El Instituto de la Grasa (IG) es un Centro de Investigación de la Agencia Estatal Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) encuadrado en el Área de Ciencia y Tecnología de los Alimentos.
El instituto se creó en el año 1947 con la finalidad de contribuir a la mejora y al desarrollo de los sectores industriales relacionados con las materias grasas.
Desde su fundación ha dedicado una atención preferente al sector del aceite de oliva y la aceituna de mesa, de gran importancia económica y social en Andalucía, contribuyendo de manera decisiva a mejorar el nivel científico y tecnológico de ambos sectores mediante el desarrollo de tecnología de la elaboración del aceite de oliva, tecnología de la extracción y refinación de aceites de semillas, conservación y envasado, alteraciones oxidativas, biotecnología de la elaboración de aceitunas de mesa, preparación de criterios y métodos analíticos, bases para la elaboración de normas de calidad, etc.
La propia dinámica de los grupos de investigación, y la aparición de nuevas demandas y necesidades en el entorno productivo han propiciado la ampliación de sus objetivos científicos iniciales y la incorporación, junto a las líneas tradicionales, de nuevas líneas de investigación.
Un nuevo sistema de puntuación permite identificar la calidad nutricional de los distintos aceites disponibles en el mercado. Y aunque el AOVE no tiene rival, algunas alternativas –como el orujo de oliva o el de lino– son más baratas y bastante saludables.
El sistema de clasificación actual pone en el mismo saco a alimentos con muy distinto grado de procesamiento. Un grupo de investigadores ha desarrollado un método que, gracias a la inteligencia artificial, permite hacer distinciones mucho más afinadas.
Aparte de su aroma y sabor, cada aceite posee unas propiedades nutricionales diferentes. Este artículo le ayudará a tomar una decisión informada cuando se enfrente a la estantería del supermercado.
El reciente informe emitido por el comité científico de Nutri-Score intenta subsanar algunos de los defectos que achacaban muchos expertos a este sistema de clasificación, pero se queda corto.
El aceite de girasol es muy versátil: se utiliza en los hogares y la industria alimentaría, pero también tiene otras aplicaciones, como la fabricación de pinturas, pesticidas y lacas. Pero la invasión de Ucrania está teniendo una gran repercusión en su disponibilidad y se hace necesario buscar alternativas.
¿Reduciría su consumo actual de carne y lácteos? Existen motivos éticos, ambientales y de salud para hacerlo. Los españoles, sin embargo, comemos más carne que nunca.
Se ha señalado a las grasas como principales culpables de patologías como las enfermedades cardiovasculares, primera causa de muerte en el mundo. Sin embargo, ni es así ni deben considerarse el principal enemigo público.