Reivindicar las diversidad de los cuerpos como reflejo de la diversidad humana es una práctica social deseable. Pero no debemos olvidar que el sobrepeso y la obesidad son una enfermedad.
Nuestro estudio demuestra la altísima eficacia de la vacuna en toda la población, si bien protege mejor a las personas que presentan un peso saludable.
Los seres humanos evolucionamos en un entorno en el que la comida era escasa y había que esforzarse para conseguirla. Nada que ver con la situación actual, en la que todos tenemos a mano comida en abundancia. Eso no solo afecta a nuestro peso: también se resienten las funciones cognitivas.
El sedentarismo tiene efectos nocivos sobre nuestra salud, pero detectar estas actividades y luchar contra ellas no es tan sencillo en algunos grupos de edad.
La obesidad y la diabetes mellitus tipo 2 han aumentado en paralelo en los últimos años. Ambas se asocian a una dieta desequilibrada acompañada de sedentarismo. Y la relación entre ambas es tan estrecha que se ha acuñado el término “diabesidad”.
Desde hace años se conoce que las personas obesas son más vulnerables a las infecciones y a las complicaciones derivadas de las mismas. En el caso concreto de la covid-19, el 80% de las personas con manifestaciones severas por coronavirus eran obesas.
No culpe a su metabolismo por el aumento de peso en la mediana edad.
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Cuando la báscula nos dice que tenemos un peso ‘normal’ consideramos que no podemos tener obesidad. Sin embargo, nuevos estudios afirman que podemos estar delgados y padecer esta enfermedad.
La profesora e investigadora Idoia Labayen explica los riesgos de la obesidad infantil, que se encuentra en alza en los países mediterráneos debido a múltiples factores.
La Universidad Politécnica de Madrid y el Hospital Severo Ochoa de Leganés ponen en marcha un proyecto pionero destinado a la mejora de la salud del futuro ser humano a través de un embarazo activo.
Hace tiempo que sabemos que el peso elevado es un factor de riesgo de enfermedades no transmisibles. Sin embargo, es ahora, en plena pandemia, cuando acumular kilos de más puede acarrearnos más problemas que nunca.
La grasa de los michelines es el llamado tejido adiposo blanco, destinado a acumular energía para hacer frente a situaciones de escasez de alimento. Pero también está el tejido adiposo marrón, que libera energía cuando hace frío o nos ejercitamos.
La pandemia de coronavirus pasará a la historia pero desaparecerá; la de obesidad está aquí para quedarse. Gran parte de la culpa la tienen el contexto cultural y la falta de acciones básicas de salud pública.
La Educación Física que se imparte en los colegios ya no es lo que muchos conocían como “gimnasia”. Esta actividad pretende otros objetivos más allá del deporte. La mala noticia es que, según la OMS, su práctica en los colegios es claramente insuficiente.
La inactividad física y el sedentarismo causan millones de muertes al año. La solución es realizar ejercicio, pero las zonas con menor nivel socioeconómico no lo tienen tan fácil como otras.
Profesora Titular de Nutrición y Bromatología - Directora del proyecto BADALI, web de Nutrición. Instituto de Bioingeniería, Universidad Miguel Hernández