Las consecuencias de las protestas contra el encarcelamiento del disidente ruso reflejan que el régimen de Putin es refractario al Derecho Internacional.
Alexéi Navalni, opositor ruso, fue detenido este fin de semana tras aterrizar en Moscú, cinco meses después de su envenenamiento por novichok, una sustancia que representa un motivo de enorme preocupación en el campo de las armas químicas.
Sophie Marineau, Université catholique de Louvain (UCLouvain)
La interferencia rusa marcó profundamente la elección presidencial norteamericana de 2016. Cuatro años después, analizamos la forma y el impacto de la desinformación procedente de Rusia.
Ante la sobreestimulación, la mayoría de nuestras células dejan de responder, o mejor dicho, se desensibilizan. Salvo que pulsemos el botón “supr”. Algunos venenos, como el novichok utilizado contra el opositor ruso Aleksey Navalny, usan esta vía para acabar con la vida.
Vladimir Putin no está dispuesto a dejar caer al presidente bielorruso, a pesar de las enormes tensiones sociales que se viven en el país, porque no quiere poner en manos de Occidente un espacio geoestratégico vital para sus intereses.
Putin reforma la Constitución rusa de 1993, haciéndola más nacionalista y conservadora, y garantizando su permanencia en el poder mediante elecciones hasta 2036.
En medio de la parálisis económica provocada por la irrupción de la pandemia del coronavirus, Arabia Saudí y Rusia sacuden el mercado de hidrocarburos con una guerra de precios.
El presidente Putin inicia su tercera década al frente de Rusia con una notable pérdida de popularidad y un PIB en descenso, pero todavía no parece dispuesto a tirar la toalla.
Associate Professor of Instruction in the School of Interdisciplinary Global Studies, Affiliate Professor at the Institute for Russian, European, and Eurasian Studies, University of South Florida