Serge Rabier, Agence française de développement (AFD)
Hay muchas maneras de interpretar las tendencias demográficas: desde las realidades estadísticas a las narrativas políticas, ansiedades antropológicas y perspectivas ecológicas.
La población humana se ha duplicado en 48 años, y el empeoramiento del cambio climático ha hecho que el mundo se enfrente a graves riesgos sanitarios, desde las enfermedades infecciosas hasta el hambre y el estrés térmico.
La expansión del espacio urbano debe responder a principios ecológicos, acotando el número máximo de viviendas según las infraestructuras y garantizando entornos sostenibles, saludables y de cohesión social.
Según la ONU, a finales de este siglo la población mundial será de unos 11 000 millones de personas. A este reto hay que sumar la proliferación de megaciudades, el envejecimiento y los movimientos migratorios.
Hay fronteras que son muros infranqueables, mientras que otras resultan invisibles. Las hay móviles, subcontratadas, internas y externalizadas. El concepto clásico ha mutado. Resulta poco realista pensar en un mundo sin fronteras, pero es preciso pensarlas de otro modo.
En la consolidación de los territorios tienen que ver los aspectos económicos, porque actúan como factores de tracción, así como los aspectos de ubicación, ya que éstos son estratégicos.
España ha superado por primera vez en su historia los 47 millones de habitantes debido a un saldo migratorio positivo. Dado que este país envejecido necesita más población extranjera, el reto, según los autores, es lograr su integración real y encontrar en la acogida esa vocación por la humanidad que en teoría nos define.
Se espera que la población africana se duplique para el año 2050, lo que añadirá 1.200 millones a la actual población de 1.300 millones de personas. Urgen medidas para resolver este problema.
La actual producción agropecuaria es insostenible, pero transitar hacia un modelo basado en la diversidad, la soberanía alimentaria y la simbiosis con la natura exige profundos cambios en la sociedad.
Ciudades más accesibles, sistemas productivos más adaptados al capital sénior y flexible a su jubilación, espacios colaborativos y recursos socio-sanitarios que fomenten la autonomía personal, entre otras.
Gilles Pison, Muséum national d’histoire naturelle (MNHN)
¿A dónde van aquellos que abandonan sus países y se mudan a otros estados? ¿De dónde vienen? ¿Ha habido cambios en el número de migraciones en las últimas décadas?
La España rural interesa poco a los políticos, aunque en los últimos años se ha comenzado a hablar del problema de la despoblación. Pero agricultura y ganadería siguen sin ser temas de agenda electoral por el escaso peso del voto en estas zonas.
La llegada de los europeos a América costó la vida a 60 millones de nativos y produjo una pequeña edad de hielo. Sin embargo, supuso el primer contacto de América con el resto del mundo, dando paso a una nueva era.
Es preocupante que no exista aún un sistema supranacional de gobernanza de los movimientos transfronterizos de migrantes y refugiados que permita actuar de forma coordinada.
En países como España nacen muy pocos niños. En otras regiones del mundo, nacen muchos. La sostenibilidad del planeta depende de que sepamos equilibrar estos hechos.
Una mirada a los datos clave muestra que el mundo está mucho mejor hoy que nunca antes en la historia, pero ya se sabe que las buenas noticias no son noticia.
Profesor de Investigación. Grupo "Filosofía Social y Política" (FISOPOL). Jefe del Departamento de Filosofía Teórica y Práctica, Instituto de Filosofía (IFS-CSIC)
Anthropologue et démographe, professeur émérite au Muséum national d’histoire naturelle et conseiller de la direction de l'INED, Muséum national d’histoire naturelle (MNHN)