, Postdoctoral Researcher at Karlsruhe Institute of Techonology, Researcher at Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CONICET/UBA), Universidad de Buenos AiresLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1685772021-09-27T20:47:23Z2021-09-27T20:47:23ZEl cambio climático está poniendo a prueba la resistencia al fuego de los bosques autóctonos<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/422966/original/file-20210923-23-zit70m.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C4025%2C3024&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Un año después de los incendios de 2019/20; este bosque se ha recuperado lentamente.</span> <span class="attribution"><span class="source">Rachael Nolan,</span>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/">CC BY-NC-ND</a></span></figcaption></figure><p>Los brotes verdes suelen emerger de los troncos negros de los árboles y del suelo en los días posteriores a los incendios forestales gracias a la notable capacidad de muchas plantas autóctonas para sobrevivir incluso a las llamas más intensas.</p>
<p>Pero en los últimos años, la duración, la frecuencia y la intensidad de las temporadas de incendios forestales en países como Australia, Bolivia, Argentina o España han aumentado. Y empeorarán aún más <a href="https://www.ipcc.ch/assessment-report/ar6/">con el cambio climático</a>. </p>
<p><a href="https://www.ipcc.ch/assessment-report/ar6/">También se prevé que aumenten las sequías y las olas de calor</a>, y el cambio climático puede afectar además a la <a href="https://doi.org/10.1007/s40725-018-0075-6">incidencia de brotes de insectos plaga</a>, aunque es difícil de predecir. </p>
<p>¿Cómo harán frente nuestros ecosistemas a esta combinación de amenazas? En nuestro <a href="https://doi.org/10.1111/pce.14176">artículo recientemente publicado</a>, tratamos de responder exactamente a esta pregunta, y las noticias no son buenas. </p>
<p>Descubrimos que, aunque muchas plantas son realmente buenas para resistir ciertos tipos de fuego, la combinación de sequía, olas de calor e insectos plaga puede llevar a muchas plantas adaptadas al fuego al borde del abismo en el futuro. Los devastadores incendios de <a href="https://link.springer.com/chapter/10.1007/978-3-030-41192-3_9">sexta generación</a> nos están dando una muestra de este futuro. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/419743/original/file-20210907-27-18vhqlt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/419743/original/file-20210907-27-18vhqlt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/419743/original/file-20210907-27-18vhqlt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/419743/original/file-20210907-27-18vhqlt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/419743/original/file-20210907-27-18vhqlt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/419743/original/file-20210907-27-18vhqlt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/419743/original/file-20210907-27-18vhqlt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/419743/original/file-20210907-27-18vhqlt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Ejemplos de plantas adaptadas al fuego: prolífica floración de las flores rosas de franela (arriba a la izquierda), nuevo follaje rebrotando en el geebung (arriba a la derecha), liberación de semillas de un cono de banksia (abajo a la izquierda), y una plántula de banksia vieja (abajo a la derecha).</span>
<span class="attribution"><span class="source">Rachael Nolan</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>¿Qué ocurre cuando los incendios son más frecuentes?</h2>
<p>Hace pocos días nos llegaban desde California las imágenes del General Sherman, el árbol más voluminoso del mundo, <a href="https://www.npr.org/2021/09/20/1038972507/california-sequoia-trees-general-sherman-aluminum-blanket?t=1632395337339">cubierto en papel de aluminio</a> para proteger su base de los incendios que acechan al Parque Nacional de las Secuoyas. </p>
<p>Al otro lado del mundo, en Australia, hemos visto peligrar los bosques de fresno alpino: árboles que llegan a los <a href="https://theconversation.com/mountain-ash-has-a-regal-presence-the-tallest-flowering-plant-in-the-world-96021">90 metros de altura</a> y albergan la <a href="https://www.pnas.org/content/106/28/11635">mayor concentración de carbono</a> en la Tierra, produciendo unos hábitats ciertamente únicos. Cuando se produce un incendio grave en estos bosques, los árboles maduros mueren y el bosque se regenera por completo a partir de las semillas que caen del dosel muerto. </p>
<p>Sin embargo, estos árboles que vuelven a crecer no producen semillas de forma fiable hasta que tienen 15 años. Algo parecido ocurre en los pinares que rodean <a href="https://esajournals.onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1002/ecm.1285?af=R">la costa mediterránea</a>, desde el Levante español hasta Israel. Esto significa que si el fuego vuelve a producirse durante este periodo los árboles no se regenerarán y los bosques de fresnos o los pinares costeros se derrumbarán. </p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/422929/original/file-20210923-13-16lnpoa.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/422929/original/file-20210923-13-16lnpoa.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=223&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/422929/original/file-20210923-13-16lnpoa.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=223&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/422929/original/file-20210923-13-16lnpoa.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=223&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/422929/original/file-20210923-13-16lnpoa.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=281&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/422929/original/file-20210923-13-16lnpoa.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=281&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/422929/original/file-20210923-13-16lnpoa.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=281&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">De fresno a ceniza: a la izquierda, bosque de fresnos sin quemar en las tierras altas centrales de Victoria (el detalle en la parte inferior derecha incluye a uno de los autores para tener idea del tamaño de los árboles); a la derecha, bosque de fresnos que ha sido quemado por varios incendios forestales de gran gravedad en el Parque Nacional Alpino. Si no se interviene, esta zona dejará de estar dominada por el fresno y pasará a ser un matorral o un pastizal.</span>
<span class="attribution"><span class="source">T. Fairman y V. Resco</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>¿Qué ocurre cuando las temporadas de incendios se alargan?</h2>
<p>Unas temporadas de incendios más largas implican más posibilidades de que las especies ardan en una época del año que se sale de la norma histórica. Esto puede tener consecuencias devastadoras para las poblaciones de plantas. </p>
<p>Los cada vez más frecuentes incendios en invierno pueden amenazar, por ejemplo, a especies como el icónico lirio gymea. Esta especie florece después de los incendios, pero <a href="https://doi.org/10.1016/j.envexpbot.2021.104634">una nueva investigación</a> demostró que cuando los incendios se producen fuera del verano no florece tanto y cambia la química de sus semillas. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/422061/original/file-20210920-47670-1lfpjwl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/422061/original/file-20210920-47670-1lfpjwl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/422061/original/file-20210920-47670-1lfpjwl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/422061/original/file-20210920-47670-1lfpjwl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/422061/original/file-20210920-47670-1lfpjwl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/422061/original/file-20210920-47670-1lfpjwl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/422061/original/file-20210920-47670-1lfpjwl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/422061/original/file-20210920-47670-1lfpjwl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Los incendios fuera de temporada podrían tener un impacto a largo plazo en los lirios gymea.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Shutterstock</span></span>
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</figure>
<h2>Cuando la sequía y las olas de calor se agravan</h2>
<p>En el período previo a los incendios de sexta generación que hemos vivido recientemente en <a href="https://www.parlamento.pt/Documents/2017/Outubro/Relat%C3%B3rioCTI_VF%20.pdf">Portugal</a>, <a href="https://www.mdpi.com/2073-4433/12/3/344">Chile</a> o <a href="https://issuu.com/wildfiremagazine-iawf/docs/28.5_october-december_2019_wildfire_magazine_issuu/s/165111">Bolivia</a>, experimentamos condiciones particularmente cálidas y secas. </p>
<p>Al hacer frente a la sequía y al estrés térmico, especies como los robles, el haya antártica o las araucarias pueden deshidratarse antes del incendio. Cuando eso pasa, las “tuberías” internas que transportan el agua de la raíz a la hoja <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/epdf/10.1111/pce.13781">quedan dañadas</a>, imposibilitando el rebrote por la falta de agua. Este fenómeno impide que especies adaptadas al fuego puedan hacer llegar el agua a la copa y no se recuperan del incendio.</p>
<p>Por lo tanto, el fuego puede asestar el golpe final a las plantas rebrotadoras que ya sufren de sequía y estrés térmico.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/422920/original/file-20210923-21-1ryiesv.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/422920/original/file-20210923-21-1ryiesv.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=325&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/422920/original/file-20210923-21-1ryiesv.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=325&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/422920/original/file-20210923-21-1ryiesv.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=325&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/422920/original/file-20210923-21-1ryiesv.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=409&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/422920/original/file-20210923-21-1ryiesv.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=409&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/422920/original/file-20210923-21-1ryiesv.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=409&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Bosque de eucaliptos con estrés por sequía en 2019 (izquierda) y encinas con síntomas de puntisecado (derecha).</span>
<span class="attribution"><span class="source">Rachael Nolan y Víctor Resco</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>La sequía y las olas de calor también podrían suponer un gran problema para las especies que dependen de la germinación para sobrevivir tras el incendio, como muchas especies de pinos, romeros y jaras. </p>
<p>La sequía y el estrés térmico pueden reducir la producción y viabilidad de las semillas al limitar la floración y el desarrollo de las semillas, o pueden promover la germinación antes de tiempo. </p>
<p>Por ejemplo, en muchos ecosistemas europeos y americanos se requieren <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1433831920300366">temperaturas de entre 40 °C y 100 °C</a> para romper el letargo de las semillas almacenadas en el suelo y provocar la germinación. Pero durante las olas de calor, las temperaturas del suelo pueden ser lo suficientemente altas como para <a href="https://doi.org/10.1002/ece3.973">romper estos umbrales de temperatura</a>. Esto significa que las semillas podrían liberarse antes del incendio, y no estarán disponibles para germinar después de que éste se produzca. </p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/422921/original/file-20210923-25-c830q.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/422921/original/file-20210923-25-c830q.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=290&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/422921/original/file-20210923-25-c830q.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=290&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/422921/original/file-20210923-25-c830q.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=290&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/422921/original/file-20210923-25-c830q.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=365&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/422921/original/file-20210923-25-c830q.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=365&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/422921/original/file-20210923-25-c830q.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=365&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Muchas plantas autóctonas, como (a) la banksia (en Australia) o (b) los romeros y pino carrasco (en el Mediterráneo), dependen del fuego para germinar sus semillas.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Rachael Nolan y Víctor Resco</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>¿Y los insectos? El crecimiento del nuevo follaje tras un incendio o una sequía es <a href="https://doi.org/10.1111/j.1442-9993.1983.tb01516.x">atractivo para los insectos</a>. Si se producen brotes de insectos plaga después de un incendio, pueden eliminar todas las hojas de las plantas que se recuperan. Este estrés adicional puede llevar a las plantas más allá de su límite, provocando su muerte. </p>
<h2>Cuando las amenazas se acumulan</h2>
<p>Esperamos que muchos bosques sigan siendo resistentes a corto plazo, incluyendo la mayoría de las especies de robles y hayas en ambos hemisferios y también de coníferas tales como los pinos o las araucarias. </p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/422909/original/file-20210923-13-26u4zr.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/422909/original/file-20210923-13-26u4zr.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=302&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/422909/original/file-20210923-13-26u4zr.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=302&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/422909/original/file-20210923-13-26u4zr.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=302&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/422909/original/file-20210923-13-26u4zr.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=380&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/422909/original/file-20210923-13-26u4zr.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=380&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/422909/original/file-20210923-13-26u4zr.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=380&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Existen diferentes tipos de rebrote: (a) el epicórmico (de las ramas) en eucalipto, el apical en los helechos arbóreos (en el sotobosque) o (b) de cepa en enebros y coscoja.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Rachael Nolan y Víctor Resco de Dios</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Pero a medida que avanza el cambio climático, incluso estos ecosistemas resistentes a los incendios se verán empujados más allá de sus límites históricos. Nuestra nueva investigación es sólo el principio: la forma en que las plantas responderán es todavía muy incierta, y se necesita más investigación para desentrañar los efectos interactivos del fuego, la sequía, las olas de calor y los insectos plaga. </p>
<p>Tenemos que reducir rápidamente las emisiones de carbono antes de poner a prueba los límites de nuestros ecosistemas para recuperarse del fuego.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/168577/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Rachael Helene Nolan recibe financiación del Consejo Australiano de Investigación, del Servicio de Bomberos Rurales de Nueva Gales del Sur, de Parques y Conservación del Territorio de la Capital Australiana y de la Fundación Hermon Slade. Es miembro del Centro de Investigación de Gestión de Riesgos de Incendios Forestales de Nueva Gales del Sur, financiado por el Departamento de Planificación, Industria y Medio Ambiente de Nueva Gales del Sur.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Andrea Leigh recibe fondos del Consejo Australiano de Investigación. Está afiliada a la Universidad Tecnológica de Sydney.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Mark Ooi recibe fondos de del ARC. y del Departamento de Agricultura, Agua y Medio Ambiente de la Commonwealth. Es miembro del Centro de Investigación de Gestión de Riesgos de Incendios Forestales de Nueva Gales del Sur, que recibe fondos del Departamento de Planificación, Industria y Medio Ambiente de Nueva Gales del Sur.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Ross Bradstock recibe fondos del Servicio de Bomberos Rurales de Nueva Gales del Sur y del Departamento de Planificación, Industria y Medio Ambiente de Nueva Gales del Sur a través del Centro de Investigación de Gestión de Riesgos de Incendios Forestales de Nueva Gales del Sur, el CRC de Incendios Forestales y Riesgos Naturales y el ARC.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Tim Curran recibe fondos del Ministerio de Empresa, Innovación y Empleo de Nueva Zelanda (MBIE), de Fire and Emergency New Zealand, del Fondo Miss E L Hellaby de Investigación de los Pastizales Autóctonos, del Consejo del Distrito de Marlborough y del Fondo Argyle de la Universidad Lincoln. Tim es presidente de la Sociedad Ecológica de Nueva Zelanda.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Tom Fairman ha recibido financiación del Consejo Australiano de Investigación y ha trabajado anteriormente en la gestión e investigación forestal para el Gobierno de Victoria.
</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Víctor Resco de Dios recibe fondos del MICINN y de la Fundación Velux. </span></em></p>Muchas plantas son realmente buenas resistiendo los incendios forestales, pero la combinación de sequías, olas de calor y plagas de insectos acrecentadas por el cambio climático puede llevarlas al límite.Rachael Helene Nolan, Postdoctoral research fellow, Western Sydney UniversityAndrea Leigh, Associate Professor, Faculty of Science, University of Technology SydneyMark Ooi, Senior Research Fellow, UNSW SydneyRoss Bradstock, Emeritus professor, University of WollongongTim Curran, Associate Professor of Ecology, Lincoln University, New ZealandTom Fairman, Future Fire Risk Analyst, The University of MelbourneVíctor Resco de Dios, Profesor de Incendios Forestales y Cambio Global en PVCF-Agrotecnio, Universitat de LleidaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1661202021-09-01T19:30:11Z2021-09-01T19:30:11ZCuando el calor aprieta, la fauna silvestre agradece el agua que el ser humano pueda darle<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/416491/original/file-20210817-20-3i5ffk.JPG?ixlib=rb-1.1.0&rect=24%2C0%2C2361%2C1703&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Corzos en un bebedero.</span> <span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span></figcaption></figure><p>La práctica de ofrecer agua a la fauna silvestre en momentos de carestía está muy extendida en aquellos territorios en los que existe un déficit hídrico. Es decir, cuando hay más demanda de agua que la que el propio medio ambiente puede ofrecer. </p>
<p>Desde el lejano oeste norteamericano hasta las mesetas españolas se repiten los esfuerzos para aliviar los efectos negativos que la carencia de agua puede tener en la fauna. Esta, como el propio ser humano, sufre las consecuencias de las altas temperaturas, las sequías prolongadas y las olas de calor, cada vez más frecuentes y persistentes. </p>
<p>En España, la gran mayoría del territorio está sujeto a períodos de sequía prolongada. Por ello, el aporte de agua es muy frecuente en el medio natural, especialmente el dirigido a especies cinegéticas, dado que más del 80 % del territorio español está declarado como coto de caza. </p>
<p>Hasta no hace mucho tiempo esta práctica no había sido objeto de estudio y, por lo tanto, no existían suficientes evidencias para plantear buenas prácticas de utilización. En muchos casos se tomaban las decisiones por inercia.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/416492/original/file-20210817-17-sap1dn.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/416492/original/file-20210817-17-sap1dn.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/416492/original/file-20210817-17-sap1dn.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/416492/original/file-20210817-17-sap1dn.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/416492/original/file-20210817-17-sap1dn.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/416492/original/file-20210817-17-sap1dn.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/416492/original/file-20210817-17-sap1dn.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/416492/original/file-20210817-17-sap1dn.JPG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Azor en un pilón con agua.</span>
<span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span>
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<h2>¿Por qué dar de beber a la fauna silvestre si hay sequía?</h2>
<p>La gran mayoría de vertebrados no acuáticos tienen capacidad para resistir sequías. Su organismo puede hacer frente a períodos en los que el agua disponible sea escasa. De hecho, muchos animales no necesitan ingerir agua directamente, y la toman de la humedad contenida en los alimentos. </p>
<p>Si la situación empeora, los animales se ponen en <em>modo ahorro</em> y, por ello, muchas especies ajustan sus períodos reproductivos a aquellos momentos del año con mayor disponibilidad de agua y alimento. Y también modulan sus biorritmos diarios para ser menos activos cuando el calor aprieta. Un claro ejemplo es el conejo de monte, capaz de resistir largos períodos de sequía y reproducirse, como conejo que es, cuando abunda el alimento rico en nutrientes (y en agua). Es un animal que adapta su actividad diaria a los dictados de la temperatura y humedad del entorno. </p>
<p>Pero puede llegar un momento en que ya no exista agua en superficie y los alimentos estén tan secos que no aporten ni una gota de líquido. Es entonces cuando estas estrategias de adaptación pueden no ser suficientes para muchos animales, que se ven forzados a buscar agua. </p>
<p>Claro ejemplo de este comportamiento son las visitas de ungulados de montaña, como la cabra montesa, que descienden de sus cumbres a la búsqueda de abrevaderos para el ganado, e incluso se adentran en pueblos ante la mirada atónita de los lugareños. </p>
<p>Es aquí cuando el aporte de agua es crucial. </p>
<h2>¿Qué sabemos sobre la utilización de bebederos y charcas?</h2>
<p>En España se sabe que los bebederos dirigidos a especies como la perdiz roja, el conejo, la liebre ibérica y la tórtola europea son también utilizados por un gran número de especies, si bien las aves son las más importantes, seguidas de pequeños mamíferos y reptiles (estos últimos en menor proporción). </p>
<p>De hecho, <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/1749-4877.12496">en un estudio realizado en ambas Castillas</a> se llegaron a identificar 75 especies de fauna y se registraron visitas frecuentes en los períodos más duros del verano. </p>
<p>Para especies como la perdiz roja y el conejo se ha demostrado que las visitas a los bebederos se centran en momentos concretos y con una mayor predilección por aquellos que están cerca de arbustos y árboles. Esto se explica por la necesidad de evitar los momentos del día más calurosos y el comportamiento antipredatorio, dado que <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0168159112000263">estas especies</a> son presa de una <a href="https://raco.cat/index.php/ABC/article/view/301571">gran variedad de depredadores</a>. También sabemos que la perdiz <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/pdf/10.1111/j.1474-919X.1998.tb04707.x">tiende a encontrarse cerca de los puntos de agua en los momentos más duros del verano</a>. </p>
<p>En este sentido, buena parte de proyectos que persiguen la recuperación de fauna silvestre en ecosistemas mediterráneos incluyen la creación y mantenimiento de puntos de agua como herramienta para fijar poblaciones de ciertas especies que de otra manera podrían verse forzadas a buscar otros territorios. </p>
<p>No todo es positivo. Charcas y bebederos compartidos por distintas especies y mal gestionados pueden conllevar la transmisión de enfermedades, incluyendo algunas con impacto en la salud pública (como la tuberculosis). Para muchas especies, siempre puede existir un riesgo de depredación, aunque en España no tenemos evidencias de que sea un problema importante. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/416142/original/file-20210814-25-1nt9m8e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C2555%2C1916&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Aves bebiendo" src="https://images.theconversation.com/files/416142/original/file-20210814-25-1nt9m8e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C2555%2C1916&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/416142/original/file-20210814-25-1nt9m8e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/416142/original/file-20210814-25-1nt9m8e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/416142/original/file-20210814-25-1nt9m8e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/416142/original/file-20210814-25-1nt9m8e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=565&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/416142/original/file-20210814-25-1nt9m8e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=565&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/416142/original/file-20210814-25-1nt9m8e.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=565&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Perdices y otras aves en un bebedero.</span>
<span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span>
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</figure>
<h2>¿Qué es lo que no sabemos?</h2>
<p>Sigue existiendo una larga lista de interrogantes científicos, especialmente para especies no cinegéticas. </p>
<p>Nos hacen falta más estudios para conocer cuál es la respuesta de la fauna a la ausencia o presencia de estos puntos de agua y en aspectos como las posibles interacciones entre especies que usan los mismos bebederos y charcas (como la competición y depredación). </p>
<p>Siempre con un ojo puesto en la transmisión de enfermedades, que no parece ser un problema de gran calado en líneas generales, pero sí en ciertos contextos. </p>
<h2>A modo de conclusión</h2>
<p>En España, una proporción importante de los 32 000 cotos repartidos por las más de 43 millones de hectáreas que son declaradas como de aprovechamiento cinegético destinan recursos económicos a la provisión de agua que, de otra forma, no existiría o sería muy escasa. </p>
<p>En un contexto de incertidumbre y cambio climático, debe seguir investigándose para que los esfuerzos en provisión de agua sean eficientes y sostenibles, sin menoscabo de la conservación de ríos, arroyos y charcas naturales. </p>
<p>Según afirma <a href="http://naes.agnt.unr.edu/PMS/Pubs/566_2012_09.pdf">este artículo sobre los bebederos en Estados Unidos</a>, existe evidencia sobre los efectos positivos del aporte de agua en la fauna silvestre, y también mucha especulación sin certezas en lo que se refiere a efectos negativos o no deseados. </p>
<p>Muchas especies que no requieren agua superficial durante la mayor parte del año son captadas al final en estudios de fototrampeo utilizando bebederos y charcas construidas por el ser humano. </p>
<p>Así, puede llegarse a la conclusión de que si la naturaleza bebe del agua que aporta el <em>Homo sapiens</em> se deberá a una necesidad genuina, aunque por el momento no hayamos sido capaces de comprender completamente todos los aspectos biológicos y ecológicos.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/166120/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Carlos Sánchez García-Abad es colaborador honorífico de la Universidad de León y Director de investigación de Fundación Artemisan. </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Vicente Ramiro Gaudioso Lacasa no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Con el cambio climático y el aumento de las olas de calor, la fauna silvestre hace uso de fuentes y charcas para aliviar la sed.Carlos Sánchez García-Abad, Colaborador honorífico de la Universidad, Universidad de LeónVicente Ramiro Gaudioso Lacasa, Catedrático de Universidad, Universidad de LeónLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1633992021-08-31T18:18:26Z2021-08-31T18:18:26Z¿Podemos predecir las sequías?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/414781/original/file-20210805-25-cdtjsl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C8%2C5472%2C3628&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/cracked-dry-ground-due-drought-food-1041085285">Shutterstock / R_Tee</a></span></figcaption></figure><p>Una clasificación de los peligros y los desastres naturales distingue dos tipos: los intensivos y los extensivos, cuyos ejemplos prototípicos son los terremotos y las sequías respectivamente. </p>
<p>Las sequías, a diferencia de los terremotos, presentan una frecuencia elevada (así es en el caso de España), una duración prolongada (de varios meses o incluso años), una extensión espacial considerable y una velocidad de implantación lenta, entre otras características físicas. </p>
<p>Con respecto a la duración y la velocidad de implantación, realmente no sabemos con precisión cuándo se inicia una sequía. Se asume progresivamente tras semanas o meses con una precipitación inferior, en un cierto porcentaje, a la normal. Hay que indicar que en el presente artículo se habla exclusivamente de la sequía meteorológica, un déficit coyuntural de la precipitación. Existen otros tipos de sequía, como la hidrológica, la agrícola o edáfica, la socioeconómica y la ecológica. </p>
<p>Los efectos de la escasez de precipitación se notarán, con un cierto desfase temporal, en el agua almacenada, en la humedad del suelo, etc. Es decir, en los demás tipos de sequía. </p>
<p>A pesar de que los daños producidos por las sequías pueden ser muy cuantiosos (incluso dando lugar, en algunos países, a hambrunas con muchas víctimas humanas), sus efectos inmediatos no cuentan con las imágenes espectaculares y casi instantáneas de los desastres intensivos, como las inundaciones o las terremotos.</p>
<h2>Modelos para analizar y predecir sequías</h2>
<p>Un modelo matemático, ideado por el climatólogo firmante de este artículo Robert Monjo, analiza el comportamiento de todos los períodos sin lluvia desde 1979 hasta 2016 y los compara con <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Conjunto_de_Cantor">conjuntos de Cantor</a>. </p>
<p>El conjunto de Cantor fue el primer <a href="https://theconversation.com/como-las-figuras-fractales-nos-ayudan-a-comprender-el-mundo-y-salvar-vidas-157063">fractal</a> conocido. Un fractal es un objeto geométrico cuya estructura básica se repite a diferentes escalas. Los hemos visto todos en la naturaleza, como por ejemplo en el romanesco (brócoli) o en las ramas de los árboles.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/414605/original/file-20210804-23-1jbvb7b.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Romanesco" src="https://images.theconversation.com/files/414605/original/file-20210804-23-1jbvb7b.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/414605/original/file-20210804-23-1jbvb7b.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=382&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/414605/original/file-20210804-23-1jbvb7b.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=382&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/414605/original/file-20210804-23-1jbvb7b.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=382&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/414605/original/file-20210804-23-1jbvb7b.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=480&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/414605/original/file-20210804-23-1jbvb7b.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=480&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/414605/original/file-20210804-23-1jbvb7b.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=480&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Figura 1. Ejemplo de una estructura fractal natural en el romanesco (brócoli).</span>
<span class="attribution"><span class="source">Dominic Royé</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
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</figure>
<p>El modelo proporciona una medida de la similitud entre los huecos del conjunto de Cantor y la longitud de los periodos secos (sin lluvia). Esto permite clasificar las sequías según su comportamiento y la alternancia de rachas secas con rachas húmedas, de diferente duración. Este sofisticado concepto matemático desarrollado por Georg Cantor en 1883 nunca antes se había utilizado para el análisis de sequías. </p>
<p>En un reciente <a href="https://essd.copernicus.org/articles/12/741/2020/">estudio</a>, hemos demostrado que el comportamiento de las sequías climáticas puede modelarse deformando en mayor o menor medida los huecos (periodos secos) del conjunto original de Cantor. Por ejemplo, las sequías de las zonas semidesérticas serían las más fidedignas al conjunto de Cantor sin modificar. </p>
<figure class="align-center zoomable">
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<span class="caption">Figura 2. Distribución espacial de la dimensión fractal de las rachas secas, relacionada con el exponente basado en conjuntos de Cantor.</span>
<span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>En el caso de España, se obtiene que la sequía suele presentar un índice medio-alto de concentración de largos periodos secos, que se distribuyen de forma bastante similar al conjunto de Cantor, pero alternados con cortos periodos húmedos. A medida que nos desplazamos hacia el norte, encontramos rachas secas intermedias (mayor deformación del conjunto de Cantor) con interrupciones largas de periodos lluviosos.</p>
<p>El descubrimiento, además de proporcionar una mejor comprensión de la duración de las sequías meteorológicas, permite clasificarlas en diferentes tipos con el fin de vigilar sus posibles variaciones en el contexto del cambio climático global. En este sentido, pueden distinguirse regiones con eventos secos de duración baja, media y alta, con eventos húmedos largos o cortos.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/412893/original/file-20210723-25-eju60x.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/412893/original/file-20210723-25-eju60x.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/412893/original/file-20210723-25-eju60x.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=283&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/412893/original/file-20210723-25-eju60x.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=283&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/412893/original/file-20210723-25-eju60x.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=283&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/412893/original/file-20210723-25-eju60x.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=356&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/412893/original/file-20210723-25-eju60x.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=356&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/412893/original/file-20210723-25-eju60x.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=356&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Figura 3. Clasificación climática de las sequías meteorológicas en todo el mundo: regiones con valores bajos (L), medios (M) y altos (H) de longitudes de eventos secos, alternando con eventos húmedos más largos (l) o más cortos (s). Ejemplos tropicales de tipo Ll: los principales núcleos de selva tropical del mundo (dentro del Amazonas, el Congo y el sudeste asiático entre otros). Ejemplos subpolares de tipo Ll: el océano Austral y algunas regiones del Atlántico norte y el Pacífico norte. Ejemplos de tipo Hl: las regiones de sabanas tropicales de África, México, Brasil central, India (clima monzónico), sur de China y norte de Australia. Ejemplos de tipo Hs: todas las regiones desérticas alrededor del mundo, incluida la franja oriental de las áreas oceánicas tropicales.</span>
<span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Así, la herramienta facilitará un seguimiento de la evolución de la superficie global que abarca cada tipo de clima a escala multianual, observando posibles tendencias regionales. </p>
<p>Por otro lado, la mejor comprensión del comportamiento geométrico del clima permite trazar modelos de predicción de sequías basados en la climatología. Es decir, es posible ajustar y proyectar curvas de acumulación de rachas secas y húmedas de acuerdo con el comportamiento observado (índice basado en los conjuntos de Cantor).</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/163399/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Robert Monjo recibió fondos de la Comisión Europea a través del proyecto RESCCUE (G.A. num. 700174).</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Dominic Royé y Javier Martín Vide no reciben salarios, ni ejercen labores de consultoría, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del puesto académico citado.</span></em></p>Un reciente estudio analiza el comportamiento de las sequías en el mundo, las clasifica y aporta una herramienta para predecirlas.Dominic Royé, Investigador de Geografía Física, Universidade de Santiago de CompostelaJavier Martín Vide, Catedrático de Geografía Física, Universitat de BarcelonaRobert Monjo, PDI del Departamento de Álgebra, Geometría y Topología, Universidad Complutense de MadridLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1658362021-08-09T11:41:38Z2021-08-09T11:41:38ZInforme IPCC: por qué el cambio climático causa tormentas e inundaciones más intensas<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/415222/original/file-20210809-21-13v25nb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=43%2C7%2C4896%2C3232&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Las lluvias extremas y las inundaciones como las que sufrió el norte de Inglaterra en 2015 pueden poner vidas en peligro.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/members-of-cleveland-mountain-rescue-and-soldiers-from-2-news-photo/502572800">Ian Forsyth/Getty Images</a></span></figcaption></figure><p>En julio de 2021, el mundo observó cómo las lluvias extremas se convirtieron en inundaciones que arrasaron casas centenarias en Europa, provocaron corrimientos de tierras en Asia e inundaron el metro en China. Más de <a href="https://floodlist.com/asia/world-floods-july-2021">900 personas murieron</a> en la destrucción. En América del Norte, el Oeste luchaba contra los incendios en medio de una intensa sequía que está afectando a los sumnistros de <a href="https://www.npr.org/2021/07/13/1013446314/amid-a-mega-drought-a-water-shortage-will-be-declared-along-the-colorado-river">agua</a> y <a href="https://www.sacbee.com/news/california/water-and-drought/article253298613.html">energía</a>.</p>
<p><a href="https://news.un.org/en/story/2021/07/1096302">Los peligros relacionados con el agua pueden ser excepcionalmente destructivos</a>, y el impacto del cambio climático en eventos extremos relacionados con el agua como estos es cada vez más evidente.</p>
<p>En la <a href="https://www.ipcc.ch/report/sixth-assessment-report-working-group-i/">nueva evaluación internacional del clima</a> recién publicada, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático advierte que el ciclo del agua se ha intensificado y seguirá intensificándose a medida que el planeta se calienta. </p>
<p>El informe, en el que he trabajado como <a href="https://scholar.google.com/citations?user=qWV-WIQAAAAJ&hl=en">autor principal</a>, documenta un aumento tanto de los extremos húmedos, con lluvias más intensas en la mayoría de las regiones, como de los extremos secos, como la desecación en el Mediterráneo, el suroeste de Australia, el suroeste de Sudamérica, Sudáfrica y el oeste de Norteamérica. También muestra que tanto los extremos húmedos como los secos seguirán aumentando con el calentamiento futuro.</p>
<p><iframe id="GynkN" class="tc-infographic-datawrapper" src="https://datawrapper.dwcdn.net/GynkN/8/" height="400px" width="100%" style="border: none" frameborder="0"></iframe></p>
<h2>¿Por qué se intensifica el ciclo del agua?</h2>
<p>El agua circula por el medio ambiente, moviéndose entre la atmósfera, el océano, la tierra y los depósitos de hielo. Puede caer en forma de lluvia o nieve, filtrarse en el suelo, desembocar en un río, unirse al océano, congelarse o evaporarse de nuevo a la atmósfera. Las plantas también toman agua del suelo y la liberan mediante la transpiración de sus hojas. En las últimas décadas, se ha producido un aumento general de las tasas de precipitación y evaporación.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="La ilustración muestra cómo el agua cicula a través de la precipitación, la escorrentía, las aguas subterráneas, las plantas, la evaporación y la condensación para volver a caer." src="https://images.theconversation.com/files/415121/original/file-20210808-13508-qxu7md.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/415121/original/file-20210808-13508-qxu7md.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=307&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/415121/original/file-20210808-13508-qxu7md.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=307&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/415121/original/file-20210808-13508-qxu7md.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=307&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/415121/original/file-20210808-13508-qxu7md.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=386&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/415121/original/file-20210808-13508-qxu7md.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=386&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/415121/original/file-20210808-13508-qxu7md.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=386&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
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<span class="caption">Algunos puntos clave del ciclo del agua.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://gpm.nasa.gov/education/sites/default/files/article_images/Water-Cycle-Art2A.png">NASA</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Varios factores están intensificando el ciclo del agua, pero uno de los más importantes es que el calentamiento de las temperaturas eleva el límite superior de la cantidad de humedad en el aire. Eso aumenta la posibilidad de que llueva más.</p>
<p>Este aspecto del cambio climático se confirma a través de <a href="https://www.ipcc.ch/report/sixth-assessment-report-working-group-i/">todas nuestras líneas de evidencia</a>: es lo que se espera de la física básica, lo que proyectan los modelos informáticos, y ya aparece en los datos de observación como un aumento general de la intensidad de las lluvias con el calentamiento de las temperaturas.</p>
<p>Comprender este y otros cambios en el ciclo del agua es importante para algo más que para prepararse para las catástrofes. El agua es un recurso esencial para todos los ecosistemas y las sociedades humanas, y en particular para la agricultura.</p>
<h2>¿Qué significa esto para el futuro?</h2>
<p>Una intensificación del ciclo del agua significa que tanto los extremos húmedos como los secos y la variabilidad general del ciclo del agua aumentarán, aunque no de manera uniforme en todo el planeta. </p>
<p>Se espera que la intensidad de las precipitaciones <a href="https://www.ipcc.ch/report/sixth-assessment-report-working-group-i/">aumente en la mayoría de las zonas terrestres</a>, pero los mayores aumentos de aridez se esperan en el Mediterráneo, el suroeste de Sudamérica y el oeste de Norteamérica.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/415093/original/file-20210808-21-ifu4n0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Mapas que muestran las proyecciones de precipitación y las proyecciones de calentamiento a 1,5 y 3 grados Celsius." src="https://images.theconversation.com/files/415093/original/file-20210808-21-ifu4n0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/415093/original/file-20210808-21-ifu4n0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=451&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/415093/original/file-20210808-21-ifu4n0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=451&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/415093/original/file-20210808-21-ifu4n0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=451&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/415093/original/file-20210808-21-ifu4n0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/415093/original/file-20210808-21-ifu4n0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/415093/original/file-20210808-21-ifu4n0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Se prevé que la precipitación media anual aumente en muchas zonas a medida que el planeta se calienta, especialmente en las latitudes más altas.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.ipcc.ch/report/sixth-assessment-report-working-group-i/">IPCC Sixth Assessment Report</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>A nivel mundial, es probable que las precipitaciones extremas diarias se intensifiquen en un <a href="https://www.ipcc.ch/report/sixth-assessment-report-working-group-i/">7 % por cada grado Celsius</a> que aumente la temperatura global.</p>
<p>Según el informe, además de los fenómenos extremos, también cambiarán muchos otros aspectos importantes del ciclo del agua, como la reducción de los glaciares de montaña, la disminución de la duración de la capa de nieve estacional, el deshielo más temprano y los cambios contrastados en las lluvias monzónicas en las distintas regiones, que afectarán a los recursos hídricos de miles de millones de personas.</p>
<h2>¿Qué se puede hacer?</h2>
<p>Un tema común a todos estos aspectos del ciclo del agua es que <a href="https://www.ipcc.ch/report/sixth-assessment-report-working-group-i/">el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero provoca mayores impactos</a>. </p>
<p>El IPCC no hace recomendaciones políticas. En cambio, proporciona la información científica necesaria para evaluar cuidadosamente las opciones políticas. Los resultados muestran cuáles son las implicaciones de las distintas opciones.</p>
<p>Una de las cosas que la <a href="https://www.ipcc.ch/report/sixth-assessment-report-working-group-i/">evidencia científica del informe</a> dice claramente a los líderes mundiales es que limitar el calentamiento global al objetivo del Acuerdo de París de 1,5 °C requerirá reducciones inmediatas, rápidas y a gran escala de las emisiones de gases de efecto invernadero.</p>
<p>Independientemente de cualquier objetivo específico, está claro que la gravedad de los impactos del cambio climático está estrechamente relacionada con las emisiones de gases de efecto invernadero: la reducción de las emisiones reducirá los impactos. Cada fracción de grado es importante.</p>
<hr>
<p><em>Artículo traducido gracias a la colaboración con <a href="https://www.fundacionlilly.com/">Fundación Lilly</a></em>.</p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/165836/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Mathew Barlow recibió financiación del gobierno estadounidense para los viajes para asistir a tres reuniones de autores principales del IPCC.</span></em></p>El impacto del cambio climático en los fenómenos extremos relacionados con el agua es cada vez más evidente, advierte un autor principal del nuevo informe.Mathew Barlow, Professor of Climate Science, UMass LowellLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1649292021-07-27T13:12:09Z2021-07-27T13:12:09Z‘Mega sequía’ en la frontera aviva las disputas entre EU y México por desabasto de agua<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/412905/original/file-20210723-15-d2cqmj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C5200%2C3541&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">El lago Mead, que abastece a siete estados de Estados Unidos y dos de México, se está secando.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.gettyimages.com/detail/news-photo/lake-mead-is-seen-in-the-distance-behind-a-dead-creosote-news-photo/1323266340">Ethan Miller/Getty Images</a></span></figcaption></figure><p>Estados Unidos y México están <a href="https://www.brookings.edu/blog/order-from-chaos/2020/10/26/not-dried-up-us-mexico-water-cooperation/">luchando por sus menguantes suministros de agua compartidos</a> después de años de calor sin precedentes y lluvias insuficientes.</p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/409175/original/file-20210630-21128-zvmxtp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Mapa que muestra el suroeste de Estados Unidos y el norte de México" src="https://images.theconversation.com/files/409175/original/file-20210630-21128-zvmxtp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/409175/original/file-20210630-21128-zvmxtp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=764&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/409175/original/file-20210630-21128-zvmxtp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=764&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/409175/original/file-20210630-21128-zvmxtp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=764&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/409175/original/file-20210630-21128-zvmxtp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=960&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/409175/original/file-20210630-21128-zvmxtp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=960&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/409175/original/file-20210630-21128-zvmxtp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=960&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">La cuenca del río Colorado.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.usgs.gov/media/images/colorado-river-basin-map">U.S. Geological Survey</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>La sequía sostenida en el medio-bajo del Río Bravo desde mediados de la década de 1990 significa que <a href="https://www.lawtext.com/publication/the-journal-of-water-law/contents/volume-26/issue-1">menos agua mexicana fluye hacia los Estados Unidos</a>. La cuenca del río Colorado, que abastece a siete estados de Estados Unidos y dos de México, también <a href="https://theconversation.com/interstate-water-wars-are-heating-up-along-with-the-climate-159092">se encuentra en niveles récord bajos</a>.</p>
<p><a href="https://www.ibwc.gov/Files/1944Treaty.pdf">Un tratado de 1944</a> entre Estados Unidos y México rige las relaciones hídricas entre los dos vecinos. <a href="https://doi.org/10.1016/j.envsci.2020.05.013">Según nuestra investigación,</a> la Comisión Internacional de Límites y Aguas que estableció para administrar las cuencas de 724.205 kilómetros cuadradas de Colorado y Río Grande lo ha hecho con destreza. </p>
<p>Esa gestión mantuvo las relaciones de agua entre Estados Unidos y México, en su mayoría, libres de conflictos. Pero enmascaró algunas <a href="https://digitalrepository.unm.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1217&context=usmexlj">tensiones subyacentes bien conocidas</a>: un auge demográfico en ambos lados de la frontera entre Estados Unidos y México, el cambio climático y el envejecimiento de las obras hidráulicas.</p>
<h2>1944 al 2021</h2>
<p>La región fronteriza entre Estados Unidos y México, en su mayoría semiárida, recibe menos 45,72 centímetros de lluvia anual, y grandes áreas tienen menos de 30,48 centímetros. Eso es menos de la mitad de la precipitación anual promedio en los Estados Unidos, que es <a href="https://www.swcarr.arizona.edu/sites/default/files/ACCSWUS_Ch16.pdf">principalmente templada</a>.</p>
<p>La década de 1940, sin embargo, fue una época de abundancia de agua inusual en los ríos del tratado. Cuando los ingenieros estadounidenses y mexicanos redactaron el tratado sobre el agua de 1944, <a href="https://digitalrepository.unm.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1217&context=usmexlj">no previeron la prolongada megasequía de hoy</a>.</p>
<p>Tampoco anticiparon el rápido crecimiento de la región. Desde 1940, la población de los 10 pares de <a href="https://www.tceq.texas.gov/border/population.html">ciudades más grandes que se extienden a ambos lados de la frontera entre Estados Unidos y México</a> se ha multiplicado casi por veinte, <a href="http://www.wilkie-stats.org/Statistically_Measuring_Change/VOL_III/12.pdf">de 560.000 personas a unos 10 millones en la actualidad</a>.</p>
<p>Este crecimiento está impulsado por una industria manufacturera en auge dependiente del agua en México que exporta productos a los mercados estadounidenses. La agricultura de regadío, la ganadería y la minería compiten con las ciudades en crecimiento y la industria en expansión por la escasez de agua.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/408979/original/file-20210629-21-1pyo66z.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Dos fotografías que muestran las caídas del nivel del agua del lago Mead" src="https://images.theconversation.com/files/408979/original/file-20210629-21-1pyo66z.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/408979/original/file-20210629-21-1pyo66z.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=371&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/408979/original/file-20210629-21-1pyo66z.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=371&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/408979/original/file-20210629-21-1pyo66z.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=371&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/408979/original/file-20210629-21-1pyo66z.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=466&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/408979/original/file-20210629-21-1pyo66z.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=466&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/408979/original/file-20210629-21-1pyo66z.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=466&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">El lago Mead hacia 1950, a la izquierda, y el lago Mead en junio de 2021. Los acantilados muestran la caída sustancial del nivel del agua.</span>
<span class="attribution"><span class="source">William M. Graham/Archive Photos/Getty Images y Ethan Miller/Getty Images</span></span>
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</figure>
<p>Hoy en día, simplemente <a href="https://digitalrepository.unm.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1217&context=usmexlj">no hay suficiente para satisfacer la demanda</a> en las áreas fronterizas gobernadas por el tratado de 1944.</p>
<p>Tres veces desde 1992, México no ha cumplido su compromiso de cinco años de enviar 1,75 millones de acres-pie de agua a través de la frontera hacia los Estados Unidos. Cada acre-pie puede abastecer a una familia estadounidense de cuatro durante un año.</p>
<h2>Conflictos de agua</h2>
<p>En el otoño de 2020, estalló la crisis en el Valle del Río Grande después de años de crecientes tensiones y sequías sostenidas que ponen en peligro los cultivos y el ganado tanto en Estados Unidos como en México.</p>
<p>En septiembre de 2020, el gobernador de Texas, Greg Abbott, declaró que “<a href="https://www.elpasotimes.com/story/news/2020/09/18/abbott-texas-farmers-worry-mexico-fails-deliver-water-us/5817101002/">México le debe a Texas el valor de un año de agua del Río Grande</a>”. El mes siguiente, los trabajadores en México descargaron agua de una porción represada del Río Conchos de México destinada a cruzar la frontera para pagar parcialmente la deuda de agua de 345.600 acres-pie de México con los Estados Unidos.</p>
<p>Agricultores y manifestantes frustrados en el estado mexicano de Chihuahua <a href="https://www.aljazeera.com/news/2020/10/8/mexico-water-crisis-heats-up-as-us-transfer-deadline-looms">se enfrentaron con soldados mexicanos</a> enviados para proteger a los trabajadores. Murió la esposa de un granjero de 35 años y madre de tres hijos.</p>
<p>México también acordó transferir el agua almacenada en la presa Amistad a Estados Unidos, cumpliendo con su obligación <a href="https://abcnews.go.com/International/wireStory/mexico-reaches-deal-pay-water-debt-us-73768266">solo tres días antes de la fecha límite del 25 de octubre de 2020</a>. Esa decisión satisfizo su deuda de agua con Estados Unidos en virtud del tratado de 1944, pero puso en peligro el suministro de más de un millón de mexicanos que viven aguas abajo de la presa Amistad en los estados mexicanos de Coahuila y Tamaulipas.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/408947/original/file-20210629-22-10x2i10.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Soldados con equipo antidisturbios están detrás de una cera envuelta con alambre de espino" src="https://images.theconversation.com/files/408947/original/file-20210629-22-10x2i10.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/408947/original/file-20210629-22-10x2i10.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/408947/original/file-20210629-22-10x2i10.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/408947/original/file-20210629-22-10x2i10.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/408947/original/file-20210629-22-10x2i10.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/408947/original/file-20210629-22-10x2i10.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/408947/original/file-20210629-22-10x2i10.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">La Guardia Nacional mexicana montan guardia en la presa Las Pilas después de los enfrentamientos de 2020 con agricultores en el estado de Chihuahua.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://newsroom.ap.org/detail/MexicoUSWaterDebt/407b3ef705734231b1b09e3f1e297024">Christian Chavez/AP Photo</a></span>
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<p>Estados Unidos y México se comprometieron a <a href="https://www.bakerinstitute.org/media/files/files/913fd42c/bi-brief-120820-usmx-riogrande.pdf">revisar las reglas de aguas del río Bravo del tratado en 2023</a>.</p>
<p>El dilema de la sequía en el río Colorado es igualmente terrible. El nivel del agua en el lago Mead, un embalse importante para las comunidades en la cuenca baja del río Colorado, <a href="https://www.azcentral.com/story/news/local/arizona-environment/2021/04/23/snow-and-shrinking-flows-colorado-river-shortage/7294203002/">ha caído casi un 70% en 20 años</a>, amenazando <a href="https://www.usatoday.com/story/news/nation/2021/06/10/lake-mead-water-lowest-hoover-dam-built-colorado-river-shortage/7640437002/">el suministro de agua de Arizona, California y Nevada</a>.</p>
<p>En 2017, Estados Unidos y México firmaron una “solución de reparto de la escasez” temporal. Ese acuerdo, forjado bajo la autoridad del tratado de 1944, permitió a México almacenar parte del agua de su tratado en reservorios estadounidenses río arriba.</p>
<h2>Salvar un tratado tenso</h2>
<p>La escasez de agua a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México también amenaza el medio ambiente natural. A medida que el agua se canaliza hacia las granjas y las ciudades, los ríos se ven privados del flujo necesario para mantener los hábitats, las poblaciones de peces y la salud general de los ríos.</p>
<p>El tratado de agua de 1944 guardó silencio sobre la conservación. A pesar de todas sus fortalezas, simplemente asigna el agua de los ríos Río Grande y Colorado. No contempla el lado medioambiental del uso del agua.</p>
<p>Pero el tratado es <a href="https://doi.org/10.1016/j.envsci.2020.05.001">razonablemente elástico</a>, por lo que sus miembros pueden actualizarlo a medida que cambian las condiciones. En los últimos años, las organizaciones conservacionistas y los científicos han promovido <a href="https://doi.org/10.1111/ropr.12114">los beneficios ambientales y humanos de la restauración</a>. Los nuevos acuerdos del río Colorado ahora reconocen la restauración ecológica como parte de la gestión del agua basada en tratados.</p>
<p>Se están llevando a cabo proyectos ambientales en la parte baja del río Colorado para ayudar a restaurar el delta del río, enfatizando la vegetación nativa como sauces y álamos. Estos árboles proporcionan hábitat para aves en riesgo como el <a href="https://www.allaboutbirds.org/guide/">cuco de pico amarillo y el badajo de Yuma</a>, y para numerosas especies que migran a lo largo de este <a href="https://raisetheriver.org/our-work/">tramo desolado de la ruta migratoria del Pacífico</a>.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/409183/original/file-20210630-21118-l91gzw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Mapa de la frontera entre Estados Unidos y México con un área destacada" src="https://images.theconversation.com/files/409183/original/file-20210630-21118-l91gzw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/409183/original/file-20210630-21118-l91gzw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=552&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/409183/original/file-20210630-21118-l91gzw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=552&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/409183/original/file-20210630-21118-l91gzw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=552&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/409183/original/file-20210630-21118-l91gzw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=693&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/409183/original/file-20210630-21118-l91gzw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=693&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/409183/original/file-20210630-21118-l91gzw.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=693&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Cuenca del Río Grande.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.usgs.gov/centers/casc-sc/science/informing-management-and-coordination-water-resources-rio-grande-basin?qt-science_center_objects=0#qt-science_center_objects">U.S. Geological Survey</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Actualmente, no se planean tales mejoras ambientales para el Río Grande.</p>
<p>Pero ahora se están aplicando <a href="https://doi.org/10.1353/jsw.2017.0010">otras lecciones aprendidas en el Colorado</a> al Río Bravo. Recientemente, México y Estados Unidos crearon un organismo asesor binacional permanente para el Río Bravo similar al establecido en 2010 para <a href="https://www.ibwc.gov/Files/Minutes/Minute_317.pdf">supervisar la salud y la ecología del Colorado</a>.</p>
<p>Otro acuerdo reciente permite a cada país monitorear el uso del agua del Río Bravo por parte del otro utilizando diagnósticos comunes como Riverware, una herramienta de modelado dinámico para <a href="https://www.colorado.edu/cadswes/creative-works/riverware">monitorear el almacenamiento y los flujos de agua</a>. México también acordó tratar de usar el agua de manera más eficiente, permitiendo que fluya más a los Estados Unidos.</p>
<p>Equipos conjuntos de expertos recientemente creados estudiarán el cumplimiento de los tratados y recomendarán cambios adicionales necesarios para <a href="https://nepis.epa.gov/Exe/ZyPDF.cgi/P100JREQ.PDF?Dockey=P100JREQ.PDF">gestionar las aguas amenazadas por el clima a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México de manera sostenible</a> y cooperativa.</p>
<p>Las modificaciones incrementales de los tratados como estas podrían reducir palpablemente las tensiones del año pasado y revitalizar un tratado histórico entre Estados Unidos y México que se está derrumbando bajo la enorme presión del cambio climático.</p>
<p><em>Este artículo fue traducido por <a href="https://www.elfinanciero.com.mx/ciencia/2021/07/01/mega-sequia-en-la-frontera-aviva-las-disputas-entre-eu-y-mexico-por-abasto-de-agua/">El Financiero</a>.</em></p><img src="https://counter.theconversation.com/content/164929/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Robert Gabriel Varady ha recibido fondos de NOAA, el Inter-American Institute for Global Change Research, Lloyd's Register Foundation y Morris K. Udall and Stewart L. Udall Foundation.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Andrea K Gerlak ha recibido fondos de NOAA, el Inter-American Institute for Global Change Research, Lloyd's Register Foundation y Morris K. Udall and Stewart L. Udall Foundation.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Stephen Paul Mumme no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Calor sin precedentes y lluvias insuficientes están secando las fuentes de agua compartidas por Estados Unidos y el norte de México.Robert Gabriel Varady, Research Professor of Environmental Policy, University of ArizonaAndrea K. Gerlak, Professor, School of Geography, Development and Environment, University of ArizonaStephen Paul Mumme, Professor of Political Science, Colorado State UniversityLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1599352021-05-23T20:26:28Z2021-05-23T20:26:28ZEmergencia hídrica: ¿Está el cambio climático detrás del descenso del nivel de los embalses?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/400512/original/file-20210513-22-gusfcm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C4992%2C1938&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Embalse de Algeciras, en el municipio de Alhama de Murcia, región de Murcia, España.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/views-algeciras-reservoir-located-municipality-alhama-1928218232">Shutterstock / Israel Hervas Bengochea</a></span></figcaption></figure><p>En estas primeras décadas del siglo XXI, la disponibilidad y sostenibilidad de los recursos hídricos se enfrentan a grandes amenazas. Así, en muchas áreas, <a href="https://www.ipcc.ch/report/ar5/wg2/">los recursos están siendo afectados negativamente por la evolución climática</a> del planeta, caracterizada por alteraciones importantes en la distribución, duración e intensidad de las precipitaciones, y un ascenso generalizado de la temperatura. </p>
<p>La ocurrencia de estos fenómenos está generando graves impactos negativos en los recursos hídricos. Entre ellos se incluyen <a href="https://www.efeverde.com/noticias/embalses-baja-capacidad/">descensos acusados en las reservas netas de agua</a>, así como la degradación y pérdida de calidad en las mismas. </p>
<p>Si a los efectos climáticos se les suma las otras grandes amenazas que se ciernen sobre los recursos hídricos, que son el aumento de la demanda y el deterioro de la calidad del agua por contaminación y sobreexplotación –que pueden ser especialmente críticas en algunas áreas del mundo–, nos encontramos en una situación de “emergencia hídrica”. </p>
<p>Es urgente e imprescindible que abordemos el reto de la gestión de los recursos hídricos desde una aproximación holística, <a href="https://theconversation.com/gestionar-mal-el-agua-contribuye-al-cambio-climatico-129469">haciendo una utilización correcta de todas las herramientas disponibles</a>.</p>
<h2>¿Para qué se emplea el agua de los embalses?</h2>
<p>Los embalses son unas de las infraestructuras con mayor importancia en el contexto de la gestión integral. Además de pequeñas presas y azudes, según el <a href="https://sig.mapama.gob.es/snczi/">Inventario de Presas y Embalses SNCZI-IPE</a> del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, existen en España 1 225 presas con una capacidad teórica de 55 899 hm³. La mayor parte de ellas fueron construidas durante la segunda mitad del siglo XX.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/400255/original/file-20210512-17-11zib7h.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/400255/original/file-20210512-17-11zib7h.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/400255/original/file-20210512-17-11zib7h.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=359&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/400255/original/file-20210512-17-11zib7h.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=359&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/400255/original/file-20210512-17-11zib7h.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=359&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/400255/original/file-20210512-17-11zib7h.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=451&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/400255/original/file-20210512-17-11zib7h.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=451&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/400255/original/file-20210512-17-11zib7h.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=451&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Evolución de embalses construidos en España.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://sig.mapama.gob.es/snczi/">Inventario de Presas y Embalses SNCZI-IPE del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico</a>, <span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Los embalses son infraestructuras hidráulicas que cumplen funciones de almacenamiento y regulación de corrientes de aguas superficiales. Constituyen masas de aguas que, de acuerdo con la trasposición (<a href="https://www.miteco.gob.es/es/agua/temas/planificacion-hidrologica/ley62-2003_tcm30-162988.pdf">Ley 62/2003</a>) de la <a href="https://www.miteco.gob.es/es/agua/temas/planificacion-hidrologica/marco-del-agua/LegislacionDMA.aspx">Directiva Marco del Agua</a> (directiva 2000/60/CE), hay que proteger. </p>
<p>El almacenamiento y regulación –y en definitiva, conservación– de estas masas de agua permitirá su uso para satisfacer diferentes demandas: riego, agua potable, energía, y servicios ecosistémicos.</p>
<p>La mayoría de los embalses son de titularidad pública (en torno al 77 %, según el Inventario SNCZI-IPE). Los responsables de la gestión y control de los embalses son las Confederaciones Hidrográficas y otros entes públicos (organismos autonómicos y estatales).</p>
<p>En España, el sector que más demanda agua es el agrícola (en torno al 67 % del consumo, unos 22 000 hm³). El sector industrial y energético consumen aproximadamente el 19 % del total (unos 6 250 hm³) y el urbano el 14 % (unos 4 600 hm³). </p>
<p>Afortunadamente, en términos del conjunto del territorio español –no así en determinadas regiones–, <a href="https://www.pwc.es/es/publicaciones/energia/assets/gestion-agua-2018-espana.pdf">el consumo de agua ha descendido levemente en los tres sectores en la última década</a>.</p>
<p>Del volumen total de agua consumido, más del 80 % corresponde a las aguas superficiales frente otras fuentes como las aguas subterráneas, la desalación y la reutilización. Esto pone de manifiesto la importancia que tienen los embalses como herramienta de planificación hídrica.</p>
<h2>Situación y evolución de las reservas embalsadas</h2>
<p>De alguna manera, la evolución de las reservas de aguas embalsadas pueden servir como indicador del estrés hídrico. Van a estar condicionadas por las precipitaciones (entradas) y por las abstracciones (salidas) que, a su vez, están fuertemente condicionadas por la demanda para diferentes usos. </p>
<p>Así, los años con mayor precipitación media anual no siempre coinciden con los años con mayores reservas de agua embalsada, según se puede observar en la evolución en los últimos 15 años. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/400257/original/file-20210512-23-1eam4gj.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Evolución de las aguas embalsadas" src="https://images.theconversation.com/files/400257/original/file-20210512-23-1eam4gj.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/400257/original/file-20210512-23-1eam4gj.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=348&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/400257/original/file-20210512-23-1eam4gj.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=348&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/400257/original/file-20210512-23-1eam4gj.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=348&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/400257/original/file-20210512-23-1eam4gj.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=437&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/400257/original/file-20210512-23-1eam4gj.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=437&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/400257/original/file-20210512-23-1eam4gj.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=437&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Evolución de las reservas de agua embalsada en España en los últimos 15 años.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Boletín Hidrológico del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Otro factor climático que está cobrando relevancia en los últimos años es <a href="https://www.aemet.es/es/conocermas/recursos_en_linea/publicaciones_y_estudios/estudios/detalles/informe_clima_2019">la tendencia al aumento progresivo de la temperatura en España</a>. Este está generando una mayor sequedad en los suelos por efecto de la evapotranspiración y también de pérdida de agua en las masas de agua superficiales por evaporación. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/400259/original/file-20210512-21-aqateo.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/400259/original/file-20210512-21-aqateo.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/400259/original/file-20210512-21-aqateo.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=368&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/400259/original/file-20210512-21-aqateo.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=368&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/400259/original/file-20210512-21-aqateo.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=368&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/400259/original/file-20210512-21-aqateo.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=463&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/400259/original/file-20210512-21-aqateo.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=463&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/400259/original/file-20210512-21-aqateo.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=463&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Evolución climática anual (anomalía de temperatura y precipitación acumulada) en España desde 1965.</span>
<span class="attribution"><span class="source">AEMET</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Finalmente, hay otro factor climático que también está adquiriendo una gran importancia en las últimas décadas, precisamente por lo que implica en la regulación de caudales y amortiguación de avenidas. Tiene que ver con la extraordinaria variabilidad en la intensidad y distribución temporal (y también espacial) de las precipitaciones. </p>
<p>Aunque sí es cierto que hay una fuerte influencia de las precipitaciones y otros factores climáticos, por las razones expuestas, hay que ser precavidos al establecer una relación directa entre evolución del agua embalsada y factores climáticos. No hay que olvidar que los embalses son, fundamentalmente, una herramienta de gestión de los recursos hídricos.</p>
<p>En ese sentido, tampoco debemos olvidar que manejar medias anuales, de la misma manera que considerar valores globales para todo el territorio español, no deja de ser una aproximación muy sintética para exponer el estado y evolución de las aguas embalsadas en términos de disponibilidad de recursos de aguas superficiales. </p>
<p>Sin duda, para obtener una imagen más precisa, se necesita profundizar con más <a href="http://eportal.miteco.gob.es/BoleHWeb/bolehSRV">detalle en la situación de cada una de las demarcaciones hidrográficas</a>, que puede ser muy diferente entre las regiones del sur y norte de España.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/400260/original/file-20210512-13-19jhr1i.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="Cantidad de agua embalsada" src="https://images.theconversation.com/files/400260/original/file-20210512-13-19jhr1i.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/400260/original/file-20210512-13-19jhr1i.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=463&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/400260/original/file-20210512-13-19jhr1i.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=463&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/400260/original/file-20210512-13-19jhr1i.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=463&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/400260/original/file-20210512-13-19jhr1i.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=582&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/400260/original/file-20210512-13-19jhr1i.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=582&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/400260/original/file-20210512-13-19jhr1i.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=582&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Cantidad (en % de la capacidad total) de agua embalsada en las diferentes demarcaciones hidrográficas de España, a 4 de mayo de 2021.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Boletín Hidrológico del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>El reto: alcanzar el equilibrio</h2>
<p>Frente a los beneficios para los que fueron construidos (indicados más arriba), las presas y embalses son considerados como las <a href="https://link.springer.com/chapter/10.1007/978-3-319-73250-3_6">infraestructuras con mayor impacto en las cuencas fluviales</a>, modificando severamente la fisiografía de estas y generando efectos como:</p>
<ul>
<li><p>Interrupciones en la continuidad del río.</p></li>
<li><p>Alteración aguas abajo del caudal y la calidad del agua.</p></li>
<li><p><a href="https://theconversation.com/cuanta-agua-hay-de-verdad-en-los-embalses-espanoles-100692">Retención de sedimentos</a> y nutrientes, y <a href="https://theconversation.com/aprendamos-de-los-desastres-ambientales-del-delta-del-ebro-y-el-mar-menor-131096">alteración en las tasas de erosión/sedimentación aguas arriba y aguas abajo del embalse</a>.</p></li>
<li><p>Alteración y fragmentación de hábitats asociados, colonización de especies invasoras.</p></li>
<li><p>Cambios en la relación de intercambio con acuíferos y alteraciones en el nivel freático de estos. </p></li>
<li><p>Alteración en ciclos biogeoquímicos.</p></li>
<li><p><a href="https://theconversation.com/medimos-la-contribucion-de-los-embalses-mediterraneos-al-cambio-climatico-139687">Emisión de gases de efecto invernadero</a> (GEI).</p></li>
</ul>
<p>La gestión integral de los recursos en el contexto de emergencia hídrica en el que nos encontramos es absolutamente necesaria. Para ello, es imprescindible utilizar infraestructuras que, sin duda, van a tener a su vez un impacto negativo en los medios natural y socioeconómico, como ocurre con los embalses. </p>
<p>Nos corresponde entonces valorar esos efectos negativos en términos de uso, conservación y sostenibilidad del recurso. Es fundamental que dentro de los planes de gestión de esas infraestructuras se incluyan aquellas herramientas y actuaciones que contribuyan a <a href="https://publications.jrc.ec.europa.eu/repository/handle/JRC103830">mitigar los impactos negativos generados</a>.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/159935/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Javier Lillo Ramos no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Las altas temperaturas y la mayor variabilidad de las precipitaciones, junto con el incremento de la demanda de agua y la disminución de su calidad, suponen grandes dificultades en la gestión de los recursos hídricos.Javier Lillo Ramos, Profesor de Geodinámica e investigador en geología y cambio global, Universidad Rey Juan CarlosLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1290142019-12-25T20:43:51Z2019-12-25T20:43:51ZImitar a la naturaleza para evitar inundaciones en las ciudades<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/308101/original/file-20191220-11939-1wbewkp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=36%2C184%2C4115%2C2550&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/view-green-roof-on-modern-buildings-478802800">Sunflowerey/Shutterstock</a></span></figcaption></figure><p>En las ciudades vivimos más de la mitad de la población mundial. Este número crecerá exponencialmente en los próximos treinta años. Se espera que la población urbana <a href="https://newclimate.org/wp-content/uploads/2018/03/C40_Opportunities_2030_report.pdf">aumente otros 2 500 millones</a> de personas para 2050.</p>
<p>En las urbes se consumen dos tercios de la energía mundial producida. Además, se genera más del 70 % de las emisiones anuales de CO₂ a nivel mundial. <a href="https://www.c40.org/researches/consumption-based-emissions">Estas provienen</a> principalmente del consumo de energía de servicios públicos, vivienda, transporte, suministro de alimentos, etc.</p>
<p>Tres de cada cuatro ciudades de todo el mundo <a href="https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0217592">experimentarán un cambio dramático</a> en las condiciones climáticas en las 3 próximas décadas, debido al calentamiento global.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/307877/original/file-20191219-11929-1rwwp7l.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/307877/original/file-20191219-11929-1rwwp7l.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/307877/original/file-20191219-11929-1rwwp7l.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/307877/original/file-20191219-11929-1rwwp7l.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/307877/original/file-20191219-11929-1rwwp7l.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/307877/original/file-20191219-11929-1rwwp7l.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/307877/original/file-20191219-11929-1rwwp7l.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/307877/original/file-20191219-11929-1rwwp7l.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Perspectiva de algunos rascacielos de Manhattan en Nueva York.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://pxhere.com/es/photo/841726">Pxhere.com</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>¿Cómo afectarán estos cambios a las ciudades?</h2>
<p><a href="https://agupubs.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1029/2003GL017327">Algunas consecuencias</a> de este fenómeno serán menos días de precipitación anual y <a href="https://www.nature.com/articles/ngeo262">episodios de lluvias intensas</a> más frecuentes. Esto se traduce en periodos más graves y duraderos de sequías e <a href="https://www.nature.com/articles/nature09762">inundaciones</a> causadas por lluvias torrenciales.</p>
<p>Los cambios afectarán a <a href="https://www.c40.org/ending-climate-change-begins-in-the-city">ciudades de todo el mundo</a>, tanto de países ricos como de países en vías de desarrollo. Pero se verán más afectadas aquellas ciudades que no estén preparadas para soportar estas consecuencias. </p>
<p>La alteración de los periodos de lluvia representa una seria amenaza para el funcionamiento de las ciudades. Puede afectar tanto a las infraestructuras urbanas como a la calidad de vida de sus habitantes. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/307879/original/file-20191219-11904-cjwg0a.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/307879/original/file-20191219-11904-cjwg0a.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/307879/original/file-20191219-11904-cjwg0a.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/307879/original/file-20191219-11904-cjwg0a.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/307879/original/file-20191219-11904-cjwg0a.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/307879/original/file-20191219-11904-cjwg0a.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/307879/original/file-20191219-11904-cjwg0a.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/307879/original/file-20191219-11904-cjwg0a.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Niños remando en una calle inundada en una ciudad de Tailandia.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://pixabay.com/es/photos/inundaci%C3%B3n-ni%C3%B1os-remo-el-agua-azul-989084/">Terimakasih0/Pixabay</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Ahora más que nunca, las ciudades deben llevar a cabo grandes cambios para reducir el consumo de energía y la emisión de contaminantes. A este giro hacia sistemas de producción y consumo sostenibles lo conocemos como <a href="https://www.un.org/en/development/desa/population/events/pdf/expert/27/papers/II/paper-Angel-final.pdf">transición urbana</a>.</p>
<p>Algunas estrategias que podrían generar cambios significativos y a gran escala para impulsar esta transición urbana son la implementación de soluciones tecnológicas basadas en el uso eficiente de la naturaleza, más conocidas como soluciones basadas en la naturaleza (SBN).</p>
<p>A nivel mundial, uno los mayores esfuerzos para que los gobiernos inicien la transformación de las ciudades hacia modelos más sostenibles son los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) acordados por Naciones Unidas el 25 de septiembre de 2015.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/307882/original/file-20191219-11939-lygdu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/307882/original/file-20191219-11939-lygdu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/307882/original/file-20191219-11939-lygdu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/307882/original/file-20191219-11939-lygdu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/307882/original/file-20191219-11939-lygdu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/307882/original/file-20191219-11939-lygdu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/307882/original/file-20191219-11939-lygdu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/307882/original/file-20191219-11939-lygdu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Imagen de un entorno urbano sostenible.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://pixabay.com/es/photos/solares-panel-de-ciudad-energ%C3%ADa-4478105/">Blazejosh/Pixabay</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>El ODS 6 busca garantizar el acceso a agua potable y saneamiento universal. Se centra en la gestión sostenible de los recursos hídricos, las aguas residuales, los ecosistemas y reconoce la importancia de <a href="https://www.sdg6data.org/">unas condiciones adecuadas para lograrlo</a>.</p>
<p>El estado actual del ODS 6 indica que alrededor del 71 % de la población mundial utiliza un servicio de agua potable administrado de manera segura, mientras que únicamente el 49 % cuenta con una <a href="https://www.sdg6data.org/">gestión integrada de recursos hídricos</a>.</p>
<p>Considerando estas cifras y contrastándolas con las previsiones climáticas hasta 2050, es posible deducir que la gestión del agua de manera global será fundamental. Y especialmente importante en las ciudades para evitar el desabastecimiento en periodos de sequías y los destrozos por inundaciones en episodios de lluvias torrenciales.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/307884/original/file-20191219-11924-1rekmvm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/307884/original/file-20191219-11924-1rekmvm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/307884/original/file-20191219-11924-1rekmvm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/307884/original/file-20191219-11924-1rekmvm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/307884/original/file-20191219-11924-1rekmvm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/307884/original/file-20191219-11924-1rekmvm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/307884/original/file-20191219-11924-1rekmvm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/307884/original/file-20191219-11924-1rekmvm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Corriente de agua que termina en una alcantarilla.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://pixabay.com/es/photos/el-agua-drenaje-que-fluye-11699/">Greyerbaby/Pixabay</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>En entornos naturales, la lluvia cae sobre superficies permeables y penetra en el suelo mediante un proceso llamado infiltración. Pero en las ciudades, donde la mayor parte de la superficie es pavimento y asfalto, la infiltración natural es limitada. Ante episodios de lluvias torrenciales, las redes de drenaje urbano pueden llegar a ser insuficientes. </p>
<p>En el mejor de los casos, estos sistemas pueden desviar las aguas superficiales a ríos o arroyos cercanos y deteriorar la calidad del agua de los acuíferos. En el peor de los casos, pueden ocasionar inundaciones devastadoras, como las ocasionadas por la denominada depresión aislada en niveles altos (DANA), más conocida como gota fría, cada vez más frecuente en nuestro país. </p>
<p>Una soluciones basadas en la naturaleza para afrontar este problema son los <a href="http://www.bgs.ac.uk/research/engineeringGeology/urbanGeoscience/SUDS/what.html">sistemas urbanos de drenaje sostenibles</a> (SUDS), que tienen como objetivo disminuir la cantidad de agua que llega a la red pública de drenaje, reduciendo la posibilidad de inundaciones. Además, permiten almacenar y/o reutilizar el agua superficial dentro de los entornos urbanos, mejorando la calidad del agua que llega a los acuíferos.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/307885/original/file-20191219-11909-1vxlxca.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/307885/original/file-20191219-11909-1vxlxca.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/307885/original/file-20191219-11909-1vxlxca.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/307885/original/file-20191219-11909-1vxlxca.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/307885/original/file-20191219-11909-1vxlxca.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/307885/original/file-20191219-11909-1vxlxca.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/307885/original/file-20191219-11909-1vxlxca.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/307885/original/file-20191219-11909-1vxlxca.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Camino peatonal con zonas de infiltración en Birmingham, Alabama.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://pxhere.com/es/photo/1593160">Pxhere.com</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>¿Cómo funcionan los SUDS?</h2>
<p>Los SUDS están integrados por diferentes técnicas que derivan el flujo del agua hacia zonas de retención e infiltración. A medida que el agua superficial fluye a través del sistema, se controla la velocidad del flujo y se eliminan los contaminantes. </p>
<p>Al conjunto de estas técnicas las denominamos <a href="https://www.researchgate.net/publication/237213737_Los_Sistemas_Urbanos_de_Drenaje_Sostenible_Una_Alternativa_a_la_Gestion_del_Agua_de_Lluvia">procesos de gestión</a> y puede incluir las siguientes etapas:</p>
<p>1) <strong>Gestión en origen.</strong> Disminuye el volumen de líquido que ingresa a la red de drenaje o río. Intercepta el agua de lluvia acumulada en los techos de los edificios para su reutilización (por ejemplo, para riego) o para el almacenamiento y posterior evapotranspiración a través de las plantas (por ejemplo, instalando techos verdes).</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/307890/original/file-20191219-11951-76gcg9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/307890/original/file-20191219-11951-76gcg9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/307890/original/file-20191219-11951-76gcg9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=398&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/307890/original/file-20191219-11951-76gcg9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=398&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/307890/original/file-20191219-11951-76gcg9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=398&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/307890/original/file-20191219-11951-76gcg9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=500&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/307890/original/file-20191219-11951-76gcg9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=500&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/307890/original/file-20191219-11951-76gcg9.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=500&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Cubierta vegetal de un edificio.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.flickr.com/photos/ideonexus/4202003130/sizes/l/in/photostream/">Ryan Somma/Flickr</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>2) <strong>Gestión en entorno urbano.</strong> Incluye áreas de pretratamiento, como superficies permeables, zanjas filtrantes, drenes filtrantes, pozos y zanjas de infiltración, etc. Estas imitan la recarga natural, permitiendo que el agua penetre en el suelo, y eliminan los contaminantes de las aguas superficiales.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/307886/original/file-20191219-11909-modktt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/307886/original/file-20191219-11909-modktt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/307886/original/file-20191219-11909-modktt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/307886/original/file-20191219-11909-modktt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/307886/original/file-20191219-11909-modktt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/307886/original/file-20191219-11909-modktt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/307886/original/file-20191219-11909-modktt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/307886/original/file-20191219-11909-modktt.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Zanja de infiltración del Hospital Einstein en East Norrington, EE. UU.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.flickr.com/photos/75012107@N05/14660267252">Montgomery County Planning Commission/Flickr</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>3) <strong>Gestión en cuencas.</strong> Estos sistemas de retención retrasan la descarga de agua superficial a los cursos de agua al proporcionar almacenamiento en estanques, cuencas de retención y humedales.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/307887/original/file-20191219-11951-m2nv0u.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/307887/original/file-20191219-11951-m2nv0u.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/307887/original/file-20191219-11951-m2nv0u.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/307887/original/file-20191219-11951-m2nv0u.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/307887/original/file-20191219-11951-m2nv0u.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/307887/original/file-20191219-11951-m2nv0u.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/307887/original/file-20191219-11951-m2nv0u.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/307887/original/file-20191219-11951-m2nv0u.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Cuenca de infiltración urbana en Massachussetts, EE. UU.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.flickr.com/photos/massdot/29856364125">MassDOT/Flickr</a></span>
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</figure>
<h2>¿Dónde se han probado?</h2>
<p>En Europa hay muchos casos de éxito de SUDS. Entre ellos podemos destacar el <a href="https://www.circularwatersystems.eu/">sistema Bluebloqs</a> implementado en un barrio de Rotterdam (Países Bajos). Permite la recolección, tratamiento, infiltración, almacenamiento y reutilización del agua de lluvia. Se utiliza para evitar inundaciones, además de proporcionar el agua para regar el césped del estadio del equipo de fútbol Sparta.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/307892/original/file-20191219-11929-1hdjw5x.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/307892/original/file-20191219-11929-1hdjw5x.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/307892/original/file-20191219-11929-1hdjw5x.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=401&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/307892/original/file-20191219-11929-1hdjw5x.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=401&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/307892/original/file-20191219-11929-1hdjw5x.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=401&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/307892/original/file-20191219-11929-1hdjw5x.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=504&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/307892/original/file-20191219-11929-1hdjw5x.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=504&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/307892/original/file-20191219-11929-1hdjw5x.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=504&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">Biofiltro del sistema Bluebloqs instalado en Rotterdam, Holanda.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://fieldfactors.com/">Imagen cedida por la empresa Field Factors</a></span>
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<p>Otro ejemplo de SUDS son los depósitos o <a href="https://www.canaldeisabelsegunda.es/-/tanques-de-tormentas-protectores-de-los-rios">tanques de tormenta</a> para almacenar las primeras aguas de lluvia (que son las más contaminadas) y conducirlas posteriormente a estaciones de depuración. Madrid tiene instalados más de 60 en toda la Comunidad. Los más grandes a nivel mundial son los ubicados en Arroyofresno y Butarque. </p>
<p>Sin embargo, en estos casos, a diferencia del ejemplo de Rotterdam, el agua recuperada no es tratada, almacenada ni reutilizada <em>in situ</em>, sino que es reconducida a plantas de depuración.</p>
<p>Sin duda alguna, las soluciones basadas en la naturaleza como los sistemas urbanos de drenaje sostenible serán trascendentales para la adaptación de las ciudades al cambio climático. </p>
<p>Estas estrategias permiten generar recursos hídricos dentro de las propias ciudades para ser reutilizados durante los periodos de sequías prolongadas. Además, sirven para mitigar los efectos negativos de eventos climáticos como las olas de calor y las lluvias torrenciales.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/129014/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Jorge Adán Sánchez Reséndiz recibe fondos del Instituto Europeo para la Innovación y la Tecnología en la convocatoria Climate KIC para investigar SBN para mitigar el cambio climático.</span></em></p>El cambio climático traerá consigo menos días de precipitación anual y más episodios de lluvias intensas, provocando periodos de sequías e inundaciones.Jorge Adán Sánchez Reséndiz, Doctor Arquitecto, Investigador del Centro itdUPM, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1267872019-11-28T21:26:56Z2019-11-28T21:26:56ZLa mayoría de los científicos estimó mal la velocidad del cambio climático<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/301531/original/file-20191113-77338-1ihxctx.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C5808%2C3869&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/actively-calving-glacier-wildlife-1183005409?src=a7247b7f-1513-4ea0-8954-6d086172d926-1-25">Shutterstock/Rajat Chamria</a></span></figcaption></figure><p>Aparece el día 11 de noviembre, <a href="https://www.nytimes.com/2019/11/08/opinion/sunday/science-climate-change.html">en el <em>New York Times</em></a>, un artículo de Eugene Linden que denuncia los errores de “muchos científicos” acerca de la velocidad con la que se produce el cambio climático, ya que estimaron una velocidad mucho menor, más lenta, de la que estamos observando los últimos años. </p>
<p>En primer lugar, muchos de los científicos que han trabajado en el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) de la ONU se han retirado tras una única etapa en el mismo, pues dicen que no pueden aceptar las presiones políticas que se reciben a la hora de publicar el dictamen final en plazos de entre 4 y 8 años</p>
<p>Es un caso más de estupidez humana por parte de esos políticos. Reconocer la realidad del cambio climático es duro, pues obliga a modificar comportamientos. También lleva a un mundo mucho más rico y con la riqueza mejor distribuida, pues implica eliminar las fuentes concentradas de riqueza y establecer otras repartidas.</p>
<p>Implica que los políticos digan, por una vez, la verdad, y asuman la furia de una parte de la población, por ejemplo, ante la eliminación del diésel y los combustibles fósiles, el transporte de mercancías y los problemas con las pensiones de los jubilados.</p>
<p>La cirugía es mejor hacerla cuando el cáncer está en su estadio inicial. Las operaciones cuando ha metastatizado son mucho peores y, además, inútiles.</p>
<p>Desde 1998 he escrito artículos y dado más de cien conferencias para avisar de que el sistema climático es no lineal y se acelera. Que cada metro cuadrado de las tundras canadiense y siberiana que se deshiela un verano significa cuatro metros cuadrados sin hielo el verano siguiente. Que el calentamiento del Ártico implica un cambio en la circulación oceánica que aumenta la velocidad del calentamiento global.</p>
<h2>¿Qué podemos hacer ante esta realidad?</h2>
<p>La temperatura media global del planeta puede subir aún uno, dos y tres grados centígrados. Cada uno de ellos implica consecuencias cada vez más desastrosas y, además, no lineales. No estamos acostumbrados a las situaciones no lineales. Desde hace 400 años la física se ha centrado en los sistemas lineales, donde duplicar la causa implica solo duplicar el efecto.</p>
<p>Pero la realidad del mundo son los sistemas no lineales.</p>
<p>Una subida de 2 ⁰C tiene efectos unas cuatro veces más intensos que una subida de 1 ⁰C. Una de 3 ⁰C, efectos nueve veces más intensos.</p>
<p>Es urgentísimo frenar una subida que es ya inevitable. Para eso es necesario, ya, cambiar de esquema energético, a pesar de las salidas a bolsa de las grandes petroleras.</p>
<p>Parte del daño ya está hecho: se inundarán las costas y en las casas de primera línea se irán sus cimientos. A eso hay que sumar la destrucción de carreteras y parques costeros.</p>
<p>Para las ciudades costeras y llanas, como por ejemplo, Santander, San Sebastián, La Coruña y, posteriormente, Valencia y las demás, hay que empezar a diseñar los diques de protección a la manera de las costas holandesas.</p>
<p>Necesitamos, en todas las <a href="https://theconversation.com/asi-influimos-los-humanos-en-las-inundaciones-de-la-cuenca-mediterranea-127354">zonas propensas a las inundaciones</a> procedentes de lluvias, como las de los meses pasados, construir vías de desagüe de tipo capilar, eliminar radicalmente los embudos, las ramblas que vierten en otras ramblas.</p>
<p>Debemos reconocer que <a href="https://theconversation.com/por-que-sufrimos-cada-vez-mas-extremos-climaticos-123545">las sequías en España</a> irán aumentando su duración, y rediseñar las políticas de agua.</p>
<p>Una buena parte del territorio está amenazado de <a href="https://theconversation.com/no-podemos-frenar-el-avance-de-los-desiertos-pero-si-la-desertificacion-125147">desertización</a> creciente. Hay que diseñar una política rápida para aumentar su vegetación, y <a href="https://theconversation.com/reforestaciones-en-espana-buenos-y-no-tan-buenos-ejemplos-126810">reforestar</a> donde sea preciso.</p>
<p><a href="https://theconversation.com/estamos-en-una-carrera-por-controlar-el-clima-del-planeta-la-lucha-debe-continuar-124069">Y muchas más actuaciones</a>.</p>
<p>Mientras tanto, la política se concentra, como hemos visto en las últimas elecciones, en problemas de cierto impacto personal pero de nulo impacto para el futuro inmediato y más lejano. </p>
<p>Ante la realidad que se nos viene encima, podemos seguir jugando a “yo soy más guapo que tu”, o “dame una parte de la riqueza porque es mía”, mientras esa riqueza no hace más que disminuir.</p>
<p>O podemos empezar a colaborar todos para arreglar, juntos, el casi presente y el futuro cercano y más lejano.</p>
<p>¿Que elegimos?</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/126787/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Antonio Ruiz de Elvira Serra no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>El clima no es un sistema lineal, por lo que los efectos de las subidas de las temperaturas son mayores de lo esperado.Antonio Ruiz de Elvira Serra, Catedrático de Física Aplicada, Universidad de AlcaláLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1248432019-10-08T18:54:26Z2019-10-08T18:54:26ZCómo los huracanes fuertes benefician a los peces caribeños<p>Huracanes como Lorenzo, Dorian y María pueden ser <a href="https://www.washingtonpost.com/world/the_americas/crews-in-the-bahamas-keep-finding-more-bodies-the-official-hurricane-dorian-death-toll-is-rising-more-slowly/2019/09/09/7669c182-d296-11e9-8924-1db7dac797fb_story.html">desastrosos para los humanos y sus propiedades</a>, pero algunos peces han evolucionado exitosamente en estos climas severos.</p>
<p>Nuestro equipo científico estudia cómo los eventos climáticos extremos afectan a los <a href="https://pubs.er.usgs.gov/publication/70192001">peces de río en Puerto Rico</a>. La isla es ideal para examinar <a href="https://academic.oup.com/bioscience/article/63/3/176/228198">los efectos ambientales y humanos</a> sobre los peces de agua dulce, ya que Puerto Rico tiene <a href="https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/23766808.2019.1606669">solo nueve especies nativas</a> y, al contrario de lo que ocurre en islas caribeñas de menor tamaño, en Puerto Rico hay muchos ríos – 46, para ser exactos.</p>
<hr>
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Read more:
<a href="https://theconversation.com/caribbean-fish-love-catastrophic-hurricanes-120801">Caribbean fish love catastrophic hurricanes</a>
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</p>
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<p>Numerosos peces exóticos, introducidos por los humanos durante el siglo pasado, compiten por alimento y hábitat con especies puertorriqueñas como el Olivo, que puede escalar cascadas, el poderoso Dajao, que puede nadar en corrientes fuertes, y la Guabina, el depredador más voraz.</p>
<p>A estos peces nativos se les encuentra a través del Caribe y su conservación es una prioridad ambiental en la región. Los peces nativos están perfectamente adaptados a sus ambientes y proveen servicios a los humanos, como <a href="https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1111/eff.12397">fuente de alimento y en el transporte de nutrientes</a>. Su presencia es indicadora de ecosistemas saludables y de <a href="https://pubs.er.usgs.gov/publication/70192001">aguas limpias</a>.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/285728/original/file-20190725-136744-15oadbf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/285728/original/file-20190725-136744-15oadbf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/285728/original/file-20190725-136744-15oadbf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=544&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/285728/original/file-20190725-136744-15oadbf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=544&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/285728/original/file-20190725-136744-15oadbf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=544&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/285728/original/file-20190725-136744-15oadbf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=683&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/285728/original/file-20190725-136744-15oadbf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=683&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/285728/original/file-20190725-136744-15oadbf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=683&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Los Dajaos nativos de Puerto Rico (arriba) han evolucionado para sobrevivir las crecidas. Los sedentarios diablos rojos, una especie de cíclido nativa de Nicaragua, pero presente en los lagos y ríos de Puerto Rico, está mejor adaptado para las sequías.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Tom Kwak</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Después de que el huracán María <a href="https://theconversation.com/puerto-rico-two-months-after-maria-5-essential-reads-87409">azotara la isla en el 2017</a>, encontramos que solo las especies no nativas - y solo las no nativas - habían sido diezmadas por la tormenta.</p>
<p>Miles de peces exóticos, que están adaptados para <a href="https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fevo.2018.00115/full">sobrevivir ante sequías</a> - pero no ante crecidas y flujos extremos - terminaron río abajo durante el huracán María, algunos incluso en el océano. Muchos murieron por los traumas que causa la crecida o por exposición al agua salada.</p>
<p>Los peces nativos, al contrario, <a href="https://esajournals.onlinelibrary.wiley.com/doi/pdf/10.1890/ES15-00224.1">no se vieron afectados por el huracán</a>. La forma de sus cuerpos y su comportamiento están diseñados para sobrevivir en corrientes rápidas y fuertes. Los peces puertorriqueños sufren más con las sequías, ya que se les dificultan las migraciones reproductivas y conseguir alimento cuando hay poca agua.</p>
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<a href="https://images.theconversation.com/files/285729/original/file-20190725-136759-1lw6zjf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/285729/original/file-20190725-136759-1lw6zjf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/285729/original/file-20190725-136759-1lw6zjf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=803&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/285729/original/file-20190725-136759-1lw6zjf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=803&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/285729/original/file-20190725-136759-1lw6zjf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=803&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/285729/original/file-20190725-136759-1lw6zjf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1010&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/285729/original/file-20190725-136759-1lw6zjf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1010&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/285729/original/file-20190725-136759-1lw6zjf.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1010&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
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<span class="caption">El Río Espíritu Santo luego del huracán María en 2017 (arriba) y 18 meses después..</span>
<span class="attribution"><span class="source">P. Gutierrez-Fonseca</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
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<p>Los grandes huracanes, en resumen, restablecen el balance de los ríos en Puerto Rico, favoreciendo a los peces nativos sobre los introducidos. Lo mismo ocurre con los ríos del resto del Caribe.</p>
<p>¿Y qué peces lograrán ganar la batalla por los recursos en las aguas caribeñas? La respuesta quizás cambie con el clima.</p>
<p>Las predicciones climáticas indican que el Caribe <a href="http://www.caribbeanclimate.bz/ipcc-releases-1-5-report-with-dire-warning-for-the-caribbean-and-the-world/">vivirá ambos extremos en el futuro</a>, más huracanes catastróficos y más <a href="http://www.fao.org/americas/noticias/ver/en/c/419202/">sequías fuertes</a>.</p>
<p>Con la ayuda de nuestro equipo de trabajo y los estudiantes graduados, Gus Engman, Bonnie Myers y Ámbar Torres, estamos haciendo experimentos para entender mejor las interacciones entre los peces nativos y los exóticos en Puerto Rico. </p>
<p>Esta información nos permitirá modelar el balance futuro entre las especies de río - y, con suerte, ayudar a mantener nadando a los peces nativos del Caribe.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/124843/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Thomas J. Kwak es empleado del U.S. Geological Survey y recipe apoyo financiero del U.S. Geological Survey, U.S. Fish and Wildlife Service y del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales de Puerto Rico.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Alonso Ramirez recibe apoyo financiero del National Science Foundation.</span></em></p>Las tormentas grandes que traen mucha lluvia pueden restaurar el balance natural entre los peces nativos y las especies importadas, según informa un nuevo estudio del Caribe.Thomas J. Kwak, Professor, Unit Leader, North Carolina State UniversityAlonso Ramirez, Professor, North Carolina State UniversityLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.