2020, 2021 y quizás ahora 2022, han sido años muy malos, pero comparados con lo que ocurrió en 536, un año en el que confluyeron la erupción de volcanes, una peste, una hambruna y un invierno interminable, parecen muy poca cosa.
Esperemos que la actual pandemia haga reaccionar a la sociedad, cambiando el modelo productivo y la estructura económica para conseguir los derechos básicos de alimentación, vivienda, educación y asistencia sanitaria para todos, blindándolos por leyes que aseguren su permanencia en el tiempo.
Pese a la aparente inutilidad del trabajo de los historiadores en tiempos de pandemia, cuatro lecturas selectas nos ofrecen algunas lecciones importantes.
Aunque la comunidad científica asegura que el origen del SARS-CoV-2 solo puede ser natural, el bulo sobre su creación en un laboratorio ha puesto sobre la mesa el debate sobre las armas biológicas.