El monarca supervisó un plan para desplazar a franceses y británicos de la trata de esclavos y liberar el comercio de esclavos. Él mismo se convirtió en el mayor propietario de esclavos de la Monarquía.
La historia del feminismo en España está estrechamente ligada a la historia de la masonería: entre 1868 y 1900, 400 mujeres se incorporaron a las Logias con la intención de rechazar los estereotipos de género.