Las terribles muertes de la pasada semana junto a Melilla y dentro de un camión en EE.UU son consecuencias de las políticas de externalización de fronteras y de disuasión que Europa y EE.UU. están aplicando.
La muerte de numerosos migrantes en el asalto a la valla de Melilla desde Marruecos plantea muchas dudas sobre la intención que tenía el país norteafricano al actuar así. No es menos sospechoso tampoco el hecho de que esto ocurra poco antes de la cumbre de la OTAN en Madrid.
El uso de la migración para generar tensión entre Marruecos y España es algo puntual. Los jóvenes y niños africanos buscan una salida frente a las desfavorables condiciones de sus países de origen.
La gran sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) declaró hace dos semanas que, al realizar la devolución de dos inmigrantes subsaharianos que saltaron la valla de Melilla en 2014, España no violó la prohibición de realizar expulsiones colectivas de la Convención Europea de Derechos Humanos. La autora explica en este artículo por qué el alto tribunal adoptó dicha decisión.