La obsesión por producir más y más en el corto plazo mantiene al sistema agroalimentario en una dinámica que conduce al dominio de las grandes corporaciones y a una agricultura tecnificada y despegada del territorio y del estado de los recursos.
Recientemente se ha aprobado una nueva propuesta para ampliar los cultivos considerados regables en el entorno de Doñana. La medida perjudicará la conservación de los humedales del parque nacional, patrimonio de la humanidad.
De poco sirven el avance de la ciencia y la tecnología en materia de agua si los usuarios finales del recurso, los ciudadanos, siguen actuando desde el desconocimiento o la desinformación.
La mortandad de peces y otros organismos acuáticos registrada el pasado mes de octubre ha sido solo el último capítulo de la profunda degradación que la laguna costera sufre desde hace años.
Los usos indebidos, la especulación y los conflictos de intereses ponen en entredicho la legitimidad de las concesiones para uso de agua que no priorizan los aspectos sociales y medioambientales.