La situación económica en América Latina es, cuanto menos, compleja. La pandemia de covid-19 y la guerra de Ucrania han causado diferentes problemas. Y, aunque también existen grandes oportunidades de…
Los países con enormes ingresos derivados de la exportación de materias primas deben establecer políticas públicas para no dilapidar estas rentas ‘caídas del cielo’.
La dolarización de la economía venezolana ha sido la respuesta racional de sus agentes económicos para proteger su riqueza en un contexto de alta inflación y baja credibilidad de la política económica del Estado.
La facilidad, todavía limitada pero creciente, de comprar y vender bitcoines y su aceptación como medio de pago están normalizando el uso de este activo.
Un euro fuerte aleja el riesgo de inflación pero esconde peligrosas trampas: los productos de la zona euro se encarecen frente a los estadounidenses, perjudicando así a los exportadores europeos.
El dinero que los emigrantes envían a sus países es esencial para sus familias y comunidades. Con ellas se financia el consumo y se invierte en salud, vivienda y educación.
China, Rusia y el FMI figuran entre quienes podrían ayudar financieramente a Venezuela, pero no es nada claro que vayan a ayudar a este país endeudado.
Dpto. Estructura Económica y Economía del Desarrollo. Coordinadora del Grupo de Estudio de las Transformaciones de la Economía Mundial (GETEM), Universidad Autónoma de Madrid