Emilio Elizalde, Instituto de Ciencias del Espacio (ICE - CSIC)
Stephen Hawking nos dejó hace seis años, tras dar respuesta a preguntas cruciales: ¿Dónde nacen el tiempo y el espacio? ¿Dónde mueren? ¿Es finito el universo? ¿Tiene futuro la humanidad en él?
En pocas palabras, los agujeros blancos son como los agujeros negros, pero al revés: en vez de devorar luz y materia, la expulsan. Los científicos creen que podrían existir, aunque todavía no se ha encontrado ninguno.
Emilio Elizalde, Instituto de Ciencias del Espacio (ICE - CSIC)
Las predicciones de la relatividad de Einstein sobre el comportamiento de la materia, el espacio y el tiempo han probado ser correctas durante 100 años. Pero él sabía que su teoría no era la definitiva.
Si un microagujero negro, de una masa menor que el protón, llegara a la Tierra, ¿podría tragársela? ¿Aumentaría la temperatura del núcleo? ¿Generaría terremotos?
Ruth Lazkoz, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea and Ismael Ayuso Marazuela, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Si se han encontrado agujeros negros, ¿es posible encontrar también agujeros de gusano para viajar en el espacio-tiempo? Doraemon ya lo hacía.
El Observatorio Austral SWGO hará posible la observación de supernovas y agujeros negros gracias a la ciencia de veinticuatro países. Lo consigue disolviendo en agua partículas veloces.
Se ha detectado un murmullo cósmico: un fondo de ondas gravitacionales asociadas a fenómenos violentos, como la fusión de agujeros negros supermasivos o el momento en que el universo comenzó a expandirse.
En Malargüe, Argentina, está instalado el mayor detector de rayos cósmicos del mundo. Detecta partículas que proceden de otras galaxias y caen sobre nosotros, como una lluvia imperceptible, después de un viaje de millones de años.
Los agujeros negros pueden tener una masa equivalente a la de millones de soles. Otros, más pequeños, pueden aunar la masa del monte Everest en el tamaño de un átomo.
No se ha logrado la inmortalidad, ni la supremacía cuántica, ni hemos visto el origen del universo, ni conseguido la fusión nuclear. Un año más, la ciencia ha dado grandes pasos, pero no ha hecho milagros. Y eso no todo el mundo lo cuenta así de claro.
Dos eminentes físicos escriben una carta póstuma a Stephen Hawking. En ella describen los descubrimientos sobre sus “criaturas predilectas”, los agujeros negros, que él no llegó a conocer.
Un abundante número de agujeros negros en el universo emiten chorros de materia relativista. En ellos están buscando señales de dimensiones extra, más allá de las cuatro que percibimos (tres espaciales y una temporal).
Dos agujeros negros están a un 99% del camino hacia una colisión violenta que sacudirá la estructura del espacio-tiempo. La colisión es inminente y tenemos tecnología para “sentir” su efecto.
El Observatorio Europeo del Sur ha logrado la primera imagen del agujero supermasivo que habita el centro de nuestra galaxia, lo que confirma su existencia.
El astrónomo Iván Martí-Vidal ha participado en la fotografía de Sagitario A*, el agujero negro del centro de nuestra galaxia. Le entrevistamos en un momento histórico para la astrofísica, “que confirma que la Teoría de la Relatividad de Einstein funciona con una finura tremenda”.
Las predicciones de Albert Einstein aún siguen asombrando a la comunidad científica más de un siglo después de que las formulara, tanto las ya confirmadas como las que seguimos explorando.