Los quesos madurados pueden contener gran cantidad de histamina, una molécula que se acumula en los alimentos fermentados causando síntomas gastrointestinales y dolor de cabeza. La ciencia ha encontrado varias vías para reducirla.
Es conocido que los hongos pueden deteriorar los alimentos pero existen muchos quesos que desarrollan mohos en su interior y gozan de gran aceptación. ¿Por qué podemos consumir unos y no otros?
Nuestra atracción por el queso y el yogur puede que nunca se hubiera visto satisfecha si no fuera porque hace seis mil años se produjo una relación sexual microbiana ilícita.