El caso del odio en Francia no es sencillo. La relación con países como Marruecos y especialmente Argelia nunca fue sana. El caos que está viviendo el país no tiene sentido objetivo.
París, Lyon, Marsella, Toulouse… Algunos suburbios de las grandes ciudades francesas sufren desde hace décadas la peor marginalización de Europa. La ira de la banlieue no encuentra soluciones políticas.
Muchos organismos encargados de hacer cumplir la ley no investigan adecuadamente las denuncias de mala conducta y rara vez sostienen las quejas de los ciudadanos. Las sanciones disciplinarias son pocas y se reservan para los casos más atroces.
La memoria de la esclavitud, una crisis de desigualdad creciente y Trump en la Casa Blanca ayudan a explicar la rebelión racial en EE.UU. desde la muerte de George Floyd a manos de un policía de Minneapolis.
Los críticos de Trump han descalificado su gestión tanto del coronavirus como de los disturbios de Minneapolis. Sin embargo, su rival en las elecciones de noviembre, Joe Biden, aún no ha demostrado que puede ser un líder más efectivo.