Chile, México, Colombia y Costa Rica ya han sido admitidos por la OCDE, pero formar parte de este selecto club no implica necesariamente una transformación económica.
Una vez que las mujeres acceden a los cargos políticos más altos, su número continúa creciendo, según muestra un nuevo estudio. La vuelta atrás resulta irreversible. Crean un “suelo de cemento” sobre el que se construyen los futuros gobiernos.
Casi el 40% de los costarricenses apoyaron a un candidato presidencial evangélico anti-gay. ¿Será que Costa Rica es más parecida a sus vecinos centroamericanos de lo que parecía?
Brass Blacker Associate Professor of Demography at LSHTM and Marie Sklodowska-Curie Fellow at Leverhulme Centre for Demographic Science, University of Oxford