En junio de 1922 Manuel de Falla y Federico García Lorca decidieron convocar un certamen al que denominaron I Concurso de Cante Jondo, para darle al flamenco la importancia cultural que creían que se merecía.
La segunda mitad del XIX y primera del XX fue una época de esplendor teatral, con autores tan diferentes como Lorca, Galdós o Valle Inclán. Un análisis de datos de sus obras ofrece nuevas conclusiones.
Lorca despertó en vida un raro consenso en cuanto a su calidad literaria y humana, reflejada en decenas de textos y referencias de aquellos que lo conocieron. Él tenía también un lado oscuro, que vemos reflejado en su obra.
Los textos poéticos son un verdadero desafío para los traductores. Las obras de García Lorca, por ejemplo, solo se han conocido en alemán en traducciones plagadas de errores que han sido las únicas disponibles durante décadas.
El edificio granadino, reconvertido ahora en dependencias universitarias, fue el lugar en el que el poeta andaluz pasó sus últimas horas antes de ser asesinado en la madrugada del 18 de agosto de 1936.