La comparación entre los goles esperados y los marcados muestra la influencia de la suerte. Si un equipo ha marcado más se puede interpretar como una dosis de suerte, ¿o una eficacia excepcional?
La suerte nos puede sonreír o dar la espalda. Es algo que deseamos tener y solemos buscar, esperar o tentar. Entre sus alias y avatares están los de “ciego azar”, “diosa fortuna” e inexorable destino.
¿Cuántos de nosotros cruzamos los dedos o tocamos madera de forma casi instintiva cuando deseamos tener buena suerte? A nivel cerebral, se relaciona con la cantidad de dopamina y su eficiencia.
Profesor e investigador de la Sección de Genética Biomédica, Evolutiva y del Desarrollo. Director de la Cátedra de Neuroeducación UB-EDU1st, Universitat de Barcelona