Una serie de leyes votadas a finales de 1793 permitieron el enjuiciamiento acelerado de miles de personas sospechosas de creencias contrarrevolucionarias.
El político Benjamin Constant defendía el proyecto de la Revolución francesa, o sea, la libertad y la igualdad universales. Pero había que alejarse de la idealizada Antigüedad.
Dijo Stendhal que todo lo que Napoléon ganó con la espada, lo perdió con la pluma. Su prestigio histórico no pasa por su mejor momento, pero dos siglos después de su muerte siguen surgiendo estudios interesantes sobre su figura.
El concepto de higiene es relativamente moderno. En la Francia dieciochesca, ni siquiera los reyes se libraban de oler mal o perder sus dientes antes de tiempo. Se pensaba que el agua era peligrosa.
Profesora del Departamento de Filología Francesa en la Facultad de Filosofía y Letras. Doctora especialista en estudios culturales franceses y Análisis del Discurso, Universidad de Valladolid