El público del teatro de los siglos XVII y XVIII estaba acostumbrado a la presencia de mujeres guerreras en el escenario. La Ilustración trató de “domar” su papel, pero no lo consiguió.
Dentro de la monarquía portuguesa llama poderosamente la atención el olvido al que se ha relegado a la reina Mariana Victoria de Borbón, que disfrutó de una vida longeva y un un activo mecenazgo artístico y musical.
Lo que querían leer las mujeres del setecientos y las obras que se escribían para ellas no siempre coincidían, pero sí que es cierto que se convirtieron en un público lector a tener en cuenta.
Los Caprichos de Goya representan escenas satíricas de la sociedad de finales del siglo XVIII, donde el pintor propone un grabado subrayado por un enunciado enigmático. El espectador tiene que interpretar la leyenda.
Entre los siglos XVI y XVIII el modelo de perfección femenina conventual tuvo efectos tanto dentro como fuera de los claustros. Se influía así en el comportamiento de las monjas y en la imagen que se tenía de ellas.
Acercarnos a los testimonios literarios de una época desde planteamientos de género ayuda a conocer la sociedad y a revisar los movimientos ideológicos actuales con un pensamiento crítico.
El concepto de higiene es relativamente moderno. En la Francia dieciochesca, ni siquiera los reyes se libraban de oler mal o perder sus dientes antes de tiempo. Se pensaba que el agua era peligrosa.
Profesora del Departamento de Filología Francesa en la Facultad de Filosofía y Letras. Doctora especialista en estudios culturales franceses y Análisis del Discurso, Universidad de Valladolid