Son dos formas de violencia radical que responden, cada una de ellas, a un perfil determinado. ¿Desde dónde nace su forma de comportarse?
Miembros de la organización neofascista Proud Boys en una protesta a favor del presidente Donald Trump en diciembre de 2020.
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El ataque a Salman Rushdie en el estado de Nueva York es solo un ejemplo más de cómo se está radicalizando la ciudadanía estadounidense. ¿A qué puede deberse este fenómeno?
No es descabellado pensar que los estallidos de violencia negacionista de los últimos días guarden relación con el aumento de la polarización afectiva en la opinión pública española. Hay razones para estar preocupados.
Ciudadanos colocando flores y encendiendo velas para las víctimas de los ataques terroristas en Barcelona de agosto de 2017.
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Aún no se conoce bien cuál es el proceso que conduce a una persona a usar la violencia con fines políticos y religiosos, pese a las múltiples teorías y estudios empíricos existentes.
El proceso de radicalización es un proceso complejo que no puede circunscribirse al cerebro, al comportamiento o el entorno. Se produce en la intersección de todos estos elementos.