España recomienda vacunar a todas las personas de 65 años y a aquellas con grandes inmunodeficiencias frente al herpes zóster. La vacuna empleada, por su gran eficacia y duración, es la primera para adultos que se comporta como una vacuna infantil.
Existe un debate abierto sobre la posible vacunación obligatoria en profesionales sanitarios. ¿Aplicar una medida coercitiva como esta es legal? ¿Y ético? ¿Qué alternativas se barajan?
Las nuevas variantes del SARS-CoV-2, incluida la Lambda, disparan las alarmas sobre la capacidad del virus para evadir al sistema inmunitario. Pero la respuesta inmunitaria es más compleja, robusta y efectiva.
¿Es equivalente la inmunidad natural que confiere ser infectados a la que aportan las vacunas frente a COVID-19? Los último estudios sugieren que la inmunidad de los vacunados induce más protección que la inmunidad natural.
La historia de las vacunas tiene protagonistas tan curiosos como una ordeñadora llamada Sarah Nelmes, a quien su vaca Blossom había contagiado de viruela bovina. O 22 huérfanos que llevaron en su propio cuerpo la vacuna de Europa a América.
Conforme el número de personas vacunadas aumenta, se impone una sensación de mayor libertad. Se están preparando medidas para la movilidad de las personas vacunadas sin limitaciones. ¿Es buena idea?
Los efectos secundarios de las vacunas no deben interpretarse como una medida de la eficacia de la vacuna. La mayoría de las personas alcanza la inmunidad contra el coronavirus en la vacunación.
Catedrático del área de Biología Celular. Investigador asociado del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo. Investigador en metabolismo, envejecimiento y sistemas inmunológicos y antioxidantes., Universidad Pablo de Olavide
Bioquímica y bióloga molecular, inmunológa, experta en vacunas y profesora de investigación en Procesos Sanitarios en la Facultad de Educación y en Avances en Enfermedades Infecciosas y terapia antimicrobiana en la Facultad de Ciencias de la Salud, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja