El mundo rico se prepara para un nuevo viernes de compras. Aunque puede que las ventas sean menores que las de otros años, siempre serán muchas más de las aconsejables para la sostenibilidad del medioambiente.
A medida que ha ido creciendo el comercio electrónico ha ido ganando importancia la política de devoluciones: los clientes quieren, sobre todo, que sean gratuitas y fáciles.
Cuando a un consumidor se le ofrece un descuento en su mente confluyen dos fuerzas contrapuestas: la atracción que supone pagar menos por un artículo y el recelo que le puede generar comprarlo más barato.
En el ‘Black Friday’ se intensifican las compras compulsivas. Sin embargo, diagnósticos como la adicción a las compras son insuficientes para explicar este patrón, síntoma de nuestra sociedad de consumo.