La ley de ‘startups’, vigente en España desde finales de 2022, nace con la expectativa de revitalizar el tejido empresarial español a través de la creación de empresas innovadoras.
En Europa y América Latina nos falta espíritu emprendedor, comparados con otros países. La educación es fundamental, y el emprendimiento hoy día no puede entenderse sin competencias digitales.
Los negocios consolidados por hombres superan en un 9 % a los levantados por mujeres, una brecha en cuya eliminación ha tener un papel fundamental la educación universitaria.