Acaba de descubrirse que las bacterias de la tuberculosis no son capaces de producir vitamina B12. Consiguen su suministro al infectarnos, lo que hace más grave la enfermedad.
Los autores cuentan cómo descubrieron varios focos de infección de tuberculosis transmitidas por cabras gracias a la genómica y una investigación epidemiológica con tintes detectivescos.
Agravada por la pandemia de covid-19, la tuberculosis sigue siendo un grave problema de salud global. En el caso de los niños, hay un problema añadido: no existen tratamientos específicamente diseñados para ellos.
¿Qué necesitamos para que se acelere el ritmo de desarrollo de las más de 14 candidatas a vacunas contra esta enfermedad que se encuentran en ensayos clínicos?
La visión de un mundo libre de tuberculosis, ahora que sufrimos los efectos de la pandemia covid-19, está más lejos que nunca. La gran dedicación de recursos humanos y económicos a la nueva pandemia ha puesto en jaque los costosos avances logrados en prevención y control de la tuberculosis en los últimos años.
¿Qué tienen en común ‘La Traviata’ de Verdi, ‘Crimen y Castigo’, de Dostoyevski,y ‘Cumbres Borrascosas’, de Emily Brontë? Que algunos de sus personajes principales sufrían tuberculosis, una enfermedad que aún mata a millones de personas.
Un nuevo método busca los genes asociados a la resistencia de las bacterias frente a uno de los dos antibióticos principales contra la tuberculosis: la isoniazida.
Tez pálida, dificultad para respirar, un hilo de sangre que cae de los labios… Podríamos estar hablando de los vampiros pero también de los enfermos de tuberculosis.
La prueba tradicional para detectar tuberculosis mostraba que solo un 5 % de los pacientes tenían una infección policlonal. Ahora, mediante biopsia pulmonar, han hallado que esto es mucho más común.
La relación entre las enfermedades infecciosas más mortales del mundo despierta muchos interrogantes. ¿Qué sabemos de la coinfección entre ambas? ¿Cómo ha influido la pandemia de covid-19 en el control de la tuberculosis?
Otra enfermedad infecciosa amenaza a la humanidad desde hace siglos. Los esfuerzos por acabar con la propagación de esta bacteria pueden verse perjudicados por culpa del coronavirus.
En pleno siglo XXI esta enfermedad, que fue sinónimo de romanticismo, es una de las diez causas principales de muertes en el mundo. La OMS pretende reducirlas en un 95% antes de 2035. El espacio que antaño ocuparon la magia o el fetichismo ahora lo ocupa la ciencia.
La invención del estetoscopio o fonendoscopio, hoy símbolo de la práctica médica, contribuyó enormemente al avance del estudio y diagnóstico de las enfermedades torácicas.
Responsable del laboratorio de Genómica Microbiana del Servicio de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas del Hospital Gregorio Marañón. Facultativo especialista en Microbiología. Doctor en CC Biológicas, Instituto de Investigación Sanitaria Gregorio Marañón IiSGM
Promotor del Servei de Desenvolupament del Medicament (SDM); Departamento de Tecnología Farmacéutica i, Fisicoquímica; Facultad de Farmacia y Ciencias de la Alimentación; Universidad de Barcelona, Universitat de Barcelona