tag:theconversation.com,2011:/us/topics/volcanes-55477/articlesvolcanes – The Conversation2024-02-06T18:47:34Ztag:theconversation.com,2011:article/2211612024-02-06T18:47:34Z2024-02-06T18:47:34ZUn túnel al interior de un volcán: el desafiante plan de Islandia para conseguir energía geotérmica ilimitada<p>El proyecto <a href="https://kmt.is/">Krafla Magma Testbed (KMT)</a> comenzó su andadura en 2017, pero ha sido el anuncio de la primera misión de perforación en 2026 lo que lo ha popularizado en los medios de comunicación. Y no es de extrañar que haya ocurrido así, porque el túnel que planean construir para acceder a la cámara magmática del <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Krafla">volcán Krafla</a> es un aspecto muy llamativo del proyecto. </p>
<p>El objetivo del túnel es obtener acceso seguro y fiable a <a href="https://www.ign.es/web/vlc-teoria-general">la cámara subterránea donde se almacena el magma del volcán</a>. Así, se podrán tomar muestras del magma y desarrollar investigaciones experimentales que persiguen dos objetivos fundamentales: predecir desastres volcánicos y explorar nuevas formas más eficientes de aprovechamiento de la energía geotérmica. </p>
<p>A esta primera perforación le seguirá otra prevista para 2028, y se espera que en 2030 las instalaciones de medida y análisis estén operativas.</p>
<h2>La energía de la Tierra</h2>
<p><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Energ%C3%ADa_geot%C3%A9rmica">La geotérmica</a> es la energía natural almacenada en el interior de la Tierra. La temperatura de la corteza terrestre aumenta con la profundidad y la energía almacenada a menudo se manifiesta directamente a través de las erupciones volcánicas en la superficie. Por esta razón, <a href="https://billiken.lat/interesante/cuales-son-los-paises-con-mayor-cantidad-de-volcanes-activos/#:%7E:text=Rusia%20%2D%20152%20volcanes.,Jap%C3%B3n%20%2D%20112%20volcanes.">países como Islandia y Japón, con una actividad volcánica elevada</a>, cuentan con mayor potencial de aprovechamiento de este tipo de energía.</p>
<p>Se trata de una fuente de energía muy versátil, porque puede aprovecharse el calor de forma directa (en piscinas y balnearios, en sistemas de calefacción de distrito, etc.), pero también es posible utilizarla para producir electricidad. </p>
<p>Los requisitos para el uso directo de la energía geotérmica pueden llegar a ser muy simples, y puede darse prácticamente en cualquier lugar del planeta. </p>
<h2>Yacimientos geotérmicos</h2>
<p>Para poder producir electricidad con una fuente de energía geotérmica es necesario tener acceso a un <a href="https://www.igme.es/geotermia/Los%20yacimientos%20geot%E9rmicos.htm">yacimiento geotérmico</a>, cuyos requisitos son más difíciles de alcanzar. No solo es importante que geológicamente sean puntos de interés, también es importante que en la zona haya recursos suficientes para poder explotarlos. </p>
<p>Los yacimientos geotérmicos se pueden clasificar según su nivel energético (entalpía). Los de <a href="https://involcan.org/2925-2/">alta entalpía</a> pueden utilizarse para producir electricidad, como es el caso del volcán de Islandia que quieren perforar. </p>
<p>Este tipo de yacimientos alcanza temperaturas superiores a los 150ºC, suficiente para generar vapor de agua y poner en funcionamiento un ciclo termodinámico similar al de una central térmica o nuclear. </p>
<p>El rendimiento de este proceso está ligado a la temperatura de la fuente, de tal manera que a mayor temperatura mayor será también la producción de electricidad. Es en este aspecto donde el proyecto KMT tiene su mayor interés, ya que en la cámara magmática del volcán Krafla se alcanzan temperaturas de más de 900ºC. Sin embargo hay una limitación: para aprovechar esta fuente de energía tienen que desarrollar nuevos materiales y sensores que sean capaces de soportar temperaturas tan extremas. </p>
<h2>La tierra del fuego y el hielo</h2>
<p>Islandia se encuentra en una localización privilegiada para el aprovechamiento geotérmico. <a href="https://www.visiticeland.com/es/article/energias-renevovables">Más de un 70% de la energía consumida en el país es de origen geotérmico</a>. Han alcanzado incluso la autosuficiencia en la producción de electricidad combinando, principalmente, la geotermia con la generación hidroeléctrica. Su capital, Reykjavík, cuenta con un sistema de calefacción que funciona con agua calentada con energía geotérmica. Una vez que ha sido utilizada para calentar los hogares, se hace circular por las calles para fundir la nieve. Sin embargo, esta política adoptada por el gobierno islandés que fomenta el aprovechamiento geotérmico es relativamente reciente.</p>
<h2>Abandonar los combustibles fósiles</h2>
<p>Hasta 1970 Islandia basaba su política energética en los combustibles fósiles. Pero en <a href="https://www.bloomberglinea.com/2023/03/05/islandia-muestra-al-mundo-como-funcionar-con-energia-limpia-y-fiable/">1973 el gobierno comenzó a trazar un plan estratégico para el aprovechamiento de la energía geotérmic</a>a, como consecuencia de una fuerte crisis producida por la subida de los precios del petróleo. Desde entonces, Islandia ha ido avanzando simultáneamente hacia la independencia energética y la descarbonización. </p>
<p>El plan del gobierno se articuló en dos fases: la primera entre 1999 y 2003, para recopilar datos, y la segunda entre 2004 y 2009 dedicada a la investigación y evaluación de los recursos geotérmicos. </p>
<p>El año 2009 fue un momento crucial para el avance de la investigación geotérmica, ya que en ese año se perforó por primera vez la cámara magmática del volcán Krafla. Aunque el hallazgo no estaba previsto, la perforación formaba parte de un proyecto precusor del KMT, el <a href="https://www.piensageotermia.com/iceland-deep-drilling-project-un-proyecto-de-ciencia-ficcion/">Iceland Deep Drilling Project (IDDP)</a>. Tanto el IDDP como el KMT demuestran el compromiso del gobierno islandés, que ha hecho a Islandia ganarse el merecido título de “La tierra del fuego y el hielo”.</p>
<h2>Geotermia en otros países</h2>
<p><a href="https://www.worldenergytrade.com/energias-alternativas/agua-y-vapor/japon-increible-potencial-geotermico">Japón es otro de los países que cuenta con una ventajosa localización para el aprovechamiento geotérmico</a>. Y el gobierno japonés se ha embarcado en proyectos que pretenden hibridar la energía geotérmica con la mareomotriz. </p>
<p>La idea fundamental consiste en emplear una turbina flotante o sumergida para captar la energía de las mareas, mientras se realiza una captación de la energía geotérmica del fondo del mar. </p>
<p>El gobierno chileno, además de estar inmerso en el aprovechamiento de sus <a href="https://www.gob.cl/litioporchile/">reservas de litio</a>, está empleando la <a href="https://geotermiaonline.com/1014/el-boom-del-fracking-incentiva-la-exploracion-geotermica/">técnica de la fractura hidráulica (<em>fracking</em>) para reutilizar antiguos pozos de petróleo y aprovechar fuentes de energía geotérmica</a>. </p>
<p><a href="https://www.igme.es/geotermia/presentacion2.htm">En España</a> los yacimientos de alta entalpía no son muy comunes y no tenemos una gran trayectoria en lo que se refiere a proyectos de geotermia. Sin embargo, sí hay una región en España que, salvando las distancias, podría llegar a ser nuestra Islandia. Se trata de las <a href="https://www3.gobiernodecanarias.org/ceic/energia/oecan/images/Documentos/Estudios/D5_Estrategia_Geotermia_Canarias.pdf">Islas Canarias</a>, con actividad volcánica reciente (recordemos <a href="https://theconversation.com/la-palma-2021-el-ano-del-volcan-174238">la erupción del volcán de La Palma</a>) y recursos geotérmicos con potencial para su explotación. </p>
<p>El <a href="https://www.idae.es/">Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE)</a> ha publicado recientemente una resolución de ayudas para estos proyectos, con una dotación de 49 millones de euros.</p>
<p>Excavar un túnel al interior de un volcán es una opción científica y rentable para conseguir sacar de la tierra la energía limpia y barata que necesitamos. La realidad, esta vez, supera a la ficción.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/221161/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Javier Sánchez Prieto no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Islandia excavará un túnel a la cámara subterránea donde se almacena el magma de un volcán. Permitirá predecir desastres volcánicos y explorar nuevas formas más eficientes de aprovechamiento de la energía geotérmica.Javier Sánchez Prieto, Director Académico Máster Universitario en Energías Renovables UNIR, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2178642023-11-15T20:46:30Z2023-11-15T20:46:30ZIslandia en alerta máxima por riesgo volcánico: lo que sabemos hasta ahora<p>La península de Reykjanes, en el suroeste de Islandia, tembló con un intenso enjambre de terremotos en la tarde del viernes 10 de noviembre. Las redes regionales de sismómetros detectaron cientos de temblores y varios fueron lo suficientemente fuertes como para sentirse en Reikiavik, a 50 kilómetros de distancia. </p>
<p>Se emitió entonces una <a href="https://en.vedur.is/about-imo/news/a-seismic-swarm-started-north-of-grindavik-last-night">alerta de protección civil</a> advirtiendo del riesgo de una erupción, que sería la cuarta desde 2021. ¿Por qué se repite y qué puede ocurrir a continuación? </p>
<p>Islandia se extiende a lo largo de la dorsal mesoatlántica, donde las placas Norteamericana y Euroasiática se separan unos 2 cm al año. En el manto terrestre, donde las rocas se comportan como caramelo muy rígido, las placas pueden expandirse continuamente. </p>
<p>Pero cerca de la superficie, las rocas de la corteza terrestre son frías y quebradizas, y sólo pueden estirarse rompiéndose. Como si se tirara de los extremos de una tableta de chocolate con un interior blando pero una cubierta dura, la tensión acumulada a medida que las placas se separan se libera en ráfagas al romperse la cubierta. </p>
<p>La península de Reykjanes forma el extremo suroccidental de Islandia, donde la dorsal mesoatlántica <a href="https://doi.org/10.1016/0040-1951(91)90501-I">surge del mar</a>. Aquí, la corteza responde a fuerzas tectónicas inexorables rompiéndose cada cientos de años, formando una grieta. </p>
<p>La última secuencia de grietas y erupciones se produjo hace más de 800 años. Desde entonces, las placas se han separado unos 16 metros. </p>
<p>Ahora nos encontramos en otra fase de fisuración marcada por cientos o miles de terremotos, muchos de ellos lo suficientemente grandes como para sentirse en todo el suroeste de Islandia, y todos impulsados por la llegada de magma cerca de la superficie. </p>
<hr>
<p>
<em>
<strong>
Leer más:
<a href="https://theconversation.com/podria-espana-ser-la-proxima-en-sufrir-un-terremoto-213263">¿Podría España ser la próxima en sufrir un terremoto?</a>
</strong>
</em>
</p>
<hr>
<p>Cada terremoto y erupción libera un poco más de movimiento reprimido en estas placas tectónicas y, finalmente, cuando la tensión se haya liberado, las erupciones cesarán. En los últimos 50 años, hemos visto <a href="https://doi.org/10.1038/ngeo1428">erupciones similares</a> un par de veces en todo el mundo. </p>
<p>Entre 1975 y 1984, 18 enjambres sísmicos y nueve erupciones de lava asolaron el norte de Islandia durante los incendios de Krafla. Entre 2005 y 2010, se produjeron 14 enjambres sísmicos y tres erupciones a lo largo de una sección de 80 km del Valle del Rift en Afar, al norte de Etiopía.</p>
<p>Como en todas las dorsales oceánicas, el proceso de ruptura está lubricado por el magma. El magma se forma continuamente en profundidad, y su flotabilidad indica que está destinado a ascender. </p>
<p>En la corteza frágil, el magma sólo puede ascender cuando hay fracturas que seguir. Pero una vez que empiece a ascender, se abrirá camino a profundidades cada vez menores, aumentando el riesgo de erupciones. </p>
<h2>La vista desde arriba</h2>
<p>Los científicos de la <a href="https://en.vedur.is/earthquakes-and-volcanism/earthquakes">Oficina Meteorológica de Islandia</a> pueden detectar <a href="https://doi.org/10.1007/s11069-022-05798-7">lo que ocurre en profundidad</a> y localizar las sacudidas más pequeñas mediante redes de sismómetros. Éstos alertan al equipo de la rotura de rocas en la corteza y señalan con precisión dónde se está produciendo. </p>
<p>Los sensores que se comunican con constelaciones de satélites de navegación pueden proporcionar mediciones puntuales de los minúsculos movimientos de la superficie terrestre, y las imágenes de radar por satélite pueden utilizarse para cartografiar y medir la forma tridimensional de la superficie cambiante. </p>
<p><div data-react-class="Tweet" data-react-props="{"tweetId":"1723129082261446997"}"></div></p>
<p>El enjambre de terremotos que comenzó a finales de octubre es el último de una secuencia de acontecimientos que comenzó a principios de 2020 y que hasta ahora ha culminado en tres erupciones en el sistema volcánico de Fagradalsfjall, en el suroeste de Islandia, en 2021, 2022 y, más recientemente, en el verano de 2023. </p>
<p>Cuando comenzaron los terremotos esta vez, se agruparon alrededor y debajo de otro sistema volcánico: Thorbjörn, a 10 kilómetros al oeste de Fagradalsfjall. Al principio, no se apreciaba ninguna deformación de la superficie terrestre y no estaba claro si se trataba sólo de un reajuste de la corteza tras el anterior episodio de ruptura.</p>
<p>Pero una vez que las señales mostraron que la superficie de la Tierra empezaba a abombarse, esto <a href="https://doi.org/10.1038/s41586-022-05083-4">indicaba que nuevo magma</a> estaba entrando en la corteza. Durante el pasado fin de semana, las cosas evolucionaron rápidamente. El tamaño, el número y la localización de los terremotos indicaban que una fractura de la corteza se estaba llenando de magma a unos 5 km de profundidad. </p>
<p>A medida que el magma seguía fluyendo hacia ella, las puntas de la fractura se abrieron, discurriendo a través de la corteza hasta que el nuevo dique tuvo unos 15 km de longitud. El magma aún no ha llegado a la superficie, pero los patrones de movimiento del terreno y los modelos informáticos sugieren que ya se ha acumulado un charco de magma a menos de un kilómetro de la superficie. </p>
<h2>¿Es inminente una erupción?</h2>
<p>En el momento de escribir estas líneas, parece bastante probable que este magma salga a la superficie e inicie una erupción. Pero los equipos de vigilancia sólo sabrán cuándo y dónde está a punto de producirse cuando detecten los <a href="https://link.springer.com/article/10.1007/s00445-023-01671-y">signos reveladores de magma en movimiento</a>. Estas señales podrían incluir el “zumbido” repetitivo de un temblor volcánico, señal de que el magma puede entrar en erupción en cuestión de horas, o de la proliferación de terremotos a muy poca profundidad.</p>
<p>Por ahora, el dique parece extenderse directamente por debajo de la ciudad de Grindavik, una comunidad pesquera cercana al extremo suroccidental de Islandia. Si se produce una erupción en la superficie terrestre, es probable que sea similar a las erupciones de 2021-2023 en Fagradalsfjall, con una grieta o fisura que se abre en la superficie de la Tierra y fuentes de roca fundida al rojo vivo, con lava fluyendo cuesta abajo y alejándose del lugar de la erupción.</p>
<p>Esto supondrá una amenaza dependiendo de dónde empiece la erupción y hasta dónde fluya la lava. Los vapores de gas <a href="https://doi.org/10.1016/j.epsl.2017.05.025">liberados por el magma en erupción</a> combinados con la quema de turba y vegetación podrían crear un aire tóxico dependiendo de la velocidad de la erupción y de la dirección del viento. </p>
<p>Si se produce una erupción en la ciudad de Grindavik, los efectos podrían ser similares a los de la <a href="https://www.theatlantic.com/photo/2017/01/the-eldfell-eruption-of-1973/514394/">erupción de Eldfell</a> que sepultó una parte de la ciudad de Heimaey en 1973. De ahí la evacuación preventiva de la ciudad, de la cercana central geotérmica de Svartsengi y de la laguna azul, una de las atracciones turísticas más conocidas de Islandia.</p>
<p>Si se inicia una erupción en el extremo sur del dique, que se extiende mar adentro, el encuentro de la lava caliente con el agua de mar en una erupción submarina podría generar explosiones a pequeña escala y nubes de ceniza locales, y liberar más gases nocivos procedentes del <a href="https://doi.org/10.1016/j.epsl.2006.02.005">agua de mar hirviendo</a>. </p>
<p>Aunque probablemente no tendría efectos tan generalizados como los de la <a href="https://doi.org/10.1038/srep00572">erupción del Eyjafjallajökull de 2010</a>, que cerró el espacio aéreo sobre una amplia zona del norte de Europa durante varias semanas, hasta una pequeña erupción submarina se sumaría a los retos que las autoridades deben gestionar incluso en un país bien preparado como Islandia.</p>
<hr>
<p><em>Artículo traducido gracias a la colaboración con <a href="https://www.fundacionlilly.com/">Fundación Lilly</a></em>.</p>
<hr><img src="https://counter.theconversation.com/content/217864/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>David Pyle recibe fondos del NERC, el AHRC y la Oxford Martin School. Es miembro del Centro de Observación y Modelización de Terremotos, Volcanes y Tectónica (COMET).</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Tamsin Mather recibe fondos del NERC (COMET y V-PLUS), el ERC (V-ECHO) y la Oxford Martin School.</span></em></p>Hay indicios de que el magma está cerca de la superficie en el suroeste de Islandia, lo que ha provocado evacuaciones.David Pyle, Professor of Earth Sciences, University of OxfordTamsin Mather, Professor of Earth Sciences, University of OxfordLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2006162023-03-28T17:08:12Z2023-03-28T17:08:12ZEl convulso origen de los continentes<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/513378/original/file-20230303-1292-xz0slm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C6989%2C3552&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-illustration/earths-fault-lines-between-tectonic-plates-180937673">Shutterstock / Mopic</a></span></figcaption></figure><p>El origen de la corteza continental, suelo firme en la cáscara de nuestro planeta, es aún hoy uno de los grandes misterios de las Ciencias de la Tierra. ¿De dónde vienen los continentes? ¿De dónde ha salido “tierra firme”? ¿Y cómo crecen?</p>
<p>El primer registro de corteza continental data de hace la enormidad de 3 500 millones de años, tan sólo 1 100 millones de años después de la formación de la Tierra. Antes, según nuestros datos, en la superficie sólo había agua. Desde su origen, múltiples estudios apuntan a que los continentes <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0301926810001026">no han parado de crecer</a>, aunque discrepan en las tasas y el mecanismo de crecimiento, y en lo que es aún más conmovedor: <a href="https://www.csic.es/es/actualidad-del-csic/investigadores-del-csic-demuestran-que-los-continentes-crecen-tras-la-colision#:%7E:text=El%20estudio%20se%C3%B1ala%20que%20los,consumido%20toda%20la%20corteza%20oce%C3%A1nica.">que sigan haciéndolo</a>. </p>
<p>Algunos modelos apuntan que el crecimiento de los continentes ha sido <a href="https://royalsocietypublishing.org/doi/abs/10.1098/rsta.1981.0122">limitado</a> desde su formación, argumentando que se destruye la misma corteza que se crea. Otros modelos predicen un crecimiento <a href="https://www.science.org/doi/full/10.1126/science.1216066">considerable</a>, especialmente concentrado en los últimos 1 000 millones de años.</p>
<p>Entre las discrepancias, todos están de acuerdo en que los continentes crecen. Pero ¿cómo lo hacen? ¿Cómo crece la tierra que pisamos? Y, aún más en profundidad, ¿qué mecanismo provoca su crecimiento?</p>
<h2>Los magmas como punto de partida</h2>
<p>La mayoría de los estudios utilizan métodos de datación en <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Zirc%C3%B3n">zircón</a>, una gema preciosa, como punto de partida. Multitud de civilizaciones han buscado y atesorado zircón sin saber que se trataba de la gema más antigua que jamás ha existido. Un estudio de científicos de las universidades de Wisconsin y Madison descubrió el <a href="https://www.researchgate.net/publication/12133721_Evidence_from_detrital_zircons_for_the_existence_of_continental_crust_and_oceans_on_the_Earth_44_Gyr_ago">origen de la cristalización del zirconio</a> hace exactamente 4 400 millones de años. Se utilizan refinadas técnicas y sistemas isotópicos para determinar la edad de una roca. Sin embargo, y a pesar de los avances, los hallazgos están igualmente sujetos a varias fuentes de incertidumbre.</p>
<p>Pero sí hay algo claro, y es que todo proceso de crecimiento de la corteza continental parte de un cataclismo, de una convulsión geológica que implique la generación de magma desde el manto terrestre, que este magma se incorpore a la corteza, y, algo fundamental, que se preserve. </p>
<p>Así, para dar con el origen, la primera incógnita a resolver es qué magmatismo es el responsable del lento crecimiento de los continentes. </p>
<h2>El magmatismo de arco y el nacimiento de los Andes</h2>
<p>Desde el paradigma de la tectónica de placas el crecimiento cortical se ha atribuido históricamente al magmatismo producido en <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Subducci%C3%B3n">zonas de subducción</a>, es decir, allí donde una placa, habitualmente oceánica, se introduce debajo de la contigua, habitualmente continental. Así, más o menos, y en un proceso que agita la Tierra como una maraca, la tierra firme le gana terreno al lecho marino. </p>
<p>El hundimiento de la corteza en el manto provoca que brote magma y su incorporación a los continentes. Este proceso se conoce como <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Arco_volc%C3%A1nico">magmatismo de arco</a>. Así nacieron los Andes y su cinturón volcánico. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/513260/original/file-20230302-19-j5bhpf.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/513260/original/file-20230302-19-j5bhpf.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/513260/original/file-20230302-19-j5bhpf.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/513260/original/file-20230302-19-j5bhpf.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/513260/original/file-20230302-19-j5bhpf.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/513260/original/file-20230302-19-j5bhpf.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/513260/original/file-20230302-19-j5bhpf.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/513260/original/file-20230302-19-j5bhpf.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=502&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Andes. Paso del Inca, frontera entre Argentina y Chile (Carretera de Mendoza a Santiago de chile.</span>
<span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Sin embargo, las estimaciones de crecimiento por magmatismo de arco albergan una contradicción. La incorporación de magmas descompensa la masa continental que flota sobre el manto. Y el sistema tiende al equilibrio: los magmas “sobrantes” se <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0012825217300934">reciclan</a> de vuelta al manto.</p>
<p>Si se crea la misma masa que se destruye, el magmatismo de arco no nos sirve para explicar la formación de continentes. </p>
<h2>La hipótesis nueva: el magmatismo postcolisional</h2>
<p>Cuando una subducción termina, continentes inicialmente separados por un océano chocan entre sí. Ese choque, aunque suena a inmediato, puede durar decenas de millones de años. Y sus consecuencias pueden perdurar todavía más en forma de grandes cordilleras, como ocurrió en el caso del Himalaya. </p>
<p>La temperatura e inestabilidad tectónica provocada por una colisión genera magmatismo. A este se le llama magmatismo postcolisional. Cuando este magma se emplaza en la corteza genera grandes formaciones de granito, como Gredos (Sistema Central, España).</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/512212/original/file-20230224-1916-hria2d.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/512212/original/file-20230224-1916-hria2d.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/512212/original/file-20230224-1916-hria2d.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/512212/original/file-20230224-1916-hria2d.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/512212/original/file-20230224-1916-hria2d.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/512212/original/file-20230224-1916-hria2d.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/512212/original/file-20230224-1916-hria2d.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/512212/original/file-20230224-1916-hria2d.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Macizo granítico de Gredos, en el Sistema Central, España.</span>
<span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Tradicionalmente se ha asociado el magmatismo postcolisional con la fusión de la corteza, y se le ha dado de lado en la discusión que trata de explicar el origen de los continentes. </p>
<p>En el nuevo <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0012821X22006148">estudio</a> que hemos realizado desde el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Universidad de Salamanca, vinculamos el magmatismo postcolisional con el crecimiento de los continentes.</p>
<p>Hemos utilizado argumentos experimentales e isotópicos para concluir que los magmas postcolisionales proceden del manto terrestre y no son el resultado de reciclar la corteza. Esto implica que tras la colisión de dos continentes la masa continental crece, algo que los modelos no habían tenido en cuenta hasta ahora.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/512214/original/file-20230224-859-mamx70.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/512214/original/file-20230224-859-mamx70.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/512214/original/file-20230224-859-mamx70.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=802&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/512214/original/file-20230224-859-mamx70.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=802&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/512214/original/file-20230224-859-mamx70.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=802&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/512214/original/file-20230224-859-mamx70.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1008&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/512214/original/file-20230224-859-mamx70.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1008&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/512214/original/file-20230224-859-mamx70.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1008&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Esquema conceptual del magmatismo postcolisional. La inestabilidad producida por el choque entre dos continentes provoca fusión. Los magmas generados se incorporan a la masa continental.</span>
<span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>¿De dónde vienen los continentes?</h2>
<p>Ahora que tenemos algunas herramientas para ello, ha llegado el momento de responder la pregunta inicial: ¿de dónde vienen los continentes?</p>
<p>Los continentes son magma enfriado. Por tanto, cualquier magmatismo capaz de hacer crecer los continentes debe provenir del manto.</p>
<p>Acorde a nuestro último hallazgo, desde el inicio de la tectónica de placas dos grandes eventos tectónicos han sido capaces de crear nueva masa continental: las zonas de subducción y la colisión continental.</p>
<p>Podríamos decir que los continentes, el soporte sobre el que habita el ser humano, se formaron desde magmas procedentes del manto, liberados tras movimientos de volumen cataclísmico, bien por una subducción o por la posterior colisión entre continentes.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/200616/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Daniel Gómez-Frutos recibe fondos de Agencia Estatal de Investigación, concesión N◦PGC2018-096534-B-I00 (Proyecto IBERCRUST).</span></em></p>Cuando chocan dos continentes ocurre un cataclismo. La colisión continental mejor preservada en la Tierra hasta hoy tuvo como resultado la cordillera del Himalaya. En ese evento de ruptura y transformación, el magma del manto asciende, y hace que los continentes crezcan.Daniel Gómez-Frutos, PhD Student, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/2014852023-03-26T20:24:43Z2023-03-26T20:24:43ZEl Laco: el volcán más raro del mundo<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/515304/original/file-20230314-18-9oxeqm.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=17%2C11%2C3976%2C2982&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Vista de el Laco (Chile)</span> <span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span></figcaption></figure><p>Cerca del Paso Sico, una remota frontera entre Chile y Argentina y entre las conocidas zonas de la Quebrada de Humahuaca y el Salar de Atacama, los turistas que visitan esos grandiosos paisajes ven un cerro anodino de 5 400 m reflejándose en la Laguna Tuyaito. Se trata del Cerro de El Laco, uno de los lugares geológicamente hablando más controvertidos e intrigantes de la Tierra. </p>
<h2>Rocas hechas de magnetita</h2>
<p>A finales de los años 1950 del siglo pasado, <a href="https://www.miningfoundationsw.org/Charles_Park">Charles Park</a>, profesor de yacimientos minerales de la Universidad de Stanford, describió unas coladas volcánicas formadas por<a href="https://www.mindat.org/show.php?id=2538"> magnetita</a> en un lugar remoto de los Andes. Este descubrimiento apoyaba la teoría, ya planteada por el geólogo sueco Geiger en 1910, de que rocas similares y mucho más antiguas que se explotaban en la <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Kiruna_mine">mina de Kiruna</a>, en Laponia, estaban formadas por la cristalización de un magma desconocido, rico en hierro. </p>
<p>La magnetita es una fuente importante de hierro y un mineral que raramente se encuentra en cantidades tan elevadas como en Kiruna o El Laco. Una fábula de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Plinio_el_Viejo">Plinio el Viejo</a> atribuye el nombre de la magnetita al de un pastor de nombre Magnes que descubrió este mineral en el monte Ida, observando que se adhería a los clavos de su calzado.</p>
<p>El Laco es un volcán reciente, formado hace “solo” unos 2-3 millones de años, lo que significa que podemos estudiar en sus laderas unas rocas que están casi intactas. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/517391/original/file-20230324-22-l2ejn2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/517391/original/file-20230324-22-l2ejn2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/517391/original/file-20230324-22-l2ejn2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/517391/original/file-20230324-22-l2ejn2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/517391/original/file-20230324-22-l2ejn2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/517391/original/file-20230324-22-l2ejn2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/517391/original/file-20230324-22-l2ejn2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/517391/original/file-20230324-22-l2ejn2.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Chile. En el cuerpo de Laco Sur a 4.800 m.</span>
<span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>La rareza del volcán</h2>
<p>Alrededor de este volcán clásico de los Andes hay unas coladas muy similares a las de cualquier volcán, pero algo más oscuras y con formas de erosión caprichosas. En detalle, estas coladas tienen todas las estructuras que podemos esperar en un volcán. Son coladas de lava que han descendido por la ladera, <a href="https://petroignea.wordpress.com/tiposrocosos/clasificacion/rocas-piroclasticas/">rocas piroclásticas</a> o bombas volcánicas.</p>
<p>Parecen rocas convencionales, pero no lo son: están formadas por magnetita. Es difícil percatarse de esto hasta oír el sonido metálico al impactar un martillo o acercar un imán. Con la lupa podemos también observar que la magnetita es masiva, solo tiene unas pequeñas inclusiones de <a href="https://www.mindat.org/min-1572.html">fluorapatito</a>, mineral rico en fósforo y flúor, y <a href="https://www.mindat.org/min-1294.html">diopsido</a>.</p>
<h2>Una lava inusual en la Tierra</h2>
<p>La formación de estas rocas ha suscitado un debate científico enconado. Aun hoy, más de 60 años después del descubrimiento, no hay una teoría unánimemente aceptada sobre su origen. </p>
<p>Las hipótesis sobre cómo se han podido formar unas rocas tan únicas son de lo más variado. Incluyen, junto con la <a href="https://pubs.geoscienceworld.org/gsa/geology/article-abstract/44/6/427/132097/Iron-rich-melts-magmatic-magnetite-and-superheated">hipótesis</a> <a href="https://pubs.geoscienceworld.org/canmin/article-abstract/16/4/581/11278/Crystal-growth-textures-in-magnetite-flows-and?redirectedFrom=fulltext">magmática</a>, modelos que sugieren que la magnetita <a href="https://pubs.geoscienceworld.org/segweb/books/book/1232/chapter-abstract/107025734/Geology-and-Rare-Earth-Element-Geochemistry-of?redirectedFrom=fulltext">se formó por aguas de los salares que fueron calentadas por la actividad magmática y extrajeron el hierro de las rocas volcánicas para depositarlo en la superficie</a>. O que el hierro fue transportado por agua caliente que procedía de las <a href="https://pubs.geoscienceworld.org/segweb/economicgeology/article-abstract/98/7/1501/22408/NEW-FIELD-EVIDENCE-BEARING-ON-THE-ORIGIN-OF-THE-EL?redirectedFrom=fulltext">raíces del volcán</a>. </p>
<p>Sin embargo, en los últimos años hay más evidencias geológicas y geoquímicas de que la magnetita sea una <a href="https://pubs.geoscienceworld.org/segweb/economicgeology/article-abstract/112/7/1595/516651/The-Magmatic-to-Magmatic-Hydrothermal-Evolution-of?redirectedFrom=fulltext">lava inusual</a>. </p>
<p>El mayor problema es que nadie ha visto esas lavas en la Tierra, aunque hay investigadores que hipotetizan que son frecuentes en <a href="https://agupubs.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1029/2002JE001891">Marte y otros planetas</a>. Un problema similar pasó con unas rocas muy distintas, las carbonatitas, que también son extrañas lavas compuestas por carbonatos. Hasta que no se descubrió la lava carbonatítica emergiendo del volcán <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Ol_Doinyo_Lengai">Oldoinyo Lengai (Tanzania)</a> no se cerró la polémica.</p>
<p>Si El Laco tiene coladas volcánicas de magnetita, surgen dos grandes preguntas que resolver. La primera es que la magnetita funde a unos <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Magnetite">1590°C</a>, una temperatura que no se registra en la corteza terrestre. Además, la temperatura máxima de los magmas que llegan a su superficie no excede los 1300°C. </p>
<h2>¿Cómo se puede fundir magnetita?</h2>
<p>Los expertos en altos hornos saben que, si añadimos unos elementos como el fósforo o el flúor al hierro, la temperatura de fusión baja enormemente, casi hasta los 700°, una temperatura ya mucho más normal en <a href="https://link.springer.com/article/10.1007/s00410-020-01751-8">volcanes</a>. </p>
<p>Pero ¿de dónde vienen esos componentes relativamente poco habituales? </p>
<p>Debajo de El Laco hay evidencia geológica de que existen <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Cordillera_de_la_Sal">grandes capas de sal depositadas en un medio marino hace entre 40 y 90 millones de años</a>. Esta relación con la sal se repite en los pocos lugares del mundo donde hay depósitos de magnetita similares. </p>
<p>Una posible explicación es que los magmas de composición más corriente (andesitas) al ascender a través de la corteza terrestre, y ya cerca de su superficie, incorporaron la sal y los fundentes que, junto con la andesita, facilitaron la formación de estos <a href="https://www.nature.com/articles/s41467-018-03761-4">magmas tan ricos en hierro</a>.</p>
<p>Restos de estas rocas se han encontrado como fragmentos arrojados por el volcán o en forma de pequeñas inclusiones dentro de la propia magnetita. Los trazadores geoquímicos también muestran que la magnetita no está químicamente relacionada con las rocas volcánicas encajantes. La composición química de las rocas ricas en magnetita <a href="https://pubs.geoscienceworld.org/segweb/economicgeology/article-abstract/112/7/1595/516651/The-Magmatic-to-Magmatic-Hydrothermal-Evolution-of?redirectedFrom=fulltext">traza la reacción de esos magmas profundos con las rocas que están encima</a>.</p>
<p>Esta inusual relación entre magmas de origen profundo y capas salinas podría explicar la rareza de estos volcanes. </p>
<p>Nadie ha visto estas lavas ni tampoco hemos visto qué es lo que sucede en las raíces de estos volcanes. Los humanos hemos llegado tarde a la contemplación de un fenómeno que, si ocurrió, debió ser de los más espectaculares de la naturaleza, con coladas de hierro fundido bajando a velocidad inusitada por las laderas del volcán y acompañadas de grandes columnas piroclásticas.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/201485/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Fernando Tornos Arroyo ha recibido fondos de la Agencia Española de Investigación y FEDER, proyecto RTI2018-099157-A-I00 (MCI/AEI/FEDER, UE).</span></em></p>El volcán El Laco es uno de los puntos más controvertidos en la geología mundial.Fernando Tornos Arroyo, Investigador, Instituto de Geociencias (IGEO - CSIC - UCM)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1969532023-01-08T19:00:32Z2023-01-08T19:00:32ZBajo el volcán: esto es lo que ocurre antes de la erupción<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/502699/original/file-20221228-133447-4wi4x1.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=5%2C0%2C3606%2C2501&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Erupcion del Volcán Tajogaite en la isla de La Palma.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.nature.com/articles/s41598-022-23998-w">Fotografía E. Ancochea</a>, <span class="license">Author provided</span></span></figcaption></figure><p>El Mauna-Loa en Hawái, el Semeru en la isla de Java y el Stromboli en las islas Eolias. Tres grandes volcanes han despedido 2022 agitando la tierra. </p>
<p>En mayo de 2022 el Etna fue el protagonista y en septiembre de 2021 coincidió en erupción con el volcán Tajogaite en la isla de La Palma. Ahora se cumple un año del final de esta erupción y podría parecer que se ha cerrado una página. Pero la Tierra sigue viva y las grandes erupciones volcánicas son probables siempre, tanto el espectáculo que representan como las tragedias que traen consigo. </p>
<p>El Tajogaite provocó la evacuación de más de <a href="https://www.copernicus.eu/en/news/news/observer-copernicus-eyes-la-palma-eruption">7 000 personas, muchas de las cuales perdieron su vivienda y hasta su medio de vida, la destrucción de carreteras e infraestructuras básicas y la formación de coladas que arrasaron más de 1 200 hectáreas</a> con espesores que en algunos lugares llegaron a los 70 m. Sin olvidar otras secuelas que ahora aparecen, como las continuas emisiones de gases, problemas respiratorios, patologías dérmicas, problemas psíquicos y de ansiedad en la población que tardarán algunos años en arreglarse. Así, la investigación que permita detectar precursores de estas erupciones volcánicas es, si cabe, más importante todavía. </p>
<h2>Bajo el volcán</h2>
<p>Para adelantarnos a la erupción hay que entender qué es lo que ocurre bajo un volcán antes de que se produzca. El calor y la presión son tan elevadas en el interior del manto que provoca que se fundan rocas y gases, formando el magma. Estas presiones y temperaturas tan altas hacen que el magma intente escapar por la corteza terrestre, buscando fracturas o zonas débiles para progresar en su ascenso. Cuando encuentra una de estas zonas estructuralmente más débiles se acumula en ellas, formando unos reservorios que denominamos <a href="https://www.sciencedirect.com/topics/earth-and-planetary-sciences/magma-chamber">cámaras magmáticas</a>. </p>
<p>El ascenso del <a href="https://theconversation.com/que-nos-dicen-la-lava-y-las-cenizas-sobre-la-evolucion-de-una-erupcion-volcanica-169666">magma</a> puede ser muy rápido o tan lento como para invertir en ello hasta decenios. En este viaje va formando sucesivas cámaras magmáticas. Cuando quedan unos pocos kilómetros para alcanzar el exterior, aparecen en la superficie indicios en forma de gases que emanan, terremotos producidos por la rotura de la corteza en el ascenso del magma y deformaciones del terreno. Éstas últimas provocadas por la <a href="https://www.nature.com/articles/s41598-022-23998-w">presión positiva del magma y las roturas horizontales y verticales</a> de la corteza.</p>
<h2>Detectar el magma antes de que llegue a superficie</h2>
<p>Durante el transcurso de la erupción volcánica de La Palma en 2021, investigadores del <a href="https://www.csic.es/es/investigacion/institutos-centros-y-unidades/instituto-de-geociencias">Instituto de Geociencias (IGEO-CSIC)</a>, junto con otros investigadores de la <a href="https://www.ucm.es/">Universidad Complutense</a>, la <a href="https://www.upm.es/">Universidad Politécnica de Madrid</a> e investigadores de diferentes centros extranjeros en Italia, Canadá y Estados Unidos empezamos a trabajar en una técnica que ha conseguido detectar la <a href="https://www.nature.com/articles/s41598-022-23998-w#Sec4">acumulación del magma en una zona próxima a la superficie</a>, meses antes de que se produzca la erupción.</p>
<p>Esta técnica se basa en el estudio de esas deformaciones del terreno producidas por el ascenso del magma antes de la erupción y las roturas en la corteza, registradas por técnicas de observación de interferometría radar de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Radar_interferom%C3%A9trico_de_apertura_sint%C3%A9tica">satélite (InSAR)</a> de última generación, combinado con una nueva técnica de interpretación de estas deformaciones.</p>
<h2>Señales precursoras de la erupción</h2>
<p>La erupción del volcán Tajogaite en La Palma se inició el 19 de septiembre de 2021 en la ladera oeste de Cumbre Vieja y estuvo activo durante 85 días, generando coladas de lava que se añaden a las procedentes de las anteriores erupciones en esta ladera.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/502700/original/file-20221228-44360-kn0ysy.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/502700/original/file-20221228-44360-kn0ysy.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/502700/original/file-20221228-44360-kn0ysy.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=642&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/502700/original/file-20221228-44360-kn0ysy.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=642&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/502700/original/file-20221228-44360-kn0ysy.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=642&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/502700/original/file-20221228-44360-kn0ysy.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=806&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/502700/original/file-20221228-44360-kn0ysy.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=806&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/502700/original/file-20221228-44360-kn0ysy.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=806&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Esquema geológico simplificado de la isla de La Palma, con las erupciones históricas de las que tenemos referencias, localizadas en las laderas de Cumbre Vieja, al sur de la isla.</span>
<span class="attribution"><span class="source">author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p><a href="https://www.nature.com/articles/s41598-022-23998-w#Sec2">Nuestros resultados</a> muestran que unos tres meses y medio antes de la erupción aparece un ascenso de magma, que va creciendo en el tiempo formándose así un reservorio de magma a unos 2,5 km de profundidad en una zona estructuralmente débil, fracturada y porosa. </p>
<p>En la imagen que sigue a este párrafo, hemos representado en rojo la fuerte presión positiva bajo la superficie terrestre probablemente provocada por la intrusión del magma. Ésta está sugerida con ese camino de puntos, que se produciría bajo la población de Jedey quedando a unos 5 km al sur del cono volcánico principal de la erupción. Dos meses antes de la erupción empiezan a aparecer fuentes de fracturación vertical (representadas en amarillo) a una profundidad de unos tres mil metros, que sugiere una respuesta frágil de la corteza debido a un ascenso más fuerte del magma.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/502701/original/file-20221228-55400-vtsxk1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/502701/original/file-20221228-55400-vtsxk1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/502701/original/file-20221228-55400-vtsxk1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=475&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/502701/original/file-20221228-55400-vtsxk1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=475&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/502701/original/file-20221228-55400-vtsxk1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=475&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/502701/original/file-20221228-55400-vtsxk1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=596&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/502701/original/file-20221228-55400-vtsxk1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=596&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/502701/original/file-20221228-55400-vtsxk1.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=596&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Entrada del magma desde el manto entre mayo y septiembre de 2021 antes de la erupción. En rojo las presiones positivas relacionadas con la intrusión. En amarillo las fracturas internas que provoca el ascenso del magma.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.nature.com/articles/s41598-022-23998-w">Shallow magmatic intrusion evolution below La Palma before and during the 2021 eruption, Scientific Reports, 2022</a>, <span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Coincidiendo con la actividad sísmica previa a la erupción, aumenta la aparición de esas fuentes de fracturación y tensión, que asociamos al dique de magma que usó esa fisura para salir a la superficie. En esas estructuras de presión y tensión, además de la rama principal asociada a la erupción, se activan otras dos ramas ascendentes, representadas también en rojo en la imagen a continuación. Estos dos ramales se ubican una bajo el océano al sur de Puerto Naos y otra hacia el oeste de la población de <em>Jedey</em>, sin alcanzar la superficie como intrusiones de magma fallidas. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/502703/original/file-20221228-65102-z2w7kq.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/502703/original/file-20221228-65102-z2w7kq.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/502703/original/file-20221228-65102-z2w7kq.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=256&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/502703/original/file-20221228-65102-z2w7kq.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=256&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/502703/original/file-20221228-65102-z2w7kq.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=256&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/502703/original/file-20221228-65102-z2w7kq.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=322&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/502703/original/file-20221228-65102-z2w7kq.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=322&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/502703/original/file-20221228-65102-z2w7kq.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=322&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Localización de la cámara magmática bajo la superficie de la isla, con sus tres caminos de ascenso. Centro: vista en planta. Derecha: vista en perfiles Norte-Sur y Este-Oeste.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.nature.com/articles/s41598-022-23998-w">Shallow magmatic intrusion evolution below La Palma before and during the 2021 eruption, Scientific Reports, 2022</a>, <span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>El modelo de reservorio magmático, ascenso de magma y fracturas del terreno asociadas obtenido en este estudio también ayudaría a explicar otros fenómenos, como la todavía continua emisión de gases en las zonas de Puerto Naos y La Bombilla.</p>
<h2>¿Estamos más cerca de poder anticiparnos a las erupciones volcánicas?</h2>
<p>Los resultados de esta metodología, que se han publicado en la revista <a href="https://www.nature.com/articles/s41598-022-23998-w"><em>Scientific Reports</em></a>, demuestran que esta técnica pueda ayudar en la detección y vigilancia de nuevos episodios de reactivación volcánica. También para determinar las potenciales zonas de acumulación de magma, ayudar en la determinación de los posibles caminos de erupción y avance en el pronóstico del inicio de una próxima erupción en La Palma, las islas Canarias, así como en otras islas volcánicas activas.</p>
<p>¿Estamos ahora más cerca de poder anticiparnos a las erupciones volcánicas? No podemos responderla con un sí rotundo, desgraciadamente queda mucha investigación por desarrollar en este campo. Los resultados que se han obtenido en el estudio de este proceso eruptivo sí parecen de ayuda para avanzar en esta dirección, incluso sería muy útil en el diseño y planificación de infraestructuras y el desarrollo urbano en la reconstrucción de la isla tras la erupción. Podemos saber mucho de lo que ocurre bajo el volcán, y esto nos puede permitir anticiparnos a la catástrofe.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/196953/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Juan F. Prieto Morín participa en programas de investigación que reciben fondos del Plan Nacional de I+D+i. Actualmente es Profesor Titular de la Universidad Politécnica de Madrid</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Joaquín Escayo participa en programas de investigación que reciben fondos del Plan Nacional de I+D+i. Actualmente trabaja en el Instituto de Geociencias (IGEO) como técnico contratado.</span></em></p>Más de tres meses antes de la erupción, el magma bajo el volcán comienza a agitarse. Para adelantarnos a la erupción hay que entender qué es lo que ocurre bajo un volcán antes de que se produzca.Juan F. Prieto Morín, Profesor e Investigador en Sistemas de Posicionamiento por Satélite y Detección Remota para la Observación de la Tierra, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)Joaquin Escayo Menéndez, Investigador contratado - Teledetección, Instituto de Geociencias (IGEO - CSIC - UCM)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1839352022-06-01T16:59:13Z2022-06-01T16:59:13ZAsí desveló la ciencia el origen de la vida<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/466394/original/file-20220531-26-le0khj.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=4%2C4%2C2991%2C1994&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">_Grand Prismatic Spring_ en el parque nacional Yellowstone, la mayor fuente de aguas termales de los Estados Unidos.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/bright-rainbow-colored-grand-prismatic-spring-518637076">Shutterstock / Suzanne Pratt</a></span></figcaption></figure><p>Los seres humanos llevamos milenios intentando responder a una pregunta: ¿cómo surgió la vida en la Tierra? </p>
<p>Las primeras observaciones que intentaron desentrañar este gran enigma se remontan al siglo IV a. e. c. Los pensadores de la época intentaban entender qué ocurría cuándo restos de alimentos se cubrían de gusanos en unos pocos días, o cuando aparecían renacuajos en charcas yermas llenas de barro. Ilustres científicos como Aristóteles, Van Helmont y Needham se manifestaron entonces a favor de <a href="https://museovirtual.csic.es/salas/mendel/m3.htm">una sutil fuerza mágica</a>, que consideraban responsable del desarrollo espontáneo de vida donde no la había antes.</p>
<p>Hubo que esperar hasta mediados del siglo XIX para que el brillante químico, físico, matemático y bacteriólogo francés Louis Pasteur, junto a otros reputados científicos, refutara de una vez por todas esa interpretación errónea. </p>
<p>A partir de ahí, el foco de interés se trasladó al estudio de la estructura, composición y dinámica del planeta Tierra. Se descubrieron nuevos datos que apuntaban a que la materia orgánica podía generarse a partir de compuestos precursores inorgánicos (abiogénesis). </p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/466396/original/file-20220531-20-5wpsz6.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/466396/original/file-20220531-20-5wpsz6.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/466396/original/file-20220531-20-5wpsz6.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=861&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/466396/original/file-20220531-20-5wpsz6.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=861&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/466396/original/file-20220531-20-5wpsz6.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=861&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/466396/original/file-20220531-20-5wpsz6.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1082&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/466396/original/file-20220531-20-5wpsz6.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1082&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/466396/original/file-20220531-20-5wpsz6.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1082&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">El bioquímico soviético Aleksandr Ivánovich Oparin.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Oparin.jpg">Wikimedia Commons / Russian Academy of Sciences</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">CC BY</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Oparin, los volcanes y la vida</h2>
<p>Y entonces llegaron las conjeturas de un biólogo y bioquímico de origen soviético llamado Aleksandr Ivánovich Oparin, el primero en sopesar que los 30 kilómetros de espesor medio de la corteza terrestre, formados básicamente por roca de origen magmático, eran prueba de la gran actividad volcánica de la Tierra primitiva. </p>
<p>Así, con tan sólo unos pocos indicios, Oparin expuso en 1924 su famosa teoría sobre los efectos de esa gran actividad volcánica, también conocida como la hipótesis Oparin-Haldane debido a que, simultáneamente, el científico británico J. B. S. Haldane estaba concibiendo una teoría bastante similar. La persistencia de esa actividad durante millones de años habría provocado la saturación en humedad de la atmósfera y la posterior condensación del agua en forma de lluvia capaz de arrastrar moléculas tales como ácidos orgánicos e inorgánicos. </p>
<p>Además, en estas condiciones sofocantes, la radiación ultravioleta y las frecuentes descargas eléctricas producidas por relámpagos y rayos en la atmósfera terrestre habrían generado las reacciones químicas oportunas para <a href="https://biologywise.com/primordial-soup-theory-explained">formar sustancias básicas para la vida en pozos sobre las rocas calientes</a>. </p>
<p>Para atestiguar este ambiente primigenio de elevadas temperaturas y ausencia de oxígeno y primeros <em>mares prebióticos</em> no hay más que visitar el famoso <a href="https://www.yellowstonepark.com/things-to-do/geysers-hot-springs/grand-prismatic-midway-geyser-basin/">Grand Prismatic Spring de Yellowstone, el mayor lago de aguas termales de Estados Unidos</a> y el tercero más grande del mundo. En él, la gama espectacular de colores vivos, que van del verde al rojo, es el resultado del crecimiento de bacterias pigmentadas en sus aguas ricas en minerales.</p>
<h2>Recreando la Tierra primitiva</h2>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/466398/original/file-20220531-22-byigvr.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/466398/original/file-20220531-22-byigvr.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/466398/original/file-20220531-22-byigvr.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=886&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/466398/original/file-20220531-22-byigvr.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=886&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/466398/original/file-20220531-22-byigvr.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=886&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/466398/original/file-20220531-22-byigvr.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1113&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/466398/original/file-20220531-22-byigvr.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1113&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/466398/original/file-20220531-22-byigvr.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1113&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Stanley Miller fotografiado en 1999.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Miller1999.jpg">Wikimedia Commons / NASA</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Aún tenemos que dar otro salto en el tiempo para ver cómo se demostró la generación de alguno de los componentes básicos para la vida en esa gran charca o <em>sopa primordial</em> de Oparin y Haldane. Viajamos hasta 1952, cuando el profesor de la Universidad de Chicago y ganador del Premio Nobel de Química en 1934 Harold Clayton Urey (uno de los directores del proyecto de la bomba atómica), junto a uno de sus estudiantes de doctorado más aventajados, Stanley Miller, dieron otro paso clave.</p>
<p>Concretamente formaron algunas unidades constituyentes de las proteínas denominadas aminoácidos –glicina, alfa alanina, beta alanina– y trazas de ácido aspártico y ácido alfa aminobutírico a partir de sustancias inorgánicas, es decir, de agua, metano, amoniaco e hidrógeno. Todo ello bajo estimulación con rayos ultravioletas y energía eléctrica. </p>
<p>El experimento consiguió simular a la perfección las condiciones imperantes en la Tierra primitiva supuestas treinta años antes dentro de un conjunto sellado estéril de tubos y recipientes de cristal conectados entre sí.</p>
<p>Cuenta la historia que fue Miller quien diseñó y propuso el experimento que se convirtió en la simulación empírica de los postulados de Oparin y Haldane a su director de tesis. Inicialmente Urey no estaba nada convencido, y le invitó a abandonar su idea por descabellada. Sin embargo, el joven científico prometió que en sólo seis meses conseguiría algún resultado para poder así seguir con su proyecto. Finalmente, ambos consiguieron su objetivo: recrear literalmente un mar y una atmósfera, además de construir un condensador para reproducir la lluvia que se abatía incesantemente sobre la Tierra primitiva miles de millones de años atrás.</p>
<p>Posteriormente, siguiendo el procedimiento y variando el tipo y cantidades de los reactivos descritos por Miller y Urey, se han podido generar otros componentes vitales como ácidos nucleicos y trifosfato de adenosina, la <a href="https://www.youtube.com/watch?v=YR6yWeq1YzY">moneda energética que usan los organismos vivos para realizar todas sus funciones</a>. Esta experiencia, junto a nuevos conocimientos sobre el ADN y el ARN, la posible existencia de condiciones prebióticas en otros planetas, el anuncio de fósiles <a href="https://www.degruyter.com/document/doi/10.1515/astro-2019-0002/html">encontrados en meteoritos procedentes de Marte</a> y el reciente descubrimiento de <a href="https://www.science.org/doi/10.1126/sciadv.abm2296">los fósiles termales más antiguos</a>, han impulsado nuevamente el interés por el estudio del origen de la vida.</p>
<p>En resumen, las investigaciones de Oparin y Miller, entre otros muchos, pudieron esclarecer las primeras etapas del largo viaje transcurrido desde los albores de la vida en el planeta Tierra (~3 800 millones de años). Según ellos, la síntesis de compuestos orgánicos fue posible en la Tierra primitiva, pero no de forma espontánea, sino fruto de reacciones químicas muy oportunas.</p>
<p>El estudio sobre el origen de la vida es un ejemplo fascinante de la maravillosa imaginación y pericia experimental que, entre tubos de laboratorio y fósiles, ha conseguido resolver uno de los grandes enigmas para el conocimiento humano.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/183935/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Santiago Roura Ferrer recibe fondos del Ministerio de Ciencia e Innovación y del Instituto de Salud Carlos III que dedica exclusivamente a investigaciones en el area de estudio de las enfermedades cardiovasculares. Asimismo no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y declara carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Los seres humanos llevamos milenios intentando responder a una pregunta: ¿cómo surgió la vida en la Tierra? Estos son los pasos que hemos ido dando, entre fósiles y tubos de ensayo, para obtener una respuesta convincente.Santiago Roura Ferrer, Profesor asociado Facultad de Medicina, Universitat de Vic – Universitat Central de CatalunyaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1762242022-02-02T16:58:48Z2022-02-02T16:58:48ZBienvenidos a 536, el peor año de la historia<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/444010/original/file-20220202-15-1i2d6am.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=6%2C3%2C2116%2C1511&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">'El triunfo de la muerte', de Pieter Brueghel el Viejo.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:The_Triumph_of_Death_by_Pieter_Bruegel_the_Elder.jpg">Museo del Prado / Wikimedia Commons</a></span></figcaption></figure><p>Apenas estamos en el mes de febrero y ya el año 2022 tiene mala pinta. Una enorme erupción volcánica en la costa de <a href="https://theconversation.com/por-que-la-erupcion-volcanica-en-tonga-ha-sido-tan-violenta-y-que-podria-ocurrir-ahora-175085">Tonga</a>, la perspectiva de una <a href="https://theconversation.com/cinco-claves-para-entender-por-que-rusia-podria-invadir-ucrania-175475">guerra con Rusia</a>, la pandemia en curso (y sus trastornos económicos). Y eso antes de hablar del ruido de sables chino sobre Taiwán o del desastroso retorno de “Sexo en Nueva York”.</p>
<p>Bienvenidos al nuevo año: tan espantoso como el anterior.</p>
<h2>Una historia de malos tiempos</h2>
<p>No escribo para quitarle importancia a los problemas reales de nuestro mundo, sino para ponerlos en perspectiva. 2020, 2021 y quizás ahora 2022 han sido todos malos. </p>
<p>Pero no han sido años peores que, por ejemplo, 1347, cuando la <a href="https://www.historytoday.com/archive/black-death-greatest-catastrophe-ever">Peste Negra</a> comenzó su larga marcha por Eurasia. O 1816, el “<a href="https://scied.ucar.edu/learning-zone/how-climate-works/mount-tambora-and-year-without-summer">año sin verano</a>”. O 1914, cuando el <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Assassination_of_Archduke_Franz_Ferdinand">asesinato</a> de un oscuro archiduque de los Habsburgo precipitó no uno, sino dos conflictos mundiales, uno de los cuales provocó millones de muertes en el genocidio más horrible de la humanidad.</p>
<p>Ha habido muchos otros años y décadas malos. En la década de 1330, la hambruna hizo estragos en la China de Yuan. En la década de 1590, una hambruna similar <a href="https://www.cambridge.org/core/books/abs/famine-in-european-history/famines-in-europe-an-overview/1F2C289429D917478CA3124B1604127E">devastó Europa</a>, y en la década de 1490 <a href="https://www.jstor.org/stable/24631803">la viruela y la gripe</a> empezaron a abrirse camino entre las poblaciones indígenas de América (recíprocamente, <a href="https://www.encyclopedia.com/science/encyclopedias-almanacs-transcripts-and-maps/appearance-syphilis-1490s">la sífilis hizo lo mismo</a> entre los habitantes del Viejo Mundo).</p>
<p>La vida ha sido a menudo “desagradable, brutal y corta”, como <a href="https://www.gutenberg.org/files/3207/3207-h/3207-h.htm">observó</a> el filósofo político y cínico Thomas Hobbes en su Leviatán de 1651. Y, sin embargo, los historiadores, incluso ahora, señalan a veces un año concreto como peor que los demás. </p>
<p>Sí, puede haber habido un momento dentro de la memoria histórica que realmente fue la peor hora para estar vivo.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/443620/original/file-20220201-27-jqyvoo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/443620/original/file-20220201-27-jqyvoo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/443620/original/file-20220201-27-jqyvoo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=512&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/443620/original/file-20220201-27-jqyvoo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=512&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/443620/original/file-20220201-27-jqyvoo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=512&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/443620/original/file-20220201-27-jqyvoo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=643&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/443620/original/file-20220201-27-jqyvoo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=643&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/443620/original/file-20220201-27-jqyvoo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=643&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Inspirada en la Peste Negra, la Danza de la Muerte, una alegoría sobre la universalidad de la muerte, fue un motivo pictórico común en el periodo medieval tardío.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Wikipedia</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>536: ¿el peor año de la historia?</h2>
<p>536 es el <a href="https://www.science.org/content/article/why-536-was-worst-year-be-alive">actual candidato de consenso</a> para el peor año de la historia de la humanidad. Una erupción volcánica, o posiblemente más de una, en algún lugar del hemisferio norte parece haber sido el desencadenante. </p>
<p>Dondequiera que fuera, la erupción precipitó un “<a href="https://scitechdaily.com/volcanic-winter-ever-present-threat-of-catastrophic-supervolcano-eruptions-revealed/">invierno volcánico</a>” de una década de duración, en el que China sufrió nieves estivales y las temperaturas medias en Europa descendieron 2,5°C. Los cultivos no prosperaron. La gente pasó hambre. Y se alzaron en armas unos contra otros. </p>
<p>En 541 <a href="https://www.worldhistory.org/article/782/justinians-plague-541-542-ce/">la peste bubónica llegó</a> desde Egipto y consiguió matar a un tercio de la población del imperio bizantino. </p>
<p>Incluso en el lejano Perú, las sequías afectaron a la hasta entonces floreciente <a href="https://www.worldhistory.org/Moche_Civilization/">cultura Moche</a>.</p>
<p>El aumento de la capa de hielo del océano (un efecto de retroalimentación del invierno volcánico) y un intenso <a href="https://spaceplace.nasa.gov/solar-cycles/en/">mínimo solar</a> (el período regular que presenta la menor actividad en el ciclo solar de 11 años del Sol) en el año 600 aseguraron que el enfriamiento global continuara durante más de un siglo. </p>
<p>Muchas de las sociedades que vivían en el año 530 simplemente no pudieron sobrevivir a los estragos que se desencadenaron las décadas siguientes. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/443622/original/file-20220201-26-on5flv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/443622/original/file-20220201-26-on5flv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/443622/original/file-20220201-26-on5flv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/443622/original/file-20220201-26-on5flv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/443622/original/file-20220201-26-on5flv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/443622/original/file-20220201-26-on5flv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/443622/original/file-20220201-26-on5flv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/443622/original/file-20220201-26-on5flv.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Un invierno volcánico es un descenso drástico de las temperaturas que se produce en todo el mundo tras una erupción volcánica masiva, ya que las partículas de ceniza y los gases, como el dióxido de azufre, que se inyectan en la estratosfera durante la erupción y se propagan por todo el mundo a través de los vientos, tapan el sol e impiden que la energía solar llegue a la superficie terrestre.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Shutterstock</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>La nueva “ciencia” de la historia del clima</h2>
<p>Los historiadores nos interesamos ahora especialmente por temas como este porque podemos colaborar con los científicos para reconstruir el pasado de formas nuevas y sorprendentes.</p>
<p>Solo una parte de lo que sabemos, o creemos saber, sobre lo que ocurrió en ese periodo tan turbio procede de las fuentes escritas tradicionales. Tenemos algunas para el año 536: el historiador bizantino Procopio <a href="https://books.google.com.au/books?redir_esc=y&id=szQjAQAAMAAJ&pg=PA329&sig=ACfU3U3viCnyjDWpIekZMiXINambZi7GiA&focus=searchwithinvolume&q=portent">escribió</a> ese año que “se ha producido un presagio muy temible”, y el senador romano Casiodoro <a href="https://books.google.com.au/books?id=aymsvxyyOhoC&pg=PA518&redir_esc=y#v=onepage&q&f=false">señaló</a> en el año 538:</p>
<blockquote>
<p>[…] el sol parece haber perdido su luz habitual y tiene un color azulado. Nos maravilla no ver las sombras de nuestros cuerpos al mediodía y sentir que el poderoso vigor de su calor se ha debilitado. </p>
</blockquote>
<p>Sin embargo, los verdaderos avances en la comprensión histórica de este “peor año de la historia” están surgiendo gracias a la aplicación de técnicas tan avanzadas como la <a href="https://www.sciencedirect.com/topics/earth-and-planetary-sciences/dendroclimatology">dendroclimatología</a> y el <a href="https://www.ncdc.noaa.gov/news/picture-climate-what-can-we-learn-ice">análisis de núcleos de hielo</a>. </p>
<p>El dendroclimatólogo Ulf Büntgen <a href="https://www.nature.com/articles/ngeo2652">detectó</a> pruebas de un grupo de erupciones volcánicas en 536, 540 y 547 en los patrones de crecimiento de los anillos de los árboles. Asimismo, el <a href="https://www.cambridge.org/core/journals/antiquity/article/alpine-icecore-evidence-for-the-transformation-of-the-european-monetary-system-ad-640670/0727B4230C5DA92634B6251B9FBD3898">análisis ultrapreciso</a> de un glaciar suizo realizado por el arqueólogo Michael McCormick y el glaciólogo Paul Mayewski ha sido clave para comprender la gravedad del cambio climático del año 536.</p>
<p>Este tipo de análisis se considera ahora un recurso importante, incluso esencial, en la caja de herramientas metodológicas de los historiadores, especialmente para analizar periodos en los que no se conservan muchos registros.</p>
<p>Algunos historiadores –como <a href="https://press.princeton.edu/books/hardcover/9780691166834/the-fate-of-rome">Kyle Harper</a>, <a href="https://www.penguinrandomhouse.com/books/288954/collapse-by-jared-diamond/">Jared Diamond</a> y <a href="https://yalebooks.yale.edu/book/9780300219364/global-crisis">Geoffrey Parker</a>– utilizan los avances en este campo en expansión para construir relatos revisionistas completos sobre el ascenso y la caída de determinadas sociedades. Para ellos, las condiciones de nuestro planeta son mucho más significativas en el impulso de nuestra historia de lo que habíamos considerado.</p>
<h2>Cómo hacer frente a la adversidad</h2>
<p>Pero, ¿cómo se vivió un acontecimiento que cambió el clima como el que comenzó en el año 536? Es una pregunta que los historiadores siguen considerando a medida que revisamos nuestras fuentes.</p>
<p>La mayoría de los que vivían en el año 536 probablemente no sabían que lo tenían tan mal. Como historiadores, somos propensos a confiar demasiado en fragmentos anecdóticos cargados de fatalidad, como las citas de Procopio y Casiodoro. </p>
<p>Sin embargo, al igual que en el <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%ADndrome_de_la_rana_hervida">síndrome de la rana hervida</a>, el ciudadano medio de la época puede que solo se diera cuenta poco a poco de lo sombrías que se estaban volviendo las condiciones de su mundo. De hecho, el peor momento no fue en el año 536, sino algún tiempo después, cuando los efectos de las plagas y las sequías, el frío y las hambrunas se hicieron sentir de verdad.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/176224/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Miles Pattenden ha recibido fondos para hacer investigaciones en el pasado por la Academia Británica, la Comisión Europea, y el Gobierno de España.
</span></em></p>2020, 2021 y quizás ahora 2022, han sido años muy malos, pero comparados con lo que ocurrió en 536, un año en el que confluyeron la erupción de volcanes, una peste, una hambruna y un invierno interminable, parecen muy poca cosa.Miles Pattenden, Senior Research Fellow, Institute for Religion and Critical Inquiry/Gender and Women's History Research Centre, Australian Catholic UniversityLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1750852022-01-17T11:59:59Z2022-01-17T11:59:59ZPor qué la erupción volcánica en Tonga ha sido tan violenta, y qué podría ocurrir ahora<p>El reino de Tonga no suele atraer la atención mundial, pero la <a href="https://www.rnz.co.nz/international/pacific-news/459572/underwater-volcano-hunga-tonga-hunga-ha-apai-erupts-again">violenta erupción de un volcán submarino</a> el 15 de enero ha propagado ondas de choque, literalmente, por medio mundo. </p>
<p><div data-react-class="Tweet" data-react-props="{"tweetId":"1482259999724535809"}"></div></p>
<p>Normalmente, el volcán no parece gran cosa a simple vista. Consta de dos pequeñas islas deshabitadas, Hunga-Ha'apai y Hunga-Tonga, que se asoman unos 100 m sobre el nivel del mar a 65 km al norte de Nuku'alofa, la capital de Tonga. Pero bajo el agua se esconde un enorme volcán de unos 1 800 m de altura y 20 km de ancho.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="Un mapa del enorme volcán submarino junto a las islas Hunga-Ha'apai y Hunga-Tonga." src="https://images.theconversation.com/files/440948/original/file-20220115-27-82tzyq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/440948/original/file-20220115-27-82tzyq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=658&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/440948/original/file-20220115-27-82tzyq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=658&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/440948/original/file-20220115-27-82tzyq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=658&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/440948/original/file-20220115-27-82tzyq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=827&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/440948/original/file-20220115-27-82tzyq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=827&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/440948/original/file-20220115-27-82tzyq.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=827&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">El enorme volcán submarino junto a las islas Hunga-Ha'apai y Hunga-Tonga.</span>
<span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>El volcán Hunga-Tonga-Hunga-Ha'apai ha entrado en erupción regularmente en las últimas décadas. En 2009 y 2014/15, chorros calientes de magma y vapor explotaron sobre las olas. Sin embargo, estas erupciones fueron pequeñas comparadas con el fenómeno de enero de 2022.</p>
<p>Nuestra <a href="https://eos.org/science-updates/new-volcanic-island-unveils-explosive-past">investigación</a> sobre las erupciones anteriores sugiere que la más reciente es una de las explosiones masivas que el volcán es capaz de producir aproximadamente cada mil años. </p>
<p>¿Por qué las erupciones del volcán son tan explosivas, si el agua del mar debería enfriar el magma?</p>
<p>Si el magma asciende por el agua lentamente, incluso a temperaturas de unos 1 200 °C, se forma una fina película de vapor entre el magma y el agua. Esto proporciona una capa de aislamiento que permite que la superficie exterior del magma se enfríe. </p>
<p>Pero este proceso no funciona cuando el magma sale del suelo lleno de gas volcánico. Cuando el material entra rápidamente en el agua, las capas de vapor se rompen rápidamente, poniendo el magma caliente en contacto directo con el agua fría. </p>
<p>Los vulcanólogos llaman a esto “interacción combustible-refrigerante” y es similar a las explosiones químicas de tipo armamentístico. Las explosiones extremadamente violentas desgarran el magma. Entonces se inicia una reacción en cadena, con nuevos fragmentos de magma que exponen al agua nuevas superficies interiores calientes, y las explosiones se repiten, lanzando finalmente partículas volcánicas y provocando explosiones con velocidades supersónicas. </p>
<h2>Las dos escalas de las erupciones del Hunga</h2>
<p>La erupción de 2014/15 creó un cono volcánico, uniendo las dos antiguas islas del Hunga para crear una isla combinada de unos 5 km de largo. La visitamos en 2016 y descubrimos que estas erupciones históricas no eran más que <a href="https://eos.org/science-updates/new-volcanic-island-unveils-explosive-past">teloneras del fenómeno principal</a>. </p>
<p>Al cartografiar el fondo marino, descubrimos una “caldera” oculta a 150 m bajo las olas. </p>
<figure class="align-center ">
<img alt="Un mapa del fondo marino muestra los conos volcánicos y la caldera." src="https://images.theconversation.com/files/440944/original/file-20220115-19-nplel8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/440944/original/file-20220115-19-nplel8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=660&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/440944/original/file-20220115-19-nplel8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=660&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/440944/original/file-20220115-19-nplel8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=660&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/440944/original/file-20220115-19-nplel8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=829&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/440944/original/file-20220115-19-nplel8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=829&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/440944/original/file-20220115-19-nplel8.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=829&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Un mapa del fondo marino muestra los conos volcánicos y la enorme caldera.</span>
<span class="attribution"><span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>La caldera es una depresión en forma de cráter de unos 5 km de diámetro. Las pequeñas erupciones (como las de 2009 y 2014/15) se producen principalmente en el borde de la caldera, pero las muy grandes provienen de la propia caldera. Estas grandes erupciones tienen tal envergadura que la parte superior del magma en erupción se hunde hacia dentro, profundizando la caldera. </p>
<p>Tras observar la química de las erupciones pasadas, creemos que las pequeñas erupciones representan el sistema de magma recargándose lentamente para prepararse para un gran evento.</p>
<p>Encontramos pruebas de dos enormes erupciones pasadas de la caldera del Hunga en los depósitos de las antiguas islas. Las comparamos químicamente con los depósitos de ceniza volcánica de la mayor isla habitada, Tongatapu, a 65 km de distancia, y luego utilizamos las fechas de radiocarbono para demostrar que las grandes erupciones de la caldera se producen aproximadamente cada 1000 años, la última de ellas en el año 1100. </p>
<p>Con este conocimiento, la erupción del 15 de enero parece estar justo en la fecha prevista para una de las grandes. </p>
<h2>Qué podemos esperar que ocurra ahora</h2>
<p>Todavía estamos en medio de esta importante secuencia eruptiva y muchos aspectos siguen sin estar claros, en parte porque la isla está actualmente oscurecida por nubes de ceniza. </p>
<p>Las dos erupciones anteriores, del 20 de diciembre de 2021 y del 13 de enero de 2022, fueron de tamaño moderado. Produjeron nubes de hasta 17 km de altura y añadieron nuevas tierras a la isla combinada de 2014/15.</p>
<p>La última erupción ha aumentado la escala en términos de violencia. La pluma de ceniza tiene ya unos 20 km de altura. Lo más destacable es que se extendió de forma casi concéntrica a una distancia de unos 130 km del volcán, creando un penacho con un diámetro de 260 km, antes de que fuera distorsionado por el viento. </p>
<p><img src="https://cdn.theconversation.com/static_files/files/1920/2022-01_volcano_jan_13_ash%281%29.gif?1642274062" width="100%"></p>
<p>Esto supone una enorme potencia explosiva, que no puede explicarse únicamente por la interacción magma-agua. En cambio, muestra que grandes cantidades de magma fresco y cargado de gas han salido de la caldera.</p>
<p>La erupción también produjo un <a href="https://www.theguardian.com/world/2022/jan/15/tonga-tsunami-warning-as-volcano-erupts-at-sea">tsunami en todo Tonga</a> y en las vecinas Fiyi y Samoa. Las ondas de choque recorrieron muchos miles de kilómetros, se vieron desde el espacio y se registraron en Nueva Zelanda a unos 2 000 km de distancia. Poco después del inicio de la erupción, el cielo quedó oculto en Tongatapu, y la ceniza comenzó a caer.</p>
<p>Todos estos signos sugieren que la gran caldera de Hunga se ha despertado. Los tsunamis son generados por ondas de choque atmosféricas y oceánicas acopladas durante una explosión, pero también son fácilmente causados por desprendimientos submarinos y colapsos de calderas.</p>
<p>Todavía no está claro si esto es el clímax de la erupción. Representa una importante liberación de presión de magma que puede calmar el sistema. </p>
<p>Sin embargo, los depósitos geológicos de las anteriores erupciones del volcán contienen una advertencia. Estas complejas secuencias muestran que cada uno de los importantes episodios de erupción de la caldera ocurridos cada 1 000 años implicó muchos eventos de explosión separados. </p>
<p>Por lo tanto, el volcán Hunga-Tonga-Hunga-Ha'apai podría provocar una gran agitación volcánica durante varias semanas o incluso años. Por el bien del pueblo de Tonga, esperemos que no sea así.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/175085/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Shane Cronin recibe financiación de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Auckland para estudiar la erupción del Hunga de 2014-2015.</span></em></p>A la erupción reciente podrían seguirle varias semanas o incluso años de gran agitación volcánica.Shane Cronin, Professor of Earth Sciences, University of Auckland, Waipapa Taumata RauLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1690522021-10-11T21:40:33Z2021-10-11T21:40:33Z¿Cómo debería ser la actividad laboral en La Palma para evitar los riesgos del volcán?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/425682/original/file-20211011-23-134md79.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=26%2C13%2C4335%2C2890&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.flickr.com/photos/unidadmilitardeemergencias/51573037941/">Unidad Militar de Emergencias / Flickr</a></span></figcaption></figure><p>El escenario en la isla de La Palma generado por <a href="http://info.igme.es/eventos/Erupcion-volcanica-la-palma">la erupción del volcán</a> ha obligado a trasladar equipos de emergencia de todas las áreas para gestionar la situación y minimizar al máximo los riesgos asociados.</p>
<p>Si pensamos en las diferentes actividades laborales que tenían y tienen lugar en la isla, nos preguntamos: ¿cómo se debe trabajar para evitar los riesgos?</p>
<p>Pensamos en actividades de agricultura, turismo, industria, ganadería, pesca, administración, servicios, educación, deportivas, religiosas, científicas, emergencias, transporte, etc. </p>
<p>Para que las decisiones que se adopten sean las más adecuadas es conveniente apuntar próximos al origen del riesgo. Por eso, expondremos los <a href="https://issuu.com/iberdiaz/docs/ponencia_orp2020_bda_pzml_v7.1">principios atemporales</a> de la prevención de riesgos laborales desde la organización y la gestión. </p>
<p>Estos principios deberán inspirar las líneas de acción a nivel estratégico, táctico y operativo. Así afectará a la toma de decisiones de las personas: trabajadoras, empresarias y de administración.</p>
<h2>Importancia de la prevención de riesgos</h2>
<p>Para explicar la importancia de los aspectos atemporales en la gestión de los riesgos, los compararemos con la fase de replanteo y cimentación de un edificio. Si esta fase inicial de su ejecución no se hace correctamente, luego, por mucho que pongamos entusiasmo y buenas palabras, será muy probable que tengamos una gestión ineficaz.</p>
<p>Dicho de otra forma, las buenas decisiones vienen precedidas de la utilización de metodología y de elementos atemporales, de ciencia y técnica. Su consideración inicial es relevante.</p>
<p>Por eso, los aspectos atemporales son un buen punto de partida para la conversación entre las personas del ámbito laboral. Permite definir acciones y tomar decisiones que facilitan la actividad segura y saludable.</p>
<p>Tal y como decía Peter Drucker, “la planificación a largo plazo no es pensar en las decisiones futuras, sino en el futuro de las decisiones presentes”.</p>
<h2>¿Cómo actuar ante cualquier incidente o accidente?</h2>
<p>Ante el riesgo volcánico, la primera medida es que las personas en riesgo ocupen una zona segura y sigan las indicaciones de las autoridades, que deben ser verificables y estar contrastadas. </p>
<p>En este escenario, en Canarias, hay un marco general denominado: Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por riesgo volcánico en la Comunidad Autónoma de Canarias (<a href="http://www.involcan.org/wp-content/uploads/2018/10/boc-a-2018-154-3785.pdf">PEVOLCA</a>).</p>
<p>No obstante, a nivel operativo ante un incidente o accidente se actuará conforme a la secuencia P.A.S., siglas que corresponden a: proteger, alertar y socorrer.</p>
<p>Por tanto, el primer paso será mantener la calma, luego llamar a emergencias 1-1-2 y, por último, la intervención (socorrer) que realizarán las personas capacitadas, conforme a principios preventivos.</p>
<p>Para que el proceso sea estructurado, se deberá atender a las <a href="https://es.slideshare.net/iBER/actuacion-emergencia-y-evacuacion-basico">indicaciones de emergencia en la empresa</a> y conocer a <a href="https://issuu.com/iberdiaz/docs/comportamiento_humano_en_situacione_22c4b32c55ca5d">las personas</a> asignadas.</p>
<h2>¿Cuáles son los mayores riesgos?</h2>
<p>Entre los riesgos para el personal más próximo al volcán y las coladas, podemos encontrar la proyección de partículas, fragmentos y objetos incandescentes, la exposición a altas temperaturas, así como, los gases y vapores tóxicos que emanan de la erupción y los <a href="https://www.ign.es/web/ign/portal/vlc-teoria-general">materiales que fluyen</a>. </p>
<p>El resto de riesgos, tanto para dicho personal como para la población en general los encontramos en la presencia de polvo y partículas minerales. Pero también en la calidad del aire derivada de los contaminantes químicos. Sus efectos dependerán también de la dirección, sentido y velocidad de los vientos.</p>
<p>Dadas las características de otros volcanes similares, se prevé que su actividad <a href="https://theconversation.com/cuando-se-podra-actuar-sobre-el-terreno-afectado-por-el-volcan-de-la-palma-168683">permanezca durante un tiempo impreciso</a>. Por ello, se hace necesario continuar con las actividades y conciliarlas con el <a href="https://www.proteccioncivil.es/coordinacion/gestion-riesgos/geologicos/volcanes">riesgo volcánico</a> y del virus SARS-CoV-2, entre otros.</p>
<p>Dada la diversidad y complejidad de las actividades que en el terreno se están realizando, los principales riesgos teóricos son:</p>
<ol>
<li><p>El mayor riesgo es el desconocimiento de los riesgos o no querer considerarlos.</p></li>
<li><p>El segundo mayor riesgo es adoptar medidas de protección o prevención, colectivas o individuales, inadecuadas.</p></li>
<li><p>El tercer mayor riesgo es la infodemia y la infoxicación. Es decir, tener y difundir información errónea o tener exceso de información.</p></li>
</ol>
<h2>¿Cómo protegerse adecuadamente frente a la erupción?</h2>
<p>Es conveniente considerar los <a href="https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-1995-24292&p=20141229&tn=1#a15">principios preventivos</a>. Lo más efectivo es eliminar el riesgo, a veces, esto no es posible. En estos casos, es necesario adoptar medidas colectivas para minimizar los factores de riesgo y el riesgo al máximo. </p>
<p>En esta etapa se mantienen algunos riesgos residuales, por lo que es necesario utilizar equipos de protección individual (EPI). </p>
<p>Los medios de protección irán en función de las partes del cuerpo que sea necesario proteger en cada momento. Los más comunes son las <a href="https://www.lamoncloa.gob.es/serviciosdeprensa/notasprensa/justicia/Paginas/2021/240921-justicia_toxicologia.aspx">barreras</a> mediante los ya mencionados EPI; mascarillas filtrantes para polvo partículas (P3) para evitar daños respiratorios; filtros de carbono para la protección frente a gases químicos instalados en máscara buconasal; gafas de seguridad con sellamiento a la cara y una <a href="https://theconversation.com/los-peligros-para-los-ojos-de-la-erupcion-volcanica-de-la-palma-168672">hermeticidad apropiada para proteger la vista</a>, etc. </p>
<p>Por su parte, para la <a href="https://www3.gobiernodecanarias.org/noticias/el-pevolca-mantendra-el-dispositivo-de-seguridad-con-la-misma-intensidad-mientras-dure-la-erupcion/">población general</a>, en las zonas afectadas por las cenizas, es recomendable estar en interiores, usar mascarillas FFP2, gafas de protección, guantes, gorra y ropa de manga larga.</p>
<h2>¿Debe continuar la actividad laboral en la isla?</h2>
<p>El volcán produce en la superficie terrestre deformaciones y movimientos que pueden afectar a las infraestructuras, viviendas y otros elementos.</p>
<p>Para que la actividad laboral continúe, la <a href="https://www.insst.es/documentacion/catalogo-de-publicaciones/guia-tecnica-para-la-evaluacion-y-la-prevencion-de-los-riesgos-relativos-a-la-utilizacion-de-los-lugares-de-trabajo">reglamentación española sobre lugares de trabajo</a> indica que deben estar en adecuadas condiciones de solidez, resistencia, estabilidad y ventilación que garanticen la actividad.</p>
<p>La hidratación de las personas trabajadoras se debe garantizar utilizando en toda la zona afectada agua potable embotellada. Asimismo, se deberá hacer un <a href="https://theconversation.com/como-afectan-las-erupciones-volcanicas-a-la-calidad-del-agua-168627">seguimiento adecuado y suficiente del suministro de agua</a> para su uso, controlando los acuíferos.</p>
<p>También es imprescindible mantenerse alerta en los trabajos en espacios confinados (pozos, galerías, cuevas y similares) y multiplicar la protección y la monitorización del área de trabajo y las zonas próximas.</p>
<p>Por último, los riesgos por cenizas, deslizamientos, vapores, humos, sísmicos, etc. se deben considerar para preservar el buen estado de seguridad y salud de las personas profesionales.</p>
<p>Para que todo funcione de manera óptima, las personas que se ocupen del liderazgo en la organización deben tener un rol de escucha activa, resiliente y transformador de las situaciones volátiles, inciertas, complejas, cambiantes y ambiguas. De la misma forma, han de estar atentas a los fenómenos anómicos y de <em><a href="https://www.insst.es/documents/94886/327446/ntp_704.pdf/9a205bee-9bd7-4221-a1ae-39b737974768">burnout</a></em> o síndrome de agotamiento por el trabajo (SQT), ocasionado también por el <a href="https://www.insst.es/documents/94886/326827/ntp_318.pdf/2c36529c-e315-4b60-9b6d-33cb81a8bfd0">estrés</a>.</p>
<p>Para ello, es fundamental mantener una prevención proactiva que considere relevante una adecuada comunicación, con la participación real de los grupos de interés, que permita desarrollar la resiliencia personal, <a href="https://www.une.org/encuentra-tu-norma/busca-tu-norma/norma/?c=N0063820">organizacional</a> y social desde la prevención positiva. Considerando desde la psicosociología aplicada tres <a href="http://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/44837/9789243548203_spa.pdf;jsessionid=88CA32DAA1D4501AE44976F481955210?sequence=1">principios de actuación</a>: observar, escuchar y conectar.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/169052/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Para continuar con la actividad laboral tras la erupción es necesario considerar los aspectos atemporales de la prevención de riesgos laborales, así como los mayores riesgos teóricos.Bernardo Diaz-Almeida, Profesor ATP del Departamento de Análisis Económico Aplicado. Coordinador de Formación y Reacción al Fuego del ICASEL - Gobierno de Canarias. Doctorando en Economía, Turismo y Gestión - ULPGC, Universidad de Las Palmas de Gran CanariaMarcos Antonio Pérez Delgado, Tco. Superior en Prevención de Riesgos Laborales / Profesor colaborador Máster Universitario, Universidad de Las Palmas de Gran CanariaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1693212021-10-07T19:26:25Z2021-10-07T19:26:25Z¿Cómo habría cambiado la erupción de La Palma si se hubiese producido bajo el agua?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/425232/original/file-20211007-23-2zbuuu.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C1%2C1024%2C677&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Erupción del volcán Fukutoku-Oka-no-Ba en 1986. </span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://volcano.si.edu/gallery/ShowImage.cfm?photo=GVP-02096">Iwashita / Agencia Meteorológica de Japón</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nc/4.0/">CC BY-NC</a></span></figcaption></figure><p>Conocer dónde puede producirse un nuevo centro emisor volcánico mediante una monitorización continua de todos los parámetros físicos y químicos es de gran interés. Así se puede paliar de forma más eficiente el impacto de una erupción sobre personas y bienes.</p>
<p>Los <a href="https://www.efe.com/efe/canarias/medio-ambiente-y-ciencia/se-intensifica-la-actividad-sismica-en-palma-y-aumenta-deformacion/50001310-4632912">focos sísmicos registrados en La Palma</a> desde el día 11 al 21 de septiembre de 2021 evolucionaron desde los 10 km de profundidad al sur de la isla hasta niveles menos profundos localizados más al norte. Este hecho y la deformación vertical acumulada en esta última zona <a href="https://theconversation.com/la-historia-volcanica-de-la-palma-ha-permitido-prever-la-erupcion-a-tiempo-168441">predijeron con éxito una erupción volcánica</a> sobre la superficie terrestre.</p>
<p>El resultado fue una erupción explosiva de tipo estromboliano, con emisión ininterrumpida de piroclastos, y la creación de un importante cono de escorias. Posteriormente se ha producido la coexistencia de esta erupción explosiva con una erupción efusiva en la que se están emitiendo importantes volúmenes de coladas de lava.</p>
<p>Pero… ¿qué hubiera pasado si las predicciones hubiesen indicado una erupción del mismo tipo de magma en un área marina o en una zona con acuíferos?</p>
<h2>Erupciones submarinas profundas</h2>
<p>En este caso, todo dependería de la relación entre el volumen de agua y el de magma que entran en contacto. Esta relación va a condicionar de forma significativa el mecanismo eruptivo.</p>
<p>Así, si la relación agua/magma es muy elevada, lo cual ocurre cuando el magma surge a gran profundidad en un medio submarino, entonces el mismo magma va a desarrollar un vulcanismo exclusivamente efusivo, originando únicamente lavas con morfologías almohadilladas (<em>pillow lavas</em>). Esto es debido a que la presión ejercida por la columna de agua (presión hidrostática) impide que los volátiles disueltos en el magma se expandan y exploten. Este tipo de lavas también se ha descrito en las superficies frontales de los deltas de lava originados cuando las coladas terrestres muy poco viscosas llegan al mar.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/425216/original/file-20211007-8001-1s5ryzo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/425216/original/file-20211007-8001-1s5ryzo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/425216/original/file-20211007-8001-1s5ryzo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=335&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/425216/original/file-20211007-8001-1s5ryzo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=335&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/425216/original/file-20211007-8001-1s5ryzo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=335&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/425216/original/file-20211007-8001-1s5ryzo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=421&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/425216/original/file-20211007-8001-1s5ryzo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=421&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/425216/original/file-20211007-8001-1s5ryzo.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=421&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Lavas almohadilladas.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://oceanexplorer.noaa.gov/explorations/06fire/background/volcanism/media/pillow_lava.html">Submarine Ring of Fire 2002 Exploration, NOAA-OE</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Si la erupción fuera submarina y la presión hidrostática se hubiera mantenido en valores moderados, esto es, si el magma hubiera surgido a una profundidad menor, entonces se habría producido un vulcanismo muy similar al que generó el volcán Tagoro en 2011 en <a href="https://theconversation.com/el-hierro-revela-nuevos-secretos-sobre-como-funcionan-los-volcanes-166447">la isla de El Hierro</a>.</p>
<p>Este volcán submarino creció desde los 375 a los 89 m de profundidad y <a href="https://agupubs.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1002/2016GC006733">tuvo dos fases de construcción separadas por un colapso del edificio</a>. A dichas profundidades su actividad eruptiva alternó fases explosivas y fases efusivas. </p>
<p>Durante las fases explosivas se emitió material piroclástico de composición similar al del volcán de La Palma, que fue transportado a la superficie marina junto con los gases de la actividad magmática. Posteriormente hubo una actividad efusiva en la que se generaron lavas almohadilladas que cubrieron los depósitos piroclásticos previos. Este proceso eruptivo culminó en un vulcanismo submarino explosivo con emisión de nuevos piroclastos. El vulcanismo explosivo en este caso no fue muy violento.</p>
<h2>Erupciones a poca profundidad y en acuíferos</h2>
<p>Sin duda, las erupciones en las que se libera mayor energía explosiva se producen en zonas donde la relación agua/magma es muy baja, como son aquellas donde el magma interacciona con un acuífero terrestre o surge a escasos metros de profundidad en el mar. </p>
<p>En estos casos, la escasa presión que ejerce la columna de agua hace que la energía térmica del magma se transfiera al agua que se vaporiza de forma instantánea. Esto hace que dicha energía térmica se transforme en mecánica, produciendo una fragmentación mayor del magma con el consiguiente aumento de su explosividad. Es como echar algo de agua a una sartén con aceite hirviendo. Se trata de erupciones freatomagmáticas muy explosivas.</p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/425219/original/file-20211007-13-12t4m75.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/425219/original/file-20211007-13-12t4m75.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/425219/original/file-20211007-13-12t4m75.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=960&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/425219/original/file-20211007-13-12t4m75.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=960&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/425219/original/file-20211007-13-12t4m75.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=960&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/425219/original/file-20211007-13-12t4m75.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1206&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/425219/original/file-20211007-13-12t4m75.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1206&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/425219/original/file-20211007-13-12t4m75.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1206&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Erupción freatomagmática en el monte Santa Helena (Washington) el 4 de abril de 1980.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://web.archive.org/web/20080211113845/http://volcanoes.usgs.gov/Products/Pglossary/HydroVolcEruption.html">D.A. Swanson / United States Geological Survey</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>En este tipo de erupciones, desde la boca eruptiva va a ser expulsada a gran velocidad una mezcla de partículas piroclásticas suspendidas dentro del vapor de agua y de los gases volcánicos, desarrollándose una columna vertical que alcanzará una mayor altura que las erupciones estrombolianas.</p>
<p>En estas columnas, los piroclastos más gruesos describirán trayectorias balísticas similares a las observadas en erupciones estrombolianas. Pero cuando el vapor de agua se condense a gran altura, esta columna perderá su impulso y su capacidad de retener las partículas, por lo que su carga caería en masa fluyendo en todas las direcciones en forma de una mezcla muy diluida de gas y piroclastos denominada oleada basal.</p>
<p>Estos flujos son turbulentos, es decir, que las partículas transportadas son mantenidas en suspensión por los remolinos del medio gaseoso. Como resultado, la oleada piroclástica puede alcanzar varios kilómetros desde el cráter a velocidades muy superiores a 40 km/h y con temperaturas al menos de 250 °C. Son similares a huracanes, pero extremadamente calientes. Estos flujos suelen moverse a ras del agua o del suelo y pueden incluso alcanzar zonas elevadas del terreno.</p>
<p>Los depósitos formados por este tipo de erupción son diferentes a los originados por otros procesos eruptivos. En ellos se pueden observar, entre otros rasgos, gran cantidad de piroclastos dispuestos en capas y con estructuras muy similares a las que se observan en las dunas. Esto sugiere que el mecanismo de transporte de las partículas en estos flujos es muy similar al del viento (transporte por tracción). </p>
<p>Del estudio de este tipo de depósitos <a href="https://appliedvolc.biomedcentral.com/track/pdf/10.1186/s13617-019-0085-5.pdf">se ha deducido que la actividad hidromagmática en La Palma tiende a concentrarse en el área de la cumbre o cerca de la costa</a>.</p>
<p>Una vez desaparecida la película de agua que generó este tipo de erupción, el vulcanismo va a seguir su curso, pero de forma menos explosiva.</p>
<p>Por consiguiente, el mecanismo eruptivo no depende solo de las propiedades intrínsecas del magma: también, y a veces en gran medida, del área donde se halla la boca eruptiva. Por eso es necesaria una monitorización continua de todos los parámetros físicos y químicos que permitan predecir su ubicación.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/169321/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>La forma en que un volcán expulsa lava, fragmentos de roca y gases no solo depende de las propiedades del magma, también de dónde se produzca su salida.Teodosio Donaire Romero, Profesor Titular de Universidad (área de Petrología y Geoquímica), Universidad de HuelvaEmilio Pascual Martínez, Catedrático jubilado de Petrología y Geoquímica. Profesor Honorario y colaborador en investigación en la Universidad de Huelva , Universidad de HuelvaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1692102021-10-05T19:31:42Z2021-10-05T19:31:42ZLa erupción ha arrasado la vegetación de La Palma, pero resurgirá de sus cenizas<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/424553/original/file-20211004-27-1dn0y9.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=1%2C3%2C1276%2C848&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Campos arrasados por la lava en el municipio de El Paso el 20 de septiembre de 2021.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:2021_La_Palma_eruption_3.jpg">Wikimedia Commons / Eduardo Robaina</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span></figcaption></figure><p>Hasta hace prácticamente un mes conceptos vulcanológicos como “enjambres sísmicos”, “erupciones estrombolianas”, “piroclastos” y “coladas de lava” se nos hacían extraños. Ahora con la <a href="https://theconversation.com/es/topics/erupcion-de-la-palma-110413">erupción del volcán Cumbre Vieja</a>, en la isla de La Palma, estamos teniendo la oportunidad de contemplar su evolución de cerca.</p>
<p>Si bien las erupciones volcánicas son fenómenos insólitos en nuestras latitudes (y por ello tildados de espectáculo), son también una de las muestras más impresionantes y aterradoras de la furia de la naturaleza. De ello fuimos testigos el pasado 19 de septiembre de 2021. Así, ese día, mientras una imponente columna de gases y ceniza se alzaba sobre las primeras bocas y la lengua de lava surcaba la dorsal del volcán Cumbre Vieja, la vida de los habitantes de La Palma dio un giro de 180 grados.</p>
<p>Con una economía fuertemente ligada al turismo y al cultivo platanero, la crisis volcánica está teniendo importantes consecuencias socioeconómicas para las poblaciones circundantes al volcán. Los datos así lo indican: cerca de 6 000 personas evacuadas, más de 390 hectáreas arrasadas por el paso de la lava, casi un millar de edificaciones destruidas, kilómetros de carreteras cortadas y más de 3 000 hectáreas cubiertas de ceniza, muchas de ellas de cultivo. </p>
<p>En este momento, con la lava procedente del volcán Cumbre Vieja formado una fajana o delta en la costa oeste de la isla de La Palma, surgen multitud de cuestiones relacionadas con el mundo vegetal. Intentaremos arrojar luz sobre algunas de ellas: ¿cuáles son los efectos fisiológicos a corto plazo en la vegetación? ¿Supone la erupción un punto final para la vegetación terrestre de esa parte de la isla? ¿Será posible volver a cultivar en las zonas colindantes al volcán?</p>
<h2>El ocaso de las plantas y cultivos</h2>
<p>Durante las erupciones volcánicas, junto a las emanaciones de lava, <a href="https://theconversation.com/como-afectan-las-emisiones-volcanicas-de-la-palma-al-medio-ambiente-y-a-la-salud-168407">gases tóxicos</a> como el dióxido de azufre y haluros de hidrógeno y especies volátiles de metales tan nocivos como el mercurio, plomo y arsénico, se eyectan a la atmósfera grandes cantidades de materiales piroclásticos, como escorias y cenizas de diferentes tamaños. Y como sabemos, todo lo que sube vuelve a bajar. Más allá de la destrucción causada por la lava, la caída de escorias y cenizas produce un gran impacto sobre el suelo, así como sobre la fauna y la flora que lo habita. </p>
<p>Sin posibilidades de huir, la caída y deposición de escorias y cenizas volcánicas resulta letal para la vegetación terrestre (figura 1A). Los daños físicos como la rotura de tallos y hojas por exceso de peso, la abrasión por el arrastre del viento, la asfixia y el enterramiento de las plantas más pequeñas son los más evidentes. Sin embargo, hay otros que pueden pasar inadvertidos. </p>
<p>La deposición de cenizas en las hojas impide la captura de luz y el intercambio gaseoso que posibilitan uno de los procesos fisiológicos más importantes para el equilibrio de los ecosistemas y el sustento de la vida en la Tierra: la fotosíntesis. </p>
<p>No hay que olvidar que gracias a la fotosíntesis, el CO₂ atmosférico se fija en las plantas liberando oxígeno a la atmósfera. Además, la fotosíntesis es el proceso central y primario gracias al cual las plantas crecen y se desarrollan y producen diversos metabolitos, dando lugar a multitud de materias primas esenciales para la supervivencia de nuestra sociedad como alimentos, medicamentos y madera y papel.</p>
<p>Así pues, sin fotosíntesis, esas plantas con las hojas cubiertas de ceniza difícilmente podrán mantener sus funciones vitales y sobrevivir. Las flores también pueden quedar cubiertas por la ceniza, obstaculizando la polinización y, en consecuencia, dificultando la reproducción y la producción de frutos. Al mismo tiempo, las cenizas volcánicas suelen tener un recubrimiento ácido que, en contacto con el agua de lluvia, podría tener un efecto corrosivo sobre el follaje y los cultivos, reduciendo su valor comercial. </p>
<p>Existen, además, otros riesgos que, aunque poco probables, podrían ser dañinos. Hablamos de aquellos asociados a la lluvia ácida resultante de la conversión del SO₂ en ácido sulfúrico al combinarse con el vapor de agua atmosférico y a la contaminación derivada de la deposición de los metales. La corrosión de la vegetación y una progresiva acidificación, contaminación y perdida de salud de los suelos serían sus consecuencias más notables. Con el tiempo esto daría lugar a suelos sin vegetación, empobrecidos en nutrientes y propensos a la erosión.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/424493/original/file-20211004-23-1kcphdk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/424493/original/file-20211004-23-1kcphdk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/424493/original/file-20211004-23-1kcphdk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=224&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/424493/original/file-20211004-23-1kcphdk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=224&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/424493/original/file-20211004-23-1kcphdk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=224&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/424493/original/file-20211004-23-1kcphdk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=282&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/424493/original/file-20211004-23-1kcphdk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=282&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/424493/original/file-20211004-23-1kcphdk.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=282&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Figura 1: (A) Impactos de la erupción del volcán sobre la vegetación en la zona de influencia y (B) oportunidades que surgirán a largo plazo en los terrenos afectados.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.vecteezy.com/free-vector/volcano">Imagen del volcán de Vecteezy</a>, <span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Pero hay esperanza, y se viste de verde</h2>
<p>Hasta ahora hemos puesto el foco en los potenciales efectos negativos de la erupción del volcán a corto y medio plazo. Sin embargo, es hora de ver la cara B de la erupción y transmitir una mirada optimista y resiliente de cara al futuro de los palmeros.</p>
<p>A pesar de que las plantas desaparecen, los terrenos hoy cubiertos de cenizas en las faldas del volcán se volverán fértiles y productivos a largo plazo, haciendo posible que la vida regrese, con más vigor si cabe, a la perla verde del archipiélago canario (figura 1B). </p>
<p>Sólo tenemos que echar la vista atrás y mirar sucesos similares en las islas vecinas o en aquellas localizadas en el <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Cintur%C3%B3n_de_Fuego_del_Pac%C3%ADfico">anillo de Fuego del Pacífico</a>. Los suelos de origen volcánico (también conocidos como andisoles) cubren solo el 1 % de la superficie de la Tierra, pero contienen alrededor del 5 % del carbono global del suelo. </p>
<p>Formados principalmente a partir de las cenizas volcánicas, son suelos con unas propiedades físico-químicas y mineralógicas singulares que los hacen muy fértiles. Los <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Andosol">andisoles</a> jóvenes tienen una baja densidad aparente y son muy porosos. En general, estos suelos se caracterizan por una alta capacidad de intercambio catiónico y de retención hídrica, una fuerte retención de fosfatos (que son nutrientes esenciales), un alto contenido en aluminio y hierro y su tendecia a acumular materia orgánica. Por todo ello son suelos propicios para el establecimiento de especies, tanto de forma planificada (cultivos) como de forma espontánea (plantas en general).</p>
<p>Aunque la recuperación de la vegetación y de la agricultura en los suelos volcánicos que comienzan a formarse ahora se ve lejana, no existe la menor duda de que de nuevo plantas y cultivos se instalarán sin problemas en estos terrenos noveles. </p>
<p>Para hacerlo posible, será necesario, no obstante, que se establezca una estrecha red de comunicación y colaboración entre la comunidad científica, el sector agrícola, las autoridades y la sociedad en general, puesto que las medidas a adoptar durante la fase de recuperación tras la erupción serán la llave para la promoción de la biodiversidad y, por lo tanto, para el equilibrio económico de La Palma.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/169210/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>La recuperación de la vegetación y de la agricultura en los suelos volcánicos de nueva formación llevará tiempo, pero llegará.Raquel Esteban, Profesora de Fisiología Vegetal, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko UnibertsitateaMaría Teresa Gómez Sagasti, Investigadora, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko UnibertsitateaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1687042021-10-03T19:44:53Z2021-10-03T19:44:53ZEnjambres desde 2017, imágenes RADAR y modelos matemáticos: así detectamos que el volcán de La Palma se iba a reactivar<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/424086/original/file-20210930-16-17nk6sp.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C5%2C3407%2C1910&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">El nuevo volcán de La Palma visto desde la misión Copernicus Sentinel-2.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.esa.int/ESA_Multimedia/Images/2021/09/The_Cumbre_Vieja_volcano_on_La_Palma#.YVX91d90REI.link">ESA</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span></figcaption></figure><p>Seguimos pendientes de la erupción en la Isla de La Palma desde el pasado día 19 de septiembre en que debutó el que algunos ya llaman Volcán Cabeza de Vaca. Vino precedida de un enjambre sísmico, muy cerca de anteriores erupciones en la isla. Desde ese momento han surgido en la población muchas preguntas. Algunas de ellas intentamos contestarlas con la monitorización volcánica.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/423899/original/file-20210929-28-umui96.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/423899/original/file-20210929-28-umui96.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=736&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/423899/original/file-20210929-28-umui96.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=736&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/423899/original/file-20210929-28-umui96.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=736&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/423899/original/file-20210929-28-umui96.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=925&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/423899/original/file-20210929-28-umui96.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=925&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/423899/original/file-20210929-28-umui96.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=925&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Mapa geológico de la isla de La Palma.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Fernandez et. al.</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Monitorización volcánica</h2>
<p>La monitorización volcánica pretende avanzar en el conocimiento de la estructura y la dinámica de estas zonas activas. Su objetivo es suministrar información fundamental a la hora de evaluar los peligros y realizar la toma de decisiones por parte de Protección Civil.</p>
<p>Este proceso se realiza analizando los datos históricos del volcán junto con los datos que se registran en el terreno y de forma remota. La correcta interpretación de los datos que se obtienen, especialmente para alerta y pronóstico, dependen críticamente de un adecuado entendimiento científico de la estructura de los volcanes y de sus procesos. Esto es necesario tanto en general como para cada volcán específico.</p>
<p>Para la monitorización volcánica disponemos de varias herramientas de observación sobre el terreno: la geoquímica, la observación térmica y de gases, la geodesia y geomática (que miden y modelan las deformaciones y variaciones de gravedad) y la geofísica. Esta monitorización se realiza antes, durante y después de las erupciones. Normalmente existen organismos que tienen oficialmente esta responsabilidad, apoyándose en técnicas desarrolladas y testadas por la comunidad científica.</p>
<p>Una vez recogidas todas estas observaciones es necesario interpretarlas mediante modelos que integren todos estos datos y nos indiquen lo que está pasando bajo el subsuelo.</p>
<p>El Instituto Geográfico Nacional mantiene una red sísmica que ha detectado enjambres entre 2017 y 2021. Estos, junto a anomalías de gases y geoquímicas medidas junto al Instituto Volcanológico de Canarias, manifestaban efectos de una posible intrusión.</p>
<p>La deformación del terreno es un precursor muy sensible a largo plazo. Esta se mide mediante la interferometría RADAR mediante satélite (DInSAR), que permite el análisis de las deformaciones de muy amplias regiones con muy alta precisión.</p>
<p>En La Palma se han analizado estas deformaciones y su variación <a href="https://www.nature.com/articles/s41598-021-82292-3.pdf">desde 2006 hasta 2020</a> mediante los satélites ENVISAT, RADARSAT-2 y COPERNICUS SENTINEL. En la figura se ven en amarillo las zonas del terreno que se alejan del satélite, en verde las que no varían y en azul las que se acercan. Se han contrastado estos resultados con resultados de estaciones GPS (GNSS).</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/423900/original/file-20210929-16-pv7tuw.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/423900/original/file-20210929-16-pv7tuw.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/423900/original/file-20210929-16-pv7tuw.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=475&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/423900/original/file-20210929-16-pv7tuw.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=475&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/423900/original/file-20210929-16-pv7tuw.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=475&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/423900/original/file-20210929-16-pv7tuw.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=597&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/423900/original/file-20210929-16-pv7tuw.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=597&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/423900/original/file-20210929-16-pv7tuw.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=597&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">En amarillo, las zonas del terreno que se alejan del satélite; en verde, las que no varían; en azul, las que se acercan</span>
<span class="attribution"><span class="source">Fernandez et. al.</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Modelado tridimensional que nos ayuda a interpretar los datos</h2>
<p>La interpretación de estas observaciones se ha realizado mediante un modelo de inversión de última generación. Este ha sido desarrollado por este grupo de investigadores que, en lenguaje cotidiano, es capaz de localizar y caracterizar los volúmenes que ejercen la presión y los diferentes tipos de fracturas (dislocaciones) que pueden representar fuentes magmáticas y sus caminos. </p>
<p>Así se determina la ubicación, tamaño y forma tridimensional de las fuentes de presión positiva representadas en rojo en la figura:</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/423902/original/file-20210929-22-1shp0ze.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/423902/original/file-20210929-22-1shp0ze.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/423902/original/file-20210929-22-1shp0ze.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=352&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/423902/original/file-20210929-22-1shp0ze.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=352&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/423902/original/file-20210929-22-1shp0ze.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=352&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/423902/original/file-20210929-22-1shp0ze.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=442&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/423902/original/file-20210929-22-1shp0ze.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=442&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/423902/original/file-20210929-22-1shp0ze.PNG?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=442&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">En rojo, las fuentes de presión positiva.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Fernandez et. al.</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>La comparación e integración de estos resultados con la sismicidad y las anomalías de gases y geoquímicas ha permitido generar un modelo conceptual explicando la evolución del proceso de reactivación volcánica detectada.</p>
<p>En su inicio, entre 2009 y 2010, el magma comenzó a ascender desde un almacenamiento situado bajo el sur de la isla a una profundidad de entre 25 y 30 km. Este proceso tuvo lugar a lo largo del límite del Complejo Volcánico Norte y Cumbre Vieja. Esto puede comprobarse en la siguiente figura:</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/423903/original/file-20210929-23-1ej36nm.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/423903/original/file-20210929-23-1ej36nm.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/423903/original/file-20210929-23-1ej36nm.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=259&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/423903/original/file-20210929-23-1ej36nm.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=259&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/423903/original/file-20210929-23-1ej36nm.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=259&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/423903/original/file-20210929-23-1ej36nm.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=326&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/423903/original/file-20210929-23-1ej36nm.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=326&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/423903/original/file-20210929-23-1ej36nm.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=326&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">La línea amarilla representa el ascenso del magma.</span>
<span class="attribution"><span class="source">Fernandez et. al.</span>, <span class="license">Author provided</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>El magma ascendió hasta entre 8 y 10 km de profundidad, produciendo anomalías de gases y geoquímicas registradas en 2010 y 2011 sobre este camino. Este ascenso se realizó por zonas fracturadas y frágiles, no consolidadas, asociadas probablemente a erupciones recientes, sin actividad sísmica.</p>
<p>La magnitud de los desplazamientos del terreno medidos y la falta de cambios significativos de gravedad sugieren un pequeño volumen de magma acumulado. </p>
<p>Posteriormente, en 2011 y 2012, medimos la deformación pero no tenemos una alta confianza en los resultados de la inversión. Entonces la entrada de una pequeña cantidad de magma continúa siguiendo un camino similar, como se refleja en las anomalías de gases medidas por Instituto Volcanológico de Canarias en la zona de Cumbre Vieja en 2013.</p>
<p>Pequeños volúmenes de magma ascendieron probablemente por la misma ruta, no habiendo sismicidad durante estos períodos. </p>
<p>Al inicio del período 2017-2020 tenemos dos enjambres sísmicos (octubre de 2017 y febrero de 2018) que fueron asociados a recientes fracturas, probablemente abriendo nuevos caminos favoreciendo el ascenso del magma, reflejado nuevamente en las señales geoquímicas observadas así como el aumento de tamaño e importancia de las fuentes de dislocación en Cumbre Vieja.</p>
<p>Estos resultados han sido posibles al utilizar técnicas de observación e interpretación de última generación, detectando pequeñas deformaciones de forma significativa e interpretándolas de forma muy completa.</p>
<p>A la pregunta que hoy está en boca de todos podemos por tanto responder que todavía es difícil predecir el momento y lugar de una erupción, pero la monitorización volcánica nos permite aproximarnos cada vez más.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/168704/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Juan F. Prieto Morín participa en programas de investigación que reciben fondos del Plan Nacional de I+D+i. Actualmente es Profesor Titular de la Universidad Politécnica de Madrid</span></em></p>El Instituto Geográfico Nacional mantiene una red sísmica que ha detectado enjambres entre 2017 y 2021. Estos, junto a anomalías de gases y geoquímicas medidas junto al Instituto Volcanológico de Canarias, manifestaban efectos de una posible intrusión.Juan F. Prieto Morín, Profesor e Investigador en Sistemas de Posicionamiento por Satélite y Detección Remota para la Observación de la Tierra, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1686832021-09-26T20:00:50Z2021-09-26T20:00:50Z¿Cuándo se podrá actuar sobre el terreno afectado por el volcán de La Palma?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/423120/original/file-20210924-20-134j8g0.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C2556%2C1705&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Erupción volcánica de La Palma.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:LUN_8419.jpg">Wikimedia Commons / Eduardo Robaina</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span></figcaption></figure><p>Lo que está sucediendo en la isla de La Palma no es una erupción extraordinaria. Estamos viendo imágenes espectaculares pero dentro de las erupciones volcánicas esta es de las de tipo más común y muy similar a las erupciones históricas que ha habido en las Islas Canarias.</p>
<p>Como toda erupción volcánica, entraña un riesgo porque ha habido perdidas importantes y habrá más si el evento continúa, pero el riesgo para la población es mínimo.</p>
<h2>Así será la llegada de la lava al mar</h2>
<p>Es cierto que se ha hablado de los posibles riesgos que puede generar la llegada de la lava al mar. Sin embargo, lo único que sucederá es que la lava se enfriará y el agua del mar se calentará.</p>
<p>Como ese calentamiento es muy súbito, el agua se evaporizará emitiendo columnas de vapor y, posiblemente, pequeñas explosiones por la expansión de esa vaporización.</p>
<p>Aunque la emisión de gases ligados a este proceso pueda abordarse como uno de los problemas más significativos, debemos valorar que esos gases serán exactamente los mismos que los que ya hay, los que tiene la lava desde el momento que comenzó la erupción. Entre ellos destacan el dióxido de azufre o el dióxido de carbono, pero las cantidades seguirán siendo las mismas.</p>
<p>No aumentarán y, aunque no debe haber nadie cerca, no podemos considerar riesgos añadidos porque las nubes de vapor llegarán bastante arriba en la atmósfera y no tendrán una afectación directa sobre nosotros. Es lo mismo que ya está sucediendo: los gases ascienden y la afectación a nivel del suelo es mínima.</p>
<p>Por otro lado, la llegada de la lava a las aguas subterráneas y los acuíferos sí podría suponer un riesgo dado que estas podrían contaminarse rápidamente con los gases propios de la erupción. Esto podría suceder porque en La Palma hay una red de acuíferos importante y podrían dejar de ser aptos para el consumo.</p>
<p>No obstante, es un asunto que se puede identificar a tiempo, por lo que los responsables ya se estarán ocupando de controlar los componentes del agua de la zona.</p>
<p>En general, todos estos gases permanecerán durante el tiempo que dure la erupción ya que es una característica específica de este tipo de erupciones. Pero después se disiparán muy rápidamente en la atmósfera, acelerados por el enfriamiento de las lavas, y dejaremos de percibirlos. </p>
<h2>Recomponer las infraestructuras, el primer paso</h2>
<p>Entonces será el momento de preguntarnos qué tiempo requiere actuar sobre el terreno, pues en este caso sí hablaremos de tiempos mucho más largos. Lo primero que se podrá hacer en esta área será una recuperación mecánica. </p>
<p>En este sentido, será necesario recomponer todas las infraestructuras que se han dañado, como las carreteras, los tendidos eléctricos y las canalizaciones de agua. Este es el modo de actuación habitual en otros lugares como Hawái o Islandia, donde tienen problemas de este tipo muy a menudo e intentan recuperar muy rápidamente las infraestructuras vitales.</p>
<p>Todo esto se podrá realizar en relativamente poco tiempo. El principal obstáculo es la temperatura de la lava pues, evidentemente, se enfría muy rápidamente por fuera pero no sucede de la misma forma por dentro.</p>
<p>Dependiendo del grosor que ha adquirido la lava, que en este caso es de varios metros, la mecanización deberá esperar más o menos, aunque siempre se tendrá que hacer con la mayor precaución posible porque el calor de la lava puede durar también muchos meses o años. </p>
<p>Podemos hablar de meses hasta unos pocos años, en función del tipo de mecanización que se quiera llevar a cabo. Pero lo que desde luego no será inmediato será la construcción de nuevas viviendas.</p>
<h2>Reconstrucción de zonas de cultivo</h2>
<p>Lo más problemático será conseguir que este terreno sea apto para el cultivo. Para que esto ocurra, debe desarrollarse un proceso natural al que llamamos meteorización del suelo. En este caso, los materiales que se han instalado en la superficie son potencialmente fértiles, tienen muchos nutrientes y minerales. Todos ellos, en un ambiente donde hay agua, son muy productivos, por lo que dan lugar a suelos muy fértiles. </p>
<p>No obstante, esto requiere mucho tiempo tanto a nivel de escala humana como a nivel geológico. Su duración dependerá, por ejemplo, de la situación ambiental o de la cantidad de agua, pero en cualquier caso tardará de centenares a miles de años. </p>
<p>En casos anteriores se ha intentado recuperar los terrenos trabajándolos mecánicamente, trasladando el suelo de otra parte de la isla, colocando agua a nivel artificial a modo de riego y, en definitiva, intentando que este proceso natural se acelere.</p>
<p>Pero, aun así, pasarán muchos años hasta que el terreno se pueda aprovechar otra vez. De hecho, si comparamos este evento con la erupción anterior que hubo en La Palma en 1971, observaremos que esta zona es prácticamente carente de vegetación. Esta situación evidencia el tiempo que tarda un terreno en recuperarse.</p>
<p>En definitiva, como decíamos desde principio, debemos tratar este evento con la mayor normalidad posible. Si fuésemos conscientes de que estamos viviendo en una zona volcánica activa (que ha tenido volcanismo en el pasado, lo tiene en el presente y lo tendrá en el futuro) que haya erupciones no nos debería sorprender. </p>
<p>Sin embargo, es lógico que las personas afectadas no lo vean de misma forma, pero la naturaleza no actúa contra nosotros sino que somos nosotros quienes interferimos con ella.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/168683/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Joan Martí Molist no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Cuando la erupción de La Palma acabe, la reconstrucción de las infraestructuras viarias y las líneas de luz y agua serán las primeras tareas. Sin embargo, los cultivos tendrá que esperar.Joan Martí Molist, Profesor de Investigación (CSIC) y coordinador del Grupo de Volcanología de Barcelona (GVB), Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)Licensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1683892021-09-24T11:50:34Z2021-09-24T11:50:34Z¿Cómo evolucionará el nuevo volcán de La Palma?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/423115/original/file-20210924-19-1u4my25.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=8%2C16%2C5455%2C3620&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Equipos de emergencias y científicos junto a una lengua de lava del nuevo volcán de La Palma.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.flickr.com/photos/unidadmilitardeemergencias/51504332375/in/album-72157719934324510/">Flickr / UME</a></span></figcaption></figure><p>El mundo entero está observando la erupción de La Palma. Es un reflejo excepcional de la naturaleza viva del planeta en el que vivimos y del avance de las redes de vigilancia volcánica y la protección de las zonas afectadas. </p>
<p>Con miles de evacuados, graves pérdidas económicas y lavas avanzando hacia la costa, ¿cómo podemos leer lo ocurrido y realizar pronósticos de lo que puede suceder?</p>
<h2>¿Qué muestran las imágenes de la erupción?</h2>
<p>La erupción de Cumbre Vieja ha generado dos fisuras eruptivas con varias bocas que emiten fuentes de lava de hasta 400 metros de altura. Es decir, fuentes de lava más altas que la Torre Eiffel en París. La erupción es moderada en explosividad y fragmenta la roca fundida, lo que genera <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Piroclasto">piroclastos</a> –fragmentos de roca volcánica solidificada–. </p>
<p>Los piroclastos de mayor tamaño se enfrían durante su caída y se acumulan alrededor de las bocas eruptivas, lo que produce “conos de escoria”. El cono principal tiene unos 130 metros de altura y hace dos noches sufrió un derrumbe debido a la actividad violenta del volcán.</p>
<p>Los piroclastos más pequeños generan nubes de ceniza mezclada con los gases que emanan del volcán, que se elevan varios kilómetros sobre las bocas eruptivas. El jueves 23 la interacción del magma con un pequeño acuífero generó una columna de gas de casi 10 km de altura.</p>
<p>Además, se han generado millones de metros cúbicos de coladas de lava. Su composición es basáltica, es decir, pobre en sílice, rica en magnesio y de poca viscosidad. Este tipo de magma suele generar erupciones efusivas (hawaianas) o moderadamente explosivas (estrombolianas) como las que vemos en La Palma. </p>
<p>La temperatura de la lava <a href="https://twitter.com/involcan/status/1439683467915239425?s=20">supera los 1 000 grados centígrados</a> y arrasa todo lo que encuentra a su paso. En contacto con el aire, la lava se enfría rápidamente. Se forma así una costra de aspecto rocoso, áspero y desmoronado que aísla al interior de la colada, que sigue fluyendo y generando pequeños incendios. Este tipo de colada se describe con el término hawaiano <em>‘a’ã</em>, o “malpaís” en Canarias. </p>
<p>Cuando se enfríen por completo, estas coladas dejarán alfombras rocosas negras sobre el paisaje de la isla como otras tantas que se observan en el archipiélago, transformándose en suelos fértiles con el paso del tiempo. </p>
<p>La principal lengua de lava tiene un frente de casi 600 metros y un espesor de hasta 12 metros. En los últimos días, su avance hacia la costa se ha ralentizado. Si llega al mar, se esperan explosiones relacionadas con la vaporización y expansión del agua fría en contacto con la lava caliente, la fragmentación violenta de la lava y la liberación de gases tóxicos.</p>
<h2>¿Cómo se sigue la evolución de la erupción en términos de vigilancia?</h2>
<p>El <a href="https://www.ign.es/web/ign/portal/vlc-serie-palma">Instituto Geográfico Nacional</a>, el <a href="http://www.involcan.org/">Instituto Volcanológico de Canarias</a> y el <a href="http://info.igme.es/eventos/Erupcion-volcanica-la-palma">Instituto Geológico y Minero de España</a> han desplegado personal e instrumentación en La Palma y proporcionan información científica oficial sobre el desarrollo de la erupción. La vulcanología es una ciencia multidisciplinar y sus datos son esenciales para la <a href="https://www.proteccioncivil.es/">protección de la población</a>.</p>
<p>Los datos sísmicos de terremotos y las medidas de deformación de la superficie (obtenidas con sistemas GPS y satélites) permiten seguir el <a href="https://theconversation.com/estas-son-las-geoclaves-de-lo-que-esta-pasando-en-la-palma-168257">movimiento del magma en el interior del volcán</a>. </p>
<p>Esta información se une al estudio de la química de los productos del volcán, incluyendo las lavas, los piroclastos y los gases emanados de las bocas eruptivas.</p>
<p>La primera descripción de las lavas, una vez enfriadas en roca, revela <a href="https://twitter.com/involcan/status/1440303564362960907">cristales milimétricos de plagioclasa blanca y de piroxeno negro en una matriz microcristalina</a>. Estos minerales son habituales en magmas basálticos y podrían proporcionar información sobre los <a href="https://www.nature.com/articles/s41467-017-02274-w">procesos internos del volcán antes de la erupción</a>. </p>
<p>Las lavas se pueden analizar químicamente para monitorizar la llegada de nuevo magma a los reservorios profundos, que continuaría alimentando la erupción. En este caso, esperaríamos un aumento del contenido en magnesio, como ocurrió durante la última erupción Canaria en <a href="https://academic.oup.com/petrology/article/54/7/1349/1484801?login=true">El Hierro 2011-12</a> y en la erupción hawaiana del volcán <a href="https://www.science.org/doi/10.1126/science.aaz0147">Kilauea en 2018</a>.</p>
<p>El incremento en el contenido en gases volcánicos también puede indicar la llegada de nuevo magma y la continuación o aumento de la actividad volcánica. Por ejemplo, los picos en dióxido de azufre, muy abundante en esta erupción, pueden reflejar un episodio de recarga de magma en profundidad, tal y como se ha observado en otros volcanes basálticos como el <a href="https://link.springer.com/article/10.1007/s00445-004-0372-8">Etna</a>. </p>
<p>También necesitamos un control de la meteorología. En particular, los cambios en la dirección e intensidad del viento pueden redireccionar las nubes de ceniza y gas, que son nocivas, afectan al tráfico aéreo y cubren viviendas, campos e infraestructuras. </p>
<h2>¿Podemos establecer pronósticos eruptivos?</h2>
<p>Los vulcanólogos no <em>predecimos</em> cuánto van a durar las erupciones, ni cuántas bocas eruptivas se van a abrir, ni qué grado de explosividad van a alcanzar. Lo que hacemos es establecer un pronóstico de qué es lo más probable que ocurra. Esto lo hacemos combinando la información del pasado del volcán con los datos de la vigilancia volcánica. </p>
<p>Los incrementos drásticos de la sismicidad, deformación, contenido en gases, temperatura de la lava y su contenido en magnesio pueden revelar la llegada de nuevo magma desde las profundidades del volcán. Si, por el contrario, el magma disponible se va agotando y enfriando, veremos que los indicios de actividad se van apagando y la erupción puede llegar a su fin.</p>
<p>Las últimas décadas han sido testigo de una <a href="https://theconversation.com/volcan-de-la-palma-como-han-desembocado-los-terremotos-en-una-erupcion-168330">mejora exponencial</a> en la vigilancia volcánica, así como un avance sin precedentes en nuestra comprensión de los procesos volcánicos. Las observaciones y datos de La Palma añaden piezas a un puzle que no deja de crecer, y debemos seguir resolviendo para mejorar la respuesta a las erupciones y minimizar su impacto.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/168389/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Teresa Ubide recibe fondos de The University of Queensland, del Queensland Government y del Australian Research Council. Ella trabaja para The University of Queensland</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Laura Becerril recibe actualmente fondos de la Universidad de O'Higgins (Rancagua, Chile) y de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), Chile. Ella trabaja para el Instituto de Ciencias de la Ingeniería de la Universidad de O'Higgins.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Patricia Larrea recibe fondos de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas y del Centro de Excelencia en Geotermia de los Andes (Universidad de Chile), de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (Fondecyt - Chile). Ella trabaja para la Universidad de Chile</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Stavros Meletlidis trabaja para el Instituto Geográfico Nacional (Madrid, España) </span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Carlos Galé no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Los vulcanólogos no predicen cuánto van a durar las erupciones. Lo que hacen es establecer un pronóstico de qué es lo más probable que ocurra.Teresa Ubide, Senior Lecturer in Igneous Petrology/Volcanology, The University of QueenslandCarlos Galé, Geología, Universidad de ZaragozaLaura Becerril, Geóloga, vulcanóloga. Profesora Asistente, Universidad de O’Higgins (Chile)Patricia Larrea, Geóloga. Profesora Asistente, Dpto. Geología y Centro de Excelencia en Geotermia de los Andes, Universidad de ChileStavros Meletlidis, Vulcanólogo, Instituto Geográfico NacionalLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1686272021-09-23T18:21:25Z2021-09-23T18:21:25ZCómo afectan las erupciones volcánicas a la calidad del agua<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/423034/original/file-20210923-13-lttyba.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C3%2C2044%2C1358&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Un miembro de la Unidad Militar de Emergencias bajo la lluvia y la ceniza en los alrededores del nuevo volcán de La Palma.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.flickr.com/photos/unidadmilitardeemergencias/51506640563/in/album-72157719934324510/">Flickr / UME</a></span></figcaption></figure><p>Las erupciones volcánicas son uno de los fenómenos naturales más espectaculares y, al mismo tiempo, más contaminantes y perjudiciales para el medioambiente. Su efecto en el área próxima al volcán es inmediato y devastador, debido a los flujos de lava, gases, materiales sólidos y avalanchas de lodo (lahares) que pueden producirse al derretirse la nieve depositada en las laderas del volcán o por fuertes lluvias mezcladas <a href="https://www.britannica.com/place/Eyjafjallajokull-volcano">con las cenizas emitidas durante estos procesos eruptivos</a>.</p>
<p>Pero los efectos de una erupción volcánica no solo se aprecian en las zonas más cercanas. Dependiendo de su explosividad, tanto los gases liberados como el polvo de ceniza más fino pueden ser transportados a través de la atmósfera terrestre y afectar, aunque de manera menos intensa, a ecosistemas y poblaciones situadas a grandes distancias del origen de la explosión volcánica.</p>
<p>La actividad volcánica puede resultar una importante fuente de contaminación del agua ya que, cuando los flujos provenientes del volcán alcanzan masas de aguas superficiales o subterráneas, los gases disueltos y las partículas sólidas arrastradas pueden afectar la calidad del agua. Esto limita el abastecimiento de agua potable para seres humanos y su disponibilidad para animales.</p>
<p>Una de las principales preocupaciones de los habitantes de zonas afectadas por este tipo de fenómenos es el suministro de agua potable. <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0377027307001606">Estudios realizados en áreas afectadas</a> por erupciones volcánicas mostraron que los parámetros de calidad del agua más afectados son la turbidez, el pH y el aumento de la concentración de elementos que pueden ser tóxicos, esenciales para la vida y otros que pueden ser a la vez tóxicos y esenciales, dependiendo de la concentración alcanzada. </p>
<p>Por lo tanto, que las aguas superficiales sean fertilizadas o contaminadas dependerá del tipo de cenizas y de las características químicas de las aguas.</p>
<p>La turbidez es una medida de la pérdida de transparencia del agua como consecuencia de la presencia de partículas en suspensión. Las cenizas producidas durante la erupción volcánica pueden incrementar la turbidez del agua si se mantienen en suspensión, aunque se irán sedimentando en el fondo de los ríos, lagos o embalses lentamente. Este aumento en la turbidez puede causar algunos problemas en las plantas de tratamiento y potabilización de aguas, ya que los procesos de filtración y la efectividad de los tratamientos de desinfección pueden verse dificultados.</p>
<h2>El efecto sobre el agua potable</h2>
<p>En 1980 el Monte St. Helens (Estado de Washington, EE.UU.) entró en erupción durante unas nueve horas. La Agencia de Protección del Medio Ambiente de EE.UU. describió los efectos de dicha erupción en instalaciones de potabilización y tratamiento de aguas, así como una estimación de los daños sufridos por dichas instalaciones <a href="https://www.epa.gov/sites/default/files/2015-06/documents/volcanic_activity.pdf">como consecuencia de dicha erupción</a>. Según el documento, se detectaron valores de pH ácidos y elevada turbidez en aguas superficiales, pero el agua potabilizada no mostró valores anómalos de elementos que pudieran estar presentes en las cenizas.</p>
<p>Los cambios en el pH y el aumento de la concentración de ciertos elementos son debidos a que la parte exterior de las partículas de ceniza contiene compuestos ácidos y sales solubles en agua. En general, cuando las cenizas alcanzan masas de aguas superficiales como lagos o embalses, que contienen elevadas cantidades de agua, el efecto en el cambio de la composición del agua es despreciable (el pH generalmente no bajará de 6,5), pero este efecto dependerá de la cantidad de ceniza depositada, lo que a su vez estará relacionado con el tipo de erupción y el tiempo que dure dicho proceso. En el caso de ríos y corrientes de agua, el proceso natural de agitación inducido por la velocidad del agua permitirá que la dilución sea rápida, por lo que el cambio de pH y la elevada concentración de metales no durarán mucho tiempo, salvo en el caso de eventos eruptivos de larga duración.</p>
<p>Se han detectado <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0377027306003179?via%3Dihub">hasta 55 compuestos solubles</a> en aguas contaminadas con cenizas, de los cuales sodio, calcio, magnesio, cloruro, sulfato y fluoruro son los que pueden aparecer en concentraciones más elevadas. En el caso de eventos eruptivos limitados a un periodo corto de tiempo, las concentraciones de estos elementos se redujeron a valores inferiores a los establecidos en los estándares de calidad, pero en el caso de eventos eruptivos intermitentes o semicontinuos, estos valores elevados pueden llegar a ser crónicos, lo que implica la necesidad de un control exhaustivo de la calidad de dichas aguas.</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/423019/original/file-20210923-26-1isv96o.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/423019/original/file-20210923-26-1isv96o.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/423019/original/file-20210923-26-1isv96o.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/423019/original/file-20210923-26-1isv96o.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/423019/original/file-20210923-26-1isv96o.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=450&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/423019/original/file-20210923-26-1isv96o.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/423019/original/file-20210923-26-1isv96o.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/423019/original/file-20210923-26-1isv96o.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=566&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Puerto de Naos, en el municipio palmero de Los Llanos, afectado por la erupción volcánica.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Puerto_naos_en_la_palma.jpg">Wikimedia Commons / Hyperfinch</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>Qué pasará cuando la lava llegue a la costa</h2>
<p>Otro aspecto a considerar es qué ocurre cuando la lava llega a la costa y entra en contacto con el agua de mar. La nube gaseosa observada en estos casos estará compuesta principalmente por vapor de agua y ácido clorhídrico (HCl, gas tóxico y corrosivo) que proviene del anión cloruro presente en el agua de mar, como se comprobó en la erupción del volcán Kilauea (Hawaii, EE.UU.) <a href="https://core.ac.uk/download/pdf/29417285.pdf">en el año 2004</a>. </p>
<p>Por otro lado, la posibilidad de que elementos tóxicos presentes en la lava sean transferidos al agua de mar es baja, ya que se ha determinado que la fracción de lava que entra en contacto con el agua es muy pequeña, por lo que esta vía no se considera una fuente de contaminación.</p>
<p>Pero por muy contaminantes que parezcan estos fenómenos naturales, no hay que olvidar que la actividad antropogénica sigue siendo mucho más dañina para el medioambiente, como lo demuestra el hecho de que la actividad volcánica mundial supone apenas un 2 % del CO₂ que emite anualmente la actividad humana.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/168627/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Carolina Santamaría Elola no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La actividad volcánica puede resultar una importante fuente de contaminación del agua. Esto limita el abastecimiento de agua potable para seres humanos y animales.Carolina Santamaría Elola, Investigadora del Instituto de Biodiversidad y Medioambiente y profesora de la Facultad de Ciencias, Universidad de NavarraLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1684122021-09-23T18:18:55Z2021-09-23T18:18:55ZLos orígenes grecolatinos de lo que nos cuentan sobre el volcán de La Palma<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/422894/original/file-20210923-23-s21v2c.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C2%2C1920%2C1462&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">La fragua de Vulcano, pintada por Velázquez en 1630. </span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.museodelprado.es/recurso/fragua-de-vulcano-la-velazquez/db249dba-536e-4d38-80a7-760a49c6dafc">Museo del Prado </a></span></figcaption></figure><p>A las 15:10 del día 19 septiembre de 2021 tuvo lugar la erupción de un nuevo volcán en la isla canaria de La Palma. Este fenómeno histórico ha sido difundido ampliamente a través de los medios de comunicación de todo el mundo. En sus descripciones se repiten palabras y expresiones con las que estamos familiarizados (lava, volcán). Junto a ellas aparecen otras más especializadas cuyas raíces se encuentran en muchas palabras de uso común, que conviene aclarar para que sean patrimonio de todos.</p>
<p>Este vocabulario <a href="https://dle.rae.es/vulcanolog%C3%ADa">vulcanológico</a> proviene de la tradición grecolatina y su conocimiento facilitaría la comprensión de lo que se nos cuenta sin necesidad de acudir a segundas fuentes ni a explicaciones sobreañadidas.</p>
<h2>Orígenes mitológicos</h2>
<p>Si nos acercamos a los textos clásicos, podremos comprobar que las primeras narraciones que mencionan montañas que escupen fuego son de carácter mitológico. Así lo observamos en la <a href="http://clasicasusal.es/Mitos/cosmoteog.htm#titanes2"><em>Biblioteca</em></a> de Apolodoro (I, 6, 3). Según el relato de Apolodoro, el dios <a href="https://atirolimpo.files.wordpress.com/2017/01/pierre-grimal-diccionario-de-la-mitologc3ada-griega-y-romana.pdf">Zeus</a> le echó encima al monstruo Tifón el monte <a href="https://www.eldiario.es/internacional/nueva-erupcion-etna-emite-cenizas-lava_1_8322044.html">Etna</a>, en Sicilia (en erupción nuevamente desde el 21 de septiembre). El fuego que arroja el volcán se identificaba entonces con los rayos del dios.</p>
<figure class="align-right zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/422895/original/file-20210923-15-1q8ay55.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/422895/original/file-20210923-15-1q8ay55.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/422895/original/file-20210923-15-1q8ay55.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=788&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/422895/original/file-20210923-15-1q8ay55.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=788&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/422895/original/file-20210923-15-1q8ay55.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=788&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/422895/original/file-20210923-15-1q8ay55.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=991&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/422895/original/file-20210923-15-1q8ay55.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=991&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/422895/original/file-20210923-15-1q8ay55.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=991&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Fresco llamado ‘Baco y el Vesubio’ hallado en la llamada Casa del Centenario en Pompeya. Representación del Vesubio cubierto de vegetación. Antes de la erupción del 79 el volcán tenía una única cima en lugar de las dos actuales.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.museodelprado.es/recurso/fragua-de-vulcano-la-velazquez/db249dba-536e-4d38-80a7-760a49c6dafc">Wikimedia Commons / Colling-architektur</a>, <a class="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/">CC BY-SA</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Hasta el año 79 d. C. no encontramos la primera descripción histórica de una erupción volcánica, en la que aún no hallamos ni siquiera el término “volcán”. Se trata de las cartas escritas por <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Plinio_el_Joven">Plinio el Joven</a> a su amigo <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/T%C3%A1cito">Tácito</a>. En ellas (<a href="https://almacendeclasicas.blogspot.com/2012/11/el-testimonio-de-un-pompeyano.html">Cartas VI, 16 y VI, 20</a>), el joven escritor latino relata al historiador la muerte de su tío, el naturalista <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Plinio_el_Viejo">Plinio el Viejo</a>, como consecuencia de la erupción del Vesubio, el volcán que destruyó las ciudades de Pompeya, Herculano, Oplontis y Estabia.</p>
<p>Precisamente, las <a href="http://ovi.ingemmet.gob.pe/?page_id=102">erupciones volcánicas</a> que presentan similitudes con la vesubiana se denominan <a href="https://www.ign.es/web/resources/docs/IGNCnig/VLC-Glosario-Terminos-Volcanicos.pdf">erupciones plinianas</a>, en honor a ambos autores.</p>
<h2>Lenguas clásicas, lengua científica</h2>
<p>El <a href="https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/1079016.pdf">lenguaje científico</a> recurre al empleo de términos grecolatinos para la descripción de los fenómenos con la intención de facilitar una descripción universal. La terminología científica tiene un marcado carácter internacional, y durante mucho tiempo el latín y el griego han sido las lenguas francas empleadas para ello. </p>
<p>En unos casos se usan estas lenguas prácticamente inalteradas, como en la <a href="https://iberoflora.jimdofree.com/plantas-vasculares/taxonom%C3%ADa-vegetal/">botánica</a> o en el <a href="http://www.unae.edu.py/biblio/libros/Diccionario-Juridico.pdf">léxico judicial</a>; en otros adoptando la fonética o la morfología de la lengua meta (piroclastos, seísmo). </p>
<p>El conocimiento del significado de los étimos y de los prefijos y sufijos nos ayudaría a comprender el vocabulario y los conceptos sin necesidad de diccionarios ni de expertos que nos los expliquen, al menos en el primer acercamiento a la palabra.</p>
<p>Así pues, con el fin de facilitar la comprensión de estos términos, ofrecemos un breve glosario con el análisis etimológico de los mismos.</p>
<ol>
<li><p><strong>Basáltico:</strong> Compuesto del latín <em>basaltes</em>, y este, a su vez, del griego antiguo <em>básanos</em>, “piedra de toque”, al que se ha añadido el sufijo griego <em>-ikos</em>, “relativo a”, que apreciamos en otras palabras como “matemático” o “tópico”.</p></li>
<li><p><strong>Ceniza</strong>: del latín vulgar <em>cinisia</em>, y este relacionado con <em>cinis, cineris</em>, “ceniza”, que podemos encontrar en el término “incinerar”.</p></li>
<li><p><strong>Cráter:</strong> del latín <em>crater, crateris</em> y este, a su vez, del griego <em>crater</em>. Ambos étimos comparten el doble significado de “copa, crátera” y “cráter”.</p></li>
<li><p><strong>Dióxido de azufre:</strong> sintagma compuesto cuyo primer término, “dióxido”, proviene del numeral griego <em>di</em>- (“dos”), que hallamos en otras palabras españolas como “dioptría” o “dígrafo” y que equivale al latín <em>bi-/biz-</em> (“bilingüe” o “bizcocho”, dos veces cocido). A él se le añade el lexema <em>oxys</em> (“ácido”). El segundo término, “azufre”, proviene del étimo latino <em>sulfur, sulfuris</em>, que podemos encontrar en el verbo “sulfurar” o en el sustantivo “sulfuro”.</p></li>
<li><p><strong>Erupción:</strong> del sustantivo latino <em>eruptio, eruptionis</em>, que significa “explosión, salida brusca”. Este vocablo se emplea también en el vocabulario médico para aludir a ciertas afecciones de la piel: “erupción cutánea”. Conviene señalar que en latín existe el verbo <em>erumpere</em>, una de cuyas acepciones es “hacer salir bruscamente”, y de este viene el sustantivo <em>eruptio</em>, pero no se usa de manera habitual en <a href="https://dle.rae.es/erupcionar">español</a>, en el que se prefiere la perífrasis “entrar en erupción”. </p></li>
<li><p><strong>Escoria:</strong> del latín <em>scoria</em> y este, a su vez, del griego <em>skoría</em>. Este término, que científicamente hace referencia a los “<a href="https://www.ign.es/web/resources/docs/IGNCnig/VLC-Glosario-Terminos-Volcanicos.pdf">fragmentos, que se han expulsado del punto de emisión en un en estado casi líquido –incluyendo gases– y que, al enfriarse en la atmósfera, caen alrededor de dicho punto</a>”, en el lenguaje coloquial ha pasado a significar <a href="https://dle.rae.es/escoria">“cosa vil y de ninguna estimación”</a>, a partir de la acepción latina “basura”.</p></li>
<li><p><strong>Evacuación:</strong> del verbo latino <em>evacuare</em>, formado a partir del prefijo <em>ex</em> (“desde el interior hacia fuera”), que vemos en palabras como “expulsar”, y del adjetivo <em>vacuus</em> (“vacío”), raíz que en español se mantiene en los cultismos “vacuo” y “vacante”.</p></li>
<li><p><strong>Lapilli:</strong> del latín <em>lapillus</em> (“piedrecilla”), diminutivo de <em>lapis, lapidis</em> (“piedra”), presente en términos como “lápida” o “lapidario”, más el sufijo <em>-ullus</em>, que se emplea para formar diminutivos, como en “párvulo, minúsculo, cubículo”.</p></li>
<li><p><strong>Lava:</strong> del verbo latino <em>labare</em>, cuyo significado es “deslizarse, tambalearse”.</p></li>
<li><p><strong>Magma:</strong> Del latín <em>magma, magmatis</em>, “restos de un ungüento o de un perfume”, y este del griego <em>magma</em>.</p></li>
<li><p><strong>Piroclastos:</strong> Compuesto de los étimos griegos <em>pyr</em> “fuego” y <em>klastós</em>, “roto, fracturado”. El primer formante lo hallamos en palabras como “pirotécnico” o “pirólisis”.</p></li>
<li><p><strong>Sismo/seísmo/sísmico:</strong> Del griego <em>seismós</em>, “sacudida”. De este étimo derivan sismógrafo (<em>-grafo</em>: “descripción”), sismograma (<em>-grama</em>: “escritura”) y sismómetro (<em>-metro</em>: “medida”).</p></li>
<li><p><strong>Terremoto:</strong> Compuesto de los étimos latinos <em>terra, terrae</em> (“tierra”) y <em>motus, motus</em> (“movimiento”).</p></li>
<li><p><strong>Tremor:</strong> Latinismo proveniente del sustantivo <em>tremor, tremoris</em>, “temblor”. En este término queremos señalar que el autor latino Plinio el Joven, al describir la erupción del Vesubio, no emplea <em>terrae motus</em> (“terremoto”), sino <em><a href="http://almacendeclasicas.blogspot.com/2011/01/la-erupcion-del-vesubio-narrada-por.html">tremor terrae</a></em> (“temblor de la tierra”).</p></li>
<li><p><strong>Volcán/Vulcanología/Vulcanólogo:</strong> Todos estos términos remiten al nombre latino del dios del fuego y de la fragua, <a href="https://www.ateneanike.com/historia-de-grecia/mitologia-griega/hefesto/">Vulcano</a>, el dios Hefesto de los antiguos griegos. Los antiguos situaban su fragua bajo el volcán siciliano Etna.</p></li>
</ol>
<p>Con este breve glosario etimológico hemos pretendido ofrecer una aproximación al estudio “del verdadero significado” de las palabras (<em>etymología</em>), que es lo que posibilita a toda persona la adecuada comprensión de lo que se está describiendo.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/168412/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>La mayoría de las palabras que usamos para hablar de volcanes vienen del latín y el griego. Ofrecemos un breve glosario etimológico de los términos para comprenderlos mejor.Mª Elena Curbelo Tavío, Profesora Contratada Doctora del Área de Latín (Instituto Universitario de Análisis y Aplicaciones Textuales (IATEXT)., Universidad de Las Palmas de Gran CanariaJesús Alexis Moreno García, Profesor Contratado Doctor del Área de Griego de la Facultad de Filología y miembro del Instituto Universitario de Análisis y Aplicaciones Textuales (IATEXT), Universidad de Las Palmas de Gran CanariaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1684072021-09-22T17:51:23Z2021-09-22T17:51:23ZCómo afectan las emisiones volcánicas de La Palma al medio ambiente y a la salud<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/422703/original/file-20210922-19-1vy8pou.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=6%2C6%2C4187%2C2527&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Imagen tomada por Copernicus Sentinel-2 el 20 de septiembre de 2021 que muestra el flujo de lava generado por la erupción en la isla de La Palma (Canarias, España).
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.copernicus.eu/en/media/image-day-gallery/volcanic-eruption-underway-la-palma">Copernicus Sentinel-2 satellites</a></span></figcaption></figure><p>La contaminación atmosférica provoca la muerte de millones de personas al año; representa <a href="https://www.who.int/health-topics/air-pollution#tab=tab_1">el mayor factor de riesgo de mortalidad prematura en todo el mundo</a>. </p>
<p>A veces, la exposición a contaminantes atmosféricos se produce durante eventos en los que los niveles de contaminación se elevan dramáticamente en relación con los niveles medios. Esto ocurre, por ejemplo, durante erupciones volcánicas como la que está ocurriendo en la isla de <a href="https://theconversation.com/es/topics/la-palma-110337">La Palma</a>, por la erupción de Cumbre Vieja. </p>
<p>Hoy en día hay aproximadamente 500 volcanes activos en la Tierra y cada año se producen de 10 a 40 erupciones de media, que constituyen una de las fuentes más importantes de gases tóxicos y material particulado (PM) como cenizas, humos y aerosoles en la atmósfera. Estas emisiones producen efectos muy adversos en el medio ambiente, el clima y la salud de las personas expuestas, sin olvidar que estos desastres naturales pueden provocar daños personales y económicos devastadores. </p>
<h2>Emisiones volcánicas</h2>
<p>Como consecuencia de una erupción, además de la lava que alcanza la superficie, una gran cantidad de material es inyectado a la atmósfera (figura 1).</p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/422410/original/file-20210921-23-19p3odl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/422410/original/file-20210921-23-19p3odl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/422410/original/file-20210921-23-19p3odl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/422410/original/file-20210921-23-19p3odl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/422410/original/file-20210921-23-19p3odl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/422410/original/file-20210921-23-19p3odl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/422410/original/file-20210921-23-19p3odl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/422410/original/file-20210921-23-19p3odl.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Figura 1. Material emitido durante las emisiones volcánicas.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.intechopen.com/chapters/58903">Sierra Vargas et al., 2018.</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Junto con el magma y el vapor de agua (H₂O), se emite principalmente dióxido de azufre (SO₂), que puede ser oxidado en la atmósfera a ácido sulfúrico (H₂SO₄). También se ha identificado en penachos volcánicos una gran variedad de especies gaseosas como el dióxido de carbono (CO₂), monóxido de carbono (CO), sulfuro de hidrógeno (H₂S), sulfuro de carbono (CS), disulfuro de carbono (CS₂), hidrógeno (H₂), cloruro de hidrógeno (HCl), metano (CH₄), fluoruro de hidrógeno (HF), bromuro de hidrógeno (HBr) y diversos compuestos orgánicos como hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) como el benzo(a)pireno. </p>
<p>Además, pasan a la atmósfera metales pesados, como mercurio y plomo, y material particulado. Los volcanes pueden liberar una <a href="https://doi.org/10.1016/j.gsf.2020.08.013">gran cantidad de PM de diferente tamaño</a>, desde nano (< 50 nm) a grueso (< 10 micras). Estas emisiones volcánicas pueden transportarse en la atmósfera a grandes distancias del foco emisor. </p>
<h2>Efectos en el medio ambiente y la salud</h2>
<p>Los efectos en la calidad del aire debidos a procesos de contaminación a escala local, regional o global producidos por gases emitidos por fuentes naturales o por acción del hombre son conocidos por los estudiosos de la química atmosférica desde hace décadas. Sin embargo, existen pocos estudios epidemiológicos sobre cómo afecta a corto plazo la exposición a altas concentraciones de contaminantes procedentes de una erupción volcánica. </p>
<p>Además, hay que tener en cuenta que los efectos nocivos para la salud de la población de estas emisiones dependen de la distancia a la que se encuentre el volcán y de la concentración de las sustancias emitidas. Entre los contaminantes más perjudiciales emitidos por volcanes destacan el SO₂, los hidrocarburos aromáticos policíclicos y las partículas de humo, ceniza y aerosoles.</p>
<ul>
<li><p><strong>Dióxido de azufre (SO₂)</strong></p>
<p>Se sabe que en las proximidades de las erupciones volcánicas, la lluvia y la humedad pueden ser bastante ácidas. Esto se debe principalmente al ácido sulfúrico formado a partir del dióxido de azufre y también al cloruro de hidrógeno y fluoruro de hidrógeno emitidos por el volcán. </p>
<p>La lluvia ácida, además de provocar la corrosión de metales en edificios e infraestructuras y <a href="https://mpra.ub.uni-muenchen.de/91622/1/MPRA_paper_91622.pdf">deteriorar otros materiales como el mármol</a>, puede afectar a la calidad del agua y del suelo (acidificación), afectando a animales y plantas que viven en estos ecosistemas. </p>
<p>Por otro lado, la nube de cenizas que acompaña a la pluma de gases puede alcanzar la estratosfera, dependiendo de la intensidad de la erupción. En esta región de la atmósfera, el ácido sulfúrico genera aerosoles que pueden producir un efecto de enfriamiento al reflejar la luz solar, afectando al cambio climático <a href="https://sp.lyellcollection.org/content/specpubgsl/213/1/329.full.pdf">de forma inversa a como lo hace el CO₂</a>.</p>
<p>Entre los efectos que provoca el dióxido de azufre sobre la salud se encuentran la irritación e inflamación aguda o crónica en mucosas oculares y respiratorias, causando broncoconstricción y <a href="https://doi.org/110.17795/jjhs-29377">agravando enfermedades respiratorias y cardiovasculares</a>.</p></li>
<li><p><strong>Hidrocarburos policíclicos aromáticos (HAP)</strong></p>
<p>Son compuestos persistentes (bioacumulables) y de difícil degradación, por lo que su permanencia en el medio ambiente puede durar años, afectando tanto al medio acuático como al terrestre. Constituyen un grupo de compuestos que han recibido una especial atención, ya que muchos de ellos son carcinogénicos o mutagénicos, además de resultar irritantes para las vías aéreas y para los ojos. El benzo(a)pireno es el HAP más conocido por su elevada potencialidad para <a href="https://doi.org/10.1289/ehp.6895">inducir tumores, sobre todo, de pulmón</a>.</p></li>
<li><p><strong>Partículas en suspensión</strong></p>
<p>El material particulado reduce la visibilidad y al depositarse puede producir daños sobre el suelo y el agua. En el suelo inhibe la absorción de nutrientes en las plantas y reduce la tasa de fotosíntesis, lo que afecta a su crecimiento. También puede acidificar lagos y arroyos y <a href="https://doi.org/10.1016/S0160-4120(02)00181-2">cambiar el balance de nutrientes en las aguas costeras y las cuencas de los ríos</a>. En cuanto a la salud, las partículas más pequeñas pueden provocar <a href="https://doi.org/10.1038/s12276-020-0403-3">asma, bronquitis crónica e, incluso, cáncer de pulmón</a>. </p></li>
</ul>
<h2>Seguimiento de las emisiones desde el espacio</h2>
<p>Para predecir el comportamiento de la pluma del volcán se usan modelos de dispersión atmosférica. Estos modelos matemáticos son una herramienta muy potente que nos permite tener datos anticipados de los efectos de la dispersión de los contaminantes atmosféricos. </p>
<p>La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha implementado el modelo de transporte químico <a href="http://www.aemet.es/en/idi/medio_ambiente/modelizacion_atmosfera">MOCAGE</a> para suministrar predicciones de la composición química de la atmósfera. Además, es un servicio de apoyo en situaciones de emergencias medioambientales </p>
<p><div data-react-class="Tweet" data-react-props="{"tweetId":"1440578438213947398"}"></div></p>
<p>El lanzamiento de nuevos satélites y el desarrollo de nuevas técnicas de teledetección han ampliado la capacidad de monitorizar las emisiones volcánicas desde el espacio. </p>
<p>La vigilancia vía satélite es una herramienta imprescindible para hacer un seguimiento de la columna de humo o penacho de un volcán y también sirve para evaluar su impacto en tiempo real. Por esta razón, la Unión Europea ha activado su sistema de satélites Copérnico para seguir la erupción volcánica de La Palma (figura 2). </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/422628/original/file-20210922-15-gznvhg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/422628/original/file-20210922-15-gznvhg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/422628/original/file-20210922-15-gznvhg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/422628/original/file-20210922-15-gznvhg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/422628/original/file-20210922-15-gznvhg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=338&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/422628/original/file-20210922-15-gznvhg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/422628/original/file-20210922-15-gznvhg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/422628/original/file-20210922-15-gznvhg.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=424&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">Figura 2.- Emisiones de SO₂ procedentes de la erupción del volcán de Cumbre Vieja en La Palma vistas desde el satélite europeo Copernicus Sentinel 5p. El mapa es del día 20 de septiembre a las 14:07 UTC.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://emergency.copernicus.eu/mapping/list-of-components/EMSR546">Copernicus/CE</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Según el Instituto Volcanológico de Canarias (<a href="http://www.involcan.org">INVOLCAN</a>) el volcán de La Palma está emitiendo del orden de 6 000-9 000 toneladas diarias de dióxido de azufre. </p>
<p>Hay que tener en cuenta que estas columnas volcánicas de gases y cenizas pueden transportarse largas distancias por acción del viento, pudiendo observarse los efectos de la erupción muy lejos del foco de emisión. De hecho, el Instituto de Geociencias de Madrid predice que la lluvia ácida del volcán <a href="https://www.menorca.info/balears/noticias/2021/09/21/728245/volcan-palma-lluvia-acida-canarias-baleares.html">podría llegar en 48 horas a Baleares</a>.</p>
<p>Además del dióxido de azufre, la nube de cenizas procedentes del nuevo volcán también está siendo monitorizada por la AEMET para predecir su evolución y poder tomar decisiones sobre el tráfico aéreo. </p>
<p><div data-react-class="Tweet" data-react-props="{"tweetId":"1439845202865401859"}"></div></p>
<p>En resumen, los efectos instantáneos de una erupción volcánica sobre el medio ambiente y la salud son claramente visibles para la población: columnas de humo y cenizas cubriendo campos y tejados, olor a azufre, dificultad para respirar, etc. </p>
<p>Los efectos de la contaminación, como la lluvia ácida, podrían tener lugar a medio plazo, incluso en zonas alejadas. Los efectos sobre la salud a medio y largo plazo de los gases y partículas emitidas dependerán de la concentración de los contaminantes y el tiempo de exposición a los mismos.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/168407/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.</span></em></p>Además de lava, la erupción emite gases como dióxido de azufre y sulfuro de hidrógeno y partículas que pueden provocar problemas respiratorios y afectar a la calidad del aire y las aguas.Diana Rodríguez Rodríguez, Profesora Titular de Universidad, Universidad de Castilla-La ManchaElena Jiménez Martínez, Catedrática de Química Física, Universidad de Castilla-La ManchaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1684112021-09-21T10:19:40Z2021-09-21T10:19:40Z¿Cómo sabemos cuándo va a entrar en erupción un volcán?<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/422344/original/file-20210921-15-73036w.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C0%2C4707%2C3126&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Erupción del Etna.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/etna-eruption-sicily-lava-nature-1560571136">Shutterstock / Tomarchio Francesco</a></span></figcaption></figure><p>Predecir cuándo puede entrar en erupción un volcán es muy difícil. Algunos volcanes entran en erupción casi constantemente, pero otros pueden tener intervalos de <a href="https://www.usgs.gov/faqs/yellowstone-overdue-eruption-when-will-yellowstone-erupt?qt-news_science_products=0#qt-news_science_products">cientos de miles de años</a> entre erupciones. </p>
<p>Pero ahora somos mucho mejores en la predicción que hace 20 años, gracias a técnicas nuevas o mejor desarrolladas.</p>
<p>En primer lugar, es muy importante saber cómo ha actuado cada volcán en el pasado, ya que cada uno se comporta de forma diferente. Los científicos, llamados vulcanólogos, lo averiguan observando los materiales que han surgido de la erupción del volcán en el pasado. </p>
<p>Si un volcán entrara en erupción suavemente, crearía flujos de lava, que son corrientes de roca fundida. Éstas se enfrían y se solidifican para formar láminas de roca dura. Otros volcanes crean explosiones cuando entran en erupción. Estas explosiones producen fragmentos de rocas, cristales y vidrio volcánico (roca fundida que se ha enfriado muy rápidamente en la superficie).</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="Pila de rocas negras brillantes" src="https://images.theconversation.com/files/362487/original/file-20201008-16-jwu5v0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/362487/original/file-20201008-16-jwu5v0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/362487/original/file-20201008-16-jwu5v0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/362487/original/file-20201008-16-jwu5v0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=400&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/362487/original/file-20201008-16-jwu5v0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/362487/original/file-20201008-16-jwu5v0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/362487/original/file-20201008-16-jwu5v0.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Vidrio volcánico.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/image-photo/large-chunks-black-obsidian-glass-exposed-1233889144">steve estvanik/Shutterstock</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>El estudio de estos materiales puede ayudar a los vulcanólogos a comprender la violencia de las erupciones y la frecuencia con la que los volcanes explotan.</p>
<p>Los vulcanólogos pueden predecir si un volcán está a punto de entrar en erupción utilizando varias técnicas. La superficie del volcán puede calentarse más, ya que el magma –la roca fundida del subsuelo que se vierte en forma de lava cuando un volcán entra en erupción– se acerca a la superficie antes de una erupción. Esto puede controlarse mediante detectores en satélites que miden el calor. </p>
<h2>Mirando desde el espacio</h2>
<p>La superficie del volcán también puede elevarse o descender debido al movimiento del magma bajo la superficie. Esto puede detectarse en el suelo, pero también puede medirse desde el espacio mediante <a href="https://science.nasa.gov/technology/technology-highlights/new-radar-to-monitor-volcanoes-and-earthquakes-from-space">satélites que utilizan radar</a>. </p>
<p>La detección por radar del movimiento de un volcán funciona estudiando los cambios en el tiempo que tardan en rebotar las ondas de radio desde el satélite hasta el volcán y de vuelta. El tiempo será menor si el volcán se ha levantado. </p>
<p>La vigilancia de los volcanes desde el espacio es ahora <a href="https://earthdata.nasa.gov/learn/sensing-our-planet/sensing-remote-volcanoes">muy común</a>. Es más seguro y menos costoso que tener vulcanólogos en tierra cerca del volcán que se estudia, sobre todo si está en erupción o en una zona muy remota. </p>
<figure class="align-center ">
<img alt="Lava fundida fluyendo por una colina de lava solidificada" src="https://images.theconversation.com/files/362490/original/file-20201008-24-iqzgzu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/362490/original/file-20201008-24-iqzgzu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=401&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/362490/original/file-20201008-24-iqzgzu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=401&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/362490/original/file-20201008-24-iqzgzu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=401&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/362490/original/file-20201008-24-iqzgzu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/362490/original/file-20201008-24-iqzgzu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/362490/original/file-20201008-24-iqzgzu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=503&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Lava fluyendo.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/image-photo/lava-flowing-down-hill-1192700248">Yvonne Baur/Shutterstock</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Otra forma de saber cuándo un volcán está a punto de entrar en erupción es medir los gases que salen de él. Cuando el magma se mueve hacia la superficie, los gases escapan y salen por delante del magma. Estos gases pueden medirse desde el espacio o desde el suelo. Si la mezcla de gases que sale del volcán cambia, esto puede indicar que el magma de abajo se está moviendo.</p>
<h2>Magma en movimiento</h2>
<p>Los vulcanólogos también suelen utilizar otros dos métodos para saber si un volcán está a punto de estallar. Cuando el magma se mueve sacude la tierra, creando un tipo de terremoto llamado temblor armónico. Estos temblores pueden indicar a qué velocidad y hacia dónde se mueve el magma. </p>
<p>Un segundo método que puede detectar el movimiento del magma es la medición de la gravedad. La gravedad es, por supuesto, la fuerza que impide que todo salga volando de la superficie de la Tierra hacia el espacio. Pero la fuerza disminuye ligeramente si la superficie bajo sus pies se vuelve menos densa. </p>
<p>Esto no significa que usted vaya a volar de repente a la órbita, ya que los cambios son minúsculos, pero se pueden medir con instrumentos llamados gravímetros. La roca fundida tiene una densidad menor que cuando es sólida, por lo que las zonas de menor gravedad en un volcán, sobre todo si cambian con el tiempo, podrían indicar la presencia de magma y la posibilidad de una erupción.</p>
<p>Estudiando la historia de un volcán y combinando la información procedente de muchas técnicas terrestres y espaciales diferentes, podemos estar razonablemente seguros de que acertaremos y seremos capaces de emitir alertas a tiempo para la gente que vive cerca, antes de que el volcán entre en erupción.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/168411/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Ian Skilling no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Los volcanes dan muchas pistas que ayudan a los científicos a saber si están a punto de entrar en erupción.Ian Skilling, Senior Lecturer in Volcanology, University of South WalesLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1680562021-09-20T18:05:31Z2021-09-20T18:05:31ZCómo los atardeceres rojos de Hawái permitieron a un científico aficionado descubrir las corrientes en chorro<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/421436/original/file-20210915-23-10e24mh.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=266%2C18%2C751%2C488&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">The eruption of Krakatoa in 1883 sent volcanic dust and gases circling the Earth, creating spectacular sunsets captured by artists.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://en.wikipedia.org/wiki/1883_eruption_of_Krakatoa#/media/File:Houghton_71-1250_-_Krakatoa,_twilight_and_afterglow.jpg">William Ashcroft via Houghton Library/Harvard University</a></span></figcaption></figure><p>Durante la tarde del 5 de septiembre de 1883, la gente de Honolulu presenció una espectacular puesta de sol seguida de un periodo crepuscular descrito como un “<a href="https://evols.library.manoa.hawaii.edu/bitstream/10524/14502/1/1883092201.pdf#page=4">sensacional y peculiar resplandor al atardecer</a>”. No hubo otras señales extraordinarias, pero estas luces excepcionales volvieron cada mañana y cada tarde durante las semanas siguientes.</p>
<p>Entre los perplejos ciudadanos de Honolulu se encontraba <a href="https://archive.org/details/reminiscencesofo00bish/page/4/mode/2up">el reverendo Sereno Edwards Bishop</a>, que tuvo una variada carrera en Hawái en la que fue capellán, director de escuela y topógrafo, y que tenía un especial interés por la ciencia. Durante las semanas y meses siguientes, los singulares resplandores en las puestas de sol se produjeron en todo el planeta. Sorprendentemente, mientras los científicos se esforzaban por comprender el origen de los colores crepusculares, Bishop dio con la primera explicación convincente.</p>
<figure class="align-right ">
<img alt="El reverendo Sereno Edwards Bishop (1827–1909)." src="https://images.theconversation.com/files/411159/original/file-20210714-25-yq4tfb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=237&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/411159/original/file-20210714-25-yq4tfb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=718&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/411159/original/file-20210714-25-yq4tfb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=718&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/411159/original/file-20210714-25-yq4tfb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=718&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/411159/original/file-20210714-25-yq4tfb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=903&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/411159/original/file-20210714-25-yq4tfb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=903&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/411159/original/file-20210714-25-yq4tfb.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=903&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">El reverendo Sereno Edwards Bishop (1827–1909.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://en.wikipedia.org/wiki/Sereno_Edwards_Bishop#/media/File:Sereno_E._Bishop.jpg">Wikipedia</a></span>
</figcaption>
</figure>
<p>Sus hallazgos condujeron a la investigación científica de los vientos a gran altura y, en última instancia, aportaron información que todavía se utiliza para <a href="https://link.springer.com/article/10.1007/s00382-008-0379-5">predecir el tiempo atmosférico durante periodos prolongados de tiempo</a>.</p>
<p>Soy <a href="http://iprc.soest.hawaii.edu/users/kph/">meteorólogo</a> en Hawái y ayudé a la revalorización de <a href="https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/07055900.2011.639736">la fundamental contribución de Bishop</a> a la exploración científica de la atmósfera superior.</p>
<h2>Una erupción volcánica a medio mundo de distancia</h2>
<p>Ahora sabemos que las luces de 1883 se debieron a que el sol, que estaba por debajo de la línea del horizonte visible, iluminó una neblina de <a href="https://skyandtelescope.org/observing/volcanoes-turn-twilights-purple/">pequeñas gotas líquidas en la atmósfera</a> a gran altura.</p>
<p>La niebla estaba formada por gotas de ácido sulfúrico que se formaron por reacciones de las cantidades masivas de gas de dióxido de azufre producidas por la erupción del volcán Krakatoa, cercano al ecuador en Indonesia, el 27 de agosto de 1883. La erupción llevó las gotas hacia la atmósfera y los vientos las trasladaron por todo el mundo. Se extendieron de manera gradual y hasta noviembre no se empezó a observar el resplandor en <a href="http://www.simonwinchester.com/krakatoa">Londres</a>.</p>
<p>Mucho más tarde, los científicos observaron <a href="http://www.dewbow.co.uk/glows/sunset5.html">efectos similares</a> después de junio de 1991, cuando se produjo <a href="https://pubs.usgs.gov/pinatubo/self/">la erupción del volcán Pinatubo en Filipinas</a>. Se pudo hacer un seguimiento detallado por satélite del material que Pinatubo introdujo en la atmósfera superior y <a href="https://pubs.usgs.gov/pinatubo/self/">se estableció claramente su conexión</a> con las espectaculares puestas de sol y los resplandores crepusculares.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/414683/original/file-20210804-27-qb2zwz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/414683/original/file-20210804-27-qb2zwz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=863&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/414683/original/file-20210804-27-qb2zwz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=863&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/414683/original/file-20210804-27-qb2zwz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=863&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/414683/original/file-20210804-27-qb2zwz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=1085&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/414683/original/file-20210804-27-qb2zwz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=1085&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/414683/original/file-20210804-27-qb2zwz.jpg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=1085&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Bocetos de crepúsculo y resplandor crepuscular en una noche en 1883 en Londres después de la erupción del Krakatoa.</span>
<span class="attribution"><span class="source">William Ashcroft via Houghton Library/Harvard University</span></span>
</figcaption>
</figure>
<p>En 1883, Bishop no tenía ni idea de que se había producido una erupción volcánica hasta que llegó el periódico de San Francisco. Con pasmosa rapidez, el científico aficionado formuló una hipótesis que publicó como <a href="https://evols.library.manoa.hawaii.edu/bitstream/10524/14502/1/1883092201.pdf#page=4">carta</a> en <a href="https://evols.library.manoa.hawaii.edu/bitstream/10524/14502/1/1883092201.pdf">el periódico local</a>: “Me dispongo a conjeturar que algunos elementos muy ligeros de los vapores generados en las erupciones de Java se han mantenido a gran altura en la atmósfera y se han transportado (…) a través del Pacífico hasta esta zona,” escribió Bishop.</p>
<p>Cayó en la cuenta de que podía relacionar la erupción con los cielos resplandecientes de forma más creíble si reunía informes de la primera aparición de los resplandores en otros lugares y rastreaba la propagación inicial del “vapor” desde el Krakatoa. En la carta, Bishop proseguía: “Invito encarecidamente, en nombre de la ciencia, a que las tripulaciones publiquen lo que puedan haber observado en el mar.”</p>
<p>Bishop reunió una docena de esos informes durante las tres primeras semanas después de la erupción. Y pudo demostrar que el “vapor” que producían los resplandores se había desplazado hacia el oeste del Krakatoa, a lo largo del ecuador, para alcanzar así Honolulu 10 días más tarde, lo que implicaba que había un viento en la atmósfera superior que soplaba constantemente con una velocidad extrema que, a nivel del suelo, solo se observa en los huracanes.</p>
<figure class="align-center ">
<img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/414682/original/file-20210804-13-1iv4fpx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/414682/original/file-20210804-13-1iv4fpx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=255&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/414682/original/file-20210804-13-1iv4fpx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=255&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/414682/original/file-20210804-13-1iv4fpx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=255&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/414682/original/file-20210804-13-1iv4fpx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=321&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/414682/original/file-20210804-13-1iv4fpx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=321&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/414682/original/file-20210804-13-1iv4fpx.png?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=321&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px">
<figcaption>
<span class="caption">Seguimiento de las puestas de sol rojas tras la erupción del Krakatoa. Las estrellas indican los informes iniciales y las fechas en que se vieron los singulares colores crepusculares en 1883.</span>
</figcaption>
</figure>
<p>Bishop <a href="https://ia800604.us.archive.org/25/items/afw8023.0001.001.umich.edu/afw8023.0001.001.umich.edu.pdf#page=122">publicó sus observaciones</a> en <a href="https://onlinebooks.library.upenn.edu/webbin/serial?id=hawaiianmonthly">The Hawaiian Monthly</a> y concluyó que había una “corriente de humo, de gran claridad y tamaño, que se dirigía al oeste a lo largo del cinturón ecuatorial y que se movía a una enorme velocidad alrededor del planeta.”</p>
<h2>La corriente en chorro ecuatorial</h2>
<p>Bishop llamó al movimiento de aerosol volcánico “corriente de humo.” De hecho, los vientos ecuatoriales que trasportaban el aerosol fueron el primer descubrimiento de lo que ahora llaman los meteorólogos una corriente en chorro.</p>
<p>Medio siglo más tarde, las experiencias de los pilotos que volaban a varios kilómetros de altura revelaron <a href="http://scihi.org/wiley-post-jetstream/">la existencia de las corrientes en chorro extratropicales</a> que se encuentran más abajo en la atmósfera y que ahora aparecen a diario en los informativos meteorológicos de televisión. Las corrientes en chorro son bandas de viento fuerte, por lo general estrechas. Las más conocidas corrientes en chorro atmosféricas a menor altura mueven los sistemas meteorológicos en las latitudes medias de oeste a este. En cambio, la corriente en chorro de Bishop rodea el ecuador a gran altura y sopla de este a oeste.</p>
<p>El trabajo de Bishop abrió la puerta a nuevas exploraciones de la corriente en chorro ecuatorial que culminaron con <a href="https://agupubs.onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1029/JZ066i003p00813">el descubrimiento en 1961</a> de que esta corriente en chorro cambiaba de fuertes vientos del este a fuertes vientos del oeste aproximadamente cada dos años. Este fenómeno, conocido como <a href="https://agupubs.onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1029/1999RG000073">oscilación cuasi bienal</a>, está <a href="https://agupubs.onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1029/2009JD011737">relacionado con el tiempo meteorológico cerca del suelo</a>, sobre todo en Europa y en el Atlántico Norte, un hecho que ahora se <a href="https://www.metoffice.gov.uk/weather/learn-about/weather/atmosphere/quasi-biennial-oscillation">aprovecha normalmente para hacer previsiones meteorológicas a largo plazo</a>.</p>
<figure>
<iframe width="440" height="260" src="https://www.youtube.com/embed/5wCq2Y9CB6Y?wmode=transparent&start=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>
</figure>
<p><a href="https://archive.org/details/eruptionkrakato00whipgoog/page/n12/mode/2up">Los científicos que le siguieron reconocieron</a> <a href="https://archive.org/details/eruptionkrakato00whipgoog/page/n18/mode/2up">la contribución de Bishop</a>, que ganó un premio del Observatorio Warner de Nueva York en un <a href="https://www.nature.com/articles/045422a0">concurso de ensayos para explicar los resplandores tras el Krakatoa</a>. Bishop incluso mereció un breve <a href="https://journals.ametsoc.org/downloadpdf/journals/mwre/37/2/1520-0493_1909_37_47b_dsb_2_0_co_2.pdf">obituario</a> en una revista científica de meteorología estadounidense.</p>
<p>Bishop, que era hijo de misioneros, también fue una figura que causó divisiones en Hawái, porque apoyó la anexión del archipiélago por parte de Estados Unidos y sus opiniones religiosas se oponían a algunas tradiciones locales, <a href="http://www.ulukau.org/elib/cgi-bin/library?e=d-0voicesofeden-000Sec--11en-50-20-contact-book--1-010escapewin&a=d&d=D0.18&toc=0">como la danza hula</a>. Sus contribuciones científicas fueron en gran medida olvidadas en el siglo XX.</p>
<p>Un comité científico internacional ha celebrado <a href="https://www.sparc-climate.org/meetings/qbo60-celebrating-60-years-of-discovery-within-the-tropical-stratosphere/">el 60º aniversario del descubrimiento de la oscilación cuasi bienal</a>, lo que presenta una oportunidad para <a href="http://iprc.soest.hawaii.edu/users/kph/zoom_0.mp4">recordar a Bishop</a> y su descubrimiento.</p>
<p><em>Este artículo fue traducido por <a href="https://elpais.com/">El País</a>.</em></p><img src="https://counter.theconversation.com/content/168056/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Kevin Hamilton no trabaja para ni recibe fondos de ninguna empresa o organización que se beneficie de este artículo, y no tiene afiliaciones relevantes más allá de su puesto académico.</span></em></p>El reverendo Sereno Edwards Bishop movilizó a los capitanes de los barcos para rastrear las extraordinarias puestas de sol que aparecen en todo el mundo después de la erupción del Krakatoa en 1883.Kevin Hamilton, Emeritus Professor of Atmospheric Sciences, University of HawaiiLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1682572021-09-20T06:31:21Z2021-09-20T06:31:21ZEstas son las ‘geoclaves’ de lo que está pasando en La Palma<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/422071/original/file-20210920-21-jlu8df.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&rect=2%2C0%2C1994%2C1494&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Un miembro del Instituto Volcanológico de Canarias toma la temperatura de la colada de lava de la erupción de Cumbre Vieja: 1075°C en ese momento.
</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.facebook.com/photo?fbid=303967074867622&set=a.162195062378158">Instituto Volcanológico de Canarias</a></span></figcaption></figure><p>La isla canaria de La Palma ha tardado 50 años en albergar una nueva erupción. Desde el 11 de septiembre, La Palma ha sido noticia por los numerosos terremotos y la deformación que el <a href="http://www.ign.es/resources/volcanologia/SIS/html/PA_SIS_eventos.html">Instituto Geográfico Nacional</a> ha registrado en su red de vigilancia volcánica. Finalmente, el magma alcanzó la superficie ayer, domingo 19 de septiembre. ¿Qué significa en términos geológicos lo que está ocurriendo? </p>
<h2>Un viaje complejo: el ascenso del magma hasta la superficie</h2>
<p>Las zonas volcánicas activas, como las Islas Canarias, traen magma desde la profundidad hasta la superficie. Pero esto es solo el final de la historia.</p>
<p>Bajo el volcán, el magma se acumula en forma de reservorios y se transporta a través de conductos, o diques, como si fueran las arterias del volcán. El viaje al exterior no es nada fácil ni pronosticable, pero contamos con la ayuda de la sismicidad y la deformación como señales precursoras de erupciones. </p>
<p>El magma o roca fundida “se hace paso” rompiendo la roca que tiene alrededor. Esa fracturación produce ondas que son medidas en superficie mediante sismómetros, y pueden sentirse por la población como terremotos. </p>
<p>En La Palma, el enjambre sísmico a principios de la semana pasada provenía de profundidades de unos 12 km, reflejando la acumulación del magma en reservorios en la base de la corteza terrestre, alrededor del <a href="https://pubs.geoscienceworld.org/gsa/geology/article/doi/10.1130/G49224.1/607641/Volcanic-plumbing-filters-on-ocean-island-basalt">punto crítico que puede llevar a erupción</a>. Aunque esta sismicidad <a href="https://www.nature.com/articles/s41598-021-82292-3?utm_source=xmol&utm_medium=affiliate&utm_content=meta&utm_campaign=DDCN_1_GL01_metadata_scirep">comenzó en 2017</a>, su intensidad se ha incrementado en los últimos días, y ha sido sentida por la población. Además, el ascenso progresivo del magma ha ido generando terremotos más superficiales. </p>
<p>Teniendo en cuenta la sismicidad registrada en La Palma, se podría decir que ha habido al menos unas 5 500 fracturas de roca en los últimos días. Finalmente, el comienzo de la erupción generó el sismo de mayor magnitud, cuando el dique alimentador completó su viaje rompiendo las rocas de la superficie, generando la fisura eruptiva, que tiene varios centros de emisión o bocas eruptivas.</p>
<p>Además de fracturar las rocas, el magma se va acumulando en zonas de la corteza en las que encuentra “huecos”. Esa acumulación hace que el magma “empuje” los materiales que todavía tiene por encima, lo cual se expresa en superficie como un abombamiento o deformación, que en la Palma ha sido de aproximadamente 10 cm.</p>
<hr>
<p><em>Así sonó el comienzo de la erupción de Cumbre Vieja: esta es la sonificación de la señal sísmica registrada por la estación sísmica PPMA de la Red Sísmica Canaria en La Palma entre las 13 y las 16 horas (hora canaria) del 19 de septiembre de 2021. Se oyen los terremotos al principio que dan luego paso a un temblor continuo generado por la actividad eruptiva.</em></p>
<iframe src="https://www.facebook.com/plugins/video.php?height=314&href=https%3A%2F%2Fwww.facebook.com%2FINVOLCAN%2Fvideos%2F888301875439020%2F&show_text=false&width=560&t=0" width="100%" height="314" style="border:none;overflow:hidden" scrolling="no" frameborder="0" allowfullscreen="true" allow="autoplay; clipboard-write; encrypted-media; picture-in-picture; web-share"></iframe>
<hr>
<h2>Islas volcánicas oceánicas: la punta del iceberg de grandes edificios volcánicos</h2>
<p>Las islas volcánicas oceánicas como las Canarias representan la parte emergida de grandes edificios volcánicos. La Palma, por ejemplo, tiene poco más de 2 400 metros de altitud, sin embargo, bajo el mar continúa teniendo unos 3 000 metros más. Es decir, la isla es la punta del iceberg de ese gran volcán de más de 5 km de altura. </p>
<p>Esto significa que la mayoría de las erupciones se producen bajo el mar, como la última de <a href="https://theconversation.com/el-hierro-revela-nuevos-secretos-sobre-como-funcionan-los-volcanes-166447">El Hierro</a>. En el caso de La Palma, la erupción está ocurriendo en territorio insular, como las <a href="http://digital.csic.es/bitstream/10261/2343/1/volcan1.pdf">siete erupciones de los últimos 600 años en la isla</a>. La erupción actual está localizada en una zona con un gran número de centros de emisión y fisuras de erupciones pasadas, lo que demuestra la importancia de nuestro estudio del pasado geológico para entender su presente y futuro. </p>
<h2>El peligro de las erupciones</h2>
<p>Vivimos en un planeta activo que lleva en funcionamiento 4 500 millones de años. El incremento de la población mundial ha llevado a la ocupación de zonas geológicamente activas, como por ejemplo las tierras volcánicas fértiles de Canarias. Todos los procesos geológicos, incluidos los volcánicos, implican un “peligro”. </p>
<p>Si dichos procesos generan pérdidas económicas, de vidas humanas o capacidad productiva, entonces también implican un “riesgo”.</p>
<p>Ante el acontecimiento de la erupción en La Palma, el Gobierno de Canarias activó el Plan de Emergencia Volcánica de Canarias <a href="https://www.gobiernodecanarias.org/emergencias/planes-de-emergencias/planes_especiales.html">PEVOLCA</a>. La situación de alerta se establece de forma cualitativa con un semáforo que cambia de verde a amarillo, a naranja y a rojo a medida que la probabilidad de una erupción inminente aumenta. </p>
<p>En estos momentos, el semáforo está en rojo, lo que indica que se debe realizar la evacuación de la población que pueda verse afectada como medida activa de Protección Civil. El desarrollo de la nueva erupción está asociado con la emisión de lavas y piroclastos de caída, que son fragmentos de magma separados y enfriados durante la erupción, debido a su naturaleza explosiva. </p>
<p>La última erupción de La Palma en 1971 dio lugar al volcán Teneguía y generó no sólo el crecimiento de la isla, ya que las lavas ganaron terreno al mar, sino también una gran expectación y un <a href="http://digital.csic.es/handle/10261/3085">avance en el conocimiento científico de las erupciones en el archipiélago</a>.</p>
<p>Estos días somos testigos de que la mayoría de las Islas Canarias están volcánicamente “vivas”, y seguirán produciendo erupciones en el futuro.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/168257/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Laura Becerril recibe actualmente fondos de la Universidad de O'Higgins (Rancagua, Chile) y de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), Chile. Ella trabaja para el Instituto de Ciencias de la Ingeniería de la Universidad de O'Higgins.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Patricia Larrea recibe fondos de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas y del Centro de Excelencia en Geotermia de los Andes (Universidad de Chile), de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (Fondecyt - Chile). Ella trabaja para la Universidad de Chile.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Teresa Ubide recibe fondos de The University of Queensland, del Queensland Government y del Australian Research Council. Ella trabaja para The University of Queensland</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Carlos Galé no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>La Palma ha tardado 50 años en albergar una nueva erupción. Desde hace una semana, esta isla canaria ha sido noticia por los numerosos terremotos y la deformación que el Instituto Geográfico Nacional ha registrado en su red de vigilancia volcánica. Finalmente, el magma alcanzó ayer la superficie. ¿Pero qué significa en términos geológicos lo que está ocurriendo?Laura Becerril, Geóloga, vulcanóloga. Profesora Asistente,, Universidad de O’Higgins (Chile)Carlos Galé, Geología, Universidad de ZaragozaPatricia Larrea, Geóloga. Profesora Asistente, Dpto. Geología y Centro de Excelencia en Geotermia de los Andes, Universidad de ChileTeresa Ubide, Senior Lecturer in Igneous Petrology/Volcanology, The University of QueenslandLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/1664472021-09-16T19:46:18Z2021-09-16T19:46:18ZEl Hierro revela nuevos secretos sobre cómo funcionan los volcanes<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/419115/original/file-20210902-19-1jvzmeu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=0%2C470%2C3019%2C1652&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Área volcánica de La Restinga, en la isla de El Hierro (Canarias).</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://www.shutterstock.com/es/image-photo/volcano-on-la-restinga-el-hierro-1698163915">Shutterstock / Rebeca Serna</a></span></figcaption></figure><p>A menos de un mes del décimo aniversario de la erupción submarina del volcán Tagoro (<a href="https://www.rtve.es/noticias/20111011/cientificos-confirman-erupcion-volcanica-submarina-hierro-primera-desde-1971/467471.shtml">2011</a> y <a href="https://www.rtve.es/noticias/20120305/cientificos-dan-finalizada-erupcion-hierro-pero-mantienen-vigilancia-zona/504699.shtml">2012</a>) y con un nuevo enjambre sísmico detectado en <a href="http://www.ign.es/resources/volcanologia/SIS/html/PA_SIS_eventos.html">La Palma</a>, <a href="https://doi.org/10.1130/G49224.1">nuestra investigación sobre las lavas de la isla de El Hierro</a> revela nueva información para el pronóstico de futuras erupciones en las Islas Canarias y otras islas volcánicas oceánicas relacionadas con puntos calientes (<em>hotspots</em>, en inglés) a nivel global.</p>
<h2>Volcanes de punto caliente</h2>
<p>En nuestro planeta, la mayoría de los volcanes se generan en los bordes de las <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Placa_tect%C3%B3nica">placas tectónicas</a>. Sin embargo, los volcanes asociados a un punto caliente se forman en lugares donde penachos calientes ascienden hacia la superficie desde las profundidades del manto terrestre, independientemente del movimiento de placas. </p>
<p>En los océanos, los <em>hotspots</em> forman islas volcánicas paradisíacas como Hawái y Galápagos. Sin embargo, no todo es paz en el paraíso. </p>
<p>En general, los volcanes pueden entrar en erupción sin darnos demasiado <a href="https://agupubs.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1002/2015GL066003">aviso</a>. Por eso en vulcanología intentamos mejorar nuestro conocimiento acerca de cómo funcionan los volcanes, de cuál es la <em>personalidad</em> de cada volcán.</p>
<p>Tradicionalmente, los volcanes de <em>hotspot</em> se consideraban mensajeros del manto terrestre que emiten lavas generadas a decenas de kilómetros bajo la superficie. Sin embargo, nuestro estudio sobre las lavas de la isla de El Hierro demuestra que la composición química de muchas de estas lavas está afectada por el reciclaje de cristales formados en las profundidades del volcán, mientras que el origen de las lavas podría ser más somero. </p>
<h2>Lavas cristalinas pero nada claras</h2>
<p>La lava (denominada magma en el interior de la tierra, antes de la erupción) es una mezcla de roca fundida, gas y cristales. Los cristales se forman en el interior del volcán a medida que el magma se enfría durante su viaje hacia la superficie. </p>
<p>Aunque los <a href="https://theconversation.com/volcano-crystals-could-make-it-easier-to-predict-eruptions-90558">cristales</a> retienen mucha información sobre el interior del volcán, también modifican la composición química de las lavas que analizamos en el laboratorio. </p>
<p>Por ejemplo, si analizásemos la química de un turrón de Alicante, el resultado sería una mezcla de trozos de almendra y pasta de turrón. De la misma forma, si analizamos la composición química de lavas ricas en cristales, obtenemos un resultado que refleja la mezcla de cristales y roca fundida. </p>
<p>En nuestro estudio sobre lavas de El Hierro, hemos aislado la química de la roca fundida que transporta los cristales a la superficie y descubierto que su composición química es muy constante en todas las lavas que han construido la isla a lo largo del tiempo. </p>
<p>Sorprendentemente, otras islas volcánicas oceánicas de <em>hotspot</em> alrededor del mundo emiten fundidos muy similares a los de El Hierro. Por tanto, es muy probable que los procesos internos que desencadenan las erupciones en estos volcanes tengan mucho en común. </p>
<figure class="align-center zoomable">
<a href="https://images.theconversation.com/files/419121/original/file-20210902-24-5yc6m.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=1000&fit=clip"><img alt="" src="https://images.theconversation.com/files/419121/original/file-20210902-24-5yc6m.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&fit=clip" srcset="https://images.theconversation.com/files/419121/original/file-20210902-24-5yc6m.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=1 600w, https://images.theconversation.com/files/419121/original/file-20210902-24-5yc6m.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=2 1200w, https://images.theconversation.com/files/419121/original/file-20210902-24-5yc6m.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=600&h=600&fit=crop&dpr=3 1800w, https://images.theconversation.com/files/419121/original/file-20210902-24-5yc6m.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=45&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=1 754w, https://images.theconversation.com/files/419121/original/file-20210902-24-5yc6m.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=30&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=2 1508w, https://images.theconversation.com/files/419121/original/file-20210902-24-5yc6m.jpeg?ixlib=rb-1.1.0&q=15&auto=format&w=754&h=754&fit=crop&dpr=3 2262w" sizes="(min-width: 1466px) 754px, (max-width: 599px) 100vw, (min-width: 600px) 600px, 237px"></a>
<figcaption>
<span class="caption">La erupción submarina en El Hierro (Islas Canarias, España) fotografiada el 10 de febrero de 2012.</span>
<span class="attribution"><a class="source" href="https://earthobservatory.nasa.gov/images/77171/el-hierro-submarine-eruption">NASA Earth Observatory /Jesse Allen / Robert Simmon</a></span>
</figcaption>
</figure>
<h2>El filtro volcánico</h2>
<p>Dentro del volcán, la formación de cristales secuestra elementos del magma, actuando como un filtro. El proceso de filtrado reduce la densidad del magma y aumenta su contenido en gas, haciendo que el magma alcance las condiciones precisas para entrar en erupción. En este punto crítico, el contenido en gas es tal que la presión aumenta y empuja el magma hacia la superficie (como cuando abrimos una botella de champán). </p>
<p>Nuestros resultados indican que las lavas de volcanes de <em>hotspot</em> pueden alcanzar el punto crítico de filtrado en la base de la corteza terrestre, que en El Hierro está situada a unos 14 kilómetros de profundidad. De acuerdo con nuestros resultados, la detección sísmica del movimiento de magma en la base de la corteza bajo un volcán de isla oceánica podría indicar una erupción inminente. Esto es lo que ocurrió en <a href="https://agupubs.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1029/2012GL051846">El Hierro en 2011</a> y podría ocurrir en La Palma en los próximos meses.</p>
<h2>Vigilancia volcánica y pronóstico de erupciones</h2>
<p>Si pudiésemos abrir un volcán como si fuera una casa de muñecas, podríamos seguir la ruta del magma hacia la superficie. Como no podemos hacer esto directamente, la <a href="http://www.ign.es/web/ign/portal/vlc-area-volcanologia">vigilancia volcánica</a> usa indicadores asociados al ascenso del magma, incluyendo los terremotos, la deformación, y el análisis de los gases emitidos por el volcán, entre otros.</p>
<p>Para establecer si el volcán se está despertando y puede entrar en erupción, el pronóstico eruptivo también necesita datos sobre el <em>modus operandi</em> del volcán en el <a href="https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0377027321001943">pasado</a>. </p>
<p>En El Hierro, las señales sísmicas previas a la erupción de 2011 provenían de la base de la corteza, de acuerdo con el filtro volcánico desvelado por nuestros datos. Ahora sabemos que el filtro interno del volcán lleva en funcionamiento durante al menos el millón de años de edad de la isla emergida, y es probable que continúe en el futuro.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/166447/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Teresa Ubide recibe fondos de The University of Queensland, del Queensland Government y del Australian Research Council. Ella trabaja para The University of Queensland.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Laura Becerril recibió fondos del Instituto Geológico y Minero de España (CSIC) durante el desarrollo de su tesis doctoral en El Hierro y recibe actualmente fondos de la Universidad de O'Higgins (Rancagua, Chile) y de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID-Chile). Ella trabaja para la Universidad de O'Higgins en Chile.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Patricia Larrea recibe fondos de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas y del Centro de Excelencia en Geotermia de los Andes (Universidad de Chile), de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (Fondecyt - Chile). Ella trabaja para la Universidad de Chile.</span></em></p><p class="fine-print"><em><span>Carlos Galé no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Un nuevo estudio revela que el filtro interno del volcán lleva en funcionamiento durante al menos el millón de años de la isla, y es probable que continúe en el futuro.Teresa Ubide, Senior Lecturer in Igneous Petrology/Volcanology, The University of QueenslandCarlos Galé, Geología, Universidad de ZaragozaLaura Becerril, Geóloga, vulcanóloga. Profesora Asociada, Universidad de O’Higgins (Chile)Patricia Larrea, Geóloga. Profesora Asistente, Dpto. Geología y Centro de Excelencia en Geotermia de los Andes, Universidad de ChileLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.tag:theconversation.com,2011:article/986402018-06-28T21:10:30Z2018-06-28T21:10:30ZEl Kīlauea y el Volcán de Fuego: cuando la falta de prevención cuesta vidas<figure><img src="https://images.theconversation.com/files/224006/original/file-20180620-137708-vcfovu.jpg?ixlib=rb-1.1.0&rect=24%2C12%2C4001%2C3005&q=45&auto=format&w=496&fit=clip" /><figcaption><span class="caption">Una geóloga del Observatorio Vulcanológico de Hawái mide la temperatura en la zona del East Rift del Kīlauea.</span> <span class="attribution"><a class="source" href="https://volcanoes.usgs.gov/observatories/hvo/multimedia_uploads/multimediaFile-2272.jpg">U.S. Geological Survey.</a></span></figcaption></figure><p>Los procesos eruptivos del <a href="https://volcanoes.usgs.gov/volcanoes/kilauea/status.html">Kīlauea</a> (Hawái) y el <a href="http://www.insivumeh.gob.gt/geofisica/vulcanologia/Informe%20Sobrevuelo%2010-06-18.pdf">Volcán de Fuego</a> (Guatemala) son completamente diferentes. Eso incluye tanto al origen del magma como a su composición y a los dinamismos eruptivos finales.</p>
<p>El Kīlauea se engloba en las regiones denominadas <a href="https://geology.com/usgs/hawaiian-hot-spot/"><em>Hot Spot</em></a>, con magma basáltico fluido, de origen en el manto profundo y cuya dinámica eruptiva es sobre todo efusiva. Lo que forma son estructuras de baja pendiente con grandes coladas de lava fluida. </p>
<p>Por el contrario, el Volcán de Fuego está asociado a dinámicas de subducción, magma de tipo andesítico más viscoso con dinámica eruptiva de tipo explosivo moderado o fuerte y bajo nivel de efusividad o generación de coladas de lava.</p>
<p>Estas diferencias influyen en el número de víctimas mortales, pero se suman otros muchos factores. Según los últimos datos, en Guatemala han fallecido más de cien personas y decenas se encuentran desaparecidas, mientras que en Hawái, por el momento, no tenemos noticias de ninguna víctima mortal. </p>
<p>Los diferentes dinamismos eruptivos y los distintos niveles de los <a href="http://www.proteccioncivil.es/riesgos/volcanes/presentacion">sistemas de vigilancia</a> y <a href="http://www.unesco.org/new/es/natural-sciences/special-themes/disaster-risk-reduction/geohazard-risk-reduction/early-warning-systems/">alerta temprana</a> ante las erupciones marcan la diferencia en cuanto al número de víctimas. También influye la cercanía de núcleos habitados a los volcanes y la diferente concienciación de los organismos públicos y políticos ante el fenómeno eruptivo.</p>
<p>En Hawái la baja explosividad y la vigilancia volcánica han permitido evacuar de manera efectiva la región afectada. Sin embargo, en Guatemala, la alta explosividad y la carencia de planes adecuados de vigilancia y alerta temprana no posibilitaron la opción de evacuación. No obstante, este tipo de explosiones suelen venir precedidas de los denominados precursores, que se pueden observar.</p>
<h2>Medidas para minimizar las víctimas</h2>
<p>En estos casos, especialmente cuando hay un <a href="https://theconversation.com/fuego-volcano-the-deadly-pyroclastic-flows-that-have-killed-dozens-in-guatemala-97707">alto número de fallecidos</a> como en el Volcán de Fuego, es habitual preguntarse si la erupción se podría haber detectado a tiempo para avisar a la población. Todos los procesos eruptivos vienen acompañados de una serie de observables geofísicos —sismológicos o deformación, entre otros— y geoquímicos que se usan para realizar alertas tempranas o pronósticos de una erupción. En el mundo existen muchos ejemplos de estos pronósticos exitosos que avalan su eficiencia. </p>
<p>Si se pone en práctica una adecuada red de instrumentación, junto con un grupo de científicos y técnicos que la interpreten, se realiza una adecuada educación a la población y hay una conciencia de las autoridades ante el fenómeno volcánico, es posible minimizar de manera clara y evidente la mayoría de los daños y víctimas. </p>
<p>No hay que olvidar que los volcanes son una de las muchas evidencias superficiales de la <a href="https://theconversation.com/from-kilauea-to-fuego-three-things-you-should-know-about-volcano-risk-97775">dinámica interior de la Tierra</a>. Los terremotos o la misma orografía superficial de la Tierra son otras de las manifestaciones que recuerdan el dinamismo terrestre.</p>
<p>Para convivir con esta maravilla de la naturaleza se debe actuar a diferentes niveles: científico, educativo y con acciones de planificación y gestión del riesgo. Es necesario disponer de una adecuada red de instrumentos, personal cualificado y centros que realicen la labor de seguimiento de todos los observables que puedan indicar el inicio de cualquier actividad volcánica. </p>
<p>La población debe ser educada, desde el nivel escolar a nivel general sobre cuáles son los niveles de riesgo, participar en simulaciones de evacuación, conocer el entorno y distinguir los diferentes escenarios posibles y acciones que realizar. </p>
<p>Por su parte, las autoridades deben propiciar los fondos para la vigilancia, los medios para la educación y disponer de los adecuados planes de gestión del riesgo, con las acciones y personal adecuado a cada uno de los posibles escenarios, sin tener en cuenta que estas inversiones son a largo plazo. </p>
<p>La prevención y la gestión siempre será más económica que la reconstrucción o las pérdidas de vidas y bienes.</p><img src="https://counter.theconversation.com/content/98640/count.gif" alt="The Conversation" width="1" height="1" />
<p class="fine-print"><em><span>Jesús M. Ibáñez Godoy no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.</span></em></p>Los sistemas de alerta temprana ante una erupción marcan la diferencia en el número de fallecidos. Guatemala no contaba con planes de vigilancia adecuados, al contrario que Hawái.Jesús M. Ibáñez Godoy, Catedrático de Física de la Tierra, Universidad de GranadaLicensed as Creative Commons – attribution, no derivatives.