Las variedades híbridas F1 son más productivas, pero no pueden igualar a los tomates tradicionales que siguen cultivándose en España. No solo en el sabor, sino también en sus propiedades nutricionales.
Un estudio reciente analiza cómo los agricultores europeos generaron una gran diversidad de tipos de tomates. Paradójicamente, en ese proceso se perdió la mayoría de su diversidad genética.
Esta técnica milenaria permite obtener plantas híbridas a partir de otros dos o más ejemplares para producir frutos de calidad y mejorar su absorción de nutrientes y su resistencia a enfermedades.
La domesticación del tomate, su paso de silvestre a cultivada, fue un proceso complejo que involucró plantas mexicanas, centroamericanas, ecuatorianas y peruanas.
Canadá ha aplicado recientemente un arancel a las exportaciones estadounidenses de este producto, y la UE planea hacer lo mismo, quizás con la idea de que es estadounidense. Pero el origen del ketchup es mundial.