No todas las perlas tienen el mismo valor: algunas son simple ornamentación, pero otras pueden contener información biológica del parásito que las causó.
Los mejillones se adhieren fuertemente a las rocas con el potente pegamento que producen.
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Estos bivalvos fabrican el pegamento más potente del mundo, una auténtica obra de ingeniería que se deforma sin romperse y que ha servido de inspiración a arquitectos, científicos y médicos.
Hemos descubierto que, a pesar de no generar anticuerpos, los mejillones mejoran su respuesta inmune ante el mismo patógeno después de infectarse dos veces.