El estudio científico del superbolido del 19 de mayo muestra que tanto su tamaño como su órbita fue inusual, y que se trató del derrumbe de un cometa que se dirigía directo al Sol.
La estrella HD 7977, en la constelación de Casiopea (foto) , tuvo una aproximación al Sistema Solar hace 2,8 millones de años
Wikimedia Commons
Un nuevo estudio desvela propiedades mecánicas de las rocas que han llegado a la Tierra desde la Luna. Servirá para aprovechar los recursos ‘in situ’ en una futura base lunar.
Una de las imágenes de la secuencia del bólido producido en la desintegración del 2024 BX1 en una enorme bola de fuego más luminosa que la Luna (a la izda.)
Michael Aye y Franck Marchis
La brusca entrada sobre Alemania del asteroide 2024 BX1, transformado en una gran bola de fuego, es un ejemplo de roca en ruta directa de colisión con la Tierra, un fenómeno que es fundamental detectar.
The asteroid 4 vesta, left, and Tatooine, as seen in Star Wars, on the right.
Nasa and wikipedia
Acaban de publicarse los resultados del estudio de pequeños granos minerales conocidos como circones, muy resistentes y retentivos de sus condiciones de formación. Estos diminutos circones constituyen las únicas pruebas sólidas que tenemos de la corteza primitiva de la Tierra y de la Luna, cuando ambas tenían océanos de magma en sus superficies.
El bólido FH1, en una fotografía desde la estación finlandesa de Sastamala.
Kari Haila
Un nuevo estudio sugiere que ciertos meteoritos llegados a la Tierra a velocidad inusual proceden de una región remota de nuestro sistema solar (la nube de Oort) donde se produjo el paso de una estrella binaria.
Simulación de la nave espacial Psyche de la NASA mientras se acerca al asteroide 16 Psiche. Una vez que llegue en 2029, la sonda estudiará este asteroide rico en metales durante 26 meses.
NASA/JPL-Caltech/ASU
Psyque, la nueva misión de la NASA, explorará por primera vez en la historia el interior de un embrión planetario: un asteroide formado por veinte mil billones de toneladas de metal.
Imagen parcial del borde del cráter Jezero mostrando en falso color diferentes terrenos en la formación del delta aluvial al desembocar un río cuyos meandros aparecen en la parte superior izquierda.
(NASA/JPL-Caltech/MSSS/JHU-APL)
Los recientes hallazgos en la Luna indican que en su superficie hay agua que podría abastecer a futuras bases humanas.
La nebulosa de emisión de Carina según una imagen del telescopio James Webb. Las jóvenes estrellas de la nebulosa han nacido de una nube molecular que los potentes vientos estelares dispersa. Nuestro Sol nació en un entorno similar, plagado de estrellas.
NASA, ESA, CSA, STScI
No nació solo. Las pistas de las estrellas próximas al Sol en el momento de su nacimiento las encontramos en meteoritos condríticos.
Imagen del sistema binario Didymos obtenida por la cámara LUKE del cubesat LICIACube de la Agencia Espacial Italiana (ASI), capturadas justo después del impacto de la nave espacial Double Asteroid Redirect Test (DART) de la NASA con el asteroide Dimorphos (situado abajo) el 27 de septiembre de 2022.
ASI/NASA
Analizados los resultados del impacto de la misión DART en el asteroide Dimorphos, podemos decir que el año 2022 marco el comienzo de un plan de defensa planetaria activa ante la posible llegada de un asteroide devastador.
La condrita carbonácea ALH77307 en luz transmitida permite identificar las esférulas vítreas conocidas como cóndrulos. Es representativa de un asteroide carbonáceo prístino.
J.M. Trigo CSIC/IEEC
Los meteoritos, rocas llegadas desde lejanos rincones del sistema solar, nos traen un valioso mensaje que bien merece nuestra protección. Es necesario que lleguen a manos expertas, y protegerlos.
Superbólido producido por la ablación en la atmósfera del asteroide 2023 CX1.
Cortesía del astrónomo francés Josselin Desmars (IPSA/IMCCE/Observatoire de Paris)
2023 CX1, que se desintegró en el Canal de la Mancha, fue descubierto unas horas antes de la colisión. Este tipo de detecciones, cada vez más habituales, nos permitirán protegernos de encuentros con rocas más grandes y peligrosas.
Un entorno acuoso de la Tierra primitiva sometida al influjo continuo de material meteórico, clave en el origen de la vida (Adaptada de una acuarela de J. Trigo Campoy)
Los meteoritos condríticos pueden “cocinar” vida, lo que aumenta la probabilidad de la ubicuidad de la vida extraterrestre, incluso en el Sistema Solar.
Foto de 20 minutos de exposición del cometa ZTF tomada el 21 de enero desde el Parc Astronòmic Muntanyes de Prades (Tarragona).
Aleix Roig @astrocatinfo desde el Parc Astronòmic Muntanyes de Prades @parcastroprades
Las observaciones del cometa ZTF indican que está próximo a la magnitud estelar +5 y, por tanto, es visible a simple vista desde un lugar con poca luz artificial.
Ilustración de la nave espacial DART antes del impacto en el sistema binario Didymos.
NASA/Johns Hopkins, APL/Steve Gribben
Si todo va bien, el 27 de septiembre la nave espacial DART, del tamaño de un coche, impactará contra el asteroide Dimorphos para modificar su trayectoria. Un equipo del Centro de Astrobiología del CSIC que participa en la misión explica su singularidad.
Lluvia de meteoros durante las Perseidas de 2015.
Shutterstock / Belish
¿Qué es realmente una estrella fugaz? ¿De dónde proceden estos cuerpos brillantes en movimiento? ¿Cómo y cuándo podemos observar este fenómeno astronómico?
Se han identificado las bases del ADN y el ARN, las moléculas de la vida, en meteoritos carbonáceos. ¿Vino la vida del espacio? ¿Sus componentes llegaron en meteoritos o se formaron en la Tierra?
Research Professor and Director of the Southeastern Paleoamerican Survey (SEPAS) at the South Carolina Institute for Archaeology and Anthropology, University of South Carolina
Doctora en Ciencias Físicas, Investigadora del Centro de Astrobiología especializada en Modelos Numéricos aplicados a las Ciencias Planetarias, Centro de Astrobiología (INTA-CSIC)