Los Estados tratan de combatir la desinformación generada con IA a ritmo de ley, mientras la tecnología dispara contenidos fraudulentos y mensajes de odio a toda velocidad.
Ahora que proliferan las complicaciones técnicas para reconocer la falsedad de ciertos contenidos, sigue siendo razonable recordar lo que pierde la sociedad sin la función orientadora de la verdad.
“Una loba como yo no está para novatos”. La frase de Shakira puede que no sea la más apropiada para decirle a un ex, pero lo cierto es que la letra de la canción no vulnera el honor de Piqué.
El reciente caso del presentador de la BBC Gary Lineker, a quien la cadena amonestó por un comentario en Twitter, no es aislado. ¿Deben ser imparciales los periodistas de los medios públicos en redes sociales?
Cada vez que hay una polémica con un cómico se vuelve al eterno debate sobre los límites del humor. Eterno porque lleva toda la vida con nosotros. ¿Cuál es la solución, entonces?
El hecho de que una afirmación sobre una cuestión que nos concierne nos parezca ofensiva depende muchas veces de la ideología de quien esté hablando, no de la nuestra. Esto les pasa por igual a conservadores y a progresistas.
A partir de un caso judicial en el que el protagonista de Goku fue catalogado como terrorista, la artista Carla Cañellas reflexiona sobre los vínculos entre ‘Dragon Ball’ y las reivindicaciones de Goya.
44 000 millones de dólares le ha costado a Elon Musk hacerse con la red social del pájaro azul. Habrá que seguir muy de cerca sus movimientos para ver qué resulta de este espectacular movimiento empresarial.
Las redes sociales no pueden ser verdaderas ‘plazas públicas’. Menos aún las que tienen un solo dueño y son privadas, como va a ocurrir ahora con Twitter.
La historia de las protestas en la URSS y Rusia, a pesar del esfuerzo del Gobierno, ha sido una constante del siglo XX y sigue formando parte del país en el siglo XXI.
Lo que ocurrió en el madrileño barrio de Chueca el pasado 18 de septiembre no fue una apoteosis de libertad de expresión. Varios grupos de ultraderecha lanzaron frases y soflamas de odio objetivo homófobo que vulneran claramente la dignidad del colectivo LGTBI+ y que, según los expertos, merecen un castigo penal.
Francia tiene una larga historia de canciones comprometidas: desde el letrista Béranger, dos veces encarcelado a principios del XIX, hasta los grupos de rap que han insultado a la república.
Debemos reflexionar sobre si es mejor ignorar o entablar un debate sobre la retórica de odio de algunas personas. Si restringimos este tipo de expresiones, permitiremos que la paralización comunicativa regule nuestras sociedades.
Es preciso defender la libertad a decir cosas aberrantes o falsas, lo cual no implica que estas no deban contar con toda la contestación social y reprobación moral necesaria.
Negociaciones con el gobierno terminó con acusaciones de que los artistas contestarios son agentes de Estados Unidos. Pero esta protesta de artistas fue un movimiento de cocecha propia cubana.
Las administraciones públicas no tienen por qué colocar pancartas o banderas en sus edificios el 28 de junio, Día del Orgullo Gay, pero si lo hacen estarán actuando de plena conformidad con el ordenamiento nacional e internacional vigente.
La tendencia de los gobiernos a limitar la libertad de expresión comporta graves consecuencias. El auge del “derecho a sentirse ofendido” llama a nuestras puertas.
La capital de España está entre las nueve ciudades europeas que adoptan un plan de acción para llevar a la práctica la obligación de respetar, garantizar y promover los derechos humanos.
Periodista. Profesor de Ética y deontología de la comunicación y de Periodismo de investigación. Investigador principal del Grupo Nebrija de Periodismo de análisis y anticipación, Universidad Nebrija
Profesora del Departamento de Filología Francesa en la Facultad de Filosofía y Letras. Doctora especialista en estudios culturales franceses y Análisis del Discurso, Universidad de Valladolid