A finales 2020 Deutsche Bank publicó un informe en el que se preveía la llegada de años de incertidumbre y caos. La guerra en Ucrania, la crisis energética, la inflación y hasta los coletazos de la pandemia contribuyen a esta era del desorden.
La primera gran crisis energética de Occidente del s. XXI tiene como grandes beneficiarios a los países productores de petróleo. La OPEP+ ha recortado su producción en 2 millones de barriles de crudo al día para mantener los precios altos.
¿Nos enfrentamos a un escenario peor al de hace tres lustros? ¿Están las economías mejor preparadas? ¿Las familias se enfrentan a los mismos riesgos de entonces?
El nuevo gasoducto podría aportar hasta 10 000 millones de metros cúbicos de gas a Alemania, pero no es suficiente para satisfacer las necesidades de su economía.
Los motivos inmediatos del descontento social son los mismos que en el resto del mundo: el aumento del precio del petróleo y la inflación. Pero las causas de la crisis en el país centroamericano, entre ellas la desigualdad y la corrupción, son mucho más profundas.